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El 31 de marzo de 1528, el conquistador español Diego de Mazariegos fundó en dicho valle la Villa Real
de Chiapas; el 21 de junio de 1529, a petición de Juan Enríquez de Guzmán, se le cambió la
denominación por la de Villa Viciosa; el 11 de septiembre de 1531, por acuerdo de Cabildo, se le cambió el
nombre por el de Villa de San Cristóbal de los Llanos; el 7 de julio de 1536, se le cambió el nombre por el
de Ciudad Real; el 27 de julio de 1829, se le modificó la denominación por la de Ciudad de San Cristóbal.
Elevada pronto al rango de Ciudad Real, recibió de Carlos V en 1535, el escudo de armas, y de Paulo III
en 1538, la sede de un obispado. El primer obispo fue Don Juan de Arteaga, pero murió antes de llegar a
su sede. En su lugar fue consagrado fray Bartolomé de Las Casas, sacerdote de la orden de Santo
Domingo, quien fue el que empezó a levantar conventos y a fortalecer las comunidades religiosas de los
frailes.
En 1712 fue el año en que se liberaron los créditos de la corona para urbanizar formalmente a San
Cristóbal y construir sus monumentos barrocos de esta ciudad criolla.
En 1821 un amigo criollo de Joaquín Miguel Gutiérrez, el dominico Fray Matías de Córdoba; promulga
pacíficamente la independencia. En 1824 Chiapas se anexa a la República Mexicana.
En ese nuevo momento urbano, siguen las inundaciones y los sismos, además de plagas y epidemias.
Todo el siglo XIX se caracteriza por eternos conflictos entre conservadores (centralistas) y liberales
(federalistas) ajustando sus cuentas con las armas (hasta 1861); luego la guerra antintervencionista (en
Chiapas 1861-1864) que bombardeara dos veces la ciudad; y finalmente la lucha antirreeleccionista
(1866-1876), también con combates episódicos.
Por todo lo anterior, la población de la ciudad disminuyó drasticamente, emigrando a ranchos cercanos.
Fue hasta 1879 cuando el general Miguel Utrilla, accede a la gubernatura e instaurara la paz. En éste
periodo es cuando su urbanista neoclásico, el ingeniero Carlos Z. Flores, moderniza la ciudad, remodela
algunos monumentos, viste las calles con portones dóricos y ventanas toscanas, siembra los parques con
jardines y kioscos. Esta brillante empresa urbana se interrumpe en 1892 cuando los poderes se trasladan
a Tuxtla.
El 31 de mayo de 1848, se le agregó el apellido Las Casas, quedando como San Cristóbal de Las Casas;
el 9 de agosto de 1892, se trasladó de allí definitivamente la capital del estado a la ciudad de Tuxtla
Gutiérrez.
En la revolución, San Cristóbal se equivoca de bando porque quiere recuperar su status de capital del
Estado y conservar sus fincas de peones acasillados, Al triunfar la Revolución, las ambiciones de los
sancristobalences son castigadas.
El 13 de febrero de 1934, se le modificó el nombre de San Cristóbal de Las Casas por Ciudad Las Casas;
el 4 de noviembre de 1943 se le restituyó su nombre anterior, quedando desde entonces como San
Cristóbal de Las Casas, en honor a fray Bartolomé de Las Casas, protector de los indios.
En 1947, la carretera panamericana vincula San Cristóbal con el resto del país.
Desde las últimas décadas del siglo XX y hasta la actualidad la ciudad ha ido aumentando su población y
mejorando su infraestructura turística.
Luego de anunciar que este 2009 se publicarán los relativos a los estados de
Veracruz, Puebla y Chihuahua, la antropóloga destacó que el "Atlas etnográfico.
Los pueblos Indígenas de Chiapas", fue una de las últimas obras coordinadas por
la etnóloga Margarita Nolasco, quien dedicó gran parte de su vida profesional al
estudio de los pueblos indígenas de ese estado.
Este libro, que también se enmarca dentro de los festejos por el 70 aniversario del
INAH, contó además con la colaboración de los especialistas Marina Alonso,
Hadlyyn Cuadriello, Rodrigo Megchún, Miguel Hernández y Ana Laura Pacheco.
Comunidades indígenas
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En Chiapas existe una gran diversidad de etnias y grupos indígenas; Chiapas,
después de Oaxaca, es el segundo estado con mayor diversidad étnica en México.
Aunque la división regional del estado no corresponde necesariamente a las áreas
culturales, la diversidad cultural hace de Chiapas uno de los más ricos
culturalmente en cuanto a lenguas, fiestas, tradiciones, artesanías y costumbres.
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Lacandones
Los lacandones se llaman a sí mismos hach winik, que significa «verdaderos
hombres». Se cree que el vocablo lacandón hace referencia a un grupo hablante
de chortí que en tiempos de la conquista, habitaba en una pequeña isla en el río
Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se autodenominaban «los del
Lacantún», que significa en chortí «gran peñón» o «piedra erecta» y al ser
españolizado se convirtió en lacandón o lacandones.
Los hach winik hablan un dialecto del maya yucateco. Se consideran originarios
de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco, que posteriormente
migraron durante diversos periodos hacia la selva chiapaneca.
Habitan en el estado de Chiapas, en la zona selvática conocida con el nombre de
Selva Lacandona cuyos límites son: al este el río Usumacinta y Salinas; al sur la
frontera internacional con Guatemala; al norte el ferrocarril del sureste; al
noroeste la carretera Ocosingo-Palenque y al suroeste el océano Pacífico.
La enfermedad se considera como un castigo por parte de los dioses para
aquellos individuos que transgreden las normas sociales o religiosas. De esta
manera, quien no pide permiso a los dueños del monte para quemarlo, quien no
deposita las ofrendas correspondientes o quien duda de la existencia de los dioses
recibe como castigo una
enfermedad.
Los hogares lacandones se encuentran por lo general en lugares cercanos a ríos,
arroyos o lagunas; esto les permite además de la pesca, el abastecimiento de
agua para todas las necesidades de la población (cocinar, bañarse, lavar).
La subsistencia se basa en el uso de la tierra: la milpa, la selva, el acahual (zona
de transición entre la selva y el campo agrícola) y las zonas acuáticas y
semiacuáticas. La explotación agrícola se fundamenta en el sistema de roza,
tumba y quema. Otra de las actividades económicas que realizan los lacandones
es la ganadería en los terrenos agrícolas que se encuentran en periodo de
descanso. En estos mismos o en otros se practica la caza y la recolección de leña
y de plantas que utilizan para la construcción de casas, instrumentos agrícolas y
utensilios de cocina o bien para la alimentación.
La producción artesanal representa una fuente de ingreso económico, aunque su
producción es mínima. Elaboran collares de semillas, objetos de barro y madera
que generalmente son representaciones antropomorfas o de personajes de su
tradición oral, así como arcos y flechas de bejuco.
Y también abren su comunidad para el turismo siendo las visitas que reciben en
campamentos ecoturisticos, una interesante fuente de ingresos.
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PUEBLO LACANDON
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En décadas anteriores era común la práctica de la poligamia y un hombre podía
llegar a tener de dos a cinco mujeres. Esto era visto en la comunidad como
símbolo de estatus o prestigio social. Sin embargo, en la actualidad ha ido
desapareciendo a causa de la introducción de cultos protestantes que induce a los
lacandones a formalizar matrimonio con una sola mujer.
A partir de haberse convertido en propietarios legales de una considerable
extensión de territorio selvático, este grupo se ha visto en la necesidad de tener
representantes formales ante instancias gubernamentales. Para tal efecto, se
elige por consenso intercomunitario una comisión integrada por representantes
de las tres comunidades.
Su sistema religioso se basa en los ciclos de la naturaleza. Consideran que en los
tiempos míticos, los dioses supremos habitaron la tierra y que sus moradas eran
los grandes centros arqueológicos asentados en la región: Palenque, Yaxchilán y
probablemente Piedras Negras.
La relación entre los Lacandones, choles y tzeltales ha sido conflictiva debido a
que, originalmente, la dotación de tierras sólo fue para los lacandones; al llegar
los otros grupos a esa zona reclamaron el derecho sobre estas mismas tierras.
Según el Censo de Población y Vivienda 2010 hay 1 mil 209 hablantes de la
lengua maya-lacandón, 318 más que en 2005.
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Tseltales
Los tseltales se
autodenominan winik atel, «hombres trabajadores».
El tseltal es el idioma con más riqueza de vocabulario de todas las lenguas
indígenas que se hablan en Chiapas, por lo que sus posibilidades literarias son
asombrosas.
Cuando el ejercito español comandado por Luis Marínse invadió territorio tseltal
en 1524, los tseltales vivían en parejas agrupados en unidades parientes, tal
como sucede hoy.
Fueron sometidos al control militar y luego explotados en el sistema de
encomiendas. Su situación mejoró gracias a la intervención de fray Bartolomé de
Las Casas, que desde 1545 los defendió frente a los encomenderos. Los tseltales
se rebelaron en varias ocasiones tratando de destruir el orden colonial.
Entre los tsotsiles y los tseltales, se cree que las principales enfermedades son el
komel («susto»), il k´op («los malos deseos»), ch´ulelal («enfermedad del
alma»), bík´ta ch´ulelal («la gran enfermedad del alma»), chonbil ch´ulelal
(«enfermedad del alma causada por su venta»).
Actualmente los tseltales comparten con sus vecinos tsotsiles un área muy
extensa de los Altos de Chiapas la parte norte del territorio tseltal es de terrenos
planos y mas bajos, con climas templados y calurosos. En esta zona, las tierras
son fértiles y la vegetación llega a ser exuberante, con bosques tropicales de
maderas preciosas. Una abundante y variada fauna completa la riqueza natural
del territorio.
Los tseltales conforman el grupo indígena más numeroso de Chiapas y el octavo
en relación con los demás grupos del país.
Los municipios tseltales mas importantes son Ocosingo, Chilón y Altamirano, que
son los mas extensos; sin embargo, los municipios de más alta densidad de
población son Tenejapa y Oxchuc, con más de 100 habitantes por kilómetro
cuadrado.
La organización sociopolítica de los tseltales es semejante a la de los tsotsiles,
con la familia nuclear como el elemento básico de la estructura de parentesco,
con la presencia de los linajes localizados patrilineales y la residencia neolocal.
Tsotsiles
Tojolabales
Se localizan en los
municipios de Las Margaritas y Altamirano, el resto se distribuye en los
municipios de Comitán, Maravilla Tenejapa, Ocosingo, La independencia y la
Trinitaria.
El nombre tojolabal o mejor tojol’ab’al significa en sí mismo: ”discurso recto” u
“palabra que se escucha sin engaños” ya que se compone de los
vocablos tojol que significa recto, correcto, justo, derecho y ‘ab’al que se refiera a
la palabra que se escucha o al discurso que se da, quedando así los tojolabales
como “hombres de la palabra recta”. «hombres legítimos o verdaderos». Son
conocidos por el nombre del idioma que hablan: tojolabal, que viene de las raíces
tojol: «legítimo» y ab’al: «palabra».
El idioma Tojolabal forma parte del tronco lingüístico máyense y ocupa el quinto
lugar entre las lenguas mas importantes del estado de Chiapas, con un total de
37, 986 hablantes en todo el pais. se coloco el idioma tojolabal dentro del grupo
Izeltal-tzotzil por convivir muy Cerca de estas tierras frías. El idioma tojolabal no
presenta variaciones dialectales importantes.
La indumentaria tradicional tojolabal está en desuso, sobre todo entre la
población masculina. Las camisas de manta con coloridos bordados en el cuello y
las mangas, el sombrero, los huaraches y la morraleta fueron sustituidos por
mochilas, botas y gorras de beisbolista. Sólo los hombres mayores utilizan en las
ocasiones especiales la blusa tradicional o tojolabal. Las mujeres son más
entusiastas en la conservación de la vestimenta tradicionalo al menos, distintiva.
Las mujeres visten blusas de manta con mangas cortas y bordadas hasta el cuello
y faldas de satín brillante llena de tablones que pacientemente cosen y adornan
con encajes y listones de colores. Las mujeres usan, además, un pañuelo en la
cabeza, collares y aretes.
La gastronomía de los tojolabales es muy amplia, ya que guarda una estrecha
relación con el vasto medio en el que residen, pues la mayoría de sus alimentos
provienen de la naturaleza misma.Dicen los conocedores que la historia de esta
etnia se puede resumir en la memoria del olvido, poco es lo que se sabe de la
historia de este grupo mayense, en donde convivían con los indígenas del pueblo
chuje de San Mateo Ixtatán.