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El bastidor epistémico.
La palabra bastidor tiene la ventaja de que encierra una referencia al verbo construir (batir es
construir, originariamente es un conjunto de elementos que se usan para la construcción de algo,
como por ejemplo un conjunto de andamios para construir un edificio).
El bastidor epistémico, es un modelo que nos permite tener un esquema intelectual, de
aproximación a cualquier objeto para aproximarnos a el desde todas las perspectivas posibles, sin
caer en ciertos reduccionismos, que impiden abarcar el objeto en su totalidad, que generan una
parcialización de la visión.
De esta manera, existen cuatro perspectivas, desde las cuales debe realizarse, el abordaje del
objeto de conocimiento para no caer en reduccionismos.
Perspectiva mecánica, material o física: abarca lo psicofisiológico, lo corporal, lo
ecológico, (las condiciones ambientales y materiales del puesto) los sexual (discriminación
del sexo en los trabajos, por las características del mismo). Lo que se busca saber es que
ocurre en un determinado trabajo, en la vida del trabajo, que es lo que ocurre con su salud
(cuales son las enfermedades ligadas con ese puesto de trabajo, cuales son las patologías
de diverso tipo que pueden sobrevenir a raíz de las condiciones físicas del puesto).
Perspectiva intrasubjetiva o intersubjetiva: tiene que ver con todos aquellos elementos
que en la subjetividad del trabajador o del desocupado, determinan el fenómeno. Desde
esta perspectiva, se va a dar cuenta de lo que pasa en la subjetividad profunda del
trabajador, en ese puesto de trabajo, a nivel de sus fantasías, sus defensas, sus pulsiones,
sus identificaciones, etc., que se ponen en juego en relación a un determinado puesto de
trabajo.
Perspectiva cognitiva: lo cognitivo, tiene que ver con aquellas aptitudes o capacidades
necesarias para llevar adelante una determinada actividad. Esta temática ligada a lo
cognitivo, es decir a las habilidades necesaria para desarrollar determinada tarea, son las
que tradicionalmente se hiper-valorizan en la selección de personal.
Perspectiva final: esta perspectiva, tiene que ver con analizar cual es la significación del
fenómeno, dentro de un contexto mas amplio, son cuestiones que no tienen que ver con
los demás variables pero si son importantes en la institución. Dentro de esta perspectiva
final, hay que analizar, las condiciones económicas estructurales que dan origen a una
serie de fenómenos que tienen que ver, con la organización jurídica, con los fenómenos
ideológicos, a partir de los cuales se entiende la ubicación de cada uno de los individuos en
el sistema productivo y en el mundo.
De este modo, un análisis que tome lo ideológico como articulador de lo subjetivo y fantasmático,
con lo socio-económico estructural complementaria el esquema de las múltiples perspectivas.
Este nivel de análisis, correspondería al modo en que una determinada cultura, una determinada
sociedad, en un momento histórico concreto, concibe el mundo o concibe una determinada
actividad.
Unidad 2
Instituir en Superfluidad: condiciones actuales del acto instituyente (Graciela Ventrici)
Institución
La institución es una construcción histórica y social y cada momento es único. Es un reflejo de lo
que pasa en la sociedad y tiene un carácter dinámico.
Instituido instituyente
Las instituciones se fortalecen sobre ideologemas: dan cuenta del sentido cultural o social de una
actividad. Un ejemplo de un ideologema en el ámbito laboral sería la vieja historia de que la
maestra es la segunda madre.
Ajustes primarios: pautas para homogeneizar todo en una institución.
Ajustes secundarios: transgresiones que las instituciones tienen para que no se genere un
conflicto interno, para que permita mantener una homeostasis.
Tesis: Estamos frente a un cambio radical que altera las matrices de pensamiento producidas a lo
largo de seis siglos de la vida de occidente. La idea de la radicalidad del cambio será el punto de
partida para lo que tituló “instituir en superfluidad: condiciones actuales del acto instituyente”.
Para los que nacieron en la primera mitad del siglo XX la idea de institución, instituido, instituyente
e instituir, nos convoca una serie de representaciones y significaciones que hasta hace unos años
no requerían cuestionamiento en el terreno ontológico.
El ser, el existir de la institución, no estaba en cuestión. Los parámetros espacio-temporales,
confirmaban no solo su existencia, sino también su trascendencia. El ser de la institución ya no es
una certeza, es necesario hacerla ser cada vez.
Institución: una relación que se prolonga durante años con el mantenimiento de un conjunto de
normas y actitudes, no es otra cosa que la definición misma de una institución. Bleger 1972
La dimensión temporal está bien clara: una relación que se prolonga en el tiempo, manteniendo
un conjunto de normas y actitudes. A esa dimensión temporal le suma una categoría: la de
permanecer. Hay un conjunto de normas y actitudes que se mantienen iguales a sí mismas, que no
cambian.
La institución se construye en el tiempo porque está trabajando, deconstruyendo otra institución;
toda institución es el producto de algo que permanece en el tiempo.
Esta duración, condición de existencia para la institución, es también la razón por la cual para
muchos, la institución es pre-existente y exterior.
La institución como el producto de normas y actitudes mantenidas en el tiempo, se objetaliza, en
tanto las condiciones en las que fue producida se vuelven no visibles. Las condiciones más estables
del objeto es lo que llamamos lo instituido (tiene que ser algo visible) y llamamos instituyentes a
aquellos actos que afectan, que intervienen sobre esa continuidad, la transforman y logran que
esas transformaciones se mantengan en el tiempo, o sea se instituyan y/o se institucionalicen.
Este destino del acto instituyente constituyó una contradicción con la ideología de transformación
del mundo de algunos analistas institucionales y causa de fuertes debates teóricos ideológicos.
Los debates de la dependencia cultural del Complejo de Edipo acerca de la forma en que la cultura
hace marca en el psiquismo, de si es posible definir una topología psíquica que aloje lo
sociocultural, han agitado los medios psicoanalíticos desde los años 40 y nos encuentra hoy en la
discusión candente acerca de las diferencias y relaciones entre las nociones del psiquismo y
subjetividad.
La mayoría de nosotros reconocemos que el cambio radical que significó el pasaje de la
modernidad al mundo globalizado, ha producido una transformación a nivel subjetivo e
institucional que vuelve definitivo pensar las relaciones entre ambas dimensiones.
La mirada de la subjetividad moderna entiende que el hacer de la técnica no produce nada nuevo,
más que acumulación irracional de lo mismo, lo único que produce cambio valorable es el
discernimiento teórico y a partir de él su aplicación práctica. La idea de praxis del pensamiento
crítico, intento instituir otro valor para los procedimientos técnicos.
Si bien el sujeto moderno estuvo amenazado por la alienación al grupo, al Estado, su condición de
sujeto no estaba puesta en juego. El Estado, institución de instituciones, le tenía un lugar
designado, tal vez alienante o recluyente, pero un lugar al fin. Había un a-priori instituido por el
cual ese individuo estaba asignado a algo del conjunto y en su defecto, estabas dadas las
condiciones para que luchara por otra asignación.
Si el acto instituyente tenía como destino la institucionalización, para que tal acto fuera posible era
necesario que operara sobre cierta consistencia, una solidez. Se intervenía así sobre un instituido
que le hacía resistencia desde una forma identificable en el sentido descriptivo, localizable a partir
de un trabajo de historizacion de su advenimiento y hasta pasible de ser deconstruido en sus
condiciones de producción desde el pensamiento crítico.
Modelados en ese sistema de pensamiento, encuadrados en el continente del Estado Nación,
instituir, implicaba asumir cierto grado de violencia porque necesariamente, para consumarse,
tenía que romper algo ya formado.
Entonces las condiciones de la modernidad que hacían posible el acto instituyente eran:
La preexistencia de un instituido consistente.
Alguna argumentación respecto al instituido sobre el que quiere intervenir.
La conciencia de su condición histórica.
Un monto de violencia capas de auto justificación.
El neoliberalismo occidental que se fue imponiendo desde la década del 70’, fue desplazando la
subjetividad ciudadana y generando la subjetividad consumidora. Otra lógica opera en los
intercambios y esto afecta profundamente las organizaciones. La lógica consumidora busca
imponer, abarcando lo más que pueda en tiempo y espacio, algo que corresponde a intereses que
no tienen ninguna trascendencia. A mayor fluidez, mayor superfluidad.
Este movimiento perpetuo promovido por el interés privado, sin ninguna regulación desde el
interés colectivo, hace que las otras organizaciones-instituciones, se transformen en lo que
llamamos galpones.
La figura del galpón, creada por Mariana Cantarelli, permite comprender en qué han devenido los
lazos entre los elementos de distinto orden de las organizaciones. Disueltos esos lazos, los
elementos de esa organización quedan sueltos, perdiendo sus relaciones de sentido, como cuando
ubicamos objetos diversos en un galpón.
Tanto las organizaciones, como las instituciones hoy no están dadas de antemano, están
inevitablemente acosadas por una tendencia a la fragmentación. Sostener la cohesión institucional
es parte de un trabajo permanente. Percibir la condición de galpón, es percibir esa dispersión
inconsciente.
Este acontecer sujeto en medio inconsciente, superfluo (en el sentido de súper fluido a la vez que
insignificante, casi inexistente) es lo más parecido al acto instituyente de la modernidad.
Las condiciones para instituir en la superfluidad, han variado plenamente por cuanto:
No hay persistencia de instituido consistente, hay galpones
No se necesita ninguna argumentación para intervenir
No se requiere conciencia histórica, sino definición del problema en el que se está
No se precisa de la violencia auto justificable.
Este acto instituyente presenta una diferencia fundamental: su destino no es la
institucionalización.
La superfluidad, como obstáculo estructural para el acto instituyente moderno, condiciona todos
los posibles del acto instituyente en la actualidad, lo redefine, lo descentra del lugar que tenía en
las coordenadas espacio-temporales.
Freud: La interiorización en la formación del sujeto.
Freud encuentra que el poder no está afuera sino, adentro de nosotros mismo, organizando
nuestro aparato psíquico.
Sostiene q la psicología individual es, al mismo tiempo, y desde un principio psicología social.
Sostiene la determinación histórica de la subjetividad organizando el aparato psíquico. La sociedad
es interiorizada hasta tal punto q este aparece reproduciendo el sistema q lo produjo.
El aparato psíquico es la interiorización de la estructura social. El PODER se implanto en la
subjetividad para convertirnos en individuos adecuados a las formas dominantes.
La tentativa de Pinel de quitarles las cadenas a los locos es, en realidad, una profundización de la
domesticación de la subjetividad del enfermo porque se tratará de q poder exterior regule al
enfermo, pero desde dentro. Se trata de reconstruir la formas de dominios parentales y religiosas
q existían fuera del internamiento.
En el campo subjetivo persisten las categorías presentes en el orden represivo social.
Freud habla de modelos de instituciones represivas sociales interiorizadas: la policía, los militares,
la religión, la economía, la familia. Todo lo q se ve en acción afuera aparece y permite la
construcción teórica de una organización subjetiva adentro q determina el modo de ser como
replica de la organización social.
De la misma manera, la forma edípica dibuja el lugar de un Poder, q el sistema ratificará en las
instituciones adultas.
Freud descubre q el represor no esta solo fuera, en el aparato del estado, de la economía, del
ejercito o en el de la religión sino, que se encuentra tmb en nuestra propia subjetividad. El sujeto
mismo, en tanto yo, es el lugar de la represión. Freud describe la estructura del aparato psíquico
como resultado social, represión mediante.
La primer forma normativa es la LEY DEL PADRE q aparece como la reguladora de la CC. Esta es la
primer forma de despótica. Lo q significa q todo cuanto piense tendrá q estar regulado por la ley
del Otro.
Las formas objetivas de dominación encontraran su ratificación subjetiva desde el complejo de
Edipo.
Masas, instituciones y Edipo
Freud afirma q la instauración del poder despótico en la subjetividad es el resultado del desenlace
del complejo de Edipo considerado como un duelo q constituye el comienzo de la individualidad q
comienza con una rebelión en contra de la amenaza de renuncia al deseo de la madre.
En el comienzo de la individualidad aparece un enfrentamiento, el núcleo fundamental de una
rebeldía q la sociedad deberá coartar: la rebeldía contra el poder.
El Edipo se constituye en una matriz despótica q sirve de asiento a toda dominación posterior; q
tiene su comprensión en el Edipo histórico, la horda primitiva y la alianza fraterna.
El Edipo q en el niño es un hecho infantil, imaginario e individual en el Edipo histórico es un hecho
colectivo, real y adulto. El lugar del recuerdo es llenado por la precedencia simbólica, la ley
jurídica.
La horda primitiva era una familia q contenía dentro de si las condiciones de su reproducción. La
nuestra, está regulada por otras instituciones q le dan sentido y de la q dependen: la iglesia, el
ejército, el estado.
La significación del drama edipico no puede quedar restringida a la familia: debe buscar su sentido
afuera, en el campo total del sistema político y social q determina a la familia.
Cada sujeto en las instituciones q son masas artificiales, esta primero sometido a una relación de
dependencia individual, uno a Uno, con su jefe, general o sacerdote, porque los prototipos de
masas artificiales son la iglesia y el ejército.
Todas las instituciones están constituidas por masas artificiales, coercitivas y doblegadas al poder.
Artificiales porque lo q en esta masas institucionalizadas predomina bajo la apariencia de un
colectivo real es la psicología individual.
Lo q persigo afuera reproduce lo q tengo adentro. El objeto exterior confirma un dependencia
anterior.
Masas espontáneas: se organizan al margen del poder instaurado. El jefe aparece como liberador
en oposición al sistema. La solución es fantaseada para los miembros de la masa. Se identifican
con el líder pero él es el único q obtiene satisfacción.