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Educar en valores: la perseverancia

Publicado en octubre 22, 2009 por Sinalefa

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La perseverancia es un esfuerzo continuo. Es alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las


dificultades que puedan surgir. Es un valor fundamental en la perseverancia1vida para obtener un
resultado concreto. Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos
llevar por lo fácil y lo cómodo. El estudio siempre implica paciencia y perseverancia para su
conclusión. Por esto es muy importante que los niños aprendan a ser perseverantes. Les brindará
de estabilidad, confianza en si mismos, y madurez.

Aprender a ser perseverante

La perseverancia se aprende con ejemplos. Que los padres, así como los profesores del niño, le
enseñen qué es ser perseverante a través de sus acciones. Lo lograremos si somos constantes en
nuestras actividades y prevemos los obstáculos, si tenemos firmeza frente a las dificultades, si
enfrentamos los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra
tarea, o lo que sea.

El niño puede aprender a ser perseverante:

– En los estudios

– Con los deberes

– Con los problemas y dificultades perseverancia-001

– Jugando, perdiendo o ganando

– Con sus ilusiones y metas

– Teniendo el apoyo de sus padres

– Sabiendo que puede aprender de las experiencias buenas y malas

– Percatándose de que vale la pena luchar por lo que se quiere

– Cuando tiene que cumplir una tarea para conseguir lo que quiere

– Teniendo en cuenta sus triunfos y éxitos

– Recibiendo la enhorabuena por sus buenas notas

– Identificando sus errores y sus fallos y buscando no repetirlos

– En sus participaciones en tareas de equipo


– Con la realización de un deporte

– Cuando recibes impulsos y estímulos de sus padres

– Haciendo manualidades, etc.

La perseverancia: un valor importante para


el éxito del niño en los estudios
Valores fundamentales para los niños en los estudios

Araceli VegaEducadora y escritora

La perseverancia es uno de los valores que destacan quienes alcanzan éxitos en su vida.
Como padres, sabemos de la gran importancia de la constancia en los estudios de nuestros
hijos y, a veces, el hecho de que la desarrollen para que obtengan los resultados necesarios,
se convierte en nuestro principal caballo de batalla. 
Ahora bien, detengámonos un momento a reflexionar las formas de conseguir que los niños
establezcan la perseverancia como un valor natural para lograr éxitos en los estudios.

La perseverancia: un valor fundamental para los niños en los


estudios
Recientemente leí un estudio realizado por la Universidad de Chicago con diferentes grupos
de personas en el que se buscaban las claves de la perseverancia. En los grupos tratados,
quedaba claro que el motor principal de la constancia es el disfrute, incluso por encima del
dinero. La persona persevera en sus objetivos, cuando se interesa por la tarea al punto de
perder la noción de lo que le rodea y, en un grado menor, también persevera cuando no se
aburre en el camino. 
Como padre, ¿te suena escuchar -¡Me aburro!- cuando tu hijo o hija se encuentra frente al
libro de texto estudiando? Conozco bastantes profesores vocacionales que realmente se
esfuerzan por hacer amenas la tareas de aprendizaje de los niños, pero tenemos que tener en
cuenta lo siguiente: a lo largo de su formación, los niños van a tener que enfrentarse
muchas veces al estudio de materias o conocimientos que no les van a resultar gratos o que
son difíciles, y van a necesitar mantener la constancia para avanzar en su preparación. 
Por tanto, este sentido del disfrute no tenemos que buscarlo solo en la materia en sí, que
también es necesario hacerlo, sino en el desarrollo de una gratificación o satisfacción
interna que va ayudar al niño a desarrollar la perseverancia para toda su formación. 

Como padres, nosotros podemos aportar que los niños puedan aprender a encontrar el
disfrute en sentir su propio avance, así como la conquista y superación de los obstáculos.

Refuerzo positivo para que los niños consigan perseverar


¿Cómo podemos hacerlo? Mediante la valoración de su trabajo y sus logros. Cuando los
niños son más pequeños, esta valoración seguramente necesite de alguna clase de premio:
"Cuando acabes de hacer los deberes, puedes ver los dibujos un rato". El niño inicialmente
hará los deberes o estudiará porque sabe que después vendrá el premio.
Pero el objetivo final es que el niño persevere porque quiera conseguir esa satisfacción
interna; es decir que se sienta contento de terminar las tareas, de hacerlas bien y de lograr
superarse cada día en el estudio. En definitiva, el fin será que sienta la satisfacción de
comprobar cómo mejora cada día y de ver cómo nosotros, sus padres, junto con
profesores, nos sentimos satisfechos con sus logros y los valoramos: ¿Te das cuenta de lo
bien que te ha salido este trabajo? Mira qué buena nota que te ha puesto el profesor. Está
fenomenal cómo conseguiste superar esta dificultad o esta otra, y cómo lo conseguiste con
tu esfuerzo. 
Es difícil que un niño no se sienta contento y dispuesto a repetir este mismo esfuerzo
perseverante en el futuro con comentarios de este estilo por parte de su padre o su madre. 

Enseñar a los niños a perseverar y superar los obstáculos


Perseverar suele llevar implícito el hecho de superar obstáculos. Puede ser que a veces al
niño no le apetezca estudiar, porque su pensamiento está puesto en el juego, o bien porque
la materia le resulte difícil; o quizá sea porque no haya atendido en clase y se encuentra
perdido con respecto a lo que hay que hacer para realizar la tarea. 
Los obstáculos pueden ser de diferentes clases, pero algo que ayudará a solventarlos es el
diálogo, la comunicación con el niño para darle el espacio para contar lo que está
pasando. Si vemos que está estancado o desganado, podemos hablar con él para saber en
qué podemos ofrecerle nuestro apoyo. Ayudar a nuestro hijo en el estudio nunca significa
que le hagamos los deberes, sino que le ayudemos a encontrar lo que necesite para poder
hacerlos él mismo: quizá sea una explicación, o ayudarle a organizar las prioridades del
estudio de la materia, o guiarle para hacer esquema o un resumen. En fin, se trata de
apoyarle para que sea capaz de avanzar por sí mismo. 
Fomentar la perseverancia en los estudios en nuestro hijo no solo es algo que le reportará
beneficios en su formación académica, sino que se convertirá en un valor con el que
consiga obtener algunos de los logros que le van a proporcionar una vida plena como
adulto. 

La perseverancia es la tendencia de una persona a tener una continuidad


en una actividad particular que le proporcionará una meta final deseada.

Ser persistente consiste en superar un conjunto de obstáculos para poder


llegar a una meta. Los obstáculos podrían incluir barreras físicas,
psicológicas, culturales, críticas o desánimo.
La palabra perseverancia proviene del latín perseverantia y significa
atenerse a algo estrictamente. Si una persona está haciendo algo a pesar
de todas las dificultades que conlleva, está siendo estricta contigo mismo.

Sin duda, la perseverancia es una de las características de grandes mujeres


y hombres históricos, y lo que ha permitido conseguir grandes logros
individuales, sociales, culturales, económicos y científicos.

Te pueden interesar también estas frases sobre la perseverancia.

¿Cómo es una persona perseverante?


Eres una persona perseverante si:

 No te rindes con facilidad


 Sigues intentando conseguir una meta aunque no estés teniendo
los resultados que esperabas

Y si eres perseverante, probablemente lo habrás convertido en uno de


tus valores principales.
Si das importancia al hecho de no rendirte y seguir intentándolo, lo has
convertido en un valor.

La paciencia y la perseverancia tienen un efecto mágico ante el que las


dificultades desaparecen y los obstáculos se desvanecen.-John Quincy.

Solo la perseverancia y la determinación son omnipotentes.-Ray Kroc.

3 ejemplos históricos de perseverancia
Probablemente nada en el mundo puede reemplazar a la persistencia.

El talento es casi siempre superado por ella, de hecho hay miles de


personas talentosas que no han conseguido nada.

La educación y formación, en si mismas, requieren perseverancia, al igual


que la experiencia práctica.

Estos son algunos ejemplos de perseverancia de los últimos tiempos:

Walt Disney
Sin duda Walt Disney fue una persona muy perseverante.

Antes de tener éxito con Mickey Mouse, fue despedido de un periódico de


Kansas City porque su jefe pensó que no tenía creatividad.

Más tarde, en 1921, fracasó en su intento de formar una compañía que


llamó “Laugh-O-Gram Films”. 

En 126, tras crear un personaje animado llamado “Oswald the Rabbit”,


Universal Studios le traicionó y patentó su creación.

Quizás su mayor ejemplo de perseverancia es cuando luchó por adaptar la


película Mary Poppins.

Su autora, Pamela Travers, no tenía interés en venderla y Walt Dinsey


estuvo viajando durante 16 años a Inglaterra para visitarle y persuadirla.

J.K. Rowling

Es una de las mujeres más ricas del mundo y mundialmente conocida por
ser la autora de la saga de Harry Potter.

Antes de publicar el primer libro, Harry Potter y La piedra filosofal, fue


rechazada por 12 editoriales.
Si se hubiera rendido antes puede que el mundo no conociese a Harry
Potter.

Thomas Edison

En toda su carrera, Edison obtuvo 1093 patentes.

Algunos de sus inventos fueron rompedores. Como la bombilla, el fonógrafo


o la batería alcalina.

Sin embargo, la mayoría no tuvieron éxito.

Para tratar de fabricar una bombilla económica, abrió su propia planta


minera en Ogdensburg.

Para hacer que funcionase la planta, inventó 47 patentes, destacando una


máquina que revolucionó la industria del cemento y que inspiró la línea de
ensamblamiento de los Ford T de Henry Ford.
¿Es la sociedad occidental poco
perseverante?
En general, la tendencia actual es obtener mucho dando poco. Por ejemplo,
se prefiere echar la lotería y ganar que ganar dinero con el trabajo
constante, comprometido y disciplinado.

O se prefiere tener una recompensa rápida que esperar y tener una


recompensa mayor. No hay que olvidar que lo que las generaciones
pasadas conseguían con mucho trabajo, hoy en día se consigue
rápidamente:

 Cocinar – comidas precocinadas o al microhondas


 Comprar 
 Entretenerse
 Comunicarse 
 Transportarse

Es decir, la tecnología facilita mucho la vida; hace que no haya que


esforzarse tanto y llevar una vida más pasiva.

Las barreras para la perseverancia


Además de la cultura occidental, existen ciertas barreras que harán que sea
más difícil cultivar esta competencia:

Falta de motivación – visión

No tener visión resulta a menudo en una falta de motivación.

Para perseverar necesitas motivación, y para tener motivación necesitas


tener una visión de lo que quieres conseguir.
Eso que quiere conseguir tiene que ser algo que te motive a ti, no a otros.

La creencia de que todo tiene que ser fácil

Las creencias limitantes son determinantes a la hora de mostrar cualquier


tipo de comportamiento.

La realidad es que la vida alterna entre los momentos sin problemas y en


las que surgen problemas.

Si tienes la expectativa de que las cosas van a ser difíciles, estarás mucho
más dispuesto a enfrentarte y superar los problemas que surjan.

Nadie dijo que la vida tiene que ser fácil. De hecho, tener esa creencia
puede llevar al auténtco fracaso, que es no intentar nada.

Si crees que todo tiene que ser fácil, nunca intentarás nada difícil, y lo
difícil es lo que merece la pena porque da las mejores recompensas.

La creencia de que el éxito es un suceso

El éxito no es un suceso.

Las personas exitosas no han conseguido sus metas de un día para otro,
sino que han pasado por un largo proceso.

Los logros históricos no fueron sucesos, fueron procesos.

América no se colonizó en un día, se requirieron años para llegar a la Luna,


los derechos civiles se han conseguido durante décadas.

 Creer que consigues que se acepte una ley en un día es una


mentalidad de suceso
 Creer que para que se acepte una ley necesitas trabajar varios
años es una mentalidad de proceso
 Creer que te haces rico con la lotería es una mentalidad de suceso
 Creer que te haces rico con trabajo constante es una mentalidad
de proceso.

El hábito de rendirse

Rendirse es un hábito, al igual que el no rendirse.

Seguro que has observado a personas que nunca se rinden y otras que se
rinden a la primera dificultad.

Por tanto, es necesario convertir la persistencia en una regla, en un valor al


que se da importancia para guiarse por la vida.

Normalmente los caminos fáciles requieren mucho menos esfuerzo, aunque


a través de ellos no desarrollarás tu talento ni potencial y las recompensas
serán escasas.

6 Formas de aprender el valor de la


perseverancia
La perseverencia la aprendes con la práctica, no es algo teórico.

No puedes decir; soy perseverante y no ponerlo en práctica. Tampoco


puedes leer sobre perseverancia y no esforzarte para que se convierta en
parte de ti. Y si aún no lo eres, o no lo son tus hijos, la mejor forma de
aprenderlo es intentar algo difícil durante un tiempo hasta que lo hayas
conseguido.
Normalmente, las habilidades y resultados que merecen la pena conseguir
requieren de perseverancia. Por ejemplo:

 Tocar la guitarra
 Terminar la universidad
 Aprobar un examen
 Construir una relación de pareja sana
 Abrir una empresa

Las siguientes acciones ayudarán enormemente para desarrollar la


perseverancia:

1-Automotivarse

La motivación va y viene, no es algo constante.

El establecimiento de metas, las recompensas y recordar a menudo cuál es


la recompensa de ser perseverante ayudan a mantenerla.

2-Definir metas

Tener metas claras es una forma de guiar el comportamiento.

Además, si las defines claramente sabrás si estas siendo perseverante en


su consecución o no.

3-Con el aprendizaje vicario

El aprendizaje vicario es el que se da al observar a los demás.

Por ejemplo, ves a alguien cómo ha conseguir algo y tú sigues su camino.

Si conoces casos cercanos o populares de perseverancia que guió al éxito,


será una motivación para ti y una razón para intentarlo tu también.
4-Mantener un equilibrio

No es posible estar dedicándose el 100% del tiempo de tu vida en la


consecución de una meta.

Necesitas pasar tiempo libre en el que divertirte con algo que te gusta.

Es más, de esa forma serás más productivo, además de evitar el estrés.

5-Convertirla en un hábito

El ejercicio físico o deporte es una de las mejores formas de ir adoptando la


perseverancia.

También aprender cualquier habilidad física o cognitiva: bailar, tocar


instrumentos musicales, hablar idiomas.

Una vez que te das cuenta que es necesario persistir para tener la
recompensa (aprender una habilidad, estar en forma), adoptas ese
comportamiento.

6-Estar cerca de gente perseverante

Si ves que alguien cercano tiende a abandonar, tendrás más probabilidades


de abandonar.

Si alguien muy cercano no abandona, tu tenderás a seguir su camino.

Por ejemplo, si tienes un compañero de clase que aprueba y no deja los


estudios, tú tendrás más probabilidades de seguir su camino.

Y eso ocurre en otros ámbitos, como el familiar o el laboral.


La actitud es contagiosa.

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