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El autor (Aristóteles) plantea cual es el fin de todos los actos y cual el bien supremo
entre todos los que pueden realizarse. La felicidad es una actividad del alma de
acuerdo con la virtud perfecta.
Los principales modos de vida son: El placer, los que se dejan llevar por los placeres
y la licencia, la política, el que busca el bien para los ciudadanos y; la contemplativa,
la vida dedicada a la reflexión.
Si hay algún fin de todos los actos, este será el bien realizable, por lo tanto la
felicidad es algo perfecto y suficiente y es el fin de todos los actos. La función propia
del hombre es una actividad del alma según la razón que te permite hacer cosas
buenas y el bien del hombre es una actividad del alma de acuerdo con la virtud.
Los bienes se dividen en los exteriores, los del alma y los del cuerpo, los del alma se
tienen como mas importantes porque ahí están las acciones y las actividades
anímicas y que el fin consiste en ciertas acciones y actividades, por lo tanto el
hombre feliz vive bien y obra bien. Los factores exteriores deben ser favorables para
facilitar la felicidad del individuo.
Las virtudes están relacionadas con las acciones y pasiones y la virtud moral se
relaciona con los placeres y dolores es por ello que la virtud tiende a hacer lo mejor
con respecto al placer y al dolor.
En el alma suceden pasiones, facultades y modos de ser; las pasiones son todo lo
que va acompañado de placer y dolor; las facultades, la afectación que nos producen
las pasiones y; por modos de ser, el comportamiento bien o mal respecto de las
pasiones.
La felicidad es la actividad del alma que es una decisión que debe ser buena, ya que
hacer lo bueno y correcto da satisfacción y prosperidad.
El placer radica en las cosas que le satisface y disfruta hacer a cada persona, no por
obligación sino por vocación, todo desde un punto medio.
Los seres humanos debemos vivir en procura de hacer el bien y que todas las cosas
y actividades que realicemos le pongamos todo el empeño y calidad para que
queden de la mejor manera, y la vida misma se encarga de recompensar las buenas
acciones.