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PRINCIPIOS
RECTORES
OBJETIVO:
Lección El alumno
2 Integridad. Practiquemos la Integridad en la guía del Espíritu Santo que mora en nosotros.
3 Fidelidad. Seamos fieles a Dios como verdaderos cristianos y gozaremos de todas sus bendiciones.
5
Decisión. Que la firmeza de nuestro carácter sea siempre conforme a la Palabra de Dios.
8 Disciplina. Practiquemos la Disciplina en Cristo para que el mundo sepa que somos de Él.
Lección El alumno
10 Respeto. Que el cristiano se conduzca con todo Respeto en sus relaciones humanas.
12
14 Servicio. Que con ánimo y solicitud sirvamos a Dios conforme al ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
16 Gratitud. Que el cristiano muestre en todo tiempo Gratitud a Dios y a sus semejantes por los favores
recibidos.
17 Amor. Amemos a Dios y a nuestro prójimo, porque “el que no ama no ha conocido a Dios; porque
Dios es amor”.
18 Perdón. Que como cristianos sepamos siempre perdonar a los que nos ofenden.
Principios Rectores
grupos
Podemos agrupar los principios rectores en cuatro divisiones
Fe
Amor
Fidelidad
Humildad
Decisión
Obediencia
Servicio
Santidad
Temor de Dios
Integridad
Gratitud
Paciencia
Perdón
Disciplina
Verdad
Responsabilidad
Justicia
Respeto
1
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual
alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado,
porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de
haber agradado a Dios.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
(He11:1-6)
FE
FE. Como Principio Rector de la Vida Cristiana, es la certeza y convicción en Dios que le
permite al cristiano caminar seguro aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
l. Fe salvadora. Ef.2:4-9.
1. La salvación se recibe como un don de Dios por medio de la fe. Ef.2:8; Ro.1:16;
10:17. Esa fe mueve al hombre a confesar a Cristo como su Salvador. Ro.10:8-9.
2. La fe salvadora se basa en la verdad revelada que es Cristo, por lo que el hombre
necesita arrepentirse y creer en Jesús el Hijo de Dios para ser salvo. Mt.4:17; Mr.1:15;
Hch.20:21; Gá.2:16; Hch.8:37; Ro.10:10. Dios da la base de la fe salvadora a través
su palabra, esto hace que el creyente confíe en el Señor Jesucristo, en su obra
redentora y en su propósito de salvación de manera que el hombre cree y goza de
una realidad:
a) Son perdonados sus pecados, es una nueva criatura. Col.2:13; 1Jn.1:7; 2Co.5:17.
b) Es justificado delante de Dios. Jn.1:12-13; Gá.4:7; Ro.8:16.
c) La promesa de una vida eterna. Jn.3:16,36; 6:47.
1) Las Escrituras enseñan claramente que el Señor quiere que sus seguidores vivan en
fe y en su nombre hagan señales y milagros que respalden la predicación de su
evangelio. Mt.10:1, Lc.9:1-2, Jn.14:12.
2) Es necesario que además de las señales, milagros y maravillas, la predicación del
evangelio sea con demostración del Espíritu y de poder. 1Ti.4:1; 2Ti.3:1-5; 1Co.2:4-5;
1Ts.1:5.
3) La iglesia de Cristo en estos postreros días debe moverse bajo esta misma visión. Las
señales indicadas en Mr.16:17-18 no son dones especiales para unos cuantos, sino
para todos los creyentes que en obediencia a Cristo y llenos de su poder den
testimonio del evangelio y se apropien de sus promesas.
4) La ausencia de esas señales en la iglesia actual no significa que el Señor deje de
cumplir sus promesas, la falla está en el corazón de su iglesia. Mt.17:14-20 nos hace
entender que bajar la guardia ante la opresión del enemigo sobre los hombres
demuestran falta de fe, de conocimiento y de poder espiritual. La victoria sobre
Satanás,el mundo y la carne solo se logrará mediante la fe, la oración y el ayuno.
Mt.17:20-21. Oremos para que estas señales sigan a la predicación del evangelio.
Texto Áureo: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Ro.1:17.
AMOR
En contraste, el pueblo hebreo sabía que el amor no es un dios, porque el único Dios es
Jehová. Israel supo que el amor es un atributo divino que nada tiene que ver con las pasiones
de la carne, sino con la verdad, justicia y misericordia de Dios.
Teológicamente, amor es el atributo por el cual Dios establece relaciones con sus
criaturas para concederles todo el bien posible, de manera desinteresada, incesante y
perfecta.
Amor, como Principio Rector de la Vida Cristiana, es el sentimiento producido por el Espíritu
Santo que mueve al creyente a amar a Dios y a sus semejantes.
1. El amor de Dios fluye de manera natural de su propia persona porque “Dios es amor”, por
tanto, el amor es la expresión de su misma esencia, de su soberanía y de su misericordia.
1Jn.4:8-10; Ro.9:13; Dt.7:7-8; Jer.31:3.
2. El amor de Dios se manifiesta de mil modos: en la creación, Gn.1:1; en la redención,
Is.43:3, 4; 63:9;en la dádiva de la vida eterna mediante el sacrificio de su hijo, Jn.3:16;
1Jn.4:9-10; Ro.5:8; en nuestra adopción, 1Jn.3:1; en las bendiciones temporales, Fil.4:19; y
en fin, en todo cuanto él hace, porque “Dios es amor”. Jn.4:8.
3. Dios ama a los que le obedecen, Dt.7:12-13; el Señor ama a los justos, Sal.146:8; Dios
ama a los que son de su Hijo Jesús, Ro.5:5; pero también ama a los pecadores, Mt.9:10, 13;
Lc.15:1-2; Ro.5:8; 1Jn.4:9-10
4. Esto explica por qué Dios establece relaciones con sus criaturas para concederles todo el
bien posible, de manera desinteresada, incesante y perfecta. Jer.3:19; Os.11:4, 8; Stg.1:17;
Jn.3:16; Ef.3:17-19.
l. El amor a Dios es la más excelente de las virtudes. La actitud que corresponde al hombre
es la de un amor absoluto a Dios. “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.
1Jn.4:8; 1Co.5:14-15.
2. ¿Cómo mostrar tu amor a Dios? Dándole lo que él te pide:
Tu corazón, amor, temor santo, servicio, justicia, misericordia, humildad,
entendimiento y prudencia. Pr.23:26; Dt.6:5; Mt.22:37; Dt.10:12-13; Mi.6:8; Os.14:9.
Obediencia en todo, la obediencia es la prueba suprema del amor. Dt.30:11-14;
Jn.14:21; 1Jn.5:3.
No hacer nada que pueda ofenderle. Sal.97:10; 119:11.
Adorando y bendiciendo su Santo y precioso Nombre. Jue.13:17-18; Is.9:6; Fil.2:9-11.
Esto es lo que significa amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. Mr.12:30. Por tanto, si vivimos en Cristo y Cristo vive
en nosotros, mi amor será el de Cristo: mis deseos los suyos, mi voluntad la suya, mi vida, la
misma vida de Cristo. Gá.2:20.
Prójimo o próximo (del latín proximus, el más cercano. Amor al prójimo; blandura, suavidad).
¿Y quién es mi prójimo? Lc.10:25-37.
Nuestra pareja. (esposo o esposa) Ef.5:25; Tit.2:4.
Los hijos. Pr.13:24; Ef.6:4.
Los padres. Pr.23:22; Ef.6:1-2; Col.3:20.
Los hermanos en la fe.Jn.13:34-35; 1Jn.3:23; 4:11-12, 20-21; Gá.6:10; Ro.12:10.
Todas las personas en general. Mt.5:44-45.
En la parábola del buen samaritano (Lc.10:25-37) aprendemos por lo menos tres principios
acerca de lo que significa el amor al prójimo:
l. Nuestro prójimo es cualquiera persona que esté en necesidad, sin importar sexo, raza,
credo, posición social, etc. Mt.5:43-45; Ro.12:20.
2. Amor significa hacer algo para suplir la necesidad de esa persona de manera totalmente
desinteresada y de acuerdo a tus posibilidades. Hay gente necesitada a tu alrededor. No hay
justificación para negarse a brindar ayuda. Mt.25:34-40; Stg.1:27.
3. La “explicación” para no ayudar no es justificación, sino falta de amor. Hch.20:35; 1Jn.3:18.
3
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
(Hebreos 10:23-25)
FIDELIDAD
Como Principio Rector de la Vida Cristiana es la virtud que mueve al creyente a conservar,
cotidianamente, la lealtad debida a su salvador, en plenitud de fe, anunciando y viviendo el
evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
I. La fidelidad de Dios.
a) Dios es fiel por naturaleza. Así lo afirma la Santa Escritura. Dt.7:9; Is.49:7; 1Co.1.9;
1Ts.5:24
Los hijos de Dios por naturaleza deben ser fieles en todo. Esto es,deben amar y practicar la
lealtad, la sinceridad y la constancia; así como aborrecer la infidelidad, la deslealtad y la
traición, en todas sus relaciones. ¿Quién, pues, es aquél siervo fiel, que cuando su señor
venga le halle haciendo así? Mt.24:45
a) Amándole con todo nuestro corazón sin admitir nada que esté por encima de
nuestro amor por el Señor Jesús. Dt.6:5; Mr.12:28-30
b) Obedeciendo su Palabra y haciendo su Voluntad a través de una vida de santidad,
de integridad y de justicia. Lo que yo hago cada día testifica acerca de mi fidelidad
a mi Señor. Jn.14:21
c) Sirviendo en el ministerio con todo esmero y constancia (aseo, cocina, música,
oración, evangelismo, discipulado, pastoreado, etc.) Este servicio en la obra del
reino aquí en la tierra debe ser en el mismo sentir de Cristo. Lc.22:25-26; Mt.20:26-
28; Fil.2:5
En todas sus relaciones el cristiano debe obrar con fidelidad a su Señor y su Palabra.
Texto áureo:“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. Mt.25:21
4
unánimes, sintiendo una misma cosa.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
Instituto de Formación Ministerial estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
11
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A. R. Secretaría de Educación Cristiana Evangélica
1 de septiembre de 2010
HUMILDAD
No olvidemos que Principio Rector es la norma o regla espiritual y moral que puesto en el
corazón por el Espíritu Santo determina nuestros sentimientos, rige nuestros pensamientos, y
gobierna nuestras acciones, haciéndonos cada día más semejantes a Cristo. Ez.36:27.
Del latín “humus” (tierra) humildad significa modestia de espíritu. Modestia, virtud que modera,
templa y regla las acciones externas, conteniendo al hombre en el límite de su estado, según
lo conveniente a él. Cualidad de humilde, falta de engreimiento o de vanidad. Pobreza,
escasez de medios, recursos, bienes, etc.Humildad, según el Diccionario de la Lengua
Española, es virtud cristiana que consiste en el conocimiento de nuestra bajeza y miseria y en
obrar conforme a él. Humildad significa también modestia, recato, obediencia, reverencia y
sencillez.
Como Principio Rector de la Vida Cristiana, HUMILDAD es la virtud que mueve al creyente a
reconocer su condición ante Dios y a obrar de acuerdo a lo establecido en su Palabra,
siguiendo la enseñanza y ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Aplicación: “Así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo:
Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer
vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”. (Is.57:15)
El divino Maestro dijo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”(Mt.11:29). La
exhortación del Espíritu es clara: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús”(Fil.2:5). Por tanto, rechacemos todo orgullo y vanidad, hagamos de la humildad
un Principio Rector de nuestra Vida Cristiana y Dios habitará en medio de nosotros.
Texto Áureo:“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mt.11:29.
Lección
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de
Instituto de Formación Ministerial mal procede.
14 (Mateo 5:37)
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A. R. Secretaría de Educación Cristiana Evangélica
1 de septiembre de 2010
DECISIÓN
l. El carácter cristiano.
5. Josué y Caleb, y los apóstoles Pedro, Juan y Pablo muestran con su testimonio un
carácter inquebrantable en su decisión de hacer la voluntad de Dios.
Nm.13:30; 14:6-9; Hch.4:16-20; 5:28-29; 20:22-24; 21:10-13
2) Hay otro grupo de personas, el de aquellos que pierden el equilibrio espiritual y toman
decisiones pero fuera de la voluntad de Dios; decisiones que aun cuando parezcan
razonables y/o tengan apariencia de piedad, son erróneas, equivocadas y de
lamentables consecuencias, 1S.13:9-14; 2S.24:1-4, 10; Hch.5:1-5
Pidamos al Espíritu Santo sabiduría y dirección para que todas nuestras decisiones guarden
un perfecto equilibro y sometimiento a la Palabra eterna.
Texto áureo: “Pero sea vuestro hablar: si, si; no, no; porque lo que es más de
esto, de mal procede”.Mt.5:37.
Lección Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran
clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de
6
su temor reverente.
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para
todos los que le obedecen;
Instituto de Formación Ministerial y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
16 (Hebreos 5:7-10)
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A. R. Secretaría de Educación Cristiana Evangélica
1 de septiembre de 2010
OBEDIENCIA
1. En el Antiguo Testamento:
Muchos son los ejemplos de obediencia a Dios: Noé: Gn.6:22; Josué y Caleb: Nm.32:12;
Elías: 1R.17:5; Ezequías: 2R.18:6; Josías: 2Cr.35:26; David: Sal.119:16; Zorobabel: Hag.1:12,
etc. sin embargo solo comentaremos los casos de Abraham y de Moisés.
La obediencia de Abraham. Gn.22:1-18.
Fue gratamente aceptada y abundantemente recompensada. Gn.22:18.
Dios se complace en dar testimonio de la obediencia de Abraham y habla de ésta con
encomio: “Por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único
hijo…”“Por cuanto obedeciste mi voz…”.Gn.22:16, 18.
La obediencia para Dios es mejor que el sacrificio.
Es un ejemplo para todos los cristianos que quieren caminar por fe y en obediencia a
Dios. Gn.15:6; Ro.4:1-5; He.11:8-9; Stg.2:14-26.
La obediencia de Moisés. He.11:24-26
Obedece el llamado y a la comisión dada por Dios. Ex.3:1-10; 4:18; 5:1; 14:13, 30-31.
Cumple las ordenanzas de Dios en la construcción del tabernáculo. Ex.26; 36:8-38;
40.
Por su obediencia su fidelidad y mansedumbre son exaltadas. Nm.12:3,7; He.3:2.
Exhorta a los israelitas a la obediencia. Dt.4:6; 7:12-26; 10:12-13.
Resume sus argumentos a favor de la obediencia en dos palabras: “La bendición y la
maldición”. Dt.11:26-28.
2. En el Nuevo Testamento:
Así como en el AT abundan los testimonios de obediencia a Dios, en el NT podríamos hablar
de José: Mt.1:24; los magos: Mt.2:12; Zacarías: Lc.1:6; Pablo: Hch.26:19; los apóstoles:
Como resultado de su conversión y como fruto de su nueva vida en Cristo, el cristiano debe
manifestar obediencia en todos los ámbitos de su vida. Veamos:
En el ámbito espiritual:
Debe obedecer a Dios. Jos.1:8; Hch.4:19-20; 5:29; Jn.14:21,23; Ro.8:14.
Debe obedecer al evangelio. Mt.7:24-25; Ro.10:16; 2Ts.1:8.
Debe obedecer a la doctrina de Cristo. Ro.6:17.
Debe obedecer a sus pastores. He.13:17.
En los demás ámbitos:
Los hijos deben obedecer a sus padres. Ef.6:1; Col.3:20; Pr.1:8-9; 6:20-21.
Debemos obedecer a nuestros gobernantes y autoridades. Ro.13:1-5; 1P.2:13-14;
Tit.3:1.
El empleado debe obedecer a su empleador (patrón). Ef.6:5-8; Col.3:22.
Siendo la obediencia a Dios la prueba suprema del amor y de la fe, la obediencia es más
importante que cualquier rito y sacrificio religioso. Por tanto, seamos obedientes a él y a su
palabra. 1S.15:22; 28:18; Jn.14:21,23.
Texto Áureo:“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos
disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedecemos mucho mejor al
Padre de los espíritus, y viviremos?”He.12:9.
SERVICIO
Siguiendo la doctrina y las enseñanzas del divino Maestro, iban por todas partes
predicando el evangelio y sirviendo al Señor. Hch.8:4; 11:26.
Lo hacían con humildad y sencillez de corazón.Hch.2:46-47; 20:19.
Vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de
cada uno. Hch.2:45; 4:34-35.
Obedecieron a Dios en toda circunstancia. Hch.5:28-29.
El Señor Jesucristo autenticaba su palabra con milagros y maravillas. Hch.8:4-8.
Servir al Señor Jesucristo como lo hicieron sus discípulos y los primeros cristianos.
Mt.10:8; 28:19-20; Mr.16:15-18.
Colaborar diligentemente en la iglesia. Gá.6:9-10; Ro.12:10-13; Col.3:23-24.
Ministrar con temor y reverencia. He.12:28-29.
Servir a Dios con todo nuestro corazón. Dt.10:12; Jos.24:14; Ro.12:6-7,11.
Dar fiel testimonio de que somos de Cristo. Mt.5:16; 10:33; 2Ti.1:8.
Por tanto, el servicio a Dios no es para quedar bien con algún hermano, no es para buscar
promociones o cargos, no es para lucimientos personales o de grupo, es para glorificar y
honrar única y exclusivamente su santo y precioso nombre en testimonio de nuestra gratitud a
Él. Y habiendo acabado todo decid: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos
hacer, hicimos”. Lc.17:10.
Texto Áureo: “Sí alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también
estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”. Jn.12:26
SANTIDAD
Ahora bien, como Principio Rector de la Vida Cristiana,SANTIDAD es la virtud que mueve
al creyente a apartarse del pecado en general y de cada pecado en particular, para consagrar
su vida a Dios, en una búsqueda constante de la perfección espiritual y moral, al a que es
llamado por su Salvador.Principio Rector es la norma o máxima espiritual y moral que
puesto en el corazón por el Espíritu Santo, determina nuestros sentimientos, rige nuestros
pensamientos y gobierna nuestras acciones,haciéndonos cada día más semejantes a
Cristo.Es en este contexto que trataremos temas como santidad, fidelidad, amor, verdad,
justicia, paciencia, no como atributos morales de Dios, sino como Principios Rectores de la
Vida Cristiana cuyo fundamento es la palabra de Dios.
3. Por esta razón creemos en la santificación posicional que comienza desde que el
hombre cree en Jesucristo como su Salvador personal y es regenerado por el Espíritu
Santo, 1Co1:2;2Ts.2:13; Ef.1:13; y practicamos la santificación progresiva mediante la
cual el creyente crece en santidad y en perfección cada día 2Co.7:1
3. Caracteriza los actos externos, pero más todavía, el móvil o la intención del corazón.
Santo, en sentido cristiano, es aquel que manifiesta en su conducta la pureza interior,
la benevolencia y la consagración a su Salvador, con las cuales su corazón reboza
Fil.2:13
2
amor, en la paciencia.
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras,
no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres
jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la
palabra de Dios no sea blasfemada.
Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la
enseñanza mostrando integridad, seriedad,
palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence,
y no tenga nada malo que decir de vosotros.
(Tito 2:1-8)
INTEGRIDAD
Integridad significa calidad de integro, es decir, recto, probo, intachable. Se entiende también
por integridad: honradez, pureza, moralidad, incorrupción, perfección, entereza castidad,
virginidad, plenitud, totalidad. Por tanto, un cristiano integro debe ser un hombre o una mujer
honrado, decente, moral, virtuoso, estricto, cumplidor, justo, recto, intachable, incorrupto,
insobornable. Considerando que un cristiano integro debe tener y mostrar todas estas
cualidades, laINTEGRIDAD, como Principio Rector de la Vida Cristiana, es la virtud que
mueve al creyente a conservar, en toda ocasión, la unidad de su naturaleza, alma y cuerpo,
en recta concordancia con las normas señaladas en la Santa Biblia.
¿Es posible que un cristiano sea integro? ¿Será posible alcanzar esa estatura?¿Podremos
decir como el salmista: “júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado”?Sal.26.1
¿No será esto utópico?
¿Cómo pues se nos exige rectitud, honradez, moralidad, perfección, si nada podemos hacer?
¿Dónde ir o a quien acudir para escapar de la condenación y alcanzar la integridad?
a) Para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que no sirvamos más al pecado.
Ro.6:6
b) Para que surja un hombrenuevo. Ap.21:5
c) Para entrar al reino de Dios y tener vida eterna. Jn.3:5; Ro.6:23
Aplicación: SI hemos nacido de nuevo por la obra exclusiva de Dios, sí podemos ser
íntegros. Por tanto, seamos imitadores de Dios como hijos amados. Vistámonos el nuevo
hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad, hasta que todos lleguemos a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Texto áureo: “sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto”Mt.5:48
3
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
(Hebreos 10:23-25)
FIDELIDAD
Como Principio Rector de la Vida Cristiana es la virtud que mueve al creyente a conservar,
cotidianamente, la lealtad debida a su salvador, en plenitud de fe, anunciando y viviendo el
evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
I. La fidelidad de Dios.
d) Dios es fiel por naturaleza. Así lo afirma la Santa Escritura. Dt.7:9; Is.49:7; 1Co.1.9;
1Ts.5:24
Los hijos de Dios por naturaleza deben ser fieles en todo. Esto es,deben amar y practicar la
lealtad, la sinceridad y la constancia; así como aborrecer la infidelidad, la deslealtad y la
traición, en todas sus relaciones. ¿Quién, pues, es aquél siervo fiel, que cuando su señor
venga le halle haciendo así? Mt.24:45
d) Amándole con todo nuestro corazón sin admitir nada que esté por encima de
nuestro amor por el Señor Jesús. Dt.6:5; Mr.12:28-30
e) Obedeciendo su Palabra y haciendo su Voluntad a través de una vida de santidad,
de integridad y de justicia. Lo que yo hago cada día testifica acerca de mi fidelidad
a mi Señor. Jn.14:21
f) Sirviendo en el ministerio con todo esmero y constancia (aseo, cocina, música,
oración, evangelismo, discipulado, pastoreado, etc.) Este servicio en la obra del
reino aquí en la tierra debe ser en el mismo sentir de Cristo. Lc.22:25-26; Mt.20:26-
28; Fil.2:5
En todas sus relaciones el cristiano debe obrar con fidelidad a su Señor y su Palabra.
Texto áureo:“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. Mt.25:21
Lección ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la
gracia? En ninguna manera.
4
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle,
sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o
sea de la obediencia para justicia?
Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados;
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para
iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y
a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros
para servir a la justicia.
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la
justicia.
¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os
avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
JUSTICIA
Como Principio Rector entendemos por JUSTICIA la virtud que mueve al creyente a obrar
con rectitud o conforme a la norma que, para toda ocasión, establece la Sagrada
Escritura.Entendida como virtud, la justicia tiene su origen en Dios. Dios es justo, Esd.9:15;
Is.45:21; Lm.1:18; Jer.12:1; Ap.16:5; ama la justicia, Sal.11:7; y exige, a los que son de la fe
de Jesús, hacer o practicar justicia. Ap.22:11
1. El creyente que alcanza la justicia de Dios por la fe en Jesucristo es una persona sin
culpa, absuelta y libre de todo pecado y de condenación. 1Jn.1:9; 2:1; Ro.8:1
2. Esa nueva vida que nace en Dios por la sangre de Jesús, debe vestirse en la justicia y
santidad de la verdad haciendo todo lo que es justo, porque todo lo que hace justicia
es nacido de él. Ef.4:24; 5:9; 1Jn.2:29; 3:7
3. El Cristiano (secundario, intermedio, joven, adulto), una vez muerto al pecado, debe
vivir la justicia en toda circunstancia, tiempo y lugar, es decir, debe obrar con toda
rectitud o conformidad a la voluntad de Dios en razón de su nueva naturaleza (ha sido
hecho justicia de Dios en él) y a lo que Dios demanda de nosotros. El que no hace
justicia no es de él. Mt.5:20; 23:23; Ro.6; Ef.6:14
4. Esta justicia es inalcanzable por méritos propios del hombre o por cualquier otro medio
que no sea la fe en Jesucristo (fe contada por justicia). La fe así ejercida lleva al
alma una a unión vital con Dios en Cristo, produciendo rectitud de vida, esto es,
conformidad de todos nuestros actos a la voluntad de Dios, Ro.1:17; 2:13
Lección
5
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de
mal procede.
(Mateo 5:37)
DECISIÓN
l. El carácter cristiano.
7. Josué y Caleb, y los apóstoles Pedro, Juan y Pablo muestran con su testimonio un
carácter inquebrantable en su decisión de hacer la voluntad de Dios.
Nm.13:30; 14:6-9; Hch.4:16-20; 5:28-29; 20:22-24; 21:10-13
4) Hay otro grupo de personas, el de aquellos que pierden el equilibrio espiritual y toman
decisiones pero fuera de la voluntad de Dios; decisiones que aun cuando parezcan
razonables y/o tengan apariencia de piedad, son erróneas, equivocadas y de
lamentables consecuencias, 1S.13:9-14; 2S.24:1-4, 10; Hch.5:1-5
Pidamos al Espíritu Santo sabiduría y dirección para que todas nuestras decisiones guarden
un perfecto equilibro y sometimiento a la Palabra eterna.
Texto áureo: “Pero sea vuestro hablar: si, si; no, no; porque lo que es más de
esto, de mal procede”.Mt.5:37.
6
¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?
(Salmo34:11-12)
TEMOR DE DIOS
Muchas veces hemos oído decir. “¿no sientes temor de Dios al hacer tal o cual cosa?”, o
bien:“debes hacer esto con temor de Dios”. ¿Qué es, pues, el temor de Dios? La Biblia
emplea diferentes vocablos al hablar de temor. Por ejemplo: miedo:Sal.23:4; terror: Ex.23:27;
reverencia: Sal.112:1.Asimismo la Santa Escritura refiere un temor servil: Gn.3:10; el temor a
los hombres:1P.2:18; el “terror” como objeto del temor: Ex.23:27; y el temor santo: Jer.32:40
Recordemos que Principio Rector es la norma o regla espiritual y moral que puesto en el
corazón por el Espíritu Santo, determina nuestros sentimientos, rige nuestros pensamientos y
gobierna nuestras acciones, haciéndonos cada día más semejantes a Cristo. Ez.36:27
Siendo el santuario del Señor casa de Dios y puerta del cielo, estemos en él con temor
y reverencia, vistiendo con decoro, no cruzando la pierna pues el templo no es
lugar propio para ello, no masticando chicle, no estarse cortando las uñas, no
estar platicando sino escuchar con atención la Palabra de Dios Neh.8:6-10;
Ec.5:1; Sal.2:11.
5. La vida de Noé: He.11:7; Abraham: Gn.22:12; José: Gn.42:18; Job1:8; los primeros
cristianos, Hch.9:31; es una inspiración para que hagamos del temor de Dios un
Principio Rector de nuestra vida. Pero sobre todos ellos hay un modelo perfecto y un
ejemplo inigualable que debemos imitar: JESÚS, el Hijo de Dios, es su nombre.
Is.11:2; He.5:7; Fil.2:5
Así como Dios advierte acerca de las consecuencias que vendrán cuando faltare su temor en
el corazón de Israel, Jer.2:19; también promete grandes y maravillosas bendiciones cuando
su temor viene a ser el tesoro de su pueblo, Is.33:6. Consideremos brevemente algunos
resultados de vivir en el temor de Dios:
Dios nos reconocerá como pueblo suyo. Ez.36:28; Jer.31:33; 32:38
Seremos prosperados nosotros y nuestros hijos en todo lo que hagamos.Dt.10:13;
Jos.1:7; Jer.32:39; Sal.34:9; Dt.7:12-13
Habitaremos confiados sin temor del mal. Sal.4:8; Pr.1:33; 3:24-25
Vivimos en la enseñanza y sabiduría de Dios. Sal.34:11-12; Pr9:10; 15:33
Somos inclinados a hacer el bien y a rechazar el mal. Pr.8:13; 16:6; Sal.34:14
Dios prolongará nuestros días sobre esta tierra.Pr.10:27; Dt.4:40; 6:2
Es para vida. Pr.14-27; 19:23
Amados hermanos: “El fin de todo discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo del hombre”Ec.12:13
7
paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones;
porque la venida del Señor se acerca.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis
condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los
profetas que hablaron en nombre del Señor.
(Stg. 5:7-10)
PACIENCIA
Entendemos por virtud la acción virtuosa o recto modo de proceder, o bien, la excelencia
moral como principio de acción que inspira a realizar el bien y evitar el mal.Entendida como
virtud, la paciencia tiene su origen en Dios. San Pablo nos habla del “Dios de la paciencia”,
Ro.15:5; el apóstol Pedro habla de “la paciencia de Dios”, 1P.3:20; y la Biblia es nombrada
por el Señor Jesucristo como “la palabra de mi paciencia”, Ap.3:10.Paciencia no es
pasividad. Pasividad es calidad de pasivo, y pasivo es aquel que deja obrar a los otros, sin
hacer por sí cosa alguna.
Como Principio Rector de la Vida Cristiana, PACIENCIA es la virtud que mueve al creyente
a soportar la adversidad y a ser tolerante en su relación con los demás, de manera inalterable
y apacible.
Ante la evidencia contundente de la paciencia de Dios para con el hombre a través de las
edades, hoy decimos como el Salmista: Sal.103:8-18; 136:1-3, 26
2. La PACIENCIA, como Principio Rector, debe gobernar nuestra vida cristiana en las
circunstancias adversas o de pruebas y en nuestras relaciones con los demás,
apartando de nosotros la intransigencia, el enojo, la desesperación, el arrebato, la
impaciencia, el nerviosismo, la ansiedad, la inquietud y la tensión.
a. En las circunstancias adversas o de prueba la paciencia consiste en esperar
persistentemente en Dios y mantener la fidelidad. Sal.37:25; 125:1; 20:7-8;
2Ti.2:11-13 La actitud voluntaria de sufrir el mal tranquilamente y de perseverar en
la fe y en el deber produce paciencia y bienaventuranza. Ro.5:3; Stg.1:2-3;
1P.2:20; Mt.5:10-12; Stg.5:11
Por tanto, no debemos airarnos ni rebelarnos en contra de Dios cuando os hayáis
en diversas pruebas, sino esperar en la paz del Señor su divina respuesta y el
cumplimiento de sus promesas Sal.25:3; 37:7; Jn.14:27; 16:33; He.6:13-15
La paciencia en las circunstancias adversas o de prueba no es simple resignación
sino lucha constante en la oración. Sal.31:24; Is.40:31;He.6:11-12; Fil.4:6-7
En suma, la paciencia es la cualidad que no se rinde ante las circunstancias ni
sucumbe ante la prueba.
b. En su relación con los demás, el cristiano debe ser paciente, es decir, debe poseer
la firmeza para no dejarse provocar ni reaccionar con ira. Debe seguir el ejemplo
de su Maestro porque para esto ha sido llamado por su Señor.He.5:7-10; Ef.4:1-2;
1Ts.5:14; 1P.2:21-23
Esta virtud debe gobernar las relaciones en el hogar y en la familia. Ro.15:5; 2Ts.
3:5; 1Ti. 5:8
Aplicación: La paciencia para el cristiano, en tanto que Principio Rector, no es una opción,
es un compromiso. Cumplamos este compromiso con Dios. Mostremos su imagen y
semejanza. Seamos apacibles,tolerantes, ecuánimes, equilibrados e inalterables, para que
unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo y digamos en
aquél día: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es
Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su
salvación“.(Is.25:9)
8
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es
aquel a quien el padre no disciplina?
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes,
entonces sois bastardos, y no hijos.
Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos
disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho
mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les
parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos
de su santidad.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en
ella han sido ejercitados.
(Hebreos 12:5-11)
DISCIPLINA
Para algunos el término disciplina tiene una connotación negativa ya que lo relacionan con
severidad, opresión, crueldad; sin embargo la disciplina es parte vital en todo proceso
educativo y muy necesaria para el desarrollo y madurez en la vida cristiana. En la Biblia la
palabra disciplina significa instrucción, doctrina, corrección, reprensión, castigo y muestra una
de las varias facetas de la sabiduría y se equipara y une a la prudencia. Pr.1:2-4; 2:1-6.
1. Dios nos capacita para ser disciplinados. Ro.6:14; Jn.14:15-17; 2Ti.1:7; 1Co.2:12
2. Guardar la palabra de Dios y ponerla por obra es evidencia de nuestra sabiduría e
inteligencia y ambas generan la capacidad de actuar rectamente. Dt.4:5-6; Sal.111:10;
Job28:28
3. Como testimonio de nuestra disciplina en el Señor debemos cumplir lo que la Palabra
de Dios nos manda:
a. Negarse a sí mismo. Mt.16:24
b. Crucificar la carne con sus pasiones y deseos. Gá.5:24
c. Sujetar nuestra lengua. Stg.1:26; 3:2; Pr.12:18
d. Amar a Dios y a nuestros semejantes. Mr.12:30-31; Jn.14:21
1. Dios nos disciplina con amor y justicia a través de la enseñanza y corrección y lo hace
para nuestro bien a fin de mantenernos en Su Camino. Nm.14:20-35; Dt.1:41-46;
He.12:5.6; Pr.16:9
2. Cuando recibimos corrección debemos buscar al Señor para entender lo que él está
enseñándonos a fin de realizar los ajustes que él quiere que hagamos. 1Co.10:1-11
3. El amor y la disciplina del Señor transforma nuestro carácter de tal manera que ahora
amamos lo que él ama y aborrecemos lo que él aborrece. 2Co5:17
lll. La disciplina del Señor da fruto apacible de justicia y una vida aprobada. He.12:7-11
1. Nuestra respuesta positiva a la disciplina del Señor testifica que somos hijos de Dios.
Heb.12:7-8
2. La disciplina del Señor confirma su amor y prueba que él está trabajando en nuestra
santificación. Heb.12:9-10
3. Este tipo de disciplina produce un temor santo, reverente y de obediencia a
Dios.Hch.5:1-11
Texto Áureo:“El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que
escucha la corrección tiene entendimiento”. Pr.15:32.
9
Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus
lámparas.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a
recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus
lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite;
porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a
nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para
vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban
preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, Señor,
ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre
ha de venir.
(Mateo 25:1-13)
RESPONSABILIDAD
Por otra parte en el ámbito secular se habla de responsabilidad administrativa, civil y penal, ya
sea como deber o como consecuencia de no haber cumplido con ese deber. En el orden
religioso hablamos de responsabilidad cristiana para referirnos a todo aquello que debemos
hacer o no hacer de conformidad con la Santa Escritura y que nos permite cumplir con Dios,
con nosotros mismos y con nuestros semejantes.
RESPONSABILIDAD como Principio Rector, es el sentido del deber cristiano que nos hace
cumplir todos los compromisos convenidos a pesar de las circunstancias; pero, ¿Qué implica
esto en la vida cristiana?
1. De amarle. Mr.12:30
2. De ser temerosos de él. Sal.34:9; Ec.12:13
3. De escudriñar y guardar su Palabra. Jn.5:39; 14:15; Pr.4:4
4. De servirle con todo el corazón. Jos.22:5; 24:15; 1S.12:24
Dice el Salmista: ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias de
Jehová? Sal.107:43
Dice el apóstol Pablo a los Efesios: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis,….” Ef.5:15
Dice el apóstol Pablo a los Corintios: “Examinaos a vosotros mismos;… oramos a Dios que
ninguna cosa mala hagáis;… y aun oramos por vuestra perfección”. 2Co.13:5, 7, 9
Aplicación: Amado hermano: Despierta a la vida. Medita en tus responsabilidades ante Dios,
ante ti mismo y ante los hombres. De ti dependen las personas que conforman tus ambientes
en la familia, en la familia, en la iglesia, en el trabajo, en la escuela y en la sociedad. No
evadas las responsabilidades que asumiste, cúmplelas. Recuerda que el hogar se la mejor
escuela de la responsabilidad y tú eres el maestro. ¡Sé fiel en el cumplimiento de todos tus
deberes!
Definimos por Principio Rector la norma o regla espiritual y moral que puesta en el corazón
por el Espíritu Santo, determina nuestros sentimientos, rige nuestros pensamientos y gobierna
nuestras acciones, haciéndonos cada día más semejantes a Cristo. Ez.36:27
En esta ocasión haremos una reflexión para saber si por la observancia y práctica de estos
Principios Rectores nos hemos revestido del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia
y santidad de la verdad, o vivimos todavía como los gentiles que no conocen a Dios o como
aquellos que habiéndole conocido viven en la vanidad de su carne.
2. Integridad. Debemos observar un cambio total en nosotros. Ahora debemos ser honrados,
decentes, rectos, insobornables e intachables en todos los ámbitos de nuestra vida. Ef.2:10;
Mt.5:16 ¿Esta es la nueva manera de vivir?
3. Fidelidad. Este Principio Rector obliga al cristiano a ser fiel en su relación con Dios, a ser
sincero en la relación con su familia, a ser constante en su relación con la iglesia y a ser
exacto en su relación con las demás personas. Jn.14:21; He.13:4; 1Ti.4:16. ¿Somos
cristianos fieles?
4. Justicia. Habiendo sido hechos justica de Dios en Cristo, hoy por hoy el cristiano debe
practicar la justicia en todas sus relaciones haciendo lo que es justo, recto, imparcial y dando
a cada quién lo que le corresponde. Ef.4:24; 5:9; 1Jn.2:29; 3:7 ¿Practicamos la justicia?
5. Decisión. Este Principio Rector permite al cristiano ser un hombre o una mujer de
carácter firme en Dios cuyas decisiones y acciones en toda circunstancia de su vida guardan
un perfecto equilibrio y sometimiento a la Palabra eterna. Por tanto, dejemos de ser
inconstantes, volubles, infieles, cobardes y pusilánimes. Que nuestra resolución de amar y
servir al Señor permanezca inquebrantable hasta el fin. Este es el tipo de cristiano que Dios
demanda. Mt.5:37 Stg.5:12; Mt.16:26; 1Jn.2:15-17; Fil.3:7; Ef.6:14-18
6. Temor de Dios. Principio integrador de todos los aspectos de la sabiduría divina. Implica
sumo reconocimiento de la majestad, poder y santidad de Dios; suma reverencia, respeto,
honor y obediencia a Él e íntima comunión y total consagración a Dios en toda nuestra
manera de vivir. ¿Es nuestro diario vivir la expresión del temor de Dios? ¿Qué tan cerca o
lejanos estamos de vivir en el temor de Dios? ¿El temor de Dios nos ha llevado a vivir una
vida piadosa, recta, santa y sujeta a la voluntad de Dios, apartándonos del mal? Ez.11:19-20;
36:26-27; Jer.32:39-40; Pr.9:10; 16:6
Aplicación: La reflexión sincera acerca del cumplimiento de estos Principios Rectores nos
permite valorar el grado de madurez y crecimiento de nuestra vida cristiana. No
menospreciemos la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones. Dios quiere un pueblo
diferente, especial y único. Tú y yo estamos llamados a ser ese pueblo. De ahora en adelante,
¿Deseas ser diferente? ¿Quieres ser cada día más semejante a Cristo?
10
impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama
al prójimo, ha cumplido la ley.
(Ro.13:7-8)
RESPETO
Introducción: Al salir de casa es frecuente ver actitudes insolentes, groseras, osadas, o bien
con desacato, descortesía, desconsideración, descomedimiento,malas maneras, etc. En la
calle ya no observamos consideración alguna para los niños, la gentileza y cortesía para las
señoritas o damas se ha olvidado y la deferencia para los ancianos se ha perdido. Pero lo
más triste es que muchas de estas actitudes de falta de respeto también se observan en los
hogares, y más doloroso aún en los hogares cristianos.
La Biblia impone el respeto como un deber cristiano diciendo:“Pagad a todos lo que debáis; al
que respeta, respeto; al que honra. No debáis a nadie nada¨ Ro.13:7-8a. Deber, del latín
“debere”, es estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva; o por obligaciones
nacidas de respeto, gratitud u otros motivos.
1. Como regla de fe a la cual debe ajustarse nuestra vida, la Biblia contiene deberes
generales y específicos, entre ellos, el respeto. El respeto como deber cristiano tiene
su fundamento en la regla de oro establecida por nuestro Señor Jesucristo cuando
dijo: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. Mt.7:12.
Todo acto en el que intervengan dos o más personas es relación humana o relaciones
interpersonales como también se les conoce. Hombres y mujeres somos objeto y sujeto de
las relaciones humanas desde que nacemos. Las relaciones humanas podrán ser
indiferentes, agradables o desagradables, pero el respeto será siempre el fundamento que
permita desarrollar buenas relaciones humanas entre dos o más sujetos, por ejemplo:
a. Como muestra de respeto el pastor o ministro (a), debe ser leal y cortes en su relación
con la congregación. 1P.5:1-3; Jn.21:15-17.
b. Por su parte la iglesia debe guardar obediencia y consideración en su relación con el
siervo de Dios y los pastores y/o ministros(as). Ex.33:8; 1S.26:9; 1Cr.16:22; 1Ts.5:12-
13; 1Ti.5:17; He.13:7, 17.
c. En la relación matrimonial el respeto hace brillar el amor y la fidelidad entre los
cónyuges.Ef.5:21-22,25,28,33; 1P.3:7; 1Ts:4:4-5; He.13:4
d. La tolerancia equilibrada es la puerta del respeto que debe sustentar la relación
padres-hijos-padres.Ex.20:12; Ef.6:1-4.
e. En la relación con nuestras autoridades y gobernantes debemos mostrar obediencia y
honor.Ro.13:1;1P.2:13-14,17.
f. Acatamiento y consideración permiten la relación obrero-patrón-obrero.1P.2:18; Ef.6:5-
9; 1Ti.6:2; Tit.2:9-10.
g. La relación con nuestros ancianos debe ser de reverencia y veneración. Lv.19:32;
1Ti.5:1-2.
h. Buenas maneras, saludo y cortesía deben sustentar la relación unos con otros.
Ro.12:18:1P.2:17.
Texto áureo:“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas”. Mt.7:12.
11
a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre
con nosotros:
Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor
Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.
(2Jn.1:1-3)
VERDAD
Siendo la verdad un atributo moral de Dios, Dios revela la verdad a todos los hombres tanto a
través de la manifestación natural como en la revelación sobrenatural.Sal.19:1; Col.1:15-16;
Ro.1:19-20; Jn.1:17; 14:6; 2P.1:21.
Todo cuanto la Biblia dice acerca de la naturaleza de Dios, de sus atributos y designios, de la
creación y de los acontecimientos pasados, presentes y futuros, ha quedado consignado en la
Palabra escrita por determinación divina, de modo que nada hay en ella que pueda ser
sustraído o agregado. Por esta razón profesamos que toda la narración bíblica es verdadera.
Sal.119:160; Jn.17:17.
Por tanto el creyente que vive en Cristo sí puede andar en la verdad. Sal.43:3; Jn.3:21;
Jn.16:13; Ef.4:15; 4:25; Pr.3:3-4.
13
alguna misericordia,
completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa
a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que
es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre.
(Fil.2:1-11)
HUMILDAD
No olvidemos que Principio Rector es la norma o regla espiritual y moral que puesto en el
corazón por el Espíritu Santo determina nuestros sentimientos, rige nuestros pensamientos, y
gobierna nuestras acciones, haciéndonos cada día más semejantes a Cristo. Ez.36:27.
Del latín “humus” (tierra) humildad significa modestia de espíritu. Modestia, virtud que modera,
templa y regla las acciones externas, conteniendo al hombre en el límite de su estado, según
lo conveniente a él. Cualidad de humilde, falta de engreimiento o de vanidad. Pobreza,
escasez de medios, recursos, bienes, etc.Humildad, según el Diccionario de la Lengua
Española, es virtud cristiana que consiste en el conocimiento de nuestra bajeza y miseria y en
obrar conforme a él. Humildad significa también modestia, recato, obediencia, reverencia y
sencillez.
Como Principio Rector de la Vida Cristiana, HUMILDAD es la virtud que mueve al creyente a
reconocer su condición ante Dios y a obrar de acuerdo a lo establecido en su Palabra,
siguiendo la enseñanza y ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Aplicación: “Así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo:
Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer
vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”. (Is.57:15)
El divino Maestro dijo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”(Mt.11:29). La
exhortación del Espíritu es clara: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús”(Fil.2:5). Por tanto, rechacemos todo orgullo y vanidad, hagamos de la humildad
un Principio Rector de nuestra Vida Cristiana y Dios habitará en medio de nosotros.
Texto Áureo:“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mt.11:29.
14
potestad.
Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande
entre vosotros será vuestro servidor,
y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y
para dar su vida en rescate por muchos.
(Mateo 20:25-28)
Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.
Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que
sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;
mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven,
y el que dirige, como el que sirve.
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es
el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve.
(Lucas 22:24-27)
SERVICIO
Siguiendo la doctrina y las enseñanzas del divino Maestro, iban por todas partes
predicando el evangelio y sirviendo al Señor. Hch.8:4; 11:26.
Lo hacían con humildad y sencillez de corazón.Hch.2:46-47; 20:19.
Servir al Señor Jesucristo como lo hicieron sus discípulos y los primeros cristianos.
Mt.10:8; 28:19-20; Mr.16:15-18.
Colaborar diligentemente en la iglesia. Gá.6:9-10; Ro.12:10-13; Col.3:23-24.
Ministrar con temor y reverencia. He.12:28-29.
Servir a Dios con todo nuestro corazón. Dt.10:12; Jos.24:14; Ro.12:6-7,11.
Dar fiel testimonio de que somos de Cristo. Mt.5:16; 10:33; 2Ti.1:8.
Por tanto, el servicio a Dios no es para quedar bien con algún hermano, no es para buscar
promociones o cargos, no es para lucimientos personales o de grupo, es para glorificar y
honrar única y exclusivamente su santo y precioso nombre en testimonio de nuestra gratitud a
Él. Y habiendo acabado todo decid: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos
hacer, hicimos”. Lc.17:10.
Texto Áureo: “Sí alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también
estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”. Jn.12:26
15
su temor reverente.
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para
todos los que le obedecen;
y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
(Hebreos 5:7-10)
OBEDIENCIA
1. En el Antiguo Testamento:
Muchos son los ejemplos de obediencia a Dios: Noé: Gn.6:22; Josué y Caleb: Nm.32:12;
Elías: 1R.17:5; Ezequías: 2R.18:6; Josías: 2Cr.35:26; David: Sal.119:16; Zorobabel: Hag.1:12,
etc. sin embargo solo comentaremos los casos de Abraham y de Moisés.
La obediencia de Abraham. Gn.22:1-18.
Fue gratamente aceptada y abundantemente recompensada. Gn.22:18.
Dios se complace en dar testimonio de la obediencia de Abraham y habla de ésta con
encomio: “Por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único
hijo…”“Por cuanto obedeciste mi voz…”.Gn.22:16, 18.
La obediencia para Dios es mejor que el sacrificio.
Es un ejemplo para todos los cristianos que quieren caminar por fe y en obediencia a
Dios. Gn.15:6; Ro.4:1-5; He.11:8-9; Stg.2:14-26.
La obediencia de Moisés. He.11:24-26
Obedece el llamado y a la comisión dada por Dios. Ex.3:1-10; 4:18; 5:1; 14:13, 30-31.
Cumple las ordenanzas de Dios en la construcción del tabernáculo. Ex.26; 36:8-38;
40.
Por su obediencia su fidelidad y mansedumbre son exaltadas. Nm.12:3,7; He.3:2.
Exhorta a los israelitas a la obediencia. Dt.4:6; 7:12-26; 10:12-13.
Resume sus argumentos a favor de la obediencia en dos palabras: “La bendición y la
maldición”. Dt.11:26-28.
Como resultado de su conversión y como fruto de su nueva vida en Cristo, el cristiano debe
manifestar obediencia en todos los ámbitos de su vida. Veamos:
En el ámbito espiritual:
Debe obedecer a Dios. Jos.1:8; Hch.4:19-20; 5:29; Jn.14:21,23; Ro.8:14.
Debe obedecer al evangelio. Mt.7:24-25; Ro.10:16; 2Ts.1:8.
Debe obedecer a la doctrina de Cristo. Ro.6:17.
Debe obedecer a sus pastores. He.13:17.
En los demás ámbitos:
Los hijos deben obedecer a sus padres. Ef.6:1; Col.3:20; Pr.1:8-9; 6:20-21.
Debemos obedecer a nuestros gobernantes y autoridades. Ro.13:1-5; 1P.2:13-14;
Tit.3:1.
El empleado debe obedecer a su empleador (patrón). Ef.6:5-8; Col.3:22.
Siendo la obediencia a Dios la prueba suprema del amor y de la fe, la obediencia es más
importante que cualquier rito y sacrificio religioso. Por tanto, seamos obedientes a él y a su
palabra. 1S.15:22; 28:18; Jn.14:21,23.
Texto Áureo:“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos
disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedecemos mucho mejor al
Padre de los espíritus, y viviremos?”He.12:9.
16
Venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que Jehová es Dios;
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
(Salmo100:1-5)
GRATITUD
Aplicación: Por lo que Dios ha hecho, hace y hará por nosotros y con nosotros, démosle
honra, gloria y acción de gracias todos los días de nuestra vida. “Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones, a la que asimismo fuiste llamados en un solo cuerpo; y sed
agradecidos”.Col.3:15.
Texto Áureo:“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús”. 1Ts.5:18.
17
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino
en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos
unos a otros.
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios
permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
(1Jn.4:7-12)
AMOR
En contraste, el pueblo hebreo sabía que el amor no es un dios, porque el único Dios es
Jehová. Israel supo que el amor es un atributo divino que nada tiene que ver con las pasiones
de la carne, sino con la verdad, justicia y misericordia de Dios.
Teológicamente, amor es el atributo por el cual Dios establece relaciones con sus
criaturas para concederles todo el bien posible, de manera desinteresada, incesante y
perfecta.
Amor, como Principio Rector de la Vida Cristiana, es el sentimiento producido por el Espíritu
Santo que mueve al creyente a amar a Dios y a sus semejantes.
1. El amor de Dios fluye de manera natural de su propia persona porque “Dios es amor”, por
tanto, el amor es la expresión de su misma esencia, de su soberanía y de su misericordia.
1Jn.4:8-10; Ro.9:13; Dt.7:7-8; Jer.31:3.
2. El amor de Dios se manifiesta de mil modos: en la creación, Gn.1:1; en la redención,
Is.43:3, 4; 63:9;en la dádiva de la vida eterna mediante el sacrificio de su hijo, Jn.3:16;
1Jn.4:9-10; Ro.5:8; en nuestra adopción, 1Jn.3:1; en las bendiciones temporales, Fil.4:19; y
en fin, en todo cuanto él hace, porque “Dios es amor”. Jn.4:8.
3. Dios ama a los que le obedecen, Dt.7:12-13; el Señor ama a los justos, Sal.146:8; Dios
ama a los que son de su Hijo Jesús, Ro.5:5; pero también ama a los pecadores, Mt.9:10, 13;
Lc.15:1-2; Ro.5:8; 1Jn.4:9-10
4. Esto explica por qué Dios establece relaciones con sus criaturas para concederles todo el
bien posible, de manera desinteresada, incesante y perfecta. Jer.3:19; Os.11:4, 8; Stg.1:17;
Jn.3:16; Ef.3:17-19.
l. El amor a Dios es la más excelente de las virtudes. La actitud que corresponde al hombre
es la de un amor absoluto a Dios. “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.
1Jn.4:8; 1Co.5:14-15.
2. ¿Cómo mostrar tu amor a Dios? Dándole lo que él te pide:
Tu corazón, amor, temor santo, servicio, justicia, misericordia, humildad,
entendimiento y prudencia. Pr.23:26; Dt.6:5; Mt.22:37; Dt.10:12-13; Mi.6:8; Os.14:9.
Obediencia en todo, la obediencia es la prueba suprema del amor. Dt.30:11-14;
Jn.14:21; 1Jn.5:3.
No hacer nada que pueda ofenderle. Sal.97:10; 119:11.
Adorando y bendiciendo su Santo y precioso Nombre. Jue.13:17-18; Is.9:6; Fil.2:9-11.
Esto es lo que significa amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. Mr.12:30. Por tanto, si vivimos en Cristo y Cristo vive
en nosotros, mi amor será el de Cristo: mis deseos los suyos, mi voluntad la suya, mi vida, la
misma vida de Cristo. Gá.2:20.
Prójimo o próximo (del latín proximus, el más cercano. Amor al prójimo; blandura, suavidad).
¿Y quién es mi prójimo? Lc.10:25-37.
Nuestra pareja. (esposo o esposa) Ef.5:25; Tit.2:4.
Los hijos. Pr.13:24; Ef.6:4.
Los padres. Pr.23:22; Ef.6:1-2; Col.3:20.
Los hermanos en la fe.Jn.13:34-35; 1Jn.3:23; 4:11-12, 20-21; Gá.6:10; Ro.12:10.
Todas las personas en general. Mt.5:44-45.
En la parábola del buen samaritano (Lc.10:25-37) aprendemos por lo menos tres principios
acerca de lo que significa el amor al prójimo:
l. Nuestro prójimo es cualquiera persona que esté en necesidad, sin importar sexo, raza,
credo, posición social, etc. Mt.5:43-45; Ro.12:20.
2. Amor significa hacer algo para suplir la necesidad de esa persona de manera totalmente
desinteresada y de acuerdo a tus posibilidades. Hay gente necesitada a tu alrededor. No hay
justificación para negarse a brindar ayuda. Mt.25:34-40; Stg.1:27.
3. La “explicación” para no ayudar no es justificación, sino falta de amor. Hch.20:35; 1Jn.3:18.
Lección Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te
oyere, has ganado a tu hermano.
18
Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra.
Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y
publicano.
De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus
siervos.
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos
A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo
lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios;
y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a
su señor todo lo que había pasado.
Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te
perdoné, porque me rogaste.
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia
de ti?
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que
le debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón
cada uno a su hermano sus ofensas.
(Mateo 18:15-35)
PERDÓN
QUE COMO CRISTIANOS SEPAMOS SIEMPRE PERDONAR A LOS QUE NOS OFENDEN
Introducción: El rencor es sin duda la carcoma que destruye al individuo, que lo separa de
los demás y lo aniquila. Pero esto es posible evitarlo si somos capaces de perdonar.
Uno de los escritores más notables de principios de siglo XX, Don Miguel de Unamuno, rector
de la Universidad de Salamanca (España), en su poema “Perdón” dice: “Hay un deber tan
solo y es el perdón”.
Perdón, como Principio Rector, es la obra del Espíritu Santo por la cual el creyente quita la
culpa del ofensor y restablece con él sus relaciones como si nunca hubiera habido ofensa.
Aplicación: Permitamos que el Señor more en nuestro corazón para que así como Él
perdonó todos nuestros pecados, nosotros también estemos dispuestos a perdonar a todos
los que nos han ofendido, para que tengamos acceso al Padre.
11. Verdad. Siendo renacido en la verdad, sustentado en la verdad y guiado por la verdad, el
cristiano debe ser veraz en todo lo que dice y hace. En estos últimos meses, ¿Has mentido o
engañado a alguien? ¿Te has conducido con falsedad e hipocresía en el hogar, la escuela o
en el trabajo? Que tus palabras y tus hechos sean consecuentes con tu fe y todos sabrán que
eres de la verdad. 1P.1:23; Jn.14:6; Col.3:9; Ef.6:14.
14. Servicio. Sabiendo que Cristo vino, no para ser servido, sino para servir, debemos seguir
su ejemplo mostrando un espíritu de servicio en el hogar, en el templo, en la secuela, en el
trabajo, etc. Jesús dijo: “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará
mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”.(Jn.12:26). Por tanto, nuestra vida
debe ser una vida de servicio permanente, porque el que no vive para servir, no sirve para
vivir. Cambiemos de actitud para que sea manifiesto que somos de Cristo. Mr.10:45; Jn.12:26;
Ro.12:11; Col.3:23:24.
16. Gratitud. Unos de los sentimientos que debe caracterizar al cristiano es la gratitud.
Gratitud a Dios por su amor, por su misericordia y por todos sus favores, gratitud a los padres,
a nuestros familiares, a los hermanos en la fe, a los amigos y a todos nuestros semejantes. El
apóstol Pablo dijo: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús” (1ti.5:18). Que nunca se enorgullezca tu corazón y te olvides de
Jehová tu Dios diciendo: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza”, sino
acuérdate que Jehová tu Dios te da el poder y la fuerza para hacer riquezas. 1Ts.5:18;
Stg.1:17; Sal.103:1-5; Dt.8:11-20; Sal.100. ¿Has recibido amor, misericordias y favores de
Dios? ¿Hay gratitud en vuestros corazones? ¿Cómo expresaste tu gratitud a Dios?
17. Amor. Como Principio Rector de la Vida Cristiana, el amor en esta ley se cumple:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con
todas tus fuerzas. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mt.22:37-39; Mr.12:30-31. Si en nuestros corazones
hay amor, en nuestro corazón está Dios porque Dios es amor. ¿Por qué entonces no amas a
tus padres, a tus suegros, a tus hermanos en la carne y en la fe?, Dice el Señor nuestro
Jesucristo: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que
os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro
Padre que ésta en los cielos” (Mt.5:44-45). ¿Queréis hacerlo? Que este Principio Rector rija
tu relación de amor con Dios y con tus semejantes hasta que Cristo venga o nos llame a su
presencia.
18. Perdón. Una de las expresiones más excelsas del amor de Jesucristo para con nosotros
es su perdón.” Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc.23:34). En ese ejemplo
maravilloso de nuestro Salvador debemos perdonar a los hombres sus ofensas. Cuando esto
hagamos con sinceridad y en verdad no habrá pleitos ni contiendas entre nosotros, sino una
hermosa unidad en el amor y en el Espíritu de nuestro Dios. ¿Estáis enemistados con alguien
de tu familia o en la iglesia? ¿Alguien tiene algo en contra de ti? ¿Estáis dispuestos a
perdonar? “Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
Aplicación: Que la práctica de los Principios Rectores en tu diario vivir te hagan ser cada
día más semejante a Cristo. El mundo busca y quiere ver a Jesús. ¿Lo encontrará en ti?
Texto Áureo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os
he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; paraqué
todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Jn.15:16.