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Según indica una encuesta realizada entre nuestros socios, un 70% de quienes
han prescindido de abogado y procurador en un juicio, no repetirían la
autodefensa.
Parte de la decepción puede deberse a que se suele estar mal informado sobre
los pasos que toca dar. Por eso, vamos a hacer el recorrido completo de quien
se ve envuelto en un problema susceptible de resolverse en un juicio sin
asistencia profesional, algo que sólo es posible:
– Cuando se realizan ciertos trámites como, por ejemplo, acudir a un acto de jurisdicción voluntaria en el
que se negocie una cantidad no superior a los 2.404,05 euros (por ejemplo, la partición judicial de una
herencia de dicha cuantía).
Antes de pleitear
El juicio verbal
Cuando por fin se celebre la vista, cada una de las partes expondrá sus
razonamientos ante el juez y el demandado podrá presentar sus pruebas.
De entre todas las pruebas aportadas al proceso, el Juez decidirá cuáles admite
y cuáles no (si no está de acuerdo con su criterio, tendrá que formular una
protesta).
Cuando la sentencia sea firme, puede que el condenado abone las cantidades
que se le han impuesto, en cuyo caso el asunto quedará resuelto. Pero, si no
paga en los veinte días siguientes a que se le notifique la sentencia, el ganador
debe solicitar al Juzgado que la dictó que la “ejecute”. ¿Cómo? Presente un
escrito en el que indique sus datos, el número del procedimiento, su deseo de
que se ejecute la sentencia y de que el Juzgado averigüe los bienes de que
dispone el condenado para afrontar el pago de la deuda. Si el juzgado acepta
la solicitud, se lo comunicará al condenado, que aún puede oponerse a la
ejecución si demuestra, por ejemplo, que acordó con la otra parte, en
documento público, una vía alternativa de resolver el pago. En caso contrario,
el juzgado pondrá en marcha los trámites (embargos, subastas...) con los que
satisfacer las cantidades adeudadas.
El proceso monitorio
El proceso laboral
Los plazos establecidos por la ley entre los diferentes momentos clave de un
juicio (citación de las partes, notificación de la sentencia, planteamiento de un
recurso...) se cuentan en días hábiles y empiezan a correr el día siguiente a
aquel en que se notifican dichos actos, terminando cuando expira el día de
vencimiento del plazo. Eso sí, cuando se otorga un plazo para para presentar
un escrito, se tolera su presentación hasta las tres de la tarde del día siguiente
al del vencimiento del plazo señalado.