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Talleres de creatividad para la 3ª edad

La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las


Personas Mayores entiende por envejecimiento al “proceso gradual que se desarrolla
durante el curso de vida y que conlleva cambios biológicos, fisiológicos, psicosociales y
funcionales de variadas consecuencias”, las que se asocian a “interacciones dinámicas
y permanentes” entre la persona y el medio.

La vejez es “una construcción social” de una etapa del curso de vida.(Iacub Ricardo)

En el proceso de envejecimiento intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales.


La evaluación y consideración de estos factores varían según las sociedades, grupos
culturales, clases sociales, etc.
Por ello la noción de vejez y el lugar que ocupa “el viejo” en una comunidad es una
construcción social que va más allá del proceso biológico de envejecimiento.
El lugar que tiene la vejez en cada comunidad es producido socialmente, se
construyen imaginarios sociales que influyen, y a veces,
determinan la construcción de las subjetividades y los procesos psíquicos
individuales.

Existe un imaginario social que considera al adulto mayor como alguien en retirada
que queda relegado de ciertos espacios sociales.
No se espera que inicie un estudio, siempre sorprende ver una persona mayor
cursando una carrera universitaria, o iniciando un emprendimiento laboral,
como mucho el lugar de responsabilidad que se le asigna es el cuidado de los nietos.
Proceso de envejecimiento

Procesos Biológicos:
Cambios en las funciones corporales.
Deterioro gradual, dolores, enfermedades, deterioro de las funciones corticales.

Procesos Psicológicos:
Mayor inseguridad, miedos, tristeza por pérdida de seres queridos, duelos no
elaborados, pérdida de vínculos, ensimismamiento, mayor dificultad en la construcción
de proyectos a futuro.

Procesos Sociales:
Cambios en el lugar que ocupan en la sociedad. Desvinculación social. Pérdida de
grupos de pertenencia. Pérdida de responsabilidades sociales.
Sin embargo existen diferentes modos de envejecer.

De un modo didáctico, podemos hablar de dos extremos:

en algunos casos se precipitan en depresiones u otro tipo


de patologías mentales y en otros se mantiene la alegría
de vivir, el apetito de novedades y una posición deseante.
El trabajo en grupos:

Una característica propia de la edad a tratar de revertir es el ensimismamiento, la soledad, el día


vacío, que puede estar acompañado por estados depresivos.

La actividad grupal se vuelve fundamental para construir nuevos lazos sociales y encontrar otros
modos de vinculación o sustituir y recrear algunos afectos perdidos.

Un modo de mantener la mente joven es incorporar variables nuevas, desafíos, nuevos problemas
que requieran de respuestas creativas.

Mantener la mente ágil con motivaciones creativas tiene el valor fundamental de prevenir las
enfermedades cognitivas de la vejez. Está probado que se puede prevenir o retrasar el avance
del Alzheimer con ejercitación de desafíos cognitivos.
La dinámica del taller:
Uno de los aspectos más enriquecedores de los talleres es la realización de la
experiencia grupal.

Se vuelve más valorable en esta edad porque ofrece la oportunidad de estar con otros,
intercambiar y socializarse en esta etapa vital en la que hay una tendencia a replegarse
sobre sí mismo por diferentes factores externos e internos.
Algunos de estos factores son:

*Pérdida de espacios de socialización por jubilación


*Perdida de una actividad central que organiza una rutina diaria
*Cambios en la familia y del lugar y responsabilidades que cada uno tomaba
en la misma.
Los talleres de creatividad:

En el trabajo con adultos mayores hay que considerar las


particularidades del tiempo subjetivo en que se encuentran cada
participante.
En el momento de pensar una actividad creativa es necesario tomar en cuenta que en la
3ª edad puede surgir angustia frente a las tareas novedosas, es conveniente avanzar de
a poco, esperando los tiempos de vencer las resistencias a lo nuevo por parte de los
participantes.

Para ello en los talleres pueden plantearse:


consignas puntuales y concretas en el comienzo
planificación de actividades pautadas o semidirigidas.

Recomendamos ir evaluando la disposición de los participantes en cada reunión para


pensar la nueva actividad
- si aceptan o resisten las consignas
- si realizan la terea con entusiasmo
- si se entregan al juego que todo espacio creativo propone
- si se integran con los compañeros
Otro aspecto importante a considerar por el coordinador es la actitud subjetiva de
los participantes ante los problemas que plantee determinada tarea:

- resistencia
- rechazo
- intención de abandonar
- perseverancia
- búsqueda de resolución
El esquema corporal
En la 3ª edad son importantes los talleres que involucren el trabajo con el cuerpo, por ej expresión
corporal, o dibujo y pintura donde se trabaja la representación del propio cuerpo.

Sabemos que en cada etapa de la vida se producen cambios subjetivos en la representación de


nuestro cuerpo.
En la vejez el cuerpo puede presentarse muy mortificado desde su representación (presentando
un envejecimiento mayor a la situación concreta de ese cuerpo) debido a enfermedades, dolores ,
molestias , incluso a duelos no realizados, ya que enfermedades de familiares pueden producir
impacto en nuestro propio cuerpo por identificación.

Poner en movimiento el cuerpo en una actividad lúdica es una invitación a trabajar esos goces
enquistados que mortifican a la persona, permite construir nuevas percepciones de su propio
cuerpo teniendo un efecto liberador y renovador.
La experiencia del taller grupal es enriquecedora por varios motivos:

**Recrea la propia estructura subjetiva ya que el intercambio con otros logra


producir un corte con el ensimismamiento personal.

**Aporta novedades y otros puntos de vista.

**Genera afectos entre los participantes y con el coordinador.

**Genera encuentros, en el grupo se construye una identidad grupal, un lugar de


pertenencia.

El coordinador de los talleres debe tener presente que cualquier actividad moviliza
emociones en los participantes, algunas inesperadas que sorprenden tanto al
participante como al coordinador, y tiene que poder encauzarlas convenientemente.
La coordinación:

Es importante tener claridad en el propósito de cada reunión,

qué se espera transmitir,


qué producción se espera lograr,
qué recursos se van a aportar.

El coordinador tiene que trabajar en contra del imaginario social antes señalado, que
plantea que el adulto mayor está en una decadencia cognitiva, con disminución de su
capacidad de atención y percepción ya que la experiencia nos demuestra que esto no
necesariamente es así.
La experiencia en talleres con adultos mayores nos enseña que con ejercicios
propiciatorios se logra una plasticidad en varias áreas de la subjetividad y del dominio
del cuerpo que parecían imposibles.
Ofrecer un espacio para que la creatividad se despliegue
produce hechos creativos y surge en los participantes una
capacidad creativa y lúdica que podía estar silenciada o no
reconocida.
A la vez promueve, la construcción de nuevas imágenes de sí
mismos más libres cediendo la rigidez de lo imaginario con la
que se presentaban en un comienzo identificados en un “no
puedo”, o ”esto no es para mí”.
El coordinador debe tomar en consideración e ir evaluando el desarrollo y despliegue
de algunas cuestiones que hacen a la conformación de lo grupal tales como:

La dinámica de los grupos


El manejo de la transferencia en los grupos
La dinámica de taller:
El tiempo de la tarea.
El momento de la puesta en común.
Valoración grupal de la experiencia y de los trabajos realizados.
Actividades a realizar según las edades y características
La importancia del producto creado en el grupo

Mantener el propósito de la estimulación de la producción subjetiva y el fortalecimiento


de los lazos con los otros.
Taller de artes plásticas
En el momento de dibujar, pintar, modelar la materia lo hacemos a partir de nuestro
mundo interno, que se nos presenta y puede sorprendernos porque son aspectos
inconcientes de nuestro psiquismo los que se expresan. Exteriorizamos y objetivamos
en la obra diferentes sentimientos y emociones.
El artista Luis Felipe Noé afirma: “el yo se transforma constantemente y por eso mismo
uno necesita la obra. Justamente, uno necesita la obra porque a través de ella se revela
a sí mismo”. (1)
Noé plantea el mecanismo artístico como un viaje en el cual uno se conoce a sí mismo.
En el taller, cuando pintamos o modelamos, podemos encontrar un modo de objetivar
nuestro mundo interno, descubrir nuevos modos de placer en el contacto con el trazo,
con la materia, en la medida que nos vamos apropiando de técnicas y encontrando
nuestro estilo.

(1) En el libro “Entre-vistas y miradas”, autoras Irene Gil y Débora Mauas. Ed Letra Viva
Materiales y propuestas para el taller:

En el taller es interesante experimentar con distintos materiales para que los


participantes vayan familiarizándose con las diferencias de textura, trama, cuerpo que
nos puede brindar cada material.
Los materiales de trabajo pueden ir cambiando a lo largo de las reuniones:
Pueden utilizarse diferentes técnicas:

* crayones, acrílicos, plasticolas, tintas, óleos sobre papel o tela.


* realización de collages (con diversos elementos como recortes de revistas,
fotos, recortes de telas, hilos, lanas, etc),
* modelado en cerámica o porcelana fría para realizar pequeñas y medianas
esculturas.
Abordaje de la figura humana
Otra área que puede explorarse en los talleres es el abordaje de la figura humana con
una intención más expresiva que académica.

Más que buscar “dibujar bien”, que suele ser una presión que se ponen los participantes
y lleva a la inhibición en la producción, se trata de buscar la expresión en el dibujo.

La expresividad puede lograrse con trazos simples sin necesidad de hacer


una pintura realista. El coordinador puede señalar los hallazgos
expresivos en el trazo y el color en cada participante para orientar y
enriquecer la producción.
Realización de títeres

En el trabajo con niños resulta muy interesante y productivo plantear la construcción de


títeres. Si pensamos en el taller de adultos mayores también puede proponerse esta
tarea como regalo para un nieto, sobrino, etc.
Hacer un títere nos lleva a experimentar con materiales muy diversos y estimula mucho
la creatividad.
Elegir el personaje del títere a realizar tiene que ver con nuestras figuras internalizadas
que se van a expresar en el títere, desde su gestualidad hasta la estructura y movilidad
que le demos.
Para concluir
Las técnicas son muy variadas y están abiertas a la experimentación y el
gusto de los participantes.
Es importante que el coordinador haga un plan de trabajo donde se puedan ir
probando diferentes materiales y objetivos a lo largo del taller.

Improvisación- experiencia del color y la materia - consignas


abiertas y cerradas- realización o decoración de objetos-
experimentar con diferentes materiales- composiciones
abstractas y figurativas con acrílicos o collage- uso de pinceles
grueso y finos – crayones oleosos o tizas -creación de diferentes
climas de acuerdo a los materiales utilizados.
El coordinador puede aconsejar una interconsulta con Psicología en los casos donde ubique
problemas en el grafismo por ej:
*utilización exclusiva del color negro
*problemas en la motricidad fina
*presión excesiva sobre la hoja o trazo muy débil
*ubicación del dibujo en la hoja (muy pequeño, muy grande, en un ángulo, no respeta el límite
de la hoja)
* omisiones en la figura humana (sin ojos, boca, sin brazos, sin manos, etc.)

La importancia de los talleres es estimular la creatividad, generar nuevas posibilidades


expresivas y propiciar el enriquecimiento de mundo interno y el intercambio con otros.

Irene Gil. Lic. En Psicología y artista plástica.

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