TAXONOMÍA DE BLOOM

La taxonomía de Bloom fue desarrollada por el psicólogo estadounidense

Benjamín Bloom y es una clasificación jerárquica de objetivos educativos
basado en la complejidad del proceso cognitivo que requieren.
Si se ve cómo una pirámide en la parte de hasta abajo estarán los procesos
cognitivos menos complejos y hasta arriba los más complejos y no se deberá
pasar de un nivel a otro hasta que no se domine el anterior.
Hoy en día es una de las principales herramientas con las que cuentan los
profesores para establecer en las distintas asignaturas los objetivos de
aprendizaje que deben alcanzar los estudiantes basados en el currículum
nacional vigente. Es una guía significativa para desarrollar los todos objetivos
y no solo quedarnos en escuchar, memorizar y comprender.
En Tekman Education mencionan que el objetivo de esta teoría es que
después de realizar un proceso de aprendizaje, los estudiantes adquieran
nuevas habilidades y conocimientos. De igual forma, ayudar a los estudiantes
a desarrollar objetivos mucho más interesantes para ellos y más significativo
para su aprendizaje. Consta de una serie de niveles: conocer, comprender,
aplicar, analizar, evaluar y crear.
Niveles de la Taxonomía de Bloom
Este método de aprendizaje tiene una jerarquía que se divide en diferentes
niveles siendo un proceso evolutivo, en el que los estudiantes emplean
diferentes herramientas para aprender, a través del desarrollo de habilidades
que le permiten mejorar su capacidad de comprensión, análisis y
razonamiento.
Conocimiento: Este nivel que es el básico siempre está presente en cualquier
estructura de clases, es por esta razón que no lo agregamos a la pirámide.
Se trata como su nombre lo dice de conocer el tema, que los estudiantes
sepan de que se va a hablar y con qué podrán trabajar.
El estudiante identifica, recuerda, conoce, memoriza.
Comprender: En este nivel el estudiante puede explicar con sus propias
palabras lo antes visto, no es de memoria, pueden entender conceptos.
El estudiante resume, interpreta, compara, clasifica, ejemplifica.
Aplicar: Aquí se tiene que llevar a práctica el conocimiento que ya se tiene
del tema, así que los estudiantes ya pueden tener una simulación.
El estudiante usa, ejecuta, implementa, comparte.
Analizar: Los estudiantes podrán generar contenido sobre un tema y
descomponer material a sus partes para explicar las relaciones jerárquicas.
El estudiante organiza, estructura, enlaza, clasifica, conecta.

Evaluar: En este nivel el estudiante podrá crear un juicio crítico y verificar el

valor de una evidencia discriminando ideas o puntos.
El estudiante critica, revisa, juzga, discrimina, valora.
Crear: Aquí podrán manejar todo el conocimiento aprendido previamente y
reorganizará las ideas para generar nuevas aportaciones.
El estudiante diseña, planifica, construye, aporta.
¿Por qué es tan efectivo este método?

La taxonomía de Bloom es realmente efectiva por la facilidad para

categorizar conocimientos y habilidades, sobre todo, por la capacidad
creativa que pueden alcanzar cada uno de los estudiantes sobre un solo
tema.
Algo importante de este método es que busca que los estudiantes
comprendan los temas con diferentes contenidos que los profesores
proporcionen y con trabajo en equipo, conociendo las opiniones y puntos de
vista de sus compañero. No busca memorizar, más bien que el estudiante
encuentre la forma más sencilla de entender y explicar.
Ayuda a que los profesores tengan una secuencia correcta de las actividades
de acuerdo al proceso cognitivo que requiere y a los estudiantes los ayuda a
tener mayor conciencia de su propio aprendizaje.
Al trabajar con el pensamiento crítico y reflexivo ayudaremos a los
estudiantes a que desarrollen su capacidad de juzgar y de generar una serie
de discusiones que ayudarán a la mejor comprensión y sobre todo que les
ayude a recordar los temas por el contenido y las prácticas en clases.
Una de los modelos que se puede vincular con la taxonomía de Bloom es el
aula invertida, conoce sobre ella en nuestro artículo de Diferencias entre el
aula tradicional y el aula invertida.
Usando la taxonomía de Bloom en los salones de clases, los profesores
podrán evaluar a sus estudiantes con múltiples resultados de aprendizaje que
se alinearán a los estándares y objetivos del currículum nacional vigente. Es
importante para que los estudiantes aprendan desde el escalón más bajo
hasta llegar al más alto, es decir, partiendo desde el conocer un concepto
hasta aplicarlo para crear algo nuevo.