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ALUMNA: SONIA VEGA CASTILLO

GRUPO 2 IMPEDIMENTOS MATRIMONIALES Concepto y fundamentos. Clasificación:


absolutos relativos y especiales. Causales de invalidez del matrimonio. Aplicación de
casos.

CONCEPTO

Son circunstancias tipificadas por el derecho que inhabilitan para que una persona pueda
contraer matrimonio válidamente. La autoridad de la Iglesia establece los impedimentos
mediante la declaración de que una circunstancia hace nulo el matrimonio por derecho divino, o
bien determinando por derecho eclesiástico otras circunstancias que causan el mismo efecto.

 Según Chaves de Farias y Rosenvald, siguiendo a Orlando Gomes, los impedimentos


matrimoniales pueden ser vistos como prohibiciones derivadas de la ley de que
determinadas personas puedan contraer matrimonio. En fin, es la prohibición de
casamiento dirigida a un apersona en relación a otra determinada. Son pues
obstáculos impuestos por la legislación con el objetivo de limitar la natural facultad de
casarse reconocida a las personas. (2015, p. 165)
 Bossert y Zannoni, sintéticamente, afirman que se denominan impedimentos
matrimoniales a aquellas prohibiciones de la ley que afectan a las personas para
contraer un determinado matrimonio. Se trata, pues, de hechos o situaciones jurídicas
preexistentes que afectan uno o ambos contrayentes. Sin embargo, manifiestan, que
es conveniente señalar que el impedimento no es en sí mismo el hecho o situación
jurídica preexistente, sino la prohibición que, en consideración a ellos, formula la ley.
(2004, p. 103)
 Opina Cornejo Chávez que impedimento es, en primer término y en sentido estricto, un
casamiento arreglado a derecho, esto es, una causa por la cual la ausencia de una
condición necesaria para verificar un casamiento arreglado a derecho, esto es, una
causa por la cual no es posible contraerlo válida y lícitamente. (1999, p. 126)
 De las autorizadas opiniones esbozadas, podemos definir a los impedimentos
matrimoniales como aquella institución vinculada a la celebración e invalidez del
matrimonio que prohíbe, a través de la ley, que determinadas personas puedan
contraer matrimonio por razones de índole moral o por causales que cada
ordenamiento considere necesarias para poder contraerlo válida y lícitamente.

FUNDAMENTO Y NATURALEZA DEL IMPEDIMENTO

Para poder contraer matrimonio es necesario que los contrayentes y futuros cónyuges sean
capaces de cumplir con las obligaciones propias del matrimonio y del estado conyugal. Quien
no ha alcanzado la madurez biológica suficiente es naturalmente incapaz de contraerlo, y en
este sentido podría decirse que el impedimento de edad tiene un fundamento de Derecho
natural. Dicha madurez se refiere a los aspectos físicos y fisiológicos que se alcanzan con la
edad núbil o la pubertad. Sin embargo, este impedimento, tal como está configurado por el
Código, es decir, en cuanto a la determinación de una edad concreta por debajo de la cual no
se puede contraer, es de Derecho eclesiástico.

La incapacidad para realizar el acto conyugal después de alcanzada la edad legal mínima,
constituye otro impedimento autónomo, denominado de impotencia (cfr. c. 1084). A la madurez
intelectivo-volitiva necesaria para poder contraer se refiere el Código en el capítulo
correspondiente al consentimiento matrimonial (cfr. c. 1095).

Como indica Navarro Valls, a los efectos de conseguir la necesaria seguridad jurídica,
respetando al mismo tiempo las exigencias propias del ius connubii, el legislador puede optar
por tres soluciones. En primer lugar, podría establecer que todo aquel que haya alcanzado la
pubertad real pudiera contraer matrimonio, lo que sería, sin duda la solución más justa y
adecuada. Otra posible solución consiste en establecer una edad legal mínima con
presunción iuris tantum de que se ha alcanzado dicha pubertad, de tal forma que a quienes aún
no alcanzaron dicha edad legal, pero pudieran probar que son púberes, se les permitiera
contraer. Por último, también podría establecer una edad legal mínima con carácter absoluto,
de tal manera que sólo pudieran casarse quienes alcanzara la edad fijada, con independencia
de que fueran púberes o no. La primera solución sería la más justa, pero podría ser ocasión de
inseguridad jurídica. La tercera (adoptada por el Código Justinianeo) sería la que ofrece una
mayor seguridad jurídica, pero podría atentar en algunos casos contra el ius connubii. La más
adecuada, que combina sabiamente los dos aspectos, es la segunda, que es la adoptada por el
Código.

En la legislación civil española la edad constituye también un impedimento matrimonial: según


el Art. 46 del Código Civil no pueden contraer los menores no emancipados (la mayoría de
edad civil está establecida en los 18 años).

 Los impedimentos matrimoniales son analizados a lo largo de todo el proceso de


celebración del matrimonio. Si llegara a realizarse uno que adoleciera de algún
impedimento tal situación se sometería al análisis de la teoría de la invalidez del
matrimonio. (Varsi Rospigliosi, 2011, p. 182)
 Para Bénabent, la ley prohíbe el matrimonio en algunas situaciones por razones de
índole moral. Estas situaciones constituyen impedimentos matrimoniales o
prohibiciones. Anteriormente numerosos, estos impedimentos han ido disminuyendo
progresivamente hasta nuestros días. (2003, p. 33)

CLASIFICACIÓN: ABSOLUTOS, RELATIVOS Y ESPECIALES

ABSOLUTOS:
 De acuerdo al artículo 241 del Código Civil tenemos que:
 Artículo 241.- Impedimentos Absolutos
 No pueden contraer matrimonio:
 1. Los adolescentes. El juez puede dispensar este impedimento por motivos
justificados, siempre que los contrayentes tengan, como mínimo, dieciséis años
cumplidos y manifiesten expresamente su voluntad de casarse.
 2. Las personas con capacidad de ejercicio restringida contempladas en el artículo 44
numeral 9, en tanto no exista manifestación de la voluntad expresa o tácita sobre esta
materia.
 3. Derogado.

4. Los casados: La bigamia está proscrita en nuestro ordenamiento jurídico por contravenir el
orden público, las buenas costumbres y las normas imperativas, además configura un ilícito
penal. Así, según el artículo 139 del Código Penal tenemos que:

Artículo 139.- Bigamia

El casado que contrae matrimonio será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de cuatro años.

Si, respecto a su estado civil, induce a error a la persona con quien contrae el nuevo
matrimonio la pena será privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años.

RELATIVOS:

De acuerdo al artículo 242 del CC tenemos que:

Artículo 242.- Impedimentos relativos

No pueden contraer matrimonio entre sí:

1.Los consanguíneos en línea recta: El fallo que condena al pago de alimentos en favor del
hijo extramatrimonial no reconocido ni declarado judicialmente produce también el impedimento
a que se refiere este inciso.

El parentesco consanguíneo es la relación familiar existente entre personas que


descienden las unas de las otras (línea recta) o de un tronco común (línea colateral).
Esta disposición se refiere exclusivamente a la línea recta ya sea en su forma
ascendente o descendente. Esto quiere decir que la ley prohíbe, por razones de índole
moral, las relaciones incestuosas, verbigracia las del hijo con padre o madre; las del
hijo con abuelo o abuela; las del hijo con bisabuelo o bisabuela, etc.

2.Los consanguíneos en línea colateral dentro del segundo y el tercer grado: Tratándose
dl tercer grado el juez puede dispensar este impedimento cuando existan motivos graves.

Este inciso tiene la misma lógica que el anterior, es decir, que la ley, por razones de índole
moral, prohíbe las relaciones incestuosas pero esta vez aquellas en las que las personas
vinculadas desciendan de un tronco común (línea colateral). Y exclusivamente hace referencia
a los consanguíneos colaterales del segundo (hermanos) y tercer grado (sobrinos y tíos), no
extendiéndose al tercero y cuarto.

3. Los afines en línea recta:

4. Los afines en el segundo grado de la línea colateral cuando el matrimonio que produjo
la afinidad se disolvió por divorcio y el excónyuge vive:

En el parentesco por afinidad el matrimonio produce una relación familiar entre cada uno de los
cónyuges con los parientes consanguíneos del otro. Cada cónyuge se halla en igual línea y
grado de parentesco por afinidad que el otro por consanguinidad. (art. 237 del CC ).

Se ha señalado al parentesco por afinidad como un parentesco nacido de la ley, y que surge a
propósito de la celebración de un matrimonio civil, en tanto que uno de los cónyuges resulta
siendo pariente afín de los parientes consanguíneos de su consorte, y así surge el parentesco
por afinidad en línea recta, esto es, el cónyuge es pariente afín de los padres de su cónyuge
(suegros), como también lo es respecto de la hija o hijo natural que pueda tener su
cónyuge. (Aguilar Llanos, 2016, p. 127)

En el caso bajo comentario la ley se detiene, luego de haber señalado el impedimento de


afinidad en línea recta, a precisar que igualmente están impedidos de casarse entre parientes
afines colaterales en segundo grado, lo que significa que entre cuñados no es posible el
matrimonio, sin embargo la regla no es general, sino que la prohibición solo versa en el caso de
que ese matrimonio haya terminado por divorcio, y el cónyuge pretenda casarse con la cuñada
estando viva su exconsorte. (Ídem)

5. El adoptante, el adoptado y sus familiares en las líneas y dentro de los grados


señalados en los incisos 1 a 4 para la consanguinidad y la afinidad:
El adoptante y el adoptado tras la adopción pasan a tener una relación consanguínea por
ministerio de la ley. En esa línea, un eventual intento de matrimonio entre un adoptado (alguno
de los progenitores) con el adoptado (alguno de los hijos que no comparten vínculo biológico
alguno) equivaldría una práctica de carácter incestuoso. Además, al considerarse la adopción
un vínculo consanguíneo le resultan aplicables los incisos previos, nos referimos al 1, 2, 3 y 4.

6. El condenado como partícipe en el homicidio doloso de uno de los cónyuges, ni el


procesado por esta causa con el sobreviviente:

Quien privó de la vida a uno de los cónyuges de forma dolosa y resulta condenado por tal ilícito
penal, o el procesado por esta causa, no pueden contraer matrimonio con el cónyuge
sobreviviente. No obstante, en caso de que el procesado por este delito resulte absuelto
posteriormente podría hacerlo siempre y cuando la viuda o viudo siga las indicaciones
establecidas en el artículo 243, incisos 2 y 3.

7. El raptor con la raptada o a la inversa, mientras subsista el rapto o haya retención


violenta:

Uno de los requisitos o elementos constitutivos del matrimonio es el consentimiento libre de los
contrayentes y el rapto o el matrimonio realizado con retención violenta privan de ese elemento
al matrimonio tornándolo inválido.

Podemos asimilar el rapto o retención violenta al delito de secuestro contemplado en el artículo


152 del Código Penal.

Artículo 152.- Secuestro

Será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de veinte ni mayor de treinta años el
que, sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a otro de su libertad personal, cualquiera
sea el móvil, el propósito, la modalidad o circunstancia o tiempo que el agraviado sufra la
privación o restricción de su libertad.

PROHIBICIONES ESPECIALES:

De acuerdo al artículo 243 del CC tenemos que:

Artículo 243.- Prohibiciones especiales


No se permite el matrimonio: Del tutor o del curador con el menor o con la persona con
capacidad de ejercicio restringida del artículo 44 numerales 4 al 7 durante el ejercicio del cargo,
ni antes de que estén judicialmente aprobadas las cuentas de la administración, salvo que el
padre o la madre de la persona sujeta a la tutela hubiese autorizado el matrimonio por
testamento o escritura pública.

El tutor que infrinja la prohibición pierde la retribución a que tenga derecho, sin perjuicio de la
responsabilidad derivada del desempeño del cargo.

2. Del viudo o de la viuda que no acredite haber hecho inventario judicial, con intervención del
Ministerio Público, de los bienes que esté administrando pertenecientes a sus hijos o sin que
preceda declaración jurada de que no tiene hijos bajo su patria potestad o de que éstos no
tienen bienes.

La infracción de esta norma acarrea la pérdida del usufructo legal sobre los bienes de dichos
hijos.

Esta disposición es aplicable al cónyuge cuyo matrimonio hubiese sido invalidado o disuelto por
divorcio, así como al padre o a la madre que tenga hijos extramatrimoniales bajo su patria
potestad.

3. De la viuda, en tanto no transcurran por lo menos trescientos días de la muerte de su marido,


salvo que diere a luz. Esta disposición es aplicable a la mujer divorciada o cuyo matrimonio
hubiera sido invalidado.

Se dispensa el plazo si la mujer acredita no hallarse embarazada, mediante certificado médico


expedido por autoridad competente.

La viuda que contravenga la prohibición contenida en este inciso pierde los bienes que hubiera
recibido de su marido a título gratuito.

No rige la prohibición para el caso del Artículo 333 inciso 5.

Es de aplicación a los casos a que se refiere este inciso la presunción de paternidad respecto
del nuevo marido.

4.1. Del tutor o del curador con el menor o con la persona con capacidad de ejercicio
restringida del artículo 44 numerales 4 al 7
El tutor es aquel encargado de cuidar del menor de edad y de sus bienes hasta que este
cumpla la mayoría de edad, en esa línea resulta repulsivo a nuestro parecer que se permita la
unión matrimonial entre el tutor y el menor de edad a su cargo ya que al ser la tutela una figura
supletoria de la patria potestad, ello equivaldría a permitir el matrimonio entre el progenitor con
el hijo lo cual vulneraría el orden público, las buenas costumbres y normas imperativas.

Cambia la situación en el caso de los pródigos, los que incurren en mala gestión, los ebrios
habituales y los toxicómanos ya que, en primer lugar, se trata de mayores de edad, los cuales
solo después de recobrar su plena capacidad de ejercicio y teniendo el permiso, por testamento
o escritura pública, de sus padres no tendrían inconveniente alguno en unirse
matrimonialmente con su curador.

4.2. Del viudo o de la viuda que no acredite haber hecho inventario judicial

En caso de que el viudo o la viuda tengan hijos:

 deberá acreditar haber hecho inventario judicial, con intervención del Ministerio
Público, de los bienes que esté administrando pertenecientes a sus hijos.

 deberá presentar declaración jurada de que estos no tienen bienes.


En el caso de que el viudo o la viuda no tengan hijos:

 deberá presentar declaración jurada de que no tiene hijos bajo su patria potestad.

4.3. De la viuda, en tanto no transcurran por lo menos trescientos días de la muerte de su


marido

La razón del predicho plazo y consiguiente prohibición (en el derecho romano) radicaba de una
parte, en consideraciones de orden ético y social que imponían un periodo mínimo de duelo en
homenaje a la memoria del difunto: y de otro, en el propósito de evitar la turbatio
sanguinis o partus que otro matrimonio, contraído antes del plazo máximo de gestación, podría
originar. (Cornejo Chávez, 1999, p. 144)

Esto es, el plazo de 10 meses se justifica en la medida en que se evita una posible confusión
de paternidad entre el marido difunto y la nueva pareja de la viuda.

CAUSALES DE INVALIDEZ DEL MATRIMONIO

El capítulo quinto del libro tercero del Código Civil trata de la invalidez del


matrimonio considerando a la nulidad y la anulabilidad. Con características propias estos
casos de invalidez regulan la trascendencia del casamiento como el principal acto jurídico del
derecho de familia. (Varsi Rospigliosi, 2011, p. 244)

De otro lado la invalidez del acto jurídico está regulada en el título IX (nulidad del acto jurídico)
del Libro Segundo del Código Civil. ¿Qué significa este trato diferenciado? Prima facie
podemos decir que la teoría de la invalidez en el matrimonio está pensada en un acto jurídico
cuyo contenido viene predeterminado por ley y cuyo interés es de carácter público y cuyo
interés es de carácter público mientras que la teoría de la invalidez del acto jurídico, del Libro II,
fue elaborada para regular actos de autonomía privada, es decir, aquellos contratos en los
cuales las propias partes sean protagonistas y puedan establecer los derechos y obligaciones
que a ellas se les ocurran. Estamos aquí ante negocios ( y no actos) jurídicos.

El artículo 274° del Código Civil dispone que es NULO el matrimonio:

1. Del casado.
2. De los consanguíneos o afines en línea recta.
3. De los consanguíneos en segundo y tercer grado de la línea colateral.
4. De los afines en segundo grado de la línea colateral cuando el matrimonio
anterior se disolvió por divorcio y el ex-cónyuge vive.
5. Del condenado por homicidio doloso de uno de los cónyuges con el
sobreviviente a que se refiere el Artículo 242º, inciso 6 de Código Civil.
6. De quienes lo celebren con prescindencia de los trámites establecidos en
los Artículos 248º a 268º del Código Civil. No obstante, queda convalidado si
los contrayentes han actuado de buena fe y se subsana la omisión.
7. De los contrayentes que, actuando ambos de mala fe, lo celebren ante
funcionario incompetente.

APLICACIÒN DE CASOS
A continuación, pasaremos a desarrollar cada una de las causales de nulidad del matrimonio
haciendo la salvedad de que es muy poco probable que en la práctica se presente la gran
mayoría ya que, de una lectura literal, de las causales, se colige que es poco probable que se
lleguen a celebrar matrimonios sin que hayan pasado el filtro previo y estricto de
los impedimentos matrimoniales:

Del casado:

De acuerdo con la Casación 3001-2003, Moquegua. El peruano, 30/05/05.

El artículo 274 del Código Civil establece las causales de invalidez relacionadas con la aptitud
nupcial, y precisamente en su inciso 3, señala que es nulo el matrimonio del casado (bígamo),
toda vez que este tiene impedimentos para celebrar nuevo matrimonio fundado en la necesidad
de conservar el tipo universal de la familia monogámica.

Según la Casación 294-2003, Lima. El peruano, 31/03/04.

Para demandar la invalidez del segundo matrimonio en aplicación del inciso 3 del artículo 274
del código civil se exige la existencia de buena fè, por lo que si la segunda cónyuge reconoció
que al contraer matrimonio con el demandado sabía que su divorcio aún se encontraba en
trámite, no se puede concluir que esta se encuentre habilitada jurídicamente para demanda la
nulidad de su matrimonio.

Podemos concluir señalando que la nulidad del matrimonio por bigamia procede ante la


imposibilidad que tiene el casado de contraer un nuevo matrimonio fundada en la necesidad de
conservar la monogamia matrimonial y además siempre que el accionante haya actuado de
buena fe.

CRÌTICA

Tomando como base los argumentos planteados, sostenemos que debe reformularse el
tratamiento de las uniones no matrimoniales en aras de que a los miembros de éstas les
alcance la protección que el Estado debe garantizar a la familia, así como la titularidad de los
derechos fundamentales que a cada uno le corresponde en el seno de su familia. Los cambios
que proponemos son los siguientes: El concubinato no debe ser definido exclusivamente como
heterosexual. Así, entonces, las uniones entre dos mujeres o dos hombres que se unen para
llevar a cabo un proyecto de vida en común deben también ser comprendidas dentro del
concepto de concubinato. Se debe atribuir a las uniones no matrimoniales los mismos efectos
personales que se le reconocen al matrimonio. Es particularmente urgente que se contemple
para el concubinato obligaciones alimentarias, así como derechos sucesorios. En cuanto a los
efectos patrimoniales, se debe reconocer a los concubinos, al igual que lo que ocurre con los
casados, el derecho a optar entre un régimen de sociedad de gananciales y de separación de
patrimonios.

CONCLUSIONES GENERALES

Podemos definir a los impedimentos matrimoniales como aquella institución vinculada a la


celebración e invalidez del matrimonio que prohíbe, a través de la ley, que determinadas
personas puedan contraer matrimonio por razones de índole moral o por causales que cada
ordenamiento considere necesarias para poder contraerlo válida y lícitamente.
Así, en nuestro ordenamiento nacional tenemos a los impedimentos absolutos (art
241 CC), impedimentos relativos (art. 242 CC) y a las prohibiciones especiales (art.
243 CC) .

6.Bibliografía

AGUILAR LLANOS, Benjamín (2016). Tratado de derecho de familia. Lima: Lex & Iuris.

BÉNABENT, Alain (2003). Droit civil. La famille. Paris: Litec

BOSSERT, Gustavo y ZANNONI, Eduardo (2004). Manual de derecho de familia. Buenos


Aires: Editorial Astrea.

CHAVES DE FARIAS, cristiano y ROSENVALD, Nelson (2015). Curso de direito civil 6.


Famílias. São Paulo: Editora Atlas.

CORNEJO CHÁVEZ, Héctor (1999). Derecho peruano familiar. Lima: Gaceta Jurídica.

VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique (2011). Tratado de derecho de familia. Matrimonio y uniones


estables. Tomo II. Lima: Gaceta Jurídica.

   

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