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Guardado en: Azar, Bolsa, Confundidos por el azar, Libros, Nassim Taleb, Probabilidad
— Babalum @ 12:02 am
Un buen día Nero Tulip presencia una escena protagonizada por un joven treintañero
que después de saltarse todas las normas de tráfico, deja su Porsche en doble fila en la
puerta del impresionante edificio de la bolsa de Chicago, siendo éste conducido
seguidamente al parking subterráneo por un elegante aparcacoches uniformado. En ese
mismo instante Nero Tulip tiene una visión que le atraviesa como un rayo y decide
cambiar su vida. Abandona lo que prometía ser una aburrida carrera en el mundo
académico por el mundo de la bolsa.
Dicho y hecho. Nero encuentra una plaza de aprendiz en la bolsa de Chicago y poco a
poco va ascendiendo por distintos escalafones desde agente de bolsa hasta operar en su
propia empresa de inversión.
Quince años después del episodio con el treintañero, Nero es capaz de tomar decisiones
que implican cientos de millones de dólares en un abrir y cerrar de ojos y está encantado
con la emoción y aventura que le proporciona su profesión.
No obstante, Nero no es ni de lejos tan rico como otros de sus colegas. Su estilo de
inversión se podría calificar como conservador. No utiliza jamás estrategias de alto
riesgo y jamás se expone a perder más de un millón de dólares por muy minúscula que
sea la probabilidad de que eso ocurra. Para él eso significaría volver al insoportable
tedio universitario al cual no quiere volver bajo ningún concepto.
En más de una ocasión durante esos años, Nero ha visto como los fondos de inversión
asignados a su cuenta eran recortados a favor de otros compañeros que obtenían
rendimientos muy superiores con estrategias de mayor riesgo.
Otro de los motivos por los cuales Nero no es tan rico como sería de esperar es que
nunca juega con sus ahorros. Sus ahorros están invertidos en bonos del tesoro. Su
pequeña fortuna no está basada en acciones que han doblado su valor y
consecuentemente ésta tampoco está a merced de un desplome de los mercados.
Nero estaba satisfecho, su trabajo le dejaba tiempo para sus aficiones y cuando llegara
el momento tenía garantizado un retiro sin tener que sacrificar su estilo de vida. Todo
hubiese sido perfecto si no hubiese sido por su vecino John.
John vivía justo enfrente de Nero en una casa mucho más grande que la suya y poseía
varios coches de lujo. Se dedicaba a la bolsa igual que Nero pero invertía en productos
de alto riesgo.
Cada día Nero estaba expuesto a los insultantes lujos de su vecino y al mismo tiempo
iban creciendo sus sentimientos de envidia. Su mayor error fue entablar conversación
con John, ya que a partir de aquel día aumentó su sensación de ser menospreciado por
aquél vecino.
Lo que más inquietaba a Nero era que John no brillaba precisamente por su cultura ni
por su inteligencia pero sus ingresos anuales debían superar en varios múltiplos los
suyos.
• Ganar 70.000 USD al año en un entorno donde la mayoría gana 60.000 USD.
• Ganar 80.000 USD al año en un entorno donde la mayoría gana 90.000 USD.
La mayoría de gente elige la primera opción a pesar de ser el segundo salario superior al
primero.
Para tranquilizarse, Nero solía pensar que John simplemente había tenido suerte y que
en su gran ignorancia no sabía que la mayoría de veces lo que se debe al azar suele
llevárselo el siguiente golpe de mala suerte que acecha a la vuelta de la esquina.
Pobrecito.
Mientras tanto John pensaba que su vecino era un snob intelectual y un perdedor.
Transcurrieron algunos años y un buen día al salir de casa Nero Tulip vio a su vecino
abatido en su jardín. No llevaba su habitual traje y por su postura y movimientos Nero
supo al instante que había sido despedido. John había perdido todo lo que poseía y a
ojos de Nero el destino le había devuelto al lugar al que pertenecía.
Nero no pudo evitar una leve y malsana alegría aunque ante todo sintió que sus teorías
acerca del azar eran confirmadas. Nunca más, se prometió, sentiría envidia ante
energúmenos engreídos simplemente porque no conocían la estructura de lo aleatorio y
de los ciclos del mercado.
¿Se puede juzgar a una persona sólo en base a su riqueza o resultados? Algunas veces
quizás, pero no siempre. Veremos más adelante que el éxito de una gran mayoría de
ejecutivos no es en esencia diferente que dardos lanzados al azar.
No obstante, éstos casi nunca son conscientes del papel que juega el azar en sus vidas.
Es más, el éxito hace que se comporten como si lo merecieran. Se les nota en sus
posturas, sus movimientos, en la voz, en su serenidad, autoconfianza y credibilidad.
Gracias a estos signos de éxito estas personas son percibidas como líderes y parece ser
que, según teorías evolucionistas, éste tipo de comportamiento está relacionado con las
ventajas del macho “alpha” en el apareamiento.
El ciclo se retroalimenta y continúa hasta que un día la fortuna les abandona y se inicia
el ciclo contrario.
Comparemos el caso de un dentista que se gana la vida con cierta holgura con el caso de
alguien que vive a todo lujo gracias a que le ha tocado la lotería.
La Ruleta Rusa
Pudiéramos ilustrar el concepto de historias alternativas imaginando que un excéntrico
nos ofrece $ 10 millones por jugar a la ruleta rusa. Si el revolver tiene capacidad para
seis balas, cada disparo se contará como una historia (de seis posibles con la misma
probabilidad) cinco de las cuales conducen a la riqueza y sólo una a la muerte. Ganar
significa obtener la admiración de todos, pero, a qué costo. Consecuentemente, teniendo
en cuenta las historias alternativas, $10 millones obtenidos mediante el juego no tienen
el mismo valor que $10 millones obtenidos mediante el trabajo, pues su dependencia
desigual de la aleatoriedad los distingue cualitativamente. No obstante, durante mis 15
años en Wall Street, he visto que el público observa los aspectos externos de la riqueza
sin vislumbrar la fuente (a esta fuente le llamamos el generador).
La década de 1990 fue testigo de la llegada de gente más interesante y con mejor
formación. Esto amenizó considerablemente las salas de bolsa. Llegaron aviones enteros
de científicos, principalmente físicos, algunos incluso con mucho éxito en sus
respectivos campos de investigación.
Claramente, mis ideas y lenguaje puede resultarle hasta ofensivo a los que se consideran
“hombres duros” en los negocios.
La historia del contraste entre Kenny y Jean-Patrice no es única. Pero, cuídense los
“hombres duros” ; el cementerio de los mercados está desproporcionadamente lleno de
“hombres duros”.
George Will No es Solon: Sobre Verdades Contra-intuitivas
Humillado en Debates
Nuestro cerebro no está preparado para entender las probabilidades de forma intuitiva,
pero destaco que cada vez que he sido humillado en público por un periodista con
argumentos fáciles, yo terminaba (más tarde) teniendo la razón. Sé que los argumentos
deben ser simplificados; pero a veces se confunden las ideas complejas que no pueden
ser simplificadas por falta de preparación. Tengo anécdotas de que los MBAs acaban
fracasando en los mercados financieros porque no han sido entrenados para los
argumentos altamente probabilísticos.
Evaluador de riesgos
Las herramientas
Los Métodos de Monte Carlo surgieron durante el proyecto norteamericano de creación
de la bomba atómica y se popularizaron en los círculos financieros en la década de
1980.
Este proceso se repite cientos o miles de veces y de ese modo generamos un alto
número de historias alternativas que podrían haber ocurrido. Esto nos permite estudiar
no solamente los resultados finales y su probabilidad, sino también cuál sería la
situación al cabo de 1 hora o 2 horas de juego y que influencia tienen en el resultado
final.
Estas técnicas se pueden utilizar para casi todas las situaciones donde la aleatoriedad o
las probabilidades juegan un papel relevante. Desde decisiones empresariales,
financieras, de evaluación de riesgos hasta juegos de azar o decisiones personales.
A principio de los 90, comencé a interesarme por los Métodos de Monte Carlo, lo que
me llevó a sentirme como Demiurgo, generando la historia. Puede ser electrizante
generar historias virtuales y observar la dispersión de los resultados. Tengo la suerte de
que mi profesión me deja casi el 95 % del tiempo libre para reflexionar en mi bien
equipado ático con la computadora, que me permite generar millones de historias
alternativas por minuto y resolver las más desconcertantes ecuaciones con un mínimo de
esfuerzo.
Sin embargo resultaba que algunos de los que operaban con opciones mostraron un
notable poder de supervivencia, ya que podían comprar seguros contra la quiebra, lo que
les permitió evitar que los malos resultados de un día acabasen con sus carreras.
DENIGRACION DE LA HISTORIA
La sabiduría que encontré en la literatura clásica, como por ejemplo en la historia de
Solon, me condujeron a dedicar muchísimo tiempo a ésta. Sin embargo, los humanos no
aprendemos de manera natural de las enseñanzas de la historia, como lo demuestra la
repetición interminable de idénticos períodos de auge y de crisis que ocurren en los
mercados actuales.
Este punto ha sido estudiado en profundidad por Daniel Kahneman y Amos Tversky.
Por alguna razón todo el respeto que podamos sentir por la historia no se refleja en en el
tratamiento que le damos al presente.
Mi SOLON
Otra razón para estar obsesionado con la advertencia de Solon es que la historia de mi
familia está plagada de altibajos y de ejemplos de extrema opulencia que alternaban con
situaciones de penuria.
Existe un importante aspecto, nada trivial, del pensamiento histórico, que tal vez sea el
más aplicable a la bolsa: A diferencia de las ciencias “duras”, en la historia no es
posible la experimentación. Sin embargo, la historia es lo suficientemente rica para
brindarnos, a la corta o a la larga, la mayoría de los escenarios posibles. La historia y el
Método de Monte Carlo nos enseñan que aquellos que a pesar de su capacidades no
tuvieron suerte en algún momento de sus vidas eventualmente mejoran, mientras que los
estúpidos que sí tuvieron esa suerte, terminan siendo situados donde lo merecen.
De hecho existen estudios que concluyen que más del 80% de la gente a la que le ha
tocado algún premio importante en la lotería o en otros juegos de azar, lo han vuelto a
perder todo al cabo de un tiempo de entre 6 meses y 5 años.
LA REDUX DE SHILLER
La mayoría de las ideas acerca del impacto negativo global de la información sobre la
sociedad fueron expuestas por Robert Shiller en su artículo publicado en 1981 sobre la
volatilidad de los mercados y que fue el primero en brindar un análisis
matemáticamente formulado sobre el tema. Shiller estableció que si el precio es el valor
estimado de “algo”, entonces los precios del mercado se hacen muy volátiles en relación
con las manifestaciones tangibles de ese “algo”, oscilando más que lo que se supone han
de reflejar. El diferencial entre las volatilidades de los precios respecto a la información
real demostraba que algo no funcionaba en la teoría de “expectativas racionales”
clásica, por lo que Shiller concluyó que los mercados no son tan eficientes como
establece la teoría financiera. La crítica principal contra Shiller provino de Robert C.
Merton, un defensor de la teoría financiera oficial de la eficiencia de los mercados.
¡Increíblemente, más tarde Merton inició un fondo dirigido a aprovechar las ventajas de
las ineficiencias del mercado!
GERONTOCRACIA
La preferencia por el pensamiento destilado implica, a diferencia de la práctica
comúnmente empleada en Wall Street, a favorecer a los inversores y operadores de
bolsa mayores frente a los jóvenes. El Método de Monte Carlo nos permite ver las
ventajas de seleccionar los agentes de bolsa expertos, con la condición de que ellos
hayan “sobrevivido”. Esto se debe simplemente a que los mayores han estado expuestos
un tiempo mayor a los eventos anómalos y pueden ser más resistentes a éstos.
Philostratus en MonteCarlo: Sobre la Diferencia entre ruido e
Información
Según Philostratus: Los dioses perciben el futuro, la gente ordinaria el presente, pero el
sabio percibe lo que está a punto de ocurrir.
Se podría también decir: El hombre sabio escucha el significado, el común sólo el ruido.
Pero, ¿cómo explicar, con la menor cantidad de matemática posible, la diferencia entre
ruido y significado, y mostrar por qué el intervalo de tiempo considerado es importante
al juzgar un evento?
Bien, en principio la intuición nos diría que nos gustaría estar en el papel de nuestro
inversor imaginario el cual consigue ganar seguro en un 93% de los casos.
Veamos porque:
Un examen minuto a minuto de los resultados significa que cada día (asumiendo ocho
horas por día) tendremos 241 minutos placenteros contra 239 no placenteros, lo que es
emocionalmente negativo. Sobretodo si tenemos en cuenta lo que indican algunos
estudios sobre el impacto mucho mayor que tienen los momentos negativos comparado
con los positivos.
Contrariamente, si revisamos los resultados sólo una vez por mes, el 67% de ellos
mostrarán resultados favorables y sólo experimentaremos cuatro momentos
desagradables, contra ocho agradables, por año.
Visto desde otro ángulo, si tomamos la relación entre lo que podemos llamar ruido
sobre lo que no es ruido, sucede que durante un mes esta relación es solamente de 2.32,
mientras que en una hora alcanza el valor de 30. En conclusión, los períodos cortos
amplifican enormemente el efecto del ruido.
Esto explica por qué es mejor leer The Economist los sábados que el Periódico de Wall
Street cada mañana y, por qué aquellos que se obsesionan con estar constantemente
pendientes de mínimas fluctuaciones acaban fracasando o bien por reaccionar ante ellas
cambiando constantemente su estrategia inicial o porque no aguantan la constante
exposición a un número tan alto de experiencias negativas.
Nota adicional de Babalum: He intentado buscar algún ejemplo más intuitivo y menos
matemático que el que nos ofrece Nassim Taleb en su libro. Aunque un poco rebuscado
creo que puede servir lo siguiente:
Cuanto más tiempo dejemos transcurrir entre las mediciones más claro veremos que la
botella avanza en su camino. No obstante si empezamos a medir demasiado
frecuentemente empezaremos a tener dudas. La botella estará recorriendo cada curva del
tortuoso trazado del río y habrá etapas enteras donde casi no reducirá su distancia
respecto a la costa. Incluso puede que retroceda.
Si además nuestros ahorros dependieran de que la botella se dirija hasta el mar, una
observación segundo a segundo seguro que nos agotaría emocionalmente!
Desde entonces se ha hecho cada vez más clara la diferencia entre escritos científicos y
literarios. Estos últimos tienen la licencia de utilizar el lenguaje de forma ambigua, poco
preciso, apartarse del razonamiento lógico en aras de lograr un efecto estético o
emocionar a los lectores.
Por desgracia existe una tercera clase de escritores seudo-científicos que utilizan el
lenguaje científico de forma literaria y acaban creando obras sin sentido que parecen
fruto de procesos aleatorios. Estos emplean términos rimbombantes, como “principio de
incertidumbre”, “Universos Paralelos”, incluso fuera de contexto o, como es frecuente,
con un significado exactamente opuesto al que realmente poseen.
Según el test de Turing, una computadora puede considerarse inteligente si ella puede
engañar a un humano, haciéndose pasar por humana. Consecuentemente el test inverso
de Turing sería el siguiente: un humano puede considerarse no inteligente si podemos
generar un discurso con una computadora, la cual sabemos que no es inteligente, y
engañar a otro humano haciendo pasar el escrito de la computadora por el del primer
humano.
Ni siquiera un simulador de Monte Carlo podría parecer tan aleatorio como este
pensador. Sin embargo, el pensamiento Hegeliano es generalmente considerado como
una aproximación científica a la historia y hasta dio lugar al surgimiento de una
corriente denominada pensamiento neo-Hegeliano. Estos “pensadores” deberían recibir
un curso de avanzado sobre teoría del muestreo estadístico antes de ponerse a filosofar.
Suena incluso mas poetico en el francés original: “Les cadavres exquis boiront le vin
nouveau”
No importa cómo haya sido creada una frase si ella es capaz de llenar nuestras
necesidades estéticas. Independientemente de si la frase es creada por un simulador, o
cantada por un poeta, el lenguaje tiene el poder de darnos placer, y examinar su valides
intelectual, sometiéndolo a las reglas de la lógica, lo privaría en distintos grados de este
poder. Un argumento convincente del papel del lenguaje es la existencia de lenguas
sagradas que aún subsisten. Se puede probar que a partir de la traducción de los
servicios y liturgias, del latín a los idiomas vernáculos, por la Iglesia Católica,
decayeron las creencias religiosas, pues fueron sometidas a las reglas científicas e
intelectuales sin considerar la estética.
¿Qué tiene esto que ver con un libro sobre aleatoriedad? Es fácil ver que lo que nos hace
vivir no es lo racional que llevamos dentro, que no necesitamos ser racionales cuando se
trata de los detalles de nuestra vida diaria, sino sólo en aquellas cuestiones que pueden
dañarnos y amenazar nuestra existencia.
Solía encontrarme con Carlos en muchas fiestas neoyorkinas, donde aprovechaba para
preguntarle sobre la compra venta de bonos de mercados emergentes. El término
mercado emergente es empleado para definir un país en desarrollo, y los bonos son
instrumentos financieros emitidos por sus gobiernos, fundamentalmente Rusia, Méjico,
etc.
Estos bonos se comercializaron por centavos cuando a estos gobiernos no les iba bien,
lo que atrajo fuertemente a los inversores, y cuando estos bonos se pusieron en boga,
pasaron del centavo al dólar, dando lugar a jugosas ganancias.
Tenía los ingredientes exactos para el éxito, pues además de sus conocimientos, parecía
serio y era educado, así que se convirtió en una referencia en la comunidad de
operadores de bolsa del mercado emergente, siendo promovido una y otra vez hasta
convertirse en el jefe de su sección al tiempo que logró una ampliar su capital asignado.
Una ojeada a los bonos de los mercados emergentes desde que Carlos se involucró en
ellos, hasta su último talón de paga extraordinaria en diciembre de 1997, muestra una
línea ascendente, con pequeños rizos ocasionales, como la devaluación mejicana de
1995, seguida por una reanimación extensa.
Fue el verano de 1998 el que deshizo a Carlos- esta última bajada no fue seguida de una
reanimación. Su expediente hoy incluye un sólo mal momento - pero por desgracia uno
malo de verdad. Había ganado cerca de $80 millones acumulados en sus años
anteriores, pero perdió $300 millones en sólo un verano.
¿Qué sucedió?
PROMEDIANDO
Cuando el Mercado comenzó a caer, Carlos acumuló más bonos rusos, a un promedio
de $52. Esta era su característica, promediar. Hacia fines de junio, sus ingresos para
1998 habían caído de cerca de $60 millones a unos $20 millones. Esto le molestaba,
pero según sus cálculos durante la recuperación, sus ingresos quedarían sobre los $100
millones. Pensaba que era imposible que estos bonos pudieran bajar de los $48.
Pero vino julio y los bonos cayeron a $43 y, aunque se hundía lentamente, continuó sus
apuestas asegurando que Rusia no bajaría más. Decía que estos bonos estaban ya cerca
de su valor por defecto, de modo que cuando Rusia pagara sus deudas, se revalorizarían
rápidamente.
NAUFRAGIO
El Mercado continuó naufragando y a mediado de agosto el precio de los bonos era $20
y Carlos comenzaba a perder su serenidad. Hacia finales de agosto los bonos rusos se
cotizaban ya a $10 y su fondos se habían reducido casi a la mitad, fue despedido y lo
mismo sucedió a su superior. Hasta el presidente del banco fue degradado a un puesto
de menor importancia.
A pesar de que el gobierno ruso engañó al FMI, los precios de los bonos no habían sido
adulterados. Lo que sucede es que esta situación requería más conocimientos que los
que Carlos tenía. Un veterano operador comentó: “Esta es la dinámica del mercado” Si
la historia hubiese acabado de forma diferente, eso tampoco hubiese probado que Carlos
fuese un buen inversor de bolsa, pues no era así.
En ocasiones los más ricos inversores son los peores inversores. A esto le llamaré el
“problema de la intersección” En cualquier momento los inversores de bolsa de mas
ricos provienen principalmente del subconjunto de todos los inversores cuyo estilo
casualmente coincide con las características necesarias para tener éxito en el ciclo más
reciente.
No podría considerársele inteligente, pero sí con un buen sentido del negocio. Estaba
enrolado fundamentalmente en una actividad llamada operaciones de alto rendimiento,
consistente en la adquisición de bonos baratos con un rendimiento de, digamos un 10%,
mientras su organización obtenía préstamos al 5.5%. Esto le permitía ganar unos
ingresos netos de un 4.5%.
Llegó a juntar un capital por encima de unos $3 billones de dólares. Además reducía su
riesgos a cambios en las tasas de interés vendiendo bonos del gobierno a futuro,
limitando su riesgo al diferencial entre estos dos indicadores. Esta estrategia le permitía
sentirse protegido.
Su fortuna personal de $1 millón a los 32 años, excedía los $16 millones a los 35.
Gracias a las influencias (i.e., el uso de préstamos), mantuvo un portafolio de $50
millones involucrado en sus transacciones.
Pero sólo necesitó unos pocos días para que sus millones se volvieran nada y John, al
mismo tiempo, perdiera su empleo, durante el verano de 1998, con la caída del valor de
los bonos de alto rendimiento. John estaba enfadado con Henry por no haber deducido
esta posibilidad. ¿Cómo pudo ocurrir esto con un expediente como el suyo, con un
equipo de asesores y los beneficios de una matemática sofisticada? ¿Sería debido a que
quizás él se olvidó del azar?
Rasgos comunes
No todos los inversores en bonos de mercados emergentes o de alto rendimiento, se
comportan y hablan como si estuviesen por encima del bien y del mal como hacían
Carlos y John. Sólo los más exitosos de ellos. Ellos tienen en común los rasgos del
triunfador engañado por el azar. No obstante es todavía más preocupante cuando sus
jefes y empleadores comparten los mismos rasgos.
Falsamente pensamos que los operadores hacen dinero porque son buenos, cuando lo
real es que los consideramos buenos porque hacen dinero. Tanto Carlos como John se
beneficiaron de un ciclo burátil en que sus características eran las adecuadas para el
éxito.
Por desgracia está arraigado en la creencia popular que la evolución significa progreso
continuo y que la naturaleza no da saltos: “natura no facit saltus”. La realidad, no
obstante, es otra y la historia está repleta de ejemplos.
Una característica perversa de la aleatoriedad es que mientras más tiempo transcurra sin
encontrarse el animal con el evento raro, más vulnerable será a éste. Por algún efecto de
la estructura de la aleatoriedad, alguien que es un puro perdedor a la larga y por ende
incapaz de sobrevivir, puede presentar un alto grado de éxito a corto plazo.
Solon parece haber llegado a esta idea; pero trate de explicarle esto a un ingenuo
hombre de negocios Darwinista o a su rico vecino de enfrente.
Por muy trivial que parezca éste ejemplo (seguramente muchos de los lectores se lo
parecerá) los conceptos subyacentes distan de ser aplicados en muchas ocasiones
incluso por profesionales en bolsa. Parece un caso de aquellos en los que la teoría es
conocida, pero no se ha interiorizado y consecuentemente tampoco se aplica con
naturalidad. Posiblemente estamos condicionados porque los casos más cercanos que
conocemos en los que influyen probabilidades y retornos son simétricos, por ejemplo al
tirar una moneda al aire.
ALCISTA O BAJISTA
Los términos alcista y bajista son utilizados de forma muy frecuente en bolsa, pero en
realidad no son aplicables al mundo de la aleatoriedad, sobre todo si está presente la
asimetría. Cuando en una ocasión me preguntaron, en estos momentos ¿eres alcista o
bajista?, respondí que esto no era absoluto. Mi opinión era que lo más probable era que
la bolsa subiese y por lo tanto “yo sería alcista”, pero al mismo tiempo había estado
vendiendo a corto (operación que permite beneficiarse de las bajadas en bolsa) y por lo
tanto estaba actuando como “bajista”. Como puede ser esto? El motivo es que los
conceptos “alcista” o “bajista” son inapropiados.
EVENTOS RAROS
Mi vida como operador ha sido la de “las apuestas asimétricas”, esto es, trato de
beneficiarme de los eventos raros, que no se repiten con frecuencia, pero que,
correspondientemente, dan lugar a un grandes ganancias cuando ocurren. Trato de hacer
dinero lo menos frecuentemente posible, pues mientras más raro es el evento, más
devaluado será su precio. ¿Por qué? Debido a una inclinación psicológica de la gente
dedicada a esta carrera a causa de centrar su atención en la lluvia de información que les
llegaba. Hasta algunos experimentados veteranos no parecen entender que la
probabilidad no importa, sino los dividendos.
Veamos un ejemplo de un inversor legendario como Jim Rogers, que llegó a ser socio
de George Soros: “Yo no compro opciones de compra. Está demostrado por estudios
que el 90% de las opciones expiran en pérdidas, por lo tanto si quiero invertir en un
mercado alcista mediante opciones sólo vendo opciones de compra (calls)”.
SIMETRÍA Y CIENCIA
En la mayoría de las ciencias, tal asimetría no importa.
LA ECONOMETRIA Y LA HISTORIA
El patrón de una serie temporal permite predecir qué sucederá un lapso de tiempo
después. Si estuviésemos tratando con un mundo donde la aleatoriedad siguiera un
patrón o se amoldara a una distribución de probabilidades concreta, las cosas serían
fácilmente resueltas mediante la Econometría o Análisis de las Series Temporales. Un
econometrista introduce sus datos en su software y rápidamente éste entregará un
diagnóstico sobre si vale la pena hacer una inversión.
Como escéptico tengo muchas dudas ante conclusiones extraídas del análisis de una
única serie temporal. Necesito muchos más datos. Mi mayor razón es el evento raro,
pero tengo muchas otras. Puede parecer que me estoy contradiciendo en este punto con
capítulos previos de éste libro donde critico a quienes no aprenden de la historia. No es
así. Lo que quiero decir es que la historia nos enseña muchísimas cosas más que una
serie temporal pobremente definida. Por ejemplo nos enseña que cosas que nunca
ocurrieron antes pueden ocurrir. Es en éste sentido que sostengo que cuanto más
ampliamente interpretemos la historia, ésta nos puede enseñar a evitar el empirismo
ingenuo que consiste en extraer conclusiones de hechos históricos aislados.
LA FALACIA DEL EVENTO RARO - LA MADRE DE TODAS LAS
DECEPCIONES
Por mi parte empecé a generalizar como eventos raros todas aquellas situaciones
impredecibles y que nunca hubieras podido prever en base tus conocimientos previos.
Un ejemplo podría ser el día que descubres la foto de aquel vecino tranquilo en el
periódico acusado de ser el peligroso asesino en serie buscado desde hace meses por la
policía. Defino como eventos raros los que se crean cuando una interpretación
demasiado limitada de las series temporales dan lugar a conclusiones equivocadas sobre
la probabilidad o riesgos de los mismos.
Estos eventos son siempre inesperados, de otra forma no se llamarían raros. En bolsa
son generalmente causados por el pánico de los inversores, quienes se apresuran a
descargar todo cuanto puedan y tan pronto como sea posible (liquidación) y no están
limitado a un solo tipo de valores, sino que pueden afectar a un portafolio completo.
Veamos un ejemplo: un portafolio puede tener ingresos estables por largos períodos,
evitando las volatilidades, hasta que, súbitamente, por accidente ( para mi no lo es), el
portafolio cae en un 40% cuando se esperaba que en el peor de los casos cayera en sólo
un 4%.
Existe una categoría de operadores que “disfrutan” de eventos raros inversos, para ellos
la volatilidad es frecuentemente portadora de buenas noticias. Estos operadores pierden
dinero frecuentemente, pero en pequeñas cantidades, y hacen dinero pocas veces, pero
en grandes cantidades. Les llamo cazadores de crisis y me siento feliz de ser uno de
ellos.
(Nota de Babalum: Nassim Taleb, el autor, llama al evento raro “black swan” o cisne
negro basandose en el texto de Hume. Para quien quiera saber más acerca de la historia
original de los cisnes negros recomiendo este post )
El evento raro, debido a su naturaleza disimulada, puede adoptar variadas formas. Fue
en Méjico donde se le identificó por primera vez (década de 1980) y se le dió el nombre
de “el problema del peso”. Todos los intentos de los econometristas de modelar el
comportamiento de las variables que influían en el comportamiento de la economía
mejicana fracasaron. Todos los indicadores macroeconómicos habituales alternaban de
forma errática entre periodos de estabilidad a otros periodos cortos y turbulentos sin
previo aviso.
Veamos otro ejemplo inductivo erróneo: “He llevado a cabo más de 16.000
observaciones de la vida de George Bush a lo largo de 55 años. En ninguna de éstas
observaciones estaba muerto. Puedo por consiguiente constatar con una alta confianza
estadística de que George Bush es inmortal.”
Siento un gran respeto por Niederhoffer, aunque operamos de formas opuestas. El vende
opciones “out of the money” para vivir y yo las compro para vivir. El trata de tener
ingresos estables, yo prefiero los eventos raros. No obstante, compartimos muchos
rasgos personales. Ambos nos codeamos con académicos y científicos, no con hombres
de negocios. Ambos tratamos de vivir como caballeros victorianos, con libros
dispersados a nuestro alrededor. Ambos evitamos los medios de difusión y las charlas
baratas.
Nunca me impresionó la gente con dinero, por lo que no vi a ninguno de éstos como
modelo a seguir, sino tal vez lo contrario, así que vi en Soros al único que parecía
compartir mis valores. El prefería ser tomado seriamente como un profesor de la Europa
Central, que se había enriquecido a causa de la validez de sus ideas. El conocía cómo
manejar la aleatoriedad, manteniendo una mente abierta, cambiando sus opiniones sin
mayores reparos. Se consideraba a sí mismo falible, lo que al menos le daba la ventaja
sobre otros que no eran conscientes de ello.
Aunque Popper no me era totalmente desconocido, hasta ésta fecha no había dado
importancia a sus ideas. Por otro lado, al iniciarme en la bolsa, entré en una fase anti-
intelectual, con necesidad de ingresos estables para asegurar mi futuro y lo último que
necesitaba era filosofar. Pensaba que la filosofía era una actividad reservada para los
que no entienden bien los métodos cuantitativos y otras cosas productivas. Popper no
reaparecería en mi vida hasta que aseguré mi carrera en la bolsa.
ÁQUEL LUGAR
Aún recuerdo exactamente el lugar en aquella librería de “Barnes and Noble” donde,
inspirado por Soros, leí de un tirón 50 páginas de La Lógica del Descubrimiento
Científico y febrilmente compré todos los títulos de Popper que pude. Recuerdo cómo
se apresuraron en mi cabeza sus ideas como una revelación, resultando Popper todo lo
contrario de lo que pensaba que eran los filósofos. Ya en aquel entonces algo me decía
que los modelos de los académicos de las finanzas fallaban en algún punto, pero no
sabía realmente cual. Lo que me hacía sentir incómodo no era qué sabían sino cómo lo
sabían.
LA RESPUESTA DE POPPER
Popper apareció con la respuesta principal al problema de la inducción. Ningún hombre
ha influido más en la forma en que los científicos hacen ciencia que Popper, quien
consideraba que la Ciencia no debe considerarse tan seria como aparenta. Según él,
existen dos tipos de teorías:
¿Por qué una teoría nunca es cierta?. Debido a que nunca sabremos si todos los cisnes
son blancos, esto es, el mecanismo de verificación puede ser deficiente. Sin embargo, la
afirmación de que existe un cisne negro es cierta. Si una teoría cae fuera de estas dos
categorías, o no presenta un conjunto de condiciones bajo las cuales ésta puede ser
desmentida, no es una teoría sino charlatanería. Un ejemplo citado es la astrología.
Cualquier ocurrencia que puede llevar a contradecir las predicciones se puede
reinterpretar a posteriori y preservar la infalibilidad de la teoría. Por ejemplo: “no
tuvimos en cuenta la influencia de Marte” ( Nota de Babalum: incluso la infalibilidad
misma se puede explicar con excusas como “no es una ciencia exacta”. Se me ocurren
unas cuantas teorías económicas, previsiones electorales o de bolsa.)
SOCIEDAD ABIERTA
Las ideas de Popper sobre la verificación de teorías están íntimamente ligadas con su
noción de sociedad abierta. Una sociedad abierta es aquella que no basa su existencia en
una verdad permanente, pues a posteriori siempre surgirían ideas contrarias. Popper
estaba de acuerdo con su amigo, el economista Van Hayek, que consideraba el
capitalismo como un estado en el cual los precios pueden diseminar la información que
el socialismo burocrático estrangularía y que cualquier sociedad que no permita que
cualquier teoría puede ser dejada abierta a la verificación es totalitarismo.
NADIE ES PERFECTO
A pesar de sus ideas, los que conocieron a Poper lo describen como persona espiritual y
muy concentrada en su trabajo, alejado del mundo circundante. En su juventud no fue
mucho mejor, pues los Miembros del Círculo de Viena trataban de evitarlo, no por sus
ideas divergentes sino porque era un problema social. Era brillante, pero inseguro,
arrogante y autosuficiente y incapaz de adaptarse socialmente. Justo lo contrario de lo
que defendía. Nadie es perfecto. George Soros, no obstante, parece comportarse en su
vida profesional de forma más “Popperiana” que el mismo Popper.
LA APUESTA DE PASCAL
Gracias Solon
La genialidad de la introspección de Solón ha producido un efecto considerable tanto en
mi forma de pensar como en mi vida privada. Me dio aún más seguridad respecto a mi
alejamiento de los medios de información y de la comunidad de negocios. Ahora estoy
perfilando como próximo paso en mi vida recrear un entorno parecido al del siglo 19con
bajo nivel de información y bases más deterministas, al mismo tiempo que
beneficiándome de los avances modernos en varios campos como mi simulador de
Montecarlo, la medicina o la justicia social. Tendría así lo mejor de cada cosa. A esto le
llamo evolución.
Esta cuestión juega un papel más delicado en el mundo de los negocios que en cualquier
otro, dada su alta dependencia de la aleatoriedad. Cuanto más alto el número de
profesionales en un sector, mayor es la probabilidad de que haya algunos con un
altísimo nivel de éxito como resultado del azar. A pesar de ello casi nadie se dedica a
contar los monos.
DEMASIADO TRABAJO
Después se casó con Janet, tuvieron tres niños y se compraron un apartamento en la
“Park Avenue” y una casa de campo. Pero desde el punto de vista material ellos son,
quizás, los últimos en la escala social en el edificio de apartamentos donde viven, pues
éste está habitado por ejecutivos corporativos altamente exitosos, operadores de Wall
Street, y empresarios de muy alto nivel. Sus hijos van a una escuela de menor categoría.
ERES UN FRACASADO
Janet no deja de sentirse humillada por las otras señoras cuando va a recoger a sus
niños, o al encontrarse en el ascensor con alguna otra esposa con diamantes más
grandes. ¿Por qué su esposo no tiene más éxito? ¿Acaso no es inteligente y muy
trabajador?. ¿Por qué otros tienen millones y su esposo no, a pesar de su alto
coeficiente intelectual?.
Es innegable que esta estrategia puede funcionar; el dinero gastado no da frutos, pero
los las conclusiones a las que se llega en el libro son exageradas. Un análisis cuidadoso
revela que la muestra usada por los autores incluye una doble dosis del sesgo de la
supervivencia.
VENCEDORES VISIBLES
El primer sesgo consiste en que los seleccionados para la muestra son vencedores. No
incluyeron los que acumularon cosas equivocadas (divisas que luego se devaluaron, o
acciones de compañías que luego quebraron). De haber intentado extender la selección a
una muestra más realistas las conclusiones serían otras.
UN MERCADO ALCISTA
El segundo error, más serio, ya lo he discutido: el problema de la inducción. Aceptar su
tesis significa aceptar que los retornos de inversión en bolsa son permanentes (es la
misma creencia que existía antes de la gran crisis del 1929). Recordemos que los
mercados financieros han experimentado los mayores crecimientos de la historia (Nota
de Babalum: el libro fue publicado en el 2001) y que las acciones de bolsa se han
revalorizado astronómicamente durante las pasadas dos décadas. Un inversor que
siguiese la estrategia planteada en el libro durante los días menos augustos de la bolsa
habría tenido una historia muy distinta que contar. Imagínese que el libro hubiese sido
escrito en 1935, después de que muchos inversores habían perdido su interés en la
bolsa.
LA OPINION DE UN GURÚ
El sector de gestión de fondos es uno de los más prolíficos a la hora de crear gurús. No
obstante dado la alta exposición a la aleatoriedad éstos gurús caerán inevitablemente en
la trampa, particularmente si estos no tiene un entrenamiento adecuado. En los
momentos de escribir éste libro uno de los gurús de moda defendía una estrategia de
inversión al estilo “Robin Hood”. Se trataba de retirar dinero de los fondos de gestores
de éxito e invertirlos en fondos gestionados por profesionales con peores resultados. El
susodicho gurú demostró que actuando de esta manera, su simulación dió retornos
considerablemente superiores a los logrados si se hubiese dejado el dinero en los fondos
teóricamente mejor gestionados.
Pero todo el estudio tiene un error de base que a éstas alturas, debería resultar obvio al
lector. Su muestra sólo tenía supervivientes. Ésta muestra contenía gestores que
tuvieron mucha suerte durante todo el periodo observado y otros gestores que, a pesar
de no irles tan bien en determinado momento, se recuperaron luego. Faltan los que
quebraron y no llegaron al final del periodo. Si se hubiesen incluido todos los gestores
de fondos que existían al principio del periodo los resultados hubiesen sido distintos. Al
excluirlos se obtuvo un resultado sesgado ya que en realidad todos eran supervivientes,
algunos extraordinarios y otros menos buenos. Los malos de verdad (o con menos
suerte) no se tuvieron en cuenta.
No obstante ésto es muy distinto en cuanto nos fijamos en el mundo de los negocios. En
el caso de un gestor de fondos un buen expediente no proporciana las mismas garantías
como en el caso del músico o del ingeniero. En aquellos campos donde la aleatoriedad
juega un papel muy importante, como en la bolsa, todo lo que garantiza un buen
historial es que ese profesional ha aprendido a comprar y a vender. Pero comprar y
vender en realidad es más fácil que freír un huevo. No quiero decir con eso que el
historial de un inversor en bolsa no tenga ninguna relevancia, pero su importancia es
considerablemente inferior a la que se le suele conceder.
Nota de Babalum: Es obvio que en la vida real también se deben dar estos casos, quizás
no todos, pero como distinguir entre unos y otros? O lo que es más importante todavía,
si los ganadores somos nosotros, como podremos estar seguros de no pertenecer a ese
grupo?
TODOS INCOMPETENTES
Llevemos el ejemplo de antes mas lejos todavía. Partamos de una muestra compuesta
sólo por inversores incompetentes. Definiremos un inversor incompetente a aquel que
se espera tenga retornos negativos. Le pedimos al generador que extraiga bolas de una
urna que tiene una cantidad fija de 45 bolas negras y 55 rojas. Al extraerse una bola
negra, el administrador gana $10,000. Si la bola es roja, él pierde $10,000. De esta
forma, se espera que gane $10,000 con un 45% de probabilidad, y pierda $10,000 con
un 55%. Al final del primer año esperamos tener 4,500 vencedores (45% de ellos), el
segundo año, el 45% de éstos, 2,025, y así sucesivamente. El quinto año esperamos
tener 184 vencedores (el 2%) que atraerán la atención, se les estudiará y se buscarán sus
características intentando relacionarlas con su éxito. Nadie se acordará del 98% de
perdedores, los cuales en realidad tenían las mismas características que los vencedores.
ERGODICIDAD
Entrando un poco más en lo técnico, la confusión se origina cuando se cree que las
propiedades de la distribución puede obtenerse a partir de la muestra en cuestión. Lo
cierto es que en todos los casos en los que estudiamos a los mejores inversores o los
managers más exitosos estamos definiendo una distribución distinta a la de la totalidad
de la muestra. La diferencia entre las medias de estas dos distribuciones es justamente lo
que podemos llamar el “sesgo de la supervivencia”.
[ver post con más detalles sobre la ergodicidad y el papel que desempeña en nuestras
vidas]
LA VIDA ES COINCIDENCIA. LA CARTA MISTERIOSA.
Supongamos que recibes una carta anónima el 2 de enero indicando que el mercado
subirá durante ese mes y se cumple el pronóstico. Recibes otra el 1 de febrero diciendo
que el mercado bajará y de nuevo ocurre así. Si esta historia se repite por varios meses,
a la altura de julio ya crees a pies juntillas en estas predicciones y si se un gestor de
fondos te invita a invertir en algún fondo, depositaras todos sus ahorros en éste. Dos
meses más tarde viene el fracaso, pierdes todo tu dinero y cuando se lo mencionas a tu
vecino éste te cuenta que recuerda haber recibido dos de esas cartas anónimas, pero el
pronóstico de la segunda falló y no recibió más cartas.
¿Qué sucedió?.
El tramposo gestor extrajo 10,000 nombres de la guía telefónica, envió una carta alcista
a la mitad de la muestra, y una bajista a la otra mitad. Al mes siguiente, seleccionó las
personas para las cuales el pronóstico se cumplió (5,000 personas). Al próximo mes
hizo lo mismo con el resto y así sucesivamente hasta que el número se reduce a un
grupo de 500 personas, que es el que aportará las víctimas. Una inversión de unos pocos
miles de dólares en sellos se convierten en varios millones.
Nota de Babalum: Tengo que admitir que por si mismas las explicaciones del libro no
me han bastado para entender éste punto. Después de buscar algo más de información
acerca de la selección adversa en la wikipedia explicaría el ejemplo anterior del
siguiente modo. Entre todas las posibilidades de invertir habrá unas mejores que otras.
Supongamos que la gran mayoría de posibles inversores no sabrán distinguir a priori
entre la buenas y las mala inversiones. Por ello el coste que están dispuestos a asumir
estará a medio camino entre la inversión buen y la mala.
Nota de Babalum: Es muy fácil reproducir éste resultado mediante una rápida
simulación en una hoja de Excel. Se copia la siguiente fórmula [
=ENTERO(ALEATORIO()*366) ] en 23 casillas de una hoja de Excel y se cuentan las
coincidencias. A continuación se generan nuevas simulaciones mediante la tecla F9. Es
sorprendente pero se comprueba que aproximadamente sale 1 coincidencia cada 2
simulaciones.
EL MUNDO ES UN PAÑUELO!
Otro ejemplo de como malinterpretamos las probabilidades son los encuentros
inesperados con gente que conocemos en algún lugar inesperado. Estos eventos siempre
los vivimos con sorpresa y se convierten en anécdotas. En realidad estamos
confundiendo la probabilidad de encontrarnos con una persona concreta en un sitio
concreto no habitual con la probabilidad de encontrarnos con cualquier persona que
hayamos conocido a lo largo de nuestra vida en cualquier sitio que vayamos a estar en el
futuro. La primera probabilidad es minúscula, mientras que la segunda es
considerablemente superior, quizás unas miles de veces mayor.
De la misma forma cuando los estadísticos buscan cualquier correlación (no una
concreta) en un conjunto de datos lo más probable es que la encuentren, incluyendo la
correlación entre el largo de las faldas de las mujeres y los movimientos de bolsa.
Me gusta invertir mi tiempo en las librerías pasando de un libro a otro y tratando de ver
por cual me decido. Frecuentemente me guío por pistas sugerentes pero superficiales, a
veces, sólo por la recomendación de la contraportada, que a menudo contienen elogios
de alguien.
¿Cuál es el problema? Que tiendo a tomar la reseña de un libro como una representación
de todas las reseñas posibles cuando en realidad es la mejor de las reseñas del grupo de
las buenas reseñas. Confundo la distribución del máximo de una variable con la de la
variable en sí. El editor nunca pondrá en el forro del libro otras cosas que los mejores
elogios.
El ANALIZADOR
¿Qué estoy haciendo? Buscando la regla superviviente dentro del conjunto de reglas que
pueden funcionar. Estoy seguro que existirá alguna acción en el mundo cuyo histórico
de precios esté correlacionado con los cambios de temperatura en Ulan Bator. Es
cuestión de buscar y seguro que lo encontraremos.
Debo desacreditar los excesos que he visto en el uso de este tipo de herramientas
durante mi carrera. Arropados por toneladas de datos y noches sin dormir ajustando sus
estrategias de inversión muchos pierden su sentido crítico y acaban fiandose ciegamente
de los resultados obtenidos con datos históricos.
[Nota de Babalum: los aficionados al análisis bursátil seguro que conocen este tipo de
software como el Metastock. Que fácil es encontrar sistemas que se ajustan
perfectamente a los datos históricos y por arte de magia dejan de funcionar en cuanto se
intentan poner en marcha. ¿Os suena a alguno?]
En cuanto a las reglas de inversión que muchos utilizan con éxito a día de hoy, hay
quien opina que no son más que reglas supervivientes por azar, y que en realidad no
encierran en si mismas ninguna capacidad de predicción real.
Por ejemplo, en algunos casos de cáncer por algún mecanismo que aún no conocemos, a
veces los pacientes se curan espontáneamente. A esto se le llama remisión espontánea.
Los testimonios podrían haber tomado cualquier cosa y se habrían curado. El remedio
anunciado en televisión a altas horas de la noche no tendría nada que ver.
Un caso interesante ocurre con las aguas curativas de Lourdes, en Francia. Se realizó un
estudio estadístico sobre los enfermos de cáncer que después de visitar Lourdes se
curaron y se comparó con los índices de remisión espontánea de cáncer. No solo se
comprobó que la visita a Lourdes no mejoraba la probabilidad de curarse sino que
incluso estaba por debajo del índice de remisión espontánea. ¿Podría inferirse entonces
que las posibilidades de supervivencia de estos pacientes se reducen por visitar
Lourdes?
El conocido estadístico Karl Pearson fue el creador del primer test de no aleatoriedad.
En 1902 examinó millones de series de resultados de la ruleta y descubrió que éstas no
eran completamente aleatorias. En realidad, esto es poco significativo, pues sabemos
que pequeñas imperfecciones en la ruleta o en la bola pueden generar pequeños patrones
de no-aleatoriedad. Hoy en día los estadísticos están de acuerdo en que la aleatoriedad
pura sólo es posible conseguirla teóricamente.
De todo esto, no obstante, se deriva otro severo problema, relacionado con la
aleatoriedad. Solemos creer que cuando una serie es aleatoria no mostrará patrones pero
en realidad no es así, en la práctica siempre puede percibirse algún patrón si se es lo
suficientemente minucioso. De hecho una serie que no muestre ningún patrón después
de examinarla con suficiente detalle será altamente sospechosa de haber sido creada
artificialmente.¡Ni siquiera la aleatoriedad real parece aleatoria!
Veamos un ejemplo. Si lanzamos 16 granos de arroz sobre una hoja que tenga dibujados
16 rectángulos iguales, la probabilidad de que haya exactamente un grano de arroz en
cada uno de los rectángulos es ínfima. Lo más probable es que hayan algunos con dos,
tres y más granos y bastantes estarán vacios. Si ésta misma distribución se encontrase,
al estudiar la incidencia del cáncer en los diferentes barrios de una gran ciudad, nos
encontraríamos con toda seguridad con quien encontrará relación entre los barrios con
altos índices de cáncer y cualquier otro factor (toxicidad del agua de la zona, antenas de
telefonía, torres eléctricas, etc).
NO TENGO LA RESPUESTA
Muchas veces me preguntan acerca de si tal persona o tal otra simplemente tuvieron
suerte. No me gusta emitir un juicio acerca de cuándo un suceso ha ocurrido por causa
de la suerte o no. Honestamente, creo no estar capacitado para hacerlo. Muchas veces se
me malinterpreta y se cree que defiendo que todos los ricos son incompetentes y que
todo el que fracasa simplemente no tuvo suerte. En realidad lo que digo, es que en
ausencia de mucha más información prefiero no juzgar y simplemente ser escéptico. Es
más seguro.
Examinaré ahora el conocido argumento de que la vida es injusta, sólo que desde un
ángulo nuevo, el de la no linealidad. Es decir, cómo una pequeña ventaja o en su defecto
una pequeña ayuda gracias a la suerte puede conducir a grandes beneficios.
Si encima en la elección influyó el estado de ánimo de uno de los miembros del jurado
ese día o de cualquier otro hecho casual, vemos como éstos factores circunstanciales
pueden crear dos vidas enormemente distintas, mucho más de lo que se podría esperar
en base a sus mucho menores diferencias de talento.
APRENDIENDO A ESCRIBIR
Frecuentemente se usa el ejemplo del QWERTY para describir la poco eficientes
dinámica del ganar y el perder en la economía. El arreglo de las letras en la máquina de
escribir es un ejemplo del éxito del método menos apropiado. Esta configuración se
hizo así para minimizar la probabilidad de que se engancharan las teclas adyacentes en
las antiguas máquinas de escribir. No obstante éste sistema no es óptimo de cara a la
velocidad de escritura y carece de todo sentido hoy en día. Con el desarrollo de los
procesadores electrónicos se intentó reiteradamente racionalizar este arreglo, pero fue
en vano, la gente ya estaba adaptada.
Igualmente sucede con los actores, algunos de ellos gustan porque le gustaron en primer
lugar a un determinado círculo de espectadores. En nuestra era de la información, que
homogeniza nuestros gustos, esta injusticia se agudiza – aquellos que ganan, atraen toda
la atención. Un ejemplo muy ilustrativo es el caso de Microsoft. La mayoría de la gente
utiliza los programas de Microsoft porque otros lo hacen. Este es un efecto de
realimentación positiva al que los economistas llaman “externalidades de red” y da
lugar a resultados dependientes de la trayectoria, lo cual no es contemplado por los
modelos económicos clásicos, donde no hay lugar para la incertidumbre.
Imaginemos una ruleta en la cual la probabilidad de ganar varía en función de las veces
que hemos ganado en las anteriores rondas. Si corriéramos unas cuantas simulaciones
nos daríamos cuenta que el modelo tenderá a dar resultados extremadamente buenos o
totalmente desastrosos. Pocas simulaciones acabaran en un término medio. Esto se
asemeja mucho a lo que observamos en la realidad. El problema es que este tipo de
procesos no son muy fáciles de modelar matemáticamente, ya que dependen de los
resultados anteriores. La casi totalidad de métodos matemáticos o estadísticos se basan
en la independencia de cada evento, lo cual no se ajusta a este tipo de comportamientos.
Nota de Babalum: ¿Quien no a tirado una moneda alguna vez para elegir entre dos
opciones aparentemente similares? Cuando nos encontramos en una situación donde
cuesta tanto decidirse entre dos alternativas, posiblemente es que ninguna será muy
superior. Pero en cualquier caso la indecisión es la peor de las opciones. En éstos casos
es mejor una decisión aleatoria que ninguna decisión …o retrasarla indefinidamente
(ver la conclusión final del artículo “Saber frente a hacer” publicado en éste Blog).
CUANDO LLUEVE, LLUEVE A CÁNTAROS
Para las matemáticas es exactamente lo mismo pero para la mente humana cambia
totalmente pensar en la probabilidad del 72% o del 28%. No obstante, en ningún
momento se visualizó a si mismo un 28% muerto y un 72% vivo.
DE LA PSICOLOGIA A LA NEUROBIOLOGÍA
Por las razones que hemos expuesto se dice que somos ciegos a las probabilidades. Esta
idea ha conducido al estudio del efecto que nuestros sesgos causan sobre nuestro
comportamiento irracional a la hora de tomar decisiones y ha llenado librerías. Incluso
se han creado fondos de inversión con el objetivo de explotar que los mercados siempre
sobre-reaccionan y otros que hacen justo lo contrario. Hasta algunos psiquiatras y
psicólogos clínicos se están dedicando a estudios de estrategias de inversión – después
de todo, se supone que ellos conocen mejor la mente humana que los economistas
financieros. Todo esto suena muy bien hasta que podemos ver a éstos mismos expertos
cayendo en las mismas trampas que cualquier “no experto”.
Imaginemos, para nuestro análisis, un asentamiento humano de sólo unos 3,000 años
atrás. La información está limitada por los medios físicos para su transmisión y no se
puede viajar velozmente. El número de personas que se conocen es pequeño y sería fácil
encontrar evidencias a favor o en contra de algún hecho, en fin, la vida sería simple y
por ello habría muy poco margen para las probabilidades. En los últimos 3.000 años
nuestra sociedad ha avanzado mucho y vivimos en un mundo múltiples veces más
complejo. No obstante nuestra genética es la misma. Nuestras emociones son las
mismas. (Nota de Babalum: éste párrafo me recuerda enormemente el primer punto que
expone Paul Ekman en su artículo ¿Porque no sabemos detectar el engaño o
las mentiras? cuyo resumen publiqué hace unos meses)
Realmente hemos tenido que esperar hasta la aparición de la literatura sobre el juego
para el desarrollo de la teoría de probabilidades. Si no estamos preparados para manejar
bien las probabilidades de forma intuitiva simplemente es porque no las hemos
necesitado a lo largo de la mayor parte de la evolución de nuestra especie. Muchos de
nuestros problemas provienen del hecho de que hemos evolucionado de nuestro hábitat
natural rápidamente, más rápido que nuestros genes. Aún peor; nuestros genes no han
cambiado en absoluto.
KAFKA EN EL ESTRADO
El juicio de O. J. Simpson es un ejemplo de cómo estando nuestra sociedad regida por
las probabilidades, se toman importantes decisiones sin observar ni sus leyes más
básicas. Personas que, desde el punto de vista de probabilidades se podrían claramente
inferir como culpables andan sueltas, mientras que otras inocentes son declaradas
culpables por un mal manejo de las probabilidades. Lamentablemente aún no tenemos
tribunales que sepan evaluar probabilidades conjuntas.
En el mencionado juicio los abogados esgrimieron el argumento que habría al menos
cuatro personas en Los Ángeles que podían tener las mismas características del DNA de
O.J. Simpson lo cual implicaba que éste tenía 1/500.000 posibilidades de no ser
culpable. Se ignoró por completo que además era su marido y que había algunas
evidencias adicionales. Si se hubiesen tenido en cuenta la probabilidad conjunta de que
O.J. Simpson fuera inocente se hubiesen reducido a menos de 1 / varios trillones de
trillones.
Pero aún hay más. Uno de los abogados de Harvard argumentó que sólo el 10% de los
hombre que maltratan físicamente a las mujeres llegan a asesinarlas cuando la forma
correcta de enfocar el problema es determinar el porcentaje de casos en los que las
mujeres asesinadas, previamente habían sido maltratadas por sus esposos (esto es, el
50%), porque estamos ante un caso de probabilidad condicional y no de probabilidad
incondicional.
Veamos la situación al revés. Tenemos una esposa muerta. ¿Que probabilidad tenemos
de que el asesino sea su marido maltratador? Sabemos que de 20 mujeres muertas 10
habían sufrido malos tratos, consecuentemente es el 50%! El ejemplo sería todavía más
obvio si todos los asesinatos de mujeres hubiesen sido perpetuados por maridos
maltratadores. El hecho de que sólo el 10% de malos tratos acaban en asesinato es
totalmente irrelevante.
Estos errores de apreciación son muy comunes. En una prueba con estudiantes
universitarios se pidió que evaluaran la probabilidad de que una chica con una
educación liberal acabara siendo una cajera de banco o una cajera de banco feminista.
La mayoría dieron una mayor probabilidad al segundo escenario. A la hora de invertir
en bolsa estoy encantado de aprovecharme de éstos sesgos por parte de otros pero a
nivel personal me asusta vivir en una sociedad así.
UN MUNDO ABSURDO
El profético libro de Kafka, El Juicio, sobre la condición de un hombre que es arrestado
por una razón inexplicable, dio en el blanco, pues éste proyectó un incierto futuro de la
humanidad, envuelta en una telaraña burocrática, donde espontáneamente se generan
reglas que obedecen a la lógica interna de la burocracia. El Juicio de Simpson me dejó
completamente asustado, pues estamos expuestos a resultados que no tienen sentido
desde el punto de vista probabilístico, pudiendo tener que enfrentarnos a abogados,
jueces y jurados analfabetos en aleatoriedad.
En el otro extemo tenemos a matemáticos que tienen un sinfín de modelos y datos pero
muchas veces les falta el sentido común para saber cual aplicar o que se toma los
resultados demasiado en serio. Afortunadamente, existe un camino intermedio, pero,
desgraciadamente es pocas veces recorrido.
KAHNEMAN Y TVERSKY
Sorprendentemente, los economistas más influyentes de ésta época gracias a sus
publicaciones y número de referencias en otros artículos no son economistas. Se trata de
los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky, pues descubrieron y estudiaron áreas
en las que los seres humanos no están preparados para un pensamiento racional y un
comportamiento económico óptimo. A partir de sus resultados floreció la disciplina
llamada Finanzas y Economía Conductual; en abierta contradicción con la Economía
Ortodoxa, basada en conceptos normativos. La distinción entre ciencias normativas y
positivas reside en que las primeras estudian cómo deben ser las cosas, mientras las
segundas estudian cuál es el comportamiento real de la gente. (ver experimento de
Kahneman y Tversky en el librobit (3) de ésta serie)
NEUROBIOLOGIA
Mediante el estudio de pacientes con determinadas zonas del cerebro dañadas, los
neurólogos han podido ir estableciendo con qué partes de nuestro cerebro están
relacionadas determinadas funciones y nos permiten percibir las cosas, y comportarnos,
de una manera dada. Somos, nos guste o no, prisioneros de nuestra biología. La
psicología evolutiva plantea que no hemos desarrollado la habilidad de entender las
probabilidades porque no tuvimos que hacerlo, pero la razón más profunda es que no
estamos diseñados para entender las cosas, sino sólo para sobrevivir y procrear. Somos
pués descendientes de aquellos que sobreestimaban las probabilidades del peligro ya
que los temerarios fueron eliminados antes de poder procrear. Consecuentemente
nuestro cerebro se ha desarrollado con sesgos que pueden estorbarnos para movernos en
un ambiente más complejo, uno que requiera una valoración más exacta de las
probabilidades.
El test de una enfermedad, padecida por una de cada mil personas, presenta una tasa del
5% de falsos positivos. ¿Cuál es la probabilidad de que una persona perteneciente a una
muestra tomada al azar y que da positivo en el test tenga la enfermedad?
El cálculo sería el siguiente. En total, de una muestra de 1.000 personas tomadas al azar
tendríamos 50 falsos positivos y un enfermo real. Es decir, solo 1 de los 51 detectados
estará enfermo de verdad.
El 80% de los médicos respondió que el 95%, simplemente porque el test tiene un 95%
de exactitud. Pero la respuesta correcta es el 2%!!!
…sin comentarios.
Como inversor en opciones (ver articulo sobre opciones financieras) puedo dar fe de
que la gente tiende a subvalorar las opciones, dada la incapacidad de evaluar
mentalmente instrumentos que dan como resultado un pago incierto. Veamos el caso de
una opción que está un 10% fuera de dinero y que cuesta 1$ (Strike de la opción 110 $
de una acción que cotiza a 100 $). Dentro de un mes lo más probable es que la acción
subyacente no haya subido más de un 10%. Digamos que hay un 90% de probabilidad
que la opción no valga nada. No obstante hay una probabilidad del 10% de que su valor
sea muy superior al coste de 1$. En el caso de que la acción hubiese subido a 120$ el
valor de la opción sería de 10$. Simplificando bastante podríamos decir que el valor
esperado de la opción es de 0$*90% + 10$*10% = 1$. Es aquí donde hasta los
profesionales confunden el valor esperado de la opción (1$) con el valor más probable
(0$) y tienden a tomar decisiones en base al último.
Hay un matiz psicológico adicional. Es mucho más cómodo vivir en un escenario donde
sabes con casi certeza que cada día vas a ganar algo, aunque sea poco (como hace el
vendedor de opciones que se embolsa el 1$) que no la situación contraria. Hace falta
mucho temple y un carácter especial para perder el 90% de las veces para verse
recompensado muy de vez en cuando aunque a la larga se gane más.
El canal de noticias financieras CNBC representó una gran ventaja para la comunidad
financiera. Gracias a él se podían seguir las noticias minuto a minuto y constantemente
se emitían entrevistas con renombrados expertos que comentaban hasta el más ínfimo
detalle de la jornada con una seguridad y autoridad aplastante. Lástima que en realidad
se dedicasen tanto esfuerzo a comentar ruido.(Ver el librobit 12 donde se explica porque
al aumentar la frecuencia de monitorización de procesos con una componente aleatoria
importante se aumenta el ratio de ruido medido.)
Pero no solo aumentó el ruido sino que también los comentarios que violaban
fragantemente las leyes de probabilidad. Por ejemplo, la frase “el mercado real está sólo
a un 10% de su máximo, mientras que la acción promedio lo está al 40%” intentaba dar
a entender que las cosas no pintaban demasiado bien. En realidad, tal declaración
demuestra el desconocimiento de que no existe incompatibilidad entre estos datos, pues
las acciones no están 100% correlacionadas. De hecho, los máximos historicos de
diferentes acciones habrán ocurrido en tiempos distintos (en el ejemplo T1, T2 y T3)
por lo que la declaración carece de todo significado.
Otro punto a tener en cuenta es la causalidad. Aún asumiendo que un suceso tenga
significación estadística, tenemos que valorar la relación causa efecto, es decir, si un
evento en el mercado puede vincularse a otro que se considera su causa. La causalidad
puede ser muy compleja, pues es muy difícil aislar una causa cuando existen muchas de
ellas actuando, siendo necesario el análisis multivariado. Razón tenía Hume al
preocuparse tanto por la causalidad.
Tengo un truco para saber si algo concreto está sucediendo en el mundo. He organizado
el monitor de mi Bloomberg de manera que muestre las cotizaciones y los cambios
porcentuales de todos los precios relevantes. A fuerza de mirar el mismo arreglo durante
años, he creado una manera instintiva de saber si algo serio está ocurriendo. El truco
consiste en observar sólo los grandes cambios porcentuales. Cualquier cambio que esté
dentro del margen de cambios habituales lo considero ruido. Además la importancia de
los cambios no es lineal. Por ejemplo: un cambio de un 2% no tiene el doble de
significado que un cambio de un 1% sino aproximadamente cuatro veces más.
METODOS DE FILTRADO
La tecnología ha desarrollado métodos para eliminar ruido de todo tipo de señales. El
método se basa en que cuando las variaciones en las amplitudes son pequeñas, éstas,
muy probablemente, provienen del ruido. Lamentablemente los humanos no
disponemos de esos filtros de ruido de forma natural. Si estamos escuchando una
emisora de radio y ésta no se sintoniza bien, oiremos el ruido. Lo mismo ocurre con el
ruido en un canal de TV mal sintonizado, el ruido de una llamada telefónica o los
cambios en las cotizaciones de bolsa. A priori nos parecerá significativo un cambio de
unos pocos puntos. No sabremos si se trata de ruido o no. Si encima los comentaristas
nos bombardean con multitud de causas para ese cambio estaremos convencidos de su
significado real.
EN MODO “MUTE”
El logro que más me enorgullece es mi liberación de la televisión y de la prensa. Pero
solamente lo logré gracias a algunos trucos, de lo contrario jamás habría logrado escapar
de la toxicidad de la era de la información. En la sala de negocios de mi compañía
normalmente tengo todo el día el televisor encendido con el canal CNBC de noticias
sobre las finanzas, presentando comentarista tras comentarista, así como CEO tras CEO
haciendo declaraciones sobre eventos sin la más mínima relevancia estadística. ¿Cuál es
mi truco? Pongo el volumen en cero. ¿Por qué? Porque así la persona en pantalla
aparece ridícula, lográndose el efecto contrario que cuando se está oyendo. Se ve a la
persona moviendo sus labios y contrayendo sus músculos faciales con gestos de
importancia y aspecto serio. No, obstante no sale ningún sonido. A mi me resulta
cómico. Combato mi tendencia a ser confundido por comentarios aleatorios que no son
más que ruido mediante otro rasgo innato, mi sentido de lo que es cómico.
SUPERSTICIONES
En mis primeros años de trabajo, cada mañana tomaba un taxi que me dejaba en la
esquina de Avenida Park y Calle 53 para ira trabajar. Un día tuve el infortunio (o quizás
la fortuna) de ir con un chofer incapaz de hablar algo comprensible para mi, incluyendo
el inglés de los taxistas. Traté de ayudarle a pasar entre la Calle 74 y la 53, pero él
continuó obstinadamente una manzana más, forzándome a entrar por la calle 52. Ese
día, mi cartera de inversiones obtuvo considerables ganancias, siendo el mejor día de mi
joven carrera hasta ese momento.
Al día siguiente esperé al mismo taxista para darle una gigantesca propina, pero no
apareció, así que tomé otro taxi, pero me sorprendí pidiéndole al chofer que me dejara
en el mismo lugar en que me habían dejado el día anterior. Evidentemente, algo dentro
de mi creía en un fuerte vínculo causal entre el lugar por donde entraba y el
comportamiento del mercado. Me sentí perturbado, pues acababa de ser consciente por
primera vez como a pesar de defender a capa y espada el análisis racional y calculado,
me estaba comportando como un supersticioso.
A partir de ese momento me fuí dando cuenta de muchas más manías (leves)que se
habían ido desarrollando clandestinamente en mi conducta. Estoy seguro que muchas de
esas conductas están causadas por mi educación levantina (Nota de Babalum: Nassim
Taleb es originario de el Líbano) y basadas dichos y proverbios pasados de generación
en generación durante siglos.
Pero por otro lado también me demostró en mi propia persona como el ser humano es
capaz defender y creer firmemente ciertas cosas y desarrollar (hasta cierto punto)
conductas inconsistentes con esas creencias.
A los humanos nos pasa igual, no estamos hechos para ver las cosas como
independientes. Al ver dos eventos A y B, inmediatamente nos inclinamos a establecer
relaciones causales entre ellos. Nos tomamos las cosas demasiado en serio. Hay muchas
más cosas que dependen del azar de lo que nos imaginamos.
PHILOSTRATUS DE NUEVO
Ahora veremos cómo obramos ante el ruido y la señal. El filósofo griego Pyrrho, quien
abogaba por una vida de ecuanimidad e indiferencia, fue criticado por no mantener su
compostura durante una circunstancia crítica. Su respuesta fue que le era difícil, a veces,
librarse de su humanidad.
En cuanto a mi, he descubierto que muchos de los resultados obtenidos mediante los
cálculos no penetran con suficiente profundidad en mi cerebro, como para influenciar
mi conducta. Mi razón y mi instinto no están en sintonía.
Como un inversor racional (todos alardeamos de serlo), creo en que el ruido debe ser
desechado, mientras que la señal debe ser tomada muy en serio. Sin embargo, he
experimentado saltos de alegría por resultados que sabía eran puro ruido, y ataques de
infelicidad ante otros que no poseían el más mínimo grado de significado estadístico.
Para evitar tomar decisiones irracionales basados en ruido, me he prohibido a mi mismo
consultar mis informes de rentabilidad, a menos que éstos excedan un umbral
predeterminado.
Una de las cosas que más me irrita es que la gente me de lecciones de cómo
comportarme, pues la mayoría sabemos lo que debe hacerse, el problema es hacerlo, no
la falta de conocimiento. Sólo hace falta echar un vistazo a los médicos y enfermeras
fumando en la calle delante del centro de cáncer Memorial-Sloan Kettering de Nueva
York mientras sus pacientes van entrando en silla de ruedas para su siguiente
tratamiento.
En su primer día, ante la audiencia romana, Carneades hechizó a los presentes por la
solidez de sus argumentos en favor de la justicia, como la más alta de nuestras
motivaciones. Pero no era esto exactamente lo que pretendía.
Antes de que la cuenca del mediterráneo fuese dominada por el monoteísmo, con la
creencia en una sola verdad, el escepticismo se había hecho común entre los más
grandes pensadores. Cicerón, por ejemplo, prefería las probabilidades antes que alegar
con certidumbre, pues, según algunos de sus críticos, esto le permitía contradecirse. Sin
embargo, tuvieron que transcurrir doce siglos para que Occidente volviese a alcanzar un
pensamiento crítico.
Sin embargo, pienso que Monsieur de Norpois habría sido un excelente inversor de
bolsa, ajustando constantemente sus opiniones a los últimos eventos y no sintiéndose
obligado a actuar de forma coherente a sus declaraciones previas. Uno de los mejores
operadores que he conocido, Nigel Babbage, tiene la capacidad de sentirse
completamente libre de sus opiniones y vender sus acciones sin el menor pestañeo,
cuando solamente unas horas antes estaba defendiendo a capa y espada dicha inversión.
Lo mismo ocurre con el financiero y filántropo George Soros. Para ellos cada día es
borrón y cuenta nueva.
Existen motivos para creer que por razones evolutivas, podemos haber sido
programados para ser leales a las ideas en las que hemos invertido tiempo. Pensemos en
las consecuencias que traería que un político fuese tan racional que durante una
campaña cambiara constantemente de partido, por el hecho de que evidencias frescas así
lo aconsejasen. Así debería actuar un inversor de bolsa. No obstante existen algunas
investigaciones médicas que aseguran que un comportamiento totalmente racional no es
normal y puede estar relacionado con un malfuncionamiento de la amígdala, que por
otra parte también se relaciona con personalidades psicópatas.
Uno de los resultados más inmediatos del método fue el poner al sistema financiero
cerca del colapso en 1998 gracias a dos colegas de Markowitz, Dr. Robert Merton y Dr.
Myron Scholes. Fundaron un fondo de inversión basado en dicho método. De alguna
manera realmente creyeron que mediante cálculos podrían medir el riesgo de forma
científica sin pensar en la posibilidad de que ocurriesen imprevistos de gran impacto:
los cisnes negros.
Dado que me dedico a apostar contra las predicciones de los economistas financieros,
estos colegas de Markowitz me ayudaron a ganar dinero y que yo pudiese montar mi
empresa Empírica.
Podría pensarse que cuando los científicos cometen un error, a continuación integran los
nuevos descubrimientos para adaptar sus teorías. Pero eso no ocurrió en el caso de
Merton y Scholes, al contrario, no hicieron más que quejarse de que otros inversores se
lanzaron a despedazarlos en el mercado en cuanto mostraron los primeros signos de
debilidad y que todo fue debido a un evento imprevisible. Que ironía. Un evento
imprevisto hizo que no funcionase un método para calcular el riesgo futuro en base a la
incertidumbre futura. Todo menos aceptar su fracaso, aunque por supuesto eso
invalidaría las ideas que crearon a lo largo de sus carreras. Comparémoslos con Soros,
quien afirma sin el menor rubor que no es infalible y que es capaz de replantearse
cualquier creencia previa.
DE FUNERAL EN FUNERAL
La gente confunde la ciencia con los científicos. La ciencia es grandiosa, pero los
científicos son humanos. Están casados con prejuicios, pudiendo defender a ultranza
ideas que van contra la verdad. Hay quien dice que la ciencia no avanza hasta que un
nuevo científico toma el relevo del anterior pero no sus prejuicios y resistencias a
aceptar nuevos conocimientos. La ciencia avanza de funeral en funeral.