La carta es de una madre dirigiéndose a sus hijos adolescentes. Reconoce que la adolescencia es un período de cambios para los hijos y también para ella como madre, ya que tendrá que adaptarse a nuevas habilidades de acompañamiento. Promete estar presente y disponible para sus hijos a pesar de que estén creciendo, y que aunque cometerá errores, su amor y función de cuidadora permanecerán.
La carta es de una madre dirigiéndose a sus hijos adolescentes. Reconoce que la adolescencia es un período de cambios para los hijos y también para ella como madre, ya que tendrá que adaptarse a nuevas habilidades de acompañamiento. Promete estar presente y disponible para sus hijos a pesar de que estén creciendo, y que aunque cometerá errores, su amor y función de cuidadora permanecerán.
La carta es de una madre dirigiéndose a sus hijos adolescentes. Reconoce que la adolescencia es un período de cambios para los hijos y también para ella como madre, ya que tendrá que adaptarse a nuevas habilidades de acompañamiento. Promete estar presente y disponible para sus hijos a pesar de que estén creciendo, y que aunque cometerá errores, su amor y función de cuidadora permanecerán.
Me presento de nuevo ante ti, ¿sabes? Ya creía que había aprendido
mucho de mi relación contigo, han sido años de tener esta relación y de pronto… entras a la adolescencia y todo se mueve, tu cerebro, tu cuerpo, tus relaciones, tu manera de percibir el mundo. Entonces me presento de nuevo, porque también cambiarán mis habilidades para acompañarte, se despertarán mis creencias de lo que me han dicho de las adolescencias, se sumará los aprendizajes que he ido acumulando mientras crezco, se activará seguramente mis historia en la tuya. Entonces también es momento de recordarme que mi función cuidadora sigue, aunque tu tamaño sea casi como el mío, y tu cuerpo tenga más características de adulto, aun requiero estar presente y disponible para ti. Yo también estoy construyendo este capítulo siendo madre de adolescente, mi función cuidadora también apenas está en esta etapa, aprendiendo de mí a través de ti, a través de leer tus necesidades, de entender tus procesos, de atender los míos también. Quiero decirte que estoy a cargo, y que a veces me podrás ver errar, incluso colapsar y frustrarme, a veces podré perder el control por cosas que espero que sucedan en una madurez que aún no tienes. Y que en esos momentos de estrés que desorganiza, podré después de un momento de nuevo recordar mi papel como cuidador de tu formación, como guía de tu humanización, como puerto y base segura de tu maduración. Ahora en esta etapa es posible que me veas errar más de lo cotidiano, quizá me veas más confundida. Entonces buscaré a mi tribu de adultos para poder reorganizarme. No te asustes, tampoco creas que mi amor por ti ha disminuido. Estoy junto a ti escribiendo un capítulo para el que nunca me prepararon, en el cual estoy descubriendo cómo afrontar. Quiero pasar esta etapa con más risas que llantos, sin embargo quiero también acoger el llanto cuando llegue. Quiero recordar más encuentros que desencuentros, sin embargo cada desencuentro lo quiero abrazar con amor para saber ver la herida que causa esto y darle un legítimo lugar en nuestra historia. Deseo de corazón que esto que ahora escribimos de la mano un día sea fuente de inspiración, fuente de aprendizajes. Que podamos dar palabra a lo que nos pasa, dar voz para que no se aloje en el cuerpo a través de malestar. Que nos podamos escuchar y mirar a los ojos para encontrarnos. Pase lo que pase sigo estando a cargo, a veces de manera más errática, a veces de manera más atinada. Te amo: Mamá en construcción
DE LA MUJER PERFECTA A LA MUJER AUTENTICA.Vence el miedo a ser autentica, eleva tu consciencia, recupera tu autoestima, abre tu mente y corazón para sentir paz.