Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA

Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano


Cátedra: Formación en Lengua Materna

Análisis de la relación de poder en el cuento de


“Love Story”

Alumnas:
Rocío Giménez y Paula Matta 6to HCS1
Profesora:
Ángela Díaz
Fecha de entrega:
Mayo, 2008

1
Análisis de la relación de poder en el cuento “Love story”
En el presente análisis del cuento “Love story”, de Elena Poniatowska se abordará el
tema de las relaciones de poder. En el cuento se despliega un cuando de opresor oprimido en
el cual el personaje de Teleca toma la posición de ama sobre el papel de esclava de Lupe. Sin
embargo, hacia el desenlace del cuento, dichas posiciones se invierten.
Para ello se utilizará el método analítico descriptivo, y como fuentes, las guías teóricas
de 5to y 6to año y la obra a analizar.
Para comenzar con el desarrollo conceptualizaremos lo que se entiende por relación de
poder. El poder implica imponer una voluntad propia contra la oposición que ejercen los
demás, es decir, la posibilidad que se tiene de ejercer influencias sobre otra persona. El poder
no se posee; es algo que se ejerce entre las relaciones no igualitarias, se realiza en y sobre los
personajes que lo ejecutan y lo sufren. Es relativo porque los roles que ejerce cada uno en
dicha relación no son fijos dado que pueden variar en el transcurso de la interacción. Si hay
lucha de poder es porque donde hay poder hay resistencia. Es decir, alguien se opone a ser
sometido y lucha por imponer su posición.
En primer lugar, en el cuento “Love story”, existe una relación con las características
explicadas anteriormente. Los personajes que la ejecutan son Teleca, patrona y ama, y Lupe,
su sirvienta. Al ser Teleca la empleadora es ella quien posee el mando de la situación
imponiendo su voluntad sobre Lupe. “-Sírvame el desayuno.-(Teleca), -Ajá-(Lupe) ,–No se
contesta así sino, si, señora-(Teleca), -Ujum (Lupe), -Diga usted, si, señora- casi gritó
Teleca-, -Si, señora- (Lupe).”, “Teleca acostumbraba llamar a su casa para dar alguna
indicación, cerciorarse de que Lupe estaba por ahí.”, “-¿Abriste la ventana del baño? Tienes
que asolear las toallas antes de que llueva, siempre se te olvida.” Lupe recibe constantemente
las órdenes de Teleca, manteniéndola a su servicio todo el tiempo.
En segundo lugar, en las posiciones que ocupan las protagonistas no hay equidad de
condición social, no son igualitarias. Teleca demuestra su superioridad y desprecio ante lo que
ella define como raza que identifica a Lupe. “-¿Por qué serán tan tontos los criados?”, “-Es
que esta raza es de animales.”, “-Es la raza, definitivamente les falta materia gris.”, “Ya ves
que ésta gente no entiende, por más que quiera uno acercársele, no hay modo.”, “¿Dónde se
habrá metido esta india?”, “…este afán inútil de mejorar a quien no tiene remedio.”
Por el contrario, Teleca aspira a una sociedad de clase elevada, donde toman lugar
ciertos lujos, como una casa de valor con trofeos y reliquias, cena con amigas, partidos de
bridge y con la disposición de servicio doméstico diario. “…no me vaya a rayar la plata.

2
Recuerde usted bien el líquido y una franela…”, “…limpia bien el trofeo de polo de mi
papá…”, “La casa de los ricos siempre dan una luz rosada.” (Esto último refiriéndose a la
casa de Teleca).
En otro punto de reflexión se considera que, muchas veces la repetición sistemática de
situaciones insatisfactorias ataca la posibilidad de pensar y encontrar una salida, por lo que
parecen odios y violencia. Las agresiones de tipo verbales se van intensificando en la mente
de Teleca. “Teleca sintió que los nervios se le paraban de punta; hubiera podido alzar la mano
en su contra, jalar este manojo mojado que pesaba sobre la espalda india, india, india.”, “Las
palabras resonaron fúnebres, provenientes quizá…de la negrura espesa en la que se movía la
india esa, imbécil, apestosa…”, “Que cochina mujer.”, “…irresponsable, malhecha, tonta,
porque no tiene ambición ni amor propio…”.
En tercer lugar, se plantea que si se presenta una lucha de poder implica que se
establece una resistencia por parte del sometido que lidia por imponer su posición. En esta
historia, Lupe manifiesta su tenacidad ante las órdenes impuestas por su ama. “La sirvienta la
miró y Teleca vio el árbol rojo del rencor en los ojos.”, “La sirvienta regreso con El
Universal, su rostro impasible, máscara de si mismo.” Por último, en el final del cuento,
utiliza como arma su capacidad de poder ensuciar, manchar, deshonrar la postura autoritaria
de Teleca y burlase de ella. Con ello, lograr asumir el rol de dominante. “Teleca estiró los
brazos para jalar hacia abajo la hermosa colcha…ahí, sobre el lino blanquísimo, vio el
excremento, una enorme cagada que se extendía en círculos concéntricos, en un aterrador arco
iris, verde, café, verdoso, amarillento, cenizo, caliente.”
En esta última escena queda explícito la inversión de roles considerando que éstos no
son fijos y pueden variar alterándose la interacción. Lupe, luego de manifestar resistencia,
impone su posición tomando partido por mano propia y liberándose de la esclavitud a la que
se encontraba sometida.
Paradójicamente, Lupe es toma el poder y lo mantiene durante el relato. A pesar de
encargarse de la servidumbre y ser sometida a las órdenes de Teleca, es ella la que ejerce el
dominio sobre su ama, al punto de esclavizarla y formar parte de la obsesión de la mujer.
“Teleca trató de concentrarse en los encabezados…no le interesaban un pepino, nada le
interesaba sino Lupe, saber qué pensaba, seguirla…”, “Lupe debía percibir el dominio que
ejercía sobre su patrona…”, “Pero también le hubiera gustado verla sonreír, los ojos
brillantes, los cachetes relucientes ¡cómo espeja la piel morena recién lavada!”, “Teleca habló
sin parar sobre ella…era su manera de estar cerca de Lupe, girar en torno a ella, convocarla.”,

3
“Podía patearla, pero frente de otros, protegía con pasión cualquier cosa que estuviera ligada
al indio…”.
Esta obsesión que sufre Teleca se le atribuye a la soledad que experimenta y vive,
siendo Lupe lo único que ocupa un lugar en su vida. “¿Cómo es posible es posible que una
india patarrajeada me tenga así?”, “Es ésta soledad que me…”, “La soledad hacía que Teleca
le diera gran importancia a las horas compartidas, a la otra presencia en la casa.”, “Le estoy
dando demasiada importancia, como si Lupe fuera lo único que tengo en esta vida.”, “En
realidad lo que le molestaba era no llamar a Lupe.”, “Nadie le daba lo que ella buscaba, nadie,
solo Lupe.”
Dentro de las relaciones de poder se encuentra la posibilidad de un cuadro de opresor-
oprimido, que en lo siguiente conceptualizaremos. Ésta es una relación que se da en
situaciones forzadas donde e producen roles complementarios, conductas recíprocas y
relaciones asimétricas de dominancia y subordinación, ventajas y desventajas.
Dicho sistema implica que le opresor opere mediante la coerción sobre el oprimido, y
por consecuencia, que éste último se refugie en su tradición como resistencia. El opresor
pretende mantener en actitud respetuosa y deshumanizada al dominado quedando éste
golpeado, subalimentado, enfermo y temeroso. Al oprimido se lo hurta de su medio ambiente,
instalándolo en un espacio donde no pertenece, es ajeno, en el que los códigos no los maneja
el dominado. Por eso es manejada y maltratado. El nivel de vida del opresor de eleva cuando
el del oprimido desciende. El dominante intenta hacer parecer al otro como un ser que merece
ser manipulado y quedar bajo su protección. Pero éste sistema puede cambiar si las ventajas y
desventajas varían de posición.
Las posiciones adoptadas por Teleca y Lupe son complementarias a raíz de que la
sirvienta necesita de un lugar para vivir que se lo brinda Teleca y ésta, de una compañía en s
solitaria casa. A su vez, son asimétricas, dado que poseen diferente grado de poder y
dominación, lo que determina la relación de opresor-oprimido.
Teleca obliga y ordena a Lupe el comportamiento que debe llevar a cabo en su casa.
Se puede ver que el opresor, Teleca, establece una serie de normas que Lupe debe cumplir
mediante coerción, obligándola a veces, a restituirse y no cumplir con ellas en tiempo y forma
adecuada. Además se distingue como el oprimido, Lupe es desechada de su lugar original e
instalado en otro donde debe realizar ciertas conductas nuevas y diferentes para ella, en
relación a su antiguo medio.
Para concluir arribamos a la existencia de una relación de poder entre los personajes
de Teleca y Lupe. Ésta se manifiesta de manera que Teleca es quien ejerce el poder

4
imponiendo su voluntad contra la resistencia de Lupe. Dicha relación responde a condiciones
no igualitarias; marcando las diferencias sociales y otorgando un mayor status a Teleca, quien
se atribuye el derecho de acudir al poder y violencia verbal.
Al ser el poder una acción que se realiza en relación a otros y no algo que se posea,
éste se puede generar en cualquiera de los personajes, no siendo de cualidad fija. Es por ello
que se el cambio de rol pasando a ejercer el poder Lupe, como consecuencia de su resistencia
y oposición.
Ésta relación tiene la característica de sistema opresor-oprimido, porque el dominante
expone una fuerza sobre el subordinado, ejerciendo poder y sometimiento. Esto dispara una
oposición por parte del oprimido que lo lleva a resistirse y tomar el mando de la situación.

5
Bibliografía:
-PONIATOWSKA, Elena: “Love story”
-Guías de estudio, Formación en Lengua materna: “El cuento realista”, 5to año 2007
-Guías de estudio, Formación en Lengua Materna: “Unidad I”, 6to año 2008

También podría gustarte