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Lo que Todo Entrenador debe Saber:


Correspondencia Dinámica, ¿cuándo,
cómo y por qué?

 
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"Todo movimiento deportivo es específico y está dirigido a una meta. Por tanto, la
fuerza desarrollada en la ejecución de cada movimiento es también específica y
encaminada a un objetivo. No hay que hablar de fuerza en general sino sólo en el
contexto de la tarea relevante."

Bajo este concepto Yuri Verkhoshansky comienza a elaborar en la década del ´70
lo que finalmente denominó "PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA DINÁMICA",
publicado en la obra que escribió años más tarde junto al Dr Mel Siff,
"SUPERTRAINING" (una Biblia del entrenamiento de fuerza que habría que releer
varias veces).

Para que un ejercicio o método responda a este Principio, debe cumplir con los
siguientes parámetros:

-Amplitud y Dirección del movimiento (relacionado con las características


espaciales del movimiento respecto del sector anatómico adyacente).
-Zona de acentuación de la producción de Fuerza (relacionado con la modificación
que sufre el esfuerzo muscular a lo largo de la ejecución de un movimiento dado
según sus características que hacen que la Fuerza Máxima se manifieste en el
instante más apropiado).
-Dinámica del Esfuerzo (implica que el esfuerzo ejercido en el entrenamiento no
debe ser inferior al generado en el movimiento del deporte específico y establecer
si el criterio de correspondencia de la fuerza será el valor medio o el valor
máximo).
-Ritmo y Duración de la producción de Fuerza Máxima (de especial relevancia
cuando se trata de gestos explosivos, implica la medición del tiempo requerido en
ejecutar el movimiento).
-Régimen de Trabajo Muscular (la selección de los medios/ejercicios puede ser
muy similar para diferentes disciplinas, pero la diferencia estará en el trabajo
prescripto con dichos medios, series, repeticiones, carga, etc.).
Basados en estos puntos podemos evaluar un ejercicio o método según la
transferencia que tenga sobre la mejora del rendimiento o habilidad específica
(Young, W. Transfer of strength training and power for sports performance.
International Journal of Sports Physiology and Performance. 1: 74-83, 2006).
Similitudes con la definición de Entrenamiento Funcional no son casuales.

También nos permiten clasificar que tipo de ejercicios o métodos se prestan para
ser incluidos dentro del período de Preparación Física General (PFG) o Preparación
Física Especial (PFE). Obviamente cuanto mayor Correspondencia Dinámica
presenta un ejercicio o método, mayor es su calificación dentro de la PFE.

Ahora situémonos en el contexto en el que Y. Verkhoshansky llegó a ser el experto


en Fuerza Especial más reconocido mundialmente:

En la antigua Unión Soviética, todo el material humano que llegaba a sus manos
provenía de la Escuela Rusa del Deporte para la Infancia y la Juventud, base de
cantidad de atletas olímpicos. Esos atletas alcanzaban un desarrollo deportivo
inigualable gracias a un estímulo multilateral desde edades tempranas y un muy
buen nivel de capacidades físicas básicas.

Por todo esto es un gran error pretender extrapolar las propuestas de Y.


Verkhoshansky a nuestro medio deportivo sin las consideraciones necesarias.

El éxito de tantos deportistas soviéticos se debe a aplicar este principio en atletas


con un adecuado nivel de desarrollo deportivo y por entrenadores con una sólida
formación capaces de interpretar y aplicar correctamente.

En nuestro medio la mayoría de los deportistas no están en condiciones de


superar el período de Preparación Física General ya que no poseemos un sistema
de desarrollo deportivo programado, y específicamente hablando de Fuerza, suelen
mostar niveles muy pobres de base lo que hace inútil el entrenamiento de Fuerza
Especial, resultando perjudicial para el atleta.

En este sentido, me parece simple e interesante la progresión en el desarrollo de la


Fuerza que propone Thomas Kurz en su libro Science of Sports Training, dividida
en 3 fases:
-Fuerza General
-Fuerza Funcional
-Fuerza Específica

Siguiendo este criterio, nuestros atletas deberían pasar mucho más tiempo en las
fases de Fuerza General y Fuerza Funcional para poder acceder eficientemente a la
Fuerza Específica.

Solemos decir, "nada más específico para el deporte que el deporte mismo", por lo
tanto, en deportistas que se encuentran en las primeras etapas de maduración
dentro de su disciplina, la mayor transferencia positiva llegará de la misma
práctica técnica, mientras se acompaña este proceso con trabajos de Fuerza
General o de Base.

A modo de ejemplo y yendo a datos concretos, la relación existente entre el RM en


Sentadillas y la altura alcanzada en salto vertical ha demostrado coeficientes de
correlación de Pearson moderados a altos (r=0,75 a r=0,90) en individuos con
bajos niveles de entrenamiento o especialización, y coeficientes moderados a
bajos (r=0,74 a r=0,51) en individuos más entrenados.

Según Zatsiorsky el nivel de Fuerza Máxima limita la posibilidad de alcanzar altas


velocidades cuando los pesos a movilizar son cercanos o superiores al 40% de
1RM. A medida que los pesos se acercan al 100% del 1RM, la relación entre la F
Máxima y la Velocidad Máxima alcanzada, crece progresivamente, volviéndose
una dependencia estrecha de la velocidad respecto de la F Máxima que tenga el
sujeto.
Cuando se movilizan pesos inferiores al 40% del 1RM, la influencia del nivel de F
Máxima respecto de la velocidad alcanzada es progresivamente menor hasta
volverse nula cuando las resistencias son cercanas al 15% del 1RM
(Verkhoshansky 1996, Zatsiorsky 1995).

El mismo Zatsiorsky pone como ejemplo el lanzamiento de bala:

Un lanzador que promedia los 21 mtrs en sus lanzamientos tiene valores de Press
de Banco que rondan los 200k. Por debajo de ese número no hay posibilidades de
imprimirle a la bala (7,260k para hombres) la suficiente velocidad de salida (unos
15m/s) para que alcance la distancia mencionada.
Sin embargo, la mayoría de los lanzadores de elite que alcanzan distancias
similares y aún mayores no superan los 230k de RM en el Press de Banco, y los
que lo hacen tienen portes y pesos corporales superiores al promedio.

En este punto, el RFD (Rate of Force Development) o Tasa de Desarrollo de Fuerza


(TDF) resulta determinante. Pero si nuestro atleta no tiene el suficiente nivel de
fuerza de base (por ejemplo, un RM en Press de Banco de 150k), las mejoras
seguirán llegando fundamentalmente por la vía de la Fuerza Máxima y, por
supuesto, de la Técnica.

Un tema interesante a plantearse durante los trabajos de Fuerza de Base es que, si


bien por definición no deben ser específicos, quizás la selección de ejercicios
debería basarse en una mirada más amplia que permita incluir algunos no tan
tradicionales pero que cumplan más con la premisa de "Amplitud y Dirección del
Movimiento", sin dejar de ser Básicos.

Con el transcurso de los años, ya alcanzados buenos niveles técnicos y de fuerza


de base, se justifica la orientación hacia ejercicios cada vez más Específicos.

Todo esto está muy claro en SuperEntrenamiento, quizás pase inadvertido en una
primer lectura, por eso es tan necesario leerlo varias veces.

Ariel Couceiro González


Entrenamiento Inteligente

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