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EL CONVENIO DE BASILEA

PRESENTADO POR
YULE
IMIS JULIO BARRERA
LINDA RIVERA BANQUEZ
JORGE PUELLO PUERTA
JOSE LORA PEREZ
MANUEL BATISTA NOWACKY
ALVARO VILLALBAGARCIA

VICTOR MANUEL VERGARA


DOCENTE

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA
FACULTAD DE ECONOMIA
INVESTIGACIÓN CONTABLE
PROGRAMA DE CONTADURIA PUBLICA SEM6
CARTAGENA-BOLIVAR
2020
CONVENIO DE BASILEA

Control de los movimientos trasfronterizos de desechos peligrosos y


protección particular de los países en vía de desarrollo, y, promoción de
disposición final adecuada.
El convenio de Basilea es un tratado ambiental global que regula estrictamente
el movimiento trasfronterizo de desechos peligrosos y pactan obligaciones a los
territorios para asegurar el manejo ambientalmente racional de los mismos,
particularmente referente a su disposición; con el siguiente texto se busca
recordar la importancia y trascendencia para el mundo en materia ambiental
que se dio con este convenio. Se busca recordar también que los acuerdos se
deben respetar para que de esta forma halla un equilibrio o lo más cercano a
esto en cuanto a destrucción y recuperación ambiental. Para los autores, la
contabilidad social y ambiental no se ha aplicado en una forma adecuada dado
las condiciones que el mercado le genera, debido a que es este mismo quien
acelera el agotamiento de los recursos, mientras, su recuperación es cada vez
menor dado la cantidad de desechos contaminantes producidos de manera
artificial por el hombre. En consideración cada país debe buscar la manera de
hacerse cargo de sus desechos peligrosos, y con la denominada globalización
debe hacerse cargo del control de esos desechos en sus fronteras evitando el
desborde de ellos, con el fin de cuidar la salud y el bienestar de sus habitantes
sobre todo de los países en vía de desarrollo quienes están mas expuesto a la
contaminación con estos residuos altamente peligrosos.
El convenio de Basilea fue adoptado el 22 de marzo de 1989 y entró en vigor el
5 de mayo de 1992. El Convenio es la respuesta de la comunidad internacional
a los problemas causados por la producción mundial anual de 400 millones de
toneladas de desechos peligrosos para el hombre o para el ambiente debido a
sus características tóxicas/eco tóxicas, venenosas, explosivas, corrosivas,
inflamables o infecciosas. El Convenio reconoce que la forma más efectiva de
proteger la salud humana y el ambiente de daños producidos por los desechos
se basa en la máxima reducción de su generación en cantidad y/o en
peligrosidad. Los principios básicos del Convenio de Basilea son: el tránsito
transfronterizo de desechos peligrosos debe ser reducido al mínimo consistente
con su manejo ambientalmente apropiado; los desechos peligrosos deben ser
tratados y dispuestos lo más cerca posible de la fuente de su generación; los
desechos peligrosos deben ser reducidos y minimizados en su fuente. Para
lograr estos principios, la Convención pretende a través de su Secretaría
controlar los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos, monitorear y
prevenir el tráfico ilícito, proveer asistencia en el manejo ambientalmente
adecuado de los desechos, promover la cooperación entre las Partes y
desarrollar Guías Técnicas para el manejo de los desechos peligrosos. las
Directrices y principios de el Cairo para el manejo ambientalmente racional de
desechos peligrosos, aprobados por el Consejo de Administración del
Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente por su decisión
14/30, de 17 de junio de 1987, las recomendaciones del Comité de expertos en
el Transporte de Mercaderías Peligrosas, de las Naciones Unidas (formuladas
en 1957 y actualizadas cada dos años), las recomendaciones, declaraciones,
instrumentos y reglamentaciones pertinentes adoptadas dentro del sistema de
las Naciones Unidas y la labor y los estudios realizados por otras
organizaciones internacionales y, regionales.
La práctica ausencia de reglas ha hecho de este intercambio trasnacional una
de las actividades más contaminantes: millones de toneladas –11,23 millones
en 2017, según el servicio estadístico de la ONU– recorren cada año el planeta
embarcadas en contenedores de mercancías sin estar sujetos a reglas. Pero
los 187 países que forman parte del Convenio de Basilea han decidido
modificar ese tratado para regular este tráfico y evitar así que las naciones en
desarrollo sigan recibiendo desechos plásticos sin control.
La nueva regulación, que se aplicará a partir de 2021, se pone en marcha a
través de varias enmiendas al Convenio de Basilea que obligarán a que los
desechos se clasifiquen y que se separen en muchos casos. “Las enmiendas
son un primer paso para combatir el vertido de residuos plásticos de los países
desarrollados en el sur global y la contaminación”, explica por correo
electrónico desde Malasia la activista Mageswari Sangaralingam. “Los
exportadores tendrán que obtener el consentimiento de los países de destino
antes de enviar la mayoría de desechos plásticos contaminados, mezclados, o
imposibles de reciclar”, apunta esta miembro de Amigos de la Tierra. Noruega
impulsó esta modificación. Sin embargo, China fue la nación que puso el foco
sobre el problema hace algunos años. Según los datos de la ONU, en 2017
China –incluyendo Hong-Kong como una puerta de entrada también a ese
país– importó 7,7 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que supuso
casi el 60% de todo lo exportado en el mundo. Pero en 2018 el Gobierno de
Pekín decidió cerrar casi por completo la puerta a esas basuras, lo que provocó
un terremoto internacional. “China se quejaba de que se le enviaban plásticos
con residuos tóxicos o que no se podrían reciclar”, explica Martín-Novella. “Con
sus restricciones el problema se ha acumulado en los países desarrollados y se
ha trasladado a otros países como Filipinas, Malasia o Indonesia”, añade. A
principios de mayo de 2019 se celebró en Ginebra la decimocuarta reunión de
los 187 países miembros del Convenio de Basilea, una cita que se celebra
cada dos años. Este convenio tiene muy bien definidas las reglas de la
exportación e importación de los residuos peligrosos. El problema, explica
Martín-Novella, es que este tratado se creó hace tres décadas. “Y los plásticos
no eran un problema entonces como ahora”. En 1989, cuando se cerró Basilea,
la producción anual mundial era de 100 millones de toneladas. En 2016, se
llegaba ya a los 335 millones de toneladas de plástico, según los datos de
Plastics Europe. “Los plásticos no estaban en el radar en los ochenta”, insiste
Martín-Novella, “y estos residuos se han movido libremente hasta ahora
creando un problema de descontrol y contaminación”
Aunque aún se está a la espera de que se termine la redacción de las
enmiendas al convenio, los cambios acordados supondrán la creación de
categorías de desechos con diferentes exigencias. Los residuos peligrosos
deberán ser tratados prioritariamente en el país de origen. “Y los no reciclables
no se podrán exportar”, añade Martín-Novella. Además, se ha elaborado un
largo listado de plásticos mezclados que necesitarán un permiso previo del país
receptor para poder ser exportados. Todas estas normas, en resumen, harán
que se deba “identificar qué va dentro de los contenedores”, explica Martín-
Novella.
Relación de Colombia con el Convenio de Basilea
El convenio fue aprobado en Colombia mediante la ley 253 de 1996 declarada
exequible mediante sentencia de la Corte Constitucional C-977/96.  Representa
el primero y único tratado internacional en materia de desechos peligrosos.
Colombia fue sede de la 10ª Reunión de la Conferencia de las Partes
(COP), celebrada en Cartagena del 17 al 21 de octubre de 2010. Como un
hecho sin precedentes, se adoptó la “Declaración de Cartagena” sobre la
prevención, minimización y recuperación de desechos peligrosos y otros
desechos. Esta reunión a la cual se denominó el “Milagro de Cartagena” se ha
convertido en un ejemplo para abordar temas complejos, aprovechando los
escenarios multilaterales.
Colombia ha hecho evidente ante la comunidad internacional su compromiso
sobre el manejo seguro y sostenible de las sustancias químicas y de los
desechos peligrosos a través de los resultados obtenidos en la COP 10, dentro
de los cuales se destaca el nuevo marco estratégico y la iniciativa patrocinada
por los países de Indonesia y Suiza (CLI) para mejorar la efectividad del
Convenio.

En la 9ª reunión del Grupo de Composición Abierta (OEWG9), celebrada en


Ginebra del 16 al 19 de septiembre de 2014, se examinaron los progresos
realizados en la aplicación de la Declaración de Cartagena. Colombia dirigió el
grupo de “Amigos de los Copresidentes”, cuya labor consistió en elaborar un
proyecto de hoja de ruta sobre la base de las observaciones formuladas en las
sesiones plenarias. Se destacó la importancia de reducir en origen la cantidad
de desechos peligrosos y otros desechos, y reducir al mínimo sus movimientos
transfronterizos. 

Puntos a favor y en contra del convenio de Basilea


A favor:
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) a través del Departamento de
Coordinación para el Manejo Ambientalmente Racional de Productos Químicos y
Desechos Peligrosos actúa como Autoridad Nacional Designada y Punto Focal para la
implementación de los compromisos nacionales derivados de dicho instrumento,
incluyendo el control para el movimiento transfronterizo de desechos peligrosos y su
eliminación.
El objetivo del Convenio de Basilea es proteger la salud humana y el medio ambiente
frente a los efectos adversos que puedan resultar de la generación, movimientos
transfronterizos y gestión de los residuos peligrosos.    Así mismo, prevenir y castigar
el tráfico ilícito de desechos peligrosos y otros desechos, obligar a las partes a que los
desechos peligrosos y otros desechos se manejen y eliminen de manera
ambientalmente racional y que las partes minimicen las cantidades de desechos que
atraviesen fronteras y que los desechos peligrosos se traten y eliminen lo más cerca
posible del lugar de generación.
Algunos desechos regulados por el Convenio son las baterías ácido plomo usadas
(BAPU´s), Lámparas fluorescentes, Transformadores y capacitores contaminados con
PCB´s (Bifenilos policlorados), Pesticidas y plaguicidas obsoletos, Desperdicios
químicos, Desechos eléctricos y/o electrónicos, aceites usados contaminados,
desechos biomédicos y bioinfecciosos, compuestos utilizados en la industria como
fluidos modificadores de calor en transformadores y condensadores eléctricos,
selladores y plásticos.
Los principios básicos del Convenio de Basilea son: el tránsito transfronterizo de
desechos peligrosos debe ser reducido al mínimo consistente con su manejo
ambientalmente apropiado; los desechos peligrosos deben ser tratados y dispuestos lo
más cerca posible de la fuente de su generación; los desechos peligrosos deben ser
reducidos y minimizados en su fuente.

En contra:

 El acuerdo solo vincula a los países miembros


 Este acuerdo no se cumple a cabalidad en la mayoría de los países
 Existe mucho trafico de sustancias contaminantes altamente nocivas para el
medio ambiente
 Se afecta las economías desde lo financiero, por la implementación de
restricciones de los productos que generan las empresas que en gran parte por
su facilidad de creación son altamente nocivos.
 No se sanciona de manera adecuada a las infracciones del acuerdo
 Los mecanismos que se implementaron no están funcionando de manera
adecuada en la búsqueda de cumplimiento de sus objetivos.
 Se requieren mas financiamiento sostenible en Egipto y sus representados los
grupos de África y árabes
 Se pide se revele el verdadero presupuesto que se destina para esta actividad.
 necesidad de que los CRCB financien y apoyen el trabajo del Proceso
Consultivo del PNUMA sobre Opciones de financiamiento para los químicos y
los desechos.
Conclusion:

Minimizar la generación de residuos y desechos que son perjudiciales para el


medio ambiente, tanto en cantidad como en peligro, es la mejor garantía para
proteger la salud humana y la naturaleza. Con este fin, la mejor y más
opcionada manera de producir el mejor resultado es preparar un manual
técnico para reducir drásticamente el movimiento transfronterizo de desechos
peligrosos. Dichos manuales recopilan los pasos de seguimiento y los
procedimientos más claros para dichos desechos de manera uniforme, con un
índice especial de riesgo ambiental.
Todas estas medidas se deben formalizar para contrarrestar el poderoso
impacto humano en el planeta debido a sus primeras actividades industriales.
En muchos casos, las actividades industriales han explotado grandes áreas del
planeta y generado grandes cantidades de desechos a través de sus acciones.
Y los desechos de alto riesgo, si no pueden tratarse completamente, causarán
serios problemas ambientales, que serán difíciles de resolver en los próximos
años.
Como medida obligatoria adicional las partes requieren que cada persona que
participe en un envió de desechos peligrosos transfronterizos u otros desechos
firmen un Documento relacionado con este movimiento, en el momento de la
entrega o La recepción de los residuos en cuestión. También solicitará que La
empresa de eliminación informe tanto al exportador como a la autoridad
competente. El país exportador del que recibió los residuos y a su debido
tiempo que la eliminación está completa con lo que se indica en la notificación.
Si el país exportador no recibe Información, la autoridad competente del país
notifica al país importador.
webgrafía

https://www.posibl.com/es/news/medio-ambiente/casi-200-paises-acuerdan-la-primera-
regulacion-al-trafico-de-residuos-plasticos-en-los-oceanos-9db1999
https://www.basel.int/Portals/4/Basel%20Convention/docs/text/BaselConventionText-
s.pdf
http://www.ecoestrategia.com/articulos/convenios/articulos/convenio06.html
https://ginebra-onu.mision.gov.co/convenio-basilea
https://enb.iisd.org/vol20/enb2037s.html
http://www.ecoestrategia.com/articulos/convenios/articulos/convenio06.html
https://www.marn.gob.gt/s/convenio-basilea

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