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TEMA 5: LA VEGETACIÓN NATURAL Y ANTRÓPICA

1. INTRODUCCIÓN
LA VEGETACIÓN POTENCIAL
La mayor parte de la vegetación arbolada natural es la que tiene más importancia y
transcendencia, se incluye en Asturias en el apartado de Caducifolias. Estas son plantas
que pierden la hoja, lo que genera un ciclo anual en el que hay importantes cambios
en el paisaje.
Por tanto, una primera característica del paisaje vegetal del mundo atlántico es si
variación natural. Se puede interpretar como un paisaje monótono y siempre verde,
esta monotonía se compensa por el cambio en el ciclo anual de los bosques.
Además de esto, la hoja caída aporta gran cantidad de materia orgánica al suelo
anualmente. Ello, junto con los restos vegetales dan al suelo los componentes
minerales y elementos que necesitan para su fertilidad.
Se puede hablar por tanto de un equilibrio entre formaciones vegetales y suelos que
de otra manera sería más precario ya que las precipitaciones dan lugar a un arrastre y
lavado del suelo y se empobrecería.
Hay un gran proceso de empobrecimiento por lixiviación de los elementos finos y
solubles que se ve compensado por el aporte constante de materia orgánica y
componentes vegetales. El suelo mantiene cierto grado de fertilidad que a su vez
mantiene las especies vegetales. La rotura de este equilibrio da lugar a cambios que
veremos posteriormente.
FACTORES NATURALES
Los principales factores naturales de la vegetación son: relieve y clima. La vegetación
en si distribución espacial se puede explicar con el clima, el escalonamiento altitudinal
y con las características que tiene el sustrato con el que enraíza.
- Clima
En cuanto al clima, la presencia de humedad y precipitaciones abundantes a lo largo
del año son un factor clave. No se debe tener solo en cuenta el factor pluviométrico,
sino la humedad ambiental que hay en el aire (algunas especies del bosque atlántico
necesitan ambientes húmedos y umbríos, no humedad en el suelo)
- Relieve
En cuanto al relieve, en sí mismo introduce matices térmicos con la altitud, cabe
destacar que siendo Asturias un espacio montañoso está estructurado de manera
escalonada.
Así, desde el mar a las cumbres hay una serie de escalones altitudinales o pisos
bioclímaticos:
- Piso basal (0 - 200m): Rasa y valles bajos.
- Piso montano (200/800 – 1.000, depende de orientación): Valles y sierras
prelitorales.
- Piso subalpino (1.000 – 1.700)
- Piso alpino (-1.700)
En cuanto al sustrato, está claramente vinculado al relieve; pero también hay que
distinguir entre:
- Suelos silíceos: Básicos y exclusivos del Occidente (ZAOL)
- Suelos calcáreos: Oriente. También en la región de pliegues y mantos ya
que la existencia de gran variedad o mosaico de sustratos y afloramientos
rocosos en las zonas de montaña, lo que da lugar a gran diversidad
biológica.
2. LA CLISERIE PROPIA DEL MACIZO ASTURIANO. PISOS
BIOCLIMÁTICOS
EL PISO BASAL (0-600m)
El piso basal coincide en gran medida con la rasa costera pero también cabe incluir
algunos valles bajos que penetran hacia el interior; sobre todo en el Occidente.
Llega a las altitudes de 200/300. Por utilizar una denominación para la vegetación, la
consideraríamos termófila ya que es la que busca las temperaturas más suaves de todo
el macizo. Además, tiene un carácter heliófilo ya que requieren más luz, son más
frágiles y tienen un carácter relativamente exótico al aparecer especies de origen
mediterráneo.

 Franja costera oriental:


En la franja costera oriental el tipo de roca es calcáreo (carácter esponjoso y filtrante)
que produce terras rosas o suelos muy ricos en hierro poco profundos. Estos factores
favorecen que los suelos estén secos.
Por otra parte, refleja mucho la luz y se genera un ambiente más luminoso, lo cual es
suficiente para que especies como la encina llegaran a Asturias en momentos de clima
más benigno.
Estas características constituyen áreas ecológicas para especies propiamente
mediterráneas como la encina (Quercus ilex), el aladierno, y el laurel (Laurus nobilis);
todas ellas de hoja perenne, dura y lustrosa al contrario que la vegetación típicamente
atlántica.
Como el encinar no es exclusivo de Asturias, se habla de encinar cantábrico, de
carácter mixto. En él predomina la encina provenzal o marítima, estando relacionada
con los encinares catalanes, franceses e italianos. Se diferencia de la encina carrasca
más resistente (Quercus ilex rotundifolea) propia del centro de la meseta (clima
mediterráneo continentalizado)
La encina marítima al ser más frágil y encontrarse en zonas muy humanizadas, estas
formaciones no se encuentran muy bien conservadas y de hecho están protegidas por
la ley.
El laurel es una planta que ha debido tener una extensión mucho mayor, habiendo
masas de laurisilva cantábrica. Estas formaciones están asociadas al sustrato calcáreo.

 Franja costera occidental


En la franja costera occidental el tipo de roca es silícea (suelos mas pobres), de manera
que la vegetación es diferente con sauces, alcornoques y madroños.
El mismo fenómeno se da a escala peninsular, donde la encina ocupa el centro y el
levante por los suelos calcáreos, y el alcornoque la zona occidental por ser de carácter
silíceo.
El alcornoque (Quercus suber) se encuentra en zonas bajas con temperaturas suaves
todo el año y precipitaciones limitadas. No se encuentra en la rasa ya que esta está
abierta al mar y es más húmeda. Aparece en las faldas de las sierras prelitorales y
valles interiores, en zonas protegidas y soleadas (valle del Navia). Posee hoja perenne,
dura y esclerófila, que junto con el corcho son mecanismos de adaptación a altas
temperaturas.
El madroño acompaña al alcornoque, es un arbolillo de un clima mediterráneo
meridional también sobre sustrato silíceo presente en Extremadura y Andalucía
Occidental. Se parece a los laureles, pero con hojas lustrosas más aserradas.
El sauce aparece en las zonas encharcadas de la rasa litoral occidental.
Otras especies que se discute si existen de manera natural son: acebuche (Olea
europea), vid silvestre, e higuera silvestre. Debido a su aprovechamiento humano
pudieron haber sido introducidos por el hombre. El acebuche aparece en algunos
acantilados de la costa oriental de manera aislada en zonas con microclimas soleados,
suaves y con pocas precipitaciones o suelos secos. Lo mismo ocurre con las vides e
higueras silvestres. Se han encontrado registros naturales y muestras polínicas muy
antiguas y anteriores a los procesos de colonización artificial llevada a cabo por los
romanos o los fenicios.
Son especies relativamente exóticas, muy interesantes. Pero por su precario equilibrio
y por su presencia en lugares humanizados están en peligro.
EL PISO MONTANO O FORESTAL (600/800 – 1.000)
El piso montano es el que tiene mayor extensión superficial en el área del Principado
de Asturias, y por ende el más representativo, aunque no el más original. Es en el que
se concentran los principales bosques y formaciones biogeográficas de Asturias y del
Macizo Asturiano.
Va desde los 200m a los 800/1.000m, dependiendo de ciertas características locales
como la orientación. Dentro del propio piso montano existe un escalonamiento
interno y hay diferencias de sustrato por lo que no es homogéneo.
Es en el que están presentes las dos especies características y representativas del
dominio atlántico:

 Roble (Quercus robur, carballo es el característico):


Aparecen en la zona occidental y en suelos más básicos y silicios.
Ambas son especies que necesitan clima templados y abundantes precipitaciones, por
eso normalmente no aparecen en los pisos ni más altos ni más elevados.
Los robles fundamentalmente son más heliófilos (mayor cantidad de luz solar). Dentro
del mundo atlántico donde la luminosidad no es especialmente importante, esta
especie se tiende a situar donde la luz solar es mayor. No requieren tanta humedad en
ambiente como las hayas u otras especies, de manera que soportan un cierto déficit
estival. Algunas especies sí soportan suelos encharcados.
Hay distintas especies:
- Quercus pedunculata o Quercus robur: Pedúnculo de la bellota muy largo, hoja
más lustrosa y tiene un porte más desarrollado. Es el carbayo que crece en
zonas de roquedo silíceo.
- Quercus petraea: Roble albar. Se puede instalar en suelos más ácidos, muy
hibridado con el carbayo.
- Quercus pirenaica: Rebollo. Son acidófilos y soportan mayor aridez, por lo que
es muy común en el suroccidente.
- Quercus lusitania o Quercus faginea: También soportan aridez, pero en
sustratos calcáreos.
Otro aspecto importante de los robledales es la luminosidad ya que los árboles
necesitan más luz. Asimismo, el propio sotobosque es luminoso debido a la
irregularidad de las ramas, troncos y forma de las hojas (habiendo huecos por los que
se cuela la luz). Esta luminosidad es beneficiosa para otras especies, tanto de árboles
(rara vez los robledales son monoespecíficos) pero sobre todo también con arbolillos y
matorrales.
Son bosques muy ricos desde el punto de vista de la diversidad interna. Los suelos son
también muy ricos por los aportes de materia orgánica.

 Haya (Fagus sylvatica):


Aparecen en la zona oriental, de suelos mas complejos y calcáreos. Requieren de
ambiente húmedo y umbrío.
No tiene subespecies. Se suele asentar en sustratos calcáreos y carbonatados. Crece en
las zonas más elevadas del piso montano, llegando a sobrepasar los 1.000m.
Los hayedos son más compactos como masa global, pero también porque están más
próximos los pies de los árboles. Los troncos son más regulares, con poca ramificación
en la base y gran cantidad y hoja (aunque más pequeña que la del roble). Las ramas
tienen disposición horizontal mientras que las hojas forman una especie de paraguas
paralelo al suelo. Todo ello determina que el interior del hayedo sea mucho más
umbrío.
Asimismo, necesita una humedad permanente en aire, pero el suelo no debe de estar
encharcado, por lo que suelen aparecer en zonas pendientes (mas que el roble) en las
que hay un buen drenaje.
El sotobosque es más limpio y es un bosque monoespecífico a pesar de que sea muy
espectacular desde el punto de vista paisajístico, sobre todo en otoño.
Los bosques de roble (Quercus sp) representan el 7,25% del territorio de Asturias y los
del haya un 6,75%. Ambos tipos de bosque, y, sobre todo, por su complementariedad
constituyen los principales marcos ecosistémicos mejor conservados, y aquellos en los
que la biodiversidad animal es mayor. Las especies pueden migrar de un tipo a otro en
función de los alimentos y condiciones de refugio que proporcionan según época del
año (oso pardo, urogallo, venado, picomediano y jabalí)

 Landa atlántica o aulagar


La landa atlántica es una formación arbustiva conformada con las especies que forman
parte del sotobosque del robledal: brezos, tojos, piorno, retama,… Que son especies
típicas del mundo atlántico.
Los espacios de landa están desarbolados, lo que puede ser debido a razones naturales
(las condiciones climáticas, edáficas y topográficas no permitirían el desarrollo de los
árboles), o antrópicas (debido a la tala de los bosques climácicos y la degradación
consiguiente de los suelos al no conseguir materia orgánica suficiente)
Desde el punto de vista biogeográfico poseen mucha importancia al ser
complementarias de los bosques.
LA ALTA MONTAÑA: PISOS SUBALPINO (1.800 – 2300m), PISO ALPINO (2.300 – 2-
700M)
Por encima de los 800/1.000m, los bosques de roble, y de haya después; se van
haciendo menos frecuentes, desapareciendo y dando paso a las especies de alta
montaña.
Los bosques de alta montaña tienen una característica general: la mezcla entre
especies caducifolias y perennifolias, que en su conjunto forman un grupo de especies
cantábricas adaptadas a la alta montaña. Los bosques son más abiertos y adaptados a
las nevadas y al frío.
Los árboles que lo componen son:

 Abedul (Betula celtibérica): Es el más abundante al ser un árbol muy plástico, se


puede encontrar incluso en la rasa pero siempre sobre suelos ácidos y
húmedos. Resiste bajas temperaturas y nevadas. Forma grandes bosques,
sobre todo en el occidente, por encima del bosque de hayas.
 Serbal de los cazadores (Sorbus aucuparia): Aumque no da lugar a formaciones
arbóreas monoespecíficas. Su fruto es imprescindible para la alimentación de
ciertas especies como el urogallo y son de hoja compuesta. Es indicador de
buen grado de naturalidad.
 Acebo (Ilex aquifolium): Especie perennifolia. Dan lugar a bosques cerrados que
constituyen un refugio de fauna en la estación invernal.
 Tejo (Taxus baccata): Es una especie muy representativa de la montaña
asturiana. Las tejeras más importantes aparecen en estas zonas de alta
montaña, y por encima de 800m en las sierras prelitorales sobre sustratos
calcáreos. Son coníferas con hoja en acícula.
En las zonas más elevadas, por ser las más desprotegidas con suelos muy erosionados
reaparece la landa con tintes de alta montaña. Desaparecen especies de la landa del
piso montano como el tojo. Se da sobre suelos de tipo podzólico con especies como
brezos, arándonos (también sotobosques de abedules y zonas altas), y piornos. En
ámbitos muy expuestos enebros rastreros que se adaptan a los fuertes vientos de
cotas altas.
Por encima de los 1.700/1.800m son zonas deforestadas con riscos y agujas, sustrato
rocoso muy expuesto que puede conservar líquenes y plantas muy adaptadas. Este
espacio constituye el piso alpino.
Los espacios más trabajados por la morfología glaciar dan lugar a praderas de alta
montaña, sobre todo en suelos hidromorfos como turberas. Son usados como
pastizales, destacando los de Somiedo.

3. LAS ZONAS HÚMEDAS


LAS ESPECIES HIDRÓFILAS
Existen otras muchas especies muy abundantes en toda la geografía asturiana que no
dependen tanto del factor temperatura o precipitación, sino más bien de la presencia
de agua en el suelo, las especies hidrófilas.
Las especies hidrófilas aparecen en:

 Ámbito litoral: estuarios, rías, marismas.


Constituido por especies adaptadas a las zonas intermareales, la vegetación dunar.
Constituyen espacios de gran riqueza biológica.
Las rías y estuarios poseen gran riqueza al tener micronichos ecológicos según la
salinidad, profundidad, sustrato,… Destacan las salicornias (se adaptan a la cantidad de
sal), juncos o cañaverales en ámbitos de ribera litoral más o menos inundadas en zonas
con menos salinidad.
También destacan las arenarias en las dunas.

 Ámbito continental:
Los bosques galerías en caso de corrientes de aguas interiores, y en zonas de alta
montaña la vegetación lacustre.
Se trata en general de vegetación ripícola (de ribera) caducifolia:
Alisos (Alnus glutinosa) que poseen gran porte dando lugar a los bosques de ribera más
extensos, singularizando bastante los entornos fluviales. NO soportan temperaturas
muy bajas, por lo que están en las zonas bajas y medias de los cursos de los ríos.
Sauces o mimbreras (Salix sp.), necesitan humedad y en esta ocasión se pueden
encontrar incluso en zonas de alta montaña. De la misma manera chopos o álamos
(Populus sp)
Estas especies junto con los olmos (Ulmus sp.) y los plátanos (cer pseudoplatanus)
conforman los bosques frescos y suelen encontrarse cercas de los ríos.
También, los bosques de fresno y avellano: el avellano (Corylus avellana) que pudo dar
lugar a grandes masas boscosas que hoy han desaparecido por el roble y el haya.
También se vio favorecido por el aprovechamiento humano de su fruto y madera.
Aparece siempre en zonas húmedas, al igual que el fresno (Fraxinus excelsior) que
también su vio favorecido por el hombre incluso por su hoja, para aprovechamiento
para el ganado.
Por último, el sauco o sabugo (Sambucus nigra) o los tilos (Tilia sp.)

4. LA INFLUENCIA ANTRÓPICA HISTÓRICA


EL CASO DEL CASTAÑO
El castaño (Castanea sativa) es una especie muy importante en Asturias si tenemos en
cuenta la cantidad de suelo que ocupa.
Ha habido debates en torno a si es una especie climácica del área o antrópica. Las
últimas investigaciones polínicas en turberas afirman que sí es una especie natural,
como lo es en toda la cuenca mediterránea.
Esto no quiere decir que su extensión fuera tal como la actual. Lo cierto es que desde,
al menos, época romana ha conocido una importante expansión por su plantación para
el aprovechamiento de fruto y madera, y las castañas una base de alimentación ene l
medio rural.
Los castañedos son bosques que se adaptan bien a suelos similares a los del roble, en
zonas más bajas, por debajo de 700m. El sotobosque es menor y la luminosidad mayor.
Cabe relacionar el avance del castaño frente al retroceso del roble, que también se
aprovechó por el fruto y la madera, pero tiene menor interés y crece de manera más
lenta.
En cualquier caso, en la actualidad el castaño es un árbol emblemático de Asturias, en
ninguna provincia hay tantas hectáreas de esta especie, siendo el primer productor de
madera de este tipo. En las Cuencas Mineras también se aprovechó y fomentó para las
minas, representando el 11,29% de la superficie asturiana.
La problemática de los bosques de castaño son las enfermedades, como la tinta que
afecta a los viejos ejemplares de bosques aclarados para aprovechar el fruto.
OTRAS TRANSFORMACIONES
Algunos de los aspectos que han tenido especial incidencia en los bosques originales
ha sido la gran utilidad o aprovechamiento de la madera. Asimismo, la desaparición del
bosque natural se debe a factores como: incendios, cortas, roturaciones para prados y
cultivos, y repoblación.
El roble y el haya son las principales especies maderables. Por ser un importante
recurso económico han sido históricamente explotados y, por tanto, hay un retroceso
de estos. Siempre ha habido algún tipo de regulación en cuanto al aprovechamiento de
esta madera y siempre se ha considerado su conservación, lo que no ha evitado el
retroceso de estos. El uso de estas maderas de roble y haya se correspondía con
construcciones y mobiliario, así como los utensilios y aperos.
Para estos utensilios también se utilizan maderas derivadas de fresnos, abedul y
avellano. Incluso en construcciones de tipo infraestructural como puedan ser los
puentes o potros de ferrar. El efecto sobre los bosques es difícil de medir con
exactitud.
Un impacto mucho mayor se dio sobre todo durante los siglos XVII, XVIII, y primera
mitad del XIX, en el sector de la construcción naval. En este período se data un
importante retroceso en los bosques asturianos, sobre todo en la zona occidental. Se
debe a que la Armada Española necesitaba gran cantidad de madera para su flota.
Estos bosques no se han vuelto a regenerar, siendo sustituidos como mucho por
especies de repoblación como pino y eucalipto.
El uso de la madera como combustible también fue generalizado hasta el
descubrimiento del carbón mineral. No solo se utilizaba en las viviendas, sino también
en usos industriales como ferrerías y calderas. La madera con mayor poder calorífico
es el roble. Las ferrerías tenían una importante concentración en la zona occidental, así
como las calderas utilizadas para corregir la acidez del suelo.
Precisamente cuando comienza a desaparecer el uso de la madera como combustible,
siendo sustituida por el carbón; la propia minería utiliza grandes cantidades de este
material en primer lugar para las traviesas del ferrocarril interior y exterior; así como
parala entibación de las galerías. En un principio se utilizaban el roble, el haya, y
castaño.
El bosque de roble es el más perjudicado, así como el occidente de Asturias.

5. LAS TRANSFORMACIONES RECIENTES


LA INDUSTRIA PAPELERA
En cuanto a transformaciones más recientes, se ha de citar la importancia que ha
tenido la industria papelera, curiosamente también en el occidente de Asturias.

 Eucalipto (Eucaliptus globulus)


La materia prima que utiliza es la de eucalipto (Eucaliptus globulus) que es una especie
de rápido crecimiento, madera blanca, y muy adecuada para la producción de papel.
Esto se relaciona con las plantaciones de eucalipto desde los años 1960 en todo el
frente costero y prelitoral hasta los 400m, ya que el árbol tiene problemas de
aclimatación. Así ha habido un proceso de sustitución muy fuerte de las especies del
piso basal, como en el oriente las encinas. También se han instalado progresivamente
en antiguos robledales y zonas de cultivo.
EL ÁMBITO DE CONSTRUCCIÓN Y MOBILIARIO
La otra especie de repoblación es el pino, que se utilizó como sustituto del roble y del
haya para la construcción y los muebles.

 Pino marítimo (Pinus pinaster)


El pino marítimo o gallego (Pinus pinaster) también denominado resinero, a pesar de
que en Asturias no se aprovecha ni la resina. Se extiende por el piso basal, ya que no
tolera los grandes rigores invernales.
No presenta unas cualidades paisajísticas plásticas muy destacables, pero es en parte
porque está muy mal tratado con talas a plazos muy cortos (15-20 años) cuando no ha
tomado una forma concreta. En Las Landas y Portugal, los bosques de este tipo son
mucho más esplendorosos.

 Pino de Monterrey (Pinus radiata)


El pino de monterrey (Pinus radiata) también se adapta a condiciones marítimas. Se
introdujo a principios de siglo en el País Vasco, donde está más extendido. Tiene forma
cónica y se utiliza para madera y papel.

 Pino silvestre (Pinus sylvestris)


El pino silvestre (Pinus sylvestris) es el pino que sería mas interesante para la
repoblación. Se discute si sería autóctono de Asturias ya que existen bosques
autóctonos al sur de la divisoria en León, pidiendo adaptarse bien a las condiciones
climáticas de la montaña.
La madera es de mayor calidad tanto para la construcción como para combustible. Con
pies relativamente separados, da lugar a paisajes interesantes y masas boscosas de
calidad.
CONSECUENCIAS DE ESTAS TRANSFORMACIONES

 Derivadas de la sustitución de los bosques de roble y haya por pinos


La sustitución de bosques de roble y haya por pinos, ha tenido entre otras
consecuencias, una importante pérdida de calidad de los suelos: frente a las especies
caducifolias que tienen un enraizamiento profundo y protegen el suelo a la par que
aportan materia orgánica y contribuyen a su regeneración; las acículas de los pinos son
muy duras y se incorporan difícilmente al suelo y en ocasiones son tóxicas para otras
especies, no protegiendo el suelo de la lixiviación y las precipitaciones.
De este modo, cuando se sustituye in bosque de roble por repoblaciones de pino, los
suelos se empobrecen, y en mayor medida en la zona occidental donde los suelos son
silíceos, ácidos de por sí.
Las propias coníferas, que no toman bases, las dejan en la parte inferior de los suelos;
mientras que en la parte superior aparecen los ácidos, por lo que: los suelos se
podzolizan (alta lixiviación, gran cantidad de sustancias superficiales migran a niveles
inferiores)
Se acompaña con sotobosques acidófilos como los brezos.

 Derivadas de la repoblación con eucaliptos


El eucalipto también posee capacidad de secar el suelo. Los restos de hojas y cortezas
son muy duros, no se integran.
Como las cortas son muy rápidas, no dan tiempo al suelo a regenerarse, sumado esto a
la mayor capacidad de erosión que poseen las precipitaciones. El árbol crece muy
rápido porque toma mucha agua y por tanto, esto supone un impacto sobre los
mantos freáticos y los acuíferos que existen sobre esos suelos.
Se están haciendo estudios para que los eucaliptos puedan soportar un rigor térmico
mayor con otras especies, o modificación genética; lo que contribuiría a aumentar aún
más su impacto. Investigaciones promovidas por la empresa ENCE (Energía y Celulosa)
Un impacto aún más importante se da en las áreas en las que existen repoblaciones de
pino y eucalipto, que considerando mas como cultivo; no incluyen elementos de
biodiversidad. Esto también supone para la fauna un veto completo a dichos lugares.
Pocos organismos vivos son capaces de desarrollarse en los bosques monoespecíficos
de pino, y sobre todo de eucalipto.
Los efectos de la repoblación y la deforestación en el paisaje dan lugar a un
empobrecimiento de este.
OTRAS PROBLEMÁTICAS: LAS CORTAS, LOS INCENDIOS Y LAS ESPECIES INVASORAS

 Las cortas
La utilización de la madera en cortas está bastante limitada en Asturias, excepto en el
ámbito del eucalipto, por la industria papelera. En segundo lugar, está el pino, que ha
descendido con el declive de la minería, con el que estaba asociado. Por último, las de
castaño también son pequeñas y poseen menor impacto.
El resto de las especies están protegidas.

 Los incendios forestales


Los incendios forestales constituyen el segundo impacto más importante en la
vegetación. El índice anual es variable en función de la sequedad del año. Muchos son
provocados y ya existían en el mundo rural tradicional, realizándose sobre especies de
matorral para transformarlas en pastos. Esto explica que sea una de las provincias con
mayor número de incendios.

 Las especies invasoras


Las especies invasoras constituyen un tema que está despuntando en la actualidad, en
cuanto a la problemática de la conservación de los espacios naturales y la
biodiversidad de Asturias.
Las plantas invasoras son especies que suelen llegar como ornamentales, pero sin
intención de extenderlas, han encontrado unas condiciones muy adecuadas para
colonizar zonas nuevas; haciendo retroceder a las propias especies autóctonas y
generando problemas.
El Plumero de la Pampa (Cortaderira solloana) se extiende con muchísima facilidad y
genera problemas paisajísticos y con otras especies, desecando las zonas húmedas.
Otras especies exóticas son las acacias como las mimosas (Acacia melanoxylon).
Las zonas costeras y de dunas, que son muy frágiles, están siendo colonizadas por la
planta africana y suculenta denominada uña de gato (Carpobrotus edulis)

6. CONCLUSIONES
El efecto antrópico es principalmente debido a: los prados, cultivos, zonas urbanizadas,
y repoblaciones.
La incidencia en los pisos biogeográficos:

 En el piso basal las repoblaciones son mayores y representa el 60% del efecto
antrópico.
 En el piso montano, prados, cultivos y suelos urbanizados son el 15%.
 En el piso subalpino el efecto antrópico tiene una incidencia de un 10%, y no
tiene otras transformaciones.
Si desglosamos los usos del suelo, el 50% son productivos:

 Zonas urbano – industriales: 10%.


 Prados y cultivos: 40%
La otra mitad del espacio, de suelos no productivos, está constituido por:

 Matorral: 20%
 Arbolado: 30%. Dentro del cual, el 17% sería autóctono, mientras que el 13%
sería alóctono y debería considerarse como espacio productivo o cultivos.
Así, el espacio natural es solo del 37%, suma del arbolado autóctono y del matorral. Se
ha de aclarar que parte del matorral fue bosque, pero por actividades antrópicas se ha
degradado. Aún así todo es espacio natural o seminatural, pero no todo esta en
perfecto estado de conservación.

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