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PASIVAMENTE
APRENDE A INVERTIR Y SACAR RENTABILIDAD A TUS AHORROS
DESDE 0
Miguel Ángel Bautista Estévez
© Copyright 2017, Miguel Ángel Bautista Estévez, 2017 – Todos los derechos
reservados.
Muchas gracias por haber comprado este libro. Espero que te resulta útil y aprendas mucho
sobre el apasionante mundo de las finanzas.
Si tienes alguna duda, consulta o sugerencia puedes contactar conmigo a través del siguiente
correo:
vivepasivamente@gmail.com
También os agradecería puntuar y comentar mi libro en Amazon, de esta forma podré mejorar
de cara al futuro.
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contenido sin permiso del autor.
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Vive Pasivamente / Miguel Ángel Bautista Estévez – 1st ed.
CONTENIDO DEL LIBRO
INTRODUCCIÓN
Inversión B (Volatilidad Alta):
Podemos ver claramente que la inversión A tiene rentabilidades parecidas a lo largo de los 5
años y la diferencia con respecto a la rentabilidad media se mueve en un rango de valores
muy estrecho (-0,2% y 0,2%). Por tanto, se trata de una inversión con una volatilidad baja
(luego es predecible y tiene un riesgo bajo). Por otra parte, la inversión B ha tenido
rentabilidades muy dispersas y la diferencia con respecto a la rentabilidad media se mueve
en un rango mucho más amplio (-19,6% y 30,5%). Es una inversión con alta volatilidad (es
más impredecible que la otra inversión y asumimos mayores riesgos).
También vemos que se cumple lo que hemos visto antes, la inversión más volátil, la más
arriesgada, es la que más rentabilidad media nos ha dado en el periodo de 5 años (9,5%
frente a 6%).
NOTA: En algunos casos, cuando buscamos información sobre el comportamiento de un
activo, nos dan directamente un número en forma de porcentaje que se refiere a la
volatilidad. Este número se ha calculado mediante la desviación típica.
La desviación típica nos ofrece en una sola cifra toda la información que necesitamos sobre
la volatilidad que ha tenido un activo en el pasado.
Ejemplo:
“En los últimos 5 años, la rentabilidad media de la inversión ha sido de un 9% y su volatilidad
de un 14,25%”
Esto nos quiere decir que la rentabilidad media de la inversión (9%), ha tenido una
desviación media anual del 14,25%, unos años habrá sido más y otros menos, pero como
media en esos 5 años, habrá sido de un 14,25%.
Gracias a este dato, para saber la volatilidad de un activo, no nos hará faltar ver cuál ha sido
año a año la rentabilidad de un activo ni revisar gráficos.
1.5. Qué es la inflación y por qué puede acabar
con nuestros ahorros
Sin lugar a dudas, la inflación tiene que tener una mención especial en este libro, se trata de
uno de los principales enemigos de los inversores y un completo destructor de aquellas
personas que sólo se dedican a ahorrar sin invertir.
La inflación es un aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una
economía durante un periodo de tiempo, provocando la pérdida de poder adquisitivo de
los ciudadanos.
¿Qué quiere decir esto?
Vivimos en un mundo en el que la inflación es positiva casi siempre (aproximadamente,
podemos considerar que la media anual es de un 2-3% de inflación). Esto quiere decir que
cada año las cosas son más caras y, por tanto, el dinero vale menos. Por tanto, tenemos que
pensar en el dinero teniendo en cuenta su poder adquisitivo.
En 1950, 1000 € era muchísimo dinero, 50 años después, en el año 2000, esos 1000 euros
son una cifra “normal, no demasiado alta” y, 50 años después, en 2050, esos 1000 euros
serán muy poco dinero.
Vamos con un ejemplo:
Imagina que guardamos debajo del colchón 1000 € durante 10 años o que lo metemos en una
cuenta de ahorros en un banco que no nos da ningún interés por tener el dinero depositado.
Suponiendo una inflación media de un 3%, para que, una vez hayan pasado los 10 años,
puedas comprar lo mismo que hoy con 1000 €, necesitaríamos:
Ni más ni menos que 1343,9 €. ¡En sólo 10 años vamos a tener que pagar 343,9 € más para
adquirir lo mismo!
Este ejemplo deja claro que la peor decisión que puedes tomar es no invertir en nada, dejar
tu dinero parado en efectivo o en un depósito que no rinda a ningún interés mientras que la
inflación te “roba” lo que es tuyo.
¿Y qué podemos hacer para evitar que nos afecte la inflación?
Muy sencillo, para evitar perder poder adquisitivo a causa de la subida de los precios,
tenemos que invertir y conseguir que nuestro dinero genere una rentabilidad igual o superior
al porcentaje de inflación que se dé cada año. Es decir, que la rentabilidad real que
obtengamos sea igual o mayor que 0.
Rentabilidad Real = Rentabilidad de nuestra inversión – Inflación
Ejemplo:
Imaginemos que este año hemos obtenido un 10% de rentabilidad invirtiendo en bolsa y la
inflación ha sido de un 3%:
Rentabilidad Real = 10% - 3% = 7%
Por tanto, este año habremos obtenido un 7% de rentabilidad, una vez descontada la
inflación.
CAPÍTULO 2: POR QUÉ INVERTIR EN EL
LARGO PLAZO
2.1. La filosofía Boglehead
A lo largo de este libro voy a explicar la inversión a largo plazo basada mayoritariamente en
fondos de inversión indexados, esta forma de invertir también se conoce como la “filosofía
Boglehead”. El nombre hace mención a John C. Bogle, fundador de Vanguard y uno de los
mejores inversores de la historia.
Los principales pilares de esta filosofía son los siguientes (no os preocupéis si os suenan
ahora a chino, los iré explicando a lo largo del libro):
1) Pensar en el largo plazo (espacios temporales de 10, 20, 30, … años)
2) Reducir todo lo posible los riesgos a los que estamos expuestos como inversores.
3) Diversificación
4) Mantener costes bajos (comisiones e impuestos)
5) Fondos indexados como base de nuestra cartera de inversión
Esta filosofía es ideal para TODAS aquellas personas que no tienen ni tiempo ni
conocimientos para analizar detenidamente la Bolsa en su conjunto o las distintas empresas
que cotizan en ella pero que quieren sacar provecho a sus ahorros controlando en todo
momento los riesgos que puedan existir. Además, no es necesario dedicarle más de media
hora al mes, lo que nos permite dedicar nuestro tiempo a cosas que nos aportan una mayor
utilidad (hobbies, familia, …).
2.2. Esta es la rentabilidad histórica de la Bolsa y
lo que puedes conseguir con ella
Como hemos hablado antes, la mayoría de las personas tienen un concepto equivocado de la
Bolsa. Se piensan que es una especie de casino en el que sólo ganan aquellas personas con
estudios o muchos conocimientos sobre este campo.
Esto no es así, cualquier persona con ganas y con unos conocimientos mínimos puede
invertir en Bolsa asumiendo pocos riesgos.
No tenemos que confundir INVERTIR con ESPECULAR. A pesar de que últimamente se
ha puesto bastante de moda la inversión a corto plazo, el trading u otras técnicas similares y
que intentan convencernos de que leyendo un par de libros o siguiendo un curso online
podemos hacernos ricos de la noche a la mañana, considero que ganar dinero invirtiendo en
el corto plazo esta sólo al alcance de unas pocas personas en todo el mundo, la Bolsa es
impredecible, nadie sabe lo que va a pasar mañana.
En este libro se va a hablar únicamente de INVERSIÓN a largo plazo, es decir, comprar y
mantener activos durante largos periodos de tiempo (10, 20, 30, … años). No hay una cifra
exacta de años que marque la separación entre corto y largo plazo. Bajo mi punto de vista, lo
que existen son inversores de corto y de largo plazo.
¿Cómo podemos saber que la Bolsa es una buena inversión?
Se ha demostrado que, históricamente, los valores de la Bolsa, a pesar de que están siempre
oscilando, suben más de lo que bajan ya que las empresas siempre buscan aumentar su
valor, aunque tengan momentos malos de manera puntual. Cada cierto tiempo se viven
épocas de crisis en las que la Bolsa cae en picado, pero, hablando de las empresas en
conjunto, acaban recuperándose, llegando a estar más valorizadas de lo que lo estaban
anteriormente.
La Bolsa tiene la gran ventaja de contar con un gran número de datos históricos a los que
podemos echar mano para respaldar esta afirmación. El gran problema es que existen tanto
estudios buenos como malos. Tenemos que ser críticos con esto y sólo quedarnos con
aquellos que proceden de fuentes fiables y (si es posible) que se hayan estudiado en periodos
largos de tiempo (espacios temporales de más de 50 años) ya que, si somos inversores de
largo plazo, fijarnos, por ejemplo, en un estudio de la Bolsa entre el año 2007 y 2014 (a
partir del comienzo de una de las mayores crisis de la historia) no nos serviría para nada y de
igual forma, tampoco serviría un estudio que se haga al principio de un ciclo alcista. En
internet podemos encontrar numerosos análisis acerca de esto, desde autores reconocidos
como Jeremy Siegel, Robert J. Shiller o el mismo John C. Bogle como de empresas que se
dedican a recopilar datos de los mercados bursátiles y hacer investigaciones como
Morningstar o S&P Dow Jones Indices.
Uno de los estudios que más me gusta es el que publica Roger G. Ibbotson, en colaboración
con Morningstar en un libro llamado “SBBI Yearbook”. Contiene datos históricos de la Bolsa
desde el año 1926 hasta la actualidad (es actualizado anualmente). En él, podemos encontrar
el siguiente gráfico de barras:
Fuente: Ibbotson SBBI 2017 Classic Yearbook, publicado por Morningstar. **Estos datos toman como referencia al
mercado americano**
Esta información nos demuestra que, a lo largo de los últimos 91 años, la rentabilidad
histórica de las inversiones en renta variable, tanto de empresas de pequeña como gran
capitalización ha sido muy superior a la renta fija (tanto bonos como letras del tesoro).
Obviamente, esta mayor rentabilidad de las acciones se debe a que tenemos que asumir un
mayor riesgo en nuestra inversión. Los bonos y las letras del tesoro son inversiones de renta
fija y los gobiernos te garantizan el pago, mientras que en las acciones no se garantiza un
pago y son inversiones más volátiles. Además, dentro de las acciones, encontramos que las
que son de pequeña capitalización han obtenido un 2,1% más de rentabilidad que las de gran
capitalización. Esto también se debe a que las pequeñas empresas son más volátiles que las
grandes.
A lo largo del siglo XX se han vivido fuertes subidas y bajadas en forma de crisis y periodos
de incertidumbre, como la crisis del 29, la del petróleo o la última crisis subprime de 2007, a
pesar de esto, la rentabilidad media que obtenemos es muy buena (las acciones han obtenido
una rentabilidad media anual de un 10% ) y, por tanto, la conclusión que podemos sacar de
aquí es clara, la Bolsa es una inversión más que rentable y segura a largo plazo siempre que
tengamos prudencia y, sobre todo, paciencia.
Teniendo en cuenta los datos anteriores, el siguiente gráfico nos muestra en cuánto se ha
convertido hoy 1 dólar invertido en 1926 gracias a la magia del tipo de interés
compuesto que vamos a ver a en el siguiente apartado:
Fuente: Ibbotson SBBI 2017 Classic Yearbook, publicado por Morningstar
NOTA:
Robert J. Shiller (economista y ganador del Premio Nobel de economía en 2013) hizo públicos
los datos que utilizó para escribir su libro “Exuberancia Irracional” en los que podemos ver
la rentabilidad de la Bolsa (tomando como referencia el índice S&P 500) año a año desde
1871.
Podemos encontrar fácilmente en internet una calculadora que use estos datos y que nos
permita calcular la rentabilidad media anualizada del periodo de tiempo que queramos. Si
queréis acceder a ella sólo tenéis que pinchar aquí:
http://www.moneychimp.com/features/market_cagr.htm
O si estás leyendo el libro en papel, poner en Google: “CAGR of the Stock Market
moneychimp” (sin comillas) y pinchar en el primer enlace.
Al entrar, nos encontraremos este cuadro:
Podemos probar todas las combinaciones que queramos. Para obtener resultados lo más
reales posibles tenemos que marcar tanto la casilla “Adjust for Inflation” (para que al
porcentaje final se le descuente la inflación media de ese periodo) como “Include
Dividends” (ya que en nuestra inversión vamos a reinvertir los dividendos que vayamos
generando). El porcentaje en el que nos tenemos que fijar es en el que nos da la segunda
casilla (Annualized return).
Por ejemplo, en el periodo comprendido entre 1950-2016, la rentabilidad anual real media es
de un 7,47%. La última casilla nos dice cuánto dinero tendríamos si hubiéramos invertido un
dólar en el año elegido (en este caso, 1950).
2.3. El Tipo de Interés Compuesto: La verdadera
clave de nuestra inversión
El interés compuesto es lo que realmente hace que la inversión a largo plazo tenga tanto
éxito.
En finanzas, para aplicar la fórmula del interés compuesto, tenemos que reinvertir los
beneficios de nuestra inversión de forma continuada a lo largo del tiempo. Esto hará
que nuestra inversión sea como una bola de nieve deslizándose colina abajo, al empezar a
rodar es pequeña, pero contra más avance, más grande se irá haciendo.
Nuestros ahorros se comportan igual que la bola de nieve, comenzarán aumentando poco a
poco hasta llegar a un punto en el que el crecimiento se haga exponencial.
Para que el interés compuesto funcione, se necesita una cosa muy importante: tiempo.
Contra antes empecemos a invertir, más tiempo estará en funcionamiento y más dinero
generará.
La situación ideal, es que las personas empiecen a invertir a los veintipocos. No te preocupes
si piensas que ya se te ha pasado el arroz, no es así, la estrategia de inversión que vamos a
ver en este libro también es perfecta para personas con una edad avanzada, de hecho, vamos
a ver más adelante que las personas que tienen de 50 años para arriba, deberían invertir su
dinero para poder tener una jubilación mejor (también veremos cómo y dónde lo deben
invertir en su caso).
Ejemplo tipo de interés compuesto:
Arya (25 años) tiene 2000 € ahorrados, lleva leyendo libros y formándose de manera
autodidacta sobre el mundo de las finanzas un tiempo, por lo que piensa que la mejor
decisión que puede tomar sería invertirlos en un fondo de inversión que tiene una
rentabilidad real media esperada del 8% anual (rentabilidad histórica de la Bolsa una vez
descontado el efecto de la inflación).
Como Arya es una persona muuuuuy despistada y está muy ocupada buscando a su hermano
desaparecido Jon Snow, se olvida por completo de que había invertido dinero en un fondo. 35
años después, se acuerda de la inversión que hizo cuando era joven.
Esto es con lo que se encuentra:
Los 2000 € que invirtió Arya, se han convertido en 29.571 €, se ha multiplicado su dinero
por 15.
Esto teniendo en cuenta que invierte los 2000 € y se olvida de ellos hasta 35 años después,
imagínate qué hubiera pasado si destinara una parte de sus ahorros a invertirlo
periódicamente en el fondo (30, 50, 100, 200, 300… € mensuales). ¡Lo veremos más
adelante!
Nota:
La fórmula para calcular el interés compuesto es la siguiente:
Capital Final = Capital Inicial x (1 + porcentaje interés) años
En el caso del ejemplo anterior:
Capital Final = 2000 x (1 + 8%) 35 = 29.570, 69 €
Arya ha conseguido multiplicar su dinero por 15 aplicando la fórmula del tipo de interés
compuesto. Esto no lo podría haber conseguido si hubiera utilizado un producto que emplee
la fórmula del interés simple, la cual hace que los beneficios o intereses generados por una
inversión NO se acumulen a la inversión inicial, a diferencia de lo que ocurre con el interés
compuesto, donde sí se van acumulando para que se vayan generando cada vez más
intereses.
Ejemplo de aprovechamiento del interés compuesto si se tiene cultura financiera vs. si no se
tiene:
Vamos a imaginar que Arya no tiene ningún conocimiento sobre el funcionamiento de la
Bolsa (ni quiere tenerlo, ya que le da pánico y piensa que eso es sólo para los expertos). Arya
decide ir a un banco tradicional para ahorrar sus 2000 € y, después de perder una mañana
entera esperando colas, sale del banco contentísima porque le han ofrecido un depósito que
le da un ¡2%! de intereses.
Vamos a comparar la inversión anterior en un fondo de inversión con la del depósito:
Con la misma inversión inicial y el mismo periodo de tiempo, el depósito sólo nos hubiera
dado 3.999 €, una cantidad muy inferior en comparación a la obtenida invirtiendo en Bolsa
(29.571 €).
Comparando Interés simple con interés compuesto:
En todos los supuestos anteriores, hemos tenido en cuenta que reinvertimos los beneficios
que vayamos obteniendo con nuestra inversión (usamos la fórmula del interés compuesto).
Vamos a refrescar un poco los conceptos de interés simple e interés compuesto:
Se considera que la tasa de interés de una inversión es simple cuando el interés
que hemos obtenido en forma de beneficios durante un periodo no se reinvierte. Esto
hace que siempre obtengamos los mismos beneficios en forma de intereses ya que la
tasa de interés se va a aplicar siempre sobre la cantidad inicial.
En inversiones con tasa de interés compuesto, los intereses que se consiguen en
cada periodo se van sumando al capital invertido (se reinvierten). Por tanto, la tasa de
interés en ese caso se aplica sobre un capital que va variando (va aumentando con los
intereses que se vayan reinvirtiendo), lo que hace que los intereses obtenidos sean cada
vez mayores.
Vamos a comparar la inversión que hemos hecho antes en un fondo de inversión (2.000 €
durante 35 años al 8%, reinvirtiendo beneficios obtenidos) con la misma inversión, pero sin
reinvertir beneficios, es decir, aplicando un interés simple:
Los resultados hablan por sí solos, los casi 30.000 € que obtenemos aplicando el interés
compuesto dejan muy atrás a los 7.600 € resultantes con un tipo de interés simple.
Si vemos este gráfico en cifras, vemos el porqué de la diferencia:
El tipo de interés simple, al no reinvertir beneficios, genera todos los años la misma
rentabilidad (en este caso, 160 €).
Por otro lado, al reinvertir beneficios y, por tanto, aplicar un tipo de interés compuesto, el
interés que recibimos en forma de beneficios cada año, va aumentando exponencialmente, se
crea el efecto “bola de nieve”.
Los resultados nos han dicho que podemos obtener cantidades bastante asequibles con una
inversión inicial relativamente baja.
Todos los ejemplos que hemos visto hasta ahora son suponiendo que hacemos una inversión
inicial y nos olvidamos.
En el apartado siguiente, vamos a ir un paso más adelante, vamos a combinar una inversión
de capital inicial con pequeñas aportaciones mensuales (30 €, 50, 100, 200, …). Creedme, el
resultado final cambia…y mucho
2.4. Estrategia DCA: Fusionando Ahorro e
Inversión
¿Cuál es el mejor momento para comprar en Bolsa? ¿Está demasiado cara en este momento?
¿Está barata?
Estas son dudas bastante habituales en las personas que empiezan a invertir. Realmente, es
muy complicado dar respuesta a estas preguntas, prácticamente imposible debido a que el
futuro es incierto. Por ello, surge la estrategia Dollar Cost Averaging (DCA).
Esta estrategia consiste en invertir de forma periódica (mensualmente, trimestralmente,
semestralmente, …) la misma cantidad de dinero, con indiferencia de cómo este el
mercado en ese momento.
¿Qué conseguimos con esto?
1) Asegurarnos que compramos en el mejor momento posible: El mejor momento para
comprar es cuando la Bolsa baja (porque compramos lo mismo a un precio más barato, son
como las rebajas del Corte Inglés). Obviamente, siguiendo esta estrategia también
compraremos en los peores momentos posibles (cuando la Bolsa esta cara). El caso es que la
repercusión sobre la rentabilidad final que tiene comprar en Bolsa en el mejor
momento (precios bajos) es mucho mayor que la de comprar en los peores
momentos (precios altos).
2) Nos olvidamos del riesgo que podemos correr debido a nuestras emociones ya
que nos vamos a olvidar por completo de lo que ocurre en los mercados: Ya hemos
hablado anteriormente de que las emociones nos pueden jugar una mala pasada. A veces es
complicado ver como tus ahorros caen en picado. Somos humanos y tenemos emociones, en
Bolsa, si no las controlamos, pueden hacer que vendamos toda nuestra inversión en el peor
momento posible para hacerlo. Las aportaciones periódicas que hacemos con la estrategia
DCA, hace que nos fijemos un plan y lo sigamos sin excepciones, independientemente de
cómo este el mercado, de si estamos en una época de bonanza o de crisis. Nosotros
seguiremos invirtiendo la cantidad que nos hemos propuesto, pase lo que pase.
3) Nos ayuda a crear un hábito de ahorro: La clave para seguir esta estrategia es la
constancia. No vamos a ser capaces de llevarla a cabo si no tenemos un hábito de ahorro.
Invertir periodicamente nos obliga a dar una cierta preferencia al ahorro, a destinar un
porcentaje de dinero que ingresamos a la inversión.
Recomendación Importante para el punto 3: Aconsejo que, antes de ponernos a invertir,
nos paremos a reflexionar (siendo sinceros y objetivos con nosotros mismos) cuánta cantidad
de dinero podemos dedicar al ahorro. Una vez hayamos hecho esto, es vital crear un hábito
de ahorro, yo os animo a que si, por ejemplo, invertís mensualmente, lo hagáis el primer
día de cada mes, como si fuera un pago fijo, como puede ser el pago de la factura de la
luz o del teléfono móvil.
No os preocupéis si para invertir en un fondo de inversión (u otros activos) se os pide una
cantidad mínima. Si, por ejemplo, necesitamos 200€ como mínimo y no podemos ahorrar
tanto dinero mensualmente, metemos al Bróker la aportación que nos hayamos fijado
previamente y cuando lleguemos a la cantidad mínima lo invertimos.
Ejemplo de inversores que siguen estrategia DCA:
David, Nacho y Marisa tienen 25 años. Los tres dudan de que el Estado les pueda dar una
pensión digna cuando se jubilen, por lo que deciden que es un buen momento para ahorrar y
tener una buena jubilación en el futuro.
A David le gusta mucho “vivir la vida”, es consciente de que debe ahorrar para tener un
futuro mejor pero tampoco es algo que le quite el sueño, prefiere fundirse su salario mes a
mes y sólo dedicar al ahorro 100 € mensuales
Nacho es más pesimista sobre el futuro de la economía en su país, por ello prefiere consumir
de manera responsable para dedicar una cantidad mayor al ahorro, al que dedica 300€ al
mes.
Marisa, a diferencia de los dos anteriores, no quiere depender del Estado, quiere tener
una jubilación en condiciones y punto, lleva años leyendo libros y formándose poco a poco
sobre el mundo de la inversión y es consciente de que puede mejorar su calidad de vida si
piensa con una mentalidad rica. La cantidad que dedica al ahorro es de 500€.
Los tres deciden que van a meter sus ahorros mensuales en un fondo de inversión indexado
durante 35 años, aceptando la rentabilidad histórica de la Bolsa del 8%, de tal forma, que
cuando cumplan 60 años, ya tengan el dinero suficiente para tener una jubilación decente, o
incluso, para jubilarse con esa edad.
Este es el resultado que han obtenido:
Como puedes ver, hasta la persona que menos se ha preocupado a lo largo de su vida por sus
ahorros ha conseguido un resultado bastante decente, ni más ni menos que unos 106.000 €
invirtiendo tan sólo 100 € al mes. Como hemos hablado antes, con este método no sólo se
crea un hábito de ahorro, también se evita caer en el riesgo provocado por los vaivenes del
mercado, al compensarse las compras baratas con las caras.
Nota: Los datos han sido calculados descontando el efecto de la inflación (suponiendo una
media anual del 3%) y asumiendo también que se van aumentando las aportaciones
mensuales en función de ese incremento de la inflación.
2.5. Cuánto dinero y tiempo necesito para
conseguir el dinero que tengo como objetivo
He creado este cuadro para que tengáis una idea aproximada de cuánto dinero podréis llegar
a generar teniendo en cuenta el número de años que invirtáis y la cantidad mensual que
dediquéis a dicha inversión. ¿Cómo puedes hacer tus propios cálculos? Muy fácil, no hace
falta que sepas matemáticas financieras, ni siquiera que uses una calculadora. Vamos a
trabajar con una herramienta financiera online especialmente pensada para este tipo de
cálculos. Para acceder a ella podéis pinchar en el siguiente enlace:
https://www.dinkytown.net/java/InvestmentReturn.html
También podéis entrar en ella pinchando en el primer enlace que sale en Google al introducir
las palabras: “Investment Returns Dinkytown”.
Al entrar, os encontrareis con el siguiente cuadro:
Sólo tendréis que rellenar los siguientes campos:
Years: Número de años que va a durar la inversión
Rate of return: Porcentaje de rentabilidad que esperamos obtener
Initial Investment: Si vamos a realizar una aportación inicial
Additional investment: Las aportaciones de dinero que vamos a realizar de
manera periódica
Frequency: La frecuencia con la que realizamos la aportación (mensual, anual, …)
Expected inflation rate: La inflación que se espera durante ese periodo
Tax rate: Porcentaje que tienes que pagar en forma de impuestos (depende de
cada país)
Inflation adjustment: Seleccionar si quieres que se incrementen tus
aportaciones en función de la inflación
Show values after inflation: Si quieres que el resultado se muestre una vez se
ha descontado el efecto de la inflación
Nota:
Tanto los cálculos de este apartado como los de este libro, los he hecho bajo los siguientes
supuestos:
1. Asumiendo una rentabilidad del 8% (rentabilidad media histórica de la Bolsa)
2. Asumiendo inflación del 3% (por historia y porque es lo que aproximadamente se
espera en el futuro)
3. Si quieres calcular la cantidad final, después de impuestos, usa un 20% (Es lo que
normalmente se paga como media en España)
4. Os recomiendo activar las dos últimas casillas para obtener resultados más
reales: “Inflation Adjustment” significa que vas a incrementar tu aportación en
función de la inflación, es decir, que si la inflación es de un 3%, la cantidad que inviertas
también la vas a aumentar en un 3% (esto se usa para que nuestras aportaciones no se
vean afectadas por la inflación). “Show values after inflation”, s e marca con el fin de
que al resultado final se le haya restado el efecto de la inflación, es decir, para que se
nos muestre la rentabilidad final real.
“Tengo la sensación de que la estrategia que explicas a lo largo del libro sólo sirve para las
personas que tienen veintipocos años, a mí me quedan sólo 15 años para jubilarme y no me
es útil”
Este es uno de los argumentos que me dio un conocido cuando le comenté los beneficios de
una inversión en Bolsa a largo plazo.
He de decir que estoy de acuerdo con esto, es algo tarde, tienes un espacio temporal para
invertir bastante limitado en comparación con una persona que está en sus 25 años y tiene
un horizonte temporal muy amplio para sacar provecho al efecto del interés compuesto. Esto
no quiere decir que este todo perdido, es muy probable que con 50 años tu vida sea mucho
más estable que la de una persona que tenga veintipocos años y que tengas una capacidad
de ahorro bastante superior al de una persona más joven. En sólo 15 años también se pueden
acumular cantidades considerables de dinero, puedes hacer tus propios cálculos desde la
calculadora online que acabamos de ver.
Como ejemplo, suponiendo un periodo de 15 años en el que se aportan 500 € de manera
mensual en una cartera que rinde al 6% (he bajado del 8% al 6% la rentabilidad porque con
esta edad ya es recomendable tener una parte de la cartera invertida en renta fija), se
obtienen ¡111.119 €!, una vez descontado el efecto de la inflación. ¡No te desanimes!
2.6. ¿Tienes miedo a perder tu dinero por un
crack/recesión? Mira los siguientes datos:
El principal problema de las estrategias a largo plazo es que todo el mundo no está
preparado para seguirlas.
A la mayoría de las personas les encanta alardear de que son “inversores a largo plazo”
mientras todo va bien, luego son los primeros en abandonar el barco, en vender sus acciones
a la mínima que se da una época de incertidumbre por una posible crisis o empiezan a salir
noticias desalentadoras en los periódicos de economía.
Tampoco vamos a negar que cuando llega una crisis es fácil invertir, somos aversos al riesgo
por naturaleza, cuando empiezan a caer nuestras inversiones en un 10,20,30,40% en menos
de un año, nuestra cabeza empieza a pasarnos factura preguntándonos si estamos haciendo
lo correcto, si es el momento de vender y asumir las pérdidas.
En esos momentos debemos pensar en que es un dolor temporal (al no ser que no seas un
verdadero inversor a largo plazo y decidas vender tus activos en el peor momento). Las
fuertes bajadas irán seguidas de grandes subidas que serán muy superiores al dinero que
hayamos “perdido” anteriormente de manera momentánea.
Las épocas de fuertes caídas son lo más parecido a las rebajas, es el mejor momento para
comprar, por el mismo precio que antes vamos a poder adquirir muchas más acciones. De
esta forma, cuando el mercado se recupere, vamos a tener en nuestra posesión un mayor
número de acciones que estarán incrementando su valor. Es curioso ver como algunos
momentos de la historia que, en principio, iban a ser catastróficos para el inversor, han
resultado ser de los mejores momentos para tomar posición en la Bolsa.
Como ejemplo, tienes este gráfico en el que se ven los periodos de 5 años con mayores
subidas en la Bolsa estadounidense, todos ellos empiezan en mitad de una crisis:
Fuente: Ibbotson. **Los datos toman como referencia al mercado americano, el periodo de 5 años empieza a partir
del mes nombrado debajo de cada barra”
Ahora pongamos como ejemplo el famoso crack que tuvo su origen el 19 de Octubre de 1987,
también conocido como “El Lunes Negro”. Está considerado como uno de los peores días de
la Bolsa, lo hemos visto representado en muchas películas, una de las más famosas
recientemente, El Lobo de Wall Street.
Este día, los medios de comunicación transmitían pesimismo, si buscas en Google y lees o
escuchas las noticias de ese día, lo más probable es que llegues a la conclusión de que las
personas que tenían sus ahorros invertidos en Bolsa en ese momento, se arruinaron.
Vamos a analizar gráficamente el Dow Jones en ese momento: (Nota: El Dow Jones es un
índice que está compuesto por las 30 empresas industriales más grandes cotizadas en la
Bolsa de Nueva York.)
La preocupación no era para menos, el Dow Jones experimentó una bajada en picado a partir
de la segunda mitad de 1987, pasando de los 2700 puntos aproximadamente a los 1700.
¿Realmente era el fin del mundo? Podemos ver como el mínimo alcanzado en 1987 está
prácticamente al mismo nivel e incluso por encima que las cifras que marcaba el Dow Jones a
mediados de los 80.
Ahora vamos a echar un vistazo a un gráfico del Dow Jones en un periodo que abarque desde
los 50 hasta la actualidad:
Esa pequeña mancha que os he marcado con una flecha es la misma “tragedia” que hemos
visto en el gráfico anterior. ¿A qué ahora no parece el fin del mundo? Todo lo contrario. Se
puede ver como un pequeño hundimiento en la trayectoria ascendente de la Bolsa.
Todos los cracks que ha habido en la historia hasta ahora han sido pequeños baches para el
inversor y grandes oportunidades de compra para los que pensamos a largo plazo, estos
momentos son malísimos para vender y muy buenos para comprar.
La imagen que nos acostumbra a ver Hollywood en sus películas de que toda la gente se
arruina en los cracks es completamente falsa.
La realidad es que cada cierto tiempo vivimos épocas de crisis donde la riqueza se destruye
temporalmente. Una vez que solucionamos los problemas que traen consigo las crisis, se
vuelve a crecer con mucha más fuerza, aumentando el nivel de riqueza que había
anteriormente.
Por tanto, acostúmbrate a pensar en el largo plazo. La Bolsa sube muchísimo más
de lo que baja.
CAPÍTULO 3: ÍNDICES, FONDOS
INDEXADOS Y ETFs
3.1. No pierdas tiempo analizando empresas
Una vez visto que la Bolsa es una inversión más que segura y rentable a largo plazo, vamos a
formular la pregunta del millón. ¿Cómo elijo bien las acciones (Renta Variable) o bonos
(Renta Fija) en los que invertir mi dinero?
Existe una creencia común de que invertir exitosamente sólo está al alcance de unas pocas
personas que son capaces de saber cuáles son las acciones de las empresas que van a tener
éxito en el futuro.
Por suerte, esto no es así, para ser un inversor exitoso no hace falta ni dedicarte
profesionalmente a esto ni saber elegir las acciones “ganadoras”.
Analizar empresas no es una tarea fácil, existen miles y miles de compañías completamente
distintas en todo el mundo, no sólo se necesitan tener muchos conocimientos sobre finanzas,
sino que también es necesario gastar mucho tiempo en ello y estar todos los días viendo la
situación individual de cada empresa.
Repito que no es necesario saber analizar empresas para ser un inversor con éxito.
En vez de elegir acciones directamente por nuestra cuenta, os animo encarecidamente a
invertir vuestros ahorros en fondos de inversión indexados (vamos a ver qué son en
detalle en este mismo capítulo y en el siguiente veremos cómo elegirlos bien).
La diversificación que nos proporcionan estos fondos nos libera de tener que estar
constantemente mirando las noticias y preocupándonos por una cartera de acciones que
elijamos por nuestra cuenta.
Además, si elegimos adecuadamente estos fondos, vamos a reducir considerablemente los
costes en forma de comisiones que pagamos al invertir ya que, cada vez que se
compran/venden acciones, se tiene que pagar un porcentaje en forma de comisiones.
Como conclusión, invertir en fondos nos va a permitir dedicar nuestro tiempo a cosas más
valiosas que encerrarnos en una habitación a analizar números y también a reducir los
costes de inversión, lo cual se traduce en una mayor rentabilidad final.
3.2. ¿Qué es un índice?: Haciéndonos dueños de
todo el mundo
Un índice bursátil es un promedio calculado de precios de acciones seleccionadas que
representan un mercado o un sector concreto.
De forma más sencilla, podría decirse que es como una “cesta o conjunto” de acciones.
Cada índice tiene sus propias reglas para decidir cuáles son las empresas que se incluyen en
el cálculo del mismo. Normalmente, las empresas que forman un índice son las más grandes
o las más líquidas:
“Empresas Grandes” = Aquellas con mayor capitalización bursátil, es decir, las
que tienen mayor valor a precio de mercado actual
“Empresas Líquidas” = Aquellas cuyas acciones se compran y venden en
mayores cantidades de forma habitual.
Los índices más conocidos son los que representan un mercado en su conjunto (ya sea un
país, un continente o una determinada zona geográfica) aunque también podemos encontrar
otros índices que se centran en un sector concreto (como el tecnológico), un tipo de empresa,
etc.
Para que lo entendamos mejor, voy a poner como ejemplo algunos de los índices más
conocidos:
1. IBEX 35 (España): Está formado por las 35 empresas españolas más líquidas. Algunas de
estas empresas son: Telefónica, Banco Santander, Repsol, Mapfre, Mediaset, …
2. S&P 500 (Estados Unidos): Incluye a las 500 empresas más representativas de la Bolsa
de Nueva York. Compañías que todos conocemos como Apple, Amazon, Coca-Cola, Starbucks,
…
3. Nikkei 225 (Japón): Compuesto por 225 valores que cotizan en la bolsa de Tokio.
Algunas de ellas son: Toyota, Sony, Canon, Fujitsu, …
Aparte de índices nacionales como estos, también podemos encontrar índices mundiales,
los cuales nos permiten una mayor diversificación debido a que invertimos en un gran
número de países en vez de centrarnos en uno sólo. Voy a poner como ejemplo, dos índices
en los que yo invierto:
4. MSCI World: Es un índice elaborado por la empresa MSCI Inc. Este índice lo forman
1.646 empresas de mediana y gran capitalización de 23 países desarrollados (Finlandia,
Estados Unidos, Singapur, Japón, España, …).
Cuando invertimos en este índice, estamos invirtiendo en empresas como Apple, Johnson &
Johnson, Facebook, Nestlé, etc.
Si queréis ampliar información acerca de este índice, podéis pinchar en el siguiente enlace:
https://www.msci.com/documents/10199/890dd84d-3750-4656-87f2-1229ed5a5d6e
O, si habéis comprado el libro en formato papel, basta con buscar en Google “MSCI World
Index EUR PDF” y pinchar en el primer enlace.
5. MSCI Emerging Markets: En este caso, el índice está formado por 830 empresas de
mediana y gran capitalización de 23 países emergentes (India, Corea del Sur, Filipinas,
Taiwán, etc.)
¿Por qué es interesante invertir en estos países?
El principal motivo por el que se invierte en mercados emergentes es porque se espera que
en estos países haya un mayor crecimiento que en los desarrollados (y, por tanto,
una mayor rentabilidad en nuestras inversiones). Recordad que, a mayor rentabilidad,
mayor riesgo. En algunas ocasiones, los países emergentes pueden ser inestables, por lo que
tenemos que tener cierta prudencia a la hora de invertir en estos mercados. Lo ideal es
invertir una pequeña parte de nuestro dinero, en mi caso, le destino el 20% del total de mi
cartera.
https://www.msci.com/documents/10199/24d5baf3-d8ad-4280-adbf-f727a9cfa4b4
3.3. Fondos de inversión indexados: Invirtiendo
en Índices
La idea de replicar “literalmente” el índice, creándonos una cuenta en un bróker e
invirtiendo en cada una de las empresas que lo forman es una completa locura. No sólo
porque perderíamos mucho tiempo intentándolo si no que, sería ineficiente, ya que
malgastaríamos miles de euros en comisiones, reduciendo la rentabilidad real final.
El instrumento ideal para invertir en índices bursátiles son los fondos de inversión
indexados.
Invertir en estos fondos es relativamente fácil, sólo necesitamos una cuenta en un banco que
comercialice este tipo de productos (Yo recomiendo Renta 4 o BNP Paribas). No abráis una
cuenta para esto en bancos comerciales (los que conocemos todo el mundo) ya que, la
mayoría sólo ofrece servicios con rentabilidades ridículas y, además, os van a ofrecer
productos con elevadas comisiones, lo que perjudicará la rentabilidad final que vamos a
obtener.
Cuando invertimos en un fondo de inversión, lo que estamos haciendo es comprar
participaciones del fondo (nos convertimos en partícipes). Una sola participación en un
fondo puede valer tan poco como 50 euros por lo que, por una cantidad ridícula, estaremos
invirtiendo en miles de empresas de todo el mundo.
Los fondos están administrados por dos sociedades distintas, por una parte, está la
denominada gestora, que es la que se encarga de todos los temas contables/administrativos
y decide en qué activos invertir. Por otro lado, la sociedad depositaria, que es la que
custodia los valores y efectivo que componen el patrimonio del fondo.
Ventajas de un fondo de inversión indexado
1. Se puede empezar a invertir con poco dinero. La mayoría de los fondos que veremos
te dejan entrar con 200 euros (y luego podrás hacer aportaciones de 50). También se pueden
encontrar fondos en los que no haya un mínimo de entrada.
2. Comisiones Bajas. Esto es debido a que los profesionales que administran los fondos de
inversión indexados sólo tienen que ocuparse de replicar índices, por tanto, no se necesitan
grandes equipos de personas para gestionar los fondos, lo que se traduce para ellos en
menos gastos y para nosotros en comisiones más bajas.
Tener unas comisiones bajas es una de las claves más importantes para obtener una mayor
rentabilidad final.
3. Los impuestos y las comisiones se pagan al final. Esto es importantísimo. Hasta que
no vendamos nuestras participaciones del fondo de inversión en el que hayamos invertido, no
pagaremos ni impuestos ni comisiones. Al no pagar (de momento) ni a Hacienda, ni los costes
del fondo, la cantidad que tenemos invertida no se ve disminuida, lo que hace que la cantidad
obtenida en forma de intereses sea siempre creciente ya que éstos son calculados sobre la
cantidad total invertida (la inicial más la que se va acumulando con los intereses).
4. Diversificación. Con un sólo fondo de inversión podemos invertir en cientos de empresas
de todos los países del mundo, gracias a esto vamos a reducir casi a 0 el riesgo de nuestra
inversión (cuando a una empresa le va mal, a otra le va a ir bien). Un poquito más adelante
vamos a ver qué ocurre si no diversificamos bien nuestros ahorros.
5. Ganancias. Como hemos visto en el capítulo 2, históricamente, la Bolsa en el largo plazo
siempre ha dado rentabilidades positivas. Invirtiendo en fondos indexados nos aseguramos
obtener las rentabilidades que produce el mercado.
6. TIEMPO. Esta ventaja es mi favorita. Nosotros no nos dedicamos a la Bolsa ni somos
profesionales que saben analizar las empresas. No nos tenemos que preocupar por si les va
bien o mal ni tampoco por si la economía mundial tiene problemas. No tenemos que estar
pendiente de nada, sólo tenemos que tener paciencia y dejar crecer a nuestro dinero
mientras disfrutamos de nuestro hobby, familia o ¡lo que queramos!
Estos seis factores hacen que los fondos de inversión indexados sean el instrumento perfecto
para aquellas personas que quieren sacar una rentabilidad anual del 7-10% a sus ahorros sin
apenas dedicarle tiempo y sin ser expertos en la Bolsa.
3.4. Tipos de fondos de inversión indexados
Existen numerosas formas de clasificar los fondos de inversión, vamos a ir viéndolas una a
una:
1. Según el tipo de inversión:
Fondos de Renta Variable: Son aquellos fondos que invierten todo su patrimonio
en acciones de empresas.
Fondos de Renta Fija: Aquellos que invierten todo su patrimonio en activos de
deuda (bonos, letras del tesoro, pagarés, etc.)
Fondos Mixtos: Fondos que invierten su patrimonio combinando tanto activos de
renta variable como de renta fija.
2. Según la distribución de sus beneficios:
Fondos de Distribución: Son aquellos que reparten dividendos de forma periódica.
El importe que recibamos por dividendos dependerá de las cantidades que repartan las
distintas empresas que forman el fondo.
Personalmente, a pesar de que recibimos constantemente rentas y, por tanto, favorece a
nuestra liquidez, no recomiendo esta clase de fondos porque vamos a tener que ser
nosotros los encargados de reinvertir los dividendos y, aparte, cada vez que recibamos
este importe vamos a tener que pagar impuestos a Hacienda.
Fondos de Acumulación: Son los más comunes, no reparten dividendos ya que es
la gestora del fondo la que se encarga de reinvertirlos (comprando más
acciones y haciendo trabajar al tipo de interés compuesto) y, por tanto, no vamos
a tener que pagar impuestos a Hacienda hasta que vendamos las participaciones del
fondo. Son los fondos que yo uso y que recomiendo.
Para saber de qué tipo es cada fondo, lo podemos leer en su folleto informativo
(Documento que nos dice cuáles son los objetivos del fondo, cuál es su índice de referencia,
información sobre la gestora, comisiones, fiscalidad, etc.)
3. Según la forma de gestión:
Fondos de gestión activa: Son fondos gestionados por profesionales y que tienen
como objetivo “batir” a un benchmark (a un índice de referencia). Por tanto, batir o
no al mercado va a depender de la habilidad que tengan las personas que están
gestionando el fondo.
Fondos de gestión pasiva: Al contrario que los anteriores, replican al
benchmark. Por lo que tienen como objetivo intentar ser lo más parecido a un índice de
referencia, no superarlo. En este grupo se meten los fondos indexados y los ETFs.
Más adelante veremos por qué considero que es mucho mejor invertir únicamente en fondos
de gestión pasiva.
4. Según el área geográfica de sus inversiones: Nacionales, Europa, Zona Euro,
Globales, Países Emergentes, etc.
5. Según el tamaño de las empresas:
En el caso de los fondos que invierten en acciones de empresas, podemos hacer una
distinción entre aquellos que invierten en unas acciones u otras dependiendo de la
capitalización bursátil de la empresa.
La capitalización bursátil es el resultado de multiplicar el número de acciones que tiene la
empresa en circulación por el precio de mercado (la cotización) de la acción en un momento
dado.
En función a esto, podemos distinguir entre empresas de pequeña capitalización (Small
Caps), mediana capitalización (Mid Caps) y las de gran capitalización (Large Caps).
No existen unos “límites oficiales” para diferenciar los tres casos, pero para que os hagáis
una idea:
Small caps: capitalización bursátil entre 200 millones y 4 billones de euros.
Mid caps: capitalización bursátil entre 4 y 10 billones de euros.
Large caps: capitalización bursátil superior a 10 billones de euros.
Como dato, añadir que, por lo general, las Small caps dan una rentabilidad superior a las mid
y large caps, como ya sabéis, a mayor rentabilidad, mayor riesgo (volatilidad), por lo que
tampoco deberíamos componer una cartera que exceda de activos que inviertan en las
pequeñas compañías.
3.5. Qué riesgos tengo al invertir en un fondo de
inversión y cómo reducirlos
Como he dicho ya varias veces, la Bolsa es impredecible. Esto hace que a la hora de invertir
nuestro dinero estemos expuestos a un riesgo. Es imposible acabar por completo con los
distintos riesgos existentes, pero sí que existen medidas para reducirlos lo máximo posible.
Esto es obvio, para conseguir un 15% de rentabilidad anual, vamos a tener que arriesgar más
en nuestras inversiones que si queremos obtener un 6%.
Nosotros tenemos como objetivo invertir con prudencia en el largo plazo, por tanto, nos
conformaremos con obtener un 7-10% a cambio de no asumir demasiados riesgos.
¿Qué riesgos existen al invertir?
- Riesgo Sistemático o Riesgo No Diversificable: Son el conjunto de factores políticos,
económicos, monetarios y sociales que pueden provocar variaciones en las expectativas que
tienen los inversores sobre las rentabilidades de los activos en los que invierten. Ejemplos de
riesgo sistemático puede ser una guerra, una recesión o las intervenciones de los bancos
centrales.
Cuando se da uno de estos factores, TODOS los activos que forman un mercado financiero
sufren los mismos efectos. Por tanto, todos los valores o cotizaciones van a subir o bajar a la
vez de manera similar.
- Riesgo No Sistemático o Riesgo Diversificable: Son el conjunto de factores que tienen
que ver con las decisiones que toma la empresa o industria sobre el desarrollo de su
actividad en un determinado momento y que generan incertidumbre sobre el futuro en lo que
se refiere al desarrollo del negocio. Esto afecta a la rentabilidad de las acciones o bonos que
emite la empresa o empresas que forman el sector.
Ejemplos de este riesgo son, por ejemplo, un descubrimiento de fraude dentro de la empresa,
una mala decisión por parte de la junta directiva, unos malos resultados de ventas, la firma
de un nuevo acuerdo con otra empresa, etc.
¿Cómo reducir los riesgos al mínimo?: ¡Diversifica!
La diversificación es la forma más eficaz que tienen los inversores de proteger su capital.
Supongo que conocéis el caso del Banco Popular en España que se dio en Junio de 2017, tuvo
que ser rescatado internamente y comprado por el Banco Santander. La gente que tenía
acciones del Popular perdió toda su inversión e incluso salieron noticias de personas que se
habían arruinado por tener todo su patrimonio invertido en este banco. El gran error de
estos inversores ha sido tener una cartera formada por una sola acción, no han diversificado
sus ahorros.
No existen empresas perfectas, todas pasan por malas rachas en algún momento y poner
todo nuestro dinero en una única empresa supondría un riesgo demasiado elevado que no
deberíamos asumir.
Diversificando reducimos un poco nuestra rentabilidad esperada a cambio de obtener una
seguridad y tranquilidad que merece la pena tener para que no perdamos el sueño por las
noches. Con los fondos de inversión vamos a tener muy fácil lo de diversificar ya que, cada
uno está compuesto por cientos de empresas, aun así, vamos a repasar las distintas clases de
diversificación para que a la hora de elegir los fondos que van a componer nuestra cartera,
podamos reducir el riesgo al máximo posible:
1. Diversificación por sectores: En ocasiones, un sector entero puede pasar por un mal
momento, por ello es bueno que busquemos fondos que tengan su patrimonio bien
diversificado en distintos sectores con buenas perspectivas de futuro (tecnología, salud,
energía, etc.)
Hay fondos que invierten en un único sector, no los recomiendo para nada, por mucho que
creamos que va a ser un sector que va a crecer de manera exponencial en los próximos años
o tengamos alguna afinidad con el por algo (como que trabajamos en ese sector). Nos van a
dar mucha mayor seguridad aquellos fondos que tienen su patrimonio bien repartido.
2. Diversificación geográfica: Al igual que con los sectores, no recomiendo invertir en
fondos que se centren en un único país (por ejemplo, últimamente se está poniendo de moda
invertir en fondos de India porque es un país con una gran perspectiva de futuro).
Es mucho mejor invertir en fondos que se centran en un área entera como Europa, América
del Norte o incluso fondos que reparten su patrimonio en todo el Mundo. Es más, aconsejo
invertir la mayor parte del dinero en la zona geográfica en la que vivimos (si vivimos en
España, invertir en Europa) para reducir el riesgo divisa.
En Europa, solemos invertir en fondos que están denominados en euros, pero el fondo en el
que invertimos puede estar comprando acciones de empresas extranjeras (americanas,
chinas, …) en su respectiva moneda, ya sean dólares, francos suizos o cualquier otra divisa.
El riesgo divisa es el peligro en el que incurrimos debido a las apreciaciones/depreciaciones
que se producen de una moneda con respecto a otra. Unas veces puede jugar a nuestro favor
y otras en nuestra contra. Tampoco nos tenemos que obsesionar con esto, si se trata de dos
monedas fuertes como el euro y el dólar no tiene por qué haber ningún problema. Voy a
hacer un paréntesis para explicar con un ejemplo qué es el riesgo divisa:
*** Ejemplo Riesgo Divisa ***
Un inversor español (Pedro) decide comprarse un piso al lado de Central Park (Nueva York)
que vale 500.000 dólares.
Pedro, no tiene dólares, por lo que va a su oficina de Madrid a cambiar sus euros por dólares.
Le informan de que el tipo de cambio de euro a dólar está en 1,3283 (por cada euro que
entregue, le darán 1,3283 dólares). Haciendo las cuentas sale que le entregarán los 500.000
$ a cambio de 376.420 €.
Pedro ya dispone de los dólares que necesitaba, por lo que se compra por fin la casa de
Nueva York. (La espera vender dentro de 10 años por, al menos, un 5% más de lo que la
compró).
Una vez pasados los 10 años, Pedro se dispone a vender la casa y… ¡efectivamente!, el
mercado ha subido un 5% y podrá ponerla a la venta por 525.000 $.
Una vez vendida la casa, Pedro vuelve a su sucursal de Madrid a cambiar los 525.000 $ a
euros. El director del banco, le informa de que, en ese momento, el tipo de cambio de euro a
dólar está en 1,5 por lo que le entregan 350.000 € a cambio de todos esos dólares.
¿Qué ha pasado?
Pues que a pesar de que Pedro ha vendido su casa por un 5% más de lo que la compró, le han
devuelto 26.420 € menos debido al riesgo divisa, ha perdido dinero con su inversión
inmobiliaria.
*** Fin ejemplo Riesgo Divisa ***
Siguiendo con el tema de la diversificación geográfica, también podemos invertir en países
desarrollados o emergentes. Si invertimos en los últimos, sólo recomiendo meter una
pequeña parte de nuestro patrimonio (20-25% como mucho) debido a que estos países suelen
ser bastante volátiles e inestables.
3. Diversificación por empresas: Como hemos visto en el apartado anterior, se puede
hacer una clasificación de las empresas según el tamaño (empresas de pequeña, mediana o
gran capitalización.)
También podemos diferenciar empresas según su estilo, pueden ser de estilo valor (value),
mixto o crecimiento (growth)
¿Cómo podemos saber en qué empresas invierte un fondo según el tamaño y el estilo?
Podemos saberlo gracias al Style Box de Morningstar. Para verlo simplemente tenemos que ir
a la página oficial de Morningstar, buscar el fondo que queramos analizar, acceder a la
página de ese fondo y en el menú de la izquierda pinchar en “Cartera”.
Nos saldrá una caja como la siguiente:
El cuadrado que nos da la información que buscamos es el negro. En este caso, se trata de
un fondo que invierte en empresas de tamaño grande y de estilo valor (value).
Esto ya depende de cada inversor, yo recomiendo invertir en un estilo mixto para tener mejor
diversificada la inversión. En cuanto al tamaño de la empresa, yo de momento sólo invierto
en empresas de gran capitalización. Invertir en un tipo de empresa u otra según el tamaño va
a depender del perfil de riesgo de cada inversor (ya veremos más adelante que es esto).
De cualquier modo, como he dicho antes, no recomiendo invertir una gran cantidad de
dinero en empresas de pequeña capitalización.
4. Diversificación de gestoras y bancos: Las gestoras de fondos de las que más vamos a
hablar en el libro van a ser Amundi, Vanguard y Pictet. Es muy difícil que una de estas
gestoras entre en quiebra, aun así, recomiendo intentar repartir nuestro dinero entre ambas
para aumentar la diversificación. Si llegamos a una cantidad considerable de dinero invertido
(A partir de 100.000 €), también aconsejo repartir nuestro dinero entre distintos bancos
(Renta4, BNP Paribas, etc.)
5. Diversificación temporal: Importantísima, es la diversificación que vimos en el apartado
2.4. Se trata de invertir periódicamente para compensar las subidas y las bajadas del
mercado (método DCA)
3.6. ¿Qué ocurre si quiebra mi gestora, bróker o
fondo?
Que pase una de estas tres cosas es algo realmente complicado, aún así, tenemos que estar
preparados para todo, vamos a ver qué pasaría en cada caso:
Gestora (Amundi, Pictet, Vanguard,…)
Como medida de seguridad, el patrimonio de los fondos NO se incluye en el balance de la
propia sociedad gestora, por tanto, en el hipotético caso de que esto ocurriese y la gestora se
declarase insolvente presentándose a un concurso de acreedores, los activos del fondo
quedarían fuera de la masa concursal y nosotros, los partícipes, recibiríamos ÍNTEGRO el
valor de la inversión.
Nuestro dinero estaría a salvo a pesar de que se diera la improbable posibilidad de que la
gestora quiebre.
Bróker (Renta 4, BNP Paribas, …)
En este caso, tenemos que diferenciar entre el dinero que tenemos en el bróker y que está
siendo invertido en los fondos de inversión y el dinero en efectivo que tenemos depositado en
el bróker sin que esté siendo invertido.
Dinero depositado y que está siendo invertido en fondos de inversión:
Las participaciones que tengamos del fondo de inversión no tienen por qué sufrir pérdidas en
su valor ya que su valor depende de la evolución del precio de mercado de los activos que lo
componen y no de la situación del bróker. Como las suscripciones al fondo de inversión están
a nombre del cliente y el fondo está separado del patrimonio del bróker, lo único que
ocurriría es que la sociedad gestora tendría que cambiar el bróker por otro (Si quiebra BNP
Paribas, se traspasaría el dinero a Renta 4, por ejemplo).
Lo único que perderíamos sería el tiempo que se tarda en hacer este traspaso ya que,
nuestro dinero estaría a salvo.
Dinero en efectivo depositado en el bróker sin que esté siendo invertido:
Si el bróker es un banco o entidad de crédito, el Fondo de Garantía de
Depósitos (FGD) nos cubre hasta 100.000 €.
Si el bróker es una sociedad de valores, el Fondo de Garantías de Inversiones
(FOGAIN), también cubre nuestro dinero hasta 100.000 €.
Por tanto, por ley, nuestro dinero estaría seguro.
Aunque la mayoría lo están, antes de abrir una cuenta en un bróker aconsejo ver si están
suscritos al FGD o FOGAIN en la página oficial correspondiente a cada fondo de garantía:
(Para el FGD)
http://www.fgd.es/es/entidades_credito.html
(Para el FOGAIN)
https://www.fogain.es/informacion-para-el-inversor/que-entidades-estan-cubiertas-por-el-
fogain
Fondo de Inversión
Que “quiebre” un fondo de inversión supone que todas las empresas de las que es accionista
quiebren. La diversificación y las características de los fondos hace que esta situación sea un
99,99% de improbable, tendrían que quebrar países y sectores por completo, algo realmente
fuera de lo normal.
Aun así, siempre es conveniente tener una cartera compuesta por más de un fondo, para que
si se da este hipotético caso, solo perdamos un pequeño porcentaje de nuestra inversión.
3.7. Qué son los ETFs y en qué casos invertir en
ellos
Un ETF (Exchange Traded Fund) es un instrumento de inversión bastante parecido a los
fondos de inversión indexados ya que, cuando invertimos en ellos, invertimos en una cesta de
valores. Además, su objetivo principal es el mismo, replicar un índice.
La principal diferencia con los fondos es que los ETFs operan igual que las acciones:
se puede comprar y vender tantas veces se quiera de manera instantánea a lo largo del día,
conociendo en todo momento el precio al que compramos o vendemos. Por el contrario, para
entrar en un fondo, tenemos que esperar al cierre del mercado para conocer el valor al que
podemos hacer la suscripción o el reembolso.
Por tanto, podemos decir que los ETF son un “mix” entre fondos y acciones.
¿Fondos indexados o ETFs?
La principal desventaja de los ETFs es la fiscal. A diferencia de los fondos, cada vez que
vendamos o traspasemos a otro ETF tendremos que tributar por las plusvalías que nos
haya generado como beneficio (en los fondos indexados los traspasos no tributan).
Que tengamos que tributar supone que la cantidad que tengamos invertida decrece, por lo
que los beneficios obtenidos, también disminuyen. (Obviamente, no es lo mismo el 8% de
1000 que el 8% de 800).
Respecto a las comisiones de gestión, no suele haber grandes diferencias entre ambos.
Recuerda que un ETFs se comporta como una acción, por lo que tienen comisiones de
compra y venta. Es cierto que en algunos fondos indexados se nos pueden cobrar
comisiones de suscripción o salida, pero es muy raro.
¿En qué casos invertir en un ETF?
Con los fondos indexados podemos invertir prácticamente en todo el mundo, pero también es
verdad que cuando buscamos entrar en un nicho o mercado más específico, nos encontramos
con que no hay ningún fondo indexado que se dedique a ello.
Por ejemplo, no existen fondos indexados que inviertan en Oro. En otras ocasiones, la oferta
de fondos “buenos” sólo está disponible para personas que posean un elevado capital y
puedan pagar elevados costes mínimos de entrada, como en el caso de aquellos fondos que
invierten en algunos países de Asia, como India.
Aun así, recomiendo invertir siempre que se pueda en fondos indexados. Si nos encontramos
con que no existen fondos que inviertan en lo que queremos o que tienen un excesivo coste
de entrada para invertir en ellos, los ETFs pueden ser una gran alternativa.
3.8. Gestión Pasiva vs. Gestión Pasiva: Por qué ser
un inversor mediocre
Clasificando a los fondos por la forma en la que son gestionados, nos encontramos con dos
categorías completamente distintas, los fondos de gestión activa y los de gestión pasiva.
Como hemos visto hasta ahora, la gestión pasiva se basa en replicar índices usando como
instrumento los fondos de inversión indexados. Por otra parte, los fondos de gestión activa,
son aquellos gestionados por “expertos en la Bolsa” y que tienen como principal objetivo
batir al mercado, es decir, superar a los índices de referencia.
En muchas páginas y foros de internet podemos encontrar un interminable número de
debates acerca de cuál de los dos estilos de gestión es el mejor. Bajo mi punto de vista, en
caso de dudar entre ambos, lo mejor es acudir a un estudio fiable con datos históricos y sacar
nuestras propias conclusiones:
S&P Dow Jones Indices es una de las mayores entidades proveedoras de índices bursátiles
en todo el Mundo. Cuenta con una gran reputación y los análisis y estudios con datos
históricos que publica cada año sobre el desempeño de los fondos de inversión son de gran
fiabilidad.
Estos son algunos de los datos que nos dan en sus análisis:
Estudio 1 (SPIVA® Europe Year-End 2016)
Porcentaje de fondos de inversión europeos (Renta Variable, R.V.) de gestión activa que son
superados por sus índices de referencia:
Estudio 2 (SPIVA® U.S. Year-End 2016)
Porcentaje de fondos de inversión americanos (Renta Variable, R.V. y Renta Fija, R.F.) de
gestión activa que son superados por sus índices de referencia:
Podéis encontrar estos estudios y más en la página oficial de S&P Dow Jones Indices (es
gratis).
Si echamos un vistazo a los datos, podemos ver cómo los fondos de gestión activa son
superados una y otra vez por el mercado, es decir, por sus índices de referencia.
Con la vista puesta en el largo plazo, observamos que, al cabo de 10 años, la mayoría de
fondos de inversión no baten a sus índices (si hacemos una media de las cifras que tenemos,
es aproximadamente el 89%).
Por tanto, se puede afirmar que sólo 1 de cada 10 fondos de gestión activa supera al
mercado (hablando de los fondos del estudio como un conjunto, sacando la media).
Además, ten en cuenta que para seleccionar un fondo que este entre 1 de los 10 que superan
a los índices de referencia vas a tener que ser un inversor con amplios conocimientos en
Bolsa, alguien que haya estudiado con tiempo y detenimiento su elección. ¿Crees que merece
la pena perder tu tiempo en esto a cambio de obtener un pequeño porcentaje más de
rentabilidad? Mi opinión es NO.
Por todo esto te animo a invertir en fondos de gestión pasiva, a ser un inversor mediocre, a
conformarte con la rentabilidad del 7-8% que ha dado históricamente el mercado como
media y sacarle provecho a la magia del interés compuesto usando fondos de inversión
indexados.
Se mediocre. ¡Invierte en índices!
CAPÍTULO 4: COMENZANDO A INVERTIR
4.1. Qué es el Asset Allocation y por qué es
importante
Si tenéis un mínimo conocimiento de inversiones seguramente ya halláis escuchado este
término en alguna que otra ocasión.
Entendemos por Asset Allocation la estrategia en la que un inversor decide cómo va a
distribuir el dinero que dedica a sus inversiones entre las diferentes clases de activos
que existen (renta variable, renta fija, materias primas, divisas, etc.)
Existen un gran número de activos en los que podemos invertir. A lo largo del capítulo vamos
a hablar mayoritariamente de renta variable (acciones) y renta fija (bonos), son los dos
activos de los que se compone la clásica cartera de gestión pasiva y en los que más
recomiendo invertir (es más, si invertís todo entre estos activos, mejor) ya que, se
complementan muy bien y no hay necesidad de más para obtener una gran rentabilidad a
largo plazo. Para los curiosos, más adelante veremos fondos que invierten en otros activos
como materias primas.
Tener bien definida una estrategia es vital para conseguir nuestros objetivos ya que, la
decisión que tomemos, va a influir de manera decisiva en cómo se va a comportar nuestra
cartera en el largo plazo. Por lo que merece la pena reflexionar durante un tiempo sobre cuál
debe ser nuestra estrategia de inversión antes de empezar a invertir a lo loco sin pies ni
cabeza. Una estrategia que consiste en invertir el 100% en renta variable implica que
deberíamos conseguir nuestros objetivos de manera rápida gracias a la buena rentabilidad
que dan las acciones a largo plazo. Eso sí, aceptando el riesgo al que nos vamos a exponer, el
mercado de renta variable en algunas ocasiones pega batacazos haciendo que podamos
perder gran parte de nuestro dinero. Por otro lado, una estrategia en la que se invierta el
100% en renta fija, supone que el riesgo al que nos exponemos es muy pequeño. A cambio,
puede que la rentabilidad que obtengamos no sea suficiente para alcanzar nuestros objetivos
a tiempo. Lo ideal es tener una estrategia que combine ambos activos. La renta variable es la
que nos va a proporcionar una rentabilidad alta mientras que podemos catalogar a la renta
fija como un seguro para no tener miedo a los altibajos que sufre el mercado y podamos
dormir tranquilos por las noches. Ahora bien, ¿cuál es la mejor estrategia?
La respuesta es que hay muchas estrategias que son válidas y una distinta para cada
individuo, es decir, una estrategia adecuada no tiene por qué ser la misma para todas las
personas. Dependiendo de la persona y del tipo de inversor que sea, habrá estrategias que
más se le adecuen que otras. Lo que puede dar muy buenos resultados a una persona, puede
dar muy malos a otra.
Repito que, antes de invertir, debemos tener clara cuál es nuestra estrategia e intentar
modificarla lo menos posible ya que, al igual que habrá muchos momentos buenos en los
que ganemos y obtengamos rentabilidades excelentes, también llegarán momentos
complicados y crisis en los que la Bolsa puede llegar a caer hasta un 20,30,40% y que nos
harán dudar de lo que hacemos. Si no tenemos claras las cosas es muy probable que
abandonemos el barco en el peor momento posible para hacerlo. Por ejemplo, es muy típico
de personas que no siguen o no tienen clara una estrategia, vender todo lo que tienen en
épocas de crisis (cuando realmente lo ideal en estos momentos es comprar, aprovechando
que las acciones están más baratas). En cambio, si entendemos y tenemos clara nuestra
estrategia, tendremos siempre presente que, si seguimos con ella, los buenos momentos
volverán.
Nota: En Bolsa, es fundamental la tranquilidad del inversor, no debemos invertir en
aquellos activos que nos hagan pensar constantemente o nos quiten el sueño por las
noches.
Recuerdo que uno de mis cuatro pilares de la inversión (vistos en el punto 1.3.) es: “Sólo
invertir el dinero que no voy a necesitar”, por lo que, recomiendo a todo el mundo,
independientemente de su edad, de su aversión al riesgo o de los objetivos que tenga como
inversor, que no invierta el 100% de su dinero en los mercados financieros. Se debe tener un
“fondo de emergencia”.
Con fondo de emergencia me refiero a tener una reserva de dinero líquido, que puedas
disponer de el en cualquier momento y que únicamente se utilice en situaciones de
urgencia (como la pérdida de un empleo). Tener un fondo de emergencia es un seguro de
vida para los inversores.
4.2. Conociéndonos como inversores: Creando
nuestra estrategia de inversión
Como acabamos de ver, escoger una estrategia de inversión implica elegir en qué activos
invertir y cuánto invertir en cada uno de ellos. El Asset Allocation o asignación de activos de
una cartera de inversión es algo personal, no hay estrategias ideales ya que, a cada inversor,
dependiendo de sus circunstancias, se le ajusta mejor una estrategia u otra.
¿Cómo puedo saber cuál es la estrategia que más se adapta a mí?
Para dar respuesta a esta pregunta es necesario conocer nuestro perfil de inversor.
El perfil de inversor que tenemos se puede determinar por varios factores:
1. Edad: Es el factor más importante para conocer nuestro perfil de riesgo. La edad
condiciona el horizonte temporal máximo que vamos a poder invertir (este espacio
temporal empieza el día que compramos en Bolsa y acaba el que vendemos). El tiempo es el
mejor aliado de la rentabilidad, cuanto más grande sea el periodo de tiempo en el que
tengamos nuestro dinero invertido mejor, ya que el largo plazo modera el impacto de las
subidas y bajadas que sufre la Bolsa, lo que nos ofrece una rentabilidad alta a la vez que se
reducen los riesgos.
Por tanto, no es lo mismo una persona que empieza a invertir a los 25 años que otra que
lo hace a los 60. La persona más joven podría dedicar una mayor parte de su dinero a renta
variable (debido a que tiene más margen de error) mientras que la persona mayor, debería
combinar renta variable con renta fija, dando una mayor estabilidad a su cartera.
Tengo X años y no sé qué cantidad dedicar a Renta Variable y qué cantidad dedicar a Renta
Fija:
Existen distintas teorías sobre esto. Una de las reglas más conocidas es aquella que afirma
que lo correcto es dedicar a renta variable el porcentaje resultante de restar 100 – Edad.
Por ejemplo:
A modo de reflexión personal, no considero muy útil esta regla y, en todo caso, sólo considero
seguirla a partir de los 45-50 años, ya que, con esta edad, normalmente se busca una mayor
estabilidad a modo de tener nuestro dinero de manera más segura, por eso es aconsejable ir
reduciendo poco a poco la exposición a la renta variable.
En vez de nuestra edad, considero más importante tener en cuenta el horizonte temporal
que nos queda por delante y en cuándo vamos a necesitar el dinero que invirtamos. Yo tengo
22 años y, por tanto, un espacio temporal muy grande (más o menos 40 años). Por eso, me
encuentro bastante cómodo invirtiendo el 100% de mi dinero en renta variable.
2. Tolerancia al riesgo: La psicología en la Bolsa juega un papel fundamental, un error
común entre los iniciados en la Bolsa es tomar decisiones según las emociones que sienten
en un momento concreto. Por ello, a la hora de invertir en fondos de inversión es muy
importante conocernos a nosotros mismos.
Hay personas que tienen una mayor aversión al riesgo que otras, personas que soportan sin
inmutarse grandes pérdidas y otras que se están tirando de los pelos con la mínima bajada.
Recordad que lo más importante de todo es sentirse cómodo con la inversión que estamos
realizando, que no os quite el sueño por las noches. En caso de que se diera esto, aconsejo ir
reduciendo progresivamente la exposición a renta variable y aumentando la renta fija hasta
que os sintáis tranquilos y a gusto con vuestra inversión.
3. Objetivos: Es importante tener objetivos a la hora de invertir ya que invertimos para
vivir mejor en el futuro.
Tal vez inviertas para tener una mejor jubilación, comprarte una casa nueva, pagar los
estudios a tus hijos o incluso llegar a alcanzar la independencia financiera. Dependiendo de
cuál sea nuestro objetivo nos hará falta una cantidad de dinero mayor o menor. Si aún nos
queda mucho para llegar a nuestro objetivo, deberíamos aumentar la exposición a renta
variable de manera que obtengamos rentabilidades más altas. Sin embargo, si ya nos queda
poco, lo más sensato es darle una mayor importancia a la renta fija, para no asumir
demasiados riesgos.
Nota:
Si aún sigues dudando de cuál es la estrategia que más se adapta a ti, puedes saber cuál es
tu Asset Allocation ideal de manera rápida y sencilla mediante el test de perfil del inversor
de Indexa Capital. Dependiendo de la contestación que demos a las distintas preguntas, se
nos asignará una cartera (de fondos indexados) con la distribución de activos que más se
adapten a nuestro perfil.
Podéis acceder al test pinchando en el primer enlace de Google al buscar “Conoce tu perfil
inversor en indexa capital” o pinchando directamente en el siguiente enlace:
https://indexacapital.com/es/questions
4.3. No te olvides de “rebalancear”
Como acabamos de ver, cuando construimos una cartera de inversión, la distribuimos en
diferentes clases de activos (acciones, bonos, materias primas, …). Esta distribución o asset
allocation la elegimos nosotros y es como si fuera un reflejo de nuestro “perfil de inversor”,
el cual depende mayoritariamente del espacio temporal que tenemos para invertir y de
nuestra aversión al riesgo.
El problema es que esta distribución de activos no se mantiene estática. La Bolsa está en
continuo movimiento y hace que, cada cierto tiempo, la asignación de activos que hemos
hecho en función de nuestro perfil de riesgo, se aleje de nuestro objetivo, de los porcentajes
iniciales que nos hemos marcado. Para que lo entiendas, imagínate que te has marcado como
objetivo, de acuerdo a tu perfil de inversor, invertir en una cartera sencilla compuesta por un
50% en fondos de acciones y el otro 50% en fondos de bonos. Si estamos en una época de
bonanza, la buena situación económica hace que las acciones de las empresas aumenten de
forma considerable su valor en Bolsa. Ahora nuestras acciones valen más y esto provoca que
su peso en nuestra cartera sea mayor al que nos hemos marcado inicialmente (imagina que,
por este acontecimiento, nuestra cartera ha pasado a estar compuesta de un 70% de
acciones y un 30% de bonos). Este cambio, ha provocado que ahora tengamos un perfil más
agresivo al inicial, ya que el porcentaje que tenemos de acciones en nuestra cartera es
mayor, aumentando la volatilidad y el riesgo de nuestra inversión.
El perfil de riesgo/inversor de nuestra cartera se volverá un perfil más conservador
durante los periodos bajistas y un perfil más agresivo durante los periodos alcistas.
Si no hacemos nada ante estos cambios, todo el trabajo que hemos hecho con anterioridad
(evaluar nuestro perfil de riesgo, seleccionar los activos que queremos en nuestra cartera,
los fondos, …) no habrá servido para nada.
Lo ideal en estos casos es usar el rebalanceo.
¿Qué es el rebalanceo?
Es el conjunto de operaciones de compra-venta que vamos a tener que realizar sobre nuestra
cartera para que se vuelva a ajustar a nuestro perfil de riesgo.
Venderemos una parte de los activos que más se han revalorizado (vendemos lo
“caro”) y compraremos los que más se han devaluado respecto a su peso inicial
(compramos lo “barato”). Te preguntarás por qué ibas a vender aquello que está teniendo
un buen comportamiento y comprar los activos que más se han devaluado respecto a su
asignación inicial. La primera ventaja ya la hemos hablado, para ajustar el perfil de riesgo
al que teníamos previamente asignado. La segunda ventaja es que debería añadir una
rentabilidad adicional a nuestra cartera ya que estamos comprando algo en “rebajas”, en
oferta.
¿Cómo rebalancear?
Tenemos dos opciones muy sencillas, yo prefiero la primera, pero es cuestión de gustos, unos
prefieren una y otros, otra. Con las dos se consigue el mismo resultado:
Opción 1. Haciendo traspasos entre fondos
Entra una vez al año a tu bróker, por ejemplo, cada Diciembre, antes de que acabe el año y
haz traspasos entre los fondos en los que inviertes para volver a tu asignación inicial.
Recuerda que no es lo mismo vender que traspasar (vender implicaría pagar impuestos,
traspasar no).
Ejemplo:
Opción 2. Usa el dinero nuevo de tus aportaciones para rebalancear
Tan sencillo como aprovechar las aportaciones periódicas de dinero que vamos realizando.
Una de los “inconvenientes” de esto puede ser que, cuando empezamos a invertir, las
aportaciones periódicas pueden tener un gran impacto para equilibrar / desequilibrar ya que
nuestra cartera suele ser por lo general pequeña. Por otra parte, según vaya creciendo el
dinero que tenemos invertido, las aportaciones que vayamos realizando afectarán cada vez
en menor parte a nuestra cartera y podremos realizar un ajuste más eficaz del porcentaje
que tenemos como objetivo.
4.4. Qué tiene que tener un buen fondo de
inversión
A la hora de formar nuestra cartera, la gran cantidad de fondos ofertados nos hace dudar
entre cuáles son los adecuados. Nuestro objetivo principal debe ser el de buscar el mejor
fondo indexado para cada índice en el que queramos invertir. ¿Cómo encontramos “el
mejor” fondo indexado? Podría parecer difícil, pero la verdad es que sólo tenemos que
asegurarnos de que el fondo que elijamos tenga las siguientes propiedades:
1. Comisiones Bajas: FUNDAMENTAL, los costes que nos cobran en forma de comisiones
son nuestro enemigo principal. Para saber cuáles son los costes totales que nos cobran al
invertir en el fondo, nos tenemos que fijar en el TER (Total Expense Ratio). Este ratio nos
permite conocer el porcentaje que suponen los gastos totales soportados por el fondo,
incluyendo las comisiones de gestión, depósito, éxito o auditoría.
Lo ideal es que el TER no sea superior al 0,5%. Puede darse el caso de que nos encontremos
con algún fondo que lo tenga entre el 0,5% y el 1% pero que pueda merecer la pena invertir
en el si esperamos que nos dé una rentabilidad alta. Huye de los fondos indexados cuyo TER
sea superior al 1%.
¿Cómo se aplica el TER? Muy fácil, imagina que tienes invertidos 10.000 € durante un año en
un fondo que tiene un TER del 1%.
Esto significa que pagarías 100 € al año en comisiones, pero no los pagarías de golpe, si no
que pagas una pequeñísima parte proporcional al día, que sería el resultado de hacer:
Esto se hace así porque no sería justo que pagara lo mismo una persona que ha invertido
todo un año en el fondo que otra que sólo ha invertido durante 1 mes. En este último caso, se
debería dividir entre 30 días en vez de 365.
Para saber cuál es el TER de un fondo, lo podemos ver en su Prospecto Informativo (se
puede encontrar fácilmente en Google) o directamente buscando el fondo en la página de
Morningstar.
Aparte de las comisiones, también es importante tener en cuenta los impuestos que vamos a
tener que pagar únicamente cuando vendamos nuestras participaciones del fondo. Estos
impuestos son aproximadamente el 20% sobre la plusvalía (sobre el beneficio que
hayamos obtenido de la inversión).
2. Cuidado con la inversión mínima inicial y sucesivas: Recuerda la importancia que
tenía la inversión periódica (Estrategia DCA, Dollar Cost Averaging, vista en el capítulo 2)
para que nuestros ahorros y el interés compuesto trabajen de forma conjunta haciendo que
nuestras inversiones crezcan de forma exponencial.
La mayoría de los fondos, exigen un mínimo de dinero para invertir por primera vez en el y
otro mínimo para realizar aportaciones al fondo. Lo ideal es elegir fondos que no tengan
cantidades mínimas para invertir o que las tengan lo más bajas posibles (existen
muchos cuya inversión mínima inicial es de sólo 200€ y las sucesivas aportaciones
de 50€). No os preocupéis por esto, más adelante veremos también ejemplos de fondos
reales en los que no existe mínimo de entrada.
3. Que la gestora sea buena: Amundi, Pictet y Vanguard son las tres gestoras que os
recomiendo. Todas cuentan con muchos años de experiencia, gestionan mucho dinero y
transmiten profesionalidad a la vez que confianza. Además, son las que ofrecen la mayoría de
los brokers en España y prácticamente todos sus fondos tienen unas comisiones bajas.
IMPORTANTE, los bancos “de toda la vida” están aprovechando el auge que está teniendo
la gestión pasiva en los últimos años para comercializar fondos indexados basura, estos
fondos tienen unas comisiones altísimas y, por lo general, un comportamiento mediocre.
Podemos poner como ejemplo al fondo “Liberty Euro Stock Market FI”, el cual tiene como
gestora a Bankia y unos gastos totales (TER) del ¡2,37%!
¡Que no os engañen!, la diferencia que existe de las comisiones que nos cobran entre un
fondo bueno y uno malo puede llegar a ser de más del 2%. Esto puede perjudicar gravemente
a nuestra rentabilidad final, vamos a verlo con un ejemplo:
Imagina que estas estudiando dos fondos para invertir en ellos. El primero es un fondo
“barato” con un TER del 0,37% y una rentabilidad esperada del 8%. El segundo es el Liberty
Euro Stock Market, con un TER del 2,37% y una rentabilidad esperada del 6% (la diferencia
entre ambas rentabilidades esperadas es el 2% de diferencia entre los TER).
Hemos decidido invertir 200 € mensuales durante 25 años. Estos son los resultados:
En los primeros años apenas se nota la diferencia entre ambos fondos, pero a medida que va
aumentando el tiempo y el patrimonio, los costes empiezan a tener mayor importancia. Al
final de los 25 años, el fondo barato ha conseguido generar casi 30.000 € más (en concreto,
26.978,68 €).
Por tanto, ten siempre presente que los costes de un fondo pueden marcar la diferencia.
4. Que siga el índice lo más cerca posible: Como hemos visto anteriormente, el objetivo
de los fondos indexados es replicar a un índice de referencia, por tanto, contra mejor
replique a dicho índice, mejor estará cumpliendo su función. El ratio Tracking Error es un
porcentaje que mide la desviación de la diferencia de rentabilidades del fondo indexado con
su índice. Cuanto más se acerque su valor a cero, mejor estará replicando el fondo al
índice.
Para replicar los índices, las gestoras usan distintas técnicas, la más recomendada de todas
es la réplica física. Consiste en que el gestor compra TODOS los valores del índice (por
ejemplo, si hablamos del S&P 500, compraría las 500 acciones que forman el índice). Es sin
lugar a dudas el mejor método de replicación, además es el que usan la mayoría de
los gestores y recomiendo que todos vuestros fondos hagan réplica física ya que, el
tracking error es muy bajo (no suele ser mayor del 0,5%)
5. Que sea traspasable: Esto nos va a servir para que no nos penalicen con dinero cuando
hagamos rebalanceos en nuestra cartera. Cuanto menos dinero nos dejemos por el camino,
mejor.
6. Elige fondos que acumulen dividendos: En el anterior capítulo vimos la diferencia
entre fondos de distribución y fondos de acumulación. Recomiendo que tu cartera este
formada por fondos indexados que acumulen dividendos e intereses. Es un pequeño
detalle que hará que aprovechemos mejor el efecto del interés compuesto, haciendo que
nuestra rentabilidad a largo plazo sea mucho mayor.
4.5. Analizando fondos en profundidad de forma
práctica a través de ratios (usando Morningstar)
Las características que acabamos de ver en el apartado anterior, son el primer y más
importante filtro que deben pasar todos los fondos indexados que seleccionemos.
Realmente lo importante es que se cumplan las condiciones anteriores, en el caso
de los fondos de inversión indexados (y más pensando a largo plazo), no nos
tenemos que obsesionar analizando ratios, está bien conocerlos y saber para qué
sirven, pero realmente tiene más sentido analizarlos cuando hablamos de gestión
activa (la cual he comparado con la pasiva en el punto 3.8.).
Este punto es para los curiosos, para aquellos que quieran hacer un análisis en profundidad
del fondo a donde van a invertir su dinero. ¡Vamos allá!
Lo primero que vamos a hacer es entrar en Morningstar y buscar el fondo que queremos
analizar, ya sea por su nombre o por su ISIN:
Una vez hayamos entrado en la página del fondo, nos encontramos con los primeros datos,
con la información que nos da una visión general de dicho fondo:
La información más útil que podemos sacar de esta pantalla es la siguiente:
Rating Morningstar: Como podéis observar, al lado del nombre del fondo,
aparecen unas estrellas. Los analistas de Morningstar valoran a los fondos con un
sistema que va de 1 estrella mínimo a 5 máximo.
VL (Valor Liquidativo): Es el precio que nos vale cada participación del fondo en
ese momento.
Categoría Morningstar y ISIN: La categoría nos dice el tipo de activos en el que
invierte (Renta Variable / Renta fija …) y en que se centra (Europa, Asia, Emergentes,
…). El ISIN es como el número del D.N.I. de cada fondo. También es interesante saber
en qué moneda está denominado el fondo, suele aparecer al final del nombre completo
del fondo (en este caso, está en euros, Pictet Emerging Europe R EUR).
La ventaja de invertir en un fondo denominado en euros es que nos ahorramos el cambio
euro-divisa al comprar/vender las participaciones del fondo. Sin embargo, seguimos
expuestos al riesgo divisa de los activos en los que invierte el propio fondo.
Patrimonio del fondo: en millones
Gastos Corrientes: Es el TER del fondo.
Rentabilidades: Debajo de la gráfica tenemos la rentabilidad que ha obtenido el
fondo en los últimos años (Fondo). Además, nos dan información comparativa con otros
fondos de la misma categoría (+/- Cat) y también compara la rentabilidad del fondo con
la del índice de referencia (+/- Ind)
Nota importante con respecto al análisis de la rentabilidad de un fondo:
A la hora de analizar un fondo, una de las cosas en las que más nos interesamos es en la
rentabilidad esperada que podría obtener en el futuro. Para hacer el análisis de si el fondo es
rentable o no, de si es bueno o malo, os aconsejo que nunca miréis las estrellas asignadas
por Morningstar. Que un fondo tenga cinco estrellas no quiere decir que sea mejor que otro
que tiene tres, es más, suele ser al revés. Esto se debe a que el sistema de puntuación de
estrellas que elaboran los expertos de Morningstar están basados principalmente en los
resultados que los fondos han obtenido en el pasado. Esto es un error, que un fondo haya
tenido una buena actuación en el pasado no nos asegura que la siga teniendo en el futuro,
las rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Que el Real Madrid
haya ganado los dos años anteriores la Champions League no quiere decir que la vaya a
ganar al año siguiente.
Para saber si un fondo está obteniendo un buen o un mal resultado, lo mejor es mirar su
rentabilidad y compararla con respecto a otros fondos de la misma categoría (+/- Cat). ¿Por
qué?
Imagina que eliges un fondo que invierte en renta variable de países emergentes y que has
obtenido un 10% de rentabilidad, seguramente te alegrarás porque es una rentabilidad muy
alta, ¿verdad?
Lamento decirte que esto no funciona así, si tu fondo ha obtenido un 10% y la rentabilidad
media de otros fondos de la misma categoría es del 15%, este fondo no está obteniendo los
resultados que debería obtener y, además, teniendo en cuenta la rentabilidad que te está
dando (por debajo de la media), es posible que estés asumiendo un riesgo mayor al que
deberías.
Por tanto, un buen punto de partida a la hora de analizar un fondo, es compararlo con otros
de la misma categoría.
Fin de la nota.
Para acceder a los ratios, vamos a pulsar en la pestaña “Rating y Riesgo”, donde nos
aparecerá lo siguiente:
Medidas de volatilidad
Volatilidad: Realmente, el ratio que se refiere a la volatilidad es conocido como
desviación estándar o desviación típica. La desviación típica nos ofrece en una sola
cifra toda la información que necesitamos sobre la volatilidad (riesgo) que ha tenido un
activo en el pasado, recuerda que la hemos visto en el punto 1.4. con un ejemplo, si te
has olvidado de cómo interpretar el porcentaje que nos da, échale un vistazo para
refrescar la memoria, ¡Es importantísimo!
Rentabilidad Media 3a: Nos informa del retorno que ha obtenido el fondo como
media en los últimos 3 años.
Ratio de Sharpe: Es una medida para analizar la rentabilidad de una inversión
según el riesgo que suponga dicha inversión.
A la hora de invertir, es importante no solamente fijarse en la rentabilidad de un fondo sino
también en el riesgo que conlleva obtener esa rentabilidad. Con el ratio de Sharpe podemos
comparar carteras con riesgos diferentes y saber cuál ha tenido más éxito.
Se calcula como la diferencia entre la rentabilidad del fondo que queremos estudiar y la de
un activo libre de riesgo (por ejemplo, los bonos alemanes a 10 años), todo esto dividido por
su volatilidad (medida como su desviación típica). Contra más alto sea, mejor.
Imagina que Rodrigo invierte en acciones y ha conseguido obtener un 10% de rentabilidad
en un año. Andrea, una amiga suya, también ha invertido en acciones, obteniendo un 6% de
rentabilidad a lo largo del mismo año. A la hora de elegir un “ganador”, parece que lo más
lógico es que sea Rodrigo con diferencia, sin embargo, Rodrigo ha invertido en activos con
mucho más riesgo y, para hacer una comparación en igualdad de condiciones, tendríamos
que ajustar la rentabilidad según el riesgo que han asumido para saber quién de los dos ha
sacado más partido a su inversión.
Suponiendo que el bono alemán a 10 años da una rentabilidad del 1,5% y que la desviación
típica de Rodrigo es del 8% frente al 3% de Andrea, el ratio Sharpe para Rodrigo, aplicando
la fórmula de arriba, sería de un 1,06 y el de Andrea de un 1,5.
Por tanto, podemos afirmar que, en este caso, Andrea ha obtenido mayor rentabilidad
teniendo en cuenta el riesgo que se ha tomado en la inversión.
Estadísticas modernas de cartera
R² : También conocido como coeficiente de determinación.
Mide qué parte de la variación de una variable viene explicada (se puede predecir) por la
variación de la otra. Puede tener valores entre 0 (ninguna relación lineal) y 1 (relación lineal
perfecta).
En otras palabras, el R² nos dice la relación que tiene nuestro fondo con el índice que sigue
de referencia, si es del 80, por ejemplo, quiere decir que el 80% de los movimientos que se
den en nuestro fondo están explicados por los cambios que se producen en su índice de
referencia.
¿Para qué nos sirve esto?
Principalmente nos ayuda a diversificar, imagina que tenemos sólo dos fondos en nuestra
cartera y ambos tienen un índice de correlación muy alto, por ejemplo, del 90, con el
S&P500.
Esto nos diría que nuestra cartera está muy poco diversificada, ya que ambos fondos estarían
invirtiendo prácticamente en lo mismo.
Otra utilidad que le podamos dar es, en caso de duda entre dos fondos que tengan un
coeficiente de determinación similar, elegiríamos el que mejor Beta y Alfa tengan.
Beta: Es uno de los principales indicadores económicos para estimar el riesgo de
una inversión ya que hace referencia a la volatilidad que tiene un fondo.
Beta = 1 significa que el fondo que estamos analizando es tan volátil como el mercado. Si el
mercado cae un 10%, el fondo también caerá un 10%.
Beta > 1 significa que el fondo es más volátil que el mercado. Si la beta es de un 1,2 y el
mercado cae un 10%, el fondo caerá un 12% (que es el resultado de multiplicar 10 x 1,2).
Beta < 1 significa que el fondo es menos volátil que el mercado. Si la beta es de un 0,5 y el
mercado cae un 10%, el fondo caerá un 5% (que es el resultado de multiplicar 10 x 0,5)
Gracias a la beta, podremos saber si queremos asumir un mayor o menor riesgo. Si el
inversor está indeciso entre dos fondos y tiene claro que no quiere asumir muchos riesgos,
elegirá el fondo de menor Beta. Los fondos indexados al tener como objetivo replicar al
mercado, tendrán prácticamente siempre un Beta muy cercano a 1.
Nota: No podemos comparar la Beta de dos fondos que repliquen a un índice/mercado
distinto ya que, el ratio Beta se establece precisamente teniendo en cuenta el riesgo del
índice al que hace referencia dicho fondo.
Alfa 3a: Nos mide la rentabilidad adicional que obtiene dicho fondo. Es decir, la
diferencia entre el retorno que nos ha dado y su rentabilidad esperada.
Alfa > 0 significa que el rendimiento real obtenido por la inversión ha superado al
rendimiento esperado.
Alfa < 0 significa que el rendimiento real obtenido por la inversión ha sido inferior al
rendimiento esperado.
4.6. Ejemplos de fondos buenos reales para
invertir nuestro dinero
En este apartado voy a poneros una selección de fondos que he analizado y cumplen con
todos los criterios que debe tener un buen fondo de inversión para invertir en el (vistos en el
punto 4.4.).
Voy a clasificarlos de la siguiente forma:
1. Diferenciación dependiendo del activo en el que inviertan:
Renta Variable
Renta Fija
Otros Activos
2. En cada categoría anterior, habrá una “subclasificación” en función de la zona geográfica
en la que invierta cada fondo
Atención: Intento dar todo lo más masticado posible para que os resulte sencillo dar el
primer paso a invertir, pero, cada elección de inversión, cada fondo escogido, es
responsabilidad vuestra, tanto para lo bueno como para lo malo. Todos los datos los he
mirado en Septiembre de 2017 con mi bróker, Renta 4, también os aconsejo que en el
momento que invertís os aseguréis de que la información de cada fondo es correcta ya que,
podría haber cambiado. ¡EMPEZAMOS!
Renta Variable
Global
Amundi Index MSCI World AE-C (ISIN: LU0996182563)
Fondo indexado de renta variable que tiene como objetivo replicar al índice MSCI World, el
cual incluye acciones de 1652 empresas repartidas en 23 países desarrollados de todo el
Mundo. Es un fondo de acumulación, por lo que no reparte dividendos, lo que nos permite
aprovechar el efecto del tipo de interés compuesto y no tener que pasar por Hacienda. De
acuerdo con Morningstar, sus gastos corrientes (su TER), son del 0,30%. La inversión
mínima para entrar en este fondo es de 200 € y las aportaciones sucesivas las podremos
hacer a partir de 50 €. El fondo está gestionado por Amundi y tiene domicilio fiscal en
Luxemburgo.
Aquí te dejo una imagen sacada de Morningstar donde podemos ver las posiciones que
tienen más peso en el fondo y su diversificación por sectores y países:
Este es uno de mis fondos favoritos, considero que está muy bien diversificado y que tiene
unos costes bastantes bajos. El principal problema es que no invierte en países emergentes,
por lo que, si queremos tener en nuestra cartera esta clase de países, vamos a tener que
añadir otros tipos de fondos que vamos a ver a continuación.
Enlace MSCI World Index:
https://www.msci.com/documents/10199/890dd84d-3750-4656-87f2-1229ed5a5d6e
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F00000T66U
Amundi Index MSCI Emerging Markets AE-C (LU0996182563)
Fondo indexado de renta variable que tiene como índice de referencia el MSCI Emerging
Markets, el cual está compuesto por 839 empresas repartidas en 24 países emergentes de
todo el Mundo. Es el complemento ideal para el fondo anterior ya que añade peso de países
emergentes a nuestra cartera. Es un fondo de acumulación y su TER es de un 0,45%. Como
en el caso anterior, esta gestionado también por Amundi y tiene su domicilio fiscal en
Luxemburgo. Un pequeño problema es que su inversión mínima inicial se ha incrementado
hace poco tiempo y para entrar necesitamos 1.000 €. Podremos realizar las aportaciones
sucesivas a partir de los 100 €.
Sinceramente, considero que es un fondo muy completo y que merece la pena tener dinero
invertido en él, es una pena que el coste mínimo de entrada sea algo caro, pero en caso de no
contar con esos 1.000 €, podéis ahorrar de manera periódica hasta llegar a esa cantidad.
Aquí tenéis la distribución en porcentajes del fondo:
Nota: Tanto este fondo como todos los que invierten en países emergentes, tienen una
volatilidad alta, por lo que aconsejo no darle un gran peso en nuestra cartera (máximo el
20% del total de nuestra cartera).
Enlace MSCI Emerging Index:
https://www.msci.com/documents/10199/24d5baf3-d8ad-4280-adbf-f727a9cfa4b4
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F00000T8H9
Pictet-Emerging Markets Index R (LU0474968020)
Nos encontramos con un fondo muy parecido al anterior, en este caso, gestionado por Pictet,
gran gestora al igual que Amundi.
También replica al índice MSCI Emerging Markets. En este caso, el TER es más elevado, del
0,91%. Si tuviera que elegir entre este fondo y el anterior para invertir en mercados
emergentes, elegiría sin duda el de Amundi. La principal ventaja que tiene este es que la
inversión inicial es de 200 € (recuerda que en el anterior era de 1.000 €). Sin embargo, las
inversiones sucesivas tienen que ser también como mínimo de 200 €.
Europa
Pictet-Euroland Index R (ISIN: LU0255981135)
Este fondo indexado de renta variable se centra en la Zona Euro. Tiene como objetivo
replicar al índice MSCI EMU, que está compuesto por 241 grandes empresas. Fondo de
acumulación que tiene un TER del 0,75%. Tanto su inversión mínima como sus aportaciones
sucesivas tienen que ser de 200 €.
Es un buen fondo para aquellos que quieren aumentar el peso de la Zona Euro en su cartera.
Enlace EMU Index:
https://www.msci.com/documents/10199/14d76463-8492-4ba7-9fff-10a988d67cdf
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=FOGBR05K0E
Amundi Index MSCI Europe AE-C (LU0389811885)
Fondo indexado de renta variable bastante similar al anterior, en este caso, invierte en
empresas de TODA Europa (antes era sólo de la Zona Euro). Gestionado por Amundi, replica
al índice MSCI Europe, compuesto por 444 empresas repartidas en 15 países desarrollados
europeos. Su TER es del 0,30%, inversión mínima de 200 € y aportaciones sucesivas de 200 €
como mínimo.
Es otra opción alternativa a la anterior para aquellos que quieran dar más importancia a
Europa en su cartera.
Enlace MSCI Europe Index:
https://www.msci.com/documents/10199/861bb4d4-7a59-489b-8cef-bb104e152e3c
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F00000286Y
Fidelity Euro Stoxx 50 A-Acc (LU0261952682)
Amundi y Pictet son mis dos gestoras favoritas (y las que siempre recomiendo) pero, ¿por
qué no dar una oportunidad a los fondos indexados de una buena gestora como Fidelity?
Con este fondo se nos presenta una nueva propuesta para invertir en la zona euro. Pretende
reproducir la rentabilidad del Dow Jones EURO STOXX 50, compuesto por 50 grandes
empresas (de las cuales 5 son españolas) repartidas en países desarrollados de la eurozona.
Su TER es muy parecido al de otros fondos similares (0,35%) y puedes acceder al fondo con
un mínimo de 200 €.
Norteamérica
Amundi Index MSCI North America AE-C (LU0389812347)
Este fondo invierte en grandes empresas de Estados Unidos y Canadá. Replica al MSCI
North America y tiene unos costes (TER) bastante asequibles, del 0,30%. Podemos invertir en
el a partir de un mínimo de 200 €.
Gran fondo para los amantes de la economía norteamericana y sus grandes empresas como
Apple, Amazon, Johnson & Johnson, …
Enlace MSCI North America Index:
https://www.msci.com/documents/10199/46aa6590-4ca0-4bfb-bc51-3ca9c297c4ff
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F000002873
Pictet-Usa Index R Eur (LU0474966248)
A diferencia del anterior, este fondo invierte prácticamente el total de su patrimonio en los
Estados Unidos ya que replica al famoso índice americano S&P 500, formado por las 500
empresas más importantes del país. Su coste es de un 0,75% y entrada mínima de 200 €.
Lo único negativo es la poca diversificación del fondo, se centra sólo en un único país, pero
también tenemos que tener en cuenta que se trata de Estados Unidos, una gran potencia con
grandes multinacionales y que todo apunta a que seguirá siendo así en el futuro.
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F00000MIC1
Pacífico
Amundi Index MSCI Pacific ex Japan AE-C (LU0390717543)
Este fondo replica al MSCI Pacific ex Japan, compuesto por 149 empresas de Australia,
Nueva Zelanda, Singapur y Hong Kong. Tiene un TER del 0,30% y una inversión mínima
inicial de 200 €.
El problema de este fondo es su poca diversificación, son grandes países económicos, pero al
fin y al cabo, es un fondo compuesto solamente por 4 países pequeños.
Enlace MSCI Pacific ex Japan Index:
https://www.msci.com/documents/10199/c88344ba-d9b6-48af-b7ab-06342d7b677b
Enlace Morningstar:
http://www.morningstar.es/es/funds/snapshot/snapshot.aspx?id=F000002HT2
Para los que estén muy interesados en invertir en este fondo, a pesar de su poca
diversificación, recomiendo complementarlo con el Amundi Index MSCI Japan AE-C
(LU0996180864) o el Pictet Japan Index R, con los cuales añadiríais Japón a vuestra cartera.
Renta Fija
Recuerda que la renta fija nos da una menor rentabilidad que la variable a cambio de una
mayor seguridad en nuestra inversión. Por tanto, añadir activos de renta fija a nuestra
cartera la haría más estable pero menos rentable.
Como ya dije en el capítulo 4.1. donde hablaba del Asset Allocation, pienso que las personas
que son menores de 45 años, aún están viendo de “lejos” la jubilación y tienen un horizonte
temporal bastante grande, por lo que deberían invertir todo en renta variable, por otra parte,
esto es una opinión mía personal, y la elección que tomemos debe depender de varios
factores que componen nuestro perfil de inversor, uno de los más importantes, la aversión al
riesgo, no todo el mundo puede afrontar de manera igual el riesgo y las pérdidas.
Estas son las principales ventajas que nos puede aportar la Renta Fija a nuestra cartera:
1) Menor volatilidad que las acciones, lo que se traduce en una mayor estabilidad de nuestro
patrimonio.
2) En periodos de grandes bajadas y crisis, suelen amortiguar las caídas.
3) Los bonos son una forma de inversión distinta a las acciones, lo que nos da un plus de
diversificación a nuestra cartera.
Según el plazo de vencimiento que tengan, se pueden clasificar en bonos de corto plazo (de 1
a 3 años), medio (de 3 a 10 años) y largo (más de 10 años). Por lo general, a medida que
aumenta este plazo, los rendimientos son mayores pero los riesgos también aumentan, esto
se debe a que se está expuesto durante un plazo mayor de tiempo a cambios en el tipo de
interés. Por lo que, si eres un inversor conservador, los bonos a corto plazo son tu mejor
opción.
Aquí tenéis una selección de fondos indexados de renta fija:
Global
Amundi Index J.P. Morgan GBI Global Govies AHE-C (LU0389812933)
Este fondo indexado de renta fija gestionado por Amundi invierte en bonos 13 países
desarrollados, aquí tienes los porcentajes que dedican a cada zona:
Caso 2: Cartera para un inversor joven (persona entre 20 y 40 años) usando fondos Vanguard
Nota: Ya he mencionado varias veces que recomiendo a las personas jóvenes que inviertan
únicamente en fondos de renta variable. Aun así, no todo el mundo puede aguantar este
riesgo ya que nuestra cartera va a ser muy volátil, por lo que a las personas jóvenes que
quieran mantener una mayor estabilidad en sus carteras, recomiendo añadir fondos de renta
fija. Un 75% de renta variable y un 25% de renta fija puede ser una buena combinación. Por
tanto, la cartera 1 nos quedaría así:
Si te fijas, ahora he añadido un fondo de renta fija a la cartera 1 (el Amundi Index J.P. Morgan
GBI Global Govies) y también he cambiado el Amundi Index MSCI Emerging Markets AE-C
por el Pictet Emerging Markets Index R (ambos son fondos muy similares que invierten en
países emergentes). Este último cambio lo he hecho con el objetivo de diversificar
gestoras, de tal forma que esta cartera cuente con dos fondos de Amundi y otros dos de
Pictet.
La cartera 2 quedaría así:
Caso 3: Cartera para un inversor de edad media (40-55 años)
Caso 4: Cartera para un inversor de edad media (40-55 años) usando fondos Vanguard
Caso 5: Cartera para un inversor que tiene cerca la jubilación (55-65 años)
Caso 6: Cartera para un inversor que tiene cerca la jubilación (55-65 años) usando fondos
Vanguard
4.9. Indexa Capital: Los vagos también invierten
Indexa Capital es un gestor automatizado de carteras, es decir, su función es hacer todo el
“trabajo sucio”, nosotros sólo nos tenemos que ocupar de decirles la cantidad que queremos
invertir y con qué frecuencia, y ellos, se ocupan tanto de invertir en carteras de fondos
indexados que se adecuen a nuestro perfil de inversor como de hacer los futuros
rebalanceos que nos aseguren la mayor rentabilidad y el menor riesgo.
¿Cómo funciona?
El primer paso que va a tomar Indexa es hacernos un test de 10 preguntas con las que les
ayudaremos a que conozcan nuestro perfil de inversor y la tolerancia que tengamos para
asumir riesgos (nos preguntaran sobre nuestra edad, nuestros objetivos, la experiencia que
tenemos como inversores, la reacción que tendríamos ante pérdidas, … preguntas muy
sencillas de contestar).
Se tiene que contestar de la manera más objetiva posible porque el resultado de este test va
a ser lo que determine la cartera que Indexa cree que es la que más se adecua a nosotros.
Una vez acabado el test, Indexa te asigna una cartera que se ajusta a tu perfil y te muestra
información interesante de ella (riesgo, rentabilidad esperada, etc…)
Nota: Para hacer este test no es necesario estar registrado ni ser cliente, podéis encontrarlo
en su página oficial.
¿Qué comisiones me van a cobrar?
Al invertir con Indexa vamos a tener que sumar al ya conocido TER, dos comisiones más.La
primera es la que nos cobra la propia Indexa por gestionar nuestra cuenta, esta comisión
tiene varios tramos dependiendo del dinero invertido:
Hasta 100.000 €: 0,45% sobre la cartera
De 100.000 € a 500.000 €: 0,25% sobre la cartera
De 500.000 € a 1.000.000 €: 0,15% sobre la cartera
Más de 1 millón de euros: 0,10% sobre la cartera
Para una mayor seguridad, nuestra inversión en Indexa se encuentra custodiada por un
tercero en una cuenta de valores a tu nombre en Inversis Banco (que es un gran banco
especializado en inversión). Por esto, Inversis nos va a cobrar una comisión del 0,18%
Al sumar TER + comisión Indexa + comisión Inversis, obtenemos un coste total anual del
0,8% – 0,9% (varía en función del TER de los fondos de nuestra cartera).
Ventajas
Suelen usar fondos Vanguard, por lo que Indexa Capital es otra vía para invertir
en los mejores fondos del Mundo.
Seguridad: Indexa es una entidad autorizada y supervisada por el CNMV y
también está adscrita al FOGAIN, lo que nos da seguridad como inversores y nos cubre
hasta los 100.000 € (lo hemos visto en capítulos anteriores).
Sus carteras están muy bien diversificadas, por lo que reducen mucho los riesgos
que se pueden asumir como inversor.
Nos podemos olvidar de rebalancear nuestras carteras, van a ocuparse de que
los vaivenes del mercado no cambien la asignación inicial de nuestra cartera mediante
rebalanceos periódicos. Además, cada cierto tiempo nos van a volver a hacer un test
para ver si nuestro perfil de inversor sigue siendo el mismo y, si no es así, cambiar la
composición de nuestra cartera para hacerla más/menos conservadora.
Desventajas
Se necesitan 1.000 € para abrir una cuenta en Indexa.
Como acabamos de ver, las comisiones son un pelín más elevadas que si lo
gestionamos por nuestra cuenta, a pesar de esto, no es una gran diferencia y puede
merecer mucho la pena.
No elegimos nuestro Asset Allocation: El test que nos hacen los profesionales
de Indexa determina nuestro perfil de inversor y, a partir de este, asignan los
porcentajes que forman nuestra cartera. No puedes elegir si quieres tener una cartera
que invierta más en USA, Europa, en países emergentes o en desarrollados, por
ejemplo. Este es el principal motivo por el que, de momento, no invierto con ellos.
Prefiero ser yo el que controla el 100% de mi cartera, entre otros motivos porque me
divierte hacerlo.
Como conclusión final, os aconsejo a todos estudiar esta posibilidad, es verdad que los costes
que tenemos que pagar son más elevados que si administramos nosotros nuestra cartera,
pero es una gran forma de invertir en fondos indexados y va a reducir prácticamente a 0 el
tiempo que le dedicamos y las preocupaciones por los riesgos de nuestra inversión. Además,
que inviertan mayoritariamente en fondos Vanguard es un gran punto a favor. Si estáis
interesados podéis entrar en la página oficial de Indexa Capital (por cierto, tienen un blog
magnífico y ponen artículos muy interesantes con respecto a la gestión pasiva).
CAPÍTULO 5: ¿Y AHORA QUÉ?
Se acabó.
A pesar de que confío en que el contenido de este libro haya sido más que suficiente para
que empieces hoy mismo a invertir en Bolsa y mejorar tu futuro, entiendo que quieras echar
mano a otras fuentes para confirmar lo que has leído aquí.
Este es el motivo por el que escribo este capítulo “bonus”, para dar al lector información
complementaria. Todo lo que ponga aquí me ha servido a mí para aprender y estoy seguro de
que a vosotros también os va a ayudar. ¡Vamos allá!
Empiezo por libros:
- The Boglehead’s Guide to Investing:
Gran libro de inversión escrito por Taylor Larimore y Mel Lindauer, que son los fundadores
del movimiento “Bogleheads” sobre la filosofía inversora del famoso John Bogle.
Repasan todos los ingredientes necesarios para hacer una cartera de inversión en el largo
plazo. Se puede leer sin ningún conocimiento previo y está disponible en Amazon por unos
20 euros. Eso sí, de momento sólo en inglés, aunque ya se ha confirmado que Deusto y Cobas
AM están trabajando para traducirlo al español.
- Libros de Gregorio Hernández Jiménez:
Gregorio es un famoso inversor y escritor de libros sobre finanzas. Es verdad que no se
centra en una filosofía de inversión que tenga como principal instrumento los fondos de
inversión indexados, pero tiene libros que abarcan todo tipo de contenidos relacionados con
la Bolsa, desde temas muy básicos hasta nivel experto. Nos puede servir como base sobre el
mundo de los mercados financieros.
Sus libros también se pueden encontrar en Amazon a un precio asequible. ¡Muy
Recomendable!
En cuanto a recursos online, destaco dos páginas:
- El foro de Rankia:
En el encontrareis temas relacionados con muchos estilos diferentes de inversión.
La filosofía Bogle y la inversión a largo plazo mediante fondos indexados tienen “hilos”
únicamente dedicados a hablar sobre ello. Allí encontraréis a muchos inversores (de todos
los niveles) que están dispuestos a aconsejaros y ayudaros en lo que sea.
Registrarse en Rankia es gratis, si aún no lo estás, considero que es una gran oportunidad
para seguir avanzando en este mundillo.
- El blog de Antonio R. Rico ( www.inversorinteligente.net ): Es posible que ya le
conozcas, uno de los inversores españoles más famosos por sus blogs, los cuales recomiendo
leer a todo el mundo. Antonio sí que se centra bastante en carteras a largo plazo formadas
por fondos indexados. Tiene muchos artículos excelentes y, por supuesto… gratis.
Y… ¡Ya está!
No quería hacer una lista interminable de recursos, prefiero centrarme en calidad antes que
en cantidad. A pesar de ser sólo cuatro cosas, tenéis horas y horas de contenido para ampliar
vuestra formación financiera. ¡Espero que lo encontréis útil!
CAPÍTULO 6: AGRADECIMIENTOS,
CONTACTO Y TEMA DONACIÓN
BENEFICIOS DEL LIBRO
Querido lector, antes de nada, quiero darte las gracias por haber llegado hasta aquí y haber
depositado tu confianza en mí. Comprendo que no es fácil confiar en una persona de poca
edad cuando se habla de temas técnicos, y mucho menos cuando se trata de dinero.
Escribir este libro ha sido un proceso bastante gratificante que me ha quitado bastante
tiempo, pero considero que ha merecido la pena.
Como ya sabes, mi libro tiene dos principales objetivos, el primero es fomentar la cultura
financiera en nuestra sociedad, y el segundo, ayudar a aquellas personas que están luchando
contra el Alzheimer.
Quiero que sepas que estoy a tu completa disposición, puedes mandarme a
vivepasivamente@gmail.com cualquier duda o sugerencia y yo estaré encantado de
contestarla. Es posible que de vez en cuando haga actualizaciones del libro en la que incluya
la respuesta a vuestras dudas o incluso añadir nuevo contenido.
Cada vez que me escribáis os incluiré en una lista de correo, de tal forma que os pueda
notificar con cualquier modificación o comunicaros cosas enfocadas a las finanzas que os
puedan servir de interés. Si no tienes dudas o sugerencias sobre el libro, pero quieres estar
en esta lista, también puedes mandarme un correo y te incluiré para que estés informado.
Realmente creo que tenemos que mejorar la cultura financiera, hablando tanto de mi país,
España, como del resto del mundo. Estoy contento de haber aportado un pequeño grano de
arena.
Como dije al principio del libro, el 100% del beneficio que obtenga será donado a una causa
que ayude a combatir el Alzheimer. Aún no sé exactamente a qué proyecto destinar este
dinero, por lo que si queréis podéis mandarme sugerencias al mismo correo que he puesto
más arriba (lo único que pido es que las propuestas sean en relación a ayudar a las personas
y familiares afectadas por el Alzheimer).
¿Cómo podéis saber que el beneficio será donado?
Por supuesto que me gustaría aseguraros la mayor transparencia en esto, con este objetivo lo
que voy a hacer son dos cosas:
1. Publicar una actualización anual (en el mes de Diciembre) del libro, donde al final
de este incluya capturas de pantalla, tanto de las ventas que ha tenido el libro y su
beneficio como de la donación que se haya realizado.
2. Cada vez que haga una donación, os mandaré un mensaje a todas las personas que
estéis en mi lista de correo con todos los datos.
Vuelvo a daros las gracias por invertir vuestro tiempo y dinero en mi libro, os aseguro que,
gracias a ello, hoy hemos cambiado un poquito a mejor el Mundo.