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APOYO SOCIAL Y COMUNITARIO

En países como Honduras en vías de desarrollo, el envejecimiento significa,


muchas veces, una pesada carga familiar y social de difícil abordaje, que al no ser
soportada motiva a la exclusión de la persona adulta mayor del núcleo familiar y
de la vida activa y productiva de la sociedad. El 8.5% de la población total de
Honduras es de adultos mayores. La población adulto mayor es una población a la
que debe darse atención, debido a que, por transición demográfica se incrementa.
Para los años futuros también se habrá alcanzado una mayor esperanza de vida y
se habrá disminuido los índices de mortalidad.

La problemática es más compleja del adulto mayor especialmente en nuestro


países que, del 100% solo el 7.5% tienen pensión o jubilación, y lo más triste que
este pequeño grupo no cuenta con centros de recreación, desde este punto de
vista podemos apreciar la vulnerabilidad es muy fuerte, y no digamos en la
extrema pobreza.

El programa Nacional de Atención Integral al Adulto Mayor, ofrece los siguientes


servicios: Mayor acceso a los servicios de salud, aumento de la calidad en
atención a los pacientes, mejores instalaciones, equipamiento y acciones de
promoción de la salud, cobertura médica gratuita a toda la población adulta mayor
urbana y rural. Preferencia en la atención. Una clínica de atención al adulto mayor
en el CESAMO Miguel Paz Barahona de San Pedro de Sula. Una clínica de
atención al Adulto Mayor en el CESAMO Alonso Suazo de Tegucigalpa. Control y
tratamiento de las enfermedades crónicas en todas las unidades de salud.

La Ley anterior del INJUPEMP se limitaba a cinco beneficios y con la nueva se


han incrementado a veinte y tres, siendo las principales:
Pensiones por vejez.

 Pensiones por invalidez más un pago único por un monto de 12 pensiones


 Pensiones por viudez y por orfandad para todos los hijos menores de 18
años, extensible hasta los 25 años de edad para aquellos que estudian.
 gastos fúnebres para todos los activos y jubilados y el beneficio por
separación, entre otros.

El Gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión


Social (Sedis), firmó un convenio de cooperación y financiamiento para seguir
impulsando los Centros de Cuidados Diurnos para los Adultos Mayores
(Cecuidam) a través de las alcaldías participantes en esta iniciativa.

Copán, Olancho, La Paz, Lempira, Intibucá, El Paraíso, Ocotepeque, Francisco


Morazán y Santa Bárbara, entre otros departamentos, seguirán impulsando los
Cecuidam que promueve el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández
para mejorar el ritmo de vida de las personas de la tercera edad.

El convenio consiste en seguir implementando en cada municipio un espacio


apropiado para la recreación de los adultos mayores, actividades físicas o su
rehabilitación, entre otras acciones programadas en cada uno de los centros ya
instalados en 15 departamentos del país. En los centros de atención se brinda
atención de calidad en áreas de terapia ocupacional, acompañamiento espiritual,
alimentación, atención médica personalizada y, en algunos centros, hasta clases
de computación.
En la actualidad a pesar de los avances en las reformas de la Ley del Adulto
Mayor y la Política Pública, el país aún carece de la integración y apoyo social y
comunitario a la población de adultos mayores. El proceso de envejecimiento en
Honduras se da en un contexto de pobreza, una aguda desigualdad del ingreso,
un escaso desarrollo institucional y una persistente inequidad social; ya que el
país no ha establecido sistemas de seguridad social que permitan a la
acumulación de recursos a lo largo de toda la vida y permitan contar con recursos
suficientes para disfrutar la vejes.

El 54% se encuentra en las zonas rurales y el resto en las urbes. Los adultos
mayores cuentan con una tasa de analfabetismo baja, solamente 4.6%; sin
embargo, su nivel de escolaridad está directamente relacionado con este. En
promedio los adultos de 60-64 años poseen 5.0 años de estudios y aquellos de 65
o más años 4.7. Solamente un 12% de toda la población adulta mayor ha
completado la secundaria. En términos de protección social, el adulto mayor posee
redes de seguridad social basada en el enfoque de reparto a través de diversas
instituciones. Sólo 8% de los adultos mayores están cubiertos por jubilaciones y un
52.1 de cada cien no recibe ingreso por ninguna razón. En el mercado laboral, los
adultos mayores solamente representan un 2.4% de los ocupados, el 73% están
empleados por cuenta propia. El desempleo afecta más en las zonas urbanas
(3.4%, que en la zona rural (0.9%).

Los Principales problemas de la población adulta mayor en Honduras son:

A. Marco legal e institucional sólido que funcione como Red de Protección


para los Adultos Mayores.
B. Subvaloración cultural de la vez, que conlleva a su deterioro físico y mental,
y el abandono de ellos(as) en la vida familiar.
C. Ausencia de programas y proyectos de apoyo y de ocupación de tiempo
libre.
D. Baja cobertura de seguridad social y ausencia de alternativas de atención
integral.
Es necesario coordinar esfuerzos en 4 campos de acción que son:

 Envejecimiento saludable (Área de Salud y Nutrición). Empleo,


Previsión y Seguridad Social; promover la solidaridad con los adultos
mayores ofreciendo mecanismos para mejorar su calificación e inserción en
el mercado laboral, garantizar un nivel mínimo de ingresos adecuados y
adecuar los servicios de previsión y seguridad social a sus características e
intereses.
 Educación, Cultura y Ocio; Buscando elevar el nivel educativo y cultural
de la población adulta mayor, promover una imagen positiva del
envejecimiento y la vejez, e incrementar en la sociedad el reconocimiento
hacia los valores y experiencia de vida de las personas que han alcanzado
una edad avanzada.
 Participación e integración social; buscando incrementar los niveles de
participación social y política de los adultos mayores, de manera que la
sociedad los integre como agentes del desarrollo comunitarios. Los
esfuerzos deben orientarse al: Fortalecimiento de los órganos de
representación existentes que garanticen la participación ciudadana del
adulto mayor. Incorporar líneas de acción orientadas a la reincorporación de
los adultos mayores en aspectos de la vida familiar, mediante la difusión de
su importancia como puente intergeneracional. Velar por el respeto pleno a
los derechos humanos del adulto mayor.

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