Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FOBIAS
Hay que tener en cuenta dos asertos que se repiten acerca de los síndromes “obsesiones” y
“fobias”:
1- No pertenecen a la neurastenia propiamente dicha
2- No esta justificado hacerlos depender de la degeneración mental, puesto que se los
encuentra en personas no más degeneradas que la mayoría de los neuróticos en general, y
a veces mejoran y hasta ocasiones se logra curarlos.
Las obsesiones y las fobias son neurosis separadas. Es preciso distinguir:
a) Las verdaderas obsesiones: hay una idea que se le impone al enfermo y un estado emotivo
asociado
b) Las fobias: ese estado emotivo es siempre la angustia.
Es posible hallar dentro de los antecedentes del enfermo, y en el origen de la obsesión, la idea
original, sustituida. Las ideas sustituidas tienen caracteres comunes; corresponden a impresiones
verdaderamente penosas de la vida sexual del individuo, que este ha esforzado por olvidar.
Se puede considerar a la sustitución como un acto de defensa del yo contra la idea inconciliable.
Hay quienes se acuerdan del esfuerzo voluntario por ahuyentar de la conciencia la idea o el
recuerdo penoso, y en quienes esta expulsión de la idea inconciliable se produjo de una manera
icc, que no dejo huellas en la memoria de los enfermos. Esa desaparición del estado emotivo se
vuelve imposible por el hecho mismo de la sustitución.
El mecanismo de las fobias es totalmente diferente del de las obsesiones. Ya no es el reino de la
sustitución.
Fobia ((Amalia Baumgart))
La palabra fobia proviene del griego “phobos” y se refiere a una especie de aversión apasionada
hacia algo. Comúnmente se entiende por fobia la evitación de situaciones, de objetos, de
entendimientos y/o de percepciones porque están ligadas a la angustia, despiertan angustia.
En una primera delimitación nosográfica de la angustia establece que la neurosis de angustia,
forma parte de las neurosis actuales y se debe a un desorden contemporáneo de la vida sexual,
proveniente de una interferencia de la descarga de la tensión sexual somática: la tensión sexual
acumulada se transforma en angustia.
Etiología:
Encontramos: acumulación de tensión sexual somática provocada por la abstinencia o por la
excitación frustrada, condición en la cual se desarrolla la neurosis de angustia. En el estado
emotivo de angustia
ésta puede ligarse a una representación que alude a un “temor”, a la “fobia”. Dicha fobia es una
manifestación psíquica pues produce una ligadura de los estados de angustia con
representaciones o ideas que son susceptibles de despertar temor.
Sintomatología:
Excitabilidad general, hipersensibilidad auditiva, insomnio, espera angustiosa y un quantum de
excitación siempre dispuesto a enlazarse a cualquier idea que sea adecuada o apropiada para
explicar el fenómeno de angustia.
Fobia ((Amalia Baumgart))
La palabra fobia proviene del griego “phobos” y se refiere a una especie de aversión apasionada
hacia algo. Comúnmente se entiende por fobia la evitación de situaciones, de objetos, de
entendimientos y/o de percepciones porque están ligadas a la angustia, despiertan angustia.
En una primera delimitación nosográfica de la angustia establece que la neurosis de angustia,
forma parte de las neurosis actuales y se debe a un desorden contemporáneo de la vida sexual,
proveniente de una interferencia de la descarga de la tensión sexual somática: la tensión sexual
acumulada se transforma en angustia.
Etiología:
Encontramos: acumulación de tensión sexual somática provocada por la abstinencia o por la
excitación frustrada, condición en la cual se desarrolla la neurosis de angustia. En el estado
emotivo de angustia
ésta puede ligarse a una representación que alude a un “temor”, a la “fobia”. Dicha fobia es una
manifestación psíquica pues produce una ligadura de los estados de angustia con
representaciones o ideas que son susceptibles de despertar temor.
Sintomatología:
Excitabilidad general, hipersensibilidad auditiva, insomnio, espera angustiosa y un quantum de
excitación siempre dispuesto a enlazarse a cualquier idea que sea adecuada o apropiada para
explicar el fenómeno de angustia.
Análisis del caso – Inhibición, síntoma y angustia (S. Freud) y texto de Amalia Baumgart
El pequeño Hans se rehúsa a andar por la calle porque tiene angustia ante el caballo. ¿Cuál es el
síntoma: el desarrollo de angustia, la elección del objeto de la angustia, la renuncia a la libre
movilidad o varias de estas cosas?
Freud dice que la angustia frente al caballo es el síntoma; la incapacidad para andar por la calle, un
fenómeno de inhibición, una limitación que el yo se impone para no provocar el síntoma-angustia.
Se trata no de una angustia indeterminada frente al caballo, sino de una determinada expectativa
angustiable: el caballo lo morderá. Este contenido procura sustraerse de la conciencia y sustituirse
mediante la fobia indeterminada, en la que ya no aparecen más que la angustia y su objeto.
Su fobia, dice Freud, esta orientada a solucionar un conflicto: Se encuentra en la actitud edípica de
celos y hostilidad hacia su padre, a quien ama de corazón toda vez que no entre en cuenta la
madre como causa de la desavenencia.
La moción pulsional que sufre la represión es un impulso hostil hacia el padre. Hans ha visto rodar
a un caballo, y caer y lastimarse un compañero de juegos con quien había jugado al caballito. Así
nos dio derecho a construir en Hans una moción de deseo, la que ojalá el padre se cayese, se
hiciera daño como el caballo y el niño. A su vez, referencias a una partida de viaje observada
permiten conjeturar que el deseo de hacer a un lado al padre halló también expresión menos
tímida. Esto equivale a la moción asesina del complejo de Edipo.
Lo que convierte la fobia en una neurosis es la sustitución del padre por el caballo. Es este
desplazamiento lo que se hace acreedor al nombre de síntoma. Es aquel otro mecanismo que
permite tramitar el conflicto de ambivalencia sin la ayuda de la formación reactiva. Tal
desplazamiento es posibilitado por la circunstancia de que a esa tierna edad todavía están prontas
a reanimarse las huellas innatas del pensamiento totemista.
Pero el hecho de que el padre hubiera jugado al caballito con el pequeño Hans fue decisivo para la
elección del animal. No cabe duda de que la moción pulsional reprimida en estas fobias es una
moción hostil hacia el padre. Es reprimida por el proceso de la mudanza hacia la parte contraria;
en lugar de la agresión hacia el padre se presenta la agresión hacia la persona propia. Pero
simultáneamente ha sucumbido a la represión otra moción pulsional: una moción pasiva tierna
respecto del padre, que ya había alcanzado el nivel de la organización libidinal genital (fálica).
Ambos procesos forman un par de opuestos.
Es así como Freud establece que por angustia de castración el pequeño Hans resigna la agresión
hacia el padre; entonces su angustia de que el caballo lo muerda significa que le arranque sus
genitales de un mordisco, lo castre.
En relación a las zoofobias infantiles, Freud dice que el yo debe proceder contra una investidura de
objeto libidinosa del ello porque ha comprendido que ceder a ella aparejaría el peligro de
castración. Tan pronto como discierne el peligro de castración, el yo da la señal de angustia e
inhibe el proceso de investidura amenazador en el ello. Al mismo tiempo se consuma la formación
de la fobia. La angustia de castración recibe otro objeto y una expresión desfigurada: ser mordido
por el caballo en vez de ser castrado por el padre. La formación sustitutiva tiene dos ventajas:
esquiva un conflicto de ambivalencia y permite al yo suspender el desarrollo de angustia.
La fobia se establece después que en ciertas circunstancias se vivenció un primer ataque de
angustia. La angustia es la reacción frente a la situación de peligro; se la ahorra si el yo hace algo
para evitar la situación o sustraerse de ella. Los síntomas son creados para evitar la situación de
peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia. Ese peligro era el de la castración.
Las mociones de complejo de Edipo completo se estrellan contra la castración del yo y esto es lo
que produce una inesperada conclusión: el motor para la represión es la angustia de castración.
Ahora se trata de la perdida de un objeto parcial que lleva al abandono del deseo a cambio de un
objeto total, para preservar la integridad narcisistica.
“Ser mordido por un caballo” es un sustituto de “ser castrado por el padre” y lo que convierte a
estas distintas transformaciones en neurosis es justamente la sustitución de padre por caballo.
Caso Hans según Lacan
Lacan postula que la fobia es una plataforma giratoria, que puede virar a una neurosis o a una
perversión. Es una tentativa de solución a la confrontación con la castración materna. El objeto
fobigeno tiene una función significante y supliría cierta falla a nivel de un padre real (tercer tiempo
del complejo de Edipo) y en ese sentido la fobia opera como suplencia de la función del padre real
en la medida en que este no se sitúa como agente de la castración, operación que permitiría
anudar el deseo a la ley.
Entonces se puede decir que Juanito se encuentra como un señuelo de un juego imaginario en
relación a la madre (previo a la aparición de la angustia). Juega a ser el falo de la madre, inclusive
se producen identificaciones con su mamá, con que jugaba a que tenía niñas.
Juanito va a verlo a Freud porque estaba interesado por la premisa fálica, representado en la
pregunta de que si ella lo tiene y la respuesta de la madre coloca a Juanito en un lugar donde
empieza a renegar de la frustración.
Lacan se pregunta ¿Cuál es lugar que ocupa este niño para el deseo materno? Es decir ¿cuál es su
función de niño para la madre? Cumple dos posibilidades, una que encarna la metáfora del deseo
de la madre por el padre, y otra que encarne la metonimia del deseo de la madre por el falo (que
no tiene y que no tendrá nunca)
Todo en el comportamiento de la madre con Juanito (eso de llevarlo a todos lados con ella a la
cama al baño) indica que el niño es un apéndice indispensable para ella, la madre se presenta para
el niño con la exigencia de lo que le falta, a saber que es el falo que no tiene, este niño ocupa el
lugar de la metonimia del deseo de la madre, pasa de ser todo a ser nada, está en posición de
objeto, por lo tanto que ese “hace pipi” no satisface a la madre quedando fuera del circuito. Hasta
el momento de lo que el padre llama “el inicio del caso o la aparición del caballo” Juanito jugaba
con el falo deseado por la madre convertido para él en un elemento de deseo para la madre, en
consecuencia en algo que se debía pasar para cautivar a la madre, pero la irrupción de la
excitación del órgano trastoca el paraíso imaginario de Juanito, aparece un goce. La madre que
manifiesta el horror de su virilidad y este es el desencadenante de la angustia. Juanito se ve
confrontado con un goce para el cual No tiene un significante apropiado, no puede simbolizar ese
real que aparece (queda atrapado) y ahí comienzan todas las fantasías en relación a su sexualidad.
Empieza a darse cuenta que el falo podría tener un valor simbólico, y acá es donde el padre no lo
ayuda.
Juanito encuentra una tentativa de solución en la fobia ya que no pudo construir un sistema de
relaciones significantes, solo en base al hecho en lo que se ama está o no esta, es decir en esta
presencia-ausencia.
El Edipo nos da tres pero sin duda implica un cuarto termino, madre – niño – falo – Padre y es aquí
donde se juega la suerte de Juanito, para él se trata de conciliar el mundo de la relación materna
que había funcionado hasta la excitación del órgano). Con aquel elemento de apertura imaginaria
o de apertura a aquel elemento que introduce una falta en la madre, aparece una prevalencia de
lo imaginario. Juanito cuando reacciona con la fantasía de la jirafa, de que las mujeres no tiene falo
y que es inútil que lo busque, está haciendo una manifestación que no tiene fuerza que no pude
introducirlo o empujarlo a Juanito a esta sustitución que se tiene que producir en el Edipo, en esta
fantasía para el niño se trata de recuperar la posición de la madre, trata de restituirle el falo a la
madre, el niño presenta una madre sin falta, entera. En otra fantasía introduce el falo como algo
que no está agarrado y que necesita de una mediación que permita ponerlo, quitarlo y volverlo a
poner, cuando habla de que el fontanero viene con las tenazas le quita el pene le pone uno más
grande. A modo de esta insistencia y estas ficciones lo conducen la solución del problema de que
el falo es también algo de lo simbólico que es instituido dentro del juego simbólico, que puede
circular, lo que le da un respiro a Juanito. Se puede ver que el progreso de lo imaginario a lo
simbólico constituye una organización de lo imaginario como mito. Este mito que sostenía la
posición de Juanito, se trata de pensar como el niño va ser una construcción que le permita
representar su goce y para ello va construyendo ficciones por eso inventa la fantasía del
instalador y el mecánico y es una invención que permite crear algo de la operación de la
castración. A la falta de un padre un destornillador,
La fantasía en función de mito, el mito es una función simbolizada donde se mantiene una
estructura aunque varíen los personajes, este mito encierra una verdad en la medida que implica
un intento de elaborar simbólicamente el enigma de la diferencia de los sexos, de la vida, de la
muerte, no es solo cubrir una falta sino resolver un enigma.
Winger: El problema del padre es que era un padre que contestaba todo, menos lo que él
preguntaba. Lo que él preguntaba era si él era el nene de la mamá, pero en términos de mamá vos
tenés lo que tengo yo. Hay una representación de la falta, que seria que la madre este en falta para
ubicarla en el deseo y como deseo, obviamente, pasaba der ser el falo que quería la mamá (una
mamá que no decía nada).
La mamá es una persona que tiene todas las posibilidades, tiene la leche. Entonces se necesita un
representante para ponerla en falta a la mamá para imaginar el deseo de ella, porque él como falo
ya no funcionaba. Y el padre en vez de decir: “no querida, vos no tenés falo”, mintió. Esto es lo que
no hizo el padre, ponerla en falta a la mamá. La mamá no se ponía en falta. El problema es que el
padre no estuvo a la altura de la consecuencia. Él tendría que haber marcado el hecho de que la
madre no era igual que él.
El fóbico busca una prohibición, se siente bien con ella. Después, claro, pasan cinco pasan diez
años, sin salir de la casa, por ejemplo. El síntoma nos salva de la angustia, habría que superar el
síntoma pero no removerlo, porque no es el enemigo el síntoma. El enemigo es una falta que no se
obtuvo en el momento adecuado, ese es el enemigo y si se analiza ese chico/a lo que van a
construir es una falta en el otro, que bueno, a esto lo van a ver mejor en clínica.