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ART 1663 – 1665 – DANIZUM

ARTÍCULO 1663.- Pacto de intereses

El mutuatario debe abonar intereses al mutuante, salvo pacto distinto

Como se ha mencionado previamente, hablar del contrato de mutuo implica hablar de


uno de los contratos más frecuentes en la realidad actual y uno que genere ganancia
económica para operaciones crediticias. El presente artículo implica que el mutuo se
presume oneroso salvo pacto en contrario, por lo que se entiende que además de la
devolución de lo prometido se pagarán los intereses de manera concurrente. Entonces
bajo esta premisa, ¿existe el mutuo gratuito?

La respuesta es afirmativa, nos encontramos frente a la figura del mutuo gratuito


cuando la contraprestación del mutuario, o deudor, solo implique devolver lo
prometido. Pues no existiría ganancia para el mutuante.

La figura de la presunción onerosa del Contrato de mutuo difiere con lo regulado en los
código s civiles de 1852 y 1936 quienes consagraban, de manera inversa, que el
mutuo era gratuito y por pacto oneroso, esto se debe a que en sus inicios el contrato
de mutuo se baso en relaciones de amistad basado en el carácter gratuito. La razón
que justificaba tal manera de ver las cosas era que el interés no se
presentaba como un elemento esencial ni natural del contrato de mutuo,
además de que, sustancialmente, se le consideraba como un contrato
gratuito. Sin embargo, la trascendencia socio-económica del mutuo, generó las
modificaciones necesarias para dotar al mutuo de la onerosidad.

Por lo que, el único contrato en el que se presume la generación de la obligación de


pago de intereses es el mutuo.

Max Arias señala “En otros términos, lo que el legislador ha hecho al consagrar como
regla general la onerosidad del mutuo, no es sino dotar de ropaje jurídico a un
fenómeno esencialmente económico verificado en la praxis mercantil desde hace
mucho tiempo.” (s.f., p.590)

Existen tesis que buscan definir a los intereses, la primera posición invoca que los
intereses son frutos civiles del capital y, la segunda, que tienen únicamente naturaleza
económica.

Nuestro Código Civil estipula que los frutos constituyen el producto que produce un
bien y, los civiles, de una relación jurídica. Sin embargo, los intereses son producidos
por la utilización del capital y no de los bienes adeudados por lo que el interés
constituye un rendimiento por el uso de un capital (valor de cambio) no como fruto.

Las dos características más importantes de la deuda de intereses constituyen en ser


una deuda pecuniaria y ser una obligación accesoria. Por regla el pago de intereses
será dinerario, aunque la obligación sea de carácter no pecuniaria, sin embargo,
excepcionalmente podrá pactarse en especie.

Existe también la figura del mutuo no dinerario, en el cual el objeto de la prestación no


es una suma dineraria sino un bien consumible, como los alimentos. Denominado
también como mutuo en especies, en el presente caso el pago de intereses, salvo
pacto entre las partes, será el pago de una suma de dinero o proporción de bienes
consumibles. El pago de intereses de especies tendrá la misma naturaleza de la
prestación principal y nada impide, que los intereses pactados inicialmente como
bienes consumibles puedan convertirse en una suma de dinero. De igual manera si al
inicio se pactó que los intereses fueran pagados en dinero, posteriormente puede
darse en especies dejando de ser una deuda dineraria para ser una deuda de valor.

Ejemplo: Anita le prestó el monto de S/. 5000 a Federico, ambas partes pactaron que
el interés sería el pago de S/ 100 y que el pago íntegro se realizaría el 10 de
noviembre. Sin embargo, llegada la fecha Federico solo cuenta con los S/ 5000, por lo
que las partes acuerdan que los S/100 de interés serán pagados de la cosecha de
naranjas que tiene Federico para el consumo de Anita.

ARTÍCULO 1664.- Usura encubierta

Si en el mutuo se declara recibida mayor cantidad que la verdaderamente


entregada, el contrato se entiende celebrado por esta última, quedando sin efecto
en cuanto al exceso.

Figura antiquísima proveniente del Derecho romano y antigua legislación española


donde el mutuante y mutuario convienen en declarar un monto mayor al realmente
recibido por este último, beneficiando al mutuante. El propósito consiste en esconder
un interés no revelado sin perjuicio de que eventualmente se pueda cobrar el monto
por concepto de interés que figura en el contrato dotando al mutuo de la característica
de onerosidad doble. Es decir, disfraza un monto exuberante de interés pudiendo
configurar el fenómeno, y delito de usura cuando supere el interés máximo señalado
por el Banco Central de Reserva del Perú.

En el código civil anterior esta figura era sancionada con la nulidad pues se infería que
existía intención de burlar la ley prohibitiva de la usura donde el deudor, en beneficio
del acreedor, devolvía una cantidad que no había recibido encubriendo el pacto ilícito
e intereses que superaban los consignados por el BCR. Finalmente, a la entrada de
vigencia del Código Civil de 1984 se opto por la subsistencia del contrato, donde se
entenderá celebrado por la cantidad recibida y no la que figura en el contrato.

“En rigor, lo que hace la norma vigente es reconducir el contrato hacia su verdadera
dimensión en cuanto al objeto del préstamo, por lo que es valedera la solución del
numeral bajo comentario.” (Muro, s.f., p.596)

En mayo del 2021 el BCR fijo el interés legal en 0.18; el moratorio, en 0.30 y, el
compensatorio en 6.95% como tasa anual.

Ejemplo: Carlos le presta a JULIAKA S.A.C. , la empresa de su prima S/ 5000 sin


embargo, debido a que conoce que no puede excederse de la tasa compensatoria,
hace que en el contrato figure la entrega de S/ 6000 y la tasa compensatoria anual de
6.95%. El contrato de mutuo se entiende celebrado solo por la suma de S/ 5000 por lo
que, al término del año se entenderá pagado S/ 5347.41 (el monto prestado junto con
el interés)

ARTÍCULO 1665.- Falso mutuo

Cuando se presta una cantidad de dinero que debe devolverse en mercaderías o


viceversa, el contrato es de compraventa

Recogida únicamente en el Código Federal de las Obligaciones de Suiza y el Código


Civil peruano. Al igual que el artículo anterior, la figura del falso mutuo se sancionaba
con la nulidad ya que admitir el falso mutuo supondría desnaturalizar el contrato de
mutuo pues su característica fundamental consiste en la entrega de un bien
determinado para que se devuelva otro de la misma especie, calidad y cantidad.
Nuestro Código actual vela por la conservación del acto reconociéndolo como una
compraventa, con los efectos de la misma. No se debe confundir esta figura con lo
discutido en el artículo 1663 referente a los intereses. Mientras que los intereses si
pueden ser pagados en concepto de suma dineraria o bienes, el objeto del préstamo
debe ser el mismo.

Ejemplo: Paolo le presta a Nicolás 5 kilogramos de trigo y Nicolás, al no contar con la


cantidad pactada decide pagarle en concepto de suma dineraria. Dejaríamos de hablar
del mutuo para encuadrarlo en una compraventa.
CONCLUSIONES

- La figura del mutuo dinerario se presume y consiste en la generación de


intereses como ganancia para el mutuante mientras que el mutuo gratuito solo
implica la devolución de lo entregado en igual cantidad calidad y especie. Estos
intereses pueden ser pagados en concepto de suma dineraria o especies
- La usura encubierta y falso mutuo solían sancionarse con nulidad, sin
embargo, ahora el acto subsiste aunque con diferentes consecuencias: La
usura encubierta implica que el objeto del contrato consista en el entregado
realmente y no en el consignado en el contrato mientras que, el falso mutuo
implica reconducir el acto celebrado al de compraventa.

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