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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

GRUPO N°8: Análisis de sentencia Medsliz Islamske Zajedice Brcko y otros VS. Bosnia
y Herezegovina

DOCENTE : TAPIA DÍAZ, JESSIE

ESTUDIANTES : 1. ALVA GONZÁLES DE ORBEGOSO, SEBASTHIAN

2. CAMPOVERDE ALFARO, LUCIA DEL PILAR


3. CARRERA VILLEGAS, JEANLUCA
4. MEZA CHUQUIZUTA, ANGEL MANUEL
5. PÉREZ PALACIOS, XIOMARA YNÉS
6. YGLESIAS ALCÁNTARA, LOURDES GERALDINE
7. ZUMARAN SANTA MARÍA, DANIELA
(COORDINADORA)

CURSO : DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS


_____________________________________HUMANOS

NRC : 1240

CICLO : IX

Perú
2022-I
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 3

ANTECEDENTES 4
HISTORIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS 4
SOBRE LA PRESUNTA VULNERACIÓN AL DERECHO DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN 6
2.1. PROCEDIMIENTO 6

FUNDAMENTOS DE HECHO 7
Carta de los demandantes a las más altas autoridades del distrito de Brčko 7
Procedimiento de difamación contra los demandantes 8
Juzgado de primera instancia 8
Tribunal de apelación 8
Procedimientos ante el Tribunal Constitucional 10

FUNDAMENTOS DE DERECHO 11
Legislación interna aplicable 11
Constitución de Bosnia y Herzegovina 11
Ley de Obligaciones Civiles de 1978 12
Legislación comparada 13
Resolución 1729 (2010), Protección de denunciantes (“whistle-blowers”), Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa, 29 de abril de 2010 43. 13
Recomendación CM/Rec(2014), Protección de informantes, Comité de Ministros del Consejo
de Europa, 30 de abril de 2014 13
Principios Fundamentales en el Estatus de Organizaciones No-Gubernamentales de Europa,
Estrasburgo, 13 de noviembre de 2002, Consejo de Europa, adoptado en reuniones
multilaterales mantenidas en Estrasburgo entre el 19 de noviembre de 2001 y el 5 de julio de
2002 14
Código Ético y de Conducta para ONG, Asociación Mundial de Organizaciones No
Gubernamentales (WANGO), 2004 14
Legislación internacional aplicable 15
Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales 15

DERECHOS AFECTADOS 16

RATIO DECIDENDI 18

2
Valoración del Tribunal 18
1.1. Existencia de una injerencia 18
1.2. Si la injerencia estaba prescrita por ley 18
1.3. Si la injerencia perseguía un objetivo legítimo 19
1.4. Necesaria en una sociedad democrática 19
Principios generales 19
b. Planteamiento a adoptar por el Tribunal en el presente caso 21
c. Aplicación de los principios y criterios anteriores al presente caso 25
a. Cómo de conocida era la persona interesada y cuál era el tema de las acusaciones 27
b. Contenido, forma y consecuencias de la información transmitida a las autoridades 27
c. La autenticidad de la información divulgada 28
d. La gravedad de la sanción 30
(a) Voto disidente conjunto de los Jueces Sajó, Karakaş, Motoc y Mits 31
(b) Voto disidente del Juez Vehabović; 31
(c) Voto disidente del Juez Kūris. 31

ACTUACIÓN PROCESAL DEL ÓRGANO DEL SISTEMA 33


Rol del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo 33

CONCLUSIONES 36

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 37

ANEXOS 38
Anexo 1: Fechas claves con respecto a los acontecimientos de la creación del Tribunal Europeo de
los Derechos Humanos 38

3
INTRODUCCIÓN

Ante la vulneración de los Derechos Humanos a nivel nacional podemos acudir a los sistemas de
protección de nivel regional, entre los cuales se encuentran: El Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, el Sistema Europeo de Derechos Humanos y el Sistema Africano de
Derechos Humanos. Actualmente, Asia no cuenta con un sistema regional por lo que puede
acudir al Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos.

Cada sistema cuenta con su propia organización y particularidades. Para el presente trabajo nos
enfocaremos en el Sistema Europeo de Derechos Humanos el cual expide la sentencia materia de
análisis. Nos encontramos frente a un sistema complejo por contar con dos tribunales regionales:
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y el Tribunal de Justicia de
Luxemburgo. Ambos Tribunales protegen a la población frente a la vulneración de Derechos
Humanos sin embargo, poseen dos diferencias definidas. Mientras que al primer tribunal pueden
acudir todos los países ubicados en el continente europeo, el segundo tribunal únicamente se
encuentra supeditado a los países miembros de la Unión Europea, además de proteger los
Derechos suscritos en la Carta Europea.

Es de rescatar que el Tribunal Europeo de Estrasburgo posee un estándar de protección superior


al de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y esto se debe a que el Tribunal de Justicia
cuenta con poder coercitivo para el cumplimiento de sentencias, por lo que los países europeos se
encuentran acostumbrados a cumplirlas. Además, el Tribunal de Estrasburgo prescinde de la tarea
de recomendar a los países legislar una materia que, consideran, vulnera Derechos Humanos,
pues los países europeos poseen una normativa compleja más desarrollada.

La sentencia materia de análisis busca dilucidar si existió una vulneración al derecho de la


libertad de expresión y si, esta injerencia, se encuentra respaldada en la ley. El presente trabajo
buscará exponer los antecedentes, fundamentos de hecho y derecho, derechos vulnerados, la ratio
decidendi y el análisis respectivo a la actuación del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el
cual es el único organismo con que cuenta este sistema por eliminarse previamente la Comisión
Europea. Finalmente brindaremos algunas conclusiones y, con esta, nuestra posición grupal.

4
I. ANTECEDENTES
1. HISTORIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS

Las devastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) alentaron


la búsqueda de una reconstrucción pacífica y común de los países afectados
llevándolos a unirse con los mismos intereses: protección frente a posibles derivas
hacia el totalitarismo, defensa de los derechos básicos de la persona, e integración
europea. Se imponía, además, que tal unión se asentara en torno a un catálogo de
derechos y libertades que aseguraran una organización social justa. Estos
movimientos confluyeron en el Congreso de la Haya celebrado entre el 7 y 10 de
mayo de 1948, cuyas conclusiones animaron al gobierno francés apoyado por el
ejecutivo belga a auspiciar una conferencia preparatoria.

Con la renuncia de algunos sectores se creó un comité para el estudio de la unidad


europea, compuesto por 18 miembros de los 5 países integrantes del Tratado de
Bruselas (1948): Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Francia y Gran Bretaña.

En enero de 1949 y a la luz de los informes de dicho comité decidieron crear el


Consejo de Europa, el cual se lleva a cabo con la firma del Tratado de Londres el 05
de mayo de 1949 por los cinco países del Tratado de Bruselas más Dinamarca,
Irlanda, Italia, Noruega y Suecia.

El Consejo de Europa fijó su sede en Estrasburgo y contó en principio con un Comité


de Ministros a nivel de los gobiernos de los Estados, una Asamblea Consultiva y un
Órgano de tipo Ejecutivo.

Pues bien, una de las primeras tareas del Consejo de Europa fue la elaboración de un
instrumento internacional que plasmase principios a nivel europeo, y estableciera una
garantía internacional de los derechos fundamentales de la persona como base de un
sistema democrático, es así que, el Consejo de Europa aprueba un convenio que se
reconoce como Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales (o como Convenio de Roma por haberse firmado en
esta ciudad en el año 1950 y se ratificó en 1979 por España) invocable por los
individuos afectados ante instancias internacionales frente a las eventuales
vulneraciones por los Estados. Ello suponía una notable innovación en las categorías
del Derecho Internacional, en cuanto confería un nuevo protagonismo en este campo
al sujeto individual.

5
Firmado el Convenio en 1950, no entró en vigor hasta 1953, al obtener la décima
ratificación; la Comisión Europea de Derechos Humanos no se creó hasta 1956, y el
Tribunal Europeo hasta 1959, dictando su primera sentencia en 1960 (Lawless contra
Irlanda).

Ahora bien, con respecto al Convenio, éste ha sufrido cambios debido a los once
protocolos que se presentaron entre los años 1952 y 1994. Algunos de estos
protocolos han completado el catálogo inicial de Derechos, como por ejemplo, el
protocolo adicional que incorpora al Convenio de Europa el derecho de propiedad
(art. 1) y el derecho a la instrucción (art. 2) y el derecho a elecciones libres (art. 3).

Mientras que en el protocolo 6 se refiere a la abolición de la pena de muerte. Otros


protocolos incorporan diversas garantías procesales o han modificado algunos de los
órganos del Consejo de Europa.

El último de los protocolos es el número 11, el cual supuso la consolidación del


Convenio como carta de derechos individuales, y el protagonismo del Tribunal. La
Comisión Europea desapareció, o mejor dicho, vino a fundirse con el Tribunal, dando
lugar a lo que se llamó «el nuevo Tribunal» que asumió las funciones de los dos
órganos: de hecho en el nuevo Tribunal se integraban miembros de los «antiguos»
Tribunal y Comisión. El Tribunal se estructuraba como órgano permanente, integrado
por jueces a tiempo completo, y se abría el acceso directo de los recurrentes al
Tribunal, suprimiendo el filtro que representaba la Comisión.

El recurso individual, a partir de entonces, se configura como el elemento eje del


sistema del Convenio. Las decisiones sobre la inadmisibilidad de las demandas se
encomendaban como regla general a comités de tres jueces, y la resolución sobre el
fondo a salas de siete jueces. Debido a las dudas de varios Estados sobre la
conveniencia de que hubiera una única instancia, integrada por las salas, el Convenio
introdujo una nueva composición, la Gran Sala del Tribunal, que podría conocer de
casos provenientes de las salas, a petición de los Gobiernos o de las mismas salas del
Tribunal.

6
2. SOBRE LA PRESUNTA VULNERACIÓN AL DERECHO DE LIBERTAD DE
EXPRESIÓN

2.1. PROCEDIMIENTO

El asunto inicia mediante la demanda Nº 17224/11 contra Bosnia y Herzegovina. La


fecha de la demanda se realizó el 21 de enero de 2011.

Los demandantes son los siguientes:

- La Sociedad Cultural Bosniaca “Preporod”.


- La Asociación de Caridad Bosniaca “Merhamet”.
- Consejo de Intelectuales Bosniacos.

El primer demandante es una comunidad religiosa de musulmanes en el Distrito de


Brčko y el resto de los demandantes son organizaciones no gubernamentales de etnias
bosniacas en el distrito de Brčko, Bosnia y Herzegovina.

Los demandantes alegaron que su derecho a la libertad de expresión había sido


violado como resultado de una serie de decisiones judiciales en procedimientos de
difamación que habían sido iniciados por ellos.

El 13 de octubre de 2015, una sala de esa sección declaró de forma unánime la


inadmisibilidad de la demanda y una mayoría no encontró violación del artículo 10
del Convenio.

Sin embargo, el 8 de enero de 2016 en virtud del artículo 43 del Convenio, los
demandantes solicitaron la remisión del asunto a la Gran Sala. El pleno de la Gran
Sala accedió a esta petición el 14 de marzo de 2016.

Se celebró una audiencia pública en el Palacio de los Derechos Humanos de


Estrasburgo el 31 de agosto de 2016.

Las señoras Mijié y Murselović declararon ante el Tribunal y estos las oyeron.

7
II. FUNDAMENTOS DE HECHO

A) Carta de los demandantes a las más altas autoridades del distrito de Brčko

En el mes de mayo del 2003, los demandantes escriben una carta a las más altas
autoridades del DB y al gobernador del DB para el nombramiento de un director
para la estación pública de radio multiétnica del DB. En esa carta criticaron a las
autoridades por haber ignoradoAdemás, en la carta, se dice que la señora M.S.
había declarado en una entrevista publicada en el periódico semanal en Serbia, en
referencia a la destrucción de mezquitas en Brčko, “que los musulmanes no eran
un pueblo, que no tenían cultura y, por lo tanto, destruir mezquitas no podía
considerarse destrucción de monumentos culturales”.

Dicha señora M.S., según la carta, los demandantes mencionan que ella como
editora del programa cultural en la radio del DB ha prohibido la emisión de la
Sevdalinka (canción urgana de Bosnia-Herzegovina que caracteriza la cultura),
argumentando que este tipo de canción no tenía valor cultural o musical, así
como también rompió el calendario que mostraba el programa de servicios
religiosos para el mes del Ramadán y cubrió el escudo de armas de Bosnia y
Herzegovina con el escudo de armas de la República Srpska.

B) Procedimiento de difamación contra los demandantes


1. Juzgado de primera instancia

El 29 de mayo de 2003 se inicia proceso de difamación, reivindicando que


en la carta anterior los demandantes desacreditaron como persona y como
periodista profesional a la señora M.S.

El 29 de septiembre de 2004 se dicta sentencia y se describe la declaración


de la señora M.S. donde menciona que ella tuvo conocimiento de la carta
poco después de que hubiera sido enviada por los demandantes, pero no
sabía quién la había entregado a los medios de comunicación. Niega el haber
roto el calendario, confirma que retiró de la pared de las instalaciones de la
radio el calendario y explica que la pared solo se usa para anuncios
relacionados con el trabajo. Con respecto al escudo de armas de Bosnia y
Herzegovina, declara que se había colocado una tarjeta de invitación con el
escudo de armas de la República Srpska en una esquina del escudo de armas

8
de Bosnia y Herzegovina. Por último negó que hubiera prohibido la emisión
de la Sevdalinka.

En esa misma sentencia el Juzgado de Primera Instancia del DB desestimó


el recurso de M.S. y ordenaron publicar la sentencia corriendo con los
gastos y reembolsar los gastos del juicio a los demandantes, pues ese
juzgado determina que los solicitantes no podía ser considerados
responsables porque no había pruebas de que ellos hubieran publicado la
carta en los medios de comunicación debido a que es claro que la carta
estaba dirigida exclusivamente para el Gobernador, el Presidente de la
Asamblea y al Director del Distrito de Brčko.

2. Tribunal de apelación

El 16 de mayo de 2005 en vía recurso de apelación por M.S., el Tribunal de


Apelación del DB anula la sentencia expedida y convoca a una audiencia.

En esa audiencia, M.S. reiteró que las cuatro declaraciones de las


demandantes a través de la carta contenían alegaciones inciertas y
difamatorias cuyo objetivo era retratarla como nacionalista y descalificarla
para el puesto que había solicitado.

Los demandantes argumentaron que ellos carecían de la capacidad de ser


demandados puesto que no habían enviado la carta a los medios de
comunicación, por lo que no habían expresado o divulgado públicamente
ninguna afirmación difamatoria en referencia a la apelante.

El Tribunal de Apelación desestimó el argumento y declara: “la reputación


de una persona puede ser dañada si alguien expresa o divulga a otras
personas hechos o alegaciones inciertas sobre el pasado, conocimientos o
habilidades o cualquier otra circunstancia (...) sólo pueden ser
responsables de difamación si hubo un anuncio público o divulgación o
publicación de declaraciones en los medios de comunicación”.

Después de haber hecho un análisis, el Tribunal de apelación consideró que


los hechos manifestados en la carta respecto al calendario de servicios
religiosos durante el mes de Ramadán y la emisión de la sevdalinka eran
falsos. Además, mencionan que los demandados no han probado la
veracidad de sus alegaciones con respecto al cubrimiento del escudo de

9
armas de Bosnia y Herzegovina. Para concluir, el Tribunal establece que con
la carta enviada a la Oficina del Alto Representante del DB- Director
Internacional del DB, al Presidente de la Asamblea del DB y al Gobernador
del DB dañaron la reputación y el honor de la demandante en el lugar donde
vive y trabaja porque expresaron y difundieron a través de la carta dirigida a
los tres funcionarios sobre el comportamiento, acciones y declaraciones de
la recurrente sin la veracidad de los hechos.

El Tribunal ordena a los demandantes que informaran al Director


Internacional de DB, al Presidente de la Asamblea del DB y al Gobernador
del DB dentro de los 15 días siguientes de que se retractaban de la carta; en
caso contrario deben pagar conjuntamente el equivalente a 1, 280 euros por
daños inmateriales a M.s.

También se ordenó enviar la sentencia a la radio y televisión del DB y a dos


periódicos para su publicación.

El 12 de diciembre de 2007 los demandantes pagaron el equivalente a 1,445


euros en cumplimiento de la sentencia de 11 de julio de 2007.

El 12 de marzo de 2009, el Juzgado de Primera Instancia cerró el


procedimiento de ejecución.

C) Procedimientos ante el Tribunal Constitucional

El 15 de noviembre del 2007 los demandantes apelaron al Tribunal


Constitucional de Bosnia y Herzegovina buscando la protección de sus
derechos bajo el artículo 10 del Convenio.

El 13 de mayo del 2010 el Tribunal Constitucional sostuvo que la


injerencia en el derecho a la libertad de expresión de los demandantes
había sido “necesaria en una sociedad democrática” y concluyó que no
había existido violación del artículo II/3.h) de la Constitución de Bosnia y
Herzegovina o el de artículo 10 del Convenio.

Pues bien, con respecto a la carta, el Tribunal Constitucional señala que el


Tribunal de Apelación calificó las declaraciones impugnadas en la carta
como declaraciones de hecho y no como juicios de valor, pues bien, ese
Tribunal Constitucional considera que tienen que ser considerados
declaraciones de hecho que deberían ser probadas. Los apelantes

10
incumplieron esto, ya que no hicieron los esfuerzos razonables para
verificar la veracidad de las declaraciones de hecho antes de comunicarlas,
sino que simplemente las hicieron.

El Tribunal Constitucional considera que las razones dadas por el Tribunal


de Apelación fueron “relevantes” y “suficientes” dentro del significado del
artículo 10 del Convenio Europeo.

11
III. FUNDAMENTOS DE DERECHO
1. Legislación interna aplicable
A. Constitución de Bosnia y Herzegovina

Es pertinente señalar el artículo II el cual engloba el Derecho a la Libertad de


expresión, derecho que es invocado por los demandantes como vulnerado:

“3. Enumeración de Derechos:

Todas las personas del territorio de Bosnia y Herzegovina disfrutarán de los


derechos

humanos y libertades fundamentales establecidas en el párrafo 2 anterior; estas


incluyen:

...

h) Libertad de expresión

...”

B. Ley de difamación de 2003

De lo cual resaltamos los siguientes articulados por ser pertinentes para el


presente caso:

Sección 2

“... (a) el derecho a la libertad de expresión, garantizado por el Convenio


Europeo de Derechos Humanos…, la Constitución de Bosnia y Herzegovina y
el Estatuto del Distrito de Brčko, tiene un papel fundamental en una sociedad
democrática, en particular en lo que concierne a asuntos de interés político y
general; (b) el derecho a la libertad de expresión protege el contenido de la
información y los medios para su transmisión… ...

Sección 6

Aquel que cause daño a la reputación de otro al afirmar o difundir una


falsedad en relación con esa persona, y al identificar a esa persona con otra,
será responsable de difamación. Por cualquier afirmación difamatoria
publicada en los medios de comunicación, los responsables serán el autor, el

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editor jefe y la editorial, así como cualquier persona que de cualquier otro
modo haya supervisado el contenido de la publicación. Se incurrirá en
responsabilidad por difamación en una de las situaciones referidas
anteriormente cuando se afirme o difunda una falsedad con dolo o
negligencia. Si una afirmación difamatoria tiene que ver con un asunto de
interés público, el demandado será responsable por difamación si supiera
que la afirmación era falsa o de forma negligente ignorara su inexactitud. El
mismo nivel de responsabilidad referido anteriormente se aplica a la
situación en que una afirmación difamatoria se llevara a cabo en relación
con un funcionario público… o un candidato a una oficina pública…

Excepciones de responsabilidad

Sección 7

No existe responsabilidad por difamación:

(a) si las declaraciones difamatorias son juicios de valor o si son falsas solo en
detalles irrelevantes y son esencialmente ciertas... ...

(c) si la afirmación o difusión fuera razonable. ...”

C. Ley de Obligaciones Civiles de 1978

La cual establece el papel del Tribunal sobre los daños extrapatrimoniales:

Daños No-pecuniarios

Sección 200

“El Tribunal otorgará daños no-pecuniarios por dolor físico, sufrimiento


mental causado por la pérdida de servicios vitales básicos, desfiguración,
daño a la reputación, al honor, violación de la libertad o de los derechos de
personalidad o muerte de un familiar cercano y por miedo, si considera que
las circunstancias del caso, en particular la intensidad del dolor, sufrimiento
o miedo y su duración, justifican tal reconocimiento, independientemente del
otorgamiento de cualquier indemnización por daños materiales, e incluso en
su ausencia. A la hora de decidir sobre una reclamación por daños
no-pecuniarios y su cantidad, el Tribunal tendrá en cuenta… la finalidad de

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esos daños y la regla de que no debería favorecer aspiraciones que sean
incompatibles con su naturaleza y propósito social.”

2. Legislación comparada
A. Resolución 1729 (2010), Protección de denunciantes
(“whistle-blowers”), Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa,
29 de abril de 2010 43.

“6.3.

En referencia a la carga de la prueba, será responsabilidad del empleador


establecer más allá de toda duda razonable que cualquier medida tomada
en detrimento de un denunciante se debió a razones distintas del propio acto
de la denuncia.”

B. Recomendación CM/Rec(2014), Protección de informantes, Comité de


Ministros del Consejo de Europa, 30 de abril de 2014

“II. Alcance personal

3. El ámbito de aplicación personal del marco nacional debe abarcar a todas


las personas que trabajan en el sector público o privado,
independientemente de la naturaleza de su relación de trabajo y de si se les
paga o no. 4. El marco nacional también debe incluir a las personas cuya
relación laboral haya finalizado y, posiblemente, cuando aún no se haya
iniciado en los casos en que se haya adquirido información sobre una
amenaza o daño al interés público durante el proceso de selección u otras
etapas de negociación precontractual.”

C. Principios Fundamentales en el Estatus de Organizaciones


No-Gubernamentales de Europa, Estrasburgo, 13 de noviembre de
2002, Consejo de Europa, adoptado en reuniones multilaterales
mantenidas en Estrasburgo entre el 19 de noviembre de 2001 y el 5 de
julio de 2002

“Teniendo en cuenta que las organizaciones no gubernamentales (en adelante,


las ONG) hacen una contribución esencial al desarrollo, la realización y la
supervivencia continua de las sociedades democráticas, en particular
mediante la promoción de la conciencia pública y la implicación
participativa de los ciudadanos en la res pública, y que hacen una

14
contribución igualmente importante a la vida cultural y al bienestar social
de tales sociedades; Teniendo en cuenta que sus contribuciones se realizan
a través de un conjunto extremadamente diverso de actividades que puede ir
desde actuar como un vehículo para la comunicación entre diferentes
segmentos de la sociedad y las autoridades públicas... Reconociendo que el
funcionamiento de las ONG conlleva tanto responsabilidades como
derechos,... Se debe alentar a las ONG a participar en mecanismos
gubernamentales y cuasi gubernamentales para el diálogo, la consulta y el
intercambio, con el objetivo de buscar soluciones a las necesidades de la
sociedad.”

D. Código Ético y de Conducta para ONG, Asociación Mundial de


Organizaciones No Gubernamentales (WANGO), 2004

Las partes relevantes del Código establecen lo siguiente:

“C. Derechos Humanos y Dignidad Una ONG no debería violar ningún


derecho humano fundamental de persona alguna, que es inherente a
cualquier individuo. ... F. Veracidad y Legalidad Una ONG debería
proporcionar información segura y precisa, ya sea en relación a sí misma y
sus proyectos, o en relación a cualquier individuo, organización, proyecto, o
legislación a la que se oponga o que la tenga en discusión. VI. Confianza
Pública B. Defensa pública 1. Exactitud y en contexto La información que
la organización elija para divulgar a los medios de comunicación,
responsables políticos o para el público deben ser exacta y presentada en
un contexto adecuado. Esto incluye información presentada por la ONG con
respecto a cualquier legislación, política, personal, organización, o
proyecto al que se oponga, que apoye, o que esté debatiendo... 2.
Declaraciones verbales y escritas La organización tendrá claras directrices
y procesos de aprobación para la emisión de declaraciones verbales y
escritas. 3. Divulgación de lo parcial La organización presentará la
información de manera justa e imparcial. Si existe una posible parcialidad
que sea inevitable o inherente, esta será revelada.”

15
3. Legislación internacional aplicable
A. Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las
libertades fundamentales

“1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho


comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar
informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia por parte de
autoridades públicas y sin consideración de fronteras. El presente artículo
no impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusión, de
cinematografía o de televisión a un régimen de autorización previa.

2. El ejercicio de estas libertades, que entrañan deberes y responsabilidades,


podrá ser sometido a ciertas formalidades, condiciones, restricciones o
sanciones, previstas por la ley, que constituyan medidas necesarias, en una
sociedad democrática, para la seguridad nacional, la integridad territorial
o la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito, la
protección de la salud o de la moral, la protección de la reputación o de los
derechos ajenos, para impedir la divulgación de informaciones
confidenciales o para garantizar la autoridad y la imparcialidad del poder
judicial.”

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IV. DERECHOS AFECTADOS

En un principio, el derecho vulnerado es el de la libertad de expresión, consagrado en


la normativa internacional del Convenio para la protección de los Derechos Humanos
y de las libertades fundamentales, convenio n° 10 citado previamente, el cual
prescribe los ámbitos del derecho y las condiciones o restricciones que pueden
atribuirse siempre y cuando se encuentren previstas en la ley. Su justificación se
encuentra ratificada en que constituye medida necesaria para la convivencia en un
estado democrático, seguridad e integridad nacional, etc.

Los demandantes manifestaron que la correspondencia impugnada fue una carta


privada enviada a las respectivas autoridades con un interés constitucional en el
asunto. Sus fundamentos expuestos fueron los siguientes:

● En los alegatos orales ante la Gran Sala, los demandantes confirmaron que la
sección 6 de la Ley de Difamación no fue precisa para poder determinar que
se aplicaría en este caso
● Los tribunales nacionales aún no establecen un equilibrio entre el derecho a la
reputación de M.s y su libertad de expresión

Por su parte, la CREDOF y asociación Blueprint for Free Speech alegaron que era
apropiado poder completar criterios relevantes para la protección del Derecho de
Libertad de expresión de los denunciantes.Además, sostuvieron que el daño a la
reputación de los funcionarios fue más grave que cuando se fue informada a las
autoridades sobre la información

Según la sentencia podemos observar como los demandantes alegan que su derecho a
la libertad de expresión fue violado y vulnerado luego de una serie de decisiones
judiciales en las etapas sobre el proceso de difamación que fue iniciado contra ellos.
Gracias a esto, los demandantes el 15 de octubre de 2007 apelaron al Tribunal
Constitucional de Bosnia Y Herzegovina, intentando conseguir la protección de sus
derechos bajo el artículo ya mencionado. El tribunal constitucional sostuvo que no
existió alguna vulneración a la “la libertad de expresión” . pues esta restricción fue
necesaria en la sociedad democrática donde se encuentran, concluyendo así, que
nunca existió una violación al articulo 10 del Convenio Europeo. Finalmente, el
Tribunal limitará su examen a la denuncia de los demandantes en virtud del artículo
10 del Convenio.

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La sala al analizar los hechos y la demanda determina que las decisiones tomadas por
los tribunales supusieron una injerencia en el derecho de libertad de expresión de los
demandantes, esto según norma del artículo 10 del Convenio Europeo pero que esta
injerencia fue prescrita en la Ley de Difamación de 2003 en la sección 6 cuando
estipula “Se incurrirá en responsabilidad por difamación en una de las situaciones
referidas anteriormente cuando se afirme o difunda una falsedad con dolo o
negligencia”, no pudiendo ampararse en las excepciones de responsabilidad de la
sección 7 en cuanto la carta contenía atribuciones de hecho y no juicios de valor, y
solo tenía un fin u objetivo, la protección de la reputación de M.S.

Quedando así visto que dichos tribunales nacionales diferenciaron las declaraciones
de hechos y juicios de valor, y con las diferencias presentadas se concluyó que los
demandantes si habrían actuado de una forma negligente solo informando la conducta
indebida de M.S sin haber hecho una profunda investigación en las alegaciones dadas.

18
V. RATIO DECIDENDI
1. Valoración del Tribunal

1.1. Existencia de una injerencia

Considera que la decisión impugnada del Tribunal de Apelación del DB constituyó una
injerencia en el derecho a la libertad de expresión conforme al primer párrafo del
artículo 10 del Convenio. Para ser permisible debe ser “prescrita por la ley”, perseguir
uno o más objetivos legítimos y ser “necesaria en una sociedad democrática” para la
consecución de tal objetivo u objetivos.

1.2. Si la injerencia estaba prescrita por ley

La expresión “prescrito por la ley” exige que la medida impugnada tenga una base legal
en la legislación nacional, además debe hacer referencia a la calidad de la ley en
cuestión y debe ser accesible para la persona interesada y previsible en cuanto a sus
efectos.

El Tribunal reitera que una norma no puede considerarse una “ley” a menos que esté
formulada con la precisión suficiente para permitir al ciudadano regular su conducta. Si
bien la certeza es deseable, puede traer consigo una rigidez excesiva, y la ley debe ser
capaz de seguir el ritmo de las circunstancias cambiantes. Adicionalmente, no ve la
necesidad de pronunciarse sobre la presentación tardía de los demandantes en la que se
disputa la previsibilidad de la legislación nacional pertinente, ya que los demandantes
no presentaron argumentos legales, basados en los términos de las disposiciones legales
nacionales o en la jurisprudencia nacional, para indicar que su caso estaba fuera del
alcance de la aplicación de la regla general de la Ley de Difamación de 2003, que
regula las circunstancias en que una persona puede ser considerada responsable por
difamación.

En su sentencia de 11 de julio de 2007, el Tribunal de Apelación del DB determinó que


las cuatro declaraciones impugnadas contenidas en la carta de los demandantes
constituían una expresión o difusión que da lugar a una demanda procesable en
difamación. El Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina también aceptó que la
sección 6 de la Ley de difamación de 2003 se aplicaba a la correspondencia privada de
los demandantes con las autoridades del DB. Aceptaron que la divulgación no
implicaba necesariamente la difusión a través de los medios de comunicación. Si bien
corresponde a las autoridades nacionales, especialmente a los tribunales, interpretar y

19
aplicar el derecho interno, el Tribunal no encuentra nada que sugiera que los
demandantes no estaban en condiciones de prever la interpretación y aplicación de la
sección 6 de la Ley de Difamación de 2003 a su caso por parte del tribunal de apelación
nacional.

En ese contexto, el Tribunal está convencido de que la sección 6 de la Ley de


Difamación de 2003 cumplió con el nivel de precisión requerido y que, en
consecuencia, la injerencia estaba “prescrita por la ley”.

1.3. Si la injerencia perseguía un objetivo legítimo

No hubo disputa entre las partes de que la injerencia perseguía un objetivo legítimo, “la
protección de la reputación o los derechos de otros”, por lo que el Tribunal no
encuentra razón para llegar a una conclusión diferente.

1.4. Necesaria en una sociedad democrática

Determinar si la injerencia denunciada fue “necesaria en una sociedad democrática”. El


Tribunal debe examinar si los tribunales nacionales lograron un equilibrio entre el
derecho de los demandantes a la libertad de expresión y el interés de M.S. en la
protección de su reputación.

a. Principios generales
I. Sobre la aplicación del requisito establecido en el artículo 10 § 2 del
Convenio de que una injerencia sea “necesaria en una sociedad
democrática”
Principios generales para evaluar la necesidad de una injerencia en el
ejercicio de la libertad de expresión se encuentran en Bédat c. Suiza:
● “(i) La libertad de expresión constituye uno de los fundamentos
esenciales de una sociedad democrática y una de las condiciones
básicas para su progreso y para la realización personal de cada
individuo. Es aplicable no solo a la “información” o “ideas” favorables
o inofensivas o como algo indiferente, sino también a las que ofenden,
conmocionan o molesten. Esta libertad está sujeta a excepciones, las

20
cuales deben interpretarse estrictamente, y la necesidad de cualquier
restricción debe establecerse de manera convincente.
● (ii) El adjetivo “necesario” implica la existencia de una “necesidad
social apremiante”. Los Estados contratantes pueden evaluar si existe
tal necesidad, pero va de la mano con la supervisión europea,
abarcando tanto la legislación como las decisiones aplicadas, incluso
las otorgadas por un tribunal independiente. Por lo tanto, el Tribunal
está facultado para dictar la decisión final sobre si una “restricción” es
compatible con la libertad de expresión.
● (iii) La tarea del Tribunal, en el ejercicio de su jurisdicción de
supervisión, es revisar las decisiones que emitieron de conformidad con
su poder de apreciación; por lo que debe analizar la injerencia
denunciada a la luz del caso en su conjunto y determinar si fue
“proporcional al objetivo legítimo perseguido” y si los motivos
aducidos por las autoridades nacionales para justificarlo son
“pertinentes y suficientes”.

II. Protección de la reputación en virtud del artículo 8 del Convenio


El derecho a la protección de la reputación es un derecho protegido por el
artículo 8 del Convenio como parte del derecho al respeto a la vida privada.
El concepto de “vida privada” es un término amplio que abarca también la
integridad física y psicológica de una persona. Sin embargo, para la
aplicación del artículo 8, el ataque a la reputación de una persona debe
alcanzar cierto nivel de gravedad, de forma que perjudique el disfrute
personal del derecho al respeto de la vida privada.

III. Sobre el equilibrio entre el artículo 10 y el artículo 8 del Convenio


En los casos sobre los intereses de la “protección de la reputación o los
derechos de los demás”, se puede requerir al Tribunal que verifique si las
autoridades nacionales lograron un equilibrio justo al proteger los dos
valores garantizados por el Convenio: la libertad de expresión y el derecho
al respeto de la vida privada. Dichos principios generales aplicables fueron
establecidos por primera vez en Von Hannover c. Alemania y Axel Springer
AG, luego en Couderc y Hachette Filipacchi Associés c. Francia, y más
recientemente en Perinçek c. Suiza, como sigue:

21
“(i) El resultado no debe variar en función de si la solicitud fue planteada en
virtud del artículo 8 o en conformidad del artículo 10, porque los derechos
en virtud de estos artículos merecen igual respeto.
(ii) La elección de los medios para asegurar el cumplimiento del artículo 8
en el ámbito de las relaciones de individuos entre sí es, en principio, un
asunto que cae dentro del margen de apreciación de la Alta Parte
Contratante, ya sean obligaciones positivas o negativas. Existen diferentes
formas de garantizar el respeto por la vida privada y la naturaleza de la
obligación dependerá del aspecto particular de la vida privada de que se
trate.
(iii) Las altas partes contratantes tienen un margen de apreciación al evaluar
si es necesaria y hasta qué punto es necesaria una injerencia en el derecho a
la libertad de expresión.
(iv) El margen de apreciación va de la mano de la supervisión europea, que
abarca tanto la legislación como las decisiones aplicadas, incluso las
otorgadas por tribunales independientes. El Tribunal debe examinar, a la luz
del caso en su conjunto, si sus decisiones fueron compatibles con las
disposiciones del Convenio.
(v) Si las autoridades nacionales han llevado a cabo el ejercicio de equilibrio
de conformidad con los criterios establecidos en la jurisprudencia del
Tribunal, el Tribunal necesitaría razones sólidas para sustituir su opinión por
la suya.”

b. Planteamiento a adoptar por el Tribunal en el presente caso

El Tribunal debe examinar la injerencia denunciada del caso, incluyendo la forma


en que se llevaron a cabo los comentarios contra los solicitantes, su contenido y el
contexto en el que se hicieron las declaraciones impugnadas
I. Si el derecho del artículo 10 se debe equilibrar con el derecho del artículo 8
El Tribunal establece que no se ha presentado en las acusaciones formuladas
contra M.S. en la carta de los solicitantes hagan referencia a una conducta
considerada de carácter criminal según la legislación nacional. Sin embargo,
establece que acusar a M.S. por ser irrespetuosa con respecto a otra etnia y
religión, no solo empaña su reputación, sino también le causa perjuicios
tanto en su entorno profesional como social. En consecuencia, las
acusaciones alcanzaron el nivel requerido de gravedad que podría dañar los

22
derechos de M.S. Por lo tanto, debe verificar si las autoridades nacionales
lograron un equilibrio justo entre los dos valores garantizados por el
Convenio.

II. Pertinencia de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia en materia de


denuncia de irregularidades
El Tribunal ha examinado si los informes de los demandantes podrían calificarse
como denuncias de irregularidades “whistle-blowing”. Sin embargo, observa
que los solicitantes no tenían ninguna relación subordinada basada en el
trabajo con la radio pública del DB que les obligaría a cumplir con un deber
de lealtad, reserva y discreción hacia la radio. Los solicitantes no tenían
acceso exclusivo ni conocimiento directo de esa información, pero
aparentemente actuaron como “un vehículo para la comunicación” entre los
empleados de la radio y las autoridades del DB. No se ha presentado
ninguna información de que esos empleados sufrieran repercusión alguna
como consecuencia de haber expresado la presunta irregularidad. Los
demandantes tampoco argumentaron que su carta tuviera que considerarse
como una denuncia. En ausencia de cualquier cuestión de lealtad, reserva y
discreción, no es necesario que el Tribunal investigue el tipo de cuestión, es
decir, si existían canales alternativos u otros medios efectivos para que los
solicitantes remediaran las presuntas irregularidades (como la comunicación
al superior u otra autoridad u organismo competente) que intentaban revelar.

III. Pertinencia de la jurisprudencia del Tribunal relativa a la denuncia de


presuntas irregularidades en la conducta de funcionarios del Estado
Lo que motivó a M.S. a iniciar el proceso de difamación fue el contenido de
la carta de los solicitantes a las más altas autoridades del DB, en la que se
quejaban de M.S. Dado que la radio era pública y dependía de la
financiación estatal, no cabe duda de que debía ser considerada como
funcionaria pública.

El Tribunal considera digno de mención el enfoque seguido por el Tribunal


Constitucional de Bosnia y Herzegovina en el presente caso, que se basa en
la jurisprudencia del Convenio en la que se encontró en los hechos que “los
requisitos de protección en virtud del artículo 10 del Convenio tienen que
ser sopesados no en relación con los intereses de la libertad de prensa o de la
discusión abierta de asuntos de interés público, sino contra el derecho de los

23
solicitantes a denunciar presuntas irregularidades en la conducta de los
funcionarios del Estado”; además que, “es uno de los preceptos del imperio
de la ley que los ciudadanos deberían poder notificar a los funcionarios
estatales competentes sobre la conducta de los funcionarios públicos que,
para ellos, se considera irregular o ilegal”; es por ello que el Tribunal ha
estado preparado para evaluar la buena fe y los esfuerzos de un solicitante a
la hora de determinar la verdad según un enfoque más subjetivo e indulgente
que en otro tipo de casos.

Un factor en la valoración de la proporcionalidad por parte del Tribunal fue el


hecho de que las declaraciones difamatorias impugnadas se hicieran
mediante correspondencia privada dirigida por el solicitante al superior
jerárquico de la parte interesada perjudicada o con funcionarios estatales. En
algunos de estos casos, las acusaciones en disputa resultaron de la
experiencia personal directa de los solicitantes, mientras que en otros casos,
habían sido presentados por solicitantes que no habían participado
directamente en los asuntos denunciados.

IV. Pertinencia de la jurisprudencia del Tribunal respecto a la difamación de


los funcionarios públicos y el papel de las ONG y la prensa
Las alegaciones que los demandantes presentaron ante las autoridades en el
caso fueron hechas por cuatro ONG y no se basaron en la experiencia
personal directa.

El papel de una ONG que informa sobre presuntas faltas de conducta o


irregularidades por parte de los funcionarios públicos no es menos
importante que el realizado por un individuo de acuerdo con la línea de
autoridad de Zakharov, incluso cuando no se basa en la experiencia personal
directa. El Tribunal acepta que cuando una ONG llama la atención sobre
asuntos de interés público, está desempeñando un papel de vigilancia
pública de importancia similar al de la prensa. Ha reconocido que la
sociedad civil hace una contribución importante a la discusión de los asuntos
públicos.

Al mismo tiempo, no debería pasarse por alto el hecho de que una ONG
tenga un mayor impacto al informar sobre las irregularidades de los
funcionarios públicos y, a menudo, dispondrá de mayores medios para

24
verificar y corroborar la veracidad de la crítica de lo que un individuo que
informa sobre lo que él o ella ha observado personalmente; por lo que la
salvaguardia que otorga el artículo 10 a los periodistas en relación con la
información sobre temas de interés general está sujeta a la condición de que
actúen de buena fe para proporcionar información precisa y fiable de
acuerdo con la ética del periodismo. Una visión similar se refleja en el
Código de Ética y Conducta para las ONG, según el cual “una ONG no debe
violar los derechos humanos fundamentales de ninguna persona”, “debe
proporcionar información precisa... sobre cualquier persona” y “la
información que una ONG elige difundir para los responsables políticos
debe ser precisa y presentada en el contexto adecuado”.

V. Conclusión
En consecuencia, es necesario tener en cuenta una gama más amplia de
factores al hecho de que los solicitantes dirigieran sus quejas a través de la
correspondencia privada y aceptaran una carga indulgente sobre el
solicitante para determinar su veracidad. Para encontrar un equilibrio entre
el derecho de los demandantes a la libertad de expresión contra el derecho
de M.S. al respeto de su vida privada, el Tribunal considera oportuno tener
en cuenta los criterios que se aplican en general a la difusión de
declaraciones difamatorias por parte de los medios de comunicación en el
ejercicio de su función de vigilancia pública, concretamente, el grado de
notoriedad de la persona afectada; el tema del reportaje; el contenido, forma
y consecuencias de la publicación; así como la forma en que se obtuvo la
información y su veracidad, y la gravedad de la sanción impuesta.

c. Aplicación de los principios y criterios anteriores al presente caso

El Tribunal examinará los factores relevantes para determinar si la intromisión fue


apoyada por razones relevantes y suficientes y fue proporcional al objetivo
legítimo perseguido.
I. Naturaleza privada de la correspondencia
El Tribunal señala que el examen de los tribunales nacionales se limitó a la
correspondencia privada entre los solicitantes y los funcionarios del Estado.
La conclusión del Tribunal de Apelación, de que los demandantes eran
responsables de la difamación, se basaba en “la carta enviada a la Oficina

25
del Alto Representante del DB – Director Internacional del DB, el
Presidente de la Asamblea del DB y el Gobernador del DB. El Tribunal
Constitucional confirmó que las “decisiones judiciales impugnadas hacían
referencia a la carta que los solicitantes enviaron a las autoridades del DB y
al Director del DB que valoró a la demandante (M.S.) de forma negativa”.

El hecho de que la carta de los solicitantes se publicara en los periódicos


locales no jugó ningún papel en la conclusión de los tribunales nacionales
con respecto a la responsabilidad de los demandantes por difamación, ya
que no se demostró que fueran responsables de su publicación. Este hecho
fue confirmado por el Gobierno en sus memorias.

El Tribunal opina que la responsabilidad de los demandantes por difamación


debe evaluarse sólo en relación con su correspondencia privada con las
autoridades locales, en lugar de la publicación de la carta en los medios de
comunicación o cualquier otro de los medios.

II. El interés público involucrado en la información contenida en la carta


El Tribunal observa que en la carta los solicitantes criticaron la medida en
que las autoridades nacionales cumplieron con el principio de representación
proporcional de las comunidades étnicas en el servicio público del DB. Se
refirieron a casos anteriores de incumplimiento de ese principio y que
involucran el empleo de personal en la estación de radio del DB. En este
sentido desafiaron la candidatura de M.S. para el puesto de directora de la
radio. Alegaron que ella había estado involucrada en un comportamiento
despectivo hacia los bosniacos étnicos.

El Tribunal considera que la importancia particular de cualquier tema


relacionado con la etnia o la religión tuvo su momento relevante en la
sociedad bosnia y estaba dentro del dominio público, así como de
preocupación pública. Lo cual, según el Gobierno, fue una prueba más de
que la carta se refería a asuntos de interés público en el DB. Estas cuestiones
eran, al menos, de gran preocupación para los bosniacos, representados por
los solicitantes, quienes, tal como se desprende de la carta, se consideraban
insuficientemente representados en el servicio público.

26
III. Destinatarios de la carta competentes para recibir la información.
Las autoridades contactadas por los solicitantes no tenían competencia directa
en los procedimientos para el nombramiento del director de la radio. Sin
embargo, tenían un interés legítimo en ser informados sobre los asuntos
planteados en la carta.

IV. La forma en que los demandantes informaron sobre las supuestas


irregularidades a las autoridades pertinentes
Las declaraciones relevantes de los demandantes contra M.S., establecen lo
siguiente:
“Según nuestra información, la señora en cuestión
(1) declaró en una entrevista publicada en “NIN”, comentando sobre la
destrucción de las mezquitas en Brčko, que los musulmanes no eran un
pueblo, que no poseían cultura y que, en consecuencia, la destrucción de las
mezquitas no podía considerarse como la destrucción de monumentos
culturales,
(2) como empleada de la radio del DB rompió en pedazos de forma manifiesta el
calendario que muestra el horario de los servicios religiosos durante el mes
de Ramadán,
(3) en las instalaciones de la radio cubrió el escudo de armas de Bosnia y
Herzegovina con el escudo de armas de la República Srpska,
(4) como editora del programa cultural en la radio de DB prohibió la transmisión
de la sevdalinka, argumentando que ese tipo de canción no tenía valor
cultural o musical.”
Los tribunales nacionales (tanto el Tribunal de Apelación del DB como el
Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina) calificaron estas
alegaciones como declaraciones de hecho. Señalando que las declaraciones
describían palabras y hechos supuestamente imputados a M.S., el Tribunal
no ve motivos para encontrar otra cosa.

Para resolver este caso, el Tribunal tuvo las siguientes consideraciones:

a. Cómo de conocida era la persona interesada y cuál era el tema de las


acusaciones

El Tribunal reiteró que las críticas emitidas por los funcionarios públicos que actúan a
título oficial están sujetas a límites más amplios de aceptación de lo normal.

27
El Tribunal señala que M.S., al haber solicitado el puesto de directora de radio y por
el interés público involucrado en la información contenida en la carta, ha entrado en
el ámbito del dominio público y se coloca a sí misma bajo un estrecho escrutinio de
sus actos.

El Tribunal de Apelación del DB también aceptó que M.S. era una funcionaria
pública y que el cargo de directora de la radio debía considerarse de interés público
particular.

Por lo anterior, los límites de la crítica aceptable deben ser más amplios que en el
caso de un profesional ordinario. Las cuatro declaraciones impugnadas contenían
alegatos de irregularidades por parte de M.S. en el lugar de trabajo y un comentario
en un periódico, del que supuestamente era la autora, y que mostraba desprecio por
diferentes segmentos étnicos y religiosos de la sociedad bosnia.

b. Contenido, forma y consecuencias de la información transmitida a las


autoridades

El Tribunal señaló que los demandantes no dijeron explícitamente en la carta que


parte de la información que transmitieron a las autoridades había emanado de otras
fuentes. Los solicitantes presentaron su carta con las palabras “de acuerdo con nuestra
información”, pero no indicaron claramente que habían actuado como mensajeros.
Por lo tanto, asumieron la responsabilidad de las declaraciones incluidas en su carta.

Se alegó que M.S., en su oficina, había cubierto el escudo de armas del estado de
Bosnia y Herzegovina con el escudo de armas de la República Srpska, lo cual se
basaba en un rumor.

Los solicitantes sostuvieron que su intención había sido informar a las autoridades
competentes acerca de ciertas irregularidades e impulsarlos a investigar y verificar las
alegaciones formuladas en la carta. El Tribunal señala, sin embargo, que la carta
impugnada no contenía ninguna “solicitud” de investigación y verificación de los
alegatos.

En cuanto a las consecuencias de las acusaciones anteriores transmitidas a las


autoridades, el Tribunal considera que la conducta atribuida a M.S. era impropia
desde el punto de vista moral y social. Las acusaciones dejan a M.S. en muy mal
lugar, como una persona que fue irrespetuosa y desdeñosa en sus opiniones y
sentimientos sobre los musulmanes y los bosniacos étnicos. Las declaraciones eran
difamatorias y dañaron la reputación de M.S.

28
Se puso en cuestión seriamente la idoneidad de M.S., no solo para el puesto de
directora de la radio del DB que ella había solicitado, sino también su papel como
editora del programa de entretenimiento de radio del DB en una estación de radio
pública multiétnica.

Por último, el Tribunal señala que las acusaciones difamatorias de los demandantes
sobre M.S. se habían filtrado a la prensa. Su publicación abrió una posibilidad para el
debate público y agravó el daño a la dignidad y reputación profesional de M.S.

c. La autenticidad de la información divulgada

En el contexto de la libertad de prensa, el Tribunal ha sostenido que se requieren


motivos especiales antes de que los medios de comunicación puedan ser liberados de
su obligación de verificar las declaraciones que son difamatorias. La existencia de
tales motivos depende de la naturaleza y el grado de la difamación, que sus fuentes
sean fiables, que el periódico haya realizado una cantidad razonable de investigación
antes de su publicación, que se haya presentado la historia de una forma
razonablemente equilibrada y si el periódico dio a las personas difamadas la
oportunidad de defenderse.

El Tribunal considera que los demandantes en el presente caso estaban obligados por
el requisito de verificar la veracidad de las alegaciones presentadas contra M.S.

Los solicitantes actuaron como representantes de los intereses de segmentos


particulares de la población en el DB y tenían el deber de verificar la exactitud de la
información antes de que la comunicaran a las autoridades. El Tribunal se encargó de
realizar un análisis de si los solicitantes cumplieron con esta obligación con respecto
a cada una de las declaraciones impugnadas.

El Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina sostuvo que “había una evidente


incoherencia entre lo que se había dicho a los recurrentes y lo que habían informado
en la carta...”. Se representó a M.S. como irrespetuosa con la identidad cultural y
étnica de bosniacos y musulmanes.

En cuanto al presunto “incidente” relacionado con el escudo de armas, los tribunales


nacionales establecieron que había sido discutido en la reunión de los solicitantes
celebrada antes de la preparación de la carta. En esa reunión, S.C., el representante
del segundo demandante en el caso, confirmó que había escuchado a personas
hablando en la ciudad sobre el presunto incidente. Los solicitantes no presentaron, ni
en el procedimiento de difamación ni en el procedimiento ante el Tribunal, ninguna

29
prueba de que hubieran hecho ningún esfuerzo para comprobar la veracidad de ese
rumor antes de informar a las autoridades. Sobre la base de la evidencia oral de tres
empleados de la radio producida en el juicio, los tribunales nacionales establecieron
la inexactitud de esa información.

Lo que es más importante, las declaraciones de los solicitantes informando sobre


M.S. como autora del artículo impugnado en el periódico se basaron en conjeturas
hechas por un miembro distinguido de una organización de un solicitante. Mientras
que en el artículo en cuestión se había dado una declaración según lo informado por
los solicitantes, los tribunales nacionales establecieron que M.S. no había sido la
autora. El Tribunal considera que la verificación de ese hecho antes de informar no
habría requerido ningún esfuerzo particular por parte de los solicitantes. A pesar de la
gravedad de su acusación contra M.S., los solicitantes hicieron esta declaración
frívolamente, sin hacer ningún intento, antes de informar, para verificar la
autenticidad de su alegación. El Tribunal subraya que cuanto más grave es la
acusación, se requiere mayor diligencia antes de ponerla en conocimiento de las
autoridades pertinentes.

Los solicitantes tampoco informaron a los destinatarios de la carta sobre su


inexactitud después de haber descubierto que M.S. no había sido la autora de la
declaración impugnada. No presentan ningún motivo para no haberlo hecho.

El Tribunal establece que a M.S. no se le dio la oportunidad de opinar sobre las


alegaciones que los solicitantes pretendían llevar a la atención de las autoridades
estatales.

El Tribunal Constitucional añadió además que esas declaraciones se referían a


“hechos manifiestamente falsos” y que los solicitantes “no hicieron esfuerzos
razonables para verificar la veracidad de esas declaraciones de hecho antes de
informar, sino que simplemente hicieron esas declaraciones".

El Tribunal no encuentra razones para apartarse de esa conclusión. En consecuencia,


concluye que los solicitantes no tenían una base fáctica suficiente para sus alegatos
impugnados sobre M.S. en su carta.

30
d. La gravedad de la sanción

El Tribunal reitera que la naturaleza y la gravedad de la sanción impuesta son factores


que deben tenerse en cuenta al evaluar la proporcionalidad de la injerencia.

El Tribunal de Apelación del DB emitió dos órdenes contra los solicitantes: que
informaran a las autoridades de que se retractaban de su carta (orden de retractación),
teniendo que pagar, en caso contrario, 1.280 euros junto con los daños no pecuniarios
(orden de pago), y que entregaran la sentencia a la radio y televisión del DB y a dos
periódicos para su publicación a cargo de los solicitantes (orden de publicación). La
Sala “tuvo en cuenta la indemnización por daños y perjuicios contra los solicitantes
en el contexto de una acción civil y no la consideró desproporcionada”.

El Tribunal no considera que la orden que exige a los solicitantes que se retracten de
la carta dentro de los quince días o que paguen los daños y perjuicios plantee ningún
problema en virtud del Convenio. Solo después de la expiración del plazo establecido
por el Tribunal de Apelación del DB, los tribunales nacionales comenzaron a tomar
medidas para hacer cumplir la orden de pago.

El Tribunal está además convencido de que la cantidad por daños que los
demandantes debían pagar no era desproporcionada. En consecuencia, no es relevante
que al determinar esta cantidad el Tribunal de Apelación del DB haya tenido en
cuenta la publicación de la carta impugnada en los medios de comunicación a pesar
de no haberse basado en ese hecho para encontrar a los solicitantes responsables de la
difamación.

Finalmente, el Tribunal no encontró ninguna razón sólida para desestimar lo establecido


por los tribunales nacionales. Establece que las autoridades del Estado demandado
lograron un equilibrio justo entre el interés de los solicitantes en la libertad de
expresión, por un lado, y el interés de M.S. en la protección de su reputación por otro
lado, actuando así dentro de su margen de apreciación. En consecuencia, no se ha
vulnerado el artículo 10 del Convenio.

(a) Voto disidente conjunto de los Jueces Sajó, Karakaş, Motoc y Mits

Consideran que hubo una violación al artículo 10 en este caso, señalan que no se
puede decidir sobre la base de los principios generales aplicables en el área de la
libertad de prensa y los solicitantes no pueden ser responsables de la publicación de
su carta por personas desconocidas.

31
Además, señalaron que hay un fuerte elemento en este caso relacionado con el
derecho de los ciudadanos a informar a las autoridades públicas sobre las
irregularidades por parte de los funcionarios públicos, que está vinculado al concepto
del estado de derecho y debería haberse decidido de esa manera. Para ellos, las
razones aducidas por los tribunales nacionales no fueron “relevantes y suficientes”
para justificar la injerencia con la libertad de expresión de los solicitantes.

(b) Voto disidente del Juez Vehabović;

Considera que ha habido una violación de los derechos de los solicitantes en virtud de
ese artículo de mantener opiniones y recibir e impartir información e ideas.

Señala que la carta materia del proceso debió considerarse como correspondencia
confidencial entre los solicitantes y las autoridades competentes para tratar su
contenido. La publicación de la carta y su contenido, no estaban relacionados de
ninguna manera con los solicitantes y que por lo tanto, no podía ser atribuída a ellos.

En las circunstancias del presente caso, el hecho de que los demandantes dirigieran su
queja mediante una carta confidencial a los funcionarios estatales competentes para
examinar el asunto es de importancia crucial para la valoración del Tribunal de la
proporcionalidad de la injerencia.

Para el Juez Vehabović, la conclusión de que no se ha violado el artículo 10 se basa


en una comprensión demasiado simplificada del alcance del artículo 10. La mayoría
ignora el hecho de que se estableció una simbiosis muy extraña entre el poder judicial
y el poder ejecutivo en Bosnia y Herzegovina.

(c) Voto disidente del Juez Kūris.

El tema central concierne a la dignidad y reputación de M.S., como resultado de la


difusión de la carta a un público más amplio, y no a quienes fue enviada, por lo que
ese resultado nunca habría existido. Aunque no culpan directamente a los solicitantes
por la publicación de su carta en los medios de comunicación, la mayoría les culpa
por abrir una posibilidad para el debate público y agravar el daño a la dignidad y
reputación profesional de M.S. La jurisprudencia que permite una ecuación de este
tipo basada en la atribución de culpa en una situación como la de los solicitantes no
puede llamarse ley justa.
Está de acuerdo con los argumentos de los jueces Nicolaou, Tsotsoria y Vehabović, así
como con muchos de los argumentos del último juez. Además, con los principios
generales en que se basa la sentencia. Sin embargo, no está de acuerdo con su

32
aplicación a los hechos del caso. Esta aplicación se basa en al menos cuatro ficciones.
Pero estas no son ficciones legales “clásicas”, sino que pertenecen a circunstancias
fácticas.
● La primera ficción es la inferencia de que a causa de la conducta de los
solicitantes la información difamatoria se difundió públicamente porque ellos fueron
quienes enviaron una carta con información difamatoria a las autoridades.
● La segunda ficción es la inferencia de que los solicitantes no actuaron como
mensajeros porque a pesar de que habían presentado su carta con las palabras de
acuerdo con otras fuentes, no advirtieron que dicha información no era una fuente
principal.
● La tercera ficción es que los solicitantes deberían haber verificado la
información que incluyeron en su carta a las autoridades antes de enviarla.
● La cuarta ficción proviene de las tres primeras, es que las alegaciones de los
demandantes contra M.S. no fueron equivalentes a una solicitud para que las
autoridades verifiquen esa información.

33
VI. ACTUACIÓN PROCESAL DEL ÓRGANO DEL SISTEMA
1. Rol del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo

Como es sabido históricamente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha


constituido en 1959 y tiene su sede en Estrasburgo, en el Palacio de los Derechos
Humanos, concebido en 1995. Pues bien, este tribunal internacional es competente
para conocer demandas individuales o estatales basadas en violaciones de derechos
civiles y políticos enunciados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Para
ello, es preciso que el demandante haya agotado los recursos jurisdiccionales
existentes ante los tribunales nacionales para la tutela de tales derechos y libertades.
Desde 1998 el Tribunal opera de forma permanente y los particulares pueden dirigirse
a él directamente. Este tribunal vela por el respeto de los derechos humanos de 830
millones de europeos en los 47 Estados miembros del Consejo de Europa que han
ratificado el Convenio.

La competencia del Tribunal Europeo se encuentra establecida en el artículo 32


concordante con el artículo 19 del Convenio que están previstos todos los asuntos
relativos a la interpretación y aplicación del Convenio y de sus Protocolos, y que en
caso de impugnación de la competencia del Tribunal, éste decidirá sobre la misma.

Los artículos 33 y 34 prevén las dos formas en que pueden acceder los litigios al
TEDH; conforme al primero de ellos cualquiera de los Estados miembros podrá
someter al Tribunal cualquier incumplimiento de lo dispuesto en el Convenio y sus
Protocolos que considere cometido por otro Estado miembro. Por otro lado, el art. 34
se ocupa de las demandas individuales. Tales demandas son las presentadas por
cualquier persona física, organización no gubernamental o grupo de particulares que
se considere víctima de una violación por una de las Altas Partes Contratantes
(Estados miembro del Convenio) de los derechos reconocidos en el mismo o sus
Protocolos.

Ahora bien, con respecto a la composición del mismo, el Tribunal se compone de


tantos jueces como Altas Partes Contratantes. Los jueces son elegidos por la
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa a propuesta de los Estados miembros,
por un periodo de nueve años y estos son plenamente independientes y no representan
ningún interés nacional.

Podrá el Tribunal, por lo tanto, constituirse con un solo juez (juez único), en comités
formado por tres jueces (ambas configuraciones se pronunciarán sobre admisibilidad),

34
en Salas de siete jueces y en una Gran Sala de diecisiete jueces; todo ello
dependiendo de la naturaleza e importancia de los asuntos.

En cuanto al procedimiento, de manera brevísima podemos exponer lo siguiente:

- Admisión: el acceso al Tribunal Europeo se producirá siempre y cuando se


hayan agotado las vías de recurso internas de cada Estado. El recurso se
impondrá en el plazo de seis meses a partir de la fecha de la decisión interna
definitiva.

Con respecto al filtro de admisión será exigente y no accederán al Tribunal


las demandas anónimas, infundadas, abusivas, las que son idénticas
esencialmente a otros casos ya examinados con anterioridad, cuando el
demandante no haya sufrido perjuicio, etc.

El asunto se rechazará ab initio (desde el inicio) pero también se puede hacer


en cualquier fase del procedimiento en que se verifique que no concurren las
condiciones de admisibilidad.

- Archivo de las demandas: el artículo 37 del Convenio se establece el


archivo de las demandas cuando el Tribunal compruebe: “... a) que el
demandante ya no está dispuesto a mantenerla; o b) que el litigio haya sido
ya resuelto; o c) que, por cualquier otro motivo verificado por el Tribunal, ya
no esté justificada la continuación del examen de la demanda.”

Se archivará el asunto, también, cuando las partes alcancen un acuerdo


amistoso que será homologado por el Tribunal en una breve decisión de
archivo que, respetando la confidencialidad del acuerdo, se limitará a una
breve exposición de los hechos y de la solución adoptada.

- Conocimiento del caso por el Tribunal: se realizará a través del examen


contradictorio con los representantes de las partes y, si procede, con la
oportuna indagación, para cuya eficaz realización las Altas Partes
Contratantes proporcionarán todas las facilidades necesarias.

La vista del asunto será pública y los documentos del caso accesibles al
público salvo circunstancias excepcionales.

35
- Sentencia: al igual que las decisiones sobre admisibilidad, las sentencias
serán motivadas, pudiéndose formular voto discrepante por alguno de los
jueces.

Las partes podrán solicitar la remisión de las sentencias de las Salas en el


plazo de tres meses ante la Gran Sala, cuyas resoluciones, si aceptan la
remisión, serán definitivas.

También serán definitivas las sentencias de las Salas cuando las partes se
aquieten a las mismas o no se admita la remisión por la Gran Sala.

Como grupo, comentamos que el Tribunal ha examinado cientos de miles de


demandas desde su creación, el cual, resaltamos con admiración que sus sentencias
son obligatorias para los Estados afectados, tanto así que se han conducido a la
modificación de sus legislaciones y su práctica administrativa en numerosos ámbitos.
Esto se debe a la ayuda del Comité de Ministros quien vela por la ejecución de la
sentencia y por el cumplimiento efectivo, diligente y exacto de la sentencia que está
condicionado en gran medida por la actitud de los Estados y por su propia legislación
respecto de cómo llevar a efecto lo resuelto por el Tribunal.

En contraposición con América no ocurre, y como ejemplo podemos citar el caso


Azul que resolvió la Corte Interamericana de Derechos Humanos dando sentencia y
ordenando al Estado peruano una serie de obligaciones que tienen que cumplir, sobre
todo, la más denotativa es de las garantías de no repetición que hasta el día de hoy, no
ha acatado con su cumplimiento.

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CONCLUSIONES

1. Tras la Segunda Guerra Mundial, los países se encontraron en un estado de


prevención ante cualquier tipo de situación que representara una nueva violación de
sus derechos, por lo que tomaron medidas como la creación del Consejo Europeo, y a
su vez, la elaboración del Convención Europea para la Protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales.
2. Siguiendo esta base de hechos, podemos concluir que los demandantes alegan que la
carta enviada se encuentra sustentada en el respeto de los derechos fundamentales,
como el de libertad de credo e información, en concordancia con el principio de
representación proporcional de las comunidades étnicas en el servicio público del DB,
puesto que se debería respetar el accionar musulman y creaciones propia de su
comunidad, promoviendo la libertad de expresión, necesaria dentro de una sociedad
democrática. Sin embargo, de lo resuelto en instancias nacionales, y en la sede
regional, se advierte que las sentencias condenatorias de difamación se encuentran
sustentadas al atribuir hechos sin comprobación fáctica a la funcionaria M.S.
3. La creación de la Convención Europea ha denotado un gran cambio y protección de
los derechos y libertades de los seres humanos siendo este un tratado internacional en
virtud del cual los Estados miembros del Consejo de Europa garantizan los derechos
fundamentales, civiles y políticos, no sólo de sus ciudadanos sino de toda persona que
se encuentre bajo su jurisdicción. Firmado el 4 de noviembre de 1950 en Roma, entró
en vigor en 1953.
4. El Tribunal estableció que las autoridades del Estado demandado lograron un
equilibrio justo entre el interés de los solicitantes en la libertad de expresión y el
interés de M.S. en la protección de su reputación. En consecuencia, no se ha
vulnerado el artículo 10 del Convenio logrando obtener un enfoque más objetivo al
momento de determinar la ponderación o equidad de ambos derechos..

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- CASE OF MEDZLIS ISLAMSKE ZAJEDNICE BRCKO AND OTHERS v. BOSNIA


AND HERZEGOVINA .
- Convenio Europeo de los Derechos Humanos. Extraído de:
https://www.echr.coe.int/documents/convention_spa.pdf
- Guerra, L. M. L. (2018). La evolución del sistema europeo de protección de derechos
humanos. Teoría y realidad constitucional, (42), 111-130.
- Ruiz Yamuza, F. G., & Cortés Martín, J. M. (2020). Funciones y efecto de las
resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la protección de los
derechos de los privados de libertad. Retos actuales de la cooperación penal en la Unión
Europea, 1-366.

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ANEXOS

Anexo 1: Fechas claves con respecto a los acontecimientos de la creación del Tribunal Europeo de los
Derechos Humanos

Fuente: Realizado por la página oficial del Tribunal Europeo de los Derehos Humanos
https://www.echr.coe.int/documents/court_in_brief_spa.pdf

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