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Tema: Estudios secundarios de la Investigación

 Revisiones críticas
 Revisión sistemática de literatura
 Metaanálisis
La investigación secundaria es un proceso de revisión de la
literatura científica basada en criterios fundamentalmente metodológicos y
experimentales que selecciona estudios cuantitativos –aunque también
cualitativos–, para dar respuesta a un problema, a modo de síntesis, previamente
abordado desde la investigación.
La investigación secundaria utiliza información organizada por fuentes externas,
como agencias gubernamentales, medios de comunicación, cámaras de comercio,
etc. Esta información se publica en periódicos, revistas, libros, sitios web de
empresas, agencias gubernamentales, etc
Las fuentes secundarias hacen uso de lo siguiente:
 Fuentes públicas: las fuentes públicas como la biblioteca son una forma increíble
de recopilar información gratuita. Las bibliotecas gubernamentales generalmente
ofrecen servicios gratuitos y por supuesto, un investigador puede documentar
cualquier información disponible.
 Fuentes comerciales: estas son muy confiables pero lamentablemente son
costosas. Los periódicos locales, las revistas, los diarios y los medios de televisión
son excelentes fuentes para recopilar información.
 Instituciones educativas: aunque no es una fuente muy popular para recopilar
información, la mayoría de las universidades e instituciones educativas son una
fuente de información abundante, ya que muchos proyectos de investigación se
llevan a cabo ahí, más que en cualquier otro sector empresarial.
https://www.questionpro.com/blog/es/que-es-la-investigacion-primaria-y-secundaria/
a) Revisiones críticos de la literatura
Ante el gran número de publicaciones existentes y las que día a día incrementan el volumen
total, generando un verdadero “bombardeo de información científica”; resulta un verdadero
problema el escoger un estudio que responda a las inquietudes clínicas con un buen nivel
evidencia. Para ello, se requiere seguir una metodología científica; definiendo y acotando de
forma precisa el problema, para luego transformarlo en una pregunta contestable; aplicando
posteriormente una estrategia de búsqueda en una fuente de información apropiada; para
finalmente, analizar la información de forma crítica y resumir la evidencia encontrada. Para
analizar la evidencia se han desarrollado guías de lectura o guías de usuario; de las que existen
diversos formatos, pero que en términos generales dan las pautas necesarias para analizar de
forma crítica los distintos tipos de artículos biomédicos según sea el escenario clínico al cual
pertenezca. Estas herramientas evalúan tres aspectos fundamentales de un estudio: la validez
interna, el impacto y la validez externa. Los aspectos antes mencionados se evalúan de forma
práctica a través de ejemplo, aplicando una guía de usuario para artículos referentes a
tratamiento a un estudio publicado en una prestigiosa revista científica.
¿Por qué leemos literatura médica? La respuesta está orientada sin duda al hecho que debemos
mantenernos informados de los vertiginosos avances científicos que se producen en el ámbito
de la medicina y a la necesidad de información que precisamos para resolver problemas clínicos
en la atención de nuestros pacientes, tanto en los clásicos ámbitos del diagnóstico y diagnóstico
diferencial, tratamiento y pronóstico; como en otros de desarrollo más reciente como los
estudios económicos, calidad de vida relacionada a salud. (CVRS), etc.

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b) Revisión sistemática de la literatura
La enorme y creciente cantidad de información biomédica existente, limita seriamente la
posibilidad de los clínicos de mantenerse informados. Se estima que anualmente se publican
6.000 artículos con abstracts en las revistas biomédicas de importancia en medicina de
adultos, es decir que un médico necesitaría leer, en promedio, unos 17 artículos diarios para
mantenerse actualizado1. Peor aún, muchas veces al revisar un tema, se habrá sentido
frustrado al encontrar no sólo demasiada información sino que estudios con resultados
discordantes.

En este escenario las "revisiones", que sintetizan y actualizan la información científica, serán
siempre bienvenidas. No obstante, como cualquier publicación científica, éstas deben ser
evaluadas críticamente para determinar su validez. En Medicina Basada en Evidencia (MBE)
distinguimos 2 tipos de revisiones:

1. Revisiones narrativas: Son aquellas que revisan un tópico de forma más o menos
exhaustiva, generalmente por un experto en el tema. Típicamente, este tipo de revisión dará
cuenta de muchos aspectos del tópico revisado: epidemiológicos, etiológicos,
fisiopatológicos, diagnósticos, pronósticos y terapéuticos. En general, el autor presenta el
tema en un formato narrativo sin declarar explícitamente los métodos utilizados para
obtener y seleccionar la información presentada. Así, este tipo de revisiones son ideales para
responder preguntas de preparación (background)2.

2. Revisiones sistemáticas (RS): Son aquellas que resumen y analizan la evidencia respecto
de una pregunta específica en forma estructurada, explícita y sistemática. Típicamente, se
explicita el método utilizado para encontrar, seleccionar, analizar y sintetizar la evidencia
presentada. Existen 2 tipos de revisiones sistemáticas:

a) RS Cualitativas: Cuando se presenta la evidencia en forma descriptiva, sin análisis


estadístico.

b) RS Cuantitativas o Metaanálisis: Cuando mediante el uso de técnicas estadísticas,


se combinan cuantitativamente los resultados en un sólo estimador puntual.

Así, existen diferentes tipos de revisiones que sirven diferentes propósitos; sin
embargo, es fundamental destacar que si bien es una opción válida presentar una
revisión sistemática sin metaanálisis, no es aceptable un metaanálisis que no derive
de una RS. En la actualidad el número de RS disponibles ha aumentado
considerablemente, en particular aquellas que evalúan intervenciones terapéuticas.
También existen RS de estudios diagnósticos o de pronóstico.

c) Meta análisis:
Existen dos tipos de revisiones sistemáticas (cualitativas o cuantitativas, o también
denominadas metaanálisis). Las revisiones cualitativas presentan la evidencia en forma
"descriptiva" y sin análisis estadístico; también conocidas como revisiones
sistemáticas (revisiones sistemáticas sin metaanálisis).

Actualmente existe una gran cantidad de información biomédica, lo que limita en


gran medida que los clínicos puedan estar actualizados en su área de interés. Se ha

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estimado que cada año se publican alrededor de 6.000 artículos en revistas
biomédicas (estos datos no contemplan la cantidad de investigaciones que se publican en
la literatura gris). Considerando lo mencionado anteriormente, se estima que un médico
necesitaría leer en promedio 17 (1) artículos diarios para poder estar actualizado. Si a esto
le adicionamos las siguientes limitaciones con las que se enfrentan la mayoría de los clínicos
(2,3), encontramos: a) dificultades para poder localizar información clínica relevante; b)
problemas con el idioma; c) problemas con analizar e interpretar los resultados
(metodología); d) problemas con la extrapolación de los resultados; y e) el escaso tiempo
con que se cuenta.
Las revisiones sistemáticas son un tipo de investigación secundaria, esto quiere decir que el
centro del estudio no son los pacientes, sino más bien los diferentes estudios disponibles en
los distintos recursos electrónicos (bases de datos-metabuscadores, literatura gris, actas de
congresos, etc.) (5).
Existen dos tipos de revisiones sistemáticas (cualitativas o cuantitativas, o también
denominadas metaanálisis). Las revisiones cualitativas presentan la evidencia en forma
"descriptiva" y sin análisis estadístico; también conocidas como revisiones sistemáticas
(revisiones sistemáticas sin metaanálisis). Las revisiones cuantitativas también pueden
presentar la evidencia de forma descriptiva, pero la gran diferencia versus la revisión
cualitativa radica principalmente en el uso de técnicas estadísticas para combinar
"numéricamente" los resultados frente a un estimador puntual, también denominado
"metaanálisis. Los Overview o Resúmenes de revisiones sistemáticas nacen pensando en
que actualmente existen demasiadas revisiones sistemáticas (muchas de ellas responden a
la misma pregunta de investigación, pero sus resultados y conclusiones son totalmente
dispares, incluso su metodología (evaluación del riesgo de sesgo, estrategia de búsqueda,
etc.). Este diseño tiene como objetivo principal resumir múltiples revisiones Cochrane y no
Cochrane de intervenciones, para así poder abordar el efecto de dos o más tratamientos
potenciales sobre un problema de salud.

A modo de conclusión, hoy en día existe una gran cantidad de información biomédica, lo que
merma enormemente la posibilidad de mantenernos actualizados en nuestra área de interés.
A esto hay que sumarle las limitaciones o barreras con las que debemos enfrentarnos a
diario (dificultades para poder localizar información clínica relevante, problemas con el
idioma, problemas con analizar e interpretar los resultados [metodología], problemas con la
extrapolación de los resultados y el escaso tiempo con que se cuenta) tanto clínicos e
investigadores como estudiantes. Un diseño metodológico que nos resuma, evalúe y analice
la evidencia siempre será bienvenido.

¿Cómo se hace la revisión de la literatura?


De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2014, p. 61-64) y Creswell
(2003, p. 35-36), podemos decir, a grandes rasgos, que una revisión de literatura
se realiza a través de los siguientes pasos:
1. Consultar a un experto en el tema que se desea estudiar para identificar fuentes
primarias.
2. Identificar palabras clave o términos de búsqueda que te servirán para hacer la
búsqueda a través de internet (el uso de tesauros puede ser muy útil en este
paso). Procura que tus términos de búsqueda no sean demasiado generales,
pues eso puede arrojar resultados inmensos y difíciles de manejar.
3. Realiza la búsqueda a través de motores como Google, Yahoo o Bing. Procura
hacerla en español e inglés, pues gran cantidad de información se encuentra en

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este segundo idioma. Esta primera búsqueda te será útil para identificar fuentes
primarias, pero ten en cuenta que estos motores son muy generales.
4. Realiza una nueva búsqueda en bases de datos relacionadas con tu área de
conocimiento (CONRICYT, http://www.conricyt.mx/). Usa la opción de “búsqueda
avanzada”, utilizando el sistema booleano, para obtener información más específica
del tema que te interesa y reducir la cantidad de referencias.
5. Gracias a estas búsquedas lograrás tener una lista de referencias. Ahora deberás
localizar los libros, artículos, ponencias, tesis, etc., para poder consultarlas. Búscalas en
bibliotecas físicas y electrónicas, hemerotecas, filmotecas, videotecas o repositorios
electrónicos. Deberás descargarlos, comprarlos, pedirlos prestados. Procura ser muy
organizado y meticuloso en este proceso.
6. Ahora deberás consultar toda la información encontrada para identificar cual será útil y
cuál deberás descartar. Los autores recomiendan lo siguiente:
Para establecer la utilidad de los libros, conviene comenzar analizando el
índice de contenido y el índice analítico o de materias por cuestión de tiempo,
los cuales proporcionan una idea de los temas incluidos en la obra. Al tratarse
de artículos de revistas científicas, lo más adecuado es revisar primero el
resumen y las palabras clave, y en caso de considerarlo de utilidad, examinar
las conclusiones, observaciones o comentarios finales o, en última instancia,
todo el artículo” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 67).

https://recursos.ucol.mx/tesis/revision_literatura.php

Raúl Aguilera Eguía y Patricio Arroyo Jofre


Facultad de Ciencias de la Actividad Física.
Universidad de San Sebastián.Santiago, Chile
Bibliografía
1. Davidoff F, Haynes B, Sackett D, Smith R. Evidence based medicine. BMJ 1995;310:1085-

2. Hayne RB. Using informatics principles and tools to harness research evidence for patient
care: evidence-based informatics. Stud Health Technol Inform 1998;52 Pt 1: supp 33-

3. Letelier LM, Zamarin N, Andrade M, Gabrielli L, Caiozzi G, Viviani P, et al. Exploring


language barriers to Evidence-based Health Care (EBHC) in post-graduate medical students:
a randomized trial. EducHealth (Abingdon) 2007;20:82-7

4. Higgins JPT, Green S (editors). Cochrane Handbook for Systematic Reviews of


Interventions Version 5.1.0 (updated March 2011). The Cochrane Collaboration 2011.
Available at: www.cochrane-handbook.org

5. Sackett DL, Strauss SE, Richardson WS, et al. Evidence-based medicine: How to practice
and teach EBM. 2nd ed. London: Churchill-Livingstone; 2000.

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