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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

“IMPUTACIÓN EN LOS DELITOS IMPRUDENTES


(Imputación subjetiva, pág. 402 - 412)”

CURSO:

Fundamentos de Derecho Penal y Teoría de la Imputación Penal

DOCENTE:

M.Cs. Saúl Alexander Villegas Salazar

ESTUDIANTES:

● CELIS QUISPE, Lilian Jhudith


● PEREZ CHAVEZ, Ángel Lisssu
●SÁNCHEZ HERRERA, Romina Alejandra
● SILVA LÓPEZ, Yosmer Grimaniel

CAJAMARCA 2022
IMPUTACIÓN EN LOS DELITOS IMPRUDENTES (Imputación
Subjetiva, pág. 402 -412)

1. Introducción

En la actualidad el análisis del fundamento del derecho a castigar del Estado, para que
sirve y él por qué de su existencia, nos abre una infinidad de discusiones para poder observar
los elementos que conforman al Delito. Dentro de ellos y para su comprensión podemos
desplegar distintas teorías que nos ayudan a entender cómo funciona.

Para el desarrollo del estudio del Derecho Penal, analizamos cuando alguien quiere
cometer un delito empieza por representarse el hecho al cual dirigirá su acción. Para ello
desde un enfoque estrictamente psíquico podemos examinar el comportamiento de manera
individual de cada sujeto dentro de los contextos sociales en los que se desenvuelve. Pero la
cuestión que surge es si esos datos psíquicos en su configuración natural pueden fundamentar
una imputación subjetiva. Formulado de otro modo: si la determinación de la relevancia penal
del conocimiento a título de dolo o culpa va depender de la mera representación mental del
autor sobre su hecho.

Dentro de la dogmática jurídico penal se estudia dos respuestas respecto a esto, la


primera de base psicologista, la cual menciona que la la imputación subjetiva no sería más
que la verificación de los datos existentes en la cabeza del autor; y la segunda que es de base
normativista, la cual afirma que la imputación subjetiva no comprende el conocimiento como
dato psíquico, sino más bien como atribución de sentido normativo a una forma determinada
del pensamiento.

Es por ello que en la presente investigación, explicaremos de manera concreta y


detallada una de las partes más importantes del Derecho Penal y del desarrollo del Delito; que
es la imputación subjetiva, para lo cual tomaremos como base a su definición, al desarrollo
del dolo y la culpa dentro del Delito, la ampliación de la imputación y las estructuras típicas
compuestas. Con la finalidad de entender a la imputación subjetiva como fenómeno
estrictamente normativo de atribución de sentido y no como averiguación de un fenómeno
psicológico.

2. Imputación Subjetiva
2.1. Definición

La superación de la imputación subjetiva sobre la conducta típica va más allá de


verificar un acontecimiento causal, pues pretende analizar si el agente activo, al momento de
obrar, actuó conociendo y queriendo realizar dicha conducta, con lo cual nos referimos al
elemento cognoscitivo y volitivo del dolo; o si el agente activo obra a título de culpa u obra
con un ánimo específico o tendencia interna advertida por el legislador en la redacción de la
norma, lo que refería a los elementos especiales subjetivos del tipo.

La imputación subjetiva analiza además del grado de conocimiento, el grado de


evitabilidad del agente activo que termina produciendo el hecho típico. La superación
positiva de este análisis configura la tipicidad a nivel subjetivo. En cambio, de encontrarse
una causal que fracture la atribución de responsabilidad subjetiva (como por ejemplo, el error
de tipo), decaerá en atipicidad.

En la tipicidad se trata de comparar la conducta histórica concreta realizada con la


descripción abstracta plasmada por el legislador en una norma. Las descripciones legales (los
tipos) contienen elementos externos u objetivos, como también internos o subjetivos: así, el
homicidio no es la mera realización de la muerte de alguien, sino la de carácter doloso
(aparte, la imprudente). Y también las concretas conductas contienen elementos tanto
objetivos, como subjetivos. La faceta subjetiva se refiere a la representación o conocimiento
por el agente de los elementos de la tipicidad objetiva. Es decir, se trata de que lo objetivo del
hecho (el riesgo desplegado por la conducta) sea conocido por el sujeto agente (esto es, que
se lo haya representado). La «tipicidad subjetiva» o «imputación subjetiva» consiste en
valorar si el agente conoce el riesgo de su conducta; es decir, si obra con dolo.

2.2. Dolo

A lo largo de la historia, el dolo ha sido integrado como uno de los elementos


subjetivos con mayor relevancia en el derecho, el cual tiene antecedentes en el derecho
romano siendo una de las grandes aportaciones del periodo tardío en la antigua Roma. Para
Jescheck (s.f., como se citó en Plascencia, 2004) el dolo es el conocimiento de todos los
elementos del tipo objetivo, asimismo integra a la voluntad como base de los hechos
punibles. Por otro lado, cumple la función reductora al ser el núcleo de la imputación
subjetiva que impide la responsabilidad objetiva.
Por ello, Roxin hace referencia que el dolo es la suma de un elemento cognitivo
(conocimiento de la realización de una acción típica) y un elemento volitivo (querer realizar
la acción típica); es decir considerado como la suma del conocimiento y la voluntad para
concretar o realizar una conducta típica (delito).

Elementos del Dolo:

1. Elemento Cognoscitivo (Conocimiento):

Plascencia (2004) menciona que es un elemento esencial y necesario dentro del dolo, que
surge desde el momento en que el autor despliega su comportamiento haciendo uso de los
elementos del tipo objetivo que ha conocido (p.18).

2. Elemento Volitivo (Voluntad):

Plascencia (2004) considera que la libertad de voluntad tiene su origen en la libertad


individual del ser humano que aparece con la concreción del tipo (p.119). Sin embargo,
para hablar de dolo no solo se necesita del conocimiento, sino que también se requiere de
la voluntad para realizar o no un comportamiento prohibido; algunos lo consideran como
el querer o la intención de llevar a cabo una acción.

Clases de dolo:

1. Dolo Directo o de primer grado:

Según Jescheck (s.f., como se citó en Plascencia, 2004) “el dolo de primer grado o
intención se refiere al autor que persigue la acción típica o, en su caso, el resultado
requerido por el tipo, dominado el factor de voluntad” (p.116). Es decir, el autor tiene
conciencia y sabe cuál es su conducta típica pero aun así llega a cometerla; por ello se
considera que en esta clase predomina el elemento volitivo sobre el cognitivo por solo
tener la intención o querer llevar a cabo la acción.

2. Dolo Indirecto o segundo grado:


Almanza y Peña (2010) “es aquel que se materializa cuando el sujeto representa el hecho
delictivo, pero no como un fin, sino como un hecho o efecto inevitable o necesario para
actuar o desarrollar la conducta típica” (p. 165). En esta clase de dolo el autor va a
desplegar una acción típica o hecho ilícito que tendrá el resultado que busca, pero podrá
generar otras consecuencias que no podrá evitar por lo que en este caso llega a
predominar el elemento cognitivo del dolo.

3. Dolo Eventual:

Según Jescheck (s.f., como se citó en Plascencia, 2004) “cuando el autor prevé como
posible el resultado típico y se conforma con él” (p. 117). El sujeto que llevará a cabo la
acción delictiva actuará previendo el resultado típico sin que influya dicha situación en su
comportamiento por lo que sigue adelante y asume el riesgo.

Plascencia (2004) menciona que la diferencia entre dolo eventual y culpa consciente tiene
como base la Teoría del consentimiento, en donde el dolo eventual tendrá lugar cuando el
sujeto acepte o admita la producción del resultado de su comportamiento. Por otro lado, la
culpa consciente se dará si la acción se realiza con la confianza de que el resultado no se
producirá.

2.3. Culpa

Almanza y Peña (2010) consideran que “El tipo culposo individualiza una conducta (al igual
que el doloso). La conducta no se concibe sin voluntad, y la voluntad no se concibe sin
finalidad; la conducta que individualiza el tipo culposo tendrá una finalidad, al igual que la
que individualiza el tipo doloso” (p. 166).

Clases de Culpa:

Culpa Consciente:

Es también llamada culpa por representación, en donde el sujeto realiza una acción, pero
previo a lo ocurrido tenía la confianza de que el resultado no se iba a producir, es decir
advierte y conoce del resultado; sin embargo, al tener la confianza de que no sucederá
mantiene su posición y decide llevar a cabo su conducta.

Culpa Inconsciente:
Llamada culpa sin representación, en donde el sujeto no está presente en el momento en que
se dañó a un bien jurídico, es decir el sujeto no tiene conocimiento del peligro o riesgo que
tendrá el bien jurídico por lo que no prevé ningún resultado.

3. Ampliación de la imputación

3.1. Tipo Imperfectamente Realizado

Se nos ha ido indicando que los delitos imprudentes sólo se reprimen cuando ya han
sido consumados. En el caso se genere una supuesta tentativa en dichos delitos, estos no son
procesados por la doctrina dominante. Estos delitos carecen de una iniciativa delictiva que
vaya más allá del resultado objetivo.

Aun así, existe una parte de la doctrina que acepta la tentativa en el delito imprudente.
Al principio se mencionó que una tentativa culposa era básicamente imposible, pero no
abarcaba a la tentativa de un delito imprudente.

Los delitos dolosos suponen la presencia de elementos de la imputación objetiva y


subjetiva, en caso contrario cuando solo exista la imputación subjetiva (dolo no concretizado)
pero no se haya completado el aspecto objetivo del tipo (o parcialmente), será necesario
ampliarla imputación precisamente a esto se le denomina formas imperfectas de realización
del tipo.

Por otro lado, se podría usar para los supuestos en los que se plantea admitir el avance
de la punibilidad a la puesta en peligro de los bienes jurídicos podrían ser tomados como
delitos de peligro. En caso contrario también se presenta en aquellos tipos que son
combinación de un delito dolo y otro imprudente la llama “preterintención”. En estos la
tentativa se vuelve posible en relación a una conducta dolosa básica siempre que esté presente
el resultado imprudente.

3.2. Autoría y participación

Los delitos imprudentes son clasificados como delitos de dominio. Ya que en estos
casos el autor se encuentra ante la posibilidad de realizar una acción peligrosa que está
subordinada a un deber de cuidado que nos dé a entender cómo se realizó dicho acto. En estos
casos solo se acepta una autoría directa o formas heterólogas de autoría colateral.
Al igual cuando nos referimos a participación en los delitos imprudentes se nos indica
que es algo inexistente. En el caso exista un tipo de contribución en el resultado de dicho
delito representaría una autoría. En lo concerniente a la instigación y complicidad, estos dos
siempre serán tomados como dolosas.

4. Estructuras típicas compuestas

4.1. Delito Preterintencional

La figura preterintencional no se encuentra definida por nuestro derecho positivo,


pero sí por la doctrina. Esta figura se presenta cuando el evento típico supera la
voluntad del sujeto, provocando que el daño ocasionado con la acción sea
cualitativamente mayor que el buscado o aceptado por éste, proveniente de su
actuación imprudente.

El llamado delito preterintencional es un supuesto de tipificación simultánea, dolosa y


culposa de una misma conducta; de no hallarse así tipificada, el caso se resuelve por
concurso ideal.

Preterintencionalidad significa más allá de la intención, propósito. El autor causa un


resultado que va más allá de su intención. De este modo queda perfectamente
excluido cualquier línea de la teoría versari in re illicita, la cual sostiene que quien
quiso la causa, quiso el resultado, abriendo la posibilidad de imputación por la mera
causación de un resultado.

La preterintención es una de las figuras compuestas en la que el resultado sobrepasa


el dolo del sujeto. Estas figuras presentan diversas modalidades de combinación de
delitos dolosos e imprudente. Tomando en cuenta su ubicación típica, podemos
distinguir:

- Preterintencionalidad homogénea…. Se presenta cuando el mal pretendido


(delito doloso) y el más grave producido (delito imprudente) pertenecen al
mismo tipo.

- Preterintencionalidad heterogénea…. Se produce cuando el delito pretendido


(delito doloso) y el producido (delito imprudente) pertenecen a tipos distintos,
es decir, cuando el resultado perseguido y causado, subsumibles en distintos
tipos, afectan a bienes jurídicos distintos, pero estos están íntimamente
relacionados en el caso concreto.

Ej: El sujeto que lesionó a un hemofílico sin saber su condición, y le causó la muerte
que no quiso causar ni pudo prever, será sancionado solo con la que corresponda a la
lesión leve que quiso inferir.

4.2. Delitos cualificados por el resultado

El delito cualificado por el resultado en su concepción actual requiere que la


consecuencia ulterior necesariamente se encuentre abarcada por el dolo o la
imprudencia, quedando excluido conceptualmente el resultado fortuito o cualquier
núcleo de responsabilidad objetiva y doblegando a las exigencias del principio de
culpabilidad.

Los delitos cualificados por el resultado son delitos dolosos sometidos a un marco
penal especial, cuya comisión trae consigo un ulterior resultado más grave . Múltiples
delitos cualificados por el resultado son combinaciones dolo-imprudencia ; pero
también pueden presentarse incluso combinaciones dolo-dolo.

Se pretende hablar de delitos cualificados por el resultado como forma de agravación


de responsabilidad penal, basado en la pura causación de un resultado más grave sin
importar que éste se haya originado en dolo o culpa. EJ: Robo seguido de lesión
grave. Los delitos cualificados por el resultado son inconstitucionales, pues además
violan el principio de reserva. A nadie podemos prohibir causar un resultado que no
podrá prever y por ende, nunca saber cuando su conducta está prohibida.

5. Conclusiones
● En síntesis, la imputación subjetiva comienza por lo que el autor debía saber
en el contexto social concreto de su actuación y para la realización del delito.
● Además uno de los elementos base de la imputación subjetiva dentro de los
delitos imprudentes es la cognoscibilidad, pero no hay que dejar de lado al
dolo que hace referencia al conocimiento y la voluntad de realizar una acción
y a la culpa que se puede dar desde dos enfoques puede ser consciente e
inconsciente.
● Nos da a entender que los delitos imprudentes sólo se reprimen cuando ya han
sido consumados, por este motivo cuando nos habla de autoría y participación,
estas no están consideradas de la igual manera ya que no se les considera
dentro del marco de imprudencia.

6. Referencias

Kai. A. (Julio, 2006). Preterintencionalidad y Cualificación por el resultado. Universität


Göttingen. https://indret.com/wp-content/themes/indret/pdf/365_es.pdf

Los delitos preterintencionales y cualificados por el resultado. (s.f). Repositorio USMP.

https://repositorio.usmp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12727/4759/polar_cjl.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

Plascencia, R. (2004). Teoría del Delito. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad


Nacional Autónoma de México - UNAM, núm. 192.

Almanza, F. y Peña, O. (2010). Teoría del Delito: Manual Práctico para su aplicación en la
teoría del caso. Asociación Peruana de Ciencias y Conciliación – APECC.

Valderrama, D. (2021). ¿Qué es el dolo y la culpa? Imputación Subjetiva. LP- Pasión por el
Derecho.

Villaviencio, F. (2006). Derecho Penal- Parte General. Editorial Jurídica Grijley.

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