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MICOLOGÍA

Eucariotas – Inmóviles – Despolimerasas – uni o multicelulares


• Pared celular con quitina
• Membrana celular con ergosterol
• Reproducción sexual o asexual
• Aerobios estrictos o anaerobios facultativos
• Heterotrofos
Los hongos son una clase definida de microorganismos, la mayor parte de los cuales son formas de
vida libre, que actúan como putrefactores en el ciclo energético. De las más de 200.000 especies
conocidas, menos de 200 se han reportado como causantes de enfermedades en humanos. Estas
enfermedades, conocidas como micosis, tienen características clínicas y microbiológicas singulares y
se están incrementando en frecuencia en individuos con inmunodepresión.
Las micosis varían en gran medida en cuanto a sus manifestaciones, pero tienden a ser subagudas o
crónicas con evolución lenta y con recaídas. La enfermedad aguda, como aquella que es producida por
muchos virus y bacterias, es poco común en infecciones micóticas.
Se encuentran ampliamente distribuidos en el ambiente y cada día se inhalan o ingieren miles de
esporas de hongos. Otras especies están tan bien adaptadas a los seres humanos que son
constituyentes habituales de la flora normal. Pese a su ubicuidad, son poco comunes las infecciones
micóticas sistémicas evidentes en la clínica, incluso entre personas que viven en regiones geográficas
que son el hábitat de las especies más patógenas.
Sin embargo, las infecciones micóticas sistémicas progresivas imponen la mayor dificultad diagnóstica
y problemas terapéuticos entre las enfermedades infecciosas, en particular entre individuos con
inmunodepresión, para quienes constituyen la mayor amenaza.

METABOLISMO
El metabolismo de los hongos es heterótrofo, pues degradan sustratos orgánicos como fuente
exógena de carbono. La diversidad metabólica es grande, pero la mayor parte de los hongos crecen
sólo con fuentes de carbono orgánico y amonio o iones nitrato como fuente de nitrógeno. En
esencia, los nutrientes para los hongos de vida libre se derivan de la descomposición de la materia
orgánica. Una diferencia fundamental entre hongos y plantas es que los hongos carecen de
cloroplastos y de mecanismos fotosintéticos productores de energía. En su mayor parte son aerobios
estrictos, aunque algunos pueden crecer en condiciones anaerobias. Sólo unos pocos son anaerobios,
ninguno de los cuales es patógeno para los seres humanos.

PATOGENESIS
Las analogías con las enfermedades bacterianas son las más cercanas por la aparente importancia de
la adherencia a las superficies mucosas, capacidad de invasión, elaboración de productos
extracelulares e interacción con fagocitos. La mayor parte de los hongos son oportunistas y producen
enfermedad grave sólo en individuos con alteración de los sistemas de defensa del hospedador. Sólo
unos cuantos hongos son capaces de causar enfermedad en personas previamente sanas.
• Elaboracion de productos extracelulares → Produccion de micotoxinas, lesiones causadas por
la R.I. (hipersensibilidad tardia), inflamacion y productos del hongo que disminuye la R.I.
(cryptococcus)
• Presencia de melanina en la pared fungica → Favorece la menor produccion de TNFa,
disminuye la linfoproliferacion, la formacion de Ac. Y la liberacion de intermediarios del
oxigeno de los leucocitos
• Dimorfismo → Capacidad que tienen algunos hongos de presentar una fase parasitaria
(levaduriforme a 37°) y una fase saprofitica (micelial a 20-25°C), en respuesta a cambios
ambientales. Histoplasma capsulatum, Coccidioides inmitis, Paracoccidoides brasiliensis,
Blastomyces dermatitidis, Sporothrix schenckii
• Degradan proteinas del hospedero para obtencion de nutrientes (proteasas, lipasa,
elastasas)
• Digestion y distorsion de membranas del hospedero facilitando la adhesion e invasion de
tejidos
• Supervivencia a la limitacion de nutrientes (hierro y calcio)

ADHERENCIA
Colonizacion de piel y mucosas mediada por adhesinas de superficie micoticas y receptores en las
celulas del hospedero (manoproteinas a fibronectina como receptor)
Varias especies micóticas, en particular las levaduras, son capaces de colonizar las superficies mucosas
del tubo digestivo y aparato reproductor femenino. Se ha demostrado por medios experimentales que
la capacidad de adherirse a las células epiteliales bucales o vaginales se asocia con colonización y
virulencia. Entre el género Candida, las especies que se adhieren mejor a las células epiteliales son las
que se aíslan con mayor frecuencia en casos de infección clínica. Para la adherencia por lo común es
necesaria una adhesina de superficie en el microbio y un receptor en las células epiteliales. En el caso
de C. albicans se ha implicado a las manoproteínas, que son componentes que se extienden desde la
pared celular y de los cuales son ejemplos la adhesina y fibronectina y componentes de la matriz
extracelular como los receptores. Se han identificado unos cuantos mediadores de fijación para otros
hongos, por lo común manoproteínas de superficie.

INVASION
Atravesar barrera superficial por perdida de continuidad (lesion, puncion, traumas). Conidias en TR 2-5
nm.
Atravesar una barrera superficial (piel, mucosas o epitelio respiratorio) es el paso más importante para
que un patógeno tenga éxito. Algunos hongos se introducen a través de zonas de pérdida de la
continuidad; por ejemplo, la infección por Sporothrix schenckii por lo común ocurre después de una
lesión por punción con una espina o después de algún otro traumatismo evidente. Los hongos que
infectan el pulmón deben producir conidias lo suficientemente pequeñas para que superen las
defensas de las vías respiratorias superiores. Por ejemplo, las artroconidias de Coccidioides immitis (2
a 6 μm) pueden permanecer suspendidas en el aire por un tiempo considerable y pueden alcanzar los
bronquiolos terminales para iniciar una coccidioidomicosis pulmonar.
Las conidias pequeñas pueden atravesar las defensas del aparato respiratorio desencadenado por la
temperatura y tal vez por otras causas, los hongos dimórficos del medio ambiente sufren una
modificación metabólica similar a la respuesta de golpe de calor y cambian por completo su
morfología y crecimiento hacia una forma más invasora. La invasión directamente a través de las
mucosas por la levadura endógena C. albicans se asocia de la misma forma con cambios morfológicos
y con la formación de hifas. Se desconocen los mecanismos desencadenantes de este cambio, pero la
nueva forma es capaz de penetrar y diseminarse.
Las enzimas extracelulares (p. ej., proteasas, elastasas) se asocian con el borde de avance de Candida
albicans en forma de hifas de Candida y con las formas invasoras de muchos hongos dimórficos y otros
patógenos. Estas enzimas deben contribuir en cierta medida a la invasión o diseminación, pero se
desconoce su participación precisa para los hongos en términos generales.

LESIONES
Ninguno de los productos extracelulares de los hongos oportunistas o patógenos dimórficos ha
mostrado lesionar al hospedador directamente durante la infección en una forma similar a la que se
observa con las toxinas bacterianas. La presencia de necrosis e infarto en los tejidos de pacientes con
invasión por hongos, como en el caso de Aspergillus, sugiere un efecto tóxico, pero se carece de
evidencia directa. Varios hongos producen exotoxinas (denominadas micotoxinas) que se liberan al
medio ambiente pero no in vivo. Los componentes estructurales de la célula no causan efectos
similares a los de las endotoxinas de las bacterias gramnegativas, aunque se sabe que el manano
circula ampliamente en el cuerpo. Se ha demostrado que los productos circulantes de Cryptococcus
neoformans causan regulación descendente de las funciones inmunitarias. La lesión causada por
infecciones micóticas parece deberse principalmente a los aspectos destructivos de la respuesta de
hipersensibilidad de tipo tardío (DTH) como consecuencia de la incapacidad del sistema inmunitario
para eliminar el hongo. En este sentido, las infecciones micóticas se comportan como la tuberculosis
más que cualquier otra enfermedad.

VIDA HETEROTROFICA
✔ Saprofitos → Viven de m. muerta o en descomposicion
✔ Simbiontes → Viven conjuntamente y ambos obtienen ventajas
✔ Comensales → Se desarrollan en estrecha relacion, uno se beneficia del otro ningun daño
✔ Parasitos → En el interior del hospedero, obtienen beneficio y perjudican al anfitrion.

FORMAS DE CRECIMIENTO
Macroscopicos: setas, hongos de sombrero
Microscopicos: levaduras y hongos filamentosos

PARED CELULAR
Pared celular de polisacaridos:
✔ Glucanos → Forman fibrillas responsables de la rigidez de la pared
✔ Mananos → Unidos a proteinas (manoproteinas) responsables de la variacion antigenica
✔ Quitina → N-acetilglucosamina, inerte, insoluble y rigida. Sosten estructural.

FACTORES AMBIENTALES
Temperatura: pH:
• Mesofilos → 10-40 °C • 4,5 y 8, valor optimo: 5,5 y 7,5
• Termotolerantes → mas de 40 °C Oxigeno:
• Psicrotolerantes → Entre 0-20 °C • Aerobios estrictos, fermentadores
obligados, microaerofilos, anaerobios
obligados
CLASIFICACION
Alimenticios: Agaricus
Venenosos: Amanita muscaria
Alucinogenos: Claviceps
Medicinales: Penicilinum
Contaminantes: Aspergillus
Patogenos: Histoplasma
Aunque las conidias se observan con facilidad, la principal clasificación de los hongos depende sobre
todo de la naturaleza de las esporas teleomorfas y la tabicación de las hifas como su característica
diferencial. Con base en esto, los hongos se han organizado en cuatro divisiones: Chlytridiomycota,
Zygomycota, Ascomycota y Basidiomycota.
Un problema considerable en la clasificación de hongos de importancia médica con el uso de estos
grupos es que para la mayor parte de las especies no se han demostrado formas teleomorfas. Esto
puede ser porque, para tomar ventaja para la patogenicidad, se han seleccionado clonas anamorfas
durante la evolución o bien, que no se satisfacen las condiciones para la producción natural de
esporas.
Una estrategia ha sido ubicar estos hongos en su propia clase artificial (deuteromicetos u hongos
imperfectos) en espera del descubrimiento de su teleomorfo. La aplicación de métodos moleculares,
como el análisis de los genes de RNA ribosómico, ha vuelto a este aspecto un tanto irrelevante,
porque algunas especies pueden clasificarse con base en el genotipo sin conocer sus formas
reproductivas. Los géneros de importancia médica se ubican en su mayor parte en la división
Ascomycota, con unos cuantos en Basidiomycota y Zygomycota
El descubrimiento de un teleomorfo podría no ser comprendido de inmediato por el estudiante; por
ejemplo, cuando se demostró la etapa sexual de Trichophyton mentagrophytes, se encontró que era
idéntico a otro ya denominado ascomiceto (Arthroderma benhamiae). La clasificación taxonómica se
basa en las esporas sexuales y en la tabicación de las hifas.

Los hongos superficiales, como los dermatofitos, causan lesiones de lenta evolución en la piel y sus
anexos, conocidas como tiña y “pie de atleta” (tiña de los pies). Los patógenos subcutáneos en forma
característica causan infección a través de la piel, seguida de diseminación subcutánea, linfática o
ambas. Los hongos oportunistas son aquellos que se encuentran en el medio ambiente o en la flora
normal y que producen enfermedades bajo ciertas circunstancias, en el hospedador con
inmunodepresión.

Los patógenos sistémicos son los hongos más virulentos y pueden causar enfermedad sistémica
progresiva grave en una persona previamente sana; no se encuentran en la flora humana normal.
Aunque su mayor potencial radica en producir infecciones viscerales profundas y diseminación
sistémica (micosis sistémicas), también pueden producir infecciones superficiales como parte de su
espectro patológico o como un evento inicial.

Las micosis superficiales no se diseminan a tejidos profundos. Al igual que con todas las clasificaciones
clínicas, ocurren excepciones y superposiciones. Al final, el microorganismo define la enfermedad y
debe aislarse o demostrarse su presencia de alguna otra forma.
CARACTERISTICAS ECOLOGICAS
Hongos patogenos → Especies zootropicas: requieren tejido vivo para crecer
Hongos oportunistas → Especies necrotroficas: compuestos organicos generados por vertebrados e
invertebrados
• Queratinofilicos
• Lipofilicos
• Osmofilicos
• Urofilicos y coprofilicos
• Simbiontes endogenos

IMPORTANCIA DE LOS HONGOS


➢ Equilibrio de la naturaleza
➢ Biodesintegracion: Humus
➢ Control biologico: B. bassiana
➢ Elaboracion de alimentos (pan, vino, cerveza: saccharomyces cerevisiae, queso: penicilinum
roquefortii p. camembertii)
➢ Procesos industriales (Aspergillus niger)
➢ Antibioticos (cefalosporinas, penicilinas)

Indeseables:
➢ Hongos fitopatogenos
➢ Destruccion de madera, telas, pieles, alimentos, etc
➢ Ganaderia: enfermedades digestivas, cutaneas, sistemicas
➢ Micetismo: Intoxicacion por ingestion de setas toxicas (especies de Amanita)
➢ Efecto citotoxico, neurotoxico, autonomico, gastrointestinal
➢ Micotoxicosis: Ingestion de alimentos que contienen metabolitos o precursores de toxinas de
hongos (micotoxinas)
Aflatoxinas: Cumarinas, hepatotoxicas (Aspergillus)
Fusarinas: Neurotoxicas y vasoconstrictoras (Fusarium)
Ergotoxinas: Precursores del LSD (claviceps purpurea)
➢ Micosis: Infecciones causadas por hongos microscopicos
Origen endogeno: Piel y mucosas de personas sanas
Origen exogeno(aerea y cutanea): Viven por fuera del hombre, parasitos obligados
(dermatofitos) y saprofitos (ambientales)

MICOSIS
✔ Superficiales → Contacto directo con el hongo, contacto con personas o animales infectados,
afectan piel, anexos y mucosas. Ej: Tiñas y candidiosis
✔ Subcutaneas → Contacto con el ambiente, el hongo penetra por traumatismo, diseminacion
subcutanea y linfatica. Ej: Esporotricosis, cromoblastomicosis.
✔ Sistemicas → Contacto con esporas del hongo, penetran por inhalacion, afectan superficies,
piel y mucosas, extension hacia organos profundos, evolucion subaguda, cronica, producen
fungemia. Ej: Hongos dimorficos.
✔ Oportunistas → Causadas por hongos saprofitos, se transforman en patogenos por factores del
hospedero. Ej: Hongos contaminantes.
ESTRUCTURA FUNGICA
Consta de un complejo llamado talo o micelio:
➔ Talo vegetativo, cuya funcion es:
• Nutricion – Crecimiento – Fijacion - Edificacion de talo aereo
➔ Talo aereo o reproductor: Donde se forman los organos de reproduccion cuya funcion
principal es la conservacion de la especie
Las células micóticas tienen características típicas de eucariotas, lo que incluye la presencia de un
núcleo con un nucléolo, membrana nuclear y cromosomas lineales. El citoplasma contiene un
citoesqueleto con microfilamentos de actina y microtúbulos que contienen tubulina.
También cuentan con ribosomas y organelos, como las mitocondrias, retículo endoplásmico y aparato
de Golgi. Las células micóticas tienen una pared celular rígida externa a la membrana citoplásmica,
cuya constitución química difiere de la observada en plantas y bacterias. Una diferencia importante
con las células de mamíferos es que las membranas citoplásmicas están constituidas por esteroles.
En hongos, el esterol dominante es el ergosterol, en tanto que en células de mamíferos es el
colesterol. Los hongos por lo común se encuentran en un estado haploide, aunque se forma un núcleo
diploide a través de fusión nuclear en el proceso de reproducción sexual. Presencia de núcleo,
mitocondria y retículo endoplásmico.
La estructura química de la pared celular en los hongos es notablemente diferente de la observada en
células bacterianas porque no contiene peptidoglucano, glicerol, ácido teicoico de ribitol, o
lipopolisacáridos. En su lugar, los polisacáridos manano, glucanos y quitina se encuentran en estrecha
asociación unos con otros y con proteínas estructurales.
Las manoproteínas son polímeros de manosa (manano) que se encuentran en la superficie de la
matriz estructural de la pared celular, donde se encuentran unidas a proteínas. Son los principales
determinantes de la especificidad serológica por las variaciones en la composición y uniones de las
cadenas laterales de polímeros.
Los glucanos son polímeros de glucosilo, algunos de los cuales forman fibrillas que incrementan la
fuerza de la pared de las células micóticas, a menudo en estrecha asociación con quitina. La quitina
está compuesta de cadenas largas, no ramificadas, de poli-N-acetilglucosamina. Es inerte, insoluble y
rígida y proporciona sostén estructural en una forma análoga a la quitina en los caparazones de los
cangrejos o en la celulosa de las plantas.
Es el principal componente de la pared celular de hongos filamentosos. En las levaduras, la quitina
parece ser de la mayor importancia en la formación de tabiques cruzados y conductos a través de los
cuales pasa el núcleo de la célula madre a la célula hija durante la división celular.

TALO O MICELIO = CUERPO DEL HONGO


Morfologia:
✗ Celulas aisladas esfericas/ovoides → Levadura → Micelio unicelular (H. levaduriforme) →
Colonias cremosas/humedas.
✗ Elementos tubulares cilindricos filamentosos crecimiento apical → Hifa → Micelio multicelular
(H. filamentoso o moho) → Colonias algodonosas/vellosas-secas
< Hifa: estructura y extension hifal → Zona de senescencia, almacenamiento, absorcion, crecimiento
apical >
SEPTOS O TABIQUES
Presentan poros ( 1 o +) a traves de los cuales se produce intercambio activo de citoplasma y pasaje de
nucleos. En los zigomicetos los septos son raros o estan solo presentes para aislar las partes viejas o
las reproductoras.
• Hifas superiores → septada o tabicada: 2-5 micras
• Hifas inferiores → aseptada: 10-15 micras. Micelio continuo o cenocitico
• Hifas dematiácea: Pigmentos (melanina), funcion: tolerancia al estres ambiental y contra
oxidantes antimicrobianos
• Hifas hialina

LEVADURA
• Unicelular→ Reproduccion por brote o gemacion: BLASTOCONIDIA
Cuando el blastoconidio se elonga y no se separa entre si, dando brotes alargados
adheridos: PSEUDOMICELIO
• Esfericas u ovoides
• Un nucleo
• Una vacuola
• Mitocondria
• Organelas citoplasmaticas
• Reproduccion asexual por gemacion
• Reproduccion sexual por esporas
Las levaduras forman colonias similares a las de las bacterias. En líquidos son mucho más
transportables que los mohos por su naturaleza unicelular.
Los hongos también pueden crecer a través del desarrollo de hifas, que son extensiones de forma
tubular de la célula con paredes gruesas, paralelas. Conforme se extienden las hifas, forman una masa
entrelazada conocida como micelio. La mayor parte de los hongos forma tabiques en las hifas, que
cruzan las paredes en forma perpendicular a la pared celular y dividen a las hifas en subunidades.
Estos tabiques varían entre las especies y pueden contener poros y paredes incompletas que permiten
el movimiento de nutrientes, organelos y del núcleo.
Algunas especies no forman tabiques; forman hifas y micelios como una célula única y continua. En las
hifas tabicadas y no tabicadas se observan múltiples núcleos, con flujo libre de citoplasma a lo largo de
las hifas o entre éstas a través de poros en los tabiques. Una porción del micelio (micelio vegetativo)
por lo común crece en un medio de cultivo o en un sustrato orgánico (p. ej., subsuelo) y actúa como la
raíz de las plantas como recolector de nutrientes y de humedad. La superficie más visible de
crecimiento puede asumir un aspecto esponjoso conforme el micelio se vuelve aéreo. Las paredes de
la hifa son lo suficientemente rígidas para dar sostén a esta red extensa, entrelazada, que por lo
común se denomina moho.
Las hifas aéreas portan las estructuras reproductoras de esta clase de hongos. Algunos hongos forman
estructuras denominadas seudohifas, que difieren de las hifas verdaderas porque tienen zonas de
constricción con aspecto similar a una yema y con paredes celulares menos rígidas.
Las conidias reproductivas y esporas de los mohos y estructuras que las portan asumen una gran
variedad de tamaños, formas y relaciones con la hifa progenitora, y la morfología y desarrollo de estas
estructuras son la base primaria para la identificación de mohos de importancia médica. La estructura
del micelio participa en la identificación, dependiendo de si las hifas son tabicadas o no tabicadas,
pero las diferencias no son lo bastante distintivas para identificar o incluso sugerir una especie o
género de hongo. Para la identificación se utiliza la morfología de las conidias reproductoras y esporas
Las conidias formadas de manera exógena pueden originarse directamente de la hifa o de una
estructura especial en forma de tallo, el conidióforo.
En ocasiones se utilizan términos como macroconidia y microconidia para indicar el tamaño y
complejidad de estas conidias. Las conidias que se desarrollan en el interior de la hifa se denominan
clamidoconidia o artroconidia. La clamidoconidia se vuelve más grande que la hifa misma; son
estructuras redondeadas, de pared gruesa, que pueden ubicarse en el extremo terminal de la hifa o en
su trayecto. Las artroconidias adquieren la forma y tamaño de unidades de hifa, pero se encuentran
engrosadas o diferenciadas de alguna otra manera.
Las artroconidias pueden formar un grupo de conidias delicadamente unidas que se separan y
diseminan cuando se agitan. La espora sexual más común se conoce como ascospora. En el asca,
estructura en forma de saco, pueden encontrarse cuatro u ocho ascosporas. La disposición de las
conidias y conidióforos determina el nombre del hongo. Las ascosporas se originan en el asca.

ESPORAS
✔ Son formas de reproduccion con caracteristicas especificas en cada genero
✔ Las esporas se forman a veces en cualquier sitio del micelio
✔ Formas: Esferica, ovalada, cilindrica, ovoide.
Por su origen, disposicion, agrupamiento, numero de celulas, estructura y otros caracteres, se llaman:
zoosporas, esporanglosporas, conidiosporas, artrosporas, blastosporos y clamidosporas.

REPRODUCCION
• Se realiza por esporas
• Sexuada: perfecta → Telemorfa: esporas
• Asexuada: imperfecta → Anamorfa: conidias
• Holomorfa

REPRODUCCION ASEXUAL
Division mitotica del nucleo haploide con la producción asociada de conidias con forma de esporas por
gemación o la separación de elementos de las hifas.
Se da a partir del micelio aereo sin difusion de nucleos
Utilizada para identificar al hongo
Se realiza por medio de formacion de esporas asexuales
Externas → conidias Internas → Esporangiosporas
• Tipos de esporas asexuales: • Contenidas y producidas en el esporangio
• Macro y microconidias (fision) • Exclusivo de Zigomicotas
• Artrosporas (fragmentacion) •
• Blastosporas (gemacion)

UNIDADES DE REPRODUCCION ASEXUAL


➔ Esporas: Contenidas en esporangios
➔ Esporangio: Saco cerrado que alberga las esporangiosporas, sostenido por una hifa
especializada denominada esporangioforo que da origen en su porcion terminal a la columela.
REPRODUCCION SEXUAL
• Fusion de nucleos haploides de celulas donadoras y receptoras para formar un nucleo diploide
que se divide por meiosis
Esporas sexuales: Zigosporas – Ascosporas – Basidiosporas
Algunos de los cuatro núcleos haploides resultantes pueden ser recombinantes genéticos y pueden
sufrir división adicional por mitosis.

HONGOS MAS IMPORTANTES


Clase → Zigomicetos Esporas asexuales → Esporangiosporas Esporas sexuales → Zigosporas
Micelios → No septados Grupos representativos → Rhizopus, mucor

Clase → Ascomicetos Esporas asexuales → Conidias (exogenas) Esporas sexuales → Ascosporas


Micelios → septados Grupos representativos → Histoplasma, Trichophyton candida

Clase → Basidiomicetos Esporas asexuales → Conidias (exogen) Esporas sexuales → Basidiosporas


Micelios → septados Grupos representativos → Setas, cryptococcus

Clase → Deuteromicetos Esporas asexuales → Conidias (exogenas) Esporas sexuales → Ausentes


Micelios → septados Grupos representativos → La mayor parte de patogenos

RESPUESTA INMUNE INNATA


Neutrofilos y macrofagos → Tienen TRL2 y TRL4, principales mediadores de la inmunidad innata
frente a los hongos
Neutrofilos → liberan sustancias fungicidas (intermediarios reactivos del oxigeno y enzimas
lisosomicas)
Macrofagos → Fagocitan a los hongos para su eliminacion intracelular

Existen pruebas considerables de que personas sanas tienen altos niveles de inmunidad innata contra
la mayor parte de las infecciones micóticas. Esto es particularmente cierto para las infecciones por
mohos oportunistas. La resistencia está mediada por fagocitos profesionales (neutrófilos, macrófagos
y células dendríticas), el sistema del complemento y receptores de reconocimiento de patrones.

Para los hongos, los receptores más importantes incluyen estructuras similares a lectina en los
fagocitos (dectina-1) que se une al glucano y a los receptores tipo Toll (TLR 2, TLR 4). En la mayor parte
de los casos, los neutrófilos y macrófagos alveolares son capaces de destruir las conidias de los hongos
cuando éstas alcanzan los tejidos. Un número pequeño de especies, todas las cuales son dimórficas,
son capaces de producir enfermedad leve a grave en personas por lo demás sanas.

Estudios in vitro han mostrado que estos hongos son más resistentes a la destrucción por fagocitos
que los microorganismos oportunistas, tal vez por un cambio en las estructuras de superficie que
participan en el reconocimiento de patrones.
C. albicans es capaz de unirse a los componentes del complemento en una forma tal que interfiere con
la fagocitosis. La mayor parte de los hongos son destruidos con rapidez por los neutrófilos.
C. immitis es una de las especies mejor estudiadas; se ha hallado un componente en la pared de su
conidia en fase infecciosa, que es resistente a los fagocitos. Conforme las hifas se convierten en
esférulas (en los tejidos) también son resistentes a la destrucción por fagocitosis por su tamaño y
características de superficie. Algunos hongos producen sustancias como la melanina, que interfieren
con la destrucción oxidativa mediante fagocitosis.
Las formas hísticas de levadura de Histoplasma capsulatum se multiplican en el interior del macrófago
al interferir con los mecanismos de destrucción lisosómica en una forma similar a la de algunas
bacterias. Estos mecanismos para evitar la destrucción por fagocitosis parecen permitir que muchos
hongos dimórficos se multipliquen lo suficiente para producir una infección que no puede controlarse
sólo por la respuesta inmunitaria.

RESPUESTA INMUNE ADQUIRIDA


• La inmunidad celular Th1 y neutrofilos son el mecanismo mas importante en la resolucion de
las enfermedades micoticas
• LT CD4 y LT CD8 colaboran en la eliminacion de *C. neoformans cuando colonizan pulmones y
el SNC en pacientes inmunosuprimidos
• En pacientes con candidiasis en superficies mucosas evita su propagacion a otros tejidos
La mayor parte de los hongos son incapaces de producir una infección incluso leve en individuos con
buena respuesta inmunitaria. Un número pequeño de especies son capaces de causar infección clínica
aparente, que por lo común se resuelve una vez que ha pasado el tiempo suficiente para la activación
de la respuesta inmunitaria. La enfermedad progresiva, debilitante o que pone en riesgo la vida a
causa de estos microorganismos por lo común se asocia con respuesta inmunitaria celular ausente o
disminuida, y la evolución de cualquier enfermedad micótica es peor en un individuo con
inmunodepresión que en una persona previamente sana.

INMUNIDAD HUMORAL
Los anticuerpos pueden detectarse en cierto tiempo durante la evolución de la mayor parte de las
infecciones micóticas, pero existe poca evidencia de que contribuyan a la inmunidad. El único hongo
encapsulado, Cryptococcus neoformans, es un ejemplo de hongo contra el cual los anticuerpos
desempeñan una función importante en el control de la infección.
La cápsula de polisacáridos de C. neoformans tiene propiedades antifagocíticas similares a las de
patógenos bacterianos encapsulados, pero tiene menos potencia antigénica. Los anticuerpos
anticapsulares participan en la resolución de la infección criptocócica, pero predomina la respuesta de
los linfocitos TH1.
Los anticuerpos también participarán en el control de las infecciones por C. albicans al incrementar las
interacciones entre el hongo y los fagocitos, lo que probablemente también sea cierto para otras
levaduras. En algunas otras infecciones micóticas, la falta de efecto protector de anticuerpos es
notable. Por ejemplo, en la coccidioidomicosis los títulos elevados de anticuerpos específicos contra C.
immitis se relacionan con diseminación y peor evolución clínica. La opsonización por anticuerpos es
eficaz en algunas infecciones por levaduras.

INMUNIDAD CELULAR
Evidencia clínica y experimental considerables apuntan hacia la importancia de la inmunidad celular
en las infecciones micóticas. La mayoría de los pacientes con enfermedad sistémica grave tienen
neutropenia, defectos en la función de los neutrófilos o disminución de las reacciones inmunitarias
por linfocitos TH1. Esto puede ser consecuencia de factores como tratamiento con esteroides,
leucemia, enfermedad de Hodgkin y SIDA. En otros casos, por lo común puede demostrarse un déficit
inmunitario por la ausencia de respuestas de hipersensibilidad tardía o citocinas estimuladas por
linfocitos TH1 específicas para el hongo en cuestión. En este último caso, es probable que la falta de
respuesta se deba en parte a la activación de células supresoras o a la circulación continua del
antígeno micótico.
Cuando las hifas o las levaduras de un hongo alcanzan sitios hísticos profundos, son destruidos por
neutrófilos o resisten a la destrucción por uno de los mecanismos antifagocíticos descritos antes. Las
células supervivientes continúan creciendo con lentitud o, si son dimórficas, se convierten ya sea a
levaduras, hifas o esférulas hísticas.
El crecimiento de estas formas invasoras puede reducirse pero no son destruidas por los macrófagos
que las fagocitan. Una característica de los patógenos micóticos es que resisten los mecanismos de
destrucción de los macrófagos y continúan su multiplicación. En personas sanas la extensión de la
infección es pequeña y los síntomas son originados por la respuesta inflamatoria.
La respuesta inmunitaria adaptativa específica está en espera del invasor. En las infecciones micóticas
es la interacción entre las células dendríticas y macrófagos lo que favorece la producción de
interleucina 12 (IL-12) e interferón gamma (IFN-γ) lo que conduce a que las células CD4 se diferencien
en linfocitos TH2, los cuales tienen el efecto dominante.
El punto de inflexión ocurre cuando los macrófagos locales que contienen múltiples hongos son
activados por citocinas mediadoras producidas por linfocitos T que interactuaron con antígenos
micóticos. Los macrófagos activados son capaces de restringir el crecimiento del hongo y se controla la
infección. Los defectos que alteran este ciclo conducen a una enfermedad progresiva.

EVASION DE LA RESPUESTA INMUNE


Transicion fenotipica → Hidrofobicidad de la superficie celular de Candida → Desarrollo intracelular ↓
Formacion de biopeliculas ← Formacion de capsula ← Lisis de celulas y moleculas del s. inmune

EPIDEMIOLOGIA
 Distribucion universal: Mayor frecuencia en regiones tropicales, cosmopolitan, regiones
endemicas
 Genero: Predominio en hombres
 Edad: Niños y adultos mayores (Tiñas), Todos: oportunistas
 Raza: Coccidioidomicosis: Filipinas – Asiasticos – Afroamericanos
Las infecciones micóticas se adquieren del medio ambiente o pueden ser endógenas en unos cuantos
casos, que pertenecen a la flora normal. La inhalación de conidias infecciosas generadas por mohos
que crecen en el ambiente es un mecanismo común de infección. Algunos de estos mohos son
ubicuos, en tanto que otros están restringidos a regiones geográficas cuyo clima favorece su
crecimiento (r. endemicas).
Algunos hongos presentes en el ambiente producen enfermedad después de que se inyectan en forma
accidental, atravesando la barrera cutánea. Los hongos patógenos constituyen sólo un pequeño
porcentaje de aquellos que se encuentran en el medio. Las infecciones endógenas se restringen a unas
cuantas levaduras, sobre todo C. albicans. Estas levaduras tienen la capacidad de colonizar al adherirse
a las células del hospedador y, cuando tienen la oportunidad, invaden estructuras más profundas. Las
conidias presentes en el medio ambiente se inhalan o inyectan Las levaduras endógenas pueden
invadir estructuras más profundas.

FUENTES DE INFECCION
 Ambiente externo (estado saprofito, micelial): coloniza en forma de esporas o conidias
 Transmision humano-humano: Dermatofitosis antropofilicas, por uso comun de toallas, peines,
sabanas, calzado, instrumenos de pedicura.
 Transmision animal-humano: Especies zoofilicas
 Endogena: Saprofitos que se tornan patogenos por una baja en el sistema inmune (VIH, enf de
base, antibioticoterapia prolongada)

VIAS DE ENTRADA
Traumatica: Heridas con metales, con fragmentos vegetales, mordeduras de animales, caidas.
Inhalatoria: Foco primario pulmonar, depende de la cantidad de esporas/conidias inhaladas y su
virulencia
Otros: Deglucion, inoculacion accidental, venoclisis, sondas, cateteres

DIAGNOSTICO
Clinico
Epidemiologico
Laboratorio → Estudio micologico: Exudado micologico directo y cultivos

Examen directo → Debido a su gran tamaño, los hongos a menudo muestran características
morfológicas distintivas en el examen microscópico directo de pus, líquidos o tejidos infectados.
El método más simple consiste en mezclar la muestra con una solución de hidróxido de potasio (KOH)
al 10% y colocarla bajo un cubreobjetos. Los álcalis potentes digieren los elementos hísticos (células
epiteliales, leucocitos, restos celulares) pero no las paredes celulares rígidas de mohos o levaduras.
Después de la digestión del material, el hongo puede observarse bajo microscopia de luz con o sin
tinción. Para el examen directo puede añadirse fluoruro de calcio blanco, un colorante que tiñe los
polisacáridos en la celulosa y quitina. Bajo la luz ultravioleta, el fluoruro de calcio blanco adquiere un
color fluorescente, incrementando la detección de hongos en líquidos o cortes de tejido. Unas cuantas
levaduras se colorean con la tinción de Gram, lo que incluye a C. albicans (grampositivo).

El estudio histopatológico de las muestras de biopsia de tejidos se utiliza ampliamente y muestra la


relación del microorganismo con los elementos y respuestas de los tejidos (vasos sanguíneos,
fagocitos, reacciones granulomatosas). La mayor parte de los hongos puede observarse en cortes
teñidos con el método de hematoxilina y eosina que se utiliza en los laboratorios de histología. Con
frecuencia se utilizan procedimientos de tinción especiales, como los métodos con impregnación de
plata porque estos métodos tiñen a la mayor parte de los hongos pero sólo a unos cuantos
componentes hísticos. Los histopatólogos deben ser informados de la posibilidad de infección micótica
cuando se envían tejidos, porque no se utilizan de manera sistemática tinciones especiales y métodos
de búsqueda de hongos.

Cultivo → Los hongos pueden cultivarse con el empleo de métodos similares a los utilizados para
aislar bacterias. El crecimiento ocurre con facilidad en medios bacteriológicos enriquecidos utilizados
a menudo en laboratorios clínicos (p. ej., agar chocolate y agar sangre). Sin embargo, muchos cultivos
de hongos requieren días a semanas de incubación para lograr el crecimiento inicial; las bacterias
presentes en la muestra crecen con mayor rapidez y pueden interferir con el aislamiento de un hongo
de crecimiento lento. El medio utilizado más a menudo para el cultivo de hongos es el agar de
Sabouraud, que contiene sólo glucosa y peptonas como nutrientes.
Tiene un pH de 5.6, que es óptimo para el crecimiento de dermatofitos y satisfactorio para el
crecimiento de otros hongos. La mayor parte de las bacterias no proliferan o muestran proliferación
inadecuada en el agar de Sabouraud. Se han utilizado diversos medios de cultivo, muchos de los
cuales tienen como base el agar de Sabouraud o la adición de tejido encefálico-cardiaco.

Se crea un medio selectivo para hongos mediante la adición de antibióticos con actividad
antibacteriana como el cloranfenicol y gentamicina. La cicloheximida es un antibiótico que inhibe a los
hongos saprófitos y en ocasiones se añade al agar de Sabouraud para evitar la proliferación excesiva
de mohos contaminantes del medio ambiente, en particular en casos de cultivos cutáneos. No puede
dependerse de manera exclusiva de los medios que contienen estos agentes selectivos porque pueden
interferir con el crecimiento de algunos hongos patógenos o porque el contaminante puede producir
una infección oportunista. Por ejemplo, la cicloheximida inhibe a Cryptococcus neoformans y el
cloranfenicol puede inhibir las levaduras de algunos hongos dimórficos.

Los medios selectivos no son necesarios para el crecimiento de hongos en sitios estériles, como
líquido cefalorraquídeo o tejidos de biopsia. A diferencia de la mayor parte de las bacterias patógenas,
muchos hongos crecen mejor en 25 a 30 °C y las temperaturas en este intervalo se utilizan para el
aislamiento primario. Los cultivos pareados que se incuban a 30 y 35 °C pueden utilizarse para
demostrar dimorfismo.
Una vez que se ha aislado el hongo, los procedimientos de identificación dependen de si el hongo es
una levadura o un moho. Las levaduras se identifican por pruebas bioquímicas similares a las utilizadas
para bacterias, lo que incluye algunas que son idénticas (p. ej., producción de ureasa). La capacidad de
formar seudohifas también se utiliza desde el punto de vista taxonómico entre las levaduras.
Otras características, como el tamaño, textura y color de las colonias, ayudan a identificar los mohos,
pero sin la conidiación no hay suficiente información para la identificación. La facilidad y velocidad con
la cual varios hongos producen conidias varía en gran medida.
La nutrición mínima, humedad, buena aireación y temperatura ambiental favorecen el desarrollo de
conidias. La morfología microscópica de los hongos suele demostrarse por métodos que permiten la
observación microscópica in situ de conidias asexuales frágiles, su forma y disposición. La morfología
también puede examinarse en fragmentos de áreas de proliferación de un moho y con el examen de
preparaciones húmedas que contienen un colorante denominado azul de lactofenol. El colorante tiñe
las hifas, conidias y esporas. Puede observarse producción de conidias por días o semanas después del
crecimiento inicial del moho. Es algo similar a esperar a que abran las flores y puede ser frustrante
cuando el resultado tiene aplicación clínica inmediata. Es deseable, aunque no siempre es posible,
demostrar las fases de levadura y moho en casos de hongos dimórficos. En algunos casos, estos
resultados pueden lograrse con cultivos paralelos a 30 y 35 °C. Las formas hísticas de Coccidioides
immitis no se producen con facilidad in vitro. La demostración del dimorfismo se torna menos
importante con el desarrollo de sondas específi cas de DNA para la mayor parte de los patógenos
sistémicos. Estas ondas pueden aplicarse con rapidez y en forma directa a los micelios en las fases de
moho de estos hongos

Deteccion de antigenos y anticuerpos → Los anticuerpos séricos dirigidos contra diversos antígenos
micóticos pueden detectarse en pacientes infectados con dichos agentes. Con excepción de algunos
patógenos sistémicos, la sensibilidad y la especificidad de estas pruebas no son suficientes para
recomendar su uso en el diagnóstico o en la vigilancia terapéutica de infecciones micóticas.
Se ha intentado el empleo de inmunoanálisis y de sondas de oligonucleótidos para la detección de
antígenos micóticos. Los principales objetivos son los mananos, manoproteínas, glucanos, quitina u
otras estructuras singulares del patógeno micótico. Se han apoyado trabajos recientes sobre sondas
que detectan antígenos de múltiples hongos. La única prueba establecida de este tipo es aquella que
detecta la cápsula de polisacáridos de Cryptococcus neoformans.

TOMA DE MUESTRA
Lesion caracteristica
Raspados del borde activo
Pus y exudados → Aspirados
Cortes de tejidos con material quirurgico (biopsias transporte)

TRANSPORTE DE MUESTRAS
Muestras secas → En bolsas plasticas limpias, papel
Hisopos → Con medio de transporte; caldo nutritivo o solucion salina esteril
Tejidos → en bolsas esteriles, frascos de vidrio o plastico
Exudado → jeringas, tubos taparosca esteriles

MICOSIS SUPERFICIAL
Afecciones producidas por hongos que colonizan las capas queratinizadas mas externos de la piel,
cabello y uñas
Desencadenan respuesta inmunitaria escasa o nula
Carecen de sintomatologia por lo que se identifican por la apariencia fisica
Clasificacion: según agente causal

➢ Candidiasis
➢ Afecciones causadas por levaduras del genero Malassezia
➢ Dermatofitosis
Hongos filamentosos queratinofilicos:
• Microsporum (piel y pelo)
• Trichophyton (piel, pelo, uñas)
• Epidermophyton (piel, uñas)
Afectan la epidermis en todo su espesor, pelo, piel y uñas
Geofilicos, zoofilicos y antropofilicos

DERMATOFITOS O TIÑAS
Tinea capitis: Infeccion Tinea manum: infeccion Tinea barbae: infeccion
del cuero cabelludo de palmas y region de la barba y area del
Tinea corporis: infeccion interdigital cuello
del tronco y Tinea pedis: pie de Tinea unguium:
extremidades atleta, afecta la planta onicomicosis, infeccion
Tinea cruris: afeccion en de los pies y zonas de las uñas
la ingle interdigitales
PITIRIASIS VERSICOLOR
Infeccion recurrente de la capa de la cornea de la piel producida por levaduras del genero Malassezia
(lipofilica)
Manifestaciones clinicas → Zonas parcheadas con fina descamacion de color pardo en la parte
superior del tronco, cuello, parte superior de los brazos y abdomen
Diagnostico → Raspado de lesiones, presencia de levaduras ovales con gemacion

MICOSIS SUBCUTANEAS
• Hongos que afecta dermis, tejido celular subcutaneo, musculo y hueso
• Se adquiere por medio de heridas, causan lesiones papulomatosas o ulcerativas
• Son geofilicos y zoofilicos, predomina en climas tropicales y en varones adultos
• Esporotricosis → Micosis de implantacion producida por Sporothrix schenckii (hongo
dimorfico)

ESPOROTRICOSIS
Micosis subcutanea afecta cara y extremidades caracterizada por nodulo, gomas o ulcera en el punto
de la inoculacion y de nodulos y abcesos que siguen las vias de drenaje de los linfaticos superficiales
Epidemiologia → Se localiza en plantas, paja, arboles y suelo. Enfermedad ocupacional (artesanos),
animales.
Diagnostico → Directo y cultivo biopsias de granulomas en busca de levaduras en forma de cigarro.
Dimorfismo→ especies que pueden crecer ya sea como levadura o en fase de moho, lo que
depende de las condiciones ambientales. Varios patógenos para los humanos muestran dimorfismo;
crecen en forma de moho en el medio ambiente y en medios de cultivo a temperatura ambiental,
pero se convierten en levaduras o en alguna otra forma en tejidos infectados. En la mayor parte de los
casos, es posible manipular las condiciones de cultivo para que se presenten in vitro las fases de
levadura y moho. La fase de levadura requiere condiciones similares a las que se encuentran en
condiciones fisiológicas in vivo, por ejemplo, incubación de 35 a 37 °C en un medio enriquecido.
El crecimiento en forma de moho requiere nutrientes mínimos y temperatura ambiental. Las conidias
producidas en fase de moho pueden ser infecciosas y sirven para diseminar el hongo. Crecen en forma
de levadura o moho. La temperatura desencadena el cambio de fases. Los eventos fisiológicos y
morfológicos relacionados con la conversión de moho a la fase de levadura se han estudiado
ampliamente en el hongo patógeno para humanos Histoplasma capsulatum.
Son hongos complejos dado el cambio espectacular en el entorno en que se ha encontrado al hongo
cuando las conidias de moho flotan desde la tierra, su hábitat, hasta los alvéolos pulmonares. La
conversión a fase de levadura se desencadena con la temperatura del hospedador (37 °C) y tal vez por
otros aspectos del nuevo medio ambiente. Estudios in vivo muestran que los eventos iniciales en esta
modificación de moho a levadura incluyen la inducción de una respuesta de golpe de calor y
desacoplamiento de la fosforilación oxidativa. Esto se continúa con la interrupción en la síntesis de
RNA, síntesis de proteínas y metabolismo respiratorio.
Las células pasan a través de un estado de inactividad metabólica e incrementan su capacidad
enzimática que incluye compuestos sulfhidrilo (p. ej., cisteína, cistina) que son exclusivos de la etapa
de levadura. En la etapa de levadura se recupera la actividad mitocondrial y la capacidad de síntesis y
se presenta un nuevo grupo de oxidasas, polimerasas, proteínas, glucanos de pared celular y otros
compuestos. En conjunto, se expresan más de 500 genes en las fases de moho y levadura.
El dimorfismo de los hongos es reversible, característica que los distingue del proceso de desarrollo
como la embriogénesis que se observa en las células eucariotas superiores. La importancia de la
conversión a la virulencia de Histoplasma se muestra en estudios en animales que utilizan cepas con
bloqueo bioquímico para convertirlas a fase de levadura. No producen enfermedad ni persisten en el
hospedador.

CROMOMICOSIS
Agente causal → Fonsecae pedrosoi, Cladophialophora carrionii, Phialophora
Micosis subcutanea localizada en miembros inferiores. Papula o nodulo eritematoso, no pruriginoso,
crecimiento lento. Con el tiempo placas verrugosas descamativas, vegetantes y humedas con atrofia
central
Epidemiologia → Clima tropical, genero masculino, area rural, enfermedad ocupacional. Zoofilicos y
geofilicos. Antecedente de trauma, contaminacion de heridas con tierra. Enf en animales
Diagnostico → Directo y cultivo de pus , tejidos o escamas. Observar celulas fumagoides

MICOSIS SISTEMICAS O PROFUNDAS


Se clasifican en dos grandes grupos
H. patogenos primarios → Distribucion limitada a ciertas areas geograficas, dimorficos, afecta a
cualquier persona
H. oportunistas → Distribucion universal, afecta a inmunodeprimidos (neutropenicos, SIDA)

BLASTOMYCES, COCCIDIOIDES, HISTOPLASMA Y PARACOCCIDIOIDES


Se adquieren por inhalacion de esporas desde el suelo (estado natural)
Cuadros clinicos diversos según estado inmunologico del huesped: asintomaticos inespecificos y
procesos pulmonares (RX), evolucion subaguda o cronica
Desarrollan reacciones inmunologicas INTRADERMOREACCIONES (semejante a tuberculina) y
granulomas
Muestras → Esputo, biopsias de tejido, pus de abcesos, sangre, LCR. Examen directo y cultivo
(demostracion dimorfismo)

HONGOS OPORTUNISTAS
Levaduras → Genero Candida – C. albicans
Hongos filamentosos → Aspergillus spp – Mucor spp – Rhizopus spp
Hongo atipico Pneumocystis jiroveci
Cryptococcus neoformans
PARACOCCIDIOIDOMICOSIS
La paracoccidioidomicosis es una enfermedad infecciosa, crónica, sistémica y progresiva causada por
el hongo dimorfo Paracoccidioides brasiliensis que consta de cuatro especies filogenéticas (S1, PS2,
PS3, PS4), se adquiere por inhalación y se localiza en aparato respiratorio o se disemina a mucosa
buconasofaríngea, ganglios linfáticos, piel, huesos o vísceras.
Puede producir una infección subclínica o ser de evolución aguda, subaguda o crónica e incluso causar
la muerte. Suele afectar a varones latinoamericanos que desempeñan tareas agrícolas. Aunque la
principal localización de la infección es pulmonar, es frecuente que los pacientes acudan al médico
principalmente por lesiones secundarias en las mucosas, la piel, el sistema reticuloendotelial, las
glándulas suprarrenales y otros órganos.

FISIOLOGIA Y ESTRUCTURA
Consta de cuatro especies filogenéticas diferentes (S1, PS2, PS3, PS4) más una especie monofilética
descrita recientemente, Paracoccidioides lutzii. P. brasiliensis se ha recuperado repetidamente de
muestras clínicas humanas, tejidos del armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) y, más
raramente, del armadillo de cola pelada del norte (Cabassus centralis).

Este hongo consta de dos morfotipos: un moho a temperaturas menores de 28 °C y una levadura en
tejidos de mamíferos y cultivos a 35-37 °C.
A temperaturas inferiores a 28 °C, incluidos los 4 °C si es en sustratos líquidos, el hongo crece en unas
3 semanas y produce colonias algodonosas de color blanco con penachos cortos de micelios aéreos. P.
brasiliensis sufre un intrincado proceso de transición térmica al cambiar de una forma sapróbica
micelial, probablemente en la naturaleza, a una forma levaduriforme virulenta en tejidos de
mamíferos infectados.
Dicha transición supone la expresión de una serie de factores de virulencia (enzimas proteolíticas,
melaninas, factores de adherencia micóticos, entre otros) que facilitan la interacción de P. brasiliensis
con sus huéspedes mamíferos accidentales, interacciones dirigidas por ciertos genes expresados
durante la adaptación al huésped.
En los cultivos incubados a 35-37 °C, el hongo crece en unos 10 días, dando lugar a una colonia
blanda, enrevesada, de color marrón cremoso, compuesta microscópicamente por células
levaduriformes de tamaño variable (4-40 mm); algunas adoptan la formación característica de
gemación múltiple (rueda de timón).

CICLO VITAL
La fase parasitaria es una levadura de 10 a 60 micrómetros de diámetro con gemación múltiple y
multinucleada; en estudios ultraestructurales se observa una pared externa electrodensa y fibrilar con
gran cantidad de 1-3 α-glucanos y una pared interna más homogénea y menos densa con predominio
de glucanos y quitina.
La fase filamentosa tiene una pared externa fibrilar y una interna amorfa con predominio de 1-3 β-
glucanos y quitina. La capa interna es gruesa, está compuesta de quitina y yuxtapuesta a la
membrana. El dimorfismo parece estar regulado por factores citoplasmáticos, y la transición a la
forma parasitaria es inducida por cambios en la temperatura in vitro, que modifican la composición de
la pared celular, con transformación de β-glucanos en α-glucanos. El gen Pbgapdh y la proteína que
codifica, gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa (GAPDH, del inglés glyceraldehyde 3-phosphate
dehydrogenase), tienen una mayor expresión en la fase parasitaria, así como durante la transición de
micelio a levadura y viceversa.

No se conoce el nicho ecológico, pues se ha aislado de la naturaleza en contadas ocasiones; el


microorganismo prefiere suelos húmedos y ácidos; los lugares endémicos son cafetales y cañaverales.
Se ha propuesto una estrategia ecológica para el nicho desconocido con base en una importante
reserva del hongo en animales heterotérmicos, de fuentes naturales de agua dulce y una amplia
dispersión de aleuriosporas en el ambiente.

Por estudios epidemiológicos con intradermorreacciones con el antígeno del hongo, se sabe que
existe alta resistencia natural a la infección. El hongo penetra por inhalación y es poco probable que la
inoculación sea tegumentaria. También se sabe que el hongo posee receptores (citosólicos) para β-
estradiol, y esta hormona inhibe la transformación de la fase micelial en levaduriforme, lo que puede
explicar la resistencia en las mujeres después de la pubertad y durante su etapa fértil.
En áreas endémicas, el riesgo de exposición es similar en ambos sexos, pero predomina en varones,
quizá por razones hormonales. La reinfección puede ser pulmonar o diseminada.

EPIDEMIOLOGIA
Es exclusiva de zonas húmedas de Latinoamérica, se observa a cualquier edad, grupo étnico o sexo;
predomina en varones con una proporción de 9:1 y entre los 30 a 50 años de edad.
De los afectados, 5% son niños, y antes de los 12 años, afecta a ambos sexos por igual.
Se ubica en áreas rurales o suburbanas y sobre todo en los campesinos. Se consideran factores
predisponentes, depresión de la inmunidad, desnutrición y factores hormonales o fisiológicos.

PATOGENIA
La paracoccidioidomicosis abarca una infección subclínica secundaria al contacto inicial con el hongo y
una enfermedad evidente que se manifiesta más tarde.
La observación de P. brasiliensis en lesiones residuales proporciona la demostración definitiva de una
infección silente. La enfermedad evidente casi siempre es un proceso diseminado con dos
presentaciones clínicas principales, la enfermedad juvenil y la crónica del adulto.
La juvenil se caracteriza por una afectación notoria del sistema reticuloendotelial y supone menos del
15% de los casos; parece que representa la progresión tras una exposición relativamente reciente. Las
características distintivas de la enfermedad crónica del adulto son una afectación pulmonar
significativa y la presencia de lesiones extrapulmonares.
Ésta es la forma predominante en alrededor del 90% de los casos y probablemente represente una
reactivación endógena tras el contacto inicial con el hongo. Los resultados de la gammagrafía con
galio-67 han revelado afectación multiorgánica en casi todos los casos de los adultos; en los pacientes
con la forma juvenil es más obvia, desde el punto de vista clínico, la afectación extralinfática.
También se reconoce una forma residual, representada por cicatrices fibróticas en focos de lesiones
activas previas. Un análisis de grupos recientemente realizado en pacientes con lesiones pulmonares y
mucosas y/o cutáneas ha avalado con fuerza la coexistencia de dos series diferentes. En el primer
análisis se incluyen pacientes con afectación de mucosas, odinofagia y/o disfagia, más infiltrados
intersticiales alveolares, que representarían las etapas iniciales de la infección, mientras que el
segundo consta de pacientes que muestran lesiones dérmicas, disnea y fibrosis pulmonar, lo que
correspondería a un proceso granulomatoso y fibrosante de mayor cronicidad.
La infección por P. brasiliensis puede permanecer latente y reactivarse más adelante bajo la influencia
de cuadros patológicos prevalentes en ámbitos rurales, como alcoholismo crónico, malnutrición y
tabaquismo.

INMUNIDAD
Respuesta inmunitaria innata: Esta respuesta empieza a nivel de los alvéolos pulmonares, donde los
microorganismos llegan tras ser inhalados por el huésped. A continuación, ciertas células epiteliales
pulmonares, provistas de la capacidad para producir moléculas diferentes, inician la respuesta
inmunitaria.
Los estudios in vitro han demostrado que las levaduras de P. brasiliensis estimulan las células
epiteliales A549 pulmonares para que produzcan interleucina 6 (IL-6) e IL-8 mediante un proceso que
depende de la activación de las cinasas (proteína cinasa activada por el mitógeno p38 [MAPK], cinasa
regulada por señales extracelulares [ERK1/2]).
Por el contrario, las células micóticas viables son capaces de degradar las cinasas anteriores mediante
la expresión de proteasa, lo que sugiere que P. brasiliensis posee la capacidad de modular la respuesta
inmunitaria inflamatoria del huésped. Una vez en los pulmones, los propágulos de P. brasiliensis
interaccionan con las células pulmonares y con proteínas de la matriz extracelular (ECMP).
Sobre la superficie de P. brasiliensis se expresan adhesinas, como la glucoproteína gp43 (el principal
antígeno inmunodominante en P. brasiliensis), malato sintasa, triosafosfato isomerasa,
gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa y enolasa, desde donde atraen a moléculas para el
reconocimiento de ECMP (laminina, fibronectina, fibrinógeno, plasminógeno) y facilitan la adherencia
del hongo.
Aparte de las células epiteliales pulmonares, la primera línea de defensa está representada por los
leucocitos polimorfonucleares (PMN), los macrófagos alveolares, las células dendríticas, las células
citolíticas (NK), el complemento, péptidos, citocinas proinflamatorias y quimiocinas, y todas ellos
obstaculizan la multiplicación del hongo, pero no son capaces de destruir al microorganismo invasor.
Las células del sistema inmunitario innato detectan la presencia del hongo mediante receptores de
reconocimiento de patrón (PRR), que se unen a estructuras moleculares conservadas presentes en los
microorganismos pero ausentes en el huésped, conocidas como patrones moleculares asociados a
patógenos (PAMP).
De los PRR que participan en la respuesta inmunitaria innata frente a P. brasiliensis, los receptores tipo
Toll (TLR) y la dectina-1 desempeñan cometidos importantes. Como consecuencia, estas células
fagocíticas expresan TLR2, TLR4 y dectina-1, siendo de este modo capaces de reconocer y de
interiorizar a los propágulos micóticos.
Las células citolíticas (NK) participan también en la respuesta inmunitaria innata frente a P. brasiliensis.
Los estudios señalan que las células NK, una vez estimuladas con IL-15 recombinante (IL-15r), son
capaces de producir citocinas proinflamatorias (IFN-g, TNF-a) que le confieren un papel
inmunomodulador en la paracoccidioidomicosis. Los macrófagos representan la principal defensa
celular frente a P. brasiliensis.
Cuando son activados por IFN-g, ingieren y destruyen a los conidios y a las levaduras mediante la
expresión de sintasa de óxido nítrico inducible (iNOS). Sin embargo, el óxido nítrico puede
desempeñar un cometido doble (resistencia y susceptibilidad), en función del grado de expresión. Las
proteínas extracelulares micóticas son mediadores clave de la interacción entre el huésped y el hongo,
lo que condiciona notablemente el tipo de respuesta que se desarrollará.
Respuesta inmunitaria adquirida: La inmunidad mediada por células es crucial para la defensa; suele
estar deprimida en el cénit de la enfermedad, pero puede restablecerse con un tratamiento
satisfactorio. La supresión de la respuesta inmunitaria celular se caracteriza por una hipersensibilidad
tardía negativa frente a los antígenos de P. brasiliensis, apoptosis de linfocitos y valores de expresión
altos de antígeno asociado a linfocitos T citotóxicos-4 (CTLA-4), interleucina 10 (IL-10) y TGF-b.
La dicotomía entre las respuestas inmunitarias humoral y celular sugiere un patrón de respuesta
inmunitaria de linfocitos T colaboradores tipo 2 (Th2). Así pues, los pacientes jóvenes y aquéllos con la
forma crónica del adulto presentan pruebas cutáneas de paracoccidioidina arreactivas y anticuerpos
anti-P. brasiliensis detectables, muestran respuestas linfoproliferativas deprimidas frente al antígeno
gp43 y patrones de citocinas correspondientes a la inmunidad de tipo Th2; por ejemplo, secreción de
IFN-g baja, valores altos de IL-4, IL-5 e IL-10, y deterioro de la síntesis de IL-12.
En los pacientes adultos con cuadros de una gravedad menor o intermedia, las respuestas
inmunitarias son sólidas (mayor respuesta linfoproliferativa específica que en los pacientes jóvenes).
Así pues, los perfiles de los pacientes son compatibles con la presencia de una resistencia baja y alta a
la invasión micótica. Al contrario que los pacientes con manifestaciones clínicas, los individuos
afectados (es decir, con pruebas cutáneas reactivas) que viven en áreas endémicas y sin
manifestaciones clínicas de la enfermedad muestran un perfil inmunitario de Th1 normal.
Los granulomas compactos parecen ser el arma defensiva biológica más evolucionada y eficaz contra
P. brasiliensis. La formación del granuloma implica la actividad de linfocitos T (colaboradores y
citotóxicos); células efectoras activadas, representadas principalmente por macrófagos, pero también
por neutrófilos; y diversas citocinas, en especial IFN-g e IL12. Las citocinas Th2 (IL-4, IL-10, TGF-a o
TGF-b) se asocian a un aumento de la susceptibilidad del huésped, probablemente porque interfieren
en la correcta función de los macrófagos.
Respuestas inmunitarias humorales: Tiene una sólida respuesta policlonal representada por los
linfocitos B, la hipergammaglobulinemia y los títulos altos de anticuerpos específicos observados en la
mayoría de los pacientes.
En los pacientes con la forma juvenil están aumentados notablemente los valores de anticuerpos
específicos de inmunoglobulina A (IgA), IgG e IgE. Además, estos pacientes muestran eosinofilia y
valores elevados de TGF-b, un factor de alternancia para IgA. Los pacientes con enfermedad del adulto
grave muestran también títulos de anticuerpos altos, pero los adultos con afectación menor muestran
una producción de anticuerpos más baja que el resto de afectados.
MANIFESTACIONES CLINICAS
La paracoccidioidomicosis se ha dividido en cuatro categorías principales, dos carentes de
manifestaciones clínicas y otras dos directamente relacionadas con procesos patológicos y que
dependen en gran medida de la edad y el estado inmunitario del huésped:
1. Infección subclínica: considerada un proceso latente, clínicamente asintomático, que dura
años desde el contacto inicial con el hongo y que más tarde puede evolucionar a una
enfermedad progresiva manifestada clínicamente.
2. Forma residual: caracterizada por la presencia de secuelas que se originan en tejidos fibrosos
infectados previamente, fundamentalmente en los pulmones, pero también en las glándulas
suprarrenales y las mucosas.
3. Enfermedad aguda/subaguda: proceso patológico evidente y grave puesto de manifiesto por
afectación de múltiples órganos, con hipertrofia ganglionar, hepática y esplénica y con
manifestaciones cutáneas, que a menudo son múltiples y están ampliamente distribuidas por
todo el cuerpo. Los pulmones a menudo no muestran anomalías radiológicas, ni las
manifestaciones clínicas son tan obvias, a pesar de que con frecuencia se detecta P. brasiliensis
en muestras respiratorias. Esta forma suele diagnosticarse en niños, adultos jóvenes y
pacientes con SIDA, así como en pacientes con otras alteraciones inmunitarias.
4. Enfermedad progresiva crónica: la más frecuente de las presentaciones clínicas (90%),
diagnosticada en personas de edad avanzada y caracterizada por una afectación pulmonar
importante y lesiones frecuentes en las mucosas, la piel, las glándulas suprarrenales y otras
localizaciones. En las dos formas que se manifiestan clínicamente se observan con regularidad
síntomas constitucionales (fiebre, astenia, malestar general, pérdida de peso)
DIAGNOSTICO
El diagnóstico diferencial más importante es la tuberculosis, una enfermedad que puede coexistir con
la micosis en el 8% de los pacientes. Otras enfermedades que deberían tenerse en cuenta son los
cánceres y los trastornos neoplásicos (como el linfoma), la histoplasmosis, la leishmaniasis, la lepra y
la sífilis. El diagnóstico correcto solamente puede establecerse mediante pruebas de laboratorio.
El examen directo con hidróxido de potasio o yodopovidona (Lugol) se lleva a cabo en esputo,
exudado o triturado del material de biopsia. Se observan levaduras esféricas u ovales de doble pared,
de 30 a 60 micrómetros de diámetro y con gemación múltiple.
Como estudios de laboratorio iniciales se pueden solicitar: biometría hemática, sedimentación
globular, pruebas de función hepática (con cifras de α-glutamiltransferasa), pruebas de función renal,
electrólitos séricos, radiografías de tórax y ecografía abdominal.
Se practica intradermorreacción con paracoccidioidina, antígeno obtenido de la fase levaduriforme
del hongo. Una prueba positiva mide más de 10 mm e indica hipersensibilidad; en pacientes graves,
una prueba negativa significa anergia; suele haber resultados falsos positivos en histoplasmosis y
coccidioidomicosis.
La detección de anticuerpos y antígenos es importante en el diagnóstico, y en la vigilancia del
tratamiento. En sujetos con enfermedad reciente, las concentraciones de IgE, IgG y las fracciones β y
α2 de globulinas son altas, las de IgM son normales, y las de IgA, variables; pueden ser de utilidad
como marcadores en el seguimiento.
Las inmunoglobulinas son difíciles de detectar en los pacientes con SIDA. Los antígenos que se derivan
de la pared dan mucha reactividad cruzada, por los galactomananos; son más útiles los antígenos
derivados de cultivos filtrados o citoplasmáticos. Los antígenos de cultivos filtrados (metabólicos) E1 y
E2 son los más específicos; este último es análogo de la glucoproteína de 43 kDa, pero puede mostrar
reacción cruzada con Histoplasma capsulatum y Lacazia loboi.
Biología molecular → El análisis molecular por RAPD, RFLP y cariotipificación electroforética tienen
una gran variabilidad genética. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es útil para el
diagnóstico, así como para estudios epidemiológicos y moleculares.
Diagnóstico de laboratorio → Las pruebas diagnósticas están orientadas a la visualización del hongo
etiológico en muestras clínicas y/o su aislamiento en el cultivo. La medición de anticuerpos o la
detección de antígenos en líquidos corporales también constituyen criterios diagnósticos indirectos
válidos. No es difícil visualizar a P. brasiliensis; se ha demostrado la idoneidad de procedimientos como
las preparaciones en fresco, las preparaciones con hidróxido potásico, la tinción con calcoflúor y los
estudios histopatológicos.
Examen directo: La sensibilidad del examen directo varía entre el 85% y el 100%, dependiendo de la
prueba, la muestra, las manifestaciones clínicas y el estado del tratamiento. En muestras de esputo,
exudados, lavados bronquiales y pus, una preparación en fresco sencilla basta para revelar la
presencia de P. brasiliensis en más del 85% de los pacientes. Si los resultados son negativos, deben
recogerse muestras repetidas, muestras mucoides digeridas y concentradas mediante centrifugación.
Estudios histopatológicos: La biopsia suele ser diagnóstica con mucha frecuencia. Se recomienda la
tinción con metenamina argéntica de Gomori. Si las típicas levaduras de gemación múltiple no son
abundantes, es necesario distinguirlas de otros hongos (Blastomyces dermatitidis, Histoplasma
capsulatum y Cryptococcus neoformans). Con frecuencia, en las tinciones de hematoxilina-eosina, los
tejidos infectados revelan una reacción inflamatoria mixta caracterizada por la presencia de
granulomas centrados en las levaduras, algunas de las cuales han sido fagocitadas.
Cultivos: El aislamiento de P. brasiliensis en los cultivos demuestra enfermedad activa, pero la prueba
es positiva sólo en el 85% de los casos y precisa de 20 a 30 días para crecer. Para la confirmación es
necesaria la trasformación mediada por temperatura de las colonias obtenidas en la forma de
levadura. La incubación directa de las muestras a 37 °C conlleva riesgo de contaminación,
especialmente en muestras ricas en flora normal, como las secreciones respiratorias. El aislamiento
primario suele requerir múltiples muestras (p. ej., esputo) y diferentes medios de cultivo.
Pruebas diagnósticas: de base inmunitaria Estas pruebas tienen como objetivo no sólo detectar
anticuerpos anti-P. brasiliensis en suero, líquido cefalorraquídeo y líquido de lavado broncoalveolar,
sino también detectar la presencia de antígenos micóticos en tejidos y líquidos corporales. Por tanto,
no sólo son útiles para el diagnóstico sino también para estudios de seguimiento. El método de
detección de anticuerpos más sencillo, la prueba de inmunodifusión en gel de agar, demuestra
anticuerpos circulantes en más del 90% de los casos. Si reacciona, esta prueba apoya con solidez el
diagnóstico.
Pruebas cutáneas: La prueba cutánea de la paracoccidioidina no es fiable para el diagnóstico,
fundamentalmente porque no hay productos normalizados para satisfacer los estándares de salud
pública. Además, en el momento del diagnóstico, un número importante de casos activos (>35%) no
son reactivos, lo que hace que la prueba no sea satisfactoria.
ESPOROTRICOSIS
La esporotricosis es la micosis subcutánea más frecuente, tiene una distribución mundial, siendo más
común en áreas tropicales y subtropicales con un clima que varía entre 15-25 °C. Se considera una
enfermedad ocupacional: se presenta con más frecuencia en campesinos, agricultores y jardineros, ya
que el hongo se encuentra en la tierra y en material vegetal fresco o seco. Puede presentarse como
esporotricosis cutánea, diseminada y extra cutánea.
La esporotricosis es producida por especies del complejo Sporothrix schenckii formado por cinco
especies de interés clínico: S. globosa, S. brasiliensis, S. luriei, S. mexicana and S. schenckii sensu
stricto.
Conocida como la enfermedad por el pinchazo de rosa, se caracteriza por la presencia de nódulos
cutáneos o subcutáneos ulcerados, eritematosos y/o verrugosos, transmitida en la mayoría de los
casos (10 - 62 %) a través de inoculación traumática del hongo en la piel y el tejido celular subcutáneo,
en ocasiones es por vía inhalatoria causando una neumonitis granulomatosa con frecuencia cavitada,
que recuerda a la tuberculosis; también puede ocurrir por arañazos o mordeduras de animales (gatos,
armadillos), apoyando el concepto de zoonosis o probablemente la infección sea debida a la
contaminación de la herida con el suelo. Las lesiones abiertas contienen organismos que podrían
transmitirse a otras personas o animales.
Esta enfermedad afecta principalmente extremidades superiores e inferiores y la cara, caracterizada
por la aparición de un nódulo, ulcera o goma en el punto de inoculación que siempre será de manera
traumática por espinas, astillas o artefactos contaminados que penetren en la piel de forma
accidental.
La esporotricosis cutánea se caracteriza por la presencia de granulomas esporótricos, tuberculoides o
de cuerpo extraño. El primero, y característico de la esporotricosis, está formado por una zona externa
constituida por células plasmáticas, una capa interna de células gigantes e histiocitos y una zona
central necrótica y de infiltrado neutrofílico, células plasmáticas y linfocitos. En el granuloma
tuberculoide el área central está rodeado de fibroblastos, células epitelioides, linfocitos y células
gigantes de Langerhans.

FISIOLOGIA Y ESTRUCTURA DEL AGENTE ETIOLOGICO


El agente causal es Sporothrix schenckii, hongo dimórfico, división Ascomycota, familia de los
Ophiostomataceae, heterótrofo que contiene quitina en su pared celular, en su etapa saprofita o
cuando se cultiva a 25°C toma la forma de un filamento compuesto por hifas hialinas septadas las
cuales se agrupan como margaritas o flor de durazno (forma de micelio) de 1 a 2 micras de ancho que
requiere de un suelo rico en celulosa con un pH entre 3,5; pero una vez inoculado en el tejido humano
o animal a una temperatura de 37 ºC, se aprecia como una levadura, observándose células
levaduriformes en diferentes tamaños y formas de 2 a 6 micras de diámetro, que se observan en
formas más ovaladas, de lágrima o de cigarro, el período de incubación es de 1 semana a 3 meses.
Se encuentra en el suelo, vegetación en descomposición y excrementos de animales. Es resistente a la
desecación, sensible a la exposición solar directa y al frío.
Tiene proteínas de adherencia especiales, polímeros y una pared celular compuesta por glicopéptidos,
manosa, glucosa y de L-ramnosa, una característica única de este microorganismo, que le permiten
adherirse al humano y colonizar tejidos.
En su disposición, presenta el fenómeno de cuerpo asteroide, pues las levaduras concéntricas se
agrupan en formación radiada, lo que tiene valor diagnóstico. Las levaduras son color crema en su
presentación inicial, posteriormente toman una apariencia más oscura. Algunas cepas son menos
termotolerantes, y no crecen a temperaturas más altas que 35° C, por lo tanto, se asocian más a
lesiones dérmicas aisladas y no se extienden por los ganglios linfáticos al tejido celular subcutáneo.
Sus factores de virulencia no están muy claros en la actualidad. Se cree que posee varias proteinasas
extracelulares que hidrolizan el colágeno y la elastina, y que están relacionados con la patogenia. Se
ha observado que en hospederos inmunocomprometidos la infección tiende a diseminarse
ampliamente, elemento que no se observa en personas inmunocompetentes. El cuerpo asteroide es
muy sugestivo de esporotricosis, pero también puede observarse en otras infecciones fúngicas.

PATOGENIA
Sporothrix schenckii frecuentemente llega al hombre penetrando en la piel a través de una herida o
solución de continuidad por un material contaminado por una espina, astilla, alambre, piedra, arañazo
de un gato u otro objeto punzante contaminado, produciendo un chancro esporotricósico,
aproximadamente 10 días después de la inoculación traumática.
Dependiendo de la respuesta inmune del huésped, se propaga lentamente a lo largo de los linfáticos
que drena la zona, siguiendo el trayecto de la cadena linfática desarrollando lesiones cutáneas
secundarias, lesiones nodulares gomosas y placas verrucosas crónicas. En pacientes
inmunocomprometidos la enfermedad puede diseminarse a otros órganos, produciendo enfermedad
cutánea diseminada y sistémica. En casos raros la inhalación del hongo puede ocasionar esporotricosis
pulmonar, el cual sigue un curso similar al de la tuberculosis, causa una neumopatia primaria,
autolimitada y asintomática que ocasiona una hipersensibilidad específica; o es posible que origine
una neuropatía limitada y progresiva, con posible diseminación hematógena
Cuando el hongo está en el órgano diana, éste induce una reacción granulomatosa supurativa en los
tejidos del huésped, siendo la inmunidad de células T dependientes de óxido nítrico muy importante
para lograr el control de la enfermedad.
Tanto en su forma filamentosa como levaduriformes, Sporothrix schenckii es capaz de producir
melanina se dice que este es un factor de virulencia dificultando la fagocitosis, asociándose a mayor
capacidad invasora y posiblemente a resistencia a los antifúngicos.
Dentro de los factores de virulencia se encuentran los compuestos de ergosterol de su membrana
celular y los exoantígenos de la forma de levadura; los cuales activan, a su vez, el sistema inmune
innato y adquirido del huésped y citoquinas productoras de especies reactivas de oxígeno, proceso
que resultará en la producción de citoquinas tipo Th1 y Th2, impulsado por la acción de la interleucina
(IL) 12 y 4 respectivamente.
Las células tipo Th1 producen interferón-gamma que activa los macrófagos y promueven la inmunidad
celular, estando presentes durante todo el proceso infeccioso, mientras que las células tipo Th2 se
hacen presentes luego de la quinta a sexta semana, y solo en fase avanzadas de la enfermedad toma
un papel activo la inmunidad humoral.
El papel principal de la inmunidad mediada por células, es la razón por la cual en pacientes
inmunosuprimidos esta enfermedad puede ser mortal. Otra forma de medir la mortalidad que puede
llegar a producir es su capacidad de unirse a la fibronectina vía las adhesinas de su superficie, un
factor de virulencia que permite la invasión y diseminación a tejidos más profundos.

EPIDEMIOLOGIA
Es característica de regiones tropicales y subtropicales donde el alto porcentaje de humedad y las altas
temperaturas promueven el crecimiento fúngico.
Entre 3 y 81 años, promedio de 25 años en mujeres y 41 en hombres
Afecta principalmente a varones en una proporción 3:1
Mas comun en adolescentes que en escolares, y en escolares mas que en preescolares
Las partes anatómicas con mayor afectación fueron la cara (36.7%) y las extremidades superiores
(31.6%).
También se han descrito otros factores de riesgo independiente de la actividad laboral tales como
alcoholismo, diabetes mellitus, neoplasias hematológicas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
trasplante de órganos, uso de medicamentos inmunosupresores, entre otros.

ENFERMEDADES QUE PRODUCE


Depende de ciertos factores relacionados con el microrganismo y el huésped, tales como profundidad
y el tamaño del inóculo, termoresistencia de la cepa infectante, respuesta inmune del individuo y las
condiciones climáticas en el momento de la infección, puesto que en modelos in vitro se ha visto que
las altas temperaturas pueden disminuir la posibilidad de infección de algunas cepas.
➔ Esporotricosis Cutánea
La esporotricosis cutánea linfática, es la forma clásica y frecuente de esta enfermedad, con el 70 % de
los casos, se inicia en el lugar de la inoculación traumática, como una pápula o nódulo subcutáneo
pequeño, no doloroso, duro, móvil, lesiones que pueden ser lisas o verrugosas, pero después de una
semana o varios meses tener tendencia a la ulceración, supuración y desarrollo de bordes
eritematosos, formando el llamado «chancro esporotricósico». A pesar de que la lesión inicial puede
persistir como única, la tendencia es al desarrollo de otras lesiones que siguen el trayecto de la
diseminación linfática.
Dos semanas después se forma el complejo cutáneo-linfático e inicia la diseminación siguiendo el
trayecto linfático de la zona afectada, algunas veces acompañada de linfangitis. Se manifiesta por
nódulos escalonados que siguen el trayecto de los ganglios; posteriormente se reblandecen y forman
gomas que pueden ulcerarse o tener aspecto verrugoso con una evolución similar a la inicial, pero con
tendencia a ser más granulomatosas y persistir durante más tiempo. Esta presentación afecta
principalmente las extremidades y la cara; generalmente es unilateral, aunque se han reportado casos
de afección bilateral, los pacientes pueden referir prurito y dolor, y en casos excepcionales, puede
ocurrir linfedema en caso de que el drenaje linfático esté comprometido.
En los niños es también habitual la localización facial. Existe una denominada «esporotricosis gomosa»
que se caracteriza por el desarrollo de múltiples ulceraciones bien definidas, en muñecas, piernas o
antebrazos.
→ Esporotricosis fija corresponde al 25 % de los casos y es la que predomina en niños y en ciertas
áreas geográficas (Centro América). Siendo la forma de presentación clínica más limitada que ocurre
en pacientes inmunocompetentes, que se caracteriza por una placa única, confinada al área de
inoculación, eritemato-violácea, bien definida, de aspecto verrugoso o vegetante, de forma irregular
(media luna), cubierta en su superficie por escamas o costras, lo que le da una apariencia
granulomatosa, pudiendo ser semejante a la leishmaniasis cutánea.
A veces se observan lesiones satélites que se localizan en el dorso de la mano o el antebrazo; es muy
raro que aparezcan en la cara o en cualquier otra parte anatómica. Habitualmente es asintomática y es
muy raro que ocurra diseminación linfática, aunque en algunos casos los ganglios linfáticos locales
pueden estar aumentados de tamaño.
Hay casos descritos de curación espontánea, pero generalmente se trata de lesiones que evolucionan
durante meses o incluso años. La forma fija de la esporotricosis puede confundirse con los granulomas
por agentes extraños, infección inflamatoria por dermatofitos, granuloma de Majocchi, blastomicosis,
cromoblastomicosis, lobomicosis y tuberculosis cutánea.
➔ Esporotricosis Cutánea Diseminada
La forma cutánea diseminada es poco frecuente de 1 a 2 casos, se produce por diseminación
hematógena, vinculada con importantes estados de inmunosupresión. Donde el agente causal actúa
como oportunista y el huésped presenta una respuesta inmune alérgica. Las causas de
inmunosupresión asociadas con más frecuencia como diabetes, infección por VIH/SIDA, neoplasias
hematológicas y estados de inmunosupresión parcial como embarazo, tratamientos con
corticoesteroides sistémicos, desnutrición y alcoholismo crónico. Afecta diferentes regiones del
tegumento, sin afectar los órganos extra cutáneos, las lesiones cutáneas consisten en nódulos
gomosos, úlceras y placas verrugosas que afecta piel y mucosas.
No hay tendencia a la curación y tiene por lo general mal pronóstico. Esta forma tiende a diseminarse
a huesos, articulaciones (codos y rodillas) y otros órganos, incluido el sistema nervioso central.

DIAGNOSTICO
El diagnóstico de esporotricosis se realiza mediante tres procedimientos fundamentales:
inmunológico, micológico e histopatológico.
✗ Exámenes directos no son muy útiles para el diagnóstico, debido al escaso número de
levaduras presentes, además son muy pequeñas (2 a 3 um) y las técnicas convencionales de
tinción no hacen viables al hongo. Puede utilizarse la tinción de PAS para la observación. Las
levaduras pueden resaltarse con técnicas de inmunofluorescencia.
✗ El cultivo sobre agar glucosado de Sabouraud incubados a la temperatura de laboratorio, se
desarrollan rápidamente, las colonias aparecen en un tiempo promedio de 5 a 8 días. y son
achatados, de color crema, que van adquiriendo lentamente una coloración amarronada o
negruzca, con múltiples surcos y aspecto membranoso, acartonado. Se realiza del material
obtenido del exudado de las lesiones, escamas, fragmentos de tejidos o expectoración. El
examen directo del cultivo muestra hifas delgadas septadas y ramificadas que producen
conidios ovoides o piriformes de paredes delgadas agrupadas típicamente en formaciones que
se han comparado con la flor de durazno.
El diagnóstico se establece por el cultivo de Sporothrix schenckii como procedimiento
definitivo. El examen microscópico de la muestra es de poco valor debido al escaso número de
levaduras presentes, pero puede utilizarse la tinción con PAS o calcofluor para la observación.
La demostración del dimorfismo permite confirmar la identificación de especie de S. Schenckii;
para ello el hongo debe inocularse en un tubo con agar sangre inclinado en ambiente húmedo
a 37ºC. Debe tenerse en cuenta que, en ocasiones, la conversión a la fase levaduriforme sólo
se observa en los bordes de las colonias.
✗ Diagnóstico histopatológico: este procedimiento es útil, rápido y de bajo costo. Cuando la
biopsia se obtiene de un nódulo, el infiltrado se dispone en tres zonas clásicas: 1) zona central
o supurativa crónica: coexisten microabscesos de células polimorfonucleares h z “ pos ” 2) zona
media o tuberculoide; cuerpo asteroide es una célula gemante con un halo radiado de
eosinófilos (fenómeno de Hoeppl Splendore); alrededor de la zona supurativa crónica se
encuentra la zona media o tuberculoide, la cual está constituida por células epitelioides
(algunas gigantes multinucleadas del tipo Langerhans) y cuerpos extraños.3) La tercera zona, o
sifiloide, comprende plasmocitos, linfocitos, fibroblastos y con neoformaciones vasculares.
En cerca del 20% de los casos se pueden ver los cuerpos asteroides, estructura característica
que permite el diagnóstico de formas clínicas linfangíticas y se cree que corresponde a una
forma de resistencia del hongo que usa moléculas del huésped para su propia supervivencia.
También puede visualizarse el fenómeno de Splendore-Hoeppli que corresponde a complejos
antígeno-anticuerpo, inmunoglobulina (Ig) M y G asociadas a detritos celulares de células
inflamatorias o de células plasmáticas.
✗ La prueba de dermo-reacción a la esporotricina, que detecta una reacción de
hipersensibilidad retardada, considerándose positiva cuando en el sitio de la inyección aparece
eritema e induración 48 horas después, con una sensibilidad de 94.5% y especificidad de
95.2%. Sin embargo, no se considera una prueba diagnóstica por dos razones: aquellos
pacientes residentes en área endémica pueden estar sensibilizados o puede indicar un
contacto previo con el hongo. Su principal utilidad es en investigaciones epidemiológicas. La
prueba cutánea de la esporotriquina consiste en la inyección intradérmica de una dilución al
1:1.000 de levaduras tratadas con el calor, se inyecta intradermicamente en el antebrazo o la
espalda una décima de mililitro del antígeno a una dilución de 1:2,000.
✗ El diagnóstico diferencial se basa en la forma de presentación clínica y en la morfología de las
lesiones: en la forma linfangítica se debe indagar por otras entidades que se presenten como
una linfangitis nodular, principalmente infecciones por micobacterias, principalmente
Mycobacterium marinum. También se debe pensar en nocardiosis (producida por Nocardia
brasiliensis), cromoblastomicosis, criptococosis, blastomicosis, leishmaniasis, tuberculosis
cutánea gomosa, sífilis, cromomicosis, infecciones piógenas, lepra tuberculoide y enfermedad
por arañazo del gato.
En la forma fija el principal diagnóstico diferencial es la leishmaniasis cutánea, aunque también
se deben considerar úlceras de causa no infecciosa. Igualmente, debe diferenciarse de
infecciones bacterianas cutáneas, lupus vulgar, sarcoidosis, tuberculosis verrucosa,
cromomicosis, infecciones por micobacterias atípicas, impétigo, carcinoma espinocelular. La
esporotricosis cutánea hematógena de tuberculosis, gomas sifilíticas, coccidioidomicosis
Para el diagnóstico de esporotricosis pulmonar es necesario la confirmación por cultivo y
estudio serológico. En el examen microscópico directo del esputo o BAL pueden observarse
células levaduriformes características. En algunos pacientes es necesario cultivos repetidos de
esputo para llegar al diagnóstico. La prueba cutánea de la esporotricina, antígeno de la pared
celular, suele ser positiva en los pacientes con esporotricosis pulmonar. Los estudios
serológicos mediante técnicas de inmunodifusión, fijación de complemento y aglutinación son
también útiles para el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad.
Debe establecerse el diagnóstico diferencial con la tuberculosis, gota, artritis reumatoide y
sinovitis pigmentada vellonodular. Para llegar al diagnóstico son necesarios cultivos repetidos
del líquido articular y cultivo y examen histopatológico de la biopsia sinovial, que revela
inflamación granulomatosa. Los cultivos de las lesiones cutáneas y de las articulaciones suelen
ser positivos; los hemocultivos y los cultivos de la médula ósea raramente lo son. Los pacientes
inmonocomprometidos que únicamente presenten la forma cutánea deben ser estudiados
para descartar otras localizaciones. Además, ante todo hemocultivo positivo para S. schenckii
debe descartarse esporotricosis diseminada

PREVENCION
Se deben usar guantes mientras se manipula o trata animales afectados, especialmente los gatos.
Después de quitarse los guantes, se deben lavar bien las manos y usar desinfectante con clorhexidina,
povidona yodada, u otra solución con actividad antifúngica.
La indumentaria de protección como guantes, camisas manga larga y pantalones largos pueden
disminuir el riesgo de infección al trabajar con rosales, fardos de heno, alambres, plántulas de
coníferas u otros materiales de plantas que pueden pinchar la piel.
PITIRIASIS VERSICOLOR
Es una micosis superficial de distribución mundial ocasionada por una especie de Malassezia
(Malassezia furfur), que predomina en tronco y hombros, se caracteriza por manchas hipocrómicas, de
color café (marrón) o rosado,cubiertas por descamación fina y de evolución crónica y asintomática; es
poco frecuente en los niños, y principalmente en la cara. Es un hongo dimorfico por lo tanto tiene dos
formas: Levadura comensal y la forma micelial, es decir la forma patógena.

PATOGENIA
Las levaduras del género Malassezia son un grupo lipofílico con una alta dependencia de un
microambiente rico en lípidos; forman parte del microbioma cutáneo. Bajo ciertas condiciones
pueden convertirse en un agente patógeno y producir una gran variedad de enfermedades cutáneas, e
inclusive, enfermedad sistémica. Se encuentran principalmente en el infundíbulo de las glándulas
sebáceas, donde los lípidos son su principal fuente de energía y están disponibles ampliamente. Si
bien M. pachydermatis es considerada como una especie no lípido-dependiente, se ha visto que
requiere medios ricos en peptona para su crecimiento, los cuales contienen ácidos grasos de cadena
corta; además, se han aislado cepas de este género lípido-dependientes. El mismo fenómeno sucede
con cepas de M. furfur, lo cual sugiere que algunas cepas tienden a sufrir procesos adaptativos
dependiendo de las características del huésped.
En la patogénesis de la PV están involucrados factores de virulencia propios de estas levaduras,
factores intrínsecos del huésped y factores ambientales extrínsecos. La pared celular de Malassezia
representa el punto inicial de la interacción entre el hospedero y el agente patógeno.
La composición de la misma está fuertemente asociada con la adherencia y penetración a los tejidos,
ayudándole a evadir las defensas del huésped. La pared celular de M. furfur y M. pachydermatis está
constituida en su mayoría por galactomananos; de ellos, los más importantes son la galactosa y la
manosa, con 85% y 6-11%, respectivamente; de 5 a 9% está constituido por glucosa. Estas
propiedades químicas de la pared celular le proporcionan características únicas en el reino fungi.
Es necesaria la adhesión a las células del huésped para la colonización e infección. Además de las
características de la pared celular antes mencionadas, también presenta características hidrofóbicas
en la superficie celular, que promueven la formación de biofilm en superficies biológicas y superficies
inertes en aproximadamente 48 horas, en catéteres de poliuretano; esta propiedad le confiere
aumento en su virulencia, resistencia a la penetración de antimicóticos, farmacorresistencia, lo que
parece estar asociado con la producción de infecciones sistémicas. Muchos microorganismos generan
enzimas hidrolíticas que les ayudan en su patogenicidad.
Las especies de Malassezia son capaces de producir proteinasas, lipasas, fosfolipasas, hialuronidasas y
condroitinsulfatasas que propician la formación de poros en las membranas celulares, desmantelando
la función celular y favoreciendo la invasión de los tejidos, con la subsecuente dispersión de los
organismos.
Estas lipasas destruyen los triglicéridos en las glándulas sebáceas y producen una gran cantidad de
ácidos grasos libres insaturados, los cuales actúan como irritantes locales e inmunoestimuladores. Una
vez que las levaduras entran en contacto con el estrato córneo y lo colonizan, comienza una
interacción muy compleja.
Se ha visto que las especies de Malassezia en condiciones normales favorecen la producción de factor
de crecimiento transformante β1 e interleucina (IL) 10, los cuales son potentes inmunomoduladores e
inmunosupresores que disminuyen la respuesta local contra estas levaduras y facilitan la colonización
de la piel. Una vez que las levaduras penetran el estrato córneo, son reconocidas y fagocitadas por las
células dendríticas o células de Langerhans locales, que reconocen y procesan los receptores de
manosa y los presentan a linfocitos B y T en ganglios linfáticos.
La trascendencia de esta respuesta T se ve reflejada en pacientes con VIH, en los cuales hay una
importante proliferación de Malassezia y, además, la aparición de una dermatitis seborreica de difícil
control relacionada con el estado linfopénico de estos pacientes.
También se ha visto que un cierto grupo de pacientes puede tener una respuesta idiosincrática a las
especies de Malassezia que favorecen una reacción de hipersensibilidad tipo IV, lo que resulta en una
respuesta de tipo TH1, además de una actividad aumentada de las metaloproteinasas, las cuales son
potentes inhibidores de la síntesis de fibras elásticas, que da como resultado lesiones dérmicas
atróficas.
Malassezia es capaz de convertir el triptófano en una gran variedad de compuestos de indol, los cuales
están relacionados con algunas de las características clínicas de la PV, como la hipo pigmentación que
se ve en algunas lesiones. Esto se ha ligado a la inducción de la apoptosis de los melanocitos, mediada
por la activación del receptor de hidrocarburos de arilos, lo que resulta en la transcripción de
proteínas del citocromo p450 y la estimulación de la vía de las caspasas.
Los cambios de coloración se han explicado por la producción de ácido dicarboxilico, en especial ácido
azelaico que actúa sobre los melanocitos e inhibe la dopa-tirosinasa, lo cual se manifiesta como
hipocromía
Por otro lado, en estudios ultra estructurales, se ha observado que algunas lesiones presentan
disminución en el número, tamaño y distribución de las melanosomas, lo que explicaría también la
hipocromía antes descrita. Si bien es cierto que no se conoce la causa exacta de la variante
hiperpigmentada, se sospecha que es debida a un incremento en el grosor de la epidermis, así como
un mayor infiltrado inflamatorio lesional, que estimularía a los melanocitos para producir más
pigmento y culminaría con un aumento en el número, tamaño y distribución de los melanosomas.

EPIDEMIOLOGIA
Es de distribución mundial. Comprende 5% de las micosis en general y 20% de las superficiales. La
endemia en climas templados es de 0.5 a 4% y en los calurosos de hasta 50%; su incidencia aumenta
en verano.
Afecta a ambos sexos, con leve predominio en mujeres.
Predominio de los 20 a 30 años de edad; en niños se observa en 5 a 12%, con una edad promedio
entre los 8 y 11 años de edad; es más frecuente en zonas tropicales, y es rara en ancianos.
Quizá la mayor incidencia de estas micosis a partir de la adolescencia se deba a cambios hormonales
que inducen aumento de la producción de sebo, por lo cual es rara en niños.
Ocurre en cualquier raza y estado socioeconómico. No es muy importante en pacientes con infección
por virus de la inmunodeficiencia humana, pero es frecuente en sujetos con otras alteraciones
inmunitarias. No se ha demostrado contagio; la forma conyugal es excepcional.
Las especies de Malassezia se han reconocido como colonizadoras de la piel en varios animales: osos,
monos,cerdos, elefantes, rinocerontes y pájaros, y M. pachydermatis en el conducto auditivo externo
de perros.

MANIFESTACIONES CLINICAS
Se calcula que el periodo de incubación es de 15 dias, las lesiones típicas de la PV son máculas ovales
o redondas, discrómicas, que pueden confluir formando placas poli cíclicas con escama furfurácea en
la superficie, la cual se hace más evidente al raspar la piel con una cureta, o simplemente, con la uña
(signo de Besnier). La topografía más frecuente es el cuello, el tronco en su porción anterior y
posterior, y las extremidades superiores. Sin embargo, se pueden presentar casos que se salgan de
esta topografía, e incluso, ser diseminados.
La clasificación clínica se establece, de acuerdo con la coloración de las lesiones, en hipocrómica que
es la más frecuente, hipercrómica, eritematosa y atrófica. La mayoría de los pacientes presenta
máculas de un mismo color, y sólo en pocos pacientes coexisten dos o más variantes clínicas. Cuando
las máculas presentan un borde periférico eritematoso, pueden dar apariencia de tiña del cuerpo, o si
la hipocromía es muy severa, simular lesiones de vitíligo. La variante atrófica se presenta como placas
ovales, rosadas o marrón claro con aspecto atrófico, que pueden medir desde algunos milímetros a
uno o dos centímetros.
Aunque en la edad pediátrica la cara es el sitio anatómico más afectado, ello no es exclusivo de este
grupo etario, ya que también puede presentarse en adultos. Se han descrito otras localizaciones
menos frecuentes, como los párpados, las axilas, el pene y el periné. Cuando aparece en las ingles, es
difícil de distinguir del eritrasma, con el que puede coexistir. El cuadro clínico, en general, es
asintomático, pero en algunas ocasiones puede producir prurito leve, es de evolución crónica y
recidivante; el principal motivo de consulta es por el aspecto estético de las lesiones.

DIAGNOSTICO
El diagnóstico es básicamente clínico. Se puede utilizar la luz de Wood, en la cual las lesiones aparecen
a la fluorescencia color dorado o amarillo verdoso; es de utilidad para detectar lesiones subclínicas.
La fluorescencia puede ser negativa hasta en el 3.6% de los casos. El estudio micológico se confirma
con un examen directo con hidróxido de potasio (KOH) al 20% o examen directo con cinta Scotch. En la
segunda técnica, se pega un pedazo de cinta adherente sobre una lesión con escama y,
posteriormente, se coloca en un portaobjetos, donde se tiñe con tinta Parker azul, azul de metileno o
la tinción de Albert; la última es superior a las anteriores, ya que facilita la observación de las
estructuras que se tiñen de color púrpura.
En la microscopia de luz, se observarán levaduras de 4 a 8 μm y filamentos fragmentados cortos de 2 a
4 μm en forma de «s» cursiva; se podrá ver la típica imagen en «albóndigas y espagueti».
El cultivo no es necesario para el diagnóstico de rutina, pero es indispensable si se requiere identificar
la especie; esto principalmente con fines de investigación y aspectos epidemiológicos.
El cultivo se realiza en medios enriquecidos con ácidos grasos de cadena larga, como el Dixon
modificado, Leeming y Notman, agar dextrosa Sabouraud con aceite de oliva, ácido oleico o Tween 80.
La incubación se realiza a temperatura de 31-35 °C, y el desarrollo de las colonias ocurre de 3-10 días.
La identificación de las distintas cepas de Malassezia se lleva a cabo basándose en el estudio de la
morfología de las colonias, la reacción de catalasa y de betaglucosidasa, el estudio de patrón de
requerimiento o la asimilación de distintos lípidos, donde se utilizan los Tweens 20, 40, 60 y 80.
El diagnóstico diferencial de la variante hipocrómica debe ser con pitiriasis alba, dermatitis solar
hipocromiante, lepra indeterminada y vitíligo; en la variante hipercrómica y eritematosa, debe hacerse
con la pitiriasis rosada de Gilbert, secundarismo sifilítico, tiña del cuerpo y el eritrasma; por último, la
variante atrófica se debe diferenciar de la anetodermia y la atrofoderma.

MEDIDAS DE CONTROL Y PREVENCION


Se recomienda higiene adecuada, uso de ropa absorbente y muda frecuente, cambio de clima o evitar
la sudación y aplicación local de aceites o la utilización de glucocorticoides, así como también control
de enfermedades subyacentes, como la diabetes.
Algunos autores recomiendan un preparado tópico, como cremas, polvos o champúes antimicóticos, o
jabones con azufre y queratolíticos dos días por mes, ketoconazol por vía oral, 200 a 400 mg dos días
al mes o itraconazol en dosis única mensual de 400 mg por vía oral.
En el caso de infecciones en niños internados en unidades de cuidado intensivo se recomiendan
medidas higiénicas regulares, dado que las levaduras pueden persistir en el cristal de las incubadoras
alrededor de dos meses. El lavado de manos cuidadoso de trabajadores de la salud que tienen
contacto con animales de compañía es una medida preventiva efectiva para evitar la transmisión
nosocomial.

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