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TEMA 3 - VENTURI

Venturi, arquitecto estadounidense nacido en 1925, publica en 1966 el libro “complejidad y contradicción en
la arquitectura”. En este propone cambios para lo que estaba sucediendo en Europa, 1968 aprox., y lo vuelca a
la realidad en EE.UU. La realidad hasta al momento en el país se veía caracterizado por ver a la arquitectura
como una disciplina relativamente no teórica y profesional centrada en aspectos paradigmáticos. Venturi se
opone frente a la interpretación de la modernidad, el pensamiento de las instituciones que sueñan con una
ciudad ordenada, conocida y prevista.
Los textos de Robert Venturi, Aldo Rossi y Manfredo Tafuri cuestionaban la capacidad de la arquitectura para
la reforma social. En lugar de una reforma social según los principios de Le Corbusier, las ciudades
estadunidenses quedaron arruinadas por versiones de proyectos del tipo “torres del parque” que, unidas a la
huida de la población hacia los suburbios, disolvieron el antaño denso tejido de la ciudad.
Entre 1945 y 1950 se da un “boom” de la construcción que lleva a la contratación de nuevos profesionales y
arquitectos para la reconstrucción de la posguerra. Estos tomaron la arquitectura moderna desde un punto de
vista de responder a una clase próspera (capitalismo) y no con el trasfondo social que se le daba en europa,
con influencias izquierdistas.
Venturi no se consideraba un posmoderno, sino más bien un nuevo realista estadounidense, que llevaba las
tradiciones históricas al presente a través de las tradiciones arquitectónicas estadunidenses.
Dentro de este grupo de jóvenes que se encontraban en este momento de cambio, encontramos a Robert
Venturi, que se destacó por realizar un primer enfoque teórico de la arquitectura estadounidense. Él, en su
publicación “Complejidad y contradicción de la arquitectura”, lanzaba un ataque a la abstracción moderna al
volver a introducir la idea de la historia en la arquitectura contemporánea.
Venturi se consideraba entonces un nuevo realista estadounidense que llevaba las tradiciones históricas al
presente a través de las tradiciones históricas del país
No era frecuente en aquellos años la crítica a la modernidad y los jóvenes arquitectos recibieron el mensaje de
Venturi como esperanzadora alternativa: una arquitectura más compleja, que hacía posible el uso de la
libertad frente a la norma.
Se puede reconocer en la postura de Venturi una relación más directa con el punto de vista de Le Corbusier,
donde la arquitectura es más humana y enfocada al usuario; y a su vez alejada de la ideología de la Bauhaus,
donde se adopta un enfoque más ligado al diseño que se desvinculaba en cierta forma de la cultura popular.

Por otro lado en Europa el culto a le Corbusier en la vivienda, daba como resultado una arquitectura fiel a sus
principios y que adoptaba formas de habitación no siempre justificadas y a menudo en conflicto con su
contexto urbano. Como resultado, aparecen nuevas alternativas críticas, como las propuestas de Zevi que
adoptaban las ideas de Wright, de una arquitectura orgánica en donde el espacio se convertiría en categoría
dominante de la arquitectura.

Dentro de las actitudes críticas de este período, encontramos los intentos del Team X de superar el
estancamiento que había producido la modernidad en su afán de establecer cánones. Arquitectos como Aalto
y Kahn siguen la misma línea de pensamiento. Pese a este reconocimiento, ellos no tuvieron la postura de
Venturi que fue un paso más allá en su crítica al movimiento.

La simplificación y la reducción del movimiento moderno, implica tal vez resolver un problema, pero olvidar la
multiplicidad de frentes a que ha de responder la arquitectura. Paul Rudolph, "no se puede pretender resolver
todos los problemas. Mies, por ejemplo, hace hermosos edificios tan solo porque ignora muchos aspectos del
edificio. Si resolviera más problemas, sus edificios serían mucho menos potentes”.

Retomando las ideas de libertad frente a la norma expresada por Venturi, varios europeos ven los textos de
Venturi como una nueva oportunidad de acceder a una cultura arquitectónica madura, que no renunciara a los
valores intelectuales, a una arquitectura hecha desde la libertad y no desde la norma.
Venturi expresa en su libro que se siente limitado por una “modernidad simplificadora” que busca lo que él
entiende como afectada “serenidad” que olvida la complejidad. De lo contrario, Venturi se siente atraído por
las obras de arquitectura que contienen complejidad, ambigüedad y tensión, obras capaces de analizar y
explicar.

Venturi no busca una arquitectura que siga normas y sea por lo tanto obvia, sino que necesite primero que las
personas se sientan cautivados para luego entenderla y deducirla, y no apreciarla simplemente por seguir
ciertos cánones o por el puro gusto de la forma y materialidad.

Venturi insiste en la importancia de aceptar y manipular los elementos convencionales. También busca ser
realista algo que se ve en la importancia que le da al trabajo y al uso de materiales de la vida cotidiana.
Venturi crítica a la arquitectura orgánica de Wright por excluir la presencia de lo cotidiano. Asimismo en sus
obras todo era singular, específico, dictado para la individualidad de cada obra. Venturi nuevamente va criticar
dicha postura apuntando que debe haber una relación entre la arquitectura y la ciudad, tomando las palabras
de Kahn -”la tarea del diseño es ajustarse a las circunstancias”-criticando arquitectura Orgánica de Wright.

Venturi muestra por medio de la coherencia en qué consiste su trabajo, ya que los arquitectos han perdido el
contacto con la naturalidad. La recuperación de la naturalidad cambiara el formalismo en donde predominaba
lo ortogonal se pueda ahora incorporar diagonales en plantas.

La compresión que tiene Venturi de la historia de la arquitectura le permite darse cuenta que es evidente la
complejidad de la arquitectura y las continuas contradicciones. Es por eso que Venturi se adentra en un
territorio más especulativo, al recordarnos la importancia que en la arquitectura tiene "el todo".

La arquitectura es necesariamente compleja y contradictoria por el hecho de incluir los tradicionales


elementos de comodidad, solidez y belleza asociados a vitrubio. Hoy las necesidades de programa, estructura,
equipo mecánico y expresión persigue la arquitectura moderna, hace que sea aún más conflictiva, incluso en
edificios aislados y simples, ya que unir estos conceptos resulta en algo conflictivo, donde no se logra
conformar un todo. Está en la propia naturaleza de la arquitectura la complejidad y la contradicción, es por lo
tanto difícil resolver arquitectura siguiendo un concepto puro y simplificado de la arquitectura moderna.

Wright, Le Corbusier y mies, Mies son blanco de sus críticas, acusándolos de difundir eslóganes para defender
así su trabajo, causando un casos. Sin embargo, Venturi reconoce a Aalto como el único arquitecto moderno
que cumple con sus atributos de interés, siendo capaz de aceptar contradicciones y respondiendo a la
complejidad del medio físico y a las exigencias del programa.

A Venturi le impresiona el uso que hace Kahn de la estructura, ya que la entiende como un elemento con dos
funciones. Por otro lado Kahn siempre tuvo respeto ante los componentes monumentales, mientras que
Venturi en su búsqueda de la complejidad siente menos respeto por la arquitectura monumental.

La casa Vanna Venturi que el propio Venturi construye para su madre en 1961 resulta en un manifiesto de sus
ideas durante este período. La casa resulta el paradigma, la ilustración de todo el ideario Venturiano. Se
podría decir que este es el primer edificio estadounidense que propone una ruptura ideológica con la
abstracción moderna. Es un gran símbolo de la arquitectura vernácula del país.

Para ubicar los orígenes de la Vanna Venturi, merece compararla con dos proyectos: primero la casa Texas 4
de John Hejduk de la década de los 50 y segundo el primer estudio para la casa Vanna Venturi de 1959. La casa
de Texas son ejercicios con nueve cuadrados que mantienen una relación especulativa con las casas Adler y
DeVore de Kahn. Hejduk modifica el esquema palladino de los nueve cuadrados.
El primer proyecto de Venturi parte desde la planta y se basa en la retícula de nueve cuadrados, donde no se
destaca un centro. En esta etapa no se percibe una organización principal de la planta, sino que se lee como
varios diagramas. No obstante, a medida que el proyecto para la casa de Vanna Venturi evoluciona deja de
lado el esquema de los nueve cuadrados. La casa Vanna Venturi IVb aparece como el proyecto más controlado
donde se recurre a cierta simetría. Por su parte los muros aparecen como elementos aisaldos que envuelven la
estructura interna, que se presenta con un perfil diferente a la cáscara exterior, generando una ranura entre
ambas que hace legible el juego entre las dos capas.

La casa
El tratamiento de la fachada recuerda la idea de Venturi de cobertizo decorado al llamar la atención hacia esta
simplemente como fachada: una pantalla que oculta un cobertizo. En este caso, se contendría dentro del
cobertizo su escalera típica quebrada, la rotación central en diagonal y los vectores proyectivos en planta.

Se trata de una de las primeras casas estadounidenses que pueden leerse como un proceso, y como tal se
convierte en una expresión del proceso de lectura del objeto. Rara vez puede sostenerse que un proyecto
final, el edificio construído, contiene toda la energía de sus primeros estudios. Se produce una especie de
“desdoblamiento” del esquema original planteado para la casa.

La obra es el resultado de acumular imágenes, referencias, etc., que acumulamos en nuestra memoria, que si
bien están presentes solo se manifestarse cuando pertenecen en la trama del proyecto. Este obra pertenece al
primer fase Venturi, donde se transfiere al arquitecto toda la responsabilidad, lo construido es la pantalla que
refleja el yo del arquitecto, pensamiento distinto a su segunda fase, Venturi populista.

Venturi comienza su diseño a traves de una planta en forma genérica, un rectángulo con las dimensiones de
un poco más del doble de un cuadrado. Su forma alude a una construcción convencional con dimensiones
domésticas y anticipa la ortogonalidad que prevalece en la obra. La vivienda presenta una dos fachadas
principales: la del acceso y la “interior”, más privada que da hacia el jardín.

Es una planta que cabe ser entendida solo como el paso de una a otra fachada. Sobre la fachada pública se
asoman: la cocina, un closet, el acceso a un baño y el dormitorio secundario; y sobre la fachada privada: el
comedor, el estar y el dormitorio principal.

Venturi entiende que la puerta debe ser conocida tan solo por los dueños, por lo que el porche de la fachada
pública no enmarca ninguna puerta. En planta las piezas con actividades más conocidas la periferia: cocina y
dormitorios se
apoderan de tres de los vértices del rectángulo. Venturi al mantener la
independencia y autonomía de los elementos, se ver forzado a hacer uso de los
cortes y diagonales para resolver ajustes y accesos: el arco virtual que nos
traslada de un plano vertical frontal a otro se convierte así en eficaz aliado para
resolver el programa. Pero, aunque el proyecto está pensado desde la planta,
donde esta arquitectura adquiere su más alto grado de interés es en las
fachadas. La alusión a la arquitectura clásica -frontones, simetrías, centralidad,
etc.- es tan solo aparente
.
El presente equilibrio dictado por el potente eje de simetría del que depende el orden formal de la fachada es,
a lo sumo un equilibrio virtual. En torno al eje se “densifica” la arquitectura: al pequeño pórtico lo acompaña
una moldura curvada que pasa por encima de un dintel.
Es importante aclarar mediante el análisis de la fachada lo que Venturi considera importante en la
arquitectura. En su fachada, la casa Vanna Venturi es ajena a cualquier referencia contextual: vemos que la
misma resulta un manifiesto para responder a lo que lugar y programa demandaban. La arquitectura se
presenta como un fin en sí mismo.

Coincidiendo en el tiempo con la Casa Vanna Venturi, la Residencia de ancianos Guild House en la Spring
Garden Street, Philadelphia, de 1961 abre un nuevo. frente programático: el del realismo, el de una
arquitectura que ha de mantener sus atributos sin dejar de ser "normal y corriente.” Utiliza entonces
elementos de una construcción no sofisticada con la esperanza de que la arquitectura se la de.
En planta se basa en una estrategia de disponer el mayor número posible de apartamentos sobre la calle.
Prevalecen los espacios privados y estos no se distinguen por su singularidad sino por buscar la regularidad y
adecuadas dimensiones.
En la fachada, vemos que sobre el convencional plano de ladrillo se dibuja una secuencia que arranca desde el
pilar cilíndrico del pórtico de la entrada hasta una antena televisiva que se presenta como elemento de
coronación que parece recordarnos lo importante que es la TV en la vida de los mayores.

APRENDIENDO DE LAS VEGAS

En este libro podemos percibir un cambio con respecto a la postura que se plantea en “Complejidad y
Contradicción’. En “Aprendiendo de las Vegas”, Venturi, Rauch y Scott Brown abandonan la idea de unidad
tipológica que había dominado la arquitectura durante siglos, y retoman la idea de una arquitectura que imita
y describe a la naturaleza, pero esta vez tomando como modelo la arquitectura misma como referencia. La
arquitectura retorna pues a la imitación, pero de sí misma, reflejando la realidad de la historia.

El libro “ Aprendiendo de las Vegas”, sus propósitos se manifiestan desde las primeras páginas "el símbolo
prevalece a la forma", comienza con el análisis e imagenes del strip de la ciudad "en las que reina la ficción".
apareciendo Las Vegas como una ciudad que rescata dicho valor. Mostrándonos cómo en Las Vegas la
arquitectura manipula los signos y la arquitectura recupera la capacidad persuasiva que tuvo en el pasado.
Tanto Venturi, como Scott Brown e lzenour pretenden demostrar a la arquitectura moderna de haber olvidado
la importancia que lo simbólico tenía en el pasado.

Los autores se declaran en contra de una arquitectura que busca comunicar tan solo desde la forma, y buscan
reivindicar el aspecto comunicativo de la arquitectura. La arquitectura moderna prescindió del simbolismo y
en su lugar promovió el expresionismo, concentrando su atención en la expresión de los elementos
arquitectónicos: en la expresión de la arquitectura y la función, dejando por lo tanto de comunicar su
verdadero significado. En Las Vegas ven una ciudad donde la comunicación aparece como razón de ser, por
tanto acuden a la misma.

Así el concepto de pato (comunica desde la forma) y tinglado decorado (comunica desde su estructura,
espacio y programa), aparecen como opuestos y ayudan a entender esta idea. En la arquitectura moderna,
donde la forma prevalece, es necesario recurrir a otros instrumentos para entender su funcionamiento, no se
explica en sí misma, la arquitectura no basta. Las Vegas se presenta como un ejemplo donde la comunicación
está presente y no se necesita nada más para transmitir el significado de las cosas, donde prevalece el
símbolo.

Los arquitectos han perdido el hábito de mirar su entorno imparcialmente. La arquitectura moderna lo ha sido
todo menos tolerante: sus arquitectos prefirieron cambiar el entorno existente a mejorar lo que estaba allí.

Los arquitectos se han sentido fascinados ante la Piazza d'italia en Nueva Orleans ya que les atrae que sea un
espacio concebido a escala peatonal que es técnicamente tradicional pero al mismo tiempo confuso y cerrado.
Ya que para los arquitectos el espacio cerrado es lo más fácil de manejar. Durante los últimos 40 años, los
teóricos de la arquitectura moderna (con la excepción en ocasiones de Wright y Le Corbusier) se han centrado
en el espacio como ingrediente que diferencia la arquitectura de la pintura, la escultura y la literatura. Pero los
arquitectos modernos abordaron una tradición en la cual la pintura, la escultura y el grafismo se combinaban
con la arquitectura.

La arquitectura define muy pocas cosas: el gran anuncio y el pequeño edificio son las reglas de la carretera 66.
El rótulo es más importante que la arquitectura, A veces, el propio edificio es un anuncio. En la ruta, la
importancia en el tratamiento de las fachadas se da hacia la misma, y la fachada posterior carece de jerarquía.

Según Henri Bergson, el desorden es un orden que no podemos ver, ya que el orden que emerge del Strip es
complejo. Ya que el strip no posee un orden rígido y fácil de proyecto de renovación urbana.
Para Venturi, Scott Brown e lzenour, el excesivo énfasis de los modernos en la forma ha derivado en el estilo.
Buscarán alcanzar un lenguaje libre de formalismos y reclaman la inclusión de todo lo que se ha olvidado.

La arquitectura moderna ha sido "totalitaria", abstracta, y al pretender que desde un lenguaje capaz de
reflejar el todo, ha confundido cuáles son los límites en los que debe producirse la disciplina.
Para mostrar su pensamiento los autores elogian el "tinglado decorado" frente al "pato" que los modernos
pretendían construir. Un pato es un edificio que se parece a su objeto: un lugar de venta de patos que toma la
forma misma de un pato. Este ejemplo tiene una relación visual directa con su objeto. Pierce explica, que esta
similitud visual se transforma en un icono, puede entenderse a primera vista y no requiere una lectura en
detalle.

El concepto de tinglado decorado se refiere a una fachada pública para un edificio genérico en forma de caja.
Como ejemplo podemos ver un edificio bancario con una fachada clásica sobre un recinto bastante ordinario.
Según Pierce, el cobertizo decorado es un símbolo, puesto que tiene un significado convencionalizado: la
fachada clásica simboliza un edificio público, ya sea un banco, una escuela o una biblioteca.

En conclusión Venturi en su primer libro ataca a la modernidad sirviéndose de la Academia, pero en su


segundo libro Aprendiendo de Las Vegas lo hace empleando los argumentos y las obras de los populistas, de
quienes defienden a la "mayoría silenciosa". Es por eso que Venturi se convierte en el defensor del
americanismo, de la sociedad que ha generado el capitalismo y de una cultura de masas con más contacto con
la cultura antigua.

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