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1.

Introducción
El ácaro del arroz (Steneotarsonemus spinki Smiley), asociado al hongo Sarocladium
oryzae Sawada, fue reportado en octubre del 2003, en algunas de las principales
regiones arroceras de Panamá (Provincias de Coclé y Panamá), provocando
vaneamiento y manchado de grano. Panamá es el primer país de América continental
en registrar la presencia de S. spinki, el cual es considerado como la plaga más
importante en el cultivo del arroz en Asia Tropical.
Los primeros trabajos que estudiaron los diferentes aspectos del complejo "Ácaro-
Hongo", se realizaron en Asia y trataron temas como la bio-ecología, dinámica
poblacional y huéspedes alternos de S. spinki, entre otros. La presencia del ácaro en
Cuba en 1998, aportó datos valiosos y a su vez contrastantes con los observados en
Asia.
El objetivo de este manual es brindar las recomendaciones que los conocimientos
actuales nos permiten, a los técnicos de los sectores público y privado, como a los
productores de arroz. Con esta guía se pretende ampliar los conocimientos en el
manejo del complejo "ácaro-hongo-bacteria" y, además, facilitar la labor de capacitación
a los productores arroceros del país, apostando al Manejo Integrado del Cultivo (MIC),
como la mejor estrategia para enfrentar este problema fitosanitario emergente.

2. Generalidades del ácaro


El ácaro fitófago, cuyo nombre científico es Steneotarsonemus spinki, es conocido
comúnmente como el ácaro de la vaina del arroz. Es una plaga que tiene como
principal hospedante al arroz (Oryza sativa L.).
Causa daño mecánico a la planta a lo largo del interior de las vainas de las hojas,
afecta directamente el raquis de las panículas e influye en los mecanismos de
circulación de los nutrientes. Las panículas presentan granos malformados, manchados
y un porcentaje importante de granos vanos. Esto se refleja en una disminución de los
rendimientos que puede oscilar entre 30 a 60%, dependiendo de la susceptibilidad de la
variedad. Aunque las lesiones mecánicas que ocasiona el ácaro son poco profundas, el
mayor problema consiste en que disemina las conidias del hongo oportunista
Sarocladium oryzae (Sawada/Gams&Hawks), quien ocasiona la enfermedad conocida
como "Pudrición de la vaina". La población de Steneotarsonemus spinki se incrementa
a partir de la fase de inicio del primordio floral hasta la apertura de panícula. Por otro
lado, las lesiones mecánicas facilitan la infección de las bacterias fitopatógenas,
favoreciendo al complejo y aumentando la severidad del mismo.

2.1 Ciclo de vida


La duración del ciclo de vida depende de las fluctuaciones de la temperatura, la
humedad relativa y la fenología del cultivo. Estudios realizados en Cuba, bajo
condiciones de laboratorio muestran que a temperaturas menores de 15 C ocurre la
muerte total del ácaro y a 16 C no se reproduce, presentándose una elevada
mortalidad. A 20 C el ciclo tiene una duración de 11 días; mientras que entre 24 y 28 C
el ciclo de vida presenta una duración de ocho días y entre 28 y 29 C su ciclo se acorta
más y presenta un mayor número de generaciones. El ciclo, bajo las condiciones de
Panamá, puede variar entre 4 y 12 días.
• Biología:
Huevo: Son pequeños, blancos, traslúcidos, ovoides y
alargados. Son colocados individualmente en los
espacios internos de las vainas. Una hembra puede
ovipositar (poner) 50 huevos en cinco días.
Ninfa: De coloración similar a los huevos, su cuerpo es
alargado, se diferencia del adulto porque posee tres
pares de patas e incrementa su tamaño hasta llegar a un
período de quiescencia o inactividad. Son acarreadas por
los machos adultos en la IV pata, y cuando la larva
alcanza la madurez sexual es copulada y liberada, para
luego tomar otra ninfa.
Adulto: Tiene 4 pares de patas. El cuerpo de la hembra y
el macho es transparente; el macho se distingue de la
hembra por el tamaño del cuerpo. El último par de patas
en el macho se utiliza para apretar y defenderse,
mientras que en la hembra son reducidas y de menor
tamaño.

Figura 1. Hembra adulta Macho adulto Vista de un macho adulto en


microscopio Electrónico
El largo y ancho promedio del Steneotarsonemus spinki es de 272 x 109 pm.

2.2 Hábitat de la plaga


Estudios realizados en Cuba muestran que el ácaro prefiere la segunda y tercera vaina.
La población máxima de S. spinki se encontró en la segunda vaina. Sin embargo, bajo
las condiciones agro climáticas de Panamá, las poblaciones más altas de S. spinki
fueron observadas particularmente en la tercera y cuarta vaina de las hojas, en la
sección media de la vaina, en la fase de embuchamiento (Figura 2).
Figura 2. Habitad preferencial de la plaga
2.3 Condiciones que favorecen la presencia y crecimiento de la plaga
• La mayor incidencia del ácaro es favorecido por un clima cálido y húmedo:
• Temperaturas elevadas (superior a 25 ºC)
• Elevada humedad relativa del aire (superior a 80%)
• Fluctuaciones de períodos secos seguidos de lluviosos, durante las fases de
crecimiento del cultivo. Cuando ocurren períodos con varios días sin lluvias la
población del fitófago baja, cuando retornan las lluvias, sube la humedad relativa
del aire y la población del ácaro se eleva.
• Densidad de siembra alta (superior a 3 qq/ha)
• Elevada aplicación de fertilizantes nitrogenados
• Mal manejo de la fertilización, en general
• Las etapas fenológicas del cultivo entre el embuchamiento y el grano lechoso.

2. 4 Mecanismos de diseminación
Otras características del ácaro están relacionadas a su diseminación en el campo,
pudiendo trasladarse de una planta a otra o de un campo a otro vecino, por medio de:
Los fuertes vientos, a través del agua, las maquinarias, los equipos agrícolas, los
trabajadores, las aves migratorias y por otros insectos.
Las hembras son las que migran, para sobrevivir y no se desarrollan hasta que se
restablecen las condiciones favorables para su multiplicación. Tiene la capacidad de
desplazarse hasta 100 metros y sobrevivir a períodos de inundación de hasta 92 horas.

3. Síntomas y daños del complejo


Los síntomas generalizados consisten en panículas vanas, algunas con curvaturas
anormales del pedúnculo (picó de loro) y en fase de maduración permanecen erectas.
Los granos se presentan vanos, o parcialmente llenos, algunos con curvaturas y
manchados, variando las manchas desde pardo claro hasta negro, lo cual afecta la
calidad molinera del grano. En las vainas de las hojas banderas se observa una
pudrición visible a lo largo de los bordes de estas, partiendo del punto de salida de la
panícula.

Generalmente, los síntomas se inician desde la primera a la quinta hoja; sin embargo,
las poblaciones aumentan a medida que transcurre la fase fenológica del cultivo,
registrándose los mayores niveles de ácaros en las vainas de la hoja bandera, se
encuentran en alta densidad en la espiguilla durante la floración, en el interior de los
órganos florales y en el grano hasta la fase de grano lechoso, que coincide con la fase
reproductiva (desarrollo de la panícula-floración) (Figuras 7 y 8).

En las fases reproductiva (apertura de las panículas) y de maduración, es cuando se


observan las mayores poblaciones del fitófago y es durante el llenado del grano,
cuando ocurre el mayor daño. Es en esta etapa del cultivo es cuando se presentan las
mejores condiciones para su alimentación y desarrollo. Este artrópodo ocasiona dos
tipos de daños: los directos, al alimentarse y los indirectos, al causar deformaciones y
diseminar patógenos.

3.1 Daños directos

El ácaro al alimentarse, extrae del tejido vegetal la sabia o contenido de las células,
presentes en las vainas de las hojas o en los granos, induciendo así a la
deshidratación, necrosis y muerte del tejido. El ácaro inyecta toxinas en el interior del
tejido provocando deformaciones en el grano (en forma de pico de loro), impidiendo su
llenado y ocasionando una elevada tasa de vaneamiento de la panícula y por ende la
disminución de los rendimientos (Figura 3 y 4).

Figura 3. A) Tejido deshidratado y necrosado B) Deformación de grano en forma de


"pico de loro".
Figura 4. Vaneamiento de la panícula.

3.2 Daños indirectos


Este ácaro tiene estrecha relación con el hongo Sarocladium oryzae, ya que este
fitófago transporta sobre su cuerpo, las estructuras reproductivas del hongo (conidias o
esporas) y al ocasionar el daño mecánico (ruptura del tejido vegetal) las inócula,
provocando la pudrición de la vaina de la hoja bandera. Esta afección impide o restringe
la emergencia de la panícula, causa manchas oblongas o irregulares de color café
grisáceo, además el vaneado y manchado del grano.
Estos síntomas también pueden ser provocados por otros microorganismos incluyendo
las bacterias oportunistas que se incorporan al complejo (Figura 5),

Figura 5. Manchado y pudrición de la vaina de la hoja bandera y del grano ocasionado


por Sarocladium oryzae
El uso de semilla certificada, previamente tratada, ayuda a minimizar los efectos de los
patógenos asociados a este complejo, como el hongo Sarocladium y las bacterias
fitopatógenicas que se transmiten por semilla.
4. Manejo integral del cultivo
Las dificultades para el control de este ácaro están dadas por sus características
etológicas y no por su potencial reproductor, o sea, por la ubicación del ácaro en el
interior de las vainas de las hojas del arroz. Este aspecto dificulta la penetración de los
plaguicidas y agentes biológicos utilizados en su control, por lo que es necesario
considerar la fenología del cultivo para determinar la fase más oportuna de aplicación.

4.1 La fenología del arroz y su importancia en el manejo integral del cultivo

La Figura 6 muestra los momentos fenológicos donde se puede lograr una mayor
efectividad del control químico y donde la población del ácaro es más vulnerable a los
efectos negativos del ambiente. El primero ocurre en la fase vegetativa, que va desde el
máximo macollamiento hasta el inicio del primordio (Figura 6A), entre los 45-55 días
después de siembra (dds1); mientras el segundo ocurre en la etapa reproductiva,
específicamente, durante el inicio del primordio floral hasta el inicio de la floración
(Figuras 6B, 6C y 6D).

Figura 6. Estados críticos del crecimiento del arroz relacionados con el manejo integral
del cultivo.

En el primer momento existen condiciones fenológicas del cultivo más favorables para
la aplicación del control químico o biológico, lográndose mayor efectividad del control
(mayor cobertura debido a que existen vainas de las hojas más abiertas). En el
segundo momento, en la fase reproductiva, desde el inicio del primordio floral hasta el
inicio de floración (85- 100dds), existe un mayor incremento de la población, debido a
que hay mayor alimento y un microclima más adecuado para su crecimiento y
desarrollo. Sin embargo, las condiciones fisiológicas de la planta permiten lograr un
mayor alcance de penetración del control químico, debido a que las vainas de las hojas
se encuentran abiertas a consecuencia de la presión que ejerce la panícula en el tallo,
reflejándose en una elevada eficiencia en el control.
Después de los 80-95 dds, durante la formación de la espiga (Figura 6D), los factores
del clima propician períodos de incremento y reproducción de la plaga, ya que se
presentan las mejores condiciones en la planta de arroz para que el ácaro alcance sus
máximas poblaciones y exprese su mayor daño.
Dada la importancia que la fenología tiene para el manejo integrado del cultivo, en la
Figura 7 se presentan, de manera esquemática, las diferentes fases fenológicas del
arroz (Vegetativa, Reproductiva y Maduración), su duraci6n aproximada y dentro de
cada fase, las diferentes etapas que van desde la germinaci6n de la semilla hasta la
maduración del grano, considerando la duración del ciclo de las variedades: Precoces
(hasta 115 dds), Intermedias (hasta 130 dds) y Tardías (superiores a 130 dds).
1dds= días después de siembra. Se refiere al día cero, o sea aquel en que existe la
humedad necesaria en el suelo para iniciar el proceso de germinación ya sea porque
llueva o se riegue la parcela, y no necesariamente corresponde al día que colocamos la
semilla en el suelo seco.

Figura 7. Las fases fonológicas del arroz y su relación con el manejo integrado del
cultivo

De acuerdo a la figura 7, se sugiere iniciar en la etapa de máximo macollamiento los


monitoreos pertinentes para determinar la presencia del ácaro y de otras plagas y
enfermedades, para aplicar las medidas de control correspondientes. También se
indican los períodos críticos o momentos más oportunos para efectuar los controles
químicos contra el ácaro. Se muestra, además, la etapa a partir de la cual se presentan
las condiciones más favorables para que se incrementen las poblaciones del artrópodo.
Es importante reiterar que los monitoreos deben tener una visión integral, no deben
plantearse exclusivamente para cuantificar la población de ácaros, sino que, debemos
observar la incidencia de problemas fitosanitarios, incluyendo otras plagas y
enfermedades causadas por hongos, bacterias fitopatógenas y nematodos. Además,
debemos monitorear los síntomas de las posibles deficiencias nutricionales del cultivo.

4.2 Preferencia del ácaro de acuerdo a la fase fenológica del cultivó


Para el entendimiento y estudio de cualquier tipo de plaga es necesario conocer la
dinámica poblacional de la misma, a través de cada una de las etapas fenológicas del
cultivo. A continuación se describe la preferencia poblacional del ácaro S. spinki en
cada una de las etapas dentro de cada fase fenológica.
4.2.1 Fase vegetativa
Se ha observado que la población inicia a partir de la etapa de macollamiento y
empieza su incremento poblacional dependiendo de las condiciones ambientales y de
manejo. Sin embargo, es de vital importancia el monitoreo especialmente en la última
etapa de esta fase (máximo macollamiento). A partir de allí empieza la nueva fase del
cultivo donde es crítico cualquier tipo de daño.
4.2.2 Fase reproductiva
El inicio de esta fase es la más importante en lo referente al daño que ocasiona el ácaro
en la planta de arroz. Desde el inicio de primordio hasta la etapa de embuchamiento es
el período en donde la población del ácaro debe mantenerse reducida para que su daño
sea mínimo. Es precisamente en esta etapa en donde la población del ácaro aumenta.
4.2.3 Fase de maduración
En esta fase se ha encontrado la mayor población del ácaro, ya que la arquitectura de
la planta propicia condiciones favorables para su multiplicación y desarrollo. Es
importante enfatizar que en esta etapa la población del ácaro debe estar controlada, se
ha observado, que es inútil cualquier tipo de control químico durante esta fase.
4.3 Prevención y manejo integrado del complejo
La implementación del manejo integrado del cultivo (MIC), como una estrategia de
manejo del cultivo, permite el empleo de los métodos de lucha de una manera
compatible, para mantener las poblaciones de la plaga, por debajo de un nivel que no
cause daños económicos. La eficaz utilización del MIC como estrategia de manejo y
control del complejo ácaro-hongo-bacteria, se refiere a poner en práctica una serie de
tácticas, que se detallan a continuación:
1El
desarrollo del punto 4.2 es una contribución de la Dra. Patricia Guzmán. (Empresa
CEGRACO, Coclé, Panamá
4.3.1 Prácticas culturales
Existe una amplia gama de prácticas agronómicas que se pueden aprovechar e
implementar para reducir las poblaciones de esta plaga, tales como:
 Mantener períodos libres de arroz en el campo, como períodos de veda.
 Eliminar por completo 1os restos de cosecha y de malezas
 Plantar los campos cercanos en un período no mayor de tres semanas
(colindancia)
 Control de malezas en muros, canales y áreas colindantes
 Realizar siembras escalonadas contrarias a la dirección de los vientos
predominantes y a la circulación del agua del riego
 Evitar en las áreas cosechadas, la existencia de restos vegetales que puedan
significar un foco de infección
 Preparación del terreno le antes posible ya sea en seco o por fangueo
 Utilizar ganado bovino con la carga suficiente para que mantenga el área limpia,
después de la cosecha
 Rotación de cultivos
 No permitir la distribución o existencia de cáscara u otros subproductos en
lugares que puedan constituir un foco de infección
 Deben evitarse campos recién sembrados con campos próximos a la cosecha.
Limpieza y desinfección de los equipos y maquinarias utilizados en las áreas infestadas
con el hongo y el ácaro4.4 Programa de monitoreo del ácaro y de otras plagas y
enfermedades4.4.1 Método de muestreo
Los muestreos se pueden efectuar cada 10 días, desde el macollamiento hasta el
estado de grano lechoso. Se tomaran 30 tallos al azar en el campo, distribuidos en 10
puntos en la diagonal más larga de la parcela. La observación de las vainas puede
efectuarse con lupas entomológicas con ampliación de 10X ó 20X, a nivel de campo, o
en el laboratorio con el estereoscopio, considerándose tres puntos (base, centro y
ápice) de cada vaina, de acuerdo a las siguientes fases fenológicas del cultivo:
1. Fase vegetativa: Se observaran las vainas de las primeras hojas (hojas
funcionales), partiendo de la base al ápice de la planta (4 primeras vainas)
desde el inicio del ahijamiento a la diferenciación del primordio. (Figuras 7 y 8).
2. Fase reproductiva y maduración: Las observaciones se harán en el raquis de la
espiga (parte interna), las vainas de la hoja bandera y la anterior a la hoja
bandera (2 últimas vainas) desde el inicio del embuchamiento hasta el estado de
grano lechoso. (Figuras 7 y 8).
En todos los muestreos se cuentan las plantas infestadas y las no infestadas (presencia
o ausencia de ácaros), se considera que hay presencia cuando aparezca en cualquiera
de las vainas observadas por lo menos un ácaro adulto (Figura 8).

4.4.2 El concepto del índice de campo


La información obtenida en los muestreos nos permitirá establecer un índice de
infestación del campo o índice de campo, el cual nos dará una idea de la población de
ácaro que mantenemos en nuestro cultivo. Para calcular el porcentaje de infestación o
índice de campo se aplica la siguiente fórmula:
% de infestación = Nº de plantas infestadas (n) / Nº de plantas muestreadas (N) x 100
(%)
Se considerará la siguiente escala para expresar la intensidad de infestación en la
parcela.
Libre Sin plantas infestadas
Presencia Hasta 15% de plantas infestadas (equivale a 5 plantas infestadas de 30
muestreadas)
Ligero Entre 15% y 25 % de plantas infestadas (entre 5 y 8 plantas infestadas de
30 muestreadas)
Medio Entre 25% y 50% de plantas infestadas (entre de 8 y 15 plantas infestadas
de 30 muestreadas)
Intenso Más de 50% de plantas infestadas (más de 15 plantas infestadas de 30
muestreadas).
Según los estudios realizados por el equipo técnico Cubano, estos porcentajes de
infestación equivalen a una población de ácaros adultos, como se indica en el siguiente
Cuadro.

Con la información disponible no podemos definir un nivel de daño económico, por lo


tanto, se sugiere, que en las fases fenológicas críticas se combata la plaga cuando se
detecte la presencia de la misma.
5. Medidas de control del complejo
5.1 Control fitogenético
El uso de cultivares resistentes o tolerantes a las plagas es una estrategia útil que tiene
gran importancia en el manejo integrado de plagas.
En la actualidad, no hay disponibilidad de variedades resistentes. Sin embargo,
investigaciones efectuadas por el IDIAP, a nivel nacional, muestran que a pesar de que
todas las variedades comerciales presentan algún grado de susceptibilidad al complejo
ácaro-hongo-bacteria, hay variedades que con un buen manejo integrado del cultivo,
pueden alcanzar los niveles de producción previos a la ocurrencia del complejo en
Panamá. Las variedades menos susceptibles al complejo, se encuentran en el Cuadro
1.

Cuadro 1. Listado de variedades que tuvieron mejor comportamiento en las


evaluaciones
En el Cuadro 2, se presentan algunas características relevantes de las variedades con
mejor comportamiento agronómico ante la presión del complejo ácaro-hongo-bacteria,
que pueden servir de orientación a los técnicos.

Cuadro 2. Características de las variedades con mejor comportamiento ante el


complejo.

5.2 Control biológico


Comprende el uso de enemigos naturales (depredadores y parásitos) y los organismos
entomopatógenos (bacterias, virus, nematodos y hongos), para el manejo de la plaga.
Es importante conocer los organismos benéficos nativos y armonizar cualquier
estrategia de control, de manera compatible con los enemigos naturales, para que
sean perturbados o impacto sea el mínimo.
De acuerdo a la experiencia Cubana, algunas especies de ácaros depredadores
pertenecientes a la familia Phytoseiidae, al arroz por debajo de los niveles de daño
económico. En Panamá se ha identificado un ácaro de la familia Phytoseiidae
perteneciente al género Proprioseiopsis sp., el cual ha sido reportado con un eficiente
depredador del S. spinki. Por otro lado, dentro de los bioplaguicidas empelados para
su control se encuentran: Bacillus thuringiensis, Beauveria bassiana, Verticillim lecanii y
Metarhizium anissopliae, los cuales ejercen algún grado de control aplicados
oportunamente.
Evaluaciones efectuadas por el IDIAP, con productos biológicos como (Beauveria
bassiana) (1 kg/ha), (Phacelomyces lilacinius 10%+Metarhizium anisopliae 5%
Berauveria bassiana 5%) (300 gr/ha), Bacillus thurigiensis var. kurstaki (500 gr/ha) y
Metarhizium anisopliae (1kg/ha) indican que a los 36 días después de aplicados los
productos demostraron eficiencia de control entre 89 y 98%. No obstante, una vez se
suspendió la aplicación de los productos, la población del ácaro se incrementó
significativamente, de manera que la época y frecuencia de aplicación tiene mi efecto
importante en la eficacia Biológica. El control biológico a través de bioplaguicidas es
una alternativa que el IDIAP continuará investigando para generar las recomendaciones
pertinentes, para evitar el uso masivo de plaguicidas químicos.

5.3 Control químico


El tratamiento foliar es el único método probado de aplicación de acaricidas, sin
embargo, hay que minimizar el uso de plaguicidas para conservar la población de
enemigos naturales. El uso racional de plaguicidas químicos es posible cuando,
implementamos un buen programa de monitoreo de plagas y enfermedades.
Los estudios de eficacia biológica realizados por IDIAP, indican que los mejores
resultados se han obtenido con los acaricidas citados en el Cuadro 3.
Cuadro 3. Listado de plaguicidas químicos que pueden coadyuvar al control del
ácaro.

* Estos productos ya vienen mezclado de fábrica


*Este tratamiento requiere hacer la mezcla con los dos productos comerciales
• Se recomienda aplicar estos productos en la fase vegetativa, durante el
máximo macollamiento y en la fase reproductiva antes de la formación del
primordio floral (50-55 dds) para variedades de ciclo precoz y entre 60 y 65
dds para las de ciclo intermedio, siempre que los monitoreos indiquen la
presencia del ácaro.
• El volumen de agua para lograr una mayor eficiencia en el control del ácaro
debe ser al menos de 300 litros/hectárea, a una presión constante de 35-40
lbs/plg2, con boquillas de abanico 8004.
• El ácaro en otras latitudes ha mostrado tener la habilidad de desarrollar
rápidamente resistencia a los plaguicidas químicos, por lo que se sugiere la
alternancia de productos en aplicaciones consecutivas.
• Posteriormente se hacen los controles normales de protección a la panícula.
• Por otro lado, no hay que olvidar que el control químico es apenas una
alternativa, de la cual no debemos abusar.

5.4 Manejo de la nutrición


El balance nutricional de las plantas es importante para que las mismas toleren
satisfactoriamente los diferentes estreses bióticos y abióticos a los cuales están
expuestas. Por lo tanto, es necesario efectuar los análisis de suelo de las parcelas
antes de la siembra en cada ciclo, para definir con precisión las deficiencias del suelo y
suplir estas con fertilizantes para evitar desbalances en la aplicación de los nutrimentos.
La aplicación del nitrógeno debe ser fraccionado y los niveles no deben superar los 100
kg/ha, aunque en algunas regiones se puede aplicar hasta 130 kg/ha. El exceso de
este macro nutrimento puede empeorar los efectos de este y otros problemas
fitosanitarios como la piricularia, bacteriosis etc. Las experiencias del IDIAP, con el uso
del potasio, indican que el mismo tampoco nos ha ayudado al control del complejo. El
macronutrimento más deficiente en nuestros suelos es el fósforo, en función de la
cantidad disponible (baja, media y alta) de este nutrimento en nuestras parcelas se
deben basar las recomendaciones.
Cuadro 4. Guía para la recomendación de fertilizantes en el cultivo de arroz
mecanizado.

DDS= Días después de siembra SFT= Super fosfato triple


5.5 Manejo de la densidad de siembra
La experiencia cubana sugiere que elevadas densidades de siembra son
contraproducentes, puesto que ayudan a la infestación temprana del ácaro en el
campo. Además, crean las condiciones favorables para que otros microorganismos
(hongos y bacterias), además del ácaro, invadan las parcelas. A nivel nacional las
densidades de siembra recomendadas van desde. 250 a 300 libras por hectárea, con
85% de germinación de la semilla, que permiten obtener entre 250 a 300 plantas/m2, lo
que equivale aproximadamente a 3,000,000 plantas/ha. Esta densidad contribuye a
disminuir la incidencia de plagas como el ácaro S. spinki, enfermedades fungosas,
bacterianas y los costos de producción.
Se recomienda utilizar Semilla Certificada ya que ésta garantiza la germinación y el
vigor, disminuye la incidencia de enfermedades, de malezas, de arroz rojo y mezclas
varietales.
6. Otras recomendaciones para minimizar los daños del complejo
• Utilizar semilla certificada de las variedades recomendadas, previamente
tratadas, antes de la siembra.
• Realizar el tratamiento de la semilla con fungicidas e insecticidas que permitan
la protección de las plántulas del efecto sistémico del
• Sarocladium oryzae y de las bacteriosis, que sí son transmitidos por semilla, y
de los insectos que atacan el cultivo los primeros 30 días después de la siembra.
• Efectuar en todas las parcelas de producción de semilla tratamientos protectores
con fungicidas y bactericidas, según el caso, cuando el área presente un 50%
de las plantas en embuchamiento, para evitar que la semilla sea transmisora de
hongos v bacterias.
• Prohibir el uso traslado de granos comerciales con fines de semilla.(Tambuchos)
provenientes de las áreas afectadas hacia las áreas no afectadas. Además de
dispersar el arroz rojo, se puede transmitir sistémicamente hongos y bacterias.
• Dejar un periodo libre en la siembra de arroz, entre un ciclo agrícola y el
siguiente, para interrumpir el ciclo del ácaro. No obstante, para aplicar medidas
de este tipo es necesario conocer la dinámica poblacional del ácaro a través del
tiempo.
• Iniciar las observaciones, monitoreos y el control del ácaro lo más próximo al
período de máximo macollamiento y en el período de embuchamiento, que son
los dos periodos más críticos para bajar la población del fitófago.
• Implementar medidas de manejo contra el hongo Sarocladiun oryzae que forma
parte del complejo ácaro-hongo. Entre las medidas podemos mencionar: Evitar
densidades altas, desechar herbicidas que causen daño físico a la planta,
destruir residuos de cosechas infectados con el hongo, utilizar semilla de buena
calidad, no descuidar el control de los insectos que atacan el arroz.
No recomendar ni realizar aplicaciones masivas con medios químicos. Aplicar medidas
de control solo si encuentra daños o presencia del ácaro. Aplicaciones muy tardías con
productos sistemáticos de alta toxicidad puede mantener residuos tóxicos en el grano
ocasionar daños a la salud pública.

Agradecimientos
A los siguientes colegas por sus comentarios y sugerencias durante la revisión técnica
de este manual.
Dr. Rolando Lasso y Dra. Patricia Guzmán Central de Granos de Coclé M.Sc. Bernardo
Puga e Ing. Abdiel Aispurúa – MIDA
M.Sc. Carmen Bieberach y M.Sc. Miguel A. Acosta – IDIAP
Fotografías: M.Sc. Katiuska Andrew M.Sc. Evelyn Quirós, Dr. Felipe González, Dr.
Kilmer Vong Chong, Lic. Jorge Ceballos.
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