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Como Redactar-Un Escrito-Inicial-Dedemanda
Como Redactar-Un Escrito-Inicial-Dedemanda
El artículo 143 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal hoy
Ciudad de México dispone que toda demanda debe formularse ante juez competente, y
para determinar cuál es el juez competente, debe tenerse en consideración los cuatro
principales criterios que sirven para fijar la competencia: materia, cuantía, grado y
territorio. En consecuencia, para determinar el tribunal ante el que se debe promover la
demanda, es necesario atender a las reglas de competencia contenidas contenido en cada
ordenamiento.
Respecto al nombre y apellidos del actor y el domicilio que señale para oír
notificaciones, en primera instancia se hace referencia a la persona que se constituye
como parte actora o demandante, y en segundo término a “la casa que se indique para
recibir notificaciones”, que debe estar ubicada en el lugar donde se lleva el juicio, pues en
caso contrario todas las notificaciones, aun las de carácter personal, se harán por boletín
judicial.
De acuerdo con lo dispuesto por el art 1 del Código de Procedimientos Civiles para
el Distrito Federal hoy Ciudad de México, sólo podrá iniciar un procedimiento judicial
quien tenga interés en que la autoridad judicial declare o constituya un derecho o
imponga una condena, por lo que para asumir la posición de parte actora deberá contar
con interés jurídico.
La persona que tenga interés jurídico para iniciar un procedimiento judicial, podrá
hacerlo por propio derecho o representada. En el supuesto de que la parte demandante
actúe por propio derecho, deberá gozar de capacidad jurídica, ya que en caso contrario
deberá comparecer a juicio por conducto de su representante legítimo o los que deban
suplir su incapacidad conforme a derecho. Si se tratara de una persona jurídica deberá
comparecer por medio de sus órganos de representación, o por conducto de sus
apoderados.
Por otro lado, la parte actora debe señalar el domicilio del demandado para que éste sea
emplazado a juicio, que es aquel donde resida, como se advierte de la tesis siguiente:
Por el objeto u objetos que se reclamen con sus accesorios debe entenderse la
pretensión del actor frente al demandado, es decir, “el dar, hacer o no hacer que reclame
del demandado, así como el bien sobre el que recae la conducta pretendida”. La parte
actora no sólo debe enunciar en este apartado las prestaciones que reclama en lo
principal, sino que además debe mencionar los accesorios que se desprendan de aquélla.
Así, cabe citar a Arellano García:
Los accesorios usuales respecto a demandas son los intereses que corresponden a
las cantidades adeudadas por el demandado, así como los productos de los bienes del
actor que ha de devolver el demandado; en algunos casos serán los daños y perjuicios
derivados de la situación de incumplimiento de una obligación principal... también suele
considerarse como accesorio... el pago de gastos y costas que el juicio origina. En otras
palabras, en este apartado debe expresarse ¿qué se demanda? o fijar con claridad lo que
se pretende obtener en el proceso.
Cuando haya varias acciones contra una misma persona, respecto de una misma
cosa y provengan de una misma causa, deben intentarse en una sola demanda; por el
ejercicio de una o más quedan extinguidas las otras.
Se concluye que “al ejercitar la acción con una pretensión enfocada en una
persona por determinada causa, si contra ella se tienen pretensiones que pudiesen ser
secundarias o accesorias de la principal, sólo en esa misma demanda podrán reclamarse,
ya que con el ejercicio de las pretensiones principales deben reclamarse también las
accesorias”.
La parte actora debe narrar de manera clara en qué se hacen consistir los hechos,
cómo se manifestaron, en qué fecha y dónde se suscitaron, porque sólo así el demandado
tendrá oportunidad de preparar su contestación y defensa, y de esa manera acreditar un
hecho contrario que desvirtúe el invocado por el actor. Pensar de otra forma propiciaría
que el demandado quede en estado de indefensión, porque no conoce los hechos y las
acciones que se le imputan, ni el tiempo ni el lugar y ni las condiciones en que
supuestamente acontecieron. Además, en la demanda deberán precisarse los documentos
públicos y privados que tengan relación con cada hecho, así como si los tiene o no a su
disposición.
El derecho que se invoca como afectado, así como los actos y circunstancias que
motivan esa afectación deben expresarse claramente al ejercitar la acción. Es correcto que
el ejercicio de la acción requiere, en todo caso, la existencia de un derecho legítimamente
tutelado que pretenda defenderse mediante la intervención del órgano jurisdiccional, y
que tal intención debe ser manifiesta en el escrito de demanda. En efecto, procesalmente
hablando, resulta indiscutible, a la luz de los diversos cuerpos normativos existentes y de
las distintas corrientes de opinión doctrinales y jurisprudenciales, que el ejercicio de toda
acción requiere forzosamente de la existencia de un interés jurídicamente tutelado en que
se apoye.