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Unidad 1

Implacable e interjuego del hombre y el mundo- Pichón Riviere-


El cambio se puede producir en todos los ámbitos, pero tiene su estructura organizada en lo social,
que crea las condiciones necesarias para ello. Hay una gran diferencia entre crisis y cambio. Éste
último se va planificando poco a poco como una ideología.
Cuando empiezan a perturbarse los sistemas de comunicación, el sujeto llega a situaciones de
aislamiento progresivo y de desintegración, donde es posible observar un fenómeno patológico
colectivo descripto por Durkheim, que es la anomia y que tiene las características de una
desintegración, fragmentación, división. Enfrentamos así una sociedad escindida constituida por
individuos escindidos.
Los movimientos revolucionarios pueden representar expresiones de cambio y si asumen
auténticamente este rol, de inmediato emergen de distintos campos de la ciencia y de la política
sujetos que a su vez asumen el rol contrario, que representan la resistencia al cambio a fin de
mantener la estructura existente e impedir la modificación.
La situación de crisis se da cuando la desintegración abarca preponderantemente la clase
dominante, cuando entran en contradicción grupos mayoritarios.
La resistencia al cambio, tanto como el cambio, se planifica, y la historia puede verse como un
continuo conflicto entre ambas actitudes: tanto la historia social como la individual.
Dentro del plano individual las situaciones de crisis son más frecuentes que las situaciones de
cambio: las pueden preceder y preparar. Las crisis desencadenan en el individuo estados de
ansiedad.
El sujeto establece una relación dialéctica con el mundo y transforma las cosas a través de una
praxis permanente, en la medida en que él se modifica modifica el mundo, en un movimiento de
permanente espiral.
Las actitudes de resistencia a los cambios tienen por finalidad destruir las fuentes de ansiedad que
todo cambio acarrea. Tanto el individuo como la comunidad deben enfrentar dos miedos:
 Miedo a la pérdida de estructuras ya establecidas
 Miedo a la pérdida de acomodación a pautas prescriptas en el ámbito social
El cambio implica pérdidas, genera graves sentimientos de inseguridad que provocan o aumentan
el aislamiento y la soledad.
Un ejemplo típico de cambio revolucionario es Sigmund Freud; provoca un cambio total de la
imagen del hombre, desocultando los elementos ocultos y preexistentes, condicionantes de
conductas que así se hacen comprensibles, develando los aspectos subterráneos de la naturaleza
humana.

El bastidor epistémico.
La palabra bastidor tiene la ventaja de que encierra una referencia al verbo construir (batir es
construir, originariamente es un conjunto de elementos que se usan para la construcción de algo,
como por ejemplo un conjunto de andamios para construir un edificio).
El bastidor epistémico, es un modelo que nos permite tener un esquema intelectual, de
aproximación a cualquier objeto para aproximarnos a el desde todas las perspectivas posibles, sin
caer en ciertos reduccionismos, que impiden abarcar el objeto en su totalidad, que generan una
parcialización de la visión.
De esta manera, existen cuatro perspectivas, desde las cuales debe realizarse, el abordaje del
objeto de conocimiento para no caer en reduccionismos.
 Perspectiva mecánica, material o física: abarca lo psicofisiológico, lo corporal, lo
ecológico, (las condiciones ambientales y materiales del puesto) los sexual (discriminación
del sexo en los trabajos, por las características del mismo). Lo que se busca saber es que
ocurre en un determinado trabajo, en la vida del trabajo, que es lo que ocurre con su salud
(cuales son las enfermedades ligadas con ese puesto de trabajo, cuales son las patologías
de diverso tipo que pueden sobrevenir a raíz de las condiciones físicas del puesto).
 Perspectiva intrasubjetiva o intersubjetiva: tiene que ver con todos aquellos elementos
que en la subjetividad del trabajador o del desocupado, determinan el fenómeno. Desde
esta perspectiva, se va a dar cuenta de lo que pasa en la subjetividad profunda del
trabajador, en ese puesto de trabajo, a nivel de sus fantasías, sus defensas, sus pulsiones,
sus identificaciones, etc., que se ponen en juego en relación a un determinado puesto de
trabajo.
 Perspectiva cognitiva: lo cognitivo, tiene que ver con aquellas aptitudes o capacidades
necesarias para llevar adelante una determinada actividad. Esta temática ligada a lo
cognitivo, es decir a las habilidades necesaria para desarrollar determinada tarea, son las
que tradicionalmente se hiper-valorizan en la selección de personal.
 Perspectiva final: esta perspectiva, tiene que ver con analizar cual es la significación del
fenómeno, dentro de un contexto mas amplio, son cuestiones que no tienen que ver con
los demás variables pero si son importantes en la institución. Dentro de esta perspectiva
final, hay que analizar, las condiciones económicas estructurales que dan origen a una
serie de fenómenos que tienen que ver, con la organización jurídica, con los fenómenos
ideológicos, a partir de los cuales se entiende la ubicación de cada uno de los individuos en
el sistema productivo y en el mundo.
De este modo, un análisis que tome lo ideológico como articulador de lo subjetivo y fantasmático,
con lo socio-económico estructural complementaria el esquema de las múltiples perspectivas.
Este nivel de análisis, correspondería al modo en que una determinada cultura, una determinada
sociedad, en un momento histórico concreto, concibe el mundo o concibe una determinada
actividad.

“Para pensar lo histórico-social” (introduciendo a la obra de Castoriadis)


La obra de Castoriadis, se organiza y desarrolla alrededor de un eje central; la cuestión de lo
histórico-social, la cual esta íntimamente ligada a la de la imaginación, la psique y la institución.
Castoriadis, señala, el ocultamiento y enmascaramiento por reflexión heredada de la cuestión de
lo histórico-social, puesto que jamás se ha logrado despejar el objeto propio del problema y
considerarlo en si mismo.
La radicalidad, de su planteo, sin duda, hace que se produzca la reapertura de algunas
interrogaciones, como, ¿que es lo histórico-social?, ¿que es la sociedad y que es lo que mantiene
unida una sociedad? ¿Y que es la historia y como y por que surgen nuevas formas sociales?
Las incontables respuestas a estas preguntas, en el pensamiento heredado son agrupadas por
Castoriadis en dos tipos especiales;
El primer tipo, es el fisicalista, que reduce la sociedad y la historia a naturaleza, el segundo tipo es
el logística es decir una serie de operaciones lógicas que combinan una cantidad finita de
elementos, que daría cuenta de las diferentes formas de sociedad como simple variantes
combinatorias.
Como consecuencia de esto, de la incapacidad, de pensar en si mismo lo histórico-social, lleva a
Castoriadis a postular una serie de tesis alternativas que evite reducir, el pensamiento y su objeto.
Sociedad e historia, no existen, ni son pensables verdaderamente por separado, por castoriadis.
Lo social, es siempre histórico y viceversa, se instituye implícitamente como causalidad singular de
temporalidad del mismo modo lo histórico es sociedad, lo histórico es la institución de la sociedad.
Cada sociedad, siguiendo a Castoriadis, se constituye como tal al instituir e instituirse como un
magma de significaciones imaginarias sociales, esto quiere decir que cada sociedad, se auto
instituye, y por esto se puede afirmar que la sociedad se da como auto-alteración de si mismo, en
tanto histórica.
Estas significaciones sociales, son el ser de lo social- histórico, nada existe , ni puede existir, en
este dominio sino es mediante su significación, su puesta en sentido.
Es esta institución de los significaciones la que establece en cada sociedad, lo que es y lo que no
es , lo que vale y lo que no.
Es decir que toda sociedad es un sistema de interpretación de un mundo que a su vez creado por
ella misma a partir de significaciones nuevas cuya fuente es el imaginario social.
Esto implica que la sociedad se constituye por la institución de estas significaciones primeras,
irreductibles, que hacen ser, advertir, como posible, y luego como efectivas el hacer y el pensar
propias de cada sociedad.
Este proceso, se da mediante y solo es posible gracias a la construcción de individuos sociales, que
encarnan las significaciones sociales y su institución.
La sociedad, ya sea instituyente, ya sea como instituida, es intrínsicamente historia ,es decir “auto-
alteración”.
La sociedad instituida, representa las formas/figuras, instituidas en y por las cuales, lo imaginario
radical, puede ser y darse existencia como histórico-social.
Por lo que cada sociedad da entonces existencia a un modo de auto-alteración que puede llamarse
también su temporalidad.
Entonces, la historia es definida, como creación o que es lo mismo: “la sociedad solo puede existir
como perpetua auto-alteración, pues no puede ser instituida sino como institución de un mundo,
de significaciones, que como tales son por su capacidad de ser otras.
La sociedad es por tanto, creación de significaciones imaginarias, auto institución de lo histórico-
social.
Organización e Institución.
La organización, tiene que ver con el organigrama, donde se plantean roles y funciones.
La organización, se diferencia de la institución, la cual se define por su carácter dinámico y donde
tienen que ver cuestiones de culturas, podemos definir a la institución como una relación que se
prolonga durante años con el mantenimiento de un conjunto de normas y actitudes, este
procedimiento, permite hacer visible, como toda institución, es el producto de algo que
permanece en el tiempo.
La institución es dinámica, donde las relaciones entre las personas van cambiando momento a
momento, ese dinamismo parte de esas relaciones entre las personas, esas relaciones muchas
veces tienen que ver con cuestiones de poder, hay un juego dialéctico permanente.
En una institución, lo instituido, es aquello que no se cambia, aquello de lo que no discutimos, sino
que ya lo damos por establecido, dentro de la institución hay cuestiones reglamentarias, pero no
nos modifican, en nuestra vida diaria, lo instituido es aquello que perdura, mas allá de la
institución, es decir tiene la cualidad de un objeto inerte, es indiferente al sujeto, lo instituido no
se discute, es algo sacralizado, dogmático.
En cuanto a lo instituyente, es algo que rompe con lo instituido, con ese equilibrio, es aquello que
tiende a cortar con esa costumbre.
Lo instituyente trata de destruir esa idea de que lo instituido no se puede modificar, por mas
cerrada que sea la institución siempre es posible que entre lo instituyente.
A nivel histórico, las revoluciones son instituyente por ejemplo la teoría de la evolución de Darwin,
la teoría de Freud del inconsciente, la teoría de la relatividad de Einsten, etc., son instituyentes por
que le cambiaron, la forma de pensar a las personas de la época.
El instituyente manifiesta un desacuerdo, con lo instituido, hay algo de lo instituido que no agrada,
ese desacuerdo luego puede pasar a ser instituido aunque haya un malestar , el instituyente no
siempre triunfa, sino que queda solo como un momento histórico; por Ej.; el mayo francés.

Unidad 2
Instituir en Superfluidad: condiciones actuales del acto instituyente (Graciela Ventrici)
Institución
La institución es una construcción histórica y social y cada momento es único. Es un reflejo de lo
que pasa en la sociedad y tiene un carácter dinámico.

Instituido instituyente

Instituido: Ej. 75% de faltas, pago de matrícula.


Instituyente: Algo que quiere cambiar o modificar. Ej. Llegada de un hijo.

Las instituciones se fortalecen sobre ideologemas: dan cuenta del sentido cultural o social de una
actividad. Un ejemplo de un ideologema en el ámbito laboral sería la vieja historia de que la
maestra es la segunda madre.
 Ajustes primarios: pautas para homogeneizar todo en una institución.
 Ajustes secundarios: transgresiones que las instituciones tienen para que no se genere un
conflicto interno, para que permita mantener una homeostasis.
Tesis: Estamos frente a un cambio radical que altera las matrices de pensamiento producidas a lo
largo de seis siglos de la vida de occidente. La idea de la radicalidad del cambio será el punto de
partida para lo que tituló “instituir en superfluidad: condiciones actuales del acto instituyente”.
Para los que nacieron en la primera mitad del siglo XX la idea de institución, instituido, instituyente
e instituir, nos convoca una serie de representaciones y significaciones que hasta hace unos años
no requerían cuestionamiento en el terreno ontológico.
El ser, el existir de la institución, no estaba en cuestión. Los parámetros espacio-temporales,
confirmaban no solo su existencia, sino también su trascendencia. El ser de la institución ya no es
una certeza, es necesario hacerla ser cada vez.
Institución: una relación que se prolonga durante años con el mantenimiento de un conjunto de
normas y actitudes, no es otra cosa que la definición misma de una institución. Bleger 1972
La dimensión temporal está bien clara: una relación que se prolonga en el tiempo, manteniendo
un conjunto de normas y actitudes. A esa dimensión temporal le suma una categoría: la de
permanecer. Hay un conjunto de normas y actitudes que se mantienen iguales a sí mismas, que no
cambian.
La institución se construye en el tiempo porque está trabajando, deconstruyendo otra institución;
toda institución es el producto de algo que permanece en el tiempo.
Esta duración, condición de existencia para la institución, es también la razón por la cual para
muchos, la institución es pre-existente y exterior.
La institución como el producto de normas y actitudes mantenidas en el tiempo, se objetaliza, en
tanto las condiciones en las que fue producida se vuelven no visibles. Las condiciones más estables
del objeto es lo que llamamos lo instituido (tiene que ser algo visible) y llamamos instituyentes a
aquellos actos que afectan, que intervienen sobre esa continuidad, la transforman y logran que
esas transformaciones se mantengan en el tiempo, o sea se instituyan y/o se institucionalicen.
Este destino del acto instituyente constituyó una contradicción con la ideología de transformación
del mundo de algunos analistas institucionales y causa de fuertes debates teóricos ideológicos.
Los debates de la dependencia cultural del Complejo de Edipo acerca de la forma en que la cultura
hace marca en el psiquismo, de si es posible definir una topología psíquica que aloje lo
sociocultural, han agitado los medios psicoanalíticos desde los años 40 y nos encuentra hoy en la
discusión candente acerca de las diferencias y relaciones entre las nociones del psiquismo y
subjetividad.
La mayoría de nosotros reconocemos que el cambio radical que significó el pasaje de la
modernidad al mundo globalizado, ha producido una transformación a nivel subjetivo e
institucional que vuelve definitivo pensar las relaciones entre ambas dimensiones.
La mirada de la subjetividad moderna entiende que el hacer de la técnica no produce nada nuevo,
más que acumulación irracional de lo mismo, lo único que produce cambio valorable es el
discernimiento teórico y a partir de él su aplicación práctica. La idea de praxis del pensamiento
crítico, intento instituir otro valor para los procedimientos técnicos.
Si bien el sujeto moderno estuvo amenazado por la alienación al grupo, al Estado, su condición de
sujeto no estaba puesta en juego. El Estado, institución de instituciones, le tenía un lugar
designado, tal vez alienante o recluyente, pero un lugar al fin. Había un a-priori instituido por el
cual ese individuo estaba asignado a algo del conjunto y en su defecto, estabas dadas las
condiciones para que luchara por otra asignación.
Si el acto instituyente tenía como destino la institucionalización, para que tal acto fuera posible era
necesario que operara sobre cierta consistencia, una solidez. Se intervenía así sobre un instituido
que le hacía resistencia desde una forma identificable en el sentido descriptivo, localizable a partir
de un trabajo de historizacion de su advenimiento y hasta pasible de ser deconstruido en sus
condiciones de producción desde el pensamiento crítico.
Modelados en ese sistema de pensamiento, encuadrados en el continente del Estado Nación,
instituir, implicaba asumir cierto grado de violencia porque necesariamente, para consumarse,
tenía que romper algo ya formado.
Entonces las condiciones de la modernidad que hacían posible el acto instituyente eran:
 La preexistencia de un instituido consistente.
 Alguna argumentación respecto al instituido sobre el que quiere intervenir.
 La conciencia de su condición histórica.
 Un monto de violencia capas de auto justificación.
El neoliberalismo occidental que se fue imponiendo desde la década del 70’, fue desplazando la
subjetividad ciudadana y generando la subjetividad consumidora. Otra lógica opera en los
intercambios y esto afecta profundamente las organizaciones. La lógica consumidora busca
imponer, abarcando lo más que pueda en tiempo y espacio, algo que corresponde a intereses que
no tienen ninguna trascendencia. A mayor fluidez, mayor superfluidad.
Este movimiento perpetuo promovido por el interés privado, sin ninguna regulación desde el
interés colectivo, hace que las otras organizaciones-instituciones, se transformen en lo que
llamamos galpones.
La figura del galpón, creada por Mariana Cantarelli, permite comprender en qué han devenido los
lazos entre los elementos de distinto orden de las organizaciones. Disueltos esos lazos, los
elementos de esa organización quedan sueltos, perdiendo sus relaciones de sentido, como cuando
ubicamos objetos diversos en un galpón.
Tanto las organizaciones, como las instituciones hoy no están dadas de antemano, están
inevitablemente acosadas por una tendencia a la fragmentación. Sostener la cohesión institucional
es parte de un trabajo permanente. Percibir la condición de galpón, es percibir esa dispersión
inconsciente.
Este acontecer sujeto en medio inconsciente, superfluo (en el sentido de súper fluido a la vez que
insignificante, casi inexistente) es lo más parecido al acto instituyente de la modernidad.
Las condiciones para instituir en la superfluidad, han variado plenamente por cuanto:
 No hay persistencia de instituido consistente, hay galpones
 No se necesita ninguna argumentación para intervenir
 No se requiere conciencia histórica, sino definición del problema en el que se está
 No se precisa de la violencia auto justificable.
Este acto instituyente presenta una diferencia fundamental: su destino no es la
institucionalización.
La superfluidad, como obstáculo estructural para el acto instituyente moderno, condiciona todos
los posibles del acto instituyente en la actualidad, lo redefine, lo descentra del lugar que tenía en
las coordenadas espacio-temporales.
Freud: La interiorización en la formación del sujeto.
Freud encuentra que el poder no está afuera sino, adentro de nosotros mismo, organizando
nuestro aparato psíquico.
Sostiene q la psicología individual es, al mismo tiempo, y desde un principio psicología social.
Sostiene la determinación histórica de la subjetividad organizando el aparato psíquico. La sociedad
es interiorizada hasta tal punto q este aparece reproduciendo el sistema q lo produjo.
El aparato psíquico es la interiorización de la estructura social. El PODER se implanto en la
subjetividad para convertirnos en individuos adecuados a las formas dominantes.
La tentativa de Pinel de quitarles las cadenas a los locos es, en realidad, una profundización de la
domesticación de la subjetividad del enfermo porque se tratará de q poder exterior regule al
enfermo, pero desde dentro. Se trata de reconstruir la formas de dominios parentales y religiosas
q existían fuera del internamiento.
En el campo subjetivo persisten las categorías presentes en el orden represivo social.
Freud habla de modelos de instituciones represivas sociales interiorizadas: la policía, los militares,
la religión, la economía, la familia. Todo lo q se ve en acción afuera aparece y permite la
construcción teórica de una organización subjetiva adentro q determina el modo de ser como
replica de la organización social.
De la misma manera, la forma edípica dibuja el lugar de un Poder, q el sistema ratificará en las
instituciones adultas.
Freud descubre q el represor no esta solo fuera, en el aparato del estado, de la economía, del
ejercito o en el de la religión sino, que se encuentra tmb en nuestra propia subjetividad. El sujeto
mismo, en tanto yo, es el lugar de la represión. Freud describe la estructura del aparato psíquico
como resultado social, represión mediante.
La primer forma normativa es la LEY DEL PADRE q aparece como la reguladora de la CC. Esta es la
primer forma de despótica. Lo q significa q todo cuanto piense tendrá q estar regulado por la ley
del Otro.
Las formas objetivas de dominación encontraran su ratificación subjetiva desde el complejo de
Edipo.
Masas, instituciones y Edipo
Freud afirma q la instauración del poder despótico en la subjetividad es el resultado del desenlace
del complejo de Edipo considerado como un duelo q constituye el comienzo de la individualidad q
comienza con una rebelión en contra de la amenaza de renuncia al deseo de la madre.
En el comienzo de la individualidad aparece un enfrentamiento, el núcleo fundamental de una
rebeldía q la sociedad deberá coartar: la rebeldía contra el poder.
El Edipo se constituye en una matriz despótica q sirve de asiento a toda dominación posterior; q
tiene su comprensión en el Edipo histórico, la horda primitiva y la alianza fraterna.
El Edipo q en el niño es un hecho infantil, imaginario e individual en el Edipo histórico es un hecho
colectivo, real y adulto. El lugar del recuerdo es llenado por la precedencia simbólica, la ley
jurídica.
La horda primitiva era una familia q contenía dentro de si las condiciones de su reproducción. La
nuestra, está regulada por otras instituciones q le dan sentido y de la q dependen: la iglesia, el
ejército, el estado.
La significación del drama edipico no puede quedar restringida a la familia: debe buscar su sentido
afuera, en el campo total del sistema político y social q determina a la familia.
Cada sujeto en las instituciones q son masas artificiales, esta primero sometido a una relación de
dependencia individual, uno a Uno, con su jefe, general o sacerdote, porque los prototipos de
masas artificiales son la iglesia y el ejército.
Todas las instituciones están constituidas por masas artificiales, coercitivas y doblegadas al poder.
Artificiales porque lo q en esta masas institucionalizadas predomina bajo la apariencia de un
colectivo real es la psicología individual.
Lo q persigo afuera reproduce lo q tengo adentro. El objeto exterior confirma un dependencia
anterior.
Masas espontáneas: se organizan al margen del poder instaurado. El jefe aparece como liberador
en oposición al sistema. La solución es fantaseada para los miembros de la masa. Se identifican
con el líder pero él es el único q obtiene satisfacción.

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