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SEPARACION CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR,

RECONOCIMIENTO DE UNION DE HECHO, CONVOCATORIA A


JUNTA GENERAL Y OBLIGATORIA COMO ASUNTOS NO
CONTENCIOSOS

DEDICATORIA.....................................................................................................................5

INTRODUCCION..................................................................................................................6

PRESENTACION...................................................................................................................7

CAPITULO I: SEPARACION CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR.................9

1. PROBLEMÁTICA.......................................................................................................9

2. EL DIVORCIO............................................................................................................9

1.1. CONCEPTO.......................................................................................................10

1.2. NATURALEZA JURÍDICA..............................................................................10

1.3. POSICIÓN DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO.................................................11

1.4. CLASES.............................................................................................................11

2. REGULACIÓN EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO PERUANO.....................12

3. LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL..................................................................14

3.1. SEPARACIÓN DE CUERPOS Y SEPARACIÓN CONVENCIONAL...........15

3.2. EL MINISTERIO PÚBLICO COMO PARTE PROCESAL.............................16

3.3. EL TRÁMITE DE LA SEPARACION CONVENCIONAL SEGÚN


EL ESTADO ACTUAL DE NUESTRA LEGISLACIÓN.................................16

3.4. LA SEPARACION CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR EN


SEDE NOTARIAL Y MUNICIPAL............................................................................17

3.5. LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL SEGÚN LA LEY 29227..................17

1
4. PROCEDIMIENTO NOTARIAL..............................................................................19

4.1. SUPUESTOS DE APLICACION......................................................................19

4.2. COMPETENCIA................................................................................................20

4.3. REQUISITOS DE LA SOLICITUD..................................................................22

4.4. PROCEDIMIENTO............................................................................................23

4.5. DIVORCIO ULTERIOR....................................................................................24

CAPITULO II: RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO........................................25

1. UNION DE HECHO..................................................................................................25

1.1. ANTECEDENTES.............................................................................................26

1.2. CLASES DE UNIONES DE HECHO...............................................................29

2. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO......................................................29

2.1. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO VÍA JUDICIAL....................30

2.2. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO VÍA NOTARIAL.................31

3. FINALIDAD DE LA LEY N° 29560........................................................................32

4. PROCEDIMIENTO DEL RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO:...........33

5. LAS UNIONES DE HECHO Y SU REGULACIÓN NORMATIVA EN EL


ÁMBITO REGISTRAL....................................................................................................34

5.1. OFICINA REGISTRAL COMPETENTE..........................................................35

5.2. ACTOS INSCRIBIBLES...................................................................................35

Son inscribibles, teniendo en cuenta lo previsto en el artículo 2030 del Código Civil de
1984:..............................................................................................................................35

5.3. LOS ALCANCES DE LA CALIFICACIÓN REGISTRAL..............................35

5.4. CONTENIDO DEL ASIENTO DE INSCRIPCIÓN DEL REGISTRO


PERSONAL..................................................................................................................36

5.5. LAS TASAS REGISTRALES...........................................................................37

5.6. ÍNDICE NACIONAL DE UNIONES DE HECHO...........................................37

2
5.7. ÍNDICE NACIONAL DEL REGISTRO PERSONAL......................................38

CAPITULO III: CONVOCATORIA A JUNTA GENERAL Y OBLIGATORIA..............39

1. DEFINICION.............................................................................................................39

1.1. COMPETENCIA DE LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS................39

1.2. FUNCIONES DE LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS......................39

2. PROCESO PARA LA FORMACIÓN DE LA VOLUNTAD DE LA SOCIEDAD.44

2. DIFERENCIAS ENTRE LA JUNTA GENERAL A ACCIONISTAS Y JUNTA


OBLIGATORIA ANUAL................................................................................................48

3. CONVOCATORIA A JUNTA GENERAL Y OBLIGATORIA COMO ASUNTO


NO CONTENCIOSO........................................................................................................49

3.1. RAZONES DE ESTA NUEVA NORMATIVA................................................50

4. SUPUESTOS DE APLICACIÓN..............................................................................52

4.1. LA LEGITIMACIÓN PARA SOLICITAR LA CONVOCATORIA................53

4.2. DOCUMENTO QUE ACREDITE LA CALIDAD DE SOCIO........................53

5. PROCEDIMIENTO NOTARIAL..............................................................................54

5.1. PROCEDENCIA....................................................................................................54

5.2. REQUISITOS PARA LA SOLICITUD.............................................................55

5.3. PUBLICACIÓN.................................................................................................55

6. PROTOCOLIZACIÓN DE LOS ACTUADOS........................................................55

CONCLUSIONES................................................................................................................57

BIBLIOGRAFIA..................................................................................................................59

LINKOGRAFIA...................................................................................................................61

ANEXOS..............................................................................................................................62

3
4
DEDICATORIA
A nuestros padres, este trabajo ha
sido posible gracias a ellos.

5
INTRODUCCION

Por Ley 26662 del 20/09/1996, modificada por las leyes 26687, 26809, 29560 y complementada
por la ley 27158 y ley 27333, se incorporó en nuestro sistema normativo el régimen
correspondiente a la competencia notarial en asuntos no contenciosos, constituye parte de la
legislación nacional que regula las facultades de los Notarios en todo el Perú. Nace como un
instrumento del Estado para tratar de aligerar y descongestionar la carga procesal en el sistema
judicial; ofreciendo a los usuarios una alternativa distinta a la vía judicial, la notarial, para ventilar
sus asuntos no contenciosos.

La Ley N° 26662 permite a los notarios instrumentalizar los llamados actos de jurisdicción
voluntaria, entendida ésta última, por algunos doctrinarios, como aquella actividad jurisdiccional
en la que no hay litigio o partes enfrentadas.

En los asuntos no contenciosos en sede notarial es importante señalar sus generalidades como: El
trámite se inicia por petición escrita de los interesados o sus representantes, el escrito debe
contener todas las formalidades exigidas por ley y con firma del abogado. Es indispensable
el consentimiento unánime de los interesados.  La publicación de avisos a que  se refiere la
presente ley, se realiza por una sola vez en el diario oficial y en otro de amplia circulación del lugar
donde se realiza el trámite, y, a falta de diario en dicho lugar, en el de la localidad más próxima.
Los notarios de oficio, pueden requerir de las autoridades la colaboración para obtener los datos e
informes que le sean indispensables para la tramitación de los procesos no contenciosos.
Transcurrido el plazo que se señala en cada trámite, sin que medie oposición, el notario extiende
la escritura pública correspondiente, en los casos en que la ley lo mande e inserta las
publicaciones respectivas.

6
PRESENTACION

La competencia notarial en asuntos no contenciosos se presenta como alternativa al Poder


Judicial. Los interesados pueden recurrir indistintamente ante el Poder Judicial (siendo
competencia del Juez de Paz Letrado bajo las normas del Código Procesal Civil) o ante el notario
(quien debe poseer el título de abogado y se rige en este caso por la Ley 26662, D. Legislativo 1049
y el Código Procesal Civil. En el presente trabajo analizaremos algunos asuntos no contenciosos en
vía notarial.

Se establecen en la Ley 26662 como asuntos no contenciosos de competencia notarial algunos


procedimientos, los cuales mencionaremos aquellos que son materia de análisis en el presente
trabajo; son los siguientes: Separación convencional y Divorcio Ulterior, Reconocimiento de Unión
de Hecho, Convocatoria a Junta Obligatoria Anual, Convocatoria a Junta General.

Por ley Nº 29227 y D.S. Nº 009-2008-JUS (Reglamento) se regula el procedimiento no contencioso


de separación convencional y divorcio ulterior en las municipalidades y notarías. Pueden acogerse
a lo dispuesto en sus normas los cónyuges que, después de transcurridos dos (2) años de la
celebración del matrimonio, deciden poner fin a dicha unión mediante separación convencional y
divorcio ulterior. Son competentes para llevar a cabo el procedimiento especial establecido en la
presente Ley, los alcaldes distritales y provinciales, así como los notarios de la jurisdicción del
último domicilio conyugal o de donde se celebró el matrimonio.

La ley 26662 fue modificada por la incorporación de un título sobre la declaración de unión de
hecho que se encuentra regulada por la ley N° 29560 del 16/06/2010. Procede el reconocimiento
de la unión de hecho existente entre el varón y la mujer que voluntariamente cumplan con los
requisitos establecidos en el artículo 326 del Código Civil.

En cuanto a la Convocatoria a Junta Obligatoria Anual y a Junta General de Accionistas está


referido a las Sociedades que se encuentran reguladas por la Ley General de Sociedades Nro.
26887 y su ámbito registral por el Reglamento del Registro de Sociedades aprobado por
Resolución Nro. 200-2001-SUNARP/SN. No obstante ello, se incorpora un título adicional a la ley
26662 con el objeto de establecer las reglas de intervención notarial, como asunto no contencioso,
en las juntas generales. Así, la Ley N° 29560 del 16/07/2010 regula lo siguiente: Procede la

7
convocatoria notarial a junta general cuando el órgano social encargado de la convocatoria no lo
hubiera hecho, pese a haberlo solicitado el mínimo de socios que señala la ley y se haya vencido el
término legal para efectuarla.

En el caso de junta obligatoria anual, procede cuando un socio o el titular de una sola acción con
derecho a voto lo soliciten. En ambos casos se verifica el cumplimiento de lo establecido en los
artículos 117 y 119 de la Ley núm. 26887, Ley General de Sociedades.

8
CAPITULO I: SEPARACION CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR

1. PROBLEMÁTICA
El 16 de mayo del año 2008, fue publicado en el Diario Oficial El Peruano, la Ley Nº 29227 que
regula el Procedimiento no contencioso de la Separación Convencional y Divorcio ulterior en las
Municipalidades y Notarias, habiéndose publicado además su Reglamento mediante Decreto
Supremo Nº 009-2008-JUS, con fecha 13 de junio del mismo año, lo que me ha llevado a pensar
qué tan conveniente ha sido que se establezca el procedimiento no contencioso antes
mencionado, cuál será el trámite a realizarse en las municipalidades y notarias teniendo en
consideración la diferencia en sus funciones que ellas realizan y cuáles serían los aspectos no
contemplados por la Ley y su Reglamento.

La aplicación del procedimiento No contencioso de la Separación Convencional y Divorcio Ulterior


en las Municipalidades y Notarias del Perú, acarrea consecuencias jurídicas positivas, pues permite
sea un proceso más simple y pacífico, reduciendo los plazos de tramitación, otorgando la
solemnidad, seguridad jurídica y contribuye a descomprimir el sistema judicial.

Para otros, en cambio el divorcio municipal o notarial será verdaderamente un divorcio rápido
siempre que exista acuerdo y no se tengan hijos ni bienes dentro del matrimonio, pues si
existieran estos para acceder a esta nueva ley deberán efectuarse obligatoriamente
procedimientos previos ante el Juez y/o Conciliador y/o Notario con el consiguiente incremento de
trámites, tiempo y principalmente costos.

2. EL DIVORCIO
El divorcio tiene su antecedente más antiguo en el repudio que fuera concedido generalmente al
marido, es decir la disolución del vínculo a su sola voluntad, sin importar aquella que correspondía
a la mujer. Así funcionó en las realidades de los antiguos pueblos de Egipto o Babilonia, e incluso
con el Código de Hammurabi se fijaron las causas para este repudio, así como en la India con las
Leyes de Manú.

9
En el derecho contemporáneo se polarizan las corrientes y doctrinas antidivorcistas y divorcistas,
cada una con principios y peculiaridades debidamente determinadas, pero el divorcio está hoy
generalizado en casi todos los países del mundo.

En el Perú el Código Civil de 1852 admitió tan sólo la separación de cuerpos. Los códigos de 1936 y
1984 adoptaron criterios divorcistas aunque con serias restricciones, y en este último cuerpo legal,
el divorcio se encuentra regulado en el Libro III, Sección Segunda, Título IV, Capítulo Segundo,
específicamente en los artículos 348º al 360º.

1.1. CONCEPTO
Etimológicamente viene de la voz latina divortum, que a su vez proviene del verbo divertere, que
significa “separarse” o irse cada uno por su lado.

En sentido amplio, divorcio, significa relajación de la íntima comunidad de vida propia del
matrimonio, por ruptura del vínculo conyugal, o por separación de los consortes. La noción
comprende tanto al denominado divorcio absoluto como al divorcio relativo que responde todavía
a la concepción clásica.

Por el divorcio, señala Carmen JULIA CABELLO1, a diferencia de la separación de cuerpos, se pone
fin de manera plena y definitiva al vínculo matrimonial, quedando ambos cónyuges en aptitud de
contraer nupcias. Cabe señalar que ambas figuras se asemejan en cuanto requieren ser declarados
judicialmente; aunque algunas legislaciones admiten su procedencia mediante una simple
resolución administrativa, como por ejemplo, es el caso de los divorcios convencionales
declarados en el Japón.

Cabe precisar, señala MURO ROJO2, que si bien el concepto de divorcio suele aplicarse de manera
indistinta tanto a la disolución del vínculo conyugal como a la separación de cuerpos, estos
supuestos presentan una diferencia sustancial, habida cuenta que mientras el primer caso faculta
a los ex cónyuges a contraer un nuevo matrimonio con otra persona, la separación de cuerpos no
lo permite sino hasta que se destruya totalmente el vínculo anterior.

1
CABELLO MATAMALA, Carmen Julia. “Divorcio ¿Remedio en el Perú?”. En: Derecho de Familia. Lima:
Librería y Ediciones Jurídicas. 2003.; p. 115.

2
MURO ROJO, Manuel y Alfonso REBAZA GONZALES. “Concepto de Divorcio”. En: Código Civil
comentado. Lima: Editorial Gaceta Jurídica S.A. 2003. Página. 592.

10
1.2. NATURALEZA JURÍDICA
Aunque de antigua data, no por ello deja de ser interesante el revisar la discusión en cuanto a la
naturaleza jurídica del divorcio. Esto implica estudiar las dos grandes corrientes existentes: la
divorcista y la antidivorcista. Para analizar dicha discusión considero que se debe tener en cuenta
dos factores: por un lado el ideal de que todos los matrimonios duren para siempre; y por otro
lado el hecho de que actualmente ello resulte una utopía para muchas parejas, tal como lo hemos
señalado anteriormente.

1.3. POSICIÓN DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO


Ahora bien, dentro de la legislación nacional se advierte que el Código Civil de 1852, se adhiere a
la tesis antidivorcista en razón de que reconoció el carácter indisoluble del matrimonio canónico, y
sólo permitió la separación de cuerpos en casos graves. El Código Civil de 1936 si adoptó la tesis
divorcista y dentro de ella la doctrina del divorcio-sanción.

Respecto de nuestro vigente Código Civil, VARSI ROSPIGLIOSI3 señala que se percibe una
tendencia antidivorcista, debido a los siguientes elementos disuasivos para iniciar el proceso de
divorcio:

 Debe existir una causal, que se configure en un incumplimiento de los deberes del
matrimonio por culpa de uno de los cónyuges.
 Para optar por la separación convencional deben pasar dos años de la celebración del
matrimonio; no procede el divorcio por mutuo acuerdo.
 La conversión de la separación de cuerpos en divorcio procederá a los seis meses
(actualmente son dos meses) de haberse expedido la sentencia.
 Las causales son para la separación de cuerpos, pero aplicables también para el
divorcio. Ello procura o pretende que el cónyuge culpable recapacite y, si no lo hace,
que el cónyuge agraviado lo perdone.
1.4. CLASES
 DIVORCIO ABSOLUTO
o Es conocido también como divorcio vincular, y consiste en la disolución
total, definitiva y perpetua del nexo conyugal.

3
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Op. Cit.; pp. 12 y 13

11
o La mayoría de países del mundo reconocen y permiten en sus legislaciones
este tipo de divorcio, en cambio hay otros que se limitan únicamente a la
separación de cuerpos y hay un tercer grupo que admite las dos formas,
entre ellos el Perú.
 DIVORCIO RELATIVO
Es conocido como separación de cuerpos y, en palabras de MALLQUI4, consiste en una
relajación del vínculo conyugal, en virtud de la cual los esposos se separan del lecho y la
habitación, cesan los deberes matrimoniales, pero el vínculo legal subsiste y los esposos
no pueden volver a casarse.

2. REGULACIÓN EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO PERUANO


Entre los otros efectos que genera dicha disolución (señalados básicamente por el artículo
350º del Código Civil), podemos señalar:

Como primera consecuencia de tipo personal es la relativa a los hijos, pues estos quedarán
bajo la custodia del cónyuge que se determine en el convenio de divorcio, y en caso no existir
acuerdo entre las partes, de quien decida el Juez o la Sala Superior. Si existe culpabilidad de
algún cónyuge, normalmente se concederá la custodia al que resulte inocente, salvo que
concurran circunstancias excepcionales. Quien se haga cargo de la custodia de los hijos
ostentará también el ejercicio de la patria potestad de manera exclusiva y estará encargado de
la administración de sus bienes. En este punto debemos anotar que vía jurisprudencia se está
procurando una solución mucho mas equitativa en cuanto al ejercicio de la patria potestad,
pues se determina la tenencia como una de las prerrogativas de este derecho a favor del
cónyuge inocente, y un régimen de visitas para el otro progenitor, pues si bien el vínculo se
disuelve, no deben afectarse las relaciones paterno-filiales, ya que ello constituye un derecho
de los hijos, el mantener un vínculo parental adecuado, dentro de circunstancias razonables y
de seguridad, para evitar un trauma mayor cuando son menores de edad.

Los efectos económicos se centran en la liquidación del patrimonio matrimonial y la


adjudicación de los bienes al cónyuge que corresponda. El considerado culpable estará en
ocasiones, obligado a indemnizar económicamente al otro por los daños y perjuicios causados,
4
MALLQUI REYNOSO, Max. Op. Cit.; p. 491.

12
y a pasarle periódicamente una pensión alimenticia. Esto último también sucederá aunque no
exista parte culpable, siempre que la extinción del vínculo matrimonial haga quedar a uno de
los cónyuges en situación económica desfavorable.

También debe hacerse mención de los efectos frente a terceros respecto de la declaración
judicial de divorcio, pues ellos normalmente no existirán hasta la inscripción de aquélla en el
registro correspondiente, pero en relación a los cónyuges, los efectos se suelen retrotraer al
momento de la presentación de la solicitud de divorcio.

En cuanto a las causales, estas se encuentran reguladas por el artículo 333º del mismo texto
legal. Estas son:

 El adulterio;
 La violencia física o psicológica, que el Juez apreciará según las circunstancias;
 El atentado contra la vida del cónyuge;
 La injuria grave, que haga insoportable la vida en común;
 El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o cuando la
duración sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo;
 La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común;
 El uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar
toxicomanía, salvo lo dispuesto en el artículo 347º ;
 La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del
matrimonio;
 La homosexualidad sobreviviente al matrimonio;
 La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años, impuesta
después de la celebración del matrimonio;
 La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial;
 La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido de dos años.
Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores de edad. En estos
casos no será de aplicación lo dispuesto en el artículo 335º .
Asimismo es importante señalar, las dos recientes modificaciones realizadas a nuestro Código
Civil, respecto a los artículos 354º y 359º .En el artículo 354º se establecía: “Transcurridos seis
meses desde notificada la sentencia de separación convencional o de separación de cuerpos
por separación de hecho, cualquiera de los cónyuges, basándose en ella, podrá pedir que se

13
declare disuelto el vínculo del matrimonio…”. Actualmente, se exige tan solo un plazo de dos
meses5.

El artículo 359º establecía: “Si no se apela de la sentencia que declara el divorcio, será
consultada”. A este artículo se ha agregado lo siguiente: “con excepción de aquella que
declara el divorcio en mérito de la sentencia de separación convencional 6.”

3. LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL
Cuando un matrimonio se ha deteriorado al punto que los cónyuges –los dos o uno solo-
consideran que ya no es posible que la unión siga manteniéndose- pueden recurrir al divorcio
vincular, para lo cual es necesario que invoquen alguna causal. Pero si no existe causal o si,
existiendo, ellos no quieren revelarla en defensa de su honor y el de su familia, les queda
el camino de la separación convencional, para lo cual no necesitan revelar causal alguna,
sino manifestar conjuntamente su voluntad de separarse. Después de obtenido esta
separación, y transcurrido el plazo que la ley señala, `pueden solicitar el divorcio. Así, la
separación convencional opera como un plazo previo al divorcio.

De la separación convencional se ha dicho que es el último acto de decencia y madurez que


dos personas que han dejado de amarse pueden hacer. Pues, estando ya de acuerdo de su
desacuerdo definitivo, negocian y consensuan una propuesta de convenio que regulará el
régimen de la patria potestad, la tenencia, régimen de visitas y los alimentos de sus hijos, así
como el destino final de los bienes que adquirieron, evitando además ventilar las causas de su
conflicto ante los estrados judiciales.

LEDESMA NARVÁEZ7, sostiene que la disolución del vínculo matrimonial, en la mayor parte de
los países, se tramita ante la instancia jurisdiccional, en otras ocasiones el trámite es en sede
administrativa y son los funcionarios públicos -registradores oficiales, registradores civiles u
otros- y desde hace no mucho tiempo, los Notarios, como depositarios de la fe pública.

En algunas legislaciones se admite el trámite notarial o administrativo, pero para su validez se


requiere de la homologación ante la autoridad judicial.
5
Artículo 354° del Código Civil. Modificado por la Ley N° 28384 del 13/11/2004.

6
Artículo 359° del Código Civil. Modificado por la Ley N° 28384 del 13/11/2004.

7
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “Comentarios al Código Procesal Civil”, Gaceta Jurídica, Tomo II,1º
edición – julio 2008, página 86.

14
Lo cierto es que todas las legislaciones, consideran que para admitir y aprobar la disolución
del vínculo matrimonial, deben estar claros los aspectos referidos a los hijos menores,
mayores incapaces, tenencia de ellos, la obligación y el monto alimentario, el régimen de
visitas, la disposición de los bienes comunes y hay otras que se refieren incluso al uso del
apellido y la indemnización de daños y perjuicios.

La causal específica será “La separación convencional, después de transcurridos dos años de
la celebración del matrimonio”.

El Código Civil considera a la Separación Convencional como causal para poder demandar la
Separación de Cuerpos (inciso 13º del artículo 333º), pero existe un condicionamiento dentro
de éste precitado articulado, pues se requiere que hayan transcurrido dos años de celebrado
el matrimonio. El legislador ha considerado que éstos dos años resulta ser un tiempo
necesario para que los cónyuges tomen conciencia y mediten sobre una decisión que podrían
incluso, tomarla precipitadamente, lo que ello traería como consecuencia que la relación
conyugal se desquebraje.

3.1. SEPARACIÓN DE CUERPOS Y SEPARACIÓN CONVENCIONAL


Antes de precisar el concepto de separación convencional, es necesario tener claro el
concepto de la Separación de Cuerpos o también conocida como la Separación Personal.

CORNEJO CHAVEZ8, señala que la separación de cuerpos es considerada como una institución
del Derecho de Familia que consiste en la interrupción de la vida conyugal por decisión judicial
que suspende los deberes relativos al lecho y habitación y pone fin al régimen patrimonial de
la sociedad de gananciales. La separación de cuerpos o también conocida por la doctrina como
separación personal sólo puede ser decretada judicialmente ante alegación o prueba de
hechos culpables de uno o ambos cónyuges, y, por supuesto, deja subsistente el vínculo
matrimonial.

En nuestro sistema legal la separación de cuerpo puede proceder, como acción, en mérito
de alguna de las causales previstas en el artículo 333º del Código Civil.

8
CORNEJO CHAVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano, Editorial Librería “STUDIUM” S.A, 8va Edición,
Lima-Perú 1991, página 124.

15
La separación convencional, en cambio, se considera un paso previo al divorcio que es dado
por los dos cónyuges de mutuo acuerdo, de ahí el nombre de “convencional”. Una vez
cumplidos con los requisitos que la ley señala, esta separación convencional opera como
causal de divorcio.

La Separación Convencional, se podría entender como aquella referida a una de las causales
previstas en el artículo 333º del Código Civil que permite a los cónyuges, de manera conjunta,
solicitar la Separación de Cuerpos debido a que existe mutuo consentimiento, lo que evitaría
la inculpación recíproca de los cónyuges para obtener la sentencia final, pero para solicitarla la
ley prevé un plazo mínimo de duración del matrimonio, es decir, que exista entre los cónyuges
la Separación Convencional después de haber transcurrido dos años de la celebración del
matrimonio.

Vale la pena recordar que en el Perú no se podrá solicitar la separación convencional sino
hasta después de transcurridos dos años de la celebración del matrimonio. En cambio, la
separación de cuerpos como acción o por decisión unilateral no tiene plazo, y se puede
demandar tan luego se dé la causal. Por ejemplo, puede darse el caso de que la cónyuge,
cuando apenas han pasado algunos meses de su matrimonio descubre que su marido le ha
sido infiel, pero a pesar de tener las pruebas del adulterio prefiere no demandar el divorcio
por esa causal sino únicamente la separación de cuerpos. ¿Por qué? Porque prefiere darle a
su marido una nueva oportunidad, en defensa de su matrimonio.

3.2. EL MINISTERIO PÚBLICO COMO PARTE PROCESAL.


El artículo 574º del Código Procesal Civil prescribe que el Ministerio Público interviene como
parte sólo si los cónyuges tuviesen hijos sujetos a patria potestad, es decir, cuando los hijos
son menores de edad o cuando éstos sean incapaces. Con ello, el ordenamiento jurídico busca
defender a la familia, y si su unión y armonía se encuentra en juego tiene como misión de
brindarle tutela.

3.3. EL TRÁMITE DE LA SEPARACION CONVENCIONAL SEGÚN EL ESTADO


ACTUAL DE NUESTRA LEGISLACIÓN
Como ya hemos adelantado, actualmente en el Perú se puede tramitar la separación
convencional (como paso previo al divorcio) ante el Poder Judicial o ante las
municipalidades y notarías.

16
Dentro de los requisitos que la Ley Prevé para demandar la separación convencional ante el
órgano jurisdiccional tenemos:

A).- El Código Civil Peruano:

 Transcurso dos años desde la fecha de celebrado el matrimonio (inciso 13 del artículo
333º)
 Consentimiento de ambos cónyuges (artículo 344º)
B).- El Código Procesal Civil:

 La demanda debe presentarse con la propuesta de convenio donde se regula los


regímenes familiares de los cónyuges (artículo 575º)
 Consentimiento de ambos cónyuges (artículo 578º)
 Aprobación judicial de Separación Convencional (artículo 579º)
 La demanda se tramita vía proceso sumarísimo (artículo 573º)

3.4. LA SEPARACION CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR EN SEDE NOTARIAL Y


MUNICIPAL.
Ya hemos recordado cómo la Ley Nº 29227 que regula el Procedimiento no contencioso de la
separación convencional y divorcio ulterior en las municipalidades y notarias y su reglamento
Decreto Supremo Nº 009-2008-JUS, han modificado sustancialmente el trámite de la
separación convencional y ulterior divorcio, asignándoles facultades a las municipalidades y
notarías.

3.5. LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL SEGÚN LA LEY 29227.


El 16 de mayo del 2008 fue publicada la Ley Nº 29227 que regula el procedimiento no
contencioso se separación convencional y divorcio ulterior en sede municipal y notarial. El 13
de junio del mismo año se publicó su Reglamento (Decreto Supremo Nº 009-2008-JUS). Tanto
la Ley Nº 29227 y su Reglamento sólo permiten que la Separación Convencional sea solicitada
por los cónyuges después de haber transcurrido dos años de la celebración del matrimonio,
además deben de cumplir con una serie de requisitos que se encuentran establecidos en el

17
artículo 4º de la precitada Ley y en el artículo 5º de su Reglamento, aprobado por Decreto
Supremo Nº 009-2008-JUS.

Lo que se busca con la Ley Nº 29227 y su Reglamento es que disminuya la carga procesal en el
Poder Judicial por estos tipos de conflictos, pues como se sabe no generan mayor controversia
por el simple hecho de que los cónyuges están de acuerdo. Cuando la Ley fue presentada
como proyecto ante el Congreso, se sostuvo que para contraer matrimonio civil, es necesaria
la declaración de voluntad en forma oral o escrita ante el Alcalde Provincial o Distrital del
domicilio de cualquiera de los solicitantes.

En tal sentido, la misma autoridad que celebró el matrimonio debe encontrarse legítimamente
facultada para disolverlo.

Según el artículo 4º de la Ley Nº 29227, para que proceda la solicitud de separación


convencional es necesario:

a) No tener hijos menores de edad o mayores con incapacidad, o de tenerlos, contar con
sentencia judicial firme o acta de conciliación emitida conforme a ley, respecto de los
regímenes del ejercicio de la patria potestad, alimentos, tenencia y de visitas de los hijos
menores de edad y/o hijos mayores con incapacidad.

b) Carecer de bienes sujetos al régimen de sociedad de gananciales, o si los hubiera, contar


con la escritura pública inscrita en los Registros Públicos, de sustitución o liquidación del
régimen patrimonial.

De acuerdo con el artículo 5º del Reglamento, que en esencia repite lo prescrito en el artículo
4º de la ley, se requiere:

1) No tener hijos menores de edad o de tenerlos, contar con sentencia judicial firme o acta de
conciliación emitida conforme a la Ley Nº 26872 y su Reglamento, respecto a los regímenes de
ejercicio de la patria potestad, alimentos, tenencia y visitas de los hijos menores de edad.

2) No tener hijos mayores con incapacidad, o de tenerlos, contar con sentencia judicial firme o
acta de conciliación emitida conforme a la Ley Nº 26872 y su Reglamento, respecto a los
regímenes de ejercicio de la curatela, alimentos y visitas de los hijos mayores con incapacidad.
Para el caso de estos hijos mayores con incapacidad, los cónyuges deberán contar, además,

18
con la copia certificada de las sentencias que declaran la interdicción de aquellos y el
nombramiento de su curador.

3) Carecer de bienes sujetos al régimen de sociedad de gananciales o contar con Escritura


Pública de sustitución o liquidación del régimen patrimonial, inscrita en los Registros Públicos.

4. PROCEDIMIENTO NOTARIAL
4.1. SUPUESTOS DE APLICACION
Artículo 2"-- Alcance de la Ley:

“Pueden acogerse a lo dispuesto en la presente Ley los cónyuges que, después de


transcurridos dos (2) años de la celebración del matrimonio, deciden poner fin a dicha unión
mediante separación convencional y divorcio ulterior.

Este artículo faculta el trámite de la separación convencional en las municipalidades y


notarias de toda la República Peruana; siempre que hubieran transcurridos dos años o más de
la celebración del matrimonio, plazo que es el mismo. Señalado en el inciso 13 del artículo
333º del Código Civil Peruano “

Artículo 4°.- Requisitos que deben cumplir los cónyuges: “Para solicitar la separación
convencional al amparo de la presente Ley, los cónyuges deben cumplir con los siguientes
requisitos:

a) No tener hijos menores de edad o mayores con incapacidad, o de tenerlos, contar con
sentencia judicial firme o acta de conciliación emitida conforme a ley, respecto de los
regímenes del ejercicio de la patria potestad, alimentos, tenencia y de visitas de los hijos
menores de edad y/o hijos mayores con incapacidad; y

b) Carecer de bienes sujetos al régimen de sociedad de gananciales, o si los hubiera, contar


con la escritura pública inscrita en los Registros Públicos, de sustitución o liquidación del
régimen patrimonial.

Este artículo prescribe que para llegar a este procedimiento especial de divorcio, los cónyuges
deben cumplir ciertos requisitos que se justifican por sí mismos, como haber ya resuelto sea

19
en la vía judicial o extrajudicial, lo relacionado a sus hijos y a su patrimonio, debiendo
presentar ante el notario o el alcalde respectivo, en caso de no tener hijos su respectiva
declaración jurada, y en caso de tener hijos menores de edad o hijos mayores con incapacidad,
presentarán la sentencia judicial firme o acta de conciliación respecto de los regímenes del
ejercicio de la patria potestad, alimentos, tenencia y de visitas de los hijos. Además, conforme
al artículo 4º del Reglamento, en caso de que los cónyuges tengan hijos mayores con
incapacidad deberán presentar la copia certificada de la sentencia que declara la interdicción
de aquellos y el nombramiento de su curador, lo que significa que los cónyuges tendrán que
realizar previamente un proceso de interdicción en caso de tener hijos mayores incapacitados,
proceso que se tramita por ante los Juzgados de Familia, el que tiene una duración
aproximada de un año.

Nosotros creemos, que si bien es cierto la nueva Ley, indica tiempos más cortos para el
trámite de la separación convencional desde su presentación ante el notario o ante la
municipalidad, no se ha tomado en cuenta el tiempo que los cónyuges van a necesitar para
llegar a los acuerdos antes mencionados previos al trámite especial; lo mismo sucede en el
caso del patrimonio de la sociedad conyugal ya que tendrán que presentar la escritura pública
inscrita en los Registros Públicos de separación de patrimonio.

4.2. COMPETENCIA
Artículo 3".- Competencia:

“Son competentes para llevar a cabo el procedimiento especial establecido en la presente


Ley, los alcaldes distritales y provinciales, así como los notarios de la jurisdicción del último
domicilio conyugal o de donde se celebró el matrimonio.

El presente artículo, permite la separación convencional ante la municipalidad o notaría del


último domicilio conyugal, replicando la competencia territorial a nivel judicial establecida en
el inciso 2º del artículo 24º del Código Procesal Civil. Asimismo, incluye -como novedad- la
competencia de las notarías y municipios de los lugares donde se celebró el matrimonio.

La Ley materia del presente trabajo y su respectivo Reglamento, indican que son competentes
para llevar a cabo este procedimiento especial, los alcaldes distritales y provinciales, así como
los notarios de la jurisdicción del último domicilio conyugal o de donde se celebró el
matrimonio; habiéndose incluido en el Reglamento de la Ley a los notarios, sin tener en

20
consideración que ellos se rigen por la Ley Nº 26662 que regula los Asuntos No Contenciosos
que son de Competencia Notarial y por la Ley del Notariado Ley Nº 26002.

El autor HERNÁNDEZ ALARCÓN 9, señala que respecto a la asignación de competencias a las


notarías, el notario va a ser la persona que sólo formalizará la voluntad de las partes, debido a
que no se ha indicado en la Ley ni en el Reglamento, si el notario y aún el alcalde, tienen la
posibilidad previo acuerdo de los cónyuges, de modificar los acuerdos de conciliación ni las
resoluciones judiciales, tanto en así que no se ha tenido en cuenta que las mismas, al regular
situaciones familiares que son susceptibles de modificaciones en el tiempo, ya sea por la
variación de circunstancias o por el nuevo acuerdo de las partes, los cónyuges podrán
presentarse ante la autoridad competente para que ellos verifiquen el nuevo acuerdo y lo
homologuen; trayendo como consecuencia inevitable, en estos procesos que después del
trámite del “divorcio rápido” ante notarías y municipalidades y ante la conclusión del
procedimiento, los cónyuges recurran a la vía judicial e inicien su proceso de separación
convencional y divorcio ulterior para plasmar sus nuevos acuerdos, habiendo prolongado el
tiempo de su divorcio además de judicializarlo.

Ahora, respecto a la asignación de competencias a las municipalidades para el conocimiento y


tramitación de los procesos de separación convencional, el tema es discrepante todavía, ya
que se sabe que muchas municipalidades del interior del país no cuenta con el personal
idóneo y capacitado para resolver estas solicitudes; en efecto si tenemos en cuenta las zonas
rurales, alto andinas y selváticas donde también existen municipalidades y no existen recursos
humanos ni materiales para cumplir con esta función, nos encontraríamos con innumerables
casos de nulidades de resoluciones administrativas que tendrían que ventilarse finalmente en
el mismo Poder Judicial.

En consecuencia tanto las funciones del notario y del alcalde, se puede decir 10 que son
limitadas respecto a los acuerdos de las partes, siendo el Juez dentro de un proceso de
separación convencional y divorcio ulterior, el que verificará las voluntad de los cónyuges,
controlará si lo que está previsto en su propuesta de convenio no es contrario a los intereses

9
HERNÁNDEZ ALARCÓN, Christian. Comentarios a la Ley N° 29227. Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, Profesor del Programa de Actualización y Perfeccionamiento de la Academia de la Magistratura,
Fiscal Adjunto Superior de Familia de Lima- Perú, página 12.

10
HERNÁNDEZ ALARCÓN, Christian, Op. Cit., Página 15

21
de sus hijos menores de edad o mayores de edad incapacitados y aún para ellos mismos,
pudiendo incluso en el propio acto de la audiencia única plasmar nuevos acuerdos y/o variar
los acordados iniciales.

SALAZAR PUENTE DE LA VEGA11, señala que El notario al intervenir en el divorcio, lo haría


como creador del nuevo derecho preventivo, controlando la legalidad de los acuerdos entre
los cónyuges, sin contradicciones, ni lesión de los intereses de los hijos menores, ni de uno de
los cónyuges, de modo que la escritura pública de divorcio esté apta para el tráfico jurídico,
garantizando la debida publicidad del acto, sin el coste personal y patrimonial que un largo y
tortuoso proceso de divorcio en sede judicial causa a todos los implicados en él”.

4.3. REQUISITOS DE LA SOLICITUD


Artículo 5º.- Requisitos de la solicitud: “La solicitud de separación convencional y divorcio
ulterior se presenta por escrito, señalando nombre, documentos de identidad y el último
domicilio conyugal, con la firma y huella digital de cada uno de los cónyuges.

El contenido de la solicitud expresa de manera indubitable la decisión de separarse.

A la solicitud se adjuntan los siguientes documentos:

a) Copias simples y legibles de tos documentos de identidad de ambos cónyuges;

b) Acta o copia certificada de la Partida de Matrimonio, expedida dentro de los tres (3} meses
anteriores a la fecha de presentación de la solicitud;

c) Declaración jurada, con firma y huella digital de cada uno de los cónyuges, de no tener hijos
menores de edad o mayores con incapacidad;

d) Acta o copia certificada de la Partida de Nacimiento, expedida dentro de los tres (3) meses
anteriores a la fecha de presentación de la solicitud y copia certificada de la sentencia judicial
firme o acta de conciliación respecto de los regímenes del ejercicio de la patria potestad,
alimentos, tenencia y de visitas de los hijos menores o hijos mayores con incapacidad, si los
hubiera;
11
SALAZAR PUENTE DE LA VEGA, Mercedes. Divorcio en Sede Notarial. Abogada Notaria del Cusco Perú y
Docente de la Universidad Nacional San Antonio Abad de Cusco. Articulo publicado en la Revista Virtual
Aequitas –Argentina, página 05.

22
e) Escritura Pública inscrita en los Registros Públicos, de separación de patrimonios: o
declaración jurada, con firma e impresión de la huella digital de cada uno de los cónyuges, de
carecer de bienes sujetos al régimen de sociedad de gananciales; y

f) Escritura Pública inscrita en los Registros Públicos, de sustitución o liquidación del régimen
patrimonial, si fuera el caso.

4.4. PROCEDIMIENTO
Artículo 6º.- Procedimiento: “El alcalde o notario que recibe la solicitud, verifica el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 5º, luego de lo cual, en un plazo de
quince (15) días, convoca a audiencia única.

En caso de que la separación convencional y divorcio ulterior se solicite en la vía municipal, se


requerirá del visto bueno del área legal respectiva o del abogado de la municipalidad sobre el
cumplimiento de los requisitos exigidos.

En la audiencia los cónyuges manifiestan o no su voluntad de ratificarse en la solicitud de


separación convencional.

De ratificarse, el alcaide o notario declarará la separación convencional por resolución de


alcaldía o por acta notarial, según corresponda.

En caso de inasistencia de uno o ambos cónyuges por causas debidamente justificadas, el


alcalde o notario convoca a nueva audiencia en un plazo no mayor de quince (15) días.

De haber nueva inasistencia de uno o ambos cónyuges, declara concluido el procedimiento.

Calificada positivamente la solicitud, el alcalde o notario cita a audiencia única en un plazo de


15 días, de no asistir uno o ambos cónyuges se convoca a nueva audiencia en el plazo no
mayor a 15 días, si no concurren se declara concluido el procedimiento.

En la audiencia única los cónyuges aún deberán ratificarse en la solicitud de separación


convencional. Una vez ratificados los aún cónyuges en su decisión de separación, el notario
declara la separación convencional, por acta notarial.

23
Luego, transcurrido dos (2) meses de declarada la Separación Convencional, cualquiera de los
cónyuges puede solicitar ante quien inició el trámite se declare la Disolución del Vínculo
Matrimonial.

Después, sin más trámite el Notario, mediante Acta Notarial, declarará LA DISOLUCION DEL
VÍNCULO MATRIMONIAL y dispondrá la remisión de oficios y partes para su inscripción y
anotación correspondiente en el registro personal y registro civil.

4.5. DIVORCIO ULTERIOR

Artículo 7°.- Divorcio ulterior: “Transcurridos dos (2) meses de emitida la resolución de
alcaldía o el acta notarial, según sea el caso, cualquiera de los cónyuges puede solicitar ante
el alcalde o notario la disolución del vínculo matrimonial. Dicha solicitud debe ser resuelta
en un plazo no mayor de quince (15) días

Declarada la disolución, el alcalde o notario dispondrá su inscripción en el registro


correspondiente.

Este acápite señala que transcurridos dos meses desde la emisión del acta notarial o
resolución de alcaldía, cualquiera de los cónyuges puede solicitar la disolución del vínculo
matrimonial (divorcio), plazo que es idéntico al que ya estaba establecido para los procesos de
separación de cuerpos y divorcio ulterior, y que para mayor concordancia han sido ratificados
mediante la modificación introducida por la norma bajo comentario de los artículos 354 del
Código Civil y 580 del Código Procesal Civil. Teniendo el Alcalde o Notario 15 días para resolver
la solicitud de disolución del vínculo matrimonial.

24
CAPITULO II: RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO

1. UNION DE HECHO

La unión de hecho o también llamada concubinato, es la situación de hecho derivada de la


convivencia de un hombre y una mujer no unidas por el matrimonio, pero si para cumplir
finalidades semejantes al matrimonio y que comparten un proyecto de vida común basada
en las relaciones afectivas de carácter singular y dotadas de estabilidad y permanencia.

En principio el concubinato desciende del latín “concibinatur”, refiere Reyes Río, que
significa dormir juntos o comunidad de lecho.

Héctor Cornejo Chávez, mencionaba que el concubinato debe ser definido desde dos
dimensiones, la primera en sentido amplio, por la cual dos personas libres, es decir
solteros, o atados, es decir casados, se unen en una relación que exige un carácter de
permanencia y/o de habitualidad; por lo tanto no puede considerarse como concubinato a
la unión esporádica, es decir a aquella unión sexual casual entre varón y mujer y tampoco
puede considerarse concubinato al libre comercio carnal, es decir, a la unión sexual
concertada de un varón y una mujer por medio de la prostitución.12

El Código civil regula muy exiguamente la unión de hecho. Se limita a expresarnos el


concepto y su consecuencia. Siendo así, el código señala que “la unión de hecho,
voluntariamente realizada y mantenida por un varón y una mujer, libres de impedimentos
matrimoniales, para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes a los del
matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad de
gananciales en cuanto le fuera aplicable, siempre que dicha unión haya durado por lo
menos dos años continuos”.

12
Cornejo Chávez, Hector. Derecho Familiar Peruano. 10ª ed. Lima: Gaceta Jurídica 1999. Pag 79

25
Lo que caracteriza a la unión de hecho es que tiene como finalidad cumplir con los deberes
semejantes al matrimonio, se requiere que en la relación de convivencia de la pareja se
respeten los deberes más importantes del matrimonio; éstos son la cohabitación y el
compartir el lecho.

Para la conformación de unión de hecho es requisito indispensable no tener


impedimentos matrimoniales, se descarta la posibilidad de reconocer la unión de hecho
cuando uno de los sujetos sea adolescente, tenga una enfermedad contagiosa y
trasmisible, cuando sea casado, etc. En suma, cuando se incurra en cualquiera de los
impedimentos absolutos o relativos expuestos en los artículos 241 y 242 del código civil.

La ley reconoce una sociedad de hecho compatible con el régimen de la sociedad de


gananciales que está regulada por el matrimonio. Para ello la convivencia debe estar
reconocida en la vía notarial o judicial. En el caso del concubinato los convivientes no
pueden decidirse por el régimen de separación de patrimonios.

1.1. ANTECEDENTES

En la unión de hecho un hombre y una mujer conviven sin estar casados legalmente, o sea
sin constituir una unión legal o de derecho, como sí lo es el matrimonio. Ciertamente, una
gran cantidad de parejas optan por no casarse y prefieren vivir juntos pero sin atadura
legal, tal vez por el costo trámite de divorsioque tendrían que enfrentar si la relación no
llegara a funcionarm o simplemente por el descreimiento en la solución matrimonial.
Actualmente, la unión de hecho produce algunos efectos legales, en consonancia con la
realidad.

Esta figura ya era conocida en el famiso código Hammurabi, dos mil años antes de
Jesucristo.

En el antiguo derecho romano, fue una unión aceptada, constaba legalmente, configurado
en el Digesto del texto de Ulpiano. Para que el matrimonio se configurara en aquella
época, los romanos exigían un elemento de hecho: la cohabitación, y uno afectivo: la

26
affectio maritalis. Ellos consideraron que el concubinato sólo tenía el primer elemento
señalado: la cohabitación, que ejercía con carácter duradero.

Surgió en Roma como necesidad, ante la imposibilidad de que parejas de distinta


condición social pudieran contraer justas nupcias. El emperador Augusto reconoció ésta
institución en la ley Iulia de Adulteriis, donde se estableció la posibilidad para quien no
hubiere contraído justas nupcias, y además, ningún hombre podía tener más de una
concubina. Se exigía para reconocer esta unión lícita que los concubinos no fueran
parientes en el grado prohibido por la ley para contraer matrimonio y fueran púberes. Los
hijos frutos de esa unión de hecho eran sui iuris, o sea no se reconocía vínculo agnaticio
(parentesco civil) con el padre.

En la época de operador Constantino, los hijos frutos de la unión de hecho pasaron a hacer
hijos naturales, y con el emperador Justiniano se le impuso al padre natural la obligación
de brindarles alimentos, reconociéndoles derechos sucesorios a éstos hijos con respecto a
su padre.

Sin embargo, en lugar de seguir evolucionando la institución para lograr mayores derechos para el
concubinato, con los emperadores romanos cristianos se comenzaron a quitar efectos, para lograr
reivindicar a la institución familiar, concediéndose la posibilidad de legitimar a dichos hijos, en caso
de ser posible, con el subsiguiente matrimonio. El emperador Bizantino León el Filósofo prohibió el
concubinato.13

A pesar de la oposición de la iglesia católica, el concubinato continuó durante la Edad Media,


Según Escriche, en España existieron tres clases de unión de enlaces entre varón y mujer
autorizados o tolerados por la ley: el matrimonio de bendiciones, celebrado con las solemnidades
de derecho y consagrado por la religión; el matrimonio a juras o juramento, que era legítimo pero
clandestino; y la barraganía que era propiamente un contrato de amistad y compañía, cuyas
principales condiciones era la permanencia y la fidelidad. 14

13
VÁSQUEZ GARCÍA, Yolanda. Derecho de familia – Teórico práctico. Tomo I: Sociedad Conyugal. Editorial
Huallaga. Edición Junio de 1998. pág. 181.

14
CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano. 10 edición, Gaceta Jurídica, Lima, 1999. p. 63.

27
A pesar de los esfuerzos constantes que hizo y hace la iglesia católica , el concubinato sigue
creciendo en el mundo, y no sólo en países de incipiente cultra y escasa dormación integral, sino
también en naciones altamente desarrolladas en todo orden de cosas, al punto que hoy en día es
común que las jóvenes parejas constituya uniones de hecho que traen aparejados graves
problemas de orden social, psicológicos y jurídicos que al final de cuentas maltratan a la institución
familiar, conocida como la piedra angular de toda sociedad. Por todas estas consideraciones, hay
que ser sumamente prudentes en la dación de leyes que pueden tener justificaciones pero que
indudablemente alientan las uniones de hecho y desalientan el matrimonio (Arias Schreiber, 1999).

En el Perú, el interés del Estado incaico en las uniones de hecho era formalizarla a través del
gobernador, con el afán de recibir tributos y contribuciones.

Las uniones de hecho en la época de la Colonia tuvieron su origen en la desigualdad social, debido
a que los españoles no podían casarse con las mujeres de raza incaica.

El concubinato fue en aquella época un fenómeno latente, porque como realidad cultural y
sociológica existió tanto en el Derecho precolonial como colonial.

En el Código Civil de 1852 no se regulaban las uniones de hecho, porque se adhirió a la doctrina del
Código Canónico sobre el matrimonio.

El Código Civil de 1936 indicaba que las uniones de hecho eran una sociedad de hecho en la que el
hombre y la mujer conservan su independencia social y económica, no constituyendo una sociedad
como el matrimonio, en el que sí están vinculados en dichos aspectos.

Según la Constitución de 1979, la unión de hecho era definida así: “La unión estable de un varón y
una mujer, libres de impedimento matrimonial, que forman un hogar de hecho por el tiempo y en
las condiciones que señala la ley, da lugar a una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de la
sociedad de gananciales en cuanto es aplicable”, tal como se señalaba en el artículo 9 de la
Constitución ya derogada.15

Siendo el matrimonio la regla general, por excepción nuestro ordenamiento constitucional


y civil admite las uniones de hecho, más conocidas como “concubinato”. En efecto, y
15
PLACIDO V., Alex F. Manual de Derecho de Familia (Un nuevo enfoque al estudio del Derecho de Familia).
Segunda Edición. Gaceta Jurídica Editores S.A. Octubre de 2002. págs. 24-25.

28
recogiendo una realidad en el pueblo peruano, el artículo 5 de la Constitución vigente
dispone que la unión estable de un varón y una mujer, libres de impedimento matrimonial,
que forman un hogar de hecho, da lugar a una comunidad de bienes sujeta al régimen de
la sociedad de gananciales en cuanto sea aplicable. El artículo 326 del Código Civil añade
que la unión haya durado por lo menos dos años continuos, sin perjuicio del último
párrafo agregado en mérito a la Ley 30007 del 17 de abril del 2013.

1.2. CLASES DE UNIONES DE HECHO

La doctrina reconoce que la unión de hecho puede clasificarse en:

La unión de hecho propia o pura. Es aquella establecida entre un hombre y una mujer,
quienes siendo libres de impedimento matrimonial deciden hacer vida en común sin
formalizar dicha unión legalmente.

La unión de hecho impropia o adulterina. Es la que se constituye cuando uno o ambas


personas que conforman la relación tiene o tienen algún impedimento para contraer
matrimonio civil, optando por cohabitar a pesar de ello.

Luego de haber proporcionado las clasificaciones, debemos precisar que la normativa


nacional reconoce y protege a la denominada unión de hecho propia, reconociéndola
como concubinato, término que deriva del latín concubere, que significa “dormir juntos o
en comunidad de lecho, manteniendo relaciones sexuales exclusivas, estables
permanentes y continuas” (JUS Constitucional, 2008).

2. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO

El efecto más importante del reconocimiento judicial de la unión de hecho es que el


régimen patrimonial de la unión que se rige por las reglas del régimen de la sociedad de
gananciales. De ahí que en la actualidad muchas parejas lo soliciten.

Ahora bien, el reconocimiento de la unión de hecho al ser un acto que no genera


controversia con algún tercero, se tramita a través de un proceso no contencioso. Siendo
así, actualmente, los interesados tendrán dos opciones dentro del procedimiento no

29
contencioso para realizar su trámite: i) la vía judicial ii) la vía notarial. Es decir, los
interesados en el reconocimiento de su unión podrán recurrir a un juez o a un notario para
lograr tal efecto. Es claro que lo más recomendable es acudir a la vía notarial ya que por
este medio podríamos ahorrar tiempo.

Independientemente de que se lleve el reconocimiento de unión de hecho, vía judicial o


notarial, ambos procedimientos son muy similares. Siendo así, el primer paso, es presentar
una solicitud de reconocimiento de unión de hecho con todos los requisitos de ley ante un
juez o un notario competente.

2.1. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO VÍA JUDICIAL

Al igual que cualquier proceso el proceso de reconocimiento de la unión de hecho empieza con la
interposición de la demanda.

El juez competente es el Juez de Familia y se tramita en la vía del proceso de conocimiento.

Los requisitos que se exigen para instaurar un proceso judicial de reconocimiento de convivencia
son los descritos en el artículo 326 del Código Civil: unión libre y voluntaria entre un varón y una
mujer, libres de impedimento matrimonial, la convivencia debe tener una duración mínima de 2
años continuos y debe gozar de notoriedad y publicidad por terceros. 16

La solicitud debe contener los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan el pedido de
reconocimiento, es decir, allí se deberá indicar la fecha desde la cual la pareja convive (que debe
ser por lo menos 2 años) así como los medios probatorios que acrediten el tiempo de
convivencia.17 Constituyen medios de prueba típicos la declaración de parte, la declaración de
testigos, partidas de nacimiento de hijos en caso los hubiera, fotografías, inspección judicial, entre
otros.

Resaltamos aquí, que la ley exige que la unión deba ser voluntaria y sobretodo estable, es por ello
que la pareja que solicite el reconocimiento de la unión deberá acreditar que la convivencia ha sido
ininterrumpida.

16
BOSSERT, Gustavo A. Régimen Jurídico del Concubinato. Cuarta edición. Buenos Aires – Argentina. Editorial
Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma. 2003. págs. 35-45.

17
VALVERDE, Emilio. Derecho de Familia en el Código Civil Peruano. Lima – Perú. 1942. pág. 68.

30
Además se adjuntará a la solicitud los siguientes documentos:

1. 03 Copias legibles y vigentes del DNI del demandante.


2. Partida de defunción del conviviente, original y 02 copias.
3. Partida de nacimiento de los hijos del difunto con la demandante, original y 02
copias.
4. Nombre, dirección, DNI y ocupación de 2 ó 3 testigos que den fe de la
convivencia.
5. Documentos, autovalúos, recibos de teléfono, sedapal, edelnor, etc, que
acrediten la unión de ambos en distintos actos cotidianos.
6. Señalar donde tiene pensión o seguro, o AFP, propiedades, bienes susceptibles
de ser repartidos.
7. Fichas Registrales de bienes adquiridos durante la convivencia, original y 02
copias.
8. Pagar arancel judicial al Banco de la Nación por Ofrecimiento de Pruebas

Tramitado por la vía judicial el reconocimiento de unión de hecho, se le otorgará un plazo


de 5 días al emplazado para que formule alguna contradicción, tras ello, se programará a
una audiencia, dentro de 15 días, en la que se realizará la declaración de la unión.

2.2. RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO VÍA NOTARIAL

El reconocimiento de unión de hecho como lo hemos mencionado, no sólo se agota con


una resolución emitida por el Poder Judicial satisfactoria, sino que además, según la Ley
29560 que modifica a la Ley 2662, denominada la Ley de competencia Notarial en Asuntos
no Contenciosos se da la posibilidad de ir al notario para solicitar el reconocimiento de la
unión de hecho.

En esta ley se autoriza a los notarios a realizar el reconocimiento de la unión de hecho


contemplada en el artículo 326 del Código Civil, así como su cese, y su inscripción en el
Registro Personal.

31
Ahora bien, ya que el reconocimiento de las uniones de hecho se puede dar en nuestro
país en competencia del Poder Judicial o vía Notarial, queda a la libre elección de los
solicitantes la decisión de optar por una u otra vía, sin perjuicio de que generándose algún
conflicto o desacuerdo de las partes intervinientes no podrá proseguir el trámite en via
notarial, ya que el juez es el único que posee facultades jurisdiccionales y de resolución de
conflictos. En este sentido cabe mención al artículo 6 de la Ley 26662, referido al
consentimiento unánime que debe existir en todo procedimiento no contencioso seguido
a nivel notarial.

Asimismo la publicación de la ley 29560, ha ampliado de manera tácita el artículo 2030 del
Código civil, que regula los actos inscribibles en el Registro Personal, al permitir el acceso a
dicho registro del reconocimiento notarial o judicial de las uniones de hecho y su cese.
Agregando a ello se incorpora al citado registro la inscripción de la anotación de la
demanda o sentencia de nulidad de uniones de hecho, cuando provienen del Poder
Judicial.

3. FINALIDAD DE LA LEY N° 29560

• Contribuir con descongestionar el Poder Judicial, otorgándose competencia a los


notarios para el reconocimiento de las uniones de hecho en su oficio notarial,
como vía alterna al Poder Judicial.

• Publicitar a terceros el inicio y el fin de las comunidades de bienes originadas como


consecuencia del reconocimiento de las uniones de hecho, para su posterior
inscripción en el registro respectivo.

• Contribuir a proteger al conviviente frente a los actos indebidos de apropiación que


pudiere ejercer el otro conviviente.

• Fomenta el interés en el tráfico patrimonial, o más conocido en el ámbito registral


como la seguridad dinámica.

32
• La obligación por parte del notario de enviar la documentación al registro
respectivo para su inscripción, quedando en el vacío si estamos o no ante un acto
constitutivo o simplemente declarativo de derecho.

• La calificación registral se efectuará conforme lo establecido en los artículos 30 y


siguientes del Reglamento General de los Registros Públicos, e incluso se establece
que el registrador tendrá competencia a nivel nacional, a fin de evitar que una
misma persona inscriba distintas uniones de hechos, en diferentes zonas registrales
existentes a nivel nacional.

4. PROCEDIMIENTO DEL RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO:

Al igual que en sede judicial, los requisitos para iniciar el procedimiento de unión de hecho
son los siguientes:

 Que ninguno de los convivientes tenga un matrimonio vigente.


 Debe haber transcurrido dos años como mínimo de convivencia.
 Que se acredite con pruebas la unión de la pareja por los menos dos años
continuos.

La solicitud dirigida al Notario deberá ser autorizada por Abogado y deberá consignar los
datos siguientes:

1. Datos personales de los solicitantes.


2. Reconocimiento expreso que conviven no menos de dos (02) años de manera
continua.
3. Declaración expresa de los solicitantes que se encuentran libres de impedimento
matrimonial y que ninguno tiene vida común con otro varón o mujer, según sea el
caso.
4. Fundamentos de hecho y de derecho.
5. Indicar los medios probatorios y anexos que se adjuntan.

33
Entre los medios probatorios se tiene:

 Certificado domiciliario de los solicitantes.


 Certificado negativo de unión de hecho tanto del varón como de la mujer expedido
por el registro personal de la oficina registral donde domicilian los solicitantes.
 Declaración de dos (02) testigos indicando que los solicitantes conviven dos (02)
años continuos o más.
 Otros documentos que acrediten que la unión de hecho tiene por lo menos dos
(02) años continuos o más.
 Copia legible del DNI de los solicitantes.

6. Fecha.’

7. Firma y huella digital de los solicitantes.

Se publicará, según el artículo 13 de la ley 26662, un extracto de la solicitud en el diario


oficial y en otro de mayor circulación.

Una vez trascurridos 15 días útiles desde la publicación sin haber oposición, se da la
Protocolización, la Escritura Pública con la declaración del reconocimiento. Produce todos
sus efectos mientras no se declare su invalidez por el Órgano Jurisdiccional.

Posteriormente se hará la inscripción en el Registro Personal, el notario remitirá las partes


al Registro Personal en el lugar donde domicilian los convivientes.

En caso de haber oposición por una de las partes o terceros, todo se remitirá al Poder
Judicial.

El cese de la Unión de hecho se da por Escritura Pública, incluyendo la liquidación del


patrimonio social. En este procedimiento no hay publicaciones.

De acuerdo a la legislación vigente, los solicitantes que proporcionen información falsa


para sustentar su pedido, serán pasible de responsabilidad penal.

34
5. LAS UNIONES DE HECHO Y SU REGULACIÓN NORMATIVA EN EL ÁMBITO
REGISTRAL

La Ley 26366 crea la SUNARP (organismo público técnico especializado), y en su artículo 2


inciso a) indica los registros que conforman el Sistema Registral Peruano, y dentro de ellos
encontramos al Registro de Personas Naturales, el cual a su vez se divide en varios
registros, y dentro de este grupo encontramos el Registro Personal (SITRA ZR IX, 2009, pp.
5-10);50 por consiguiente, según lo establecido en la Resolución 088-2011-SUNARP-S.A.
del 29 de noviembre del 2011, se aprueba la Directiva Nro. 002-2011-SUNARP/SA
publicada en el diario oficial El Peruano el miércoles 30 de noviembre del 2011 (a más de
un año de la publicación de la Ley 29560, que modifica la Ley 26662), que establece los
criterios para la inscripción de las uniones de hecho, su cese y otros actos inscribibles en
dicho registro relacionados con el tema materia de comentario, así como el Precedente del
LXXV Pleno Registral.

La finalidad de la Directiva Nro. 002-2011-SUNARP/SA es el establecimiento de criterios


registrales para la inscripción de las uniones de hecho, su cese y otros actos inscribibles
directamente vinculados con el tema.

El contenido de la directiva resulta ser el siguiente (El Peruano, 2011):

5.1. OFICINA REGISTRAL COMPETENTE

Es el Registro Personal, que forma parte del Registro de Personas Naturales, y de ser el
caso el registro de bienes, como por ejemplo el registro de propiedad inmueble o el
registro de bienes muebles vehicular. Es decir, es el Registro Personal de la Oficina Registral
que corresponde al domicilio de los convivientes.

5.2. ACTOS INSCRIBIBLES

Son inscribibles, teniendo en cuenta lo previsto en el artículo 2030 del Código Civil de
1984:

35
 El reconocimiento de la unión de hecho.

 El cese de la unión de hecho.

 Las medidas cautelares y/o sentencias ordenadas por la autoridad judicial


relacionadas con la unión de hecho.

5.3. LOS ALCANCES DE LA CALIFICACIÓN REGISTRAL

Si bien se aplica lo establecido en el Reglamento General de los Registros Públicos, esto no


significa que el registrador público cuestione el fondo o motivación de la declaración
notarial en el proceso no contencioso sobre uniones de hecho.

Sin embargo, atendiendo al Principio de Legalidad contemplado en el artículo 2011 del


Código Civil y en el artículo V del Título Preliminar del RGRP, la verificación se dará para los
siguientes aspectos:

• La escritura pública o el documento público deberá contener la fecha cierta del


inicio de la comunidad o sociedad de bienes, y en su caso, la fecha de su cese.

• La inscripción previa o simultánea del reconocimiento de la unión de hecho para


acceder a la inscripción del cese de esta.

• La no existencia de inscripciones anteriores de uno o de ambos convivientes, según


lo que se indique en el índice nacional de uniones de hecho.

• Que no existan inscripciones incompatibles referidas a los convivientes en el


Registro Personal de la Zona Registral, que desvirtúen el reconocimiento de la
unión de hecho.

5.4. CONTENIDO DEL ASIENTO DE INSCRIPCIÓN DEL REGISTRO PERSONAL

Adicionalmente a los datos que debe contener el asiento registral, según lo establecido en
el Reglamento General de los Registros Públicos (TUO del RGRP, 2005, arts. 46-52), este
asiento deberá contener:

1. Nombre completo de los convivientes

36
2. Tipo y número de documento de identidad de ambos.

3. Fecha de inicio de la comunidad o sociedad de bienes, y de su cese, de ser el caso.

4. La publicidad de lo inscrito en el Registro Personal

La publicidad registral, considerada por un sector de la doctrina como principio, y por otro
no, por no ser un rasgo característico del sistema registral imperante en cada Estado, sino
más bien por ser la esencia del Registro Público, está regulada en el artículo 2012 del
Código Civil y en los artículos I y II del Título Preliminar del RGRP, en sus formas de
publicidad material y formal respectivamente.

Sin embargo, la directiva en comentario enfoca a la publicidad formal, indicándose que a


partir de la entrada en funcionamiento del Índice Nacional de Uniones de Hecho, las
Oficinas Registrales de las 13 Zonas Registrales distribuidas a nivel nacional expedirán el
certificado negativo u otros certificados compendiosos sobre uniones de hecho de alcance
a nivel nacional.

5.5. LAS TASAS REGISTRALES

Las tasas registrales son reguladas en concordancia con el Decreto Supremo Nro. 37-94-
JUS. Por tanto, estas serán las siguientes:

• Para inscripción y calificación se aplicarán los derechos registrales correspondientes


a otros actos o contratos secundarios, y por inscripción, al acto no susceptible de
valorización.

• Para certificado negativo u otros compendiosos se aplicará la tasa correspondiente


a otros certificados.

5.6. ÍNDICE NACIONAL DE UNIONES DE HECHO

Se crea un Índice Nacional de Uniones de Hecho que forma parte del Índice Nacional del
Registro Personal, a través de una base de datos centralizada, la cual concentrará la
información de las 13 Zonas Registrales que conforman la SUNARP, distribuidas a lo largo
de nuestro país.

37
En el Índice Nacional de Uniones de Hecho estarán registrados:

1. Los nombres de los convivientes.

2. El tipo y número de documento de identidad de los convivientes.

3. El lugar del dominio de los convivientes.

4. El inicio de la comunidad o sociedad de bienes.

5. La fecha del cese de la unión de hecho, si fuere el caso.

5.7. ÍNDICE NACIONAL DEL REGISTRO PERSONAL

Se crea el Índice Nacional del Registro Personal, que concentrará o consolidará la


información de los actos inscribibles en dicho registro, quedando todavía su contenido en
stand by, dependiendo de lo que disponga la SUNARP mediante Resolución.

Cabe rescatar en este punto la importante labor que cumplió la Gerencia de Informática de
la Sede Central de la SUNARP, que en el plazo de 80 días hábiles efectuó las modificaciones
y acciones para el funcionamiento del índice, así como preparó y dio a conocer los
manuales en los cuales se detallan los lineamientos de uso y medidas de seguridad del
índice bajo comentario.

Es importante traer a colación que para crear una base de datos a nivel nacional, a pesar
de que la tecnología de punta y el avance en cuanto a sistemas informáticos pueden ser un
tanto prácticos o quizás fáciles, lo más difícil es hacer que dicha base funcione
óptimamente, ya que para efectos registrales, el tema de la réplica de la información de
forma inmediata o concomitante con la inscripción es importante, teniendo en cuenta el
principio de prioridad preferente.

38
CAPITULO III: CONVOCATORIA A JUNTA GENERAL Y OBLIGATORIA

1. DEFINICION

La Junta General de Accionistas, como su nombre indica, es la reunión de los accionistas.


Cumpliendo con los requisitos legales y estatutarios de convocatoria, lugar y quórum, se celebra
para deliberar y votar determinados asuntos de su competencia.

Solo existen ciertas excepciones a lo mencionado, como el hecho de que existen asuntos que
pueden ser tratados en la Junta sin necesidad de haber sido contemplados en la convocatoria o
asuntos en los que la convocatoria no es necesaria porque están presentes todos los accionistas y
se acuerda por unanimidad tratar determinados asuntos.

1.1. COMPETENCIA DE LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS

La Junta General de Accionistas es un órgano con múltiples funciones que la ley o los estatutos
sociales le atribuyen y que en términos generales consisten en la expresión de la voluntad social a
efectos de autorizar las operaciones de mayor envergadura e importancia. En este sentido, los
artículos 114 y 115 de la Ley General de Sociedades Peruana establece que las principales
funciones de dicho órgano son resolver todo lo que atañe a la aprobación del balance y el destino
de las utilidades; a la elección de los directores; a realizar investigaciones y auditorías especiales; a
la modificación de los estatutos; al aumento y reducción de capital; y, los asuntos que sean de
gran importancia para la sociedad.

1.2. FUNCIONES DE LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS

En función de los mecanismos de deliberación y decisión de la Junta General de Accionistas, se ha


optado por no realizar ninguna distinción entre las reuniones que lleven a cabo los accionistas, sin
perjuicio de que la doctrina peruana sí ha optado por distinguir entre juntas extraordinarias y
ordinarias.

Dicha diferenciación entre reuniones ordinarias y extraordinarias obedece a un elemento común


que consiste en la obligatoriedad de que exista una junta, que debe reunirse, cuando menos, una
vez al año. En el caso peruano dicha reunión (denominada Junta Obligatoria Anual en el primer

39
caso y Asamblea General Ordinaria en el segundo) deberá tener lugar dentro de los tres meses
siguientes a la terminación del ejercicio económico.

DECISIONES QUE DEBEN ADOPTARSE EN LA JUNTA OBLIGATORIA ANUAL

a. Pronunciarse sobre la gestión social y los resultados económicos del ejercicio anterior
expresados en los correspondientes estados financieros

El pronunciamiento de la Junta Obligatoria Anual se realiza a través de una aprobación o


desaprobación de la gestión y de los resultados. La aprobación de estos no descarta en absoluto
las responsabilidades de los directores y gerentes y, por otro lado, la desaprobación entraña una
censura a la administración de la sociedad.

Con todos estos elementos, que reflejan el universo de la gestión social, y de los resultados
económicos y financieros de la sociedad, la Junta Obligatoria Anual se encuentra en la posición de
tomar una decisión informada y aprobar, desaprobar u observar cualquier aspecto del manejo de
la sociedad.

b. Resolver sobre la aplicación de las utilidades, si las hubiere.

La segunda función de la Junta Obligatoria Anual en dicha reunión es pronunciarse sobre el


destino de las utilidades que se hayan generado en el ejercicio, de ser el caso. En términos
generales, ésta es una tarea típica e indelegable de la Junta.

Es preciso tomar en consideración que la distribución de utilidades sólo puede hacerse en mérito
de los estados financieros preparados al cierre de un período determinado o a la fecha de corte
que en circunstancias especiales acuerde el Directorio.

Las sumas que se repartan no pueden exceder del monto de las utilidades que se obtengan.

c. Elegir cuando corresponda a los miembros del Directorio y fijar su retribución.

Otra de las funciones relevantes de la Junta Obligatoria Anual es designar a los administradores y
demás funcionarios de su elección. En el caso específico del órgano de administración, esta
función dependerá en gran medida del plazo para el cual fueron designados sus miembros.

d. Designar o delegar en el Directorio la designación de los auditores externos, cuando


corresponda

40
El derecho de los accionistas a fiscalizar la actuación del Directorio y la Gerencia no puede ser
ejercido directa ni irrestrictamente. Solo puede ser practicado en forma mediata a través de las
auditorías o investigaciones que sean dispuestas por los órganos competentes de la sociedad.

OTRAS DECISIONES DE LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS

Respecto del resto de atribuciones que posee la Junta General de Accionistas, cabe destacar que
éstas pueden ser materia de la reunión obligatoria o de cualquier otra reunión. Por cualquier otra
entendemos: (i) las que contemple adicionalmente el estatuto como sesiones obligatorias; y, (ii)
todas las otras oportunidades en las que se reúna la Junta General de Accionistas.

En términos generales, la Junta General de Accionistas cuenta con la competencia para realizar las
siguientes actuaciones que, en el caso peruano, se encuentran indicadas en el artículo 115 de la
Ley General de Sociedades de Perú:

a. Remover a los miembros del Directorio y designar a sus sustitutos

De acuerdo con Enrique Elías18, esta facultad ha sido propia de la Junta General de Accionistas
desde sus comienzos, que es la que le otorga el poder de remover en cualquier momento a los
miembros del Directorio y nombrar a sus sustitutos, ya que este es el límite natural al poder de los
administradores en las sociedades anónimas.

b. Modificar el estatuto

El estatuto social es el contrato social celebrado por los socios fundadores, éste contiene las reglas
de organización y funcionamiento de la sociedad. De esta manera, resulta claro que sea la Junta
General de Accionistas la que se encuentre facultada para modificar el contrato que regula el
devenir de la sociedad. Dado que estos cambios pueden afectar de modo esencial los intereses de
los socios y de terceros, la normativa societaria en las distintas jurisdicciones suele regular los
requisitos aplicables a la realización de la modificación.

La LGS, señala, en caso de que se quiera celebrar una Junta General de Accionistas para la
adopción de un acuerdo consistente en cambiar alguno de los artículos del estatuto social se
deberán cumplir con requisitos adicionales a los aplicables al resto de decisiones. Estos son los

18
ELIAS, Derecho Societario Peruano. La Ley General de Sociedades del Perú, Editora Normas
Legales,Trujillo.

41
siguientes: (i) expresar en la convocatoria de la Junta General de Accionistas, con claridad y
precisión, los asuntos cuya modificación se someterá a esta; es decir, es preciso que por lo menos
se señale los artículos que se quieren modificar; y, (ii) que concurran a la Junta General de
Accionistas un quórum calificado y (iii) que el acuerdo sea adoptado con el voto favorable de la
mayoría absoluta de las acciones suscritas con derecho a voto. Esto será explicado de forma
detallada más adelante. Es preciso señalar que el estatuto puede establecer quórum y mayorías
superiores a los requeridos por la legislación aplicable, pero nunca puede establecer inferiores.

c. Aumentar o reducir el capital social

El acuerdo consistente en el aumento o reducción del capital social es otro de los acuerdos que
necesitan quórum y mayorías calificadas, ya que es uno de los actos societarios de mayor
trascendencia e impacto en la vida social, y que en la mayoría de los casos es de gran interés, no
solo para los socios como también para terceros. De esta manera, dentro de la vida de una
sociedad puede suceder que sea necesario, en algún momento, aumentar y, en otros, reducir su
capital.

d. Emitir obligaciones

Constituye una prerrogativa exclusiva de la Junta General de Accionistas. Al respecto, Fernando


Sánchez Calero precisa que ello se debe a que el régimen de la emisión de obligaciones pretende
cumplir no solo con la tutela de los suscriptores, sino además con la preocupación que entraña un
endeudamiento de importancia a cargo de la sociedad.

e. Acordar la enajenación, en un solo acto, de activos cuyo valor contable exceda el


cincuenta por ciento del capital de la sociedad

Estamos ante un acto societario que en varias jurisdicciones requiere de quórum y mayorías
calificadas para ser adoptado. Ello en virtud de que este acuerdo implica un gran cambio para la
sociedad y por este motivo es una decisión que corresponde tomar a la Junta General de
Accionistas. En el caso peruano, es preciso mencionar que este cambio no implica una
despatrimonialización de la sociedad, ya que el artículo 115 de la Ley General de Sociedades
Peruana no señala que se están donando los mismos, sino enajenando.

f. Disponer investigaciones y auditorías especiales

42
Tal como se mencionó anteriormente, la Junta General de Accionistas se encuentra facultada para
revisar y verificar las cuentas que le rinda el Directorio; sin embargo, esta ha de ser realizada por
profesionales altamente especializados en contabilidad, los auditores. Es evidente que esa
verificación no puede quedar librada a los administradores de la sociedad tanto gerentes como
directores. Así, si bien la Junta Obligatoria Anual cuenta con la facultad para disponer las
investigaciones y auditorías especiales, la Ley General de Sociedades Peruana ha previsto que la
Junta General de Accionistas en cualquier otra reunión cuenta con las facultades para investigar
los aspectos que sean necesarios o convenientes de la gestión social.

g. Acordar la transformación, fusión, escisión, reorganización y disolución de la


sociedad, así como resolver sobre su liquidación

Finalmente19, como regla general la Junta General de Accionistas puede acordar sobre la
disolución y liquidación de la sociedad. Por la disolución la sociedad decide que ha de extinguirse
como persona jurídica. La ley prevé causales para la extinción de la sociedad, además, a pesar de
no encontrarnos ante una causal, la sociedad puede decidir en cualquier momento su disolución.
La extinción de la sociedad consta de tres pasos, el primero es la decisión de disolución; en
segundo lugar, se decide la liquidación de la sociedad para lo cual se deben nombrar a personas,
liquidadores, quienes van a buscar que se realice el activo de la manera más eficiente para pagar
los pasivos de la sociedad; y, luego de ello, la sociedad queda extinta.

Así, es necesario para la adopción de los acuerdos mencionados en el párrafo anterior que en
primera convocatoria concurra cuando menos dos tercios de las acciones suscritas con derecho a
voto; mientras que en segunda convocatoria basta la concurrencia de al menos tres quintas partes
de las acciones suscritas con derecho a voto. Luego, los acuerdos se han de adoptar con el voto
favorable de un número de acciones que represente, cuando menos, la mayoría absoluta de las
acciones suscritas con derecho a voto.
19
En el caso peruano se menciona la reorganización empresarial dentro del listado de facultades de la Junta.
Por reorganización la Ley General de Sociedades se refiere de manera indistinta a la transformación, fusión y
escisión. Sin embargo, en el artículo 391, la Ley General de Sociedades hace referencia a la reorganización
simple, denominación que se le ha otorgado al acto por el cual una sociedad segrega uno o más bloques
patrimoniales y los aporta a una o más sociedades nuevas o existentes, recibiendo a cambio, y conservando
como parte de su activo, las acciones o participaciones correspondientes a dichos aportes. En este caso, a
diferencia de lo que ocurre en el caso de una escisión parcial, la persona beneficiaria de las acciones
emitidas por las sociedades que reciben el bloque patrimonial es la sociedad escindente y no sus socios.

43
Con respecto a los demás acuerdos, se exige un quórum simple; es decir, la Junta General de
Accionistas queda válidamente constituida en primera convocatoria cuando se encuentre
representado, cuando menos, el cincuenta por ciento de las acciones suscritas con derecho a voto.
En segunda convocatoria, será suficiente la concurrencia de cualquier número de acciones
suscritas con derecho a voto. Los acuerdos serán adoptados con el voto favorable de la mayoría
absoluta de las acciones suscritas con derecho a voto representadas en la Junta General de
Accionistas.

2. PROCESO PARA LA FORMACIÓN DE LA VOLUNTAD DE LA SOCIEDAD

Según Alfredo de Gregorio, citado por Oscar Arrus 20, la Junta General de Accionistas, como órgano
esencial de la sociedad, expresa inmediatamente la voluntad de la misma, en cuanto este órgano
no deriva sus poderes —como ocurre con los órganos administrativos en muchos de los casos— de
otro órgano. Ciertamente también la Junta General de Accionistas, precisamente porque no es la
sociedad, sino un órgano de la misma, no puede dar vida a una voluntad cualquiera, e imponerla
en el mundo jurídico como la voluntad social; hay una estructura esencial del ente, querida por
aquellos que la han creado, que no está sometida siempre a la voluntad de la Junta General de
Accionistas. Por este motivo, hay una disciplina legal y estatutaria que modera su ejercicio, así tan
solo la voluntad expresada por la asamblea de socios legítimamente formada, debe ser
considerada como la voluntad propia de la sociedad.

Por ello es preciso tomar en consideración los supuestos bajo los cuales la Junta General de
Accionistas debe celebrarse y desarrollarse para que se considere que los acuerdos adoptados por
esta expresan la voluntad social. A continuación revisaremos los requisitos con los que debe
cumplir el lugar de celebración de la Junta General de Accionistas, la convocatoria, la
representación en la Junta General de Accionistas, las actas, entre otros.

a. Lugar de celebración de la Junta General de Accionistas

20
ARRUS B., Oscar. El gobierno corporativo en Iberoamérica. Capítulo 9: La junta general de accionistas su
funcionamiento y competencias, Proyectos Editoriales S.A. 2015

44
La Junta General de Accionistas se debe celebrar en el lugar del domicilio social, salvo que el
estatuto prevea algo distinto. Asimismo, prevé que el lugar de celebración de la Junta General de
Accionistas debe constar en la convocatoria y en forma inequívoca para que no exista duda por
parte de ningún accionista en cuanto a su identificación o ubicación. Tampoco procede un cambio
en caso la Junta sea aplazada, de acuerdo con el artículo 131 de la Ley General de Sociedades
Peruana. Cualquier variación del lugar de celebración solo puede darse si esta está prevista en el
estatuto o en el caso de las juntas universales

b. Convocatoria a la Junta General de Accionistas

Debido a que la Junta General de Accionistas no es un órgano permanente de la sociedad; por ello,
en caso sea preciso e indispensable que sea celebrada una reunión de los accionistas es necesario
que se convoque a los miembros de la misma. Además, solo de esta manera se cumple con el
derecho que posee todo accionista a intervenir y votar en las Juntas Generales de Accionistas.

De acuerdo con el artículo 113 de la Ley General de Sociedades Peruana, la Junta General de
Accionistas ha de ser convocada cuando así lo haya previsto el estatuto, lo acuerde el Directorio
por considerarlo necesario al interés de la sociedad o lo solicite un número de accionistas que
represente cuando menos el veinte por ciento de las acciones suscritas con derecho a voto.

La convocatoria ha de ser realizada por el Directorio y, en su defecto, por la administración de la


sociedad. En aras de buscar que la convocatoria efectivamente llegue a todos los socios, la
normativa aplicable suele establecer ciertos requisitos con la que la sociedad debe cumplir para la
debida convocatoria. A efectos enunciativos, el artículo 116 de la Ley General de Sociedades
Peruana señala lo siguiente:

“El aviso de convocatoria de la Junta Obligatoria Anual y de las demás Juntas Generales de
Accionistas previstas en el estatuto debe ser publicado con una anticipación no menor de diez días
al de la fecha fijada para su celebración. En los demás casos, salvo aquellos en que la ley o el
estatuto fijen plazos mayores, la anticipación de la publicación será no menor de tres días. El aviso
de convocatoria especifica el lugar, día y hora de celebración de la junta general, así como los
asuntos a tratar. Puede constar asimismo en el aviso el lugar, día y hora en que, si así procediera,
se reunirá la junta general en segunda convocatoria. Dicha segunda reunión debe celebrarse no
menos de tres ni más de diez días después de la primera.

45
La junta general no puede tratar asuntos distintos a los señalados en el aviso de convocatoria,
salvo en los casos permitidos por la Ley.”

Este artículo trata sobre la convocatoria regular. El Directorio es el llamado en estos casos a
realizar la convocatoria a la Junta General de Accionistas, ya sea por acuerdo del propio órgano
social o a solicitud de los accionistas. En las sociedades que se organicen sin Directorio, por
ejemplo las sociedades anónimas cerradas, la convocatoria queda a cargo de la Gerencia que se
representa en la fi gura del Gerente General.

Como ya se señaló el aviso de convocatoria tiene como objetivo que sea conocido por todos los
accionistas y, al existir la posibilidad de que estos sean un número importante, la ley peruana ha
previsto que este tiene que ser publicado con mínimo 3 días naturales de anticipación en el caso
de la mayoría de Juntas Generales de Accionistas y, en el caso de la Junta Obligatoria Anual con 10
días naturales de anticipación. Lo anterior se encuentra íntimamente ligado al derecho que tienen
los accionistas a encontrarse debidamente informados y con la antelación necesaria para que
puedan ejercer de manera correcta sus derechos y, específicamente en este caso, el derecho al
voto, el derecho político más importante.

Por otro lado, y continuando con el ejemplo peruano, la Ley General de Sociedades Peruana prevé
una convocatoria excepcional que se da en los casos en que, por no haberse cumplido con los
requisitos legales o estatutarios, se debe recurrir al juez para que se realice la convocatoria. Esta
convocatoria judicial se da cuando la Junta Obligatoria Anual o cualquier otra prevista en el
estatuto no se convocan dentro del plazo y para sus fines, o en ellas no se tratan los puntos de
agenda indicados por la ley o el estatuto, como en el caso de que los accionistas que representen
el 20% de las acciones suscritas con derecho a voto soliciten notarialmente la celebración de la
Junta General de Accionistas. En estos casos, el titular de una acción suscrita con derecho a voto
puede mediante un trámite o proceso no contencioso solicitar al juez o al notario del domicilio
social que realice la convocatoria.

Finalmente, en caso la Junta General de Accionistas, debidamente convocada, no se llegue a


celebrar en primera convocatoria por falta de quórum, existen dos opciones, que se haya previsto
en la convocatoria la fecha para celebrar la Junta General de Accionistas en segunda convocatoria.
De ser este el caso, esta segunda reunión debe fijarse en una fecha que sea no menor de tres días
ni mayor de diez días después de la primera. El segundo supuesto sería que no existe en la

46
convocatoria mención a esta segunda convocatoria, bajo este supuesto, la Ley General de
Sociedades Peruana prevé que la segunda convocatoria debe ser anunciada con los mismos
requisitos de publicidad que la primera, y con la indicación que se trata de segunda convocatoria,
dentro de los diez días siguientes a la fecha de la junta no celebrada y, por lo menos, con tres días
de antelación a la fecha de la segunda reunión. Como puede ser notado, lo más recomendable es
que se cumpla con los requisitos de la segunda convocatoria en el mismo aviso que convoca en la
primera convocatoria.

47
2. DIFERENCIAS ENTRE LA JUNTA GENERAL A ACCIONISTAS Y JUNTA
OBLIGATORIA ANUAL
Para ser precisos, debemos señalar que la Ley General de Sociedades no regula distintos tipos de
juntas generales de accionistas.

A diferencia de lo que se suele creer, la junta obligatoria anual no es un tipo especial de junta
general de accionistas, sólo se trata de una junta cuya realización es obligatoria dentro de un
determinado período del ejercicio económico, esto es, dentro de los tres primeros meses de cada
año.

No estamos entonces ante un tipo o clase especial de junta general de accionistas, como ocurría
en la Ley General de Sociedades anterior, en la que sí se establecían diferencias entre las juntas
generales de accionistas ordinarias y las extraordinarias. La actual regulación no distingue entre
distintas clases de juntas, todas son juntas generales de accionistas. La única particularidad, como
ya lo hemos manifestado, es que existe la obligación de celebrar, por lo menos, una junta en el
año.

Esta junta obligatoria anual tiene por principal objetivo que los socios tomen conocimiento y se
pronuncien sobre los resultados económicos obtenidos por la sociedad.

Dada la importancia de los asuntos que son sometidos a consideración en la junta obligatoria
anual, la Ley General de Sociedades regula parámetros distintos para la validez de esta reunión y
de los acuerdos adoptados en ella. Así, la convocatoria para la junta obligatoria anual se debe
realizar con una anticipación no menor a diez días. En cambio, para las juntas generales de
accionistas distintas a la obligatoria, el plazo de anticipación de la convocatoria es sólo de tres días.

Sin embargo, los parámetros referidos al quórum y al porcentaje de votación son menos exigentes
para la junta obligatoria anual que para las juntas en las que se someten determinados acuerdos.

En efecto, para la junta obligatoria anual, el quórum requerido es simple, lo que implica que la
junta se instala válidamente si en primera convocatoria se encuentra representado, cuando
menos, el cincuenta por ciento de las acciones suscritas con derecho a voto. En segunda
convocatoria, es suficiente la concurrencia de cualquier número de acciones suscritas con derecho
a voto. Si los asuntos sometidos a consideración de la junta general de accionista son los
detallados en los incisos 2, 3, 4, 5 y 7 del artículo 1152 el quórum necesario en primera

48
convocatoria, es de dos tercios de las acciones suscritas con derecho a voto. En segunda
convocatoria basta la concurrencia de al menos tres quintas partes de las acciones suscritas con
derecho a voto.

En cuanto a la votación requerida para adoptar acuerdos válidos en los asuntos propios de la junta
obligatoria anual, se requiere de mayoría simple, es decir, de la mitad más una acción de las
acciones presentes en la junta. En tanto que para los asuntos previstos en los incisos 2, 3, 4, 5 y 7
del artículo 115, la votación que se requiere como mínimo para un acuerdo válido, es de la mitad
más una acción del total de acciones con derecho a voto.

3. CONVOCATORIA A JUNTA GENERAL Y OBLIGATORIA COMO ASUNTO NO


CONTENCIOSO
La Ley 2956021 modifico la Ley de Competencia Notarial en Asuntos No Contenciosos Ley N° 26662
(Ley de Competencia Notarial), así como la Ley General de Sociedades N° 26887 (LGS),
incorporando al ámbito de la competencia notarial las convocatorias a las Juntas Generales y a las
Juntas Obligatorias Anuales, a solicitud notarial de los accionistas minoritarios, en los casos de los
artículos 117º y 119º de la LGS.

Antes de la Ley 29560, en apretada síntesis, frente a la solicitud, el órgano de administración, esto
es, el Directorio o el Gerente General, tenía tres obligaciones, expresamente previstas en el
artículo 117º:

(i) Dentro de los quince días siguientes, acordar, o decidir en su caso, la


convocatoria;
(ii) La Junta debía ser convocada «para celebrarse» dentro de los quince días
siguientes a la publicación; y, finalmente,
(iii) El aviso de convocatoria «deberá indicar los asuntos que los solicitantes
propongan tratar». Si no se convocaba en la oportunidad y formas señaladas o
si se denegaba la solicitud, el accionista interesado tenía la facultad de recurrir

21
Publicada en el Diario Oficial El Peruano el 16 de julio de 2010 y en vigencia desde el dia siguiente de su
publicación.

49
al Juez para que la convocara, siguiendo al efecto la vía del proceso no
contencioso.
El artículo 119º, a su vez, era aplicable cuando la Junta Obligatoria Anual de Accionistas o cualquier
otra ordenada en el Estatuto no eran convocadas dentro del plazo y para sus fines o, habiéndose
convocado y reunido, no habían tratado los asuntos propios de su competencia. Dada la
importancia que la LGS reconocía, y reconoce, a la Junta Obligatoria Anual de Accionistas, bastaba
el transcurso del primer trimestre del año calendario para que cualquier accionista quedara
legitimado para solicitar directamente al juez (sin necesidad de recurrir al órgano de
administración) que efectúe la convocatoria, igualmente, por la vía del proceso no contencioso.

A partir de la vigencia de la nueva Ley de Competencia Notarial, en esos mismos casos, los
accionistas interesados podrán acudir, indistintamente, «y/o», al juez para que hagan la
convocatoria.

3.1. RAZONES DE ESTA NUEVA NORMATIVA


De la legislación comparada en materia societaria se puede concluir que es inédita la solución que
adopta la Ley de Competencia Notarial, de admitir la intervención notarial para la convocatoria a
Juntas, en tanto que no parece tener precedente en otros países 22.

De otro lado, según la sustentación presentada por el Presidente de la Comisión de Justicia del
Congreso, la característica «más importante» de la Ley de Competencia

Notarial, es contribuir a disminuir la carga procesal del Poder Judicial. No es propiamente una
«característica» sino, en este caso, la finalidad que inspira la norma, en adición a las otras
≪características≫ antes señaladas.

La práctica permite afirmar que, en la gran mayoría de los casos, la solicitud de convocatoria
denota la existencia de conflicto o discrepancias al interior de la sociedad. Se tiene que recurrir a
procedimientos formales como la convocatoria judicial, ahora «y/o» notarial, cuando, frente a
discrepancias internas, fallan las vías pacificas de solución de conflictos al interior de la sociedad 23.
22
SALAS SÁNCHEZ, Julio. El nuevo régimen de convocatoria a la Junta General de Accionistas, a solicitud de
accionistas minoritarios.

23
SALAS SÁNCHEZ, Julio. El nuevo régimen de convocatoria a la Junta General de Accionistas, a solicitud de
accionistas minoritarios.

50
Estas situaciones de conflicto pueden derivar en la negativa de la administración de la sociedad a
convocar a una Junta General o a una Junta Obligatoria Anual de Accionistas o en la dilación de la
convocatoria o, finalmente, en convocar a la Junta para que se realice en un plazo excesivo que no
guarde proporción con la anticipación de la convocatoria.

De manera general, no puede dejar de recordarse que «la convocatoria» no es un acto aislado. Es
un régimen complejo de garantía de los derechos de los socios y de la propia sociedad, que
comprende una serie de actos que obligan tanto a la sociedad como a los propios accionistas.
Todos ellos se ordenan y deben realizarse para que los accionistas, debidamente convocados
como exige el artículo 111º, se constituyan en el órgano supremo de la sociedad, la Junta General
de Accionistas la que, contando con el quórum legal o estatutario establecido, adoptará, con la
mayoría que manda la ley o el estatuto, acuerdos válidos sobre los asuntos propios de su
competencia. Los acuerdos así adoptados obligan a todos los accionistas, incluyendo a los
ausentes y a los disidentes y constituyen la expresión de la voluntad social.

La debida convocatoria comienza, con la convocatoria al Directorio para que éste, a su vez,
convoque a la Junta; continúa con la reunión del Directorio que deberá reunirse válidamente,
sigue con el acuerdo de este órgano de efectuarla, con todo el detalle que manda la LGS y termina
con la publicación de los avisos respectivos, en el modo y con los plazos que se establecen, y con la
puesta a disposición de los accionistas de los documentos, mociones y proyectos relacionados con
los temas de la agenda de la Junta. Cada uno de estos actos tiene su propia virtualidad e
individualidad y, de una u otra manera, son regulados por la ley o por el estatuto.

La ley societaria busca con todo ello que los accionistas decidan o no su concurrencia a la Junta;
que si deciden asistir lo hagan debidamente informados sobre los temas de agenda; que participen
en ella de manera que contribuyan al mejor interés de la sociedad y que, finalmente, emitan el
voto informado y responsable que se exige a cada uno de ellos.

Solo con el cumplimiento de este régimen de garantía, la Junta y sus acuerdos deberán ser
respetados como expresión de la voluntad social emanada de su órgano supremo. En caso
contrario, la realización misma de la Junta puede ser impugnada de anulabilidad o de nulidad,

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según corresponda, por defectos de convocatoria, por contravenir la ley, el estatuto, o por
lesionar, en beneficio directo o indirecto de uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad o
por las causales previstas en el artículo 150º de la LGS.

El nuevo régimen previsto por la Ley de Competencia Notarial no escapa del marco establecido
por la LGS; se inserta en el mismo y le resultan aplicables sus normas, salvo señalamiento expreso
en contrario.

Cualquier interpretación que se haga de las disposiciones de dicha Ley, deberá tener como fuente
básica e ineludible las de la LGS.

4. SUPUESTOS DE APLICACIÓN

El artículo 1º de la Ley de Competencia Notarial, según ha sido modificado por la Ley 29560,
legítima a los interesados para recurrir indistintamente ante el Poder Judicial o ante el Notario
para solicitar la convocatoria a la Junta Obligatoria Anual y a la Junta General.

El siguiente artículo precisa que se trata de las Juntas de Accionistas. Acto seguido, la

Ley 29560 modifica los artículos 117o y 119º incluidos en la normativa correspondiente a las
sociedades anónimas, aunque carece de una referencia explícita a las demás formas societarias
que regula la LGS.

En este contexto, parecería inequívoco concluir que el texto de la Ley 29560 solo se refiere a las
sociedades anónimas, lo que encontraría asidero en la Exposición de Motivos. Sin embargo, el
Diario de los Debates del Congreso registra uno que señala la preocupación por la limitación del
texto a solamente «los accionistas» y a «las Juntas Generales de Accionistas» incluyendo a la Junta
Obligatoria Anual, preocupación que no quedó plasmada en el texto final, a pesar del uso
indistinto de las expresiones «accionistas» (que hace referencia, también inequívoca a los socios
de una sociedad anónima) y de «socios». No obstante, no tendría sentido interpretar la Ley que se
comenta como aplicable solo a las sociedades anónimas y a sus accionistas, porque tampoco
tendría sentido que las demás formas societarias y sus socios carezcan de una normativa que
facilite el ejercicio del derecho del socio (calidad que ciertamente corresponde también a un
accionista a reunirse en Junta. En este orden de ideas, dicha Ley debe entenderse aplicable a toda

52
forma societaria, obviamente observando las normas propias de cada una de ellas. Puede acusarse
una falta de precisión de la ley mencionada, aunque ello no debería llevar a entenderla limitada a
las sociedades anónimas ni a sus accionistas.

4.1. LA LEGITIMACIÓN PARA SOLICITAR LA CONVOCATORIA


El artículo 54º de la Ley de Competencia Notarial establece básicamente tres requisitos que debe
contener la solicitud de convocatoria que se presente al Notario: Nombre, documento nacional de
identidad y firma de solicitante

El citado artículo 54° es deficiente al exigir, en su primer inciso, que, además de su nombre, el
solicitante indique «su documento nacional de identidad», el mismo que corresponde a la persona
natural de nacionalidad peruana.

Nada establece, en cambio, en los supuestos que el solicitante sea una persona natural extranjera
o una persona jurídica, nacional o extranjera. Ello obliga a remitirse al artículo 16º, inciso d, del
Decreto Legislativo 1049:

a) En el caso de las personas naturales extranjeras, el Notario deberá verificar la vigencia de su


carné de extranjería, pasaporte o cédula diplomática de identidad.

b) Tratándose de las personas jurídicas nacionales, se deberá acreditar al

Notario el apoderamiento y vigencia del representante mediante la respectiva inscripción en el


Registro de Personas Jurídicas. A lo anterior, deberá agregarse el señalamiento del número del
Registro Único de Contribuyentes (RUC).

c) Para las personas jurídicas extranjeras, el Notario deberá verificar la inscripción y vigencia de los
poderes del representante otorgados por la sociedad o entidad a la que representa.

4.2. DOCUMENTO QUE ACREDITE LA CALIDAD DE SOCIO


La naturaleza de este documento dependerá de la forma societaria de la sociedad cuya Junta
desea convocarse y, en particular, de si esta emite o no acciones. El artículo 54º de la Ley de

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Competencia Notarial establece la obligación del solicitante de presentar la matrícula de acciones
«y/o» el certificado de acciones.

No obstante, habrá que tener en cuenta los comentarios que siguen:

a) En el caso de sociedades anónimas y sociedades en comandita por acciones y frente a una


situación de conflicto, en la práctica resultara que la sociedad no proporcionará de motu proprio la
matrícula de acciones, a menos que exista una orden judicial expresa, lo que hace ilusoria la
exigencia de tal presentación como requisito necesario para legitimar al solicitante.

b) En cuanto a la exigencia de presentación del certificado de acciones, el artículo

54º, inciso 2-b, de la Ley de Competencia Notarial olvida las acciones representadas por
anotaciones en cuenta, alternativa legalmente admitida. Ella permite sustituir los certificados de
acciones por anotaciones en cuenta que aparecen en el registro contable a cargo de CAVALI. En
este caso, la condición de accionista no podrá acreditarse con el ≪certificado de acciones≫ sino
con la «constancia» que emita la referida sociedad liquidadora.

c) En el caso de las otras formas societarias el socio presentará el testimonio de escritura pública
donde conste la inscripción de una o varias participaciones y/o la certificación registral. En todas
las «otras formas societarias», la calidad de socio consta en un Registro Público: el Registro de
Personas Jurídicas de la SUNARP. Por su carácter de registro público, ninguna persona puede
señalar su desconocimiento; menos la sociedad ni, por cierto, el Notario a quien se solicita la
convocatoria. Actualmente, la SUNARP ofrece facilidades para obtener dicha información sin
mayor costo ni pérdida de tiempo, bien sea a través de «copias informativas» que resultan de la
consulta en la pági a web

5. PROCEDIMIENTO NOTARIAL
5.1. PROCEDENCIA
Procede la convocatoria notarial a junta general cuando el órgano social encargado de la
convocatoria no lo hubiera hecho, pese a haberlo solicitado el mínimo de socios que señala la ley y
se haya vencido el término legal para efectuarla.

En el caso de junta obligatoria anual, procede cuando un socio o el titular de una sola acción con
derecho a voto lo soliciten.

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En ambos casos se verifica el cumplimiento de lo establecido en los artículos 117 y 119 de la Ley
núm. 26887, Ley General de Sociedades.

5.2. REQUISITOS PARA LA SOLICITUD.


La solicitud para la convocatoria debe incluir lo siguiente:

1. Nombre, documento nacional de identidad y firma del solicitante o de los solicitantes.

2. Documento que acredite la calidad de socio. En el caso de sociedades anónimas:

            a) Matrícula de acciones y/o

            b) presentación del certificado de acciones.

3. En el caso de otras formas societarias, el testimonio de escritura pública donde conste la


inscripción de una o varias participaciones y/o la certificación registral.

4. En el caso de sociedades en comandita, el socio acredita su condición de tal según modalidad


establecida en la Ley núm. 26887, Ley General de Sociedades.

5. Copia del documento donde se expresa el rechazo a la convocatoria y/o copia de la carta
notarial enviada al directorio o a la gerencia, según sea el caso, solicitando que se celebre la junta
general.

5.3. PUBLICACIÓN
El notario manda a publicar el aviso de la convocatoria respetando las formalidades establecidas
en el artículo 116 de la Ley núm. 26887, Ley General de Sociedades.

6. PROTOCOLIZACIÓN DE LOS ACTUADOS


El notario encargado de la convocatoria a petición de él o los socios debe dar fe de los acuerdos
tomados en la junta general o en la junta obligatoria anual, según sea el caso, levantando un acta
de la misma, la que protocoliza en su Registro Notarial de Asuntos F.No Contenciosos en caso que

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no se le ponga a disposición el libro de actas respectivo, dejando constancia de este hecho, si se le
presenta el libro de actas y hay espacio suficiente, el acta se extiende en él. Si no se le presenta el
libro matrícula de acciones, deja constancia de este hecho en el acta y se procede con la junta con
la información que se tenga. El parte, el testimonio o la copia certificada del acta que se levante es
suficiente para su inscripción en los Registros Públicos.

7. REMISIÓN DE LOS ACTUADOS AL PODER JUDICIAL


En caso de tramitarse la convocatoria y presentarse la oposición de uno o más socios titulares de
participaciones y acciones con derecho a voto o de la misma sociedad, el notario tiene la
obligación de remitir lo actuado al juez competente.

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CONCLUSIONES
1. Que si bien con la promulgación de la ley 29227 en el 2008 es que se abre la
posibilidad de que, en caso ocurra el común acuerdo de ambos cónyuges, unidos
por un vínculo matrimonial que deseen ponerle fin a través de un divorcio, este se
pueda realizar a través de la vía notarial o municipalidad; pero además de esto, el
legislador debe de proponer adicionalmente la forma de intervención del
representante del Ministerio Publico como defensor de los derechos de los
menores dentro del matrimonio disuelto, por ser de interés de la sociedad.
2. Si bien la separación y el divorcio son conceptos que se pueden vincular, hay que
tener en cuenta que estos no son iguales. Con la separación el matrimonio se
suspende y los deberes de cohabitación y lecho también. El divorcio elimina
definitivamente los deberes mencionados además de la indemnización cuando
alguno de los cónyuges sea culpable.
3. Los países que admiten el trámite del divorcio en sede notarial, admiten que la
declaración de voluntad de los cónyuges, debe constar en escritura pública, como
instrumento público, que por la naturaleza del acto, al buscar la extinción de una
relación jurídica, la que surte sus efectos entre los cónyuges y los demás; siendo
suficiente para inscribir la anotación marginal en la partida de matrimonio original.
4. El divorcio en sede notarial, queda garantizado, con la exigencia que hace la ley, al
notario que admite a trámite, como titular de la fe pública, no solo garantiza el
cumplimiento de los requisitos formales establecidos por la ley, sino por sobre
todo, la declaración de la manifestación de la voluntad de los cónyuges.
5. Uno de los objetivos de la ley 29560 es Contribuir con descongestionar el Poder
Judicial, otorgándose competencia a los notarios para el reconocimiento de las
uniones de hecho en su oficio notarial, como vía alterna al Poder Judicial; la unión
de hecho, voluntariamente realizada y mantenida por un varón y una mujer, libres
de impedimentos matrimoniales, origina una sociedad de bienes sujetada al
régimen de sociedad de gananciales en cuanto le fuera aplicable, con la condición
de que tenga mínimo dos años continuos.
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6. La actual regulación no distingue entre distintas clases de juntas, todas son juntas
generales de accionistas. La única particularidad, es que existe la obligación de
celebrar, por lo menos, una junta en el año para que los socios tomen
conocimiento y se pronuncien sobre los resultados económicos obtenidos por la
sociedad.

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notarial, Editorial jurídica del Perú.
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 La Resolución N° 050-2012-SUNARP/SN, publicada el 21 de marzo de 2012,
modifica la Directiva N° 002-2011-SUNARP-SA, precisándose que en la declaración
de los convivientes debe constar la fecha de inicio de la unión de hecho y de su
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 http://eseguridadjuridicaygestionpublica.blogspot.pe/2012/09/la-competencia-
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ANEXOS

ESQUEMA DEL DIVORCIO POR MUTUO ACUERDO EN MUNICIPALIDADES Y NOTARIAS: LEY


29227.

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