Está en la página 1de 29

Unidad 7: Externalidades

Tal como hemos revisado anteriormente, el modelo de competencia perfecta puro


resulta e ciente para asignar los recursos en una economía. En ese marco, “el
primer teorema del bienestar sugiere que los mercados asignan los recursos de
manera e ciente” (Katz, Rosen, y Morgan, 2006, p. 647). Sin embargo, en el
mundo real, el mercado no es infalible: por el contrario, muchas veces falla, ya que
no logra asignar e cientemente los recursos por sí solo. Estas situaciones se
conocen como fallas del mercado. Por lo tanto, una falla de mercado es una
situación en la cual se produce una ine ciente asignación de los recursos si se deja
actuar al mercado sin intervención alguna. 

Existen al menos tres fallas de mercado: el poder de mercado, las externalidades y


los bienes públicos.

El poder de mercado fue objeto de análisis en el Módulo 3, mientras que en este


módulo abordaremos el estudio de las dos fallas restantes: las externalidades y los
bienes públicos.

A continuación, conceptualizaremos estas dos fallas según la teoría


microeconómica, analizaremos sus tipologías, características principales y los
desafíos que ambas situaciones plantean en el ámbito de la política económica para
el Estado y sus posibles implicancias para las empresas y quienes las gerencian.

PARA INVESTIGAR
Además de las tres razones mencionadas, la literatura microeconómica hace
también referencia a una cuarta falla de mercado: la información incompleta. Si
bien no es objeto del presente curso, si le interesa profundizar sobre este tema,
puede leer el capítulo 17, “Los mercados con información asimétrica”, del libro de
Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 619-638).
 

Introducción

Concepto de externalidad desde la perspectiva microeconómica. Tipos de externalidad

Causa de la existencia de las externalidades. Reciprocidad de las externalidades

Efecto de las externalidades

Actitudes del Estado frente a las externalidades. Diferentes mecanismos de intervención y efectos
Página 1 de 5

Introducción

Antes de avanzar en el estudio de las externalidades, podemos plantear, a modo de


introducción, los siguientes interrogantes: ¿hay que permitir a las empresas verter líquidos
sin tratamientos a las corrientes y espejos de agua, como el caso de las papeleras? ¿Hasta qué
nivel deben ser in exibles las normas y la legislación referidas a los niveles de contaminación
producida por los automóviles? ¿Cuál es la suma dineraria que el Estado nacional debe aplicar
a defensa nacional, educación, justicia e investigación aplicada? (Pindyck, y Rubinfeld, 2013).

Figura 1. Ejemplo de externalidad negativa. La contaminación  

Fuente: [Imagen sin título sobre contaminación]. (2017). Recuperado de


https://goo.gl/7HTkgv
Figura 2. Ejemplo de externalidad positiva. La investigación

Fuente: [Imagen sin título sobre investigación]. (2016). Recuperado de


https://goo.gl/B7v4nm

Estos interrogantes podrían ser respondidos mediante la teoría microeconómica referida a las
externalidades, que intentaremos aproximar a continuación. 
Página 2 de 5

Concepto de externalidad desde la perspectiva


microeconómica. Tipos de externalidad

Concepto de externalidad desde la perspectiva


microeconómica

Las externalidades pueden entenderse como los efectos generados por la producción y el
consumo que no se encuentran re ejados en el mercado. Se trata de situaciones en las que la
producción o el consumo de cierto tipo de bienes afecta a terceros que, de hecho, no están
involucrados en la transacción (Nicholson, 2005). Es el efecto que las actividades económicas
de un agente tienen en el bienestar de otro agente, pero que no es tomado en cuenta por las
operaciones normales del sistema de precios (Nicholson, 2005).

En otros términos, es el efecto directo que la actividad de una persona o empresa produce en
el bienestar de otra y que no se transmite a través de los precios de mercado (Katz et al.,
2006, p. 648).

Cuando se presentan externalidades, el precio de los bienes no necesariamente re eja su valor


social. Ante esta situación, las empresas pueden producir demasiada cantidad de un bien o,
por el contrario, excesivamente poco; por consiguiente, el resultado global será que el
mercado es ine ciente.

En los apartados subsiguientes, analizaremos el modo en que se producen las ine ciencias en
el mercado cuando existen externalidades. En forma posterior se describirán las posibles
soluciones, ya sea que requieran una intervención estatal o que partan de mecanismos de
negociación entre los individuos afectados en forma negativa por una externalidad (Pindyck y
Rubinfeld, 2013).
Tipos de externalidades

Las externalidades pueden ser positivas o negativas, por un lado, y pueden tener como fuente
la producción o el consumo, por otro. En todos los casos, pueden presentarse entre
particulares, entre empresas o bien entre particulares y empresas.

Las externalidades son negativas cuando la acción de un agente económico impone costos a
otro, y serán positivas cuando la acción de una de las partes le genere bene cios a la otra.

A modo de ejemplo, estamos en presencia de una externalidad negativa cuando una empresa
minera vierte residuos en una corriente de agua y cuya contaminación provoca una reducción
de la fauna ictícola de la que dependen pescadores para satisfacer sus capturas diarias.
Cuantos más residuos desemboquen en el río, menor cantidad de peces se desarrollarán. Lo
que debemos tener en cuenta es que la empresa minera, al momento de tomar sus decisiones
de producción, no posee incentivo alguno para contemplar los costos externos que le produce
a los pescadores su propio accionar.

Estamos en presencia de una externalidad positiva cuando el dueño de una vivienda de un


cierto barrio la conserva en óptimas condiciones y embellece su espacio verde con plantas y
ores. Todos los vecinos de la cuadra se encuentran bene ciados con esta actividad y, sin
embargo, la decisión del propietario probablemente haya sido ajena a estos efectos y los
bene cios generados para sus vecinos (Pindyck y Rubinfeld, 2013).

Por otra parte, las externalidades tanto positivas como negativas pueden clasi carse en
externalidades en el consumo o en la producción.

“Existe una externalidad en la producción cuando las decisiones de una empresa o de un


consumidor in uyen en las posibilidades de producción de otra empresa” (Varian, 2010, p.
691). A modo de ejemplo, si una empresa produce un bien cuya producción genera malos
olores que afectan a un restaurante ubicado en las cercanías, estamos en presencia de una
externalidad negativa en la producción.

De manera similar, “hay una externalidad en el consumo si a un consumidor le afecta


directamente la producción o el consumo de otros” (Varian, 2010, p. 691). A modo de
ejemplo, si una persona fuma en una o cina al lado de otra que no es fumadora, estamos en
presencia de una externalidad negativa en el consumo.

PARA PENSAR

Identi que dos ejemplos reales en los cuales se genere una


externalidad positiva en el consumo y una externalidad
positiva en la producción.

Asimismo y siguiendo a Nicholson (2005), las externalidades se pueden presentar entre las
empresas, entre las personas y entre las empresas y las personas, dando lugar a los siguientes
tipos:

Externalidad empresa-empresa. Ejemplo de externalidad negativa: una empresa


productora de carbón y una empresa productora de anteojos; de externalidad
positiva: una empresa productora de miel y otra de manzanas (Nicholson, 2005).

Externalidad persona-persona. Ejemplos: el propietario de un terreno baldío que


no lo mantiene limpio genera una externalidad negativa sobre las casas que lindan
con él; una persona considerada dentro del grupo de riesgo que se vacuna contra
la gripe genera una externalidad positiva para las demás personas, de modo que
disminuye el riesgo de contagio por esta enfermedad.

Externalidad empresa-persona. Ejemplos: una empresa dueña de un predio para


espectáculos con capacidad para gran cantidad de personas y sin lugar para
estacionamiento su ciente genera una externalidad negativa para los vecinos del
barrio residencial debido, entre otras cuestiones, a la congestión de las áreas para
estacionamiento del barrio, al ruido y a la suciedad que suelen ocasionar los
espectadores a la salida de estos.
PARA PENSAR

Mencione un ejemplo de externalidad positiva del tipo


persona-empresa, es decir, un caso en el cual las personas
puedan generar efectos externos positivos a una o varias
empresas. .

La siguiente tabla propone algunos ejemplos con base en la tipología mencionada.

Cuadro 1. Ejemplos de externalidades según su efecto y fuente

Efectos externos: Producción



Positivos: Innovación    

Negativos: Contaminación

Efectos externos: Consumo



Positivos: Prevención de la salud 

Negativos: Adicciones

Fuente: Elaboración propia.


 A los nes de profundizar en este tema, deberá leer el capítulo 18, “Las externalidades y los
bienes públicos”, del libro de Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 650-652). Haga clic aquí.

En el siguiente video, se resume gran parte de lo analizado


hasta ahora, tal como el concepto de las externalidades, su
tipología y el objetivo de llevar adelante su internalización.

Video 1. Externalidades positivas y negativas

Externalidades positivas y negativas | Cap. 13 - Microecon…

Fuente: Economia y Desarrollo.; [Usuario]. (22 de enero de 2016). Externalidades positivas y negativas |

Cap. 13 - Microeconomía; [Youtube]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=H8na8BPllLI 


Página 3 de 5

Causa de la existencia de las externalidades.


Reciprocidad de las externalidades

Por lo general, se atribuye como principal causa de la existencia de externalidades a la


ausencia de derechos de propiedad, la falta de claridad de estos o a su incumplimiento.

Suponga el caso del propietario de una vivienda con vista a un lago en una villa serrana. De
repente su vecino construye un hotel y la edi cación del nuevo emprendimiento lo deja
totalmente sin vista. Si el municipio de la villa tiene una normativa clara de edi cación que
evite este tipo de externalidad negativa, seguramente el dueño del emprendimiento será
obligado a respetar dichas normas y adecuar la construcción o, en caso de judicializarse el
caso, debería tener que resarcir económicamente a su vecino por el daño causado. Pero si la
normativa no es clara o no existe el poder de policía municipal su ciente o no se ejerce
adecuadamente, esta externalidad seguramente persistirá, lo cual provocará una ine ciencia y
un perjuicio para el damni cado.

Por otra parte, las externalidades tanto positivas como negativas pueden ser generadas o
causadas por un ujo o un stock.

En el caso de las negativas, muchas veces los perjuicios que debe soportar una sociedad no
provienen de un ujo de emisiones, sino de un stock acumulado. El típico ejemplo
corresponde al calentamiento global de la tierra, que se debe a la acumulación permanente y
sistemática de dióxido de carbono y de otros gases en la atmósfera con efectos negativos
sobre la vida de los seres vivos del planeta.

En el caso de las positivas, un ejemplo es el stock  de conocimiento o capital intelectual


acumulado a partir de las inversiones en investigación y desarrollo. Con el transcurso del
tiempo, estas inversiones generan productos y técnicas más e cientes que logran bene cios
para la sociedad en su conjunto. Es el stock de conocimientos e innovaciones lo que produce
el bene cio para la sociedad, y no el ujo de investigación y desarrollo que crea el stock
(Pindyck, y Rubinfeld, 2013).

Reciprocidad de las externalidades

Desde el enfoque económico, hay dos causantes de una externalidad: el que la provoca y el que
no la evita. Es decir, las dos partes son, en cierto sentido, la causa de la existencia de la
externalidad.

Si usted evita vivir en cercanías de un estadio de fútbol para no sufrir los contratiempos en el
tránsito los días de partidos, la externalidad negativa no lo afectaría. Si el dueño de un
hospedaje o restaurante no hubiera ubicado su negocio al lado de la curtiembre, no tendría el
perjuicio del mal olor y se evitaría la externalidad negativa.

Sin embargo, reconocer estas relaciones recíprocas no pretende exonerar a los que generan
con sus producciones o consumos costos o perjuicios a otros, sino que tiene como n aclarar
la esencia del problema, que es la puja por un recurso. “En todos los casos, dos agentes
económicos están tratando de usar el mismo recurso y no hay principios económicos
contundentes para decidir quién tiene mayor derecho” (Nicholson, 2005, p. 532) sobre este.

 A los nes de profundizar en este tema, deberá leer el capítulo 18, “Las externalidades y los
bienes públicos”, del libro de Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 667-671). Haga clic aquí.
Página 4 de 5

Efecto de las externalidades

La existencia de externalidades impide que la asignación que otorgan los mercados


competitivos produzca un resultado e ciente.

La e ciencia exige que el bene cio social de producir (consumir) una unidad adicional
(bene cio marginal social) sea igual al costo social adicional (costo marginal social) de
producir (consumir) una unidad.

BMg social = CMg social

Dado que las externalidades no se encuentran re ejadas en los precios de mercado, se pueden
constituir en una fuente de ine ciencia económica. Cuando las empresas en general no tienen
en cuenta los perjuicios que causan las externalidades negativas, el resultado que se
materializa es un exceso de producción y la presencia de costos sociales innecesarios.

Para analizar esta situación, consideremos el ejemplo de una empresa minera que vierte
residuos a una corriente de agua. La Figura 3 (a) muestra la decisión de producción de la
empresa en un mercado competitivo, mientras que la Figura 3 (b) muestra las curvas de
demanda y de oferta del mercado, suponiendo que todas las empresas mineras generan
externalidades similares. Suponemos, además, que, como la empresa tiene una función de
producción de proporciones jas, no puede modi car las combinaciones de factores y solo le
resulta posible reducir los contaminantes produciendo menor cantidad (si no se incorporara
este supuesto, las empresas tomarían la decisión conjunta entre varias combinaciones de
producción y reducción de la contaminación). 

Figura 3. El costo externo


Fuente: Pindyck y Rubinfeld, 2013, p. 650.

Siguiendo a Pindyck y Rubinfeld (2013, Pp. 650-652) podemos establecer que cuando se
presentan externalidades negativas, el costo social marginal (CSM) es mayor que el costo
marginal (CM, que sería el costo marginal privado, sin considerar la externalidad). La
diferencia entre ambos es el costo externo marginal (CEM), esto es, el costo marginal que se
obtiene a partir de la la externalidad negativa.

En la parte (a), una empresa que maximiza bene cios produce q1, donde se cumple que el
precio es igual al CM. El nivel de producción que resulta e ciente es q*, en el cual se puede
comprobar que el precio es igual al CSM.

En la parte (b), el nivel de producción de la industria es Q1, que se encuentra en el punto de


intersección de la oferta de la industria (S=CM) y la demanda (D). El nivel de producción
e ciente (Q*) es menor y se encuentra en el punto de intersección de la demanda (D) y el
costo social marginal (CSM).

Desde la óptica social, si la empresa considerada no lleva a cabo la incorporación de los costos
asociados a la externalidad negativa, entonces estará produciendo en exceso. El nivel de
producción que resulta e ciente es aquel en el que el precio del producto elaborado es igual al
costo social marginal de producción, que es el costo marginal de producción más el costo
externo marginal de verter residuos contaminantes para nuestro ejemplo.

Cada unidad de producción provoca solamente el vertido de algunos residuos contaminantes.


Por ello, en forma prescindente de lo que se estudie (la contaminación de una sola empresa o
de toda la industria), es el exceso de producción el que hace que se viertan demasiados
residuos a la corriente de agua y lo que produce, nalmente, la ine ciencia económica en el
mercado.

La causa que produce la ine ciencia es la incorrecta jación del precio del producto. El precio
de mercado (P1) de la Figura 3 (b) se encuentra en un nivel muy bajo, ya que re eja el costo
privado marginal de producción de las empresas, pero no el costo social marginal.

En presencia de bene cios externos (Figura 4), los bene cios sociales marginales (BSM) son
mayores que los bene cios marginales privados (D). La diferencia resultante entre ambos es
el bene cio externo marginal (BEM).

Figura 4. Bene cios externos


Fuente: Pindyck y Rubinfeld, 2013, p. 652.

  
De acuerdo con Pindyck y Rubinfeld, (2013, p.652), para el caso de bene cios externos y
consideramos el caso de un propietario de una vivienda residencial que se comporte de un
modo interesado invierte q1 en reparaciones, cantidad que se encuentra en el punto de
intersección de la curva de bene cio marginal (D) y la curva de costo marginal (CM). En este
nivel se está considerando el bene cio privado que suponen esas reparaciones, pero no el
efecto positivo externo que genera a otros vecinos de la zona.

Sin embargo, las mejoras edilicias generan bene cios externos a los vecinos, tal como lo
indica la curva de bene cio externo marginal (BEM). La curva de BEM tiene pendiente
negativa porque el bene cio marginal es mayor cuando se realiza una baja cantidad de
reparaciones, pero disminuye al producirse un aumento de los trabajos de reparación.

La curva de bene cio social marginal (BSM) se obtiene sumando el bene cio privado
marginal y el bene cio externo marginal que corresponde a cada nivel de producción.

BSM = D + BEM 

El nivel e ciente de reparaciones (q*) es mayor que q1 y se ubica en el punto de intersección


de las curvas de bene cio social marginal y de costo marginal. Si el propietario que realiza
estas mejoras no toma en cuenta la externalidad positiva que genera su conducta, se producirá
una producción menor.

 A los nes de profundizar en este tema, deberá leer el capítulo 18, “Las externalidades y los
bienes públicos”, del libro de Pindyck y Rubinfeld (2013, pp. 650-655). Haga clic aquí.

PARA PENSAR

Suponga que una industria competitiva no regulada produce


artículos de vajilla descartables y vierte sus desechos al lago
en una localidad de gran a uencia turística y práctica de
deportes náuticos.
Se sabe que la industria solo puede contaminar menos
produciendo menos.
a) ¿Cómo es de esperar que se determine la cantidad que
producir de este bien y su precio?
b) ¿Existen costos externos derivados de la producción de
este bien? En tal caso: ¿qué efecto tiene su existencia?
c) ¿Existe algún impacto sobre la e ciencia? En caso
a rmativo: ¿cuál es y cómo se mide?
Página 5 de 5

Actitudes del Estado frente a las externalidades.


Diferentes mecanismos de intervención y efectos

En general, podríamos decir que existen al menos dos posibilidades para el Estado ante la
presencia de externalidades.

La primera sería no intervenir y limitarse a establecer claramente los derechos de propiedad,


tanto pública como privada, de los recursos. Esto resulta conveniente en situaciones en las
cuales es posible asignar claramente esos derechos y también resulta factible la negociación
entre particulares con bajos o nulos costos de transacción. Esta cuestión está vinculada con el
teorema de Coase, según el cual, “en ausencia de costes de negociación, la asignación de
derechos de propiedad sobre un recurso permite a los individuos negociar para lograr un uso
e ciente de dicho recurso” (Katz et al., 2006, p. 657).

Suponga un vecino que vive en un barrio cerrado y desea festejar el cumpleaños de 15 de su


hija en su casa un sábado por la noche. Según las normas internas del barrio, si algún vecino
se queja del volumen de la música o ruidos en la madrugada, el vecino denunciado tendrá que
pagar una multa. ¿Qué pasaría si antes de la esta el vecino interesado en hacer dicho evento
acuerda con sus vecinos más próximos (y potenciales denunciantes) el horario de esta o
directamente los invita al festejo o les ofrece pagarles una noche en un hotel para que no se
vean afectados por la música alta? En este caso, hay un reglamento claro y existe la posibilidad
de negociar a costos razonables y tal vez ventajosos (si el costo del ofrecimiento es menor que
la multa).

“Tanto cuando hay externalidades positivas como negativas, sólo se producen ine ciencias si
es costoso o imposible negociar acuerdos sobre la manera de corregirlas” (Frank, 1992, p.
721). Las negociaciones entre privados (sin intervención estatal) para que conduzcan a una
situación e ciente, como postula el teorema de Coase, resulta difícil en la práctica, ya que los
costos de transacción suelen ser elevados, no es fácil llegar a un acuerdo porque cada parte
trata de resistir para salir bene ciada y es más viable si es uno a uno, es decir, cuando hay dos
o pocos interesados.

Pero a veces se plantea la di cultad de establecer con claridad los derechos de propiedad así
como la negociación entre particulares. En esos casos se justi ca la intervención del Estado.
Aquí tenemos, entonces, la segunda alternativa, que consiste en que el Estado pueda
intervenir directamente con diferentes mecanismos para corregir la ine ciencia causada por
la externalidad. Es decir, que se trata de soluciones que apunten a lograr que los agentes
involucrados internalicen los efectos que generan hacia terceros en sus propias decisiones de
producción o consumo.

¿De qué manera podría el Estado obligar a la empresa a internalizar los costos externos y
resolver la ine ciencia producida por una externalidad? A modo de ejemplo, si la empresa que
genera la externalidad posee una tecnología de producción con base en proporciones jas, la
única manera de reducir la externalidad es lograr que la empresa produzca una cantidad
menor, lo cual puede lograrse a través de jar un impuesto a la producción.

Sin embargo, la mayoría de las empresas se encuentra en condiciones de producir la


sustitución de factores modi cando la elección de la tecnología. Por ejemplo, una empresa
puede llevar a cabo la instalación de un puri cador para reducir sus emisiones contaminantes
al medioambiente o establecer algún tratamiento de e uentes antes de ser vertidos a una
corriente de agua (Pindyck, y Rubinfeld, 2013).

Diferentes mecanismos de intervención y efectos sobre la


empresa

En los casos de intervención del estado, es posible mencionar diferentes mecanismos frente
al problema de las externalidades. Entre ellos, tenemos los siguientes:

Legislación (que incorpore el tema de las externalidades y su tratamiento);

Impuestos pigovianos;
Reglamentación  (cuotas, multas, permisos, controles directos, entre otros)
(Nicholson, 2005).

Cada uno de estos mecanismos –si bien intentan resolver el problema de la ine ciencia
provocada por las externalidades– no suele ser perfecto.

En el caso de la  legislación, se trata de la inclusión de pautas en las leyes que obliguen a
considerar las externalidades y exigir su compensación. Si la ley penaliza a los que generan
efectos negativos externos, el riesgo a ser demandado puede que incentive a quien lo causa a
internalizar el costo de la externalidad. Sin embargo, debe considerarse también “que recurrir
al sistema judicial requiere de recursos reales” (Nicholson, 2005, p. 540) que requieren, entre
otros, las tasas de justicia y honorarios a abogados. Estos costos de litigar, si son muy
elevados, pueden desalentar las demandas y hacer que la ine ciencia por la externalidad
persista.

El segundo mecanismo mencionado se re ere a los impuestos pigovianos para externalidades


negativas y subsidios para externalidades positivas.

Un impuesto pigoviano es un impuesto sobre una externalidad que provoca que los costos
marginales privados sean iguales a los costos marginales sociales(Nicholson, 2005), de modo
que se evita la sobreproducción que genera una externalidad negativa.

Analicemos el caso con un ejemplo de una empresa papelera que vierte sus desechos al río. La
situación está representada en la Figura 5.

Figura 5. Impuesto pigoviano para una externalidad negativa


Fuente: Elaboración propia.

Si no hay nada que la obligue, la empresa elegirá producir en el nivel en el cual el


precio (P) es igual al costo marginal privado (Cmg priv), es decir, q*.

Sin embargo, el nivel de producción óptimo para la sociedad sería q**, donde el
precio es igual al costo marginal social (P = Cmg social).

Para hacer que el productor ofrezca esa cantidad menor, es posible colocar un
impuesto de $t por unidad a cargo del consumidor. En este caso, el precio que
cobrará después de impuestos será: P – t.
A este precio, la condición que maximiza bene cios es (P –t = Cmg privado), lo
cual se cumple para el nivel socialmente óptimo q**.

Si el impuesto lo paga el productor, se puede analizar como una reducción de su


curva de oferta (que es su curva de costo marginal privado) hasta el lugar del Cmg
social.

Por el contrario, en el caso de una externalidad positiva, la medida para solucionar la


distorsión que ocasiona (subproducción) consistiría en la aplicación de un subsidio. Un
subsidio es un pago del gobierno a los productores que depende del nivel de producción
(Parkin, 2001, p. 455).

Consideremos, por ejemplo, el caso de la educación privada. La situación está representada en


la Figura 6.

Figura 6. Subsidio para una externalidad positiva


Fuente: Elaboración propia.

El mercado competitivo en educación privada produciría la inscripción de q*


estudiantes, que es inferior a lo socialmente óptimo: q**.

El gobierno podría, entonces, otorgar un subsidio de S pesos por alumno para


lograr que se produzca q**.

En tal caso, cada alumno paga P – S a la universidad privada y el gobierno paga S. 

Las universidades privadas interpretan el subsidio como una reducción de su


costo marginal (ya que ahora S lo cubre el gobierno) y la curva de costo marginal
privado se desplaza hacia abajo (aumenta la oferta). Igualando Cmg privado al
nuevo nivel (P – S) con el Bmg privado, el nivel de producción elegido por las
empresas de educación privada sería q**, que es lo pretendido por el gobierno en
este ejemplo.

El tercer mecanismo señalado para controlar las externalidades, principalmente en


situaciones de costos de transacción elevados, se re ere a la reglamentación. Dentro de la
reglamentación, es posible mencionar diferentes estrategias, tales como cuotas, permisos y
controles directos (Nicholson, 2005).

Analicemos el caso de una empresa que comercializa su producción en un mercado


competitivo. Supondremos, además, que dicha empresa emite una serie de gases que dañan la
pureza del aire en sus alrededores.

La empresa puede llevar a cabo una reducción de sus emisiones, pero, como lo indica la Figura
7, solo puede reducirlas con un costo determinado.

En el grá co, el eje de abscisas indica el nivel de emisiones de la empresa y el de ordenadas el


costo por unidad de emisiones.

En forma complementaria, supondremos que la decisión de producción de la empresa y su


decisión de emisiones contaminantes resultan independientes y que ya ha producido la
elección de su nivel de producción que le permita hacer maximizar su bene cio.

Figura 7. El nivel e ciente de emisiones 


Fuente: Pindyck y Rubinfeld, 2013, p. 655.

El nivel e ciente de emisiones de la fábrica es el que iguala el costo externo marginal de las
emisiones (CEM) y el bene cio derivado de la disminución de los costos de reducción (CMR).
El nivel e ciente de 12 unidades es E*.

Se puede incentivar a la empresa a reducir las emisiones hasta E* de tres formas:

1 Normas sobre las emisiones: una norma sobre el nivel de emisiones consiste
básicamente en la limitación legal de la cantidad de contaminantes que puede
emitir una empresa. Si esa cantidad supera el límite, la empresa es pasible de
sanciones monetarias e incluso se puede arribar a sanciones de tipo penal. En la
Figura 8, el nivel e ciente de emisiones es de 12 unidades y se encuentra en el
punto E*.

2 Tasas sobre las emisiones: una tasa sobre las emisiones es un gravamen que se
ja sobre cada unidad de emisión de una empresa. Como indica la Figura 8, una
tasa sobre las emisiones de 3 dólares provocará que la empresa se comporte de un
modo e ciente.

Figura 8. Normas y tasas lalala

Fuente: Pindyck y Rubinfeld, 2013, p. 657.


El nivel e ciente se encuentra en el punto E*, que puede lograrse por medio de tasas sobre las
emisiones contaminantes o de normas.

Si se estableciera una tasa de 3 dólares por unidad de emisiones, una empresa reduciría sus
emisiones hasta el nivel en el que la tasa es igual al costo marginal de la reducción. Esa
reducción del nivel de emisiones contaminantes puede obtenerse con una norma que lo limite
a 12 unidades.

3 Permisos transferibles de contaminación: en esta modalidad cada empresa debe


poseer permisos para contaminar. Cada permiso otorgado contiene un detalle con
el número de unidades de emisiones contaminantes que se permite a la empresa.
Cualquier empresa que produzca emisiones que no se encuentren autorizadas por
un permiso recibirá importantes sanciones monetarias. Cabe citar que los
permisos otorgados a las empresas se realizan de modo tal que el número
otorgado permita alcanzar el nivel máximo deseado de emisiones. Los permisos
son negociables: pueden venderse y comprarse (Pindyck y Rubinfeld, 2013, p.
660).

En el caso de los controles directos, generalmente se determina un porcentaje de nivel límite


de la externalidad negativa que resulta aceptable. Por ejemplo, si es el caso de la
contaminación, implicaría obligar a la empresa a mantener x % de contaminación como
máximo (que bien podría ser cero por ciento si la política es del tipo contaminación cero).
Asimismo, suelen hacerse prescripciones sobre qué tecnología utilizar en determinadas
industrias para evitar contaminar, pero esta reglamentación especí ca puede desalentar a que
las empresas busquen tecnologías de producción incluso más e cientes (Nicholson, 2005).

Además, se presentan algunas di cultades de origen práctico tales como las limitaciones del
poder de policía para controlar que se respete la reglamentación.
PARA PENSAR

En relación con el último párrafo, re exione sobre la


problemática de los desmontes de campos para la producción
de soja u otros cultivos, que trae como consecuencia la
desforestación en exceso con los efectos ambientales nocivos
por todos conocidos, tales como las inundaciones. Una vez
reglamentada la cuestión del desmonte: ¿tendrá el Estado la
capacidad su ciente para controlar que se respete la
reglamentación y aplicar las multas correspondientes? ¿Qué
condiciones deberán darse para que las multas sean
efectivas? 

En el siguiente video, se analizan dos alternativas de regulación para abordar el tema de la


contaminación como externalidad negativa: los impuestos correctivos y el mercado de
emisiones. 

Video 2. Impuestos correctivos y mercado de permisos

Impuestos correctivos y mercado de permisos | Cap. 14 - …


Fuente: Economia y Desarrollo.; [Usuario]. (24 de enero de 2016). Impuestos correctivos y mercado de

permisos | Cap. 14 - Microeconomía; [Youtube]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?

v=g6TM7D0w6PI 

 A los nes de profundizar en algunos temas de esta unidad, con un enfoque matemático,
puede leer el capítulo 35, “Las externalidades”, del libro de Varian (2010, pp. 691-706).
Haga clic aquí.

También podría gustarte