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PARA INVESTIGAR
Además de las tres razones mencionadas, la literatura microeconómica hace
también referencia a una cuarta falla de mercado: la información incompleta. Si
bien no es objeto del presente curso, si le interesa profundizar sobre este tema,
puede leer el capítulo 17, “Los mercados con información asimétrica”, del libro de
Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 619-638).
Introducción
Actitudes del Estado frente a las externalidades. Diferentes mecanismos de intervención y efectos
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Introducción
Estos interrogantes podrían ser respondidos mediante la teoría microeconómica referida a las
externalidades, que intentaremos aproximar a continuación.
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Las externalidades pueden entenderse como los efectos generados por la producción y el
consumo que no se encuentran re ejados en el mercado. Se trata de situaciones en las que la
producción o el consumo de cierto tipo de bienes afecta a terceros que, de hecho, no están
involucrados en la transacción (Nicholson, 2005). Es el efecto que las actividades económicas
de un agente tienen en el bienestar de otro agente, pero que no es tomado en cuenta por las
operaciones normales del sistema de precios (Nicholson, 2005).
En otros términos, es el efecto directo que la actividad de una persona o empresa produce en
el bienestar de otra y que no se transmite a través de los precios de mercado (Katz et al.,
2006, p. 648).
En los apartados subsiguientes, analizaremos el modo en que se producen las ine ciencias en
el mercado cuando existen externalidades. En forma posterior se describirán las posibles
soluciones, ya sea que requieran una intervención estatal o que partan de mecanismos de
negociación entre los individuos afectados en forma negativa por una externalidad (Pindyck y
Rubinfeld, 2013).
Tipos de externalidades
Las externalidades pueden ser positivas o negativas, por un lado, y pueden tener como fuente
la producción o el consumo, por otro. En todos los casos, pueden presentarse entre
particulares, entre empresas o bien entre particulares y empresas.
Las externalidades son negativas cuando la acción de un agente económico impone costos a
otro, y serán positivas cuando la acción de una de las partes le genere bene cios a la otra.
A modo de ejemplo, estamos en presencia de una externalidad negativa cuando una empresa
minera vierte residuos en una corriente de agua y cuya contaminación provoca una reducción
de la fauna ictícola de la que dependen pescadores para satisfacer sus capturas diarias.
Cuantos más residuos desemboquen en el río, menor cantidad de peces se desarrollarán. Lo
que debemos tener en cuenta es que la empresa minera, al momento de tomar sus decisiones
de producción, no posee incentivo alguno para contemplar los costos externos que le produce
a los pescadores su propio accionar.
Por otra parte, las externalidades tanto positivas como negativas pueden clasi carse en
externalidades en el consumo o en la producción.
PARA PENSAR
Asimismo y siguiendo a Nicholson (2005), las externalidades se pueden presentar entre las
empresas, entre las personas y entre las empresas y las personas, dando lugar a los siguientes
tipos:
Negativos: Contaminación
Negativos: Adicciones
Fuente: Economia y Desarrollo.; [Usuario]. (22 de enero de 2016). Externalidades positivas y negativas |
Suponga el caso del propietario de una vivienda con vista a un lago en una villa serrana. De
repente su vecino construye un hotel y la edi cación del nuevo emprendimiento lo deja
totalmente sin vista. Si el municipio de la villa tiene una normativa clara de edi cación que
evite este tipo de externalidad negativa, seguramente el dueño del emprendimiento será
obligado a respetar dichas normas y adecuar la construcción o, en caso de judicializarse el
caso, debería tener que resarcir económicamente a su vecino por el daño causado. Pero si la
normativa no es clara o no existe el poder de policía municipal su ciente o no se ejerce
adecuadamente, esta externalidad seguramente persistirá, lo cual provocará una ine ciencia y
un perjuicio para el damni cado.
Por otra parte, las externalidades tanto positivas como negativas pueden ser generadas o
causadas por un ujo o un stock.
En el caso de las negativas, muchas veces los perjuicios que debe soportar una sociedad no
provienen de un ujo de emisiones, sino de un stock acumulado. El típico ejemplo
corresponde al calentamiento global de la tierra, que se debe a la acumulación permanente y
sistemática de dióxido de carbono y de otros gases en la atmósfera con efectos negativos
sobre la vida de los seres vivos del planeta.
Desde el enfoque económico, hay dos causantes de una externalidad: el que la provoca y el que
no la evita. Es decir, las dos partes son, en cierto sentido, la causa de la existencia de la
externalidad.
Si usted evita vivir en cercanías de un estadio de fútbol para no sufrir los contratiempos en el
tránsito los días de partidos, la externalidad negativa no lo afectaría. Si el dueño de un
hospedaje o restaurante no hubiera ubicado su negocio al lado de la curtiembre, no tendría el
perjuicio del mal olor y se evitaría la externalidad negativa.
Sin embargo, reconocer estas relaciones recíprocas no pretende exonerar a los que generan
con sus producciones o consumos costos o perjuicios a otros, sino que tiene como n aclarar
la esencia del problema, que es la puja por un recurso. “En todos los casos, dos agentes
económicos están tratando de usar el mismo recurso y no hay principios económicos
contundentes para decidir quién tiene mayor derecho” (Nicholson, 2005, p. 532) sobre este.
A los nes de profundizar en este tema, deberá leer el capítulo 18, “Las externalidades y los
bienes públicos”, del libro de Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 667-671). Haga clic aquí.
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La e ciencia exige que el bene cio social de producir (consumir) una unidad adicional
(bene cio marginal social) sea igual al costo social adicional (costo marginal social) de
producir (consumir) una unidad.
Dado que las externalidades no se encuentran re ejadas en los precios de mercado, se pueden
constituir en una fuente de ine ciencia económica. Cuando las empresas en general no tienen
en cuenta los perjuicios que causan las externalidades negativas, el resultado que se
materializa es un exceso de producción y la presencia de costos sociales innecesarios.
Para analizar esta situación, consideremos el ejemplo de una empresa minera que vierte
residuos a una corriente de agua. La Figura 3 (a) muestra la decisión de producción de la
empresa en un mercado competitivo, mientras que la Figura 3 (b) muestra las curvas de
demanda y de oferta del mercado, suponiendo que todas las empresas mineras generan
externalidades similares. Suponemos, además, que, como la empresa tiene una función de
producción de proporciones jas, no puede modi car las combinaciones de factores y solo le
resulta posible reducir los contaminantes produciendo menor cantidad (si no se incorporara
este supuesto, las empresas tomarían la decisión conjunta entre varias combinaciones de
producción y reducción de la contaminación).
Siguiendo a Pindyck y Rubinfeld (2013, Pp. 650-652) podemos establecer que cuando se
presentan externalidades negativas, el costo social marginal (CSM) es mayor que el costo
marginal (CM, que sería el costo marginal privado, sin considerar la externalidad). La
diferencia entre ambos es el costo externo marginal (CEM), esto es, el costo marginal que se
obtiene a partir de la la externalidad negativa.
En la parte (a), una empresa que maximiza bene cios produce q1, donde se cumple que el
precio es igual al CM. El nivel de producción que resulta e ciente es q*, en el cual se puede
comprobar que el precio es igual al CSM.
Desde la óptica social, si la empresa considerada no lleva a cabo la incorporación de los costos
asociados a la externalidad negativa, entonces estará produciendo en exceso. El nivel de
producción que resulta e ciente es aquel en el que el precio del producto elaborado es igual al
costo social marginal de producción, que es el costo marginal de producción más el costo
externo marginal de verter residuos contaminantes para nuestro ejemplo.
La causa que produce la ine ciencia es la incorrecta jación del precio del producto. El precio
de mercado (P1) de la Figura 3 (b) se encuentra en un nivel muy bajo, ya que re eja el costo
privado marginal de producción de las empresas, pero no el costo social marginal.
En presencia de bene cios externos (Figura 4), los bene cios sociales marginales (BSM) son
mayores que los bene cios marginales privados (D). La diferencia resultante entre ambos es
el bene cio externo marginal (BEM).
De acuerdo con Pindyck y Rubinfeld, (2013, p.652), para el caso de bene cios externos y
consideramos el caso de un propietario de una vivienda residencial que se comporte de un
modo interesado invierte q1 en reparaciones, cantidad que se encuentra en el punto de
intersección de la curva de bene cio marginal (D) y la curva de costo marginal (CM). En este
nivel se está considerando el bene cio privado que suponen esas reparaciones, pero no el
efecto positivo externo que genera a otros vecinos de la zona.
Sin embargo, las mejoras edilicias generan bene cios externos a los vecinos, tal como lo
indica la curva de bene cio externo marginal (BEM). La curva de BEM tiene pendiente
negativa porque el bene cio marginal es mayor cuando se realiza una baja cantidad de
reparaciones, pero disminuye al producirse un aumento de los trabajos de reparación.
La curva de bene cio social marginal (BSM) se obtiene sumando el bene cio privado
marginal y el bene cio externo marginal que corresponde a cada nivel de producción.
BSM = D + BEM
A los nes de profundizar en este tema, deberá leer el capítulo 18, “Las externalidades y los
bienes públicos”, del libro de Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 650-655). Haga clic aquí.
PARA PENSAR
En general, podríamos decir que existen al menos dos posibilidades para el Estado ante la
presencia de externalidades.
“Tanto cuando hay externalidades positivas como negativas, sólo se producen ine ciencias si
es costoso o imposible negociar acuerdos sobre la manera de corregirlas” (Frank, 1992, p.
721). Las negociaciones entre privados (sin intervención estatal) para que conduzcan a una
situación e ciente, como postula el teorema de Coase, resulta difícil en la práctica, ya que los
costos de transacción suelen ser elevados, no es fácil llegar a un acuerdo porque cada parte
trata de resistir para salir bene ciada y es más viable si es uno a uno, es decir, cuando hay dos
o pocos interesados.
Pero a veces se plantea la di cultad de establecer con claridad los derechos de propiedad así
como la negociación entre particulares. En esos casos se justi ca la intervención del Estado.
Aquí tenemos, entonces, la segunda alternativa, que consiste en que el Estado pueda
intervenir directamente con diferentes mecanismos para corregir la ine ciencia causada por
la externalidad. Es decir, que se trata de soluciones que apunten a lograr que los agentes
involucrados internalicen los efectos que generan hacia terceros en sus propias decisiones de
producción o consumo.
¿De qué manera podría el Estado obligar a la empresa a internalizar los costos externos y
resolver la ine ciencia producida por una externalidad? A modo de ejemplo, si la empresa que
genera la externalidad posee una tecnología de producción con base en proporciones jas, la
única manera de reducir la externalidad es lograr que la empresa produzca una cantidad
menor, lo cual puede lograrse a través de jar un impuesto a la producción.
En los casos de intervención del estado, es posible mencionar diferentes mecanismos frente
al problema de las externalidades. Entre ellos, tenemos los siguientes:
Impuestos pigovianos;
Reglamentación (cuotas, multas, permisos, controles directos, entre otros)
(Nicholson, 2005).
Cada uno de estos mecanismos –si bien intentan resolver el problema de la ine ciencia
provocada por las externalidades– no suele ser perfecto.
En el caso de la legislación, se trata de la inclusión de pautas en las leyes que obliguen a
considerar las externalidades y exigir su compensación. Si la ley penaliza a los que generan
efectos negativos externos, el riesgo a ser demandado puede que incentive a quien lo causa a
internalizar el costo de la externalidad. Sin embargo, debe considerarse también “que recurrir
al sistema judicial requiere de recursos reales” (Nicholson, 2005, p. 540) que requieren, entre
otros, las tasas de justicia y honorarios a abogados. Estos costos de litigar, si son muy
elevados, pueden desalentar las demandas y hacer que la ine ciencia por la externalidad
persista.
Un impuesto pigoviano es un impuesto sobre una externalidad que provoca que los costos
marginales privados sean iguales a los costos marginales sociales(Nicholson, 2005), de modo
que se evita la sobreproducción que genera una externalidad negativa.
Analicemos el caso con un ejemplo de una empresa papelera que vierte sus desechos al río. La
situación está representada en la Figura 5.
Sin embargo, el nivel de producción óptimo para la sociedad sería q**, donde el
precio es igual al costo marginal social (P = Cmg social).
Para hacer que el productor ofrezca esa cantidad menor, es posible colocar un
impuesto de $t por unidad a cargo del consumidor. En este caso, el precio que
cobrará después de impuestos será: P – t.
A este precio, la condición que maximiza bene cios es (P –t = Cmg privado), lo
cual se cumple para el nivel socialmente óptimo q**.
En tal caso, cada alumno paga P – S a la universidad privada y el gobierno paga S.
La empresa puede llevar a cabo una reducción de sus emisiones, pero, como lo indica la Figura
7, solo puede reducirlas con un costo determinado.
El nivel e ciente de emisiones de la fábrica es el que iguala el costo externo marginal de las
emisiones (CEM) y el bene cio derivado de la disminución de los costos de reducción (CMR).
El nivel e ciente de 12 unidades es E*.
1 Normas sobre las emisiones: una norma sobre el nivel de emisiones consiste
básicamente en la limitación legal de la cantidad de contaminantes que puede
emitir una empresa. Si esa cantidad supera el límite, la empresa es pasible de
sanciones monetarias e incluso se puede arribar a sanciones de tipo penal. En la
Figura 8, el nivel e ciente de emisiones es de 12 unidades y se encuentra en el
punto E*.
2 Tasas sobre las emisiones: una tasa sobre las emisiones es un gravamen que se
ja sobre cada unidad de emisión de una empresa. Como indica la Figura 8, una
tasa sobre las emisiones de 3 dólares provocará que la empresa se comporte de un
modo e ciente.
Si se estableciera una tasa de 3 dólares por unidad de emisiones, una empresa reduciría sus
emisiones hasta el nivel en el que la tasa es igual al costo marginal de la reducción. Esa
reducción del nivel de emisiones contaminantes puede obtenerse con una norma que lo limite
a 12 unidades.
Además, se presentan algunas di cultades de origen práctico tales como las limitaciones del
poder de policía para controlar que se respete la reglamentación.
PARA PENSAR
v=g6TM7D0w6PI
A los nes de profundizar en algunos temas de esta unidad, con un enfoque matemático,
puede leer el capítulo 35, “Las externalidades”, del libro de Varian (2010, pp. 691-706).
Haga clic aquí.