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Mudanza de los sentidos: Una novela

posmoderna y dialógica, de la escritora


dominicana Ángela Hernández.

Por Doris Melo Mendoza.

El objetivo de esta investigación tiene como


propósito, develar los hilos presentes en la escritura
de la escritora dominicana Ángela Hernández, que
comuniquen con la propuesta ruptural de la nueva
literatura y su relación con las teorías planteadas por
Mijaíl Bajtín y otros teóricos. De esta forma se podrá
llegar a comprender el propósito de su escritura
dentro del amplio campo de producción literaria
Caribeña e Hispanoamericana de los últimos años.
Mudanza de los sentidos de Ángela Hernández, se
inserta en la línea de la nueva novela
Hispanoamericana, al introducir elementos que
guardan relación con el periodo histórico
denominado posmodernidad.
El concepto de la posmodernidad surge en occidente
y se refiere a los fenómenos sociales, políticos y
económicos de las últimos años . Un gran número de
teóricos de todas las ramas coinciden en afirmar que
en Hispanoamérica y el Caribe en las últimas
décadas se está viviendo un periodo de cambios o
se está produciendo una forma diferente, en lo que
se refiere a la concepción que tiene el ser humano
del mundo. De manera que la posmodernidad es,
entonces, éste periodo en el que la idea del progreso
es inherente a la historia que se está refutando.
Todos estos fenómenos se conectan estrechamente
en la novela de Ángela Hernández. Su escritura
caótica refleja la crisis de la visión histórica del
tiempo. Cuando hablamos de caótica queremos decir
que la escritura de Hernández, refleja una serie de
problemáticas. Entendiendo por ellas, situaciones
que ocurren en su proceso escritural de esta novela
y que denuncia la voz que narra, dentro del marco
histórico en que se inserta el relato. El marco
histórico en el que se inserta la novela es el de la
dictadura de Trujillo.
Hernández, se vale de la escritura, como un
instrumento para pregonar su rebeldía contra el
sistema operante en este determinado momento, en
el que narra las vivencias de una niña y su familia
que viven marginados en una sociedad decadente y
de esta forma, la voz plantea la búsqueda de una
conciencia colectiva.
De esa manera, la voz narrativa nos ofrece
diferentes situaciones en la que los personajes tienen
su propia razón y circunstancia para estar en ese
espacio y en ese momento histórico.
La posmodernidad se manifiesta literariamente, a
través de la ruptura con el realismo tradicional,
forma escritural propia de la modernidad.
En el realismo tradicional, el tiempo es
absolutamente histórico; el lector recibe una realidad
preconcebida, acabada y cerrada. La novela de
Hernández rompe con la tradición realista tradicional
y se inserta en una, en la que el lector es quien
crea la realidad o realidades, por medio de los
elementos que propone la obra. Así vemos, que la
realidad que nos presenta la voz que narra, es una
realidad cruda y descarnada en la que presenta una
mujer desamparada que lucha cada día por la
supervivencia, con sus cinco hijos, en la montaña de
Jarabacoa, República Dominicana.
La incertidumbre y el miedo, acompañan esta
familia, que lucha por no separarse. Beba no quiere
regalar sus hijas ni enviarla a casa de ningún
pariente. Tiene miedos a que sus hijos se pierdan en
la vorágine de la vida.

La narrativa posmoderna introduce el humor y la


ironía . Así, en Mudanza de los sentidos, se revela la
miseria, el horror y en ocasiones notamos como la
voz que narra nos sumerge en un diálogo, en el que
prevalece el cinismo y humor negro, muchas veces
distanciándose. Como se puede ver en las
conversaciones de las voces que se narran a ellas
mismas, en el monólogo de “La Leona” mientras el
personaje revive en su recuerdo las visitas
obligadas por el hambre a casa de los parientes.
Estas niñas son rebajadas por esas voces, que las
condenan por ser marginadas, pobres, débiles e
indefensas. De igual forma el gobierno oficial de la
dictadura maltrata y reprime la sociedad dominicana
durante el referido momento histórico que refleja el
contexto de la novela.
La novela de Hernández posee algunos rasgos de
la modernidad y es, entre otros, a través de la voz
narrativa cuando se percibe el discurso del escritor
como parte de la conciencia, de su país. Como este,
se vale de la literatura para subvertir el orden
político social imperante, transgrediendo como lo
hace.
En ésta novela podemos percibir una resistencia
política secreta desde la escritura. Ya que no se trata
el tema político, como una denuncia oficial de las
voces que pretenden centrar el discurso tomando
como base el tema político histórico. Notamos que la
resistencia política de la voz que cuenta es la de una
niña inocente, que no sabe ni siquiera de lo que está
hablando, pero reconoce que existe un peligro y que
el medio, en el que viven ella y su familia pueden
existir delatores que traerían graves problemas. “No
se debe hablar de ese asunto” dice constantemente
La Leona.
Chapita es el sobrenombre que se utilizaba en
Republica Dominicana despectivamente para
ridiculizar y rebajar la figura del dictador Trujillo. Por
sus tantas medallas y las condecoraciones que
colocaba en sus trajes de gala y que lucía en los
eventos importantes celebrados dentro y fuera de la
nación.

Uno de los Hijos de Beba se pasaba creando


trabalenguas y burlas a la figura de Trujillo. La voz
que narra involucra este personaje como uno
rebelde, perteneciente al sistema político que estaba
surgiendo para ese entonces en contra de la tiranía.
Se trata de un grupo de jóvenes que luchó contra la
dictadura en las montañas del Cibao. La voz habla de
aviones que se tiraban por la montaña. Denuncia en
varias ocasiones segmentos de la historia
dominicana y aunque lo histórico solo se cuela
entre líneas, persiste un interés para Hernández de
recrear esa época que marcó a muchos dominicanos.

Virgilio el personaje joven que se integra a las


masas rebeldes es el hijo de Beba. Había estado
internado en un colegio de curas, pero escapó y
regresó a su casa porque habían ahorcado a uno de
los mejores curas de su escuela. Se dijo para no
despertar sospechas que lo hicieron porque los curas
supuestamente habían maltratado los estudiantes.
Como se sabe Trujillo, en los años sesenta le
declaró una guerra fría a la iglesia católica, por
muchas razones, entre ellas la Iglesia le negó
reconocerle ciertos méritos y dispensas que el decía
poseer. La iglesia no quisieron hacerse cómplices de
las atrocidades que él dictador cometía. Por ello, los
sacerdotes llegaron a convertirse en cómplices y
aliados de los rebeldes y por esto fueron perseguidos
y ultrajados. Por otro lado, algunos sacerdotes
fueron torturados y asesinados según datos
históricos. En la novela de Hernández se develan
algunos crímenes perpetrados contra sacerdotes. En
esta novela como bien señalé anteriormente algunos
sacerdotes fueron ahorcados, según dejan por
sentado las voces que denuncian.

En la escritura de Hernández, se rompe el orden


narrativo, de manera que lo que se narra se hace en
fragmentos, muy marcados por lo cual el lector tiene
que estar muy atento a los cortes en los párrafos. Es
además un texto dialógico y heteroglosico que está
construido por un conjunto de varias conciencias,
bloques enlazables del hipertexto en constante
interacción. Respecto a esto, Bajtín señala que el
principio de estructuración de los diálogos es siempre
el mismo.(194)
Por otro lado Kristeva en La palabra, el diálogo y la
novela en Semiótica Literaria señala, que para
Bajtín el diálogo no es únicamente el lenguaje
asumido por el sujeto, es una escritura en donde se
lee el otro. De manera que el dialogismo bajtíniano
designa la escritura a la vez como subjetividad y
como comunicatividad o, expresándolo de mejor
forma, como intertextualidad; frente a ese
dialogismo. La noción de ‘persona-sujeto de la
escritura comienza a borrarse, para ceder su lugar a
otra, la de la ambivalencia de la escritura (194-
195).
En esta novela, el discurso dialógico se dirige
desde la voz de una niña inocente a través de quien
nos enteramos de todo lo que acontece. Un
intercambio continuo de diálogos que se cruzan en
un discurso polifónico. La voz de “La Leona” como
le cuentan las voces a quien narra. Desde un
espacio, en el que se narra ella así misma y lo que
sucede a su alrededor. Conjuntamente con las voces
que la habitan, las de su madre, su hermano, su
maestra y cada uno de los personajes que componen
la narración. Esta diversidad de voces que habitan
opresivamente al personaje que narra, muestran de
manera explícita el carácter dialógico de la
conciencia humana.

Mudanza de los sentidos, por sus características


peculiares se inserta dentro de la concepción
bajtiniana del carnaval, que a su vez promueve el
concepto de que toda vida narrada puede tener una
clase de valor representativo. El carnaval ofrece la
libertad de observar el mundo desde una variada
forma ver.
Según el teórico ruso, la inversión del orden se
presenta a través de “todo un sistema de
envilecimiento y de burlas carnavalescas” (1981,
314), explícito en las parodias de los textos y de las
palabras sagradas, de La Biblia especialmente.
Mudanza de los sentidos se apega, a las denuncias
del carnaval de Bajtín, en cuanto a que en ella se
cuestiona seriamente la organización oficial, que
gobierna y lo hace afirmando a través del sarcasmo,
la risa, el lenguaje obsceno, la parodia, lo
subversivo. Con el objetivo de trastocar el
orden, en cuanto a lo político y la Iglesia. Todas
estas características del carnaval, afirman el derecho
expresivo de los grupos marginados. Entre otros,
Hernández pone a la luz denunciando situaciones
caóticas del campo, situaciones precarias de la
montaña, los problemas de la pobreza, el hambre, la
opresión, que no son normalmente visibles en la
forma dominantes de representación.

Por otro lado, la parodia como la ironía de la que


ya hemos hablado, elementos del carnaval de Bajtín,
son características que se observan en esta obra.
La voz del que cuenta la historia, está
distorsionando una realidad, que ha de ser
interpretada, en otros términos. De otra parte la
ironía unida a la parodia, hacen posible el
cuestionamiento de las formas o de los sectores de
la sociedad representativos del poder. Forman parte
de los elementos carnavalescos en esta obra; el
lenguaje soez, grosero, los insultos y degradaciones
escatológicas que podemos observar, en la escritura
de la novela de Hernández. La autora se vale de ello,
para transgredir, desmitificar y revolucionar el orden
oficial que en este caso lo representa el gobierno de
la dictadura.
El mundo narrativo opera como resultado de un
proceso de deformación, que se aplica en esta obra
traspasado muchas veces, por el sarcasmo y la
caricatura. El lenguaje transita por todos los
espacios vulgares, insistiendo en las dimensiones
grotescas o ridículas que provee el habla popular.

En la configuración de los personajes predomina


la marginalidad, la levedad psicológica y la
incapacidad para enfrentarse al medio que los
margina.
Mudanza de los sentidos, es una obra abierta como
bien señala Humberto Eco la cual exige la
participación activa del lector y ofrece multitud de
interpretaciones como podemos ver. A su vez, revela
un virtuosismo intertextual, reflejo del bagaje
cultural del autor.

Por otro lado la voz narrativa, hace uso


frecuente del humor y la ironía. Modalidades
discursivas, que adquieren importancia por definirse
como actitudes distanciadoras adecuadas para
realizar el proceso de carnavalizar la tradición
fundamental en el pensamiento moderno, pero que
ha trascendido a la posmodernidad.

Una de las características más sobresalientes de


la estética posmoderna es su focalización de la
historicidad. Hernández, en su escritura también
expresa en el personaje de La Leona, emociones
suscitadas por la magia, con la cual el escritor
describe el ambiente y las circunstancias de su obra
tal cual son, sin realzarlas o llevarlas a otro plano.
De ahí, provoca la necesidad de la magia, mostrando
como viene a ser una manera de ver y entenderse
con la vida, dadas las condiciones vitales, la herencia
cultural y la mentalidad ya de por sí. La deformación
de la realidad a veces fantástica, los monstruos y la
metamorfosis
Como hemos podido mostrar, la posmodernidad en
ésta obra es incuestionable así como los diferentes
elementos del carnaval de Bajtín y otros aspectos
teóricos dialogan entre sí.

Dejamos de esta manera la novela Mudanza de


los sentidos, de Ángela Hernández, abierta a otras
interpretaciones literarias, puesto que ella, es
sensible a diferentes lecturas. La riqueza de esta
novela es ilimitada, aún con su lenguaje cotidiano
posee una conciencia que bien podría ser estudiada
bajo las coordenadas del tiempo y espacio, lo que
Bajtín ha denominado Cronotopo, o bien si se
quisiera estudiar desde la perspectiva de los mundos
posibles de Lubomil Dolezel.

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