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Análisis de Sentencia #1

No. proceso: 1833420090203U

No. de ingreso: 1

Dependencia jurisdiccional: UNIDAD JUDICIAL CIVIL CON SEDE EN EL CANTÓN AMBATO

Acción/Infracción: AMPARO POSESORIO

Actor(es)/Ofendido(s): CASTILLO CEBALLOS GARNEL RAMIRO

Demandado(s)/Procesado(s): QUISIMALIN SANTAMARIA LUIS GILBERTO

Antecedentes:

El actor Garnel Ramiro Castillo Ceballos propone demanda de Amparo Posesorio en contra del
demandado Quisimalin Santamaria Luis Gilberot, ante el Juez Cuarto de lo Civil del Cantón Ambato-
Tungurahua, en dos de las tres finalidades de las acciones posesorias según (Cabanellas de Torres,
1846)“la tendiente a adquirir la posesión de alguna cosa antes no poseída; para recobrar la posesión
y que otro intentaba peturbar”, desde lo cual se desprende lo siguiente:

Causas controversiales:

Causas controversiales de hecho:

Parte actora:

El actor detalla que ha estado en posesión por más de dieciocho años.

Identifica el bien inmueble, objeto de la materia Litis.

Describe las actividades que evocan su ánimo de ser y dueño.

Delimita cronológicamente el inicio del período para la prescripción de las acciones posesorias.

Perturbación de la posesión a raíz de la sustanciación de una demanda de prescripción adquisitiva


extraordinaria de dominio, pero reconociendo a dos propietarios más: Luis Gilberto Quisimalín Gallo,
Martha Cumandá Santamaría Solís

Nombra la tramitación de un desahucio para su despojo en su contra, a conocimiento del Juez de


Inquilinato de esa ciudad, seguido por el ahora demandado.

Parte demandada:

Niega los fundamentos de hecho y derecho.

Existe un reconocimiento del actor como mero tenedor, al haber sido arrendatario.

Es el actual poseedor del bien, ejerciendo su dominio tras la decisión del Juez de Inquilinato de
ordenar la desocupación del inmueble al actor, juicio del cual adjunta copia certificada.

Causas controversiales de derecho:

Cumplimiento de los artículos 715, 962, en relación con el 960, como obligación de la parte actora.

Reconocimiento de los propietarios.


Distinción entre la posesión y mera tenencia.

Las excepciones que prescribía el art. 689 del derogado Código de Procedimiento Civil.

Conclusiones

De la presente causa, se arroja un propósito de la parte actora: recuperar la posesión del bien, y en
la forma de alegatos en la presentación de su demanda, desde un primer tiempo, las circunstancias
son tendentes a mantener la posesión pacífica, por las amenazas recibidas de la parte demandada,
presumiendo su posesión, por lo tanto, no hay indicios de arbitrariedad, ante el despojo violento. La
justificación de ser el poseedor en su escrito, lo condecía.

Siguiendo la línea, en los alegatos del demandado, captan la atención de otra figura jurídica en los
argumentos de anteceder estos hechos a una relación contractual, por consiguiente, existía el
reconocimiento del actor al demandado como propietario y todo se sujetaba a una excepción de
carácter judicial.

Entramos en la materia objetiva respecto a la posesión, debido a que se demuestra en


documentación y pericia que el demandado ostenta la posesión tras la orden del Juez de Inquilinato.

Entendemos que la posesión contiene elementos materiales e intencionales interdependientes,


caracterizado este hecho jurídico a una condición suspensiva para ejercer actos judiciables que
propendan a la concreción de derechos, lo contrario a la mera tenencia, en la que hay una
abstracción de derechos reales, este no parte de un modo exclusivo y divide el corpus del animus
para el desenvolvimiento de las actividades, y está sujeta a condiciones resolutorias.

El incumplimiento de la debida diligencia, y el derecho a la defensa provocado por la parte actora al


no contar con todos los propietarios del bien inmueble, no forma parte del proceso correspondiente
al amparo posesorio, debido a que este debe gozar de una posesión pública, que consigna la buena
fe, por lo que las actuaciones del demandante se circunscribirían en una posesión clandestina, de
conformidad con el art. 728, por ejercer acciones sin contar con los autorizados a oponerse a ellas.

Por estos motivos el Juez Cuarto de lo Civil del Cantón Ambato-Tungurahua, desecha la demanda por
improcedente.

Sentencia

“…VISTOS: GARNEL RAMIRO CASTILLO CEBALLOS, manifiesta que está en posesión, por dieciocho
años, más o menos, a la fecha en que presenta la demanda, el inmueble constituido por terreno y
alguna pequeñas construcciones, ubicado en el barrio El Arbolito, parroquia Huachi Loreto, cantón
Ambato, provincia de Tungurahua, de la superficie aproximada de mil metros cuadrados,
comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte, propiedad de Rafael Varela, Germán Robalino
y otros; Sur, propiedades de Rubén Culqui y Saúl Jordán; Este, la Avenida Pichincha; y, Oeste, la
Avenida Los Chasquis; inmueble en el que dice vivir y tiene su taller de metal – mecánica para la
elaboración de implementos para la avicultura, razón por la que, dice, está siguiendo el juicio
ordinario de prescripción extraordinaria de dominio en contra de sus propietarios Luis Gilberto
Quisimalín Gallo, Martha Cumandá Santamaría Solís y Luis Gilberto Quisimalín Santamaría, por lo
que, una vez que los demandados han dado contestación a la demanda, se ha dedicado a
amenazarle, injuriarle y estorbar su posesión, lo cual está ocurriendo desde el día jueves veinte y dos
de Enero del año dos mil nueve, fecha en la que han penetrado en el inmueble del que está en
posesión, no le dejan trabajar con tranquilidad y pone obstáculos en las puertas de acceso al
inmueble, y, pretenden desalojarle con un descabellado, írrito y improcedente desahucio, que
tramita en el Juzgado de Inquilinato, sin que el actor presente un contrato de arrendamiento del
Municipio, ni el documento que regule la pensión o canon de arrendamiento, como única forma de
demostrar que entre el desahuciante y el compareciente, haya relación de inquilinato. Con estos
antecedentes, fundado en el Art. 680 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en actual
vigencia, en JUICIO VERBAL SUMARIO, demanda a LUIS GILBERTO QUISIMALÍN SANTAMARÍA, el
AMPARO de POSESIÓN sobre el referido inmueble, a fin de que se abstengan de cometer acciones
contrarias a su posesión, según se expresa.- Encontrándose la causa en estado de resolver, para
hacerlo, considérase: PRIMERO.- Se ha dado el trámite inherente a esta clase de juicios y no se ha
omitido ninguna solemnidad sustancial que influya en la decisión de la causa, consecuentemente, el
proceso es válido.- SEGUNDO.- Citado legalmente, el demandado, en persona, según Razón de fs. 6
de los autos, concurre a la audiencia de conciliación y contestación a la demanda de fs. 9, en la cual,
manifiesta que, niega los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda, aduce que los mismos
son falsos, inventivos, astucieros y llenos de profunda mala fe, aduce que, en ningún momento el
actor ha sido posesionario del bien, que, simplemente ha sido arrendatario, el cual, incluso ha
desocupado el inmueble, conforme lo ha dispuesto el señor Juez de Inquilinato, con el respectivo
lanzamiento, por lo que, en los actuales momento, el demandado es quien está en posesión del
inmueble, y, el actor manifiesta falsamente que está en posesión; deduce las siguientes excepciones:
Alega ilegitimidad de personería del actor para presentar la reclamación en la forma como lo ha
hecho; alega falta de causa lícita para proponer la acción, puesto que el actor es simplemente un ex
inquilino y no está en capacidad de iniciar la acción manifestando ser posesionario del inmueble;
alega que la acción no cumple con los requisitos que determina el Código de Procedimiento Civil,
para que la misma sea admitida a juicio; alega falta de competencia del Juzgado para conocer la
causa, puesto que el actor es un ex inquilino y no un posesionario, que cualquier reclamación
debería realizarse por intermedio del Juzgado de Inquilinato, quien, dice, ser competente para
conocer cualquier tipo de reclamos de un ex inquilino; alega nulidad de todo lo actuado, por existir
vicios de fondo y de forma; solicita se rechace la acción, condenando a la parte actora al pago de
costas procesales, honorarios de la defensa, daños y perjuicios ocasionados. De lo expuesto, la carga
de la prueba correspondió al actor, de conformidad con lo dispuesto por el Art. 113 de la
Codificación del Código de Procedimiento Civil, en actual vigencia.- TERCERO.- Conforme nuestra
legislación civil, Art. 960 de la Codificación del Código Civil, en actual vigencia, las acciones
posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales
constituidos en ellos; por tanto, las acciones posesorias no son otra cosa que medios o recursos
puestos a disposición del poseedor para la defensa de su posesión. Concordantemente, el Art. 962
del mismo cuerpo legal, agrega: “No podrá proponer acción posesoria sino el que ha estado en
posesión tranquila y no interrumpida un año completo. Para el ejercicio de la acción es suficiente la
posesión material”. Sobre el mismo tema, la Doctrina y la Ley también establecen que el hecho
posesorio puede darse sin que exista un título de dominio, y, aún así debe ser protegida la posesión
debido a la probable situación de derecho que en ella se presume; bajo estos preceptos de orden
legal, las únicas excepciones permitidas en esta clase de acciones son las prescritas en el Art. 689 del
Código de Procedimiento Civil, a saber: “...haber tenido la posesión de la cosa en el año inmediato
anterior; haberla obtenido de un modo judicial; haber precedido otro despojo causado por el mismo
actor, antes de un año contado hacia atrás desde que se propuso la demanda; haber prescrito la
acción posesoria, y ser falso el atentado contra la posesión”.- CUARTO.- De los presupuestos legales
consignados en el Considerando anterior, es suficiente para la admisión de esta clase de demandas
que, de los hechos alegados y probados aparezca que se ha violado el derecho de posesión. En el
caso que nos ocupa, de la Resolución dictada por el señor Juez de Inquilinato, con fecha 4 de Febrero
del 2009, se califica el Desahucio y se declara terminada la relación de arriendo que ha existido entre
los anteriores propietarios Luis Quisimalín Galo y Martha Cumandá Santamaría Solís, con, el
demandado Garnel Castillo Ceballos, e incluso, se ha dispuesto el lanzamiento, con desarrajamiento,
de los bienes muebles y enseres existentes en el inmueble materia de la controversia, según acta
suscrita por los señores Marco José Tirado y Gilbert Sánchez, en sus calidades de Alguacil Mayor y
Depositario Judicial de este cantón, en su orden, cuya diligencia ha sido fotografiada y gravada en
video, conforme así se establece del informe presentado por el perito Jesús Campoverde, fs. 204 a
206 de los autos; por tanto, se ha justificado las excepciones deducidas por el demandado Luis
Gilberto Quisimalín Santamaría, esto es, que el predio le ha sido entregado de modo judicial, con
desahucio por transferencia de dominio, consecuentemente, es falso el atentado contra la posesión
que dice detentar el demandante, quedando sin relevancia alguna la prueba testimonial presentada
por el actor y la prueba pre procesal actuada según instrumentos de fs. 10 a 17 de los autos. Por otro
lado, habiéndose consignado en la demanda que el actor ha incoado juicio ordinario de prescripción
extraordinaria adquisitiva de dominio en contra de los propietarios Luis Gilberto Quisimalín Gallo,
Martha Cumandá Santamaría Solís y Luis Gilberto Quisimalín Santamaría, y, que por ese motivo los
aludidos demandados se han dedicado a amenazarle, injuriarle, y estorbar la posesión, es contra
ellos que se debió ejercer la presente causa, más no únicamente en contra de Luis Gilberto
Quisimalín Santamaría, resultando evidente que se ha incurrido en la omisión de carácter
trascendental que se concreta en no haberse contado con el legítimo contradictor constituido por
quienes, a decir del demandante, le han estado atentando la posesión, deficiencia que ha impedido
que todos los interesados concurran a juicio en defensa de sus derechos y da lugar a que la demanda
sea cualificada como improcedente. No se trata de una omisión meramente formal sino esencial, ya
que el legítimo contradictor es institución de derecho público que siempre debe estar representada
fielmente para cumplir con la finalidad de administrar justicia, dando a cada quien lo que en derecho
le corresponde.- En esta virtud, sin que sea necesario ninguna otra consideración, ADMINISTRANDO
JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, se desecha la demanda, por no procedente. Sin
costas.- NOTIFIQUESE…” (Amparo Posesorio, 2010)
Análisis de sentencia #2

No. proceso: 0333220140274

No. de ingreso: 1

Dependencia jurisdiccional: UNIDAD JUDICIAL CIVIL CON SEDE EN EL CANTÓN CAÑAR PROVINCIA
DEL CAÑAR

Acción/Infracción: AMPARO POSESORIO ART.680 C.P.C.

Actor(es)/Ofendido(s): VELASQUEZ CRUZ MIRIAN TERESA; VERDUGO GUEVARA ANGEL EDY

Demandado(s)/Procesado(s): MIGUEL ANTONIO ESCOBAR VEGA Y MARTHA GRIMANEZA VERDUGO


CORONEL

Antecedentes:

Los actores Ángel Edy Verdugo Guevara y Mirian Teresa Velásquez Cruz proponen demanda de
Amparo Posesorio el 12 de febrero de 2014, en contra de los demandados, los conyugues Miguel
Antonio Escobar Vega y Martha Grimanesa Verdugo Coronel, ante el Juez de la Unidad Judicial
Multicompetente Segunda Civil del Cañar, en dos de las tres finalidades de las acciones posesorias
según (Cabanellas de Torres, 1846) “la tendiente a adquirir la posesión de alguna cosa antes no
poseída; conservar pacíficamente la posesión actual y que otro intenta perturbar”, desde lo cual se
desprende lo siguiente:

Causales controversiales:

Causales Controversiales de hecho:

Parte demandante:

Afirman tener dieciocho años de posesión, en las cualidades de la misma.

Determinan el bien inmueble, sobre el cual ostenta poder de dominio y la ejecución de actividades
como amos y dueños del mismo.

Parte demandada:

No comparecieron durante todo el proceso*

Causas controversiales accesorias:

El origen de la presunta perturbación/amenaza a su posesión, deviene según los actores en los


siguientes acontecimientos:

Sentencia de Juicio de Reivindicación, emitida por el Juzgado de lo Tercero de lo Civil de Cañar

a favor de los conyugues Miguel Antonio Escobar Vega y Martha Grimanesa Verdugo Coronel, a
quienes mediante providencia de fecha 22 de enero de 2014, ordenan la entrega material de 3
bienes inmuebles, de los cuales, uno forma parte de esta materia Litis.

Causas controversiales de derecho:

Lo propuesto en los artículos 715, 962, en concordancia con el artículo 960 del Código Civil
ecuatoriano.
Las prerrogativas de la posesión violenta impuesta en el artículo 725, en concordancia con el 727 del
Código Civil ecuatoriano.

Las circunstancias del despojo violento establecidas en el artículo 972.

El elemento cronológico para ejercer una acción posesoria, a saber, del artículo 964, del Código Civil
ecuatoriano.

Las excepciones de las acciones posesorias contenidas en el artículo 689 del derogado Código de
Procedimiento Civil.

Conclusiones:

El artículo 1715 obliga a los partes probar los hechos para sustanciar una teoría, y de la
documentación aportada como prueba existen contradicciones, como por ejemplo los dieciocho
años de posesión alegados, no obstante, consta que los conyugues Manuel Verdugo Verdugo y Elia
Enith Guevara Larreategui fueron posesionarios el año 2000, según sus propias fuentes. La
presunción de amenaza con violencia de su posesión, es originada por la providencia de fecha 22 de
enero de 2014, resuelta por el Juzgado de lo Tercero de lo Civil de Cañar, por la desatención a la
sentencia dentro del juicio no. 0062-2008 por parte de los ciudadanos Manuel Verdugo Verdugo y
Elia Enith Guevara Larreategui, a favor de los demandados, en la cual disponen la intervención del
Intendente y la fuerza pública para la entrega material de los tres inmuebles. Sobre esto se colige lo
siguiente:

Los preceptos legislativos ecuatorianos, justifican las acciones posesorias ante la presencia de
hechos que debiliten o desaparezcan la posesión de un buen inmueble, mientras haya evidencia de
haber prevalecido un año de manera pacífica y no interrumpida. Las afirmaciones de los actores en
su demanda solo caben en una cuestión, por lo menos han tenido posesión durante los últimos años
desde el juicio no. 0062-2008, no obstante, es inoperante la acción que proponen, en primer lugar,
por no existir un nexo causal, entre la sentencia del juicio antes mencionado y la presente demanda.
Cabe recalcar que los juicios son independientes, y más cuando se tratan de acciones reales y
posesorias, sencillamente contravienen lo que expresa el artículo 689 del C.P.C., demostrando las
pretensiones de inhabilitar decisiones competentes.

En segundo lugar, no hay el traslado del tiempo, debido a que no se demuestra la violencia, la misma
que es insinuada por los hechos de una demanda con estribaciones distintas.

Del mismo modo, la figura del despojo violento tiene fines de carácter disuasivo, cautelares, por
cuanto se protege la posesión para que a posterior se puedan ejercer las acciones adheridas a su
naturaleza, careciendo de objetivo, ya que la manera en cómo describió los hechos, se ajustaban a
ser susceptible de condiciones.

Por estos motivos, el análisis no intenta refutar lo actuado por el juez, sino interpretar su decisión, la
misma que la designó como improcedente.

SENTENCIA

“…VISTOS.- A fojas cuatro de los autos comparecen los cónyuges ÁNGEL EDY VERDUGO GUEVARA Y
MIRIAN TERESA VELÁSQUEZ CRUZ y, con su libelo de demanda, luego de acreditar sus generales de
ley, manifiestan que desde hace unos dieciocho años, ininterrumpidamente, vienen manteniendo la
posesión de un predio ubicado en el sector Tiopamba de esta ciudad de Cañar circunscrito dentro de
los linderos que siguen: por la cabecera, terrenos en posesión de Segundo Verdugo; por el pie,
terrenos en posesión de Segundo Verdugo y Juana Ordóñez, camino al medio; por el un costado,
terrenos de Tobías Verdugo; y, por el otro costado, terreno en posesión de Marcelo Velásquez, de
Alberto Cruz, Miguel Verdugo y de Juana Ordóñez. Refiere que este predio se halla cercado con
postes de madera y alambre de púas. Señalan que esta posesión la han venido manteniendo hasta la
fecha, con el ánimo de señores y dueños, en los términos del artículo 715 del Código Civil,
sembrando en el mismo, cultivándolo, pastoreando animales; en fin, haciendo actos posesorios a los
que sólo el dominio da derecho. Dicen que se han sembrado árboles de quizhuar, capulí, acacia,
pino, aliso y quinuas y que en el pasto natural que crece al pie del terreno pastorean animales.
Refieren que han llegado a tener conocimiento que en el juicio signado con el número 0062-2008,
que se tramita en el juzgado tercero de lo civil del Cañar, en el que intervienen los cónyuges Manuel
Verdugo Verdugo y Elia Enith Guevara Larreátegui, por una parte, y los cónyuges Miguel Antonio
Escobar Vega y Martha Grimanesa Verdugo Coronel, como parte contendiente, se ha emitido una
providencia el 22 de enero del 2014 en la que el juez dispone la entrega material de tres inmuebles,
que han sido materia del litigio, a los cónyuges Miguel Antonio Escobar Vega y Martha Grimanesa
Verdugo Coronel, cuyos linderos y dimensiones constan en el escrito de demanda, el título
escriturario y los informes periciales dados en ese juicio, diligencia que se comisiona al señor
Intendente de Policía de la provincia del Cañar para que, acompañado de una dotación policial,
cumpla con dicha entrega. Sostienen que uno de esos cuerpos de terreno es el que están poseyendo
como señores y dueños y dentro de los linderos actuales que han dado con toda precisión. Anotan
que de desalojarles de ese predio, del que ya no están en posesión los cónyuges Manuel Verdugo
Verdugo y Elia Enith Guevara Larreátegui desde hace muchísimo tiempo, en la forma que ordena el
señor juez tercero de lo civil del Cañar, se estaría dando margen a un despojo violento que se
menciona en el artículo 972 del Código Civil, a un palmario allanamiento de domicilio y, lo que es
más grave, a un despojo judicial que se menciona en el artículo 692 del Código de Procedimiento
Civil, con las consecuencias que se dan para el caso en la sección 31 del título 2, libro 2 del Código de
Procedimiento Civil, en íntima relación con la parte pertinente del Código Orgánico de la Función
Judicial. Por lo expuesto, dicen, fundados en lo que se dispone en el artículo 960 y en el 962 del
Código Civil, toda vez que no sólo están en posesión un año sino un tiempo extremadamente mayor,
en la vía verbal sumaria que es la que se determina en el artículo 680 del Código de Procedimiento
Civil, con las modificaciones que se dan en el parágrafo 2 de la sección 11 del título 2, libro 2, ibídem,
demandan a los cónyuges señores MIGUEL ANTONIO ESCOBAR VEGA Y MARTHA GRIMANESA
VERDUGO CORONEL el amparo en la posesión de la raíz descrita pidiendo que así se resuelva,
definitivamente, en sentencia y con la consiguiente condena en costas en caso de oposición. Fijan la
cuantía en 40.000 dólares. Piden que se mande a inscribir esta demanda en el Registro de la
Propiedad del cantón Cañar a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 1000 del Código
de Procedimiento Civil. Han pedido que a los demandados se les cite por medio de la prensa, en la
forma determinada en el artículo 82 del Código Adjetivo Civil. Señalan la casilla judicial y correo
electrónico para recibir notificaciones que les correspondan y concluyen autorizando a su abogado
defensor para que les patrocine en la presente causa. Admitida a trámite la demanda, con auto de
fecha 27 de febrero del 2014, se la califica ordenándose citar a los demandados por medio de la
prensa e inscribirla en el Registro de la Propiedad del cantón Cañar. Con el juramento previo de la
parte actora se ha dispuesto que a los demandados se les cite por la prensa, lo que sucede mediante
publicaciones hechas en el diario La Portada los días 14, 17 y 18 de marzo del 2014, fojas 10, 11 y 12.
La inscripción de la demanda en el Registro de la Propiedad del cantón Cañar ha tenido lugar en
fecha 13 de marzo del 2014 y bajo el número 27. Los demandados no comparecen a juicio. Con
providencia de fecha 19 de mayo del 2014 se fija para el día 28 de mayo del 2014, a las 09h00, como
fecha para que se lleve a cabo la Audiencia de Conciliación. Ésta se lleva a cabo en la fecha y hora
referidas y a la misma acuden el actor y su abogado defensor quien ofrece poder o ratificación de la
actora, sin la comparecencia de los demandados ni abogado defensor. Conforme a ley, la no
comparecencia y, por tanto, la falta de contestación de la parte demandada se ha interpretado como
negativa simple de los fundamentos de la demanda y con esta excepción se ha declarado trabada la
litis. A su vez, la parte actora acusa la rebeldía de la parte demandada para efectos de la condena en
costas y que se tenga como indicio de mala fe al tiempo se solicitar la apertura de la causa a prueba
y por el término de ley. Por así disponerlo la ley, se abre la causa a prueba y por el término de seis
días. En la etapa probatoria la parte actora ha articulado como pruebas a su favor lo que sigue: todo
lo que de autos les sea favorable; la inspección judicial; y, las declaraciones de José Laudelino Cruz
Siguencia, José Ambrocio Nieto Santander, María Dolores Pomavilla Vásquez y Ángel Hernán
Verdugo Espinoza. La parte demandada no aporta prueba alguna. Concluida la fase de pruebas se ha
decretado su cierre, se han pedido autos para sentencia facultando a las partes a presentar sus
informes en derecho. Sólo lo ha hecho la parte demandante con su escrito de fecha 16 de octubre
del 2014. Por todo ello, el estado del proceso es el de resolverlo y para lo cual se considera:
PRIMERO.- En el desarrollo de la presente contienda se han observado todas las solemnidades
previstas en la ley, sin que se haya omitido ninguna, por lo que se declara su validez. SEGUNDO.- La
Constitución de la República en su artículo 76, numeral 7, literal l) nos enseña que “Las resoluciones
de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho”. De su parte, el Código de Procedimiento Civil, en su artículo
113 determina que “Es obligación del actor probar los hechos que ha propuesto afirmativamente en
el juicio y que ha negado el reo –demandado-”. Asimismo, en el artículo 114 ibídem se consagra que
“Cada parte está obligada a probar los hechos que alega, excepto los que se presumen conforme a
ley”. En cambio, el artículo 115 reza que “La prueba deberá ser apreciada en conjunto, de acuerdo
con las reglas de la sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustantiva para
la existencia o validez de ciertos actos. El juez tendrá la obligación de expresar en su resolución la
valoración de todas las pruebas producidas”. TERCERO.- La parte accionante fundamenta su
demanda en el hecho de que desde hace unos 18 años ha estado en posesión del predio que
describe en el libelo de su demanda, con la cabida y linderos referidos “del que ya no están en
posesión los cónyuges Manuel Verdugo Verdugo y Elia Enith Guevara Larreátegui desde hace
muchísimo tiempo…” lo cual, inclusive, se contradice con la propia documentación anexada por los
actores a fojas 54 vuelta y 55 vuelta de donde se extrae que en el año 2000 quienes están en
posesión son éstos y no los accionantes. O sea que la posesión que alegan refiere a un cuerpo de
terreno que se disputan los aquí demandados con los cónyuges Verdugo-Guevara en el juicio
número 0062-2008 que se tramita en el juzgado tercero de lo civil del cantón Cañar en el cual, con
decreto de fecha 22 de enero del 2014 se dispone que “cumplido como se encuentra lo dispuesto en
providencia de fecha 27 de agosto del 2013, las 11H11; y por cuanto hasta la presente fecha los
vencidos con la reivindicación Manuel Verdugo Verdugo y Elia Enith Guevara Larreátegui no han
procedido a entregar a los actores los lotes de terreno dispuesto en sentencia, se DISPONE se
proceda con la ENTREGA MATERIAL a favor de los señores MIGUEL ANTONIO ESCOBAR VEGA Y
MARTHA GRIMANESA VERDUGO CORONEL los 3 inmuebles materia de litigio, mismos que se
encuentran ubicados en el sector denominado Tiopamba de la ciudad de Cañar, cuyos linderos y
dimensiones constan determinados en el escrito de la demanda, el título escriturario respectivo y los
informes periciales. El cumplimiento de esta diligencia se comisiona al señor Intendente General de
Policía de la Provincia del Cañar, quien además a fin de garantizar la paz y tranquilidad en el
cumplimiento de la misma, lo hará en compañía de un considerable número de agentes policiales en
virtud de la rebeldía de la parte contraria. Se advierte a los vencidos la obligación de desalojar los
inmuebles que se encuentran en posesión retirando todos los bienes que sean de su exclusiva
propiedad hasta antes de la entrega material, en caso de incumplimiento en dicha diligencia se
procederá con el retiro y desalojo de dichos bienes toda vez que han sido advertidos por múltiples
ocasiones de proceder con dicha entrega. Para el cabal cumplimiento de lo dispuesto ofíciese en
debida forma al Señor Intendente General de Policía de la Provincia del Cañar con copias
debidamente certificadas de las piezas procesales enunciadas y cuantas más sean necesarias para su
conocimiento y cumplimiento. Dicha autoridad con la facilidad que brinde la parte solicitante sabrá
disponer el acompañamiento policial por tener dicha facultad. Cumplida la diligencia se informará a
esta autoridad. De otro lado como se encuentran canceladas las mejoras útiles dispuestas en
sentencia, se pone a disposición de los -vencidos- para que lo puedan retirar y disponer de forma
inmediata del juzgado”. Queda claro, entonces, que el atentado a la posesión, que dicen ostentar los
demandantes, no existe puesto que no se trata sino de una entrega material de bienes de los
vencidos Manuel Verdugo Verdugo y Elia Enith Guevara Larreátegui (padres del actor Ángel Edy
Verdugo Guevara, conforme se desprende de la cédula de identidad que corre del proceso y suegros
de la actora Mirian Teresa Velásquez Cruz) a los vencedores Miguel Antonio Escobar Vega y Martha
Grimanesa Verdugo Coronel en el referido juicio. Lo que asoma, con esta causa, es que a cualquier
costa se pretende incumplir con el fallo dictado en el proceso en el cual se disputa este terreno, cuya
obligación de entregarlo surge como resultado de la sentencia dictada en el mismo con la
consiguiente condena de restituirlo a los verdaderos dueños no poseedores en contra de los
poseedores no dueños ya que los derechos de los titulares del dominio no han prescrito pues no hay
otra explicación para entender que a pesar de ostentar posesión de “unos 18 años” no hayan
prescrito a su favor dicho bien raíz o será, justamente, que carecen de dicha prerrogativa en los
términos de las normas civiles que, para el efecto, existen: posesión ininterrumpida, tranquila,
pacífica, pública, con ánimo de señores y dueños, realizando actos a los que sólo el dominio da
derecho, etc. No en términos tales que impida el ejercicio del derecho de prescribirla como cuando
la posesión se torna clandestina, violenta, interrumpida lo que deviene en una posesión viciosa a la
que castiga la ley negándole el derecho de ganarla por prescripción que es el atributo primordial de
la posesión. Para el caso, recuérdese que “Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o
por sus agentes, y que se ejecute con su consentimiento, o que después de ejecutada se ratifique,
expresa o tácitamente”, artículo 727, inciso 2 del Código Civil. A más de lo dicho, téngase presente
que “Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de un año
completo, CONTADO DESDE EL ACTO DE MOLESTIA O EMBARAZO INFERIDO A ELLA”, inciso 2 del
artículo 964 del Código Civil. Vale la pregunta, cuáles han sido los actos de molestia o embarazo
inferidos por los demandados en contra de los actores como para exigir de la justicia el amparo en su
posesión. Ni se describen en la demanda ni menos, obviamente, se prueban en el decurso del
proceso. Lo que existe es una orden judicial de entrega material de bienes raíces reivindicados en
sentencia que pretende ser ignorada y desobedecida por los que aparecen en esta causa como
demandantes. A su vez, si los demandados no han comparecido a juicio, omitiendo su deber de
concurrir a la diligencia de Audiencia de Conciliación y contestar la demanda, conforme al artículo
103 del Código Adjetivo Civil, su falta de contestación ha sido interpretada como negativa simple de
los fundamentos de la demanda y con esta excepción se declaró trabada la litis, excepción que, a su
vez, puede subsumirse en la excepción de ser falso el atentado contra la posesión, tal como lo regula
la última parte del artículo 689 del Código de Procedimiento Civil entre las excepciones que podían
deducir los demandados. CUARTO.- En este contexto, el artículo 121 del Código de Procedimiento
Civil nos enseña que “Las pruebas consisten en confesión de parte, instrumentos públicos o
privados, declaraciones de testigos, inspección judicial y dictamen de peritos o intérpretes”. A esto
habría que añadir que, según el artículo 1715 del Código Civil, “Incumbe probar las obligaciones o su
extinción al que alega aquellas o ésta. Las pruebas consisten en instrumentos públicos o privados,
testigos, PRESUNCIONES, confesión de parte, JURAMENTO DEFERIDO, inspección personal del juez y
dictamen de peritos o de intérpretes”. Además, lo que se ha dispuesto con el auto de fecha 22 de
enero del 2014, dictado por el señor Juez Tercero de lo Civil, no es sino el ejercicio de la potestad
jurisdiccional concebida, según el artículo 1 del Código de Procedimiento Civil, como “La jurisdicción,
esto es, el poder de administrar justicia, consiste en la potestad pública de juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado en una materia determinada, potestad que corresponde a los tribunales y jueces
establecidos por las leyes”, lo que se confirma con el precepto del artículo 302 del mismo cuerpo de
leyes por el que “La ejecución de la sentencia corresponde, en todo caso, a la jueza o al juez de
primera instancia, sin consideración de la cuantía”. Asimismo, el artículo 150 del Código Orgánico de
la Función Judicial determina que “La jurisdicción consiste en la potestad pública de juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado, potestad que corresponde a las juezas y jueces establecidos por la Constitución
y las leyes, y que se ejerce según las reglas de la competencia”. Aparte de lo dicho, recuérdese
también el contenido de los artículos 933 y 962 del Código Civil que, en su orden, nos revelan que
“La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está
en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsele” y de que “No podrá
proponer acción posesoria sino el que ha estado en posesión tranquila y no interrumpida un año
completo…”. Entonces, de qué posesión tranquila pueden hablar los demandantes si el predio
materia de la litis ha sido el escenario de la causa de reivindicación que se tramita en el juzgado
tercero de lo civil del cantón Cañar, desde el año 2008 y con el número 0062. En suma, diríase que
no atenta contra la posesión quien actúa en cumplimiento de una orden legítima y expresa de
autoridad competente o de un deber legal. Entonces, de autos no aparecen, por decirlo de alguna
manera, probados suficientemente los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda y, por
ende, la exigencia legal de amparar en la posesión a los actores. Por las consideraciones que
anteceden, y sin adentrarnos en otros detalles pues no hay razón para ello, el suscrito Juez de la
Unidad Judicial Multicompetente Segunda Civil del Cañar “ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA”, declara sin lugar la demanda de amparo posesorio propuesta por los cónyuges señores
ÁNGEL EDY VERDUGO GUEVA RA Y MIRIAN TERESA VELÁSQUEZ CRUZ en contra de los demandados
MIGUEL ANTONIO ESCOBAR VEGA Y MARTHA GRIMANESA VERDUGO CORONEL por improcedente.
Sin costas, ni honorarios que regular. NOTIFIQUESE…” (Amparo Posesorio, 2014)

Referencia Bibliográfica

Amparo Posesorio, 1833420090203U (Unidad Judicial Civil con sede en el cantón Ambato 10 de

09 de 2010).

Amparo Posesorio, 0333220140274 (Unidad Judicial Civil con sede en el cantón Cañar, Provincia

del Cañar 27{ de 11 de 2014).

Cabanellas de Torres, G. (1846). Diccionario Jurídico Elemental. Buenos Aires: Emilio Perrot.

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