Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
UCATEBA
Nombre y Matricula:
Elenny Wisely Pérez 2021 - 0345
Asignatura
Orientación Escolar
Tema
Orientación Educativa
Profesora
Concepción Arias Brito
Fecha
29/11/2021
Introducción
En el otro extremo se encontraría la postura que sitúa los factores que inciden en el
aprendizaje en las interacciones que se producen entre el alumno y los distintos agentes
educativos (profesorado, familia, etc.), y por tanto las intervenciones que se realicen
serán válidas en la medida en que tengan lugar en los contextos donde habitualmente el
alumno desarrolla sus actividades y contando con la colaboración del mayor número de
agentes educativos implicados. Las consecuencias de la divergencia de estos enfoques
se reflejan, asimismo, en cuáles deben ser las finalidades del asesoramiento y el rol del
asesor.
El diagnóstico es el elemento clave del asesoramiento, ya que una vez localizadas estas
dificultades (déficit atencional, falta de motivación, introversión, dislexia, inmadurez) y
su etiología, la intervención es una consecuencia inmediata. La actuación del asesor se
dirige a “resolver” problemas de conducta y aprendizaje escolares, prescribiendo como
un profesional que domina un repertorio de técnicas especializadas al profesorado y a
las familias que es lo “que se debe hacer” para solucionar el problema.
El currículo escolar recibe aquí una atención especial, puesto que las interacciones
educativas se establecen en torno a los distintos tipos de contenidos que el alumnado
debe aprender y a la metodología y ayudas pedagógicas proporcionadas por el
profesorado. Como consecuencia de lo anterior las relaciones con los agentes educativos
se establecen en torno a la búsqueda de consenso sobre cuándo y cómo se enseñan y
evalúan los contenidos escolares.
Sin embargo, si se parte del segundo enfoque cuando la demanda se focaliza en algún
alumno o alumna problemático, se analiza la situación teniendo en cuenta las relaciones
entre los distintos subsistemas que conforman el centro educativo; el equipo directivo,
el equipo de profesores, los diferentes grupos-clase y las familias.
“El objetivo del asesor o asesora que siga un enfoque constructivista es conseguir que el
centro educativo desarrolle al máximo sus potencialidades, se establecería en analogía
con la zona de desarrollo potencial una zona de desarrollo institucional, que
comprendería la distancia teórica existente entre los avances que puede realizar una
institución educativa sin ayuda o con la ayuda de un asesor eficaz”. Monereo y Solé
(1996:26).
Estos autores formulan una serie de características para un asesoramiento que
trabajase en la zona de desarrollo institucional:
Su opinión, basada en la revisión que han realizado tanto de la normativa como de los
documentos teóricos de carácter orientativo elaborados entre los años 1989 y 1996, es
que la propuesta de orientación educativa realizada por la Administración estaba basada
en un modelo de intervención psicopedagógica que asume básicamente los postulados
del enfoque constructivista del aprendizaje que se ha desarrollado en el epígrafe
anterior. Aún a riesgo de ser reiterativo se recogen a continuación las precisiones que
los autores de la investigación hacen sobre la intervención psicopedagógica acorde con
el modelo.
En tercer lugar, al prestar atención a la interacción social como uno de los factores
del desarrollo, la intervención debe adoptar un enfoque sistémico en el cual, el
conjunto de la institución pasa a ser objeto de esta intervención.
Finalmente, en cuarto lugar, se postula que la relación entre asesor y asesorado
debe ser de carácter colaborativo. Se concibe así la Orientación escolar como una
labor que implica a todos los docentes, especialmente a los tutores. En el
desempeño de esta labor es necesario el “saber” de los profesionales de la
orientación, pero completado por el “saber” y la experiencia del resto de los
docentes. Por tanto corresponsabilidad e interdisciplinariedad son fundamentales
para el asesoramiento colaborativo (Vélaz de Medrano, 2003; García, 2003).
Interna: los dinamizadores son tutores y orientadores del mismo centro. Se implica
a los profesores a través del Proyecto Curricular de Centro. Se persigue la
integración curricular de los contenidos de la orientación.
Proactiva: la intervención debe enfocarse a la prevención y el desarrollo, aunque, en
ocasiones, para atender a ciertas necesidades especiales, se requiere una
intervención remedial.
Por otro lado, Hervás Avilés (2006) resalta la necesidad de que exista un modelo de
cambio que represente una realidad dialéctica entre el contexto y la institución en donde
se inscribe la acción orientadora.
A largo plazo, este autor prevé que los modelos de orientación se transformen en
modelos mixtos con un alto componente tecnológico. Los cuatro modelos básicos
actuales (clínico, servicios, programas y consulta) tenderán a desaparecer y serán
sustituidos por modelos tecnológicos. Estos modelos darán respuestas satisfactorias a
las necesidades individuales y sociales emergentes y serán capaces de desarrollar
realidades virtuales.
Por último, se recogen por su interés en el tema las conclusiones de los IV Encuentros
Estatales de Atención a la Diversidad realizados en el año 2004. Sea cual sea el modelo
de base, es necesario un proceso de revisión para mejorar la capacidad de respuesta del
modelo a los siguientes aspectos:
Espacios y recursos adecuados y suficientes en los centros para realizar las tareas de
orientación.
La LOE recoge las aportaciones del Marco Europeo al desarrollar cómo se concibe y
bajo qué presupuestos debe desarrollarse la Orientación.
Orígenes y desarrollo
La Ley General de 1970, estableció unos principios sobre Orientación escolar y tutoría
que dieron lugar a la implantación, a partir del curso 1971-72, de las tutorías en la EGB.
Posteriormente aparecerían con carácter experimental los Servicios de Orientación
Escolar y Vocacional (SOEV) con ubicación en las capitales de provincia. Estos
servicios pueden considerarse precursores inmediatos de los actuales Equipos de
Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP), que unidos a los Centros de Apoyo
al Profesorado (CAP), conforman una red especializada de apoyo externo a la escuela
que se gestiona, junto con los Departamentos de Orientación, desde las Unidades de
Programas u otros organismos similares de las Consejerías de Educación de las
comunidades autónomas (Bisquerra, 1998).
Composición y funciones
Actualmente, como ya se ha dicho, los servicios educativos de los que dispone un sector
o área difieren de una comunidad a otra. Cabe referirse a algunas funciones que son
desarrolladas con mayor frecuencia por los equipos:
La función de apoyo directo a los centros a través de la presencia del representante
del Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica.
Los Equipos de Atención Temprana (EAT) tienen como campo propio de actuación la
Educación Infantil. Su trabajo consiste en identificar las situaciones y circunstancias de
riesgo o desventaja de ciertos alumnos, detectarlas en sus inicios y facilitar la
intervención adecuada.
La composición y funciones son esencialmente las mismas que para los EOEP.
Respecto a la coordinación, quizá hay un aspecto diferenciador, y es que, además de
coordinarse con los EOEP, también lo hace con los centros de Educación Especial,
debido a la importancia que la intervención psicopedagógica temprana tiene para el
desarrollo posterior de niños y niñas.
Los equipos específicos comparten con el resto de EOEP la finalidad de contribuir a dar
una respuesta educativa de calidad a los alumnos y alumnas que requieren sus servicios.
Respecto a los equipos generales, existen diferencias en tres aspectos fundamentales:
Conclusión