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El Pastor y La Familia
El Pastor y La Familia
INTRODUCCIÓN
a) Trabajar en la labor pastoral de una iglesia constituye uno de los más altos
privilegios para la vida de un cristiano.
b) Es una labor honorable y es una preciosa manera de invertir la vida para
Dios y tendrá una elevada recompensa en el reino de los cielos.
c) El simple hecho de dedicar la vida y los esfuerzos a lo que alguien ha sido
llamado debería producir una vida de agradecimiento a Dios.
- Las exigencias y los requisitos a los que está sometido el pastor generan
unas presiones tanto personales como familiares que si no son bien
gestionadas puede ocasionar serias dificultades tanto en la vida del pastor
como en la de su familia.
- Hay requisitos biblicos para el pastor y su familia pero tambien debemos
entender las exigencias de la cultura y la sociedad de nuestros días
a) los pastores no son ni más ni menos que personas. Hombres que han sido
llamados para llevar a cabo una tremenda labor pero que a su vez deben
enfrentar las dificultades que todas las personas tienen que enfrentar.
1ª Pedro 5:8-9
b) La familia es sin lugar a dudas una de las áreas más sensibles del pastor.
Un hombre puede afrontar más fácilmente los ataques y las luchas que
debe enfrentar personalmente pero cuando estos ataques involucran a la
familia la presión puede alcanzar cosas insospechadas. Posiblemente un
pastor no tenga problemas para enfrentar las críticas que las personas
hacen de su labor pastoral, Sin embargo, escuchar una acusación o una
crítica afilada dirigida a uno de sus hijos (más cuando la crítica tiene
fundamentos) es bastante doloroso para un pastor.
II. LA FAMILIA
1. El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer y tenga hijos creyentes
que no estén acusados de disolución ni rebeldía» (Tit. 1:6). EFESIOS 5:25
2. Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de
la iglesia de Dios?) (1 Ti. 3:4-5);
El tema que se presenta en este trabajo también debe enfrentarse desde la misma
perspectiva. Digamos que no se debe aportar una visión sesgada de las verdades
que la Biblia enseña sobre el ministerio, sino que se debe llevar a la práctica desde
una visión panorámica de las escrituras intentado no dejar atrás las verdades que
compensan las unas a las otras.
Cuando Pablo habla que ha enseñado “todo el consejo de Dios” podría ser
aplicable a este tema. Cuando se medita sobre el ministerio tenemos que tener
una visión amplia de todos los principios bíblicos que tratan sobre este tema.
Sin embargo, está más que demostrado que no son las posesiones materiales las
que hacen felices a las familias. Lo que los matrimonios necesitan el uno del otro
es tiempo, tiempo para estar juntos, tiempo para compartir ideas, tiempo para
arreglar desacuerdos tiempo para hablar, reír e incluso llorar juntos. La
comunicación también es esencial en la pareja, los matrimonios necesitan
expresarse habitualmente sus sentimientos el uno al otro, compartir los puntos de
vista, los desacuerdos, expresarse el amor, comprenderse, ponerse de acuerdo o
discutir buscando soluciones.
Hay un texto que he personalizado en este tema y que siempre me ayuda a dedicar
tiempo a mi familia. No pretendo tergiversar el texto ni modificarlo a mi antojo,
pero se encuentra en Mateo 16:26: “¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma?” cuando hablo sobre la importancia de dedicar tiempo
a la familia me aplico este texto para mí mismo, pero un poco modificado ¿qué
aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere el alma de sus hijos?
Cuando pienso profundamente en el llamado de Dios pienso en la importancia de
la salvación de mis hijas. Que galardón tendría yo si por entregar la vida para la
salvación de las almas de otros se perdieran las de mis hijas. Entiendo que hay
una parte que está en las manos de Dios, pero la parte que es mía me gustaría
cumplirla en las mejores condiciones posibles.