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Caso clínico expuesto por el Dr: Tomas Barazarte

Historia
Adolescente de 15 años de edad sufre una grave caída, en la misma se rompe la tibia, es
trasladada de emergencia al hospital Dr:Jose Maria Vargas o instituto venezolano de los
seguros sociales (IVSS) de la guaira, es expuesta a los Rx correspondientes para estudiar la
gravedad del caso, una vez entregado los resultados el consejo médico indica que la ruptura
es grave y hay que operarla de emergencia, realizados los paraclínicos preoperatorios se
dan cuenta que la adolescente en cuestión esta embarazada y que nadie tenía conocimiento
de dicho estado.
Sabiendo esto, estudiar el daño por exposición a los Rx en las mujeres embarazadas.
Desarrollo.
La posibilidad de que los rayos X durante el embarazo causen daños al feto es mínima. Por
lo general, los beneficios de la información de diagnóstico de los rayos X superan al posible
riesgo para un bebé. Sin embargo, si te realizan muchos rayos X abdominales durante un
período breve antes de saber que estas embarazada, es posible que haya consecuencias para
el bebé.
La mayoría de los rayos X, que incluye aquellos que se realizan en las piernas, la cabeza,
los dientes o el tórax, no exponen a los órganos reproductores al haz directo de los rayos X,
y se puede usar un delantal de plomo para protegerse de la dispersión de la radiación.
La excepción son los rayos X abdominales, que exponen al vientre y al bebé al haz de rayos
X directo. El riesgo de que su bebé tenga daños depende de su edad gestacional y de la
cantidad de exposición a la radiación. La exposición a una cantidad extremadamente alta de
radiación en las dos primeras semanas después de la concepción podría provocar un aborto
espontáneo. Sin embargo, estos niveles de exposición no se utilizan en el diagnóstico por
imágenes.
La exposición a una gran cantidad de radiación entre dos y ocho semanas después de la
concepción podría aumentar el riesgo de restricción del crecimiento fetal o defectos de
nacimiento. La exposición entre las semanas 8 y 16 podría aumentar el riesgo de una
discapacidad de aprendizaje o intelectual. Sin embargo, la cantidad habitual de una sola
exposición a la radiación asociada con los rayos X de diagnóstico es mucho menor que la
exposición alta asociada a estas complicaciones.
En conclusión, el riesgo por dispersión es minino, al igual que estar expuesto al haz de Rx,
es más beneficiosa la información que proporcionara el Rx que el daño colateral que se le
pueda realizar al feto.
Sabiendo esto es necesario también hablar del embarazo precoz en Venezuela

Según La tasa de embarazos adolescentes en Venezuela es la tercera más elevada en


América Latina: 95 nacimientos por cada 1000 adolescentes entre 15 y 19 años de edad
(UNFPA, 2019).
En Venezuela, problemas como el embarazo adolescente y el matrimonio infantil perpetúan
la desigualdad de género y la pobreza y se constituyen como una violación a los derechos a
la salud, educación, seguridad e integridad personal de miles de niñas y adolescentes.

Según Equivalencias en Acción (2019), 27% de todos los partos en cuatros centros de salud
fueron de madres adolescentes menores de 19 años de edad.

Entre 2007 y 2014, uno de cada 10 nacimientos fue de una madre adolescente. Según cifras
del Ministerio del Poder Popular para la Salud, las tasas de fecundidad en adolescentes son
más altas que las de la población total de mujeres.

El índice de escasez para todos los métodos conceptivos en Venezuela se ubica entre 83,3%
y 91,7%. Al no existir un acceso suficiente y adecuado a métodos anticonceptivos, las
mujeres y adolescentes venezolanas no tienen la posibilidad de decidir sobre su sexualidad
y reproducción (Equivalencias en Acción, 2019).

En Venezuela, 70% de las mujeres de 18 años que ocupan roles como jefas de hogar o
como esposas dejan de asistir a centros educativos (Instituto Nacional de Estadísticas).

El 12% de las adolescentes entre 12 y 17 años dejaron de asistir a la escuela debido al


embarazo y cuidado del hogar (Encovi, 2017). 

Una madre adolescente en Venezuela se encuentra con un sistema de salud en crisis. Según
las últimas cifras oficiales disponibles, la mortalidad materna en Venezuela aumentó 65%
entre 2015 y 2016. Las madres venezolanas no reciben atención médica suficiente,
especializada y de alta calidad.

En suma, no hay políticas públicas para garantizar la salud sexual y reproductiva de


mujeres y adolescentes, dado el colapso del sistema público de salud, la escasez y altos
costos de métodos anticonceptivos y la ausencia de programas de educación integral de
sexualidad. Estas fallas impactan en el aumento de la mortalidad materna, el embarazo
adolescente, las infecciones de transmisión sexual y abortos inseguros (Equivalencias en
Acción, 2019).

Las madres adolescentes están en riesgo de:

 Muerte perinatal
 Infecciones de transmisión sexual
 Abandono de la escuela
 Relegación al cuidado del hogar
 Desincorporación del trabajo productivo a futuro
 Pobreza y acentuación de la desigualdad de género

En América Latina y el Caribe, una de cada cuatro mujeres se han casado antes de los 18
años. En su mayoría provienen de pueblos indígenas, viven en áreas rurales y pertenecen a
las comunidades más deprimidas (UNICEF). En Venezuela, tan sólo entre 2013 y 2014,
más de 10.000 niñas habían contraído matrimonio o asentado uniones estables de hecho
(Consejo Nacional Electoral).

Las niñas y adolescentes casadas están a mayor riesgo de:

 Violencia doméstica
 Violencia sexual
 Infecciones de transmisión sexual
 Embarazo adolescente
 Muerte perinatal
 Abortos inseguros
 Deserción escolar
 Privación de oportunidades laborales
 Dependencia económica
 Pobreza

Las niñas son más vulnerables al matrimonio infantil durante crisis humanitarias. 8 de cada
10 países con las tasas más elevadas de matrimonio infantil son de Estados frágiles.
Condiciones estructurales como la desigualdad de género, la pobreza, la inseguridad y la
deserción escolar coloca a las niñas en mayor riesgo. Inclusive, las propias familias
afectadas por las crisis humanitarias pueden considerar el matrimonio de sus hijas como
una salida de la pobreza y una forma de protección de la violencia (Girls Not Brides).

La Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela también arriesga a las niñas y


adolescentes de las comunidades más pobres a la trata de personas. Según varias
organizaciones, mujeres y niñas son trasladadas a zonas urbanas o centros turísticos en el
Caribe para ser forzadas a la prostitución y explotación sexual. No hay cifras oficiales sobre
el problema (Mujeres al Límite, 2017).

Para garantizar y proteger el derechos a la salud, educación y seguridad de las niñas y


adolescentes, el Estado venezolano debe:

 Proporcionar programas de educación integral de sexualidad;


 Garantizar el acceso adecuado y suficiente de métodos anticonceptivos;
 Atender el colapso del sistema de salud y ofrecer atención médica de calidad a las
madres;
 Estudiar e incorporar el matrimonio infantil dentro de la agenda de políticas
públicas;
 Fortalecer los programas educativos dirigidos a las niñas y adolescentes;
 Proporcionar espacios seguros y proteger a las niñas y adolescentes en riesgo de ser
víctimas de trata y explotación sexual;
 Complementar y cooperar con los esfuerzos de las agencias humanitarias en la
protección de las niñas y adolescentes en riesgo.
 El aborto en Venezuela, entendido como interrupción voluntaria del embarazo o aborto
provocado, es penalizado por el Código Penal del año 2000 excepto cuando existen
amenazas a la salud de la mujer. Dicho código establece de seis meses a dos años de prisión
para la mujer que se ha provocado un aborto, y la pena para un médico u otra persona que
realiza el procedimiento con el consentimiento de la mujer es de doce a treinta meses; sin
embargo, si la mujer muere la pena aumenta de cuatro a seis años; la pena máxima es de
doce años en los casos que el aborto no es consentido por la mujer y le provoca la muerte. 1
Existen casos en que la pena puede disminuir:
Artículo 436: Las penas establecidas en los artículos precedentes se disminuirán en la
proporción de uno a dos tercios y el presidio se convertirá en prisión, en el caso de que el
autor del aborto lo hubiere cometido por salvar su propio honor o la honra de su esposa, de
su madre, de su descendiente, de su hermana o de su hija adoptiva.
Código Penal de Venezuela

De manera extraoficial, de acuerdo con un estudio realizado en 2018 por la Asociación


Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa) en 5 centros de salud del país,
esta asociación aseguró que por cada cuatro partos atendidos existía un aborto clandestino.
Asimismo, este ente indicó que el aborto inseguro es la tercera causa de muerte materna en
Venezuela.
EL aborto espontaneo en Venezuela no está legalmente permitido, sin embargo es una
práctica que se realiza a través de muchas formas clandestinas
La pandemia y la crisis económica disparan los abortos clandestinos en Venezuela, según
organizaciones promotoras de los derechos de la mujer. Sólo en 2019, tuvieron lugar en el
país un promedio de 15 por día, más de 2.200 en el año.

El aborto inseguro es la tercera causa de muerte materna en Venezuela, según la Asociación


Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa). A pesar de que no hay cifras
oficiales, en 2018, la organización hizo un estudio en 5 centros de salud del país y encontró
que esta práctica estaba generando consecuencias en la salud de las mujeres.

"Por cada cuatro partos atendidos, se atendía un aborto. ¿Qué nos dicen los profesionales de
la salud? Que muchos de estos abortos son inducidos. Quiere decir que el aborto es una
realidad en Venezuela, porque, ante estas dificultades de poder controlar nuestra
reproducción ocurren embarazos no deseados. Algunas continúan con el embarazo, pero
otras recurren a abortos inseguros. Eso provoca muertes maternas", advierte Magdymar
León, psicóloga clínica, con maestría en estudios de la mujer y coordinadora ejecutiva de
Avesa.

En Venezuela, el aborto es ilegal, a excepción de cuando el embarazo representa un riesgo


y se intenta salvar la vida de la madre, tal y como consta en el Código Penal, que establece
prisión para el médico y la mujer que lo practiquen.

"He escuchado a muchas que han ido a lugares y se interrumpen el embarazo, como otras
que han tomado remedios caseros. Tengo una amiga que estuvo grave, al borde de la
muerte por practicarse un aborto”, cuenta a la Voz de América Mariángel Loreto, joven
estudiante de 19 años.
Para evitar un embarazo no deseado, Mariángel se colocó un implante subdérmico, hace
dos años, en una jornada gratuita de la zona de Caracas donde vive, pues ni con sus
ingresos ni con los de sus padres podía comprar anticonceptivos. En el país, las píldoras
cuestan 15 dólares y los implantes alrededor de 12 dólares. De acuerdo con Avesa, solo un
30 por ciento de las mujeres tiene capacidad económica para pagar por ellos.

"Mi sueldo no da una base para comprar un método anticonceptivo", explica.

En el mismo programa local donde Mariángel fue atendida, otras 65 mujeres recibieron
implantes subdérmicos o dispositivos intrauterinos, pero las solicitudes se multiplicaban.

"Empezó como una especie de ola en nuestras comunidades, en nuestros centro de salud a
preguntar cuándo podíamos desarrollar otra jornada", detalló Eduardo Rengifo, director de
Gestión Social del Municipio El Hatillo.

Al funcionario le sorprendió el número de solicitudes de jóvenes menores de 21 años.

"Nosotros hemos tenido experiencias donde llegan las madres de niñas de 14 años que
sospechan que tienen novios y que no quieren que se repita su experiencia. No quieren que
su hija pase por lo que ella vivió", acota Rengifo.

Sin embargo, a juicio de Avesa, los recursos son insuficientes para atender el problema.

"No hay una cobertura para toda la población. Los insumos que se suministran por vía
pública no cubren el total de la población que requiere métodos anticonceptivos", agrega
Magdymar León.

Venezuela tiene una de las tasas de embarazo en la adolescencia más altas de América,
según el Fondo de Población de Naciones Unidas, con un total de 95 por cada mil niñas de
entre 15 y 19 años. La ONU advierte que el embarazo precoz genera pobreza y pérdidas
económicas en los países donde hay más casos.

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