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MÉTODOS DE ESTUDIO BÍBLICO

Lección 1
INTRODUCCIÓN A LOS MÉTODOS DE ESTUDIO BÍBLICO

Contenido
I. Condiciones para el provechoso estudio de la Biblia
II. Preparación para el Estudio Bíblico
III. Herramientas de Estudio Bíblico
IV. Estudio Metódico de la Biblia
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Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
Proverbios 2:1-5

INTRODUCCIÓN
¿Por qué la mayoría de los cristianos no estudia la Palabra de Dios?
Talvez escuchemos muchas explicaciones, pero tres de ellas parecen ser las
más comunes.
La primera es que la gente NO SABE CÓMO HACERLO. Esa fue mi situación
durante muchos años. Concurrí a conferencias bíblicas, a retiros y a
campañas y escuché buenas predicaciones. A menudo salía de las reuniones
asombrado del penetrante análisis que diferentes oradores daban de las
Escrituras, y comencé a interrogarme: ¿Por qué yo no lo había entendido
así? Entonces intenté estudiar por mí mismo. Pero como nadie me había
enseñado a hacerlo, me sentía frustrado por mi incapacidad. Sabía que Dios
quería que yo estudiara Su Palabra, así que me comprometí a aprender a
hacerlo y a enseñarles a los demás a hacerlo también.

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Si me encuentro a un hambriento al lado de un río, un lago o un océano,
podría hacer una de estas dos cosas: tomar la vara y agarrar un pez y
dárselo, y de ese modo satisfacer su hambre por algunas horas, o podría
enseñarle a pescar y a satisfacer su apetito por el resto de su vida. La
segunda opción sería, obviamente, la mejor manera de ayudarlo. De la
misma manera, los cristianos hambrientos necesitan que se les enseñe la
forma de alimentarse a sí mismos de la Palabra de Dios.
La segunda razón por la que las personas no estudian la Biblia es QUE NO SE
SIENTEN MOTIVADAS. Esto se debe a que no han experimentado el gozo que
surge de un descubrimiento personal de las verdades de la Palabra de Dios.
Sus pasados esfuerzos al estudiar la Biblia han sido infructuosos y terminan
dándose por vencidos. Han llegado a sentirse satisfechos con obtener de
otra persona lo que necesitan para sus vidas cristianas en vez de
encontrarlo ellos mismos. Si desea en verdad estudiar la Biblia por sí mismo,
nunca volverá a estar satisfecho con un simple conocimiento de segunda
mano de las Escrituras. El doctor Paul Little comparó en cierta ocasión el
estudio de la Biblia con comer maní. Comenzará a hacerlo, ¡y luego no
podrá detenerse! Cuando descubra qué bueno es el “sabor” del estudio
bíblico, se encontrará yendo por más y más. ¡El estudio bíblico personal
puede llegar a convertirse en un hábito!
La tercera razón por la que las personas no estudian su Biblia es que SON
PEREZOSAS. El estudio bíblico es un trabajo que exige nuestro esfuerzo, y no
hay atajos para llegar a él. Es como todo en la vida que de veras es valioso.
Requiere tiempo, esfuerzo, concentración y persistencia. Las más grandes
verdades de la Palabra de Dios no yacen en la superficie. Hay que cavar para
encontrarlas. Así como el oro solo se puede encontrar en el fondo de una
mina o una perla en el fondo del mar, las verdades más profundas de Dios
hay que buscarlas con gran diligencia.
Howard G. Hendricks, un bien conocido conferencista y erudito en
educación cristiana, ha señalado tres etapas en las actitudes hacia el
estudio bíblico:
 La etapa de “aceite de ricino”, que es cuando estudia la Biblia porque
sabe que es bueno para usted, pero no le produce mucho gozo
hacerlo.
 La etapa del “cereal”, que es cuando el estudio de la Biblia le resulta
seco y poco interesante, pero sabe que es nutritivo.
 La etapa de “fresas con crema”, que es cuando en verdad se da un
festín con la Palabra de Dios.

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En el mundo occidental vivimos en una sociedad cuya preferencia es tener
gente que piense por nosotros. Por eso la televisión y otras formas de
entretenimiento, incluyendo los deportes profesionales, son tan populares.
Queremos relajarnos y que nos entretengan, sin tener que pensar ni hacer
ningún esfuerzo. En el estudio bíblico, sin embargo, tenemos que aprender
algunas técnicas, algunos métodos y luego concentrarnos y desenterrar los
mensajes de Dios para nosotros. El propósito del estudio bíblico es
enseñarle cómo desenterrar los tesoros de la Palabra de Dios. Se requiere
pensar con cierta seriedad, haciendo un esfuerzo para que el procedimiento
sea sencillo.

I. CONDICIONES PARA EL PROVECHOSO ESTUDIO DE LA BIBLIA


1. Haber nacido de nuevo
La Biblia es un libro espiritual. Ella “acomoda lo espiritual a lo espiritual” (1
Co. 2:13), y solo el hombre espiritual puede entender sus características
profundas y sus preciosas enseñanzas.
“El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios
porque para él son locura, y no las puede entender porque se han de
discernir espiritualmente”. 1 Corintios 2:14
El discernimiento espiritual solo se puede obtener de una manera: por el
nuevo nacimiento.
“El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Juan 3:3
2. Desarrollar amor hacia la Biblia
La persona que come con apetito obtiene más beneficio de aquella comida
que la persona que come por deber. Sería muy bueno que todo estudiante
de la Biblia pudiera decir como Job: “Guardé las palabras de su boca más
que mi comida”. (Job 23: 12), o como Jeremías: “Fueron halladas tus
palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los
ejércitos” (Jer. 15: 16).
Donde hay vida es casi seguro encontrar apetito. Un hombre muerto jamás
siente hambre. Mientras mayor vitalidad haya, mayor hambre se sentirá.
3. Estar dispuesto a trabajar con empeño
Salomón ha hecho un cuadro gráfico del estudiante de la Biblia que obtiene
mayor provecho de su estudio:
Hijo mío, si recibieres mis palabras,

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Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
Proverbios 2:1-5
Ahora bien, buscar plata y cavar en busca de tesoros significa trabajo arduo;
y el que desea obtener, no solo la plata sino también el oro de la Biblia, y
encontrar “sus tesoros escondidos”, debe estar dispuesto a cavar en su
búsqueda. No es mirar a la Palabra, ni encontrar la Palabra, sino estudiarla,
meditarla y examinarla, lo que da mayores resultados.
4. Ser Obediente a la Palabra de Dios
El estudiante de la Biblia que desea sacar provecho de sus estudios debe
ser obediente a las enseñanzas bíblicas, tan pronto como tenga
conocimiento de ellas. El consejo que Santiago dio a los primitivos
cristianos, y que nos da a nosotros, es magnífico:
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos”. Santiago 1:22
Hoy en día hay muchas personas que se consideran estudiantes de la Biblia
y que se están engañando de esta manera. Ven lo que la Biblia enseña, pero
no la obedecen, y pronto pierden el poder de conocerlo. La obediencia a la
verdad conduce al mayor conocimiento de la verdad; la desobediencia a la
verdad destruye la capacidad de obtener mayor conocimiento de ella.
5. Estudiar la Biblia como la Palabra de Dios
El apóstol Pablo, escribiendo a la iglesia de los Tesalonicenses, daba gracias
a Dios sin cesar porque cuando ellos recibieron la Palabra de Dios, la
aceptaron “no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la
Palabra de Dios” (1 Ts. 2: 13). Con razón podía él dar gracias a Dios por esto,
y con razón podemos nosotros dar gracias a Dios cuando llegamos a aceptar
que la Biblia es la Palabra de Dios.
6. Tener un tiempo de oración
El Salmista oró:
“Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley”. Salmos 119: 18
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El que desea obtener el mayor provecho en el estudio de la Biblia, debe
hacer esa oración cada vez que se propone estudiar la Santa Palabra. Son
pocas las llaves que abren tantos tesoros como la oración. Pocas cosas
desenmarañan tantas dificultades como esta.
Uno no debiera nunca abrir la Biblia para leerla sin levantar el corazón a
Dios en oración, pidiéndole que la interprete, que ilumine sus páginas con
la luz del Espíritu Santo.

II. PREPARACIÓN PARA EL ESTUDIO BÍBLICO


Aquí están algunas sugerencias prácticas para el estudio de la Biblia.
1. Establezca un tiempo especial
Establezca un tiempo especial de estudio cada día. El tiempo que usted
seleccione dependerá de su horario personal o preferencia. Algunos
prefieren estudiar temprano por la mañana cuando ellos están
descansados. Algunos encuentran su mejor momento tarde de la noche
cuando todos los demás en su casa se ha retirado. Cualquiera que sea el
tiempo que usted seleccione, póngalo aparte como un tiempo regular de
compromiso con Dios para estudiar Su Palabra.
2. Seleccione un lugar especial
Seleccione un lugar libre de ruido e interrupción. Esté seguro de tener la
iluminación apropiada para permitirle leer sin hacer un gran esfuerzo para
mirar. Si es posible, seleccione un lugar donde usted pueda dejar sus
materiales de estudio, es decir: Biblia, lápiz, papel y cualquier libro de
estudio de la Biblia que usted tenga. De esta manera, usted no tendrá que
gastar su tiempo a cada día reuniendo estos artículos antes de empezar su
estudio.
3. Empiece de una manera especial
Empiece cada sesión del estudio con oración. Pida a Dios que abra su
comprensión para que usted pueda recibir Su Palabra. El salmista David oró:
“Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme
a tu palabra” (Salmos 119:169).

III. HERRAMIENTAS DE ESTUDIO BÍBLICO


Las herramientas de estudio de la Biblia son importantes, pero no pueden
sustituir el estudio personal de la propia Biblia. Usted solo debe usar estas
herramientas después de que ha hecho su propio estudio de la Palabra.
Consultar un libro de estudio de la Biblia antes de estudiar la propia Biblia
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influye su mente con comentarios de hombres antes de que usted haya
estudiado las palabras de Dios. Aquellos que escribieron comentarios de la
Biblia y otras herramientas del estudio obtuvieron su material de la misma
manera que cualquier estudiante puede conseguirlo: de la propia Biblia.
1. Varias versiones de la Biblia
En los últimos años hemos visto la producción de muchas nuevas
traducciones de la Biblia, de uso actual en el idioma español. Aunque cada
traducción tiene sus puntos débiles, cada una hace una contribución única
para un mejor entendimiento de la Palabra.
El gran beneficio que puede recibir de estas versiones es compararlas unas
con otras durante su estudio. Los diferentes posibles significados y usos de
una palabra pueden notarse al leer un versículo en diferentes versiones y
observar las diferencias.
En la actualidad también están disponibles algunos textos bíblicos con
edición paralela de diferentes versiones en columnas en un solo volumen.
Esto le permite comparar traducciones rápidamente sin tener que
diseminar 10 Biblias sobre su escritorio.
Para el estudio bíblico es conveniente usar una traducción fiel, la que
usamos es la RVR 1960, la cual goza de respeto, también puede utilizar otras
diferentes traducciones como la versión 1909, la Nueva Traducción Viviente
(NTV) y la Biblia de las Américas.
2. Una concordancia exhaustiva
Esta es una herramienta de suma importancia que estará empleando en el
estudio de su texto bíblico. Es un índice de las palabras de la Biblia. Algunas
Biblias tienen una breve concordancia al final, con una pequeña lista de las
principales palabras y nombres. Una concordancia exhaustiva enumera el
uso de cada palabra de la Biblia y da todas las referencias donde esa palabra
aparece. La única concordancia exhaustiva disponible en la actualidad es la
Concordancia exhaustiva de la Biblia, de James Strong. Es un tomo grande
y costoso, pero que vale hasta el último centavo que uno invierte en él. La
Concordancia Strong está basada en la Reina-Valera 1960.
3. Un diccionario bíblico
Un diccionario bíblico explica muchas de las palabras, temas, costumbres y
tradiciones de la Biblia, pero también proporciona información histórica,
geográfica, cultural y arqueológica. Provee material de respaldo de cada
libro de la Biblia y breves biografías de los personajes principales de ambos
testamentos.
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4. Un comentario bíblico
Un Comentario es un libro que proporciona comentarios sobre los textos
de la Biblia. Hace un comentario capítulo por capítulo y versículo por
versículo de la Biblia. Un Comentario es útil para explicar pasajes que son
difíciles de entender. Pero recuerde: estas son las ideas de una persona
acerca del significado de algo en las Escrituras. Los comentarios son solo
opiniones de hombres. Es importante que usted estudie la Biblia por sí
mismo y no dependa de los comentarios de otros.
5. Un manual bíblico
Esta herramienta es una combinación de una enciclopedia y un comentario
en una forma concisa. Se usa para obtener una referencia rápida mientras
lee a través de un libro particular de la Biblia. En lugar de ordenarse por
temas en forma alfabética, están diseñados para seguir el orden canónico
de los libros de la Biblia. Proporcionan notas de respaldo, un breve
comentario, incluyen mapas, planos, notas arqueológicas y muchos otros
hechos útiles.
6. Estudio de palabras
Los cristianos contemporáneos tienen el gran privilegio de poder
aprovechar el trabajo de los eruditos bíblicos. Gracias a la disponibilidad de
prácticas obras de consulta escritas para el cristiano promedio, ahora uno
puede estudiar las palabras originales de la Biblia sin saber nada del idioma
hebreo o griego. Algunas personas se han pasado la vida investigando el
significado exacto de las palabras originales, y luego han escrito acerca de
ellas en un lenguaje sencillo y comprensible. Una buena edición de estudios
de palabras le dará la siguiente información: raíz del significado de la
palabra hebrea o griega (su etimología), usos de la palabra a través de la
Biblia, un ejemplo parecido de su uso en la literatura que no es bíblica en
ese periodo histórico y la frecuencia con la que la palabra aparece en la
Biblia. Uno de ellos es el Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del
Nuevo Testamento de W. E. Vine.

IV. ESTUDIO METÓDICO DE LA BIBLIA


Es cuando seguimos un método para estudiar la Biblia con más rigurosidad
y disciplina.
¿Qué es un método?
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra método viene
del latín methódus y del griego métodos. Tiene varias acepciones, una de

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ellas es que método es el “procedimiento que se sigue en las ciencias para
hallar la verdad y enseñarla”.
La palabra método viene de 2 palabras griegas:
 meta: ‘más allá, después de…’
 hódos: ‘camino’
Tenemos entonces que método es el “camino para ir más allá”, más allá de
lo que literalmente está escrito para descubrir la verdad de Dios acerca de
un tema o una situación, un personaje, un mandato, etc.
Un método de estudio bíblico es el procedimiento que se sigue para
descubrir lo que Dios dice en su Palabra con la finalidad de aplicar los
principios y enseñanzas a nuestra vida, de modo que esa aplicación
transforme nuestra vida e impacte positivamente en otros.
De manera que seguir un método de estudio bíblico es fundamental, de ahí
su importancia, pues nos permite SEGUIR un procedimiento para
DESCUBRIR lo que Dios dice en su palabra con la finalidad de APLICAR dicha
verdad a nuestra vida de manera que seamos TRANSFORMADOS por ella.
Proceso del Estudio bíblico
Cada pasaje de las Escrituras que se estudia, sea grande o pequeño, sea un
versículo o un libro entero, se debe estudiar con estas preguntas en mente:
1. ¿Qué dice el texto? (El proceso de la observación)
2. ¿Qué quiso decir el autor? (El proceso de la interpretación)
3. ¿Cómo debo vivir con lo aprendido? (El proceso de la aplicación)
Cuando uno lee y estudia la Biblia, debe hacerlo como si tuviera varios
roles a la vez:
 Como profeta esperando atentamente oír la voz de Dios.
 Como filósofo reflexionando con concentración.
 Como espía buscando pistas con mente alerta.
 Como turista contemplando todo sin prisa.
 Como niño preguntando y preguntando varias veces.
 Como periodista anotando todo usando lápiz y papel.
 Como escritor imaginando lugares, situaciones y personas.

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