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Hoy vengo a comentaros un tema bastante curioso. Como algunos ya sabéis en la Puerta Negra
llevamos un par de semanas viviendo la “dungeon crawling experience”, lo que quiere decir
que estamos recorriendo Bajomontaña con las reglas de la 4ª edición y el sabor de la 1ª en un
ambiente muy old school. El caso es que existen un par de tradiciones de la vieja escuela que
consisten en llevar un diario e ir dibujando un mapa casero de la mazmorra conforme la vamos
recorriendo. Como sabrán aquellos que me conocen no tengo pulso ni mano para dibujar
nada, y cuando yo diseño mis propias mazmorras y edificios acudo siempre a las bondades del
Pyromancers Dungeon Designer con el que he llegado a convertir garabatos de mis cuadernos
en mapas francamente resultones.
¿Pero qué pasa con los sufridos másters y jugadores que no tienen más cojones que dibujar a
mano? y si tenéis que hacer un croquis apresuradamente? ¿y si por otro lado sois partidarios
de usar un Battlemat o Flipmat e ir pintando las habitaciones con los rotuladores de base
acuosa? Pues no desesperéis, anoche me encontré por casualidad un artículo de Chris Perkins
(aunque no suelo fiarme mucho de los calvos…) y pienso traducirlo a continuación (aunque sea
ligeramente interpretado y extractado) para que veáis lo curiosos que son algunos trucos que
nos enseña, aplicables a cualquier jugador/master con cero rangos en Artesanía.
LUNES POR LA NOCHE: Los héroes se infiltran en el distrito marcial del Io’calioth, ciudad capital
del Imperio Dragovar y asaltan la mansión fortificada del coronel Arzan, un malvado soldado
dracónido que da cobijo en secreto a una señora del crimen tiefling. Atacan mientras que el
coronel está fuera, matando a la señora del crimen y saqueando su cadáver, pero no antes de
que ella convoque a un par de demonios para defenderla. Creyendo que han cumplido su
misión, el líder y el defensor del grupo deciden no enfrentarse a los demonios y huir de la
escena atravesando las paredes, y dejando a los otros miembros del grupo abandonados a su
suerte, permitiendo así que los demonios ganen cierta ventaja. Los personajes restantes
descubren que sus vías de escape estan cortadas y son testigos de cómo los demonios usan su
considerable fuerza e inteligencia para arrinconarlos y aplastarlos uno por uno.
A fin de prepararse para el asalto a la finca de Coronel Arzan, los PJs adquirieron unos planos
de la mansión fortificada. Por lo tanto, me pareció una buena idea dibujar las tres plantas de la
casa en el wet-erase battle-map para que los jugadores pudiesen hacerse una idea de la
disposición y planear su asalto.
Aunque las tiles para mazmorras, los mapas, los carteles impresos, los elementos de terreno
en 3D, y otros tipos de herramientas de cartografía prefabricada son muy útiles en ocasiones,
mi medio favorito para la visualización de mapas tácticos es el wet-erase battle-map. Me
parece que siendo tan solo una tela plastificada y cuadriculada de color blanco, es
extremadamente versátil y me permite crear lugares de encuentro que no son fácilmente
reproducibles por los otros medios anteriormente citados.
Aun así es justo decir que existen algunos inconvenientes a los wet-erase battle-maps:
A. Ocupan un espacio considerable en la mesa de juego. Desde que dirijo mis partidas en el
trabajo y usamos una mesa enorme en una sala de conferencias esto no representa un
problema para mi, (aunque vale la pena señalar que con una media de ocho o nueve jugadores
alrededor de la mesa, ésta no es tan grande como me gustaría que fuera a veces).
B. Se necesita tiempo y arte para dibujar un mapa medio decente en un wet-erase battle-map,
sobre todo si eres como yo y cometes errores constantemente, lo que te obliga a aplicar una
toalla húmeda sobre el mapa de vez en cuando para corregir un error del dibujo.
C. Un mapa de batalla dibujado rápidamente o mal pensado puede aportar muy poco a la
experiencia de juego. ¡He visto mapas que yo podría haberme dibujado mejor en la frente sin
necesidad de usar un espejo!
Hay productos similares a los mapas de batalla de lona pero que son de borrado en seco,
posters laminados o pequeños trozos de mapa de plástico que se unen formando un puzzle de
gran tamaño, configurando un mapa de batalla. Estos mapas por piezas proporcionan no solo
escenarios creativos sino que añaden la virtud de ser fáciles de modificar y borrar. Sin
embargo, a mi me gusta dibujar mis mapas antes de tiempo y no durante la sesión de juego, y
he observado que los mapas dibujados en estas superficies laminadas se manchan muy
fácilmente para mi gusto. Cuando despliego un mapa ante mis jugadores quiero evocar una
reacción muy específica, no de decepción, sino de asombro. Eso es muy difícil de lograr si los
jugadores están sentados alrededor de tu mesa, mirándote dibujar con mal pulso una línea
recta, o peor aún, ¡un círculo!
Lecciones aprendidas
Si haces una búsqueda en Google sobre “mapas de batalla”, descubrirás algunos blogs con
ideas interesantes y bonitas, donde comparan diferentes tipos de herramientas para crear
mazmorras, incluyendo los wet-erase battle-maps así como otros elementos de borrado en
seco, las dungeon tiles, piezas de terreno en 3D, y muchas otras cosas. En última instancia,
debes ir probando y elegir que medio para crear mapas te funciona mejor (y a la mazmorra en
cuestión, que no hay dos iguales), pero me gustaría defender la simplicidad y el arte de un
mapa dibujado a mano por el Máster. Si bien es cierto que yo tengo una mano firme y puedo
dibujar un círculo decente a mano alzada, no soy un artista. Cuento con pequeños trucos como
estos para mantener engañados a mis jugadores e inducirles a pensar lo contrario.