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En la niñez media el duelo infantil puede asemejarse en varios aspectos al duelo adulto. Los
sienten curiosidad por la razón de existir o el sentido de la vida. De igual forma, en esta etapa
de su desarrollo o hacia el final de ella podrían establecer una asociación entre la muerte y
ellos mismos. A esto le sumamos las posibles respuestas frente a la pérdida, que bien pueden
Durante el proceso de duelo, los niños podrían sentirse agobiados o preocupados sobre la
manera en la que su vida puede verse afectada por los cambios. Piensan en las alteraciones a
su rutina, se preocupan por la salud de sus familiares, y presentan otras conductas como por
planteado, pues tomando en cuenta que el duelo se ha vuelto común entre las personas debido
a la situación actual y las múltiples vidas que se han perdido debido a la pandemia, es muy
Es por esto que en el presente trabajo discutiremos los conceptos que se enmarcan dentro de
este tema, el cómo los niños han lidiado con pérdidas en tiempos de pandemia por el
herramientas útiles para procesar el duelo y así este se convierta en un proceso más llevadero.
Es esencial comprender lo ocurre con los niños a esta edad, que apenas han comenzado a
conocer la muerte.
Se define como la etapa o período del desarrollo que comprende desde el nacimiento hasta la
llegada a la pubertad o adolescencia, que puede variar entre los 12 y 13 años dependiendo de
la persona. En esta etapa tienen lugar muchos de los procesos de crecimiento de más
Niñez intermedia
Esta etapa del desarrollo humano se encuentra comprendida entre los 6 y 12 años de edad.
(Mendoza, 2019)
estatura, sin embargo los cambios no serán tan drásticos en comparación a etapas anteriores.
Cabe destacar que se le considera a esta etapa como saludable, pues siempre y cuando el
infante tenga una adecuada actividad física y buenos hábitos, sobre todo alimenticios y de
En el caso del desarrollo del área cognitiva, se podrá notar un progreso de carácter
intelectual, el cual se evidenciará con el desarrollo del lenguaje, del razonamiento lógico y
del pensamiento del niño, que deja de ser individualista o egocentrista y pasa a tomar más en
Un evento de crisis es definido como un evento o fenómeno que no es habitual y que además
cuenta con las condiciones necesarias para poner en peligro a las personas tanto a un nivel
cotidianidad, pues supone una interrupción a la rutina. Estos pueden tener distintos orígenes,
pueden ser antrópicos (causados por el ser humano) o no (desastres naturales), intencionales o
no. Asimismo, algunos pueden ser o no ser evitables y variar en cuanto a duración e impacto.
Cabe destacar que este tipo de eventos deben suponer una reflexión o meditación sobre el
Pérdida
De acuerdo con Ogliastri (2020), en la octava página de su informe Pérdida y duelo durante
frecuente en escenarios de crisis, de manera que “cuanto mayor sea el impacto de un evento
de crisis, mayor será el número de personas que sufrirán pérdidas”. Dentro de los tipos de
ejemplo de una pérdida física es el perder una parte del cuerpo o alguna habilidad
motora.
perder la memoria.
– Pérdida social: Se refiere principalmente a la pérdida de lazos y relaciones sociales
importantes.
religión.
Duelo
El duelo es una respuesta natural y un proceso mediante el cual las personas afrontan las
pérdida, como la pérdida de sus seres queridos o de cosas que les son significativas. Es un
proceso doloroso pero necesario para dar un cierre y adaptarse al evento. Las personas que se
resignación o aceptación. Los factores que determinan o condicionan la manera en las que
estos sentimientos serán expresados son: la personalidad de la persona, sus recursos, sus
destacar que este proceso es un simple proceso gradual, existen fluctuaciones (sobre todo en
el estado de ánimo) y este requiere de tiempo (el cual varía y depende exclusivamente de la
persona y de la forma en la que éste atraviese el duelo según su pérdida). Al final, el fin es
aprender a aceptar la pérdida, sobrellevarla, aprender a afrontar los cambios que trae consigo
una pérdida, y aprender a continuar con la vida afrontando las emociones. (Ogliastri, 2020, p.
13)
Según Albert Vidal (2017), en su blog titulado “Duelo infantil. Tipos y tareas según la
duelo no empieza.
Cuarentena
de individuos que se han visto expuestos a un potencial contagio por haber entrado en
contacto con alguna enfermedad de tipo infecciosa y posiblemente estén infectados. Durante
Aislamiento
aquellas que están sanas o libres de contagio. Esta medida es tomada usualmente cuando se
persona infectada en un espacio específico, evitando el contacto con los demás para prevenir
Confinamiento
Por otro lado, el confinamiento hace referencia a una intervención de nivel comunitario
combinan estrategias que permitan reducir en medida de lo posible las interacciones sociales,
A pesar de que suene a cliché, es completamente innegable que la muerte supone a su vez una
parte importante del ciclo de la vida, lo cual puede parecer irónico si tomamos en cuenta que
su misión consiste en darle fin a la susodicha. Y es que aunque morir e incluso contemplar a
adelante, sobretodo en el contexto actual de crisis sanitaria impuesto por el Covid-19, que
En otras palabras, la pandemia y las condiciones creadas por ella nos exigen coexistir
diariamente con la muerte presente en nuestro entorno, que se pavonea y deambula a nuestros
pérdidas. No obstante, algunos lamentablemente deben hacer frente a estas despedidas más
temprano que otros. Tal es el caso de la niñez, específicamente la niñez media (6 a 12 años
aprox), que posiblemente podría estar atravesando su primer duelo a causa de la pandemia.
Cabe destacar que, en este caso en particular existe un grado distinto de comprensión de la
muerte. Un niño de 8 años, por ejemplo, no tendrá exactamente la misma noción de la muerte
que un adulto, pues se entiende que dicha concepción cambia con el pasar de los años
(Zañartu et al., pp. 394, 2008). Acerca de ello la pedagoga Cristina García plantea que, a
capacidad de atribuir una noción mucho más realista a la muerte, pues si antes tenía la idea de
que esta era transitoria, ahora empieza a comprender que es irreversible, es decir, que al morir
Es decir, en la infancia media el niño puede establecer por sí mismo una diferenciación entre
cuenta que esto no supone que los infantes que atraviesan esta etapa tengan las herramientas
adecuadas para afrontar el duelo sin acompañamiento. Es ahí entonces cuando se recomienda
la presencia de alguien que los escuche y les ayude a canalizar su curiosidad, pues en ellos
surgen dudas de todo tipo en torno al tema y la necesidad incipiente de conocer las causas de
comprenden que todos pueden morir, incluso ellos mismos o quienes los rodean. Una vez
entienden esto (aproximadamente a los 11 años), se vuelven temerosos, pues les aterra la
posibilidad de que ellos o sus seres queridos mueran (Ocerinjaúregui et al., pp. 10, 2017).
Temen al cambio que supone una muerte para la dinámica familiar y cómo esto repercutirá en
la percepción que tiene su círculo social de él. También les da miedo el abandono que viene
Añadiendo a ello, William Kroen (citado en Apraiz, pp. 14-15, 2006) expone que los niños
entre este rango de edad suelen responder a las pérdidas a través de:
2. Idealización: Idealizan a la persona que ha fallecido, ya que les permite mantener una
3. Culpabilidad: Pueden sentirse responsables de la muerte, así que sienten culpa. Esta
Por otro lado, no debemos pasar por alto la manera en la que la llegada del covid afecta e
riesgo capaces de incrementar la complejidad del proceso de duelo del infante (Ortiz, pp.5,
2021). Según Aránzazu Ortiz, de estos agentes que imposibilitan la resolución del duelo, se
- Las muertes por covid suceden de manera imprevisible y abrupta, de manera que los
niños tienen un período de tiempo muy corto para prepararse mentalmente y asumir el
- Debido a las medidas de aislamiento social, es muy probable que se le prohíba al niño
establecer el más mínimo contacto con el ser querido, aún cuando este podría estar
viviendo sus últimas horas. Básicamente el distanciamiento no deja lugar para una
despedida apropiada.
amigos, familiares, vecinos, etc, por lo que el niño podría atravesar la pérdida en
soledad.
- Las actividades y círculos sociales que antes ayudaban al infante a distraerse y liberar
conocido, etc.
- Debido a las medidas impuestas por la situación de covid, los cultos, ritos, entierros,
oportunidad de despedirse.
otros seres queridos podrían morir o no, lo cual le produce altos niveles de angustia.
impedir que el niño inicie adecuadamente y sea partícipe del proceso de duelo, lo cual podría
resultar en dificultad para él afrontar la realidad de la pérdida (Zañartu, pp. 395-396, 2008).
Siguiendo esta misma línea, el psicólogo Silvio Crosera (2013) destaca en su libro “Entender
a los niños”, que el duelo también puede verse afectado por padres que evitan tocar el tema a
sus hijos por miedo a generarles angustia, pues estos creen que el hablar de la muerte a niños
les supone sufrimiento. Y aunque es totalmente cierto que es un tema delicado, Crosera
plantea la necesidad de educar a los niños para que puedan comprender a la pérdida y sus
implicaciones, pues de lo contrario estos presentarán dificultades para manejar sus emociones
Finalmente, el psicólogo John Bowlby (1993, citado en Vega et al., pp. 104, 2021) hace
realidad, pues aunque se piense que al hacer esto estamos desviando el impacto de la pérdida,
de igual manera el niño se ve afectado y, de manera consciente, percibe los efectos que esta
Las situaciones de crisis tienen como consecuencia el que los niños se vean obligados a
atravesar posibles pérdidas y por consiguiente, que deban lidiar con el proceso de duelo. Los
niños no solo pierden la base que les proporciona la rutina y la regularidad en sus actividades,
sino que también enfrentan la posibilidad de perder a sus seres queridos como consecuencia
de la enfermedad y la muerte. Sobre esto, Kroen (1996) expone que el llorar y despedir al ser
querido es imprescindible para atravesar las etapas del duelo de manera adecuada y poder
crecer sin culpa, miedo y tristeza (citado por García, pp. 120, 2008).
Los niños que son separados de sus padres o cuidadores durante la pandemia por diferentes
separación (Lui et al., 2020 citado por Espada et al., 2020). Al ser separados, aunque sea
Cuando un ser querido muere, es normal que nos cueste trabajo comprender el proceso y que,
en el caso de los niños y niñas de la niñez media, ese proceso depende en gran parte de su
Los niños comprendidos en esta etapa del desarrollo suelen manifestar cierto interés hacia los
distintos detalles asociados a la muerte y sienten curiosidad por lo que le sucede al cuerpo
después de ella. Pueden experimentar distintas emociones abrumadoras, como culpa, enojo,
vergüenza, ansiedad, tristeza y preocupación por su propia muerte o la de los demás. Les
resulta difícil hablar sobre sus sentimientos, por lo que estos podrían manifestarse a través de
comportamientos, como evitar la escuela, conductas agresivas, aislamiento de los demás, mal
desempeño escolar, etc. Asimismo, suelen sentirse inseguros o abandonados cuando sucede
una pérdida de una de las figuras de apego, preocupándose por quiénes los cuidarán
crecimiento, necesitarán ayuda para enfrentar la muerte de algún ser querido o una pérdida
significativa. Necesitan que se les brinde apoyo, espacio, comprensión y paciencia, de manera
que puedan sobrellevar el dolor a su manera y afrontar el proceso de duelo de una manera
sana. Cabe destacar que no podemos esperar que expresen el dolor al igual que un adulto. Es
probable que un niño no llore, pero tal vez puedas identificar en ellos cambios a nivel
mal desempeño académico (posiblemente señal de que la pérdida podría estar afectando el
Es importante que no se pasen por alto señales de que el niño pueda estar necesitando de
ayuda o acompañamiento adicional para procesar la pérdida. Si por ejemplo, hay cambios
necesite intervenir antes de que el duelo se complique. De igual forma, es esencial tomarlo en
cuenta cuando un niño que generalmente se muestra sociable o extrovertido pasa a ser muy
reservado, ansioso o retraído; también se debe considerar buscar ayuda si hay una caída
(Lyness, 2012).
Se recomienda no tomar estas reacciones como algo personal, es completamente normal
tomando en cuenta el proceso que supone el enfrentar una pérdida importante. En su lugar,
orientada a brindar atención psicológica útil para este tipo de casos. Asimismo, los
grupos de apoyo, etc. Debemos recordar que proteger no es sinónimo de mantener a los niños
dolorosas deja de ser beneficioso en cierto punto, pues no aprenden a desarrollar y utilizar
recursos emocionales que les serán útiles para toda su vida (Lyness, 2012).
Resultados de entrevista
Con la ayuda de la psicóloga Jennifer Calderón pudimos aclarar interrogantes con relación a
Haciendo referencia a las cinco fases o etapas del duelo de Elisabeth Kübler-Ross
estas fases en la actualidad aunque son útiles para entender el proceso de duelo no se dan
en el orden que la autora expresa sino que pueden variar. Los niños en estas etapas
profesional”.
¿Cuáles son las principales diferencias de género en el duelo? ¿Cómo expresa el
“Las niñas, según los que establecen estudios, cuentan con mayores recursos de
afrontamiento, claro esta que esto va a hacer algo muy individual, pero basado en la
mayoría de la población de sexo femenino, estas acuden mucho mas al juego simbólico,
de sus emociones. En los niños los juegos simbólicos manifiestan mayor nivel de
agresividad, existe menos espacio de liberación de las expresiones . Las niñas tienen a
manifestar o mostrar más síntomas y signos , los niños muestran una mayor tendencia a
la negociación pero esto siempre será un aspecto muy individual. Ya que cada niño o
Según su experiencia profesional con pacientes, ¿Cuáles son las fluctuaciones que puede
Mucha rabia, tristeza y poco compresión de los adultos del proceso que les hace sentirse aún
más vulnerables”.
¿Frente a cuáles escenarios los niños en esta etapa del ciclo vital pueden
¿Cuáles son, según su experiencia en el tema, señales o conductas que nos indican que
“En los primeros meses son señales adaptativas y entendible, pero luego de 6 meses, sino
disminución del interés en actividades luego de la pérdida, insomnio, pérdida del apetito,
riesgo: bandas, pandillas o grupos de niños/ as que acosan, refugiarse en las amistades de
¿Cuáles considera que son las diferencias más significativas entre atravesar el duelo
proceso, este luego se vive con la misma intensidad de personas que han tenido
familiares perdidos, esto hace que el luego pueda llegar a volverse complicado. Las
pérdidas en su mayoría van hacer difíciles, pero estos escenarios y más para niños en
de forma saludable?
“Características personales del niño/a a duelos anteriores no resueltos, la misma etapa de
cadáver, recuerdos dolorosos del proceso y aspectos sociales como falta de la red de
Ante una muerte inesperada, como pueden ser los decesos por COVID-19, ¿cómo se
puede ayudar al niño a aceptar la noticia sin ninguna preparación y qué actitud deben
“La principal herramienta para ayudar a los niños aceptar la noticia, es que la noticia
sea dada por la persona más cercana y con mayor vínculo, promoviendo un ambiente
fallecido, escribir una carta, hacer una actividad en memoria del fallecido, contar
anécdotas del fallecido, hacer un álbum de fotos entre otras actividades. Los cuidadores
primarios deben mostrar una actitud de comprensión, cercanía y empatía, no ocultar sus
mayor no colocarle cargar de que debe de mantener o comportarse de cierta forma para
“No es conveniente evadir el dolor, pero muchos niños/as más aquellos con antecedentes
el dolor. Asimismo, los familiares pueden pasarlo desapercibido y decir que lo está
dificultad para conectar con otro y mostrar sus verdaderos sentimientos puede pasar
llorar y de alguna forma le llevan a reprimir sus emociones. Estas son familias que
desean impedirle al niño que tenga que atravesar por el dolor y comienzan a buscar
actividades para distraerlos, esto hace sentir al niño que no está conectando con su dolor
¿Qué tiempo se necesita para recuperar la normalidad después de pasar por el dolor y
“La realidad es que el dolor siempre va a estar, lo que va a suceder es que el niño/a va a
la persona aprende es a vivir con el dolor, desde un punto de vista funcional. Existen
algunos casos y más en estas edades en los que el dolor no es tan profundo
posiblemente por el agrado de vinculación con el fallecido y el dolor puede que sea
menos abrumador, pero esto es algo muy individual y personal. No hay un tiempo
establecido y debemos definir a qué llamamos normalidad, porque hay casos en que la
muchas veces tienen que ir a orfanatos y esto no era parte de la normalidad de este
niño/as ni tampoco a lo que estaba acostumbrado/a, por eso tiene que adaptarse a una
nueva realidad sin la presencia de la o las personas fallecidas. Un duelo en niños/as que
síntomas no disminuyen en un plazo de 2 años, esto no quiere decir que en este tiempo
que sugieren 6 meses y otros 1 año, pero para mi entender cada caso es muy individual
y se deben valorar varios elementos para determinar un tiempo u otro. Por ejemplo, en
impacto y la cronicidad es mayor y esos elementos deben ser tomados en cuenta para
prolongación debe ser tomada en cuenta partiendo de una exploración individual donde
¿Cuáles son las distintas respuestas que podría presentar el niño/a frente al proceso de
duelo y de qué manera pueden los cuidadores primarios del infante manejar estas
conductas?
nula interacción social, conductas autolesivas. Los cuidadores primarios deben manejar
estas conductas manteniéndose ellos siempre en control de sus emociones, ya que esto le
da seguridad a los niños/as, manteniendo un comunicación asertiva y un acercamiento
“El padre debe de buscar ayuda inmediata si el niño manifiesta conductas autolesivas, si
alarma, porque una persona no puede funcionar de manera saludable cuando no come o
duerme adecuadamente”.
Recomendaciones:
● Comprender la situación por la que su hijo está pasando, sin ocultarle información u
capacidades de imaginación puede ser un factor protector aunque en momentos puede ser
un factor de riesgo esta imaginación combinada con el juego le permite tener espacios de
apoyo, con vínculos afectivos que le permitían afrontar esta experiencia de manera
escuela, comunidad y otros grupos a los que pertenezca. El uso de actividades y recursos
lúdicos también ayudan a los niños a sanar, el uso de cuentos, dibujos, ejercicios de
respiración y la escritura pueden ser medios muy útiles. La interacción con otros niños/as
que hayan atravesado una experiencia similar, el hablar sobre la pérdida con personas que
Estudio de caso
XX es un niño de 9 años de edad cuya dinámica familiar se vio azotada por grandes cambios,
siendo estos derivados de una pérdida humana cercana. Cuando el niño solo tenía
duelo producto de la repentina muerte de su figura paterna. El padre, descrito como juguetón,
mantenía una muy estrecha relación padre-hijo con XX; en general, el lazo afectivo entre
robo de pertenencias, sin embargo existen otras especulaciones sobre el posible móvil detrás
del ataque. Debido a la naturaleza del fallecimiento, los hechos fueron tergiversados al
noticia le fue dada al niño por su hermano mayor, quien le mencionó que “Dios necesitaba a
su papá y que por esa razón se lo había llevado consigo al cielo”. XX reaccionó a aquello con
repetidamente que si este estaba bien, a lo cual sus seres queridos respondían que sí, que “se
El niño eventualmente asumió la idea de que, como Dios necesitaba a su padre, este no
volvería nunca pues tal y como se le había dicho, “se le necesitaba allí en el cielo”. La madre
afirma que él niño asimiló bien el proceso de separación, y que lo hizo relativamente rápido
considerando su edad. Destacó que esto podría deberse a haber crecido en un hogar cristiano
y también a que siempre ha sido muy despierto. Asimismo, se plantea que el niño tiene
pasatiempos que le permiten desestresarse, siendo estos jugar al béisbol con sus amigos, jugar
con la tablet o con carritos, ver series animadas en la televisión y grabarse cantando. Los
familiares motivaron a que el niño se mantuviera entretenido para que no le llegara a la mente
la situación de pérdida.
Cabe destacar que debido a la situación de pandemia el niño no pudo ver una última vez a su
padre, pues las autoridades prohibieron que se realizara un velatorio. El cuerpo del fallecido
Durante el conversatorio sobre el caso particular de XX, pudimos ver que varias cosas
saltaban a la vista. La principal de todas ellas era que, al tratarse de una pérdida causada por
una muerte sumamente violenta, generalmente las personas tienden a asumir que lo mejor
para el niño es distorsionar los hechos. No hay duda alguna de que esto no se hace con malas
intenciones, en esencia, suelen hacerlo para evitar causar problemas mayores al niño, sin
embargo no es necesario hacerlo y puede traer como consecuencia más confusión a los
infantes. En algo están en lo correcto, debemos evitar dar detalles morbosos sobre la muerte y
su causa, no obstante, hay otras formas de comunicar la noticia. Lo ideal sería que se
explique desde una dimensión fisiológica, pues los niños durante la niñez media (edad
sucedió en un accidente, o que fue un asesinato, podemos simplemente contarle al niño que
los órganos vitales han dejado de funcionar (expresiones como “el corazón de tu papá dejó de
Por otro lado, la licenciada Patricia Díaz Seoane no recomienda el uso de metáforas como
“Tu papá se fue al cielo porque Dios lo necesitaba”, pues se entiende que esto da pie a que los
del mundo espiritual y religioso puede ser compleja para un niño en esta etapa del desarrollo).
También destacamos el hecho agravante de que el niño no haya podido despedirse de su
padre, lo cual, como mencionamos a lo largo del trabajo, es una de las características más
comunes de atravesar el duelo durante el contexto social generado por el covid-19 y puede
derivar en un duelo complicado. Sin embargo, al preguntar por señales de que el niño pudiera
estar afrontando la pérdida de una manera no sana, nos encontramos con que en realidad este
parecía estar bien y no presentaba conductas alarmantes (incapacidad para conciliar el sueño,
caída abrupta de los niveles de concentración, caída abrupta del rendimiento académico,
sentimiento de culpa, aislamiento familiar, etc). En otras palabras, el niño había pasado por
un proceso de reincorporación a su vida cotidiana normal, lo cual era una buena señal. De
igual forma, se mencionó que antes de la muerte de su padre XX solía presentar conductas
agresivas, rebeldía y/o desobediencia, y que incluso su madre recibía llamados de atención
por su mal comportamiento en la escuela, pero que luego de la muerte XX se mostraba más
tranquilo, pasivo y aplicado con los estudios. Este último detalle nos hizo pensar que tal vez
anterioridad, los cambios muy drásticos en la personalidad luego una pérdida no deben
dificultad para relacionarse con amigos y en general no ha habido indicadores de que existan
adecuado al duelo.
Para finalizar, debemos destacar que la construcción del estudio de caso partió de la
legal del niño brindó su consentimiento para llevar a cabo todo el procedimiento.
Nota. Adaptado de Duelo: cómo acompañar a niñez y adolescencia [Infografía], por Sistema de Protección
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