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LA FALTA

Una falta o contravención, en Derecho penal, es una conducta antijurídica que pone en
peligro algún bien jurídico protegible, pero que es considerado de menor gravedad y que,
por tanto, no es tipificada como delito.
Las faltas cumplen con todos los mismos requisitos que un delito (tipicidad, antijuridicidad
y culpabilidad). La única diferencia es que la propia ley decide tipificarla como falta, en
lugar de hacerlo como delito, atendiendo a su menor gravedad.

NECESIDAD DE LA FALTA
Para que exista responsabilidad civil no requiere tan solo de la existencia de una falta y de
un perjuicio, pues puede haber una falta que no ocasiona daño o puede haber un daño sin
una falta. El hecho de una persona conducir un vehículo sin licencia correspondiente
constituye una falta, pero no necesariamente es causa eficiente del daño. Se puede generar
un daño sin que se haya cometido una falta, lo que sucede cuando el accidente ocurre por
una fuerza mayor. Es preciso, pues, que exista una relación de causa a efecto entre la falta y
el daño. O sea, que el daño haya sido la consecuencia de la falta. La necesidad de la
existencia del vínculo de casualidad es una asunto de buen sentido.

CLASES DE FALTA

Dependiendo de la intención del autor de causar el daño es preciso diferenciar la falta


intencional y la no intencional.

La falta intencional: es aquella falta que comete una persona cuando con intención causa un
daño a otro. En la responsabilidad extracontractual esta falta se llama falta delictual, y
consiste en el deseo y la intención inequívoca de causar daño. Corresponde al juez
determinar este tipo de falta. En la responsabilidad contractual esta falta se denomina falta
dolosa.

La falta no intencional: es aquella falta que comete una persona y que no tiene la intención
de causar daño.

APRECIACIÓN DE LA FALTA.

Como falta constituye un error de conducta, resulta imposible categorizar o clasificar a


priori las diferentes circunstancias que una persona pueda incurrir en ese error de conducta.
Y es que en definitiva solo los tribunales pueden determinar cuándo nos encontramos ante
un hecho faltoso, ya que sabemos de antemano que el no cumplimiento de una obligación o
la abstención de un deber jurídico compromete la responsabilidad civil.

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