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ACELERADORES DE PARTÍCULAS
Un acelerador de Partículas es una máquina capaz de hacer mover partículas a velocidades cercanas a la
de la luz. Esto se consigue de diversas maneras, pero la más usual es mediante atracción y repulsión
electrostática. Hay diversos tipos de aceleradores: los hay circulares, como el del CERN en Ginebra; y
los hay lineales, como el que visité el verano pasado y dónde pasé una semana, del que voy a hablar.
¿Dónde se encuentra?
Funcionamiento
El proceso comienza en la parte de la izquierda. Podemos observar dos fuentes de partículas, una para
gases y otra para sólidos. Mediante distintas técnicas, arrancamos esas partículas y las ionizamos, es
decir, las cargamos positiva o negativamente para poder atraerlas hacia la muestra.
Una vez ionizadas (normalmente se usa Cesio), mediante el uso de campos magnéticos, atraemos el haz
de iones hacia la parte azul del dibujo. Aquí se ven atraídas por un voltaje de 5 millones de voltios hacia
el centro del tanque. Una vez allí, mediante el uso de Nitrógeno, las cargamos positivamente, por lo que
la fuerza que antes las atrajo, ahora las repele. De esta manera conseguimos acelerar nuestro haz a una
velocidad de, aproximadamente, 10.000 km/s. Una vez que el haz sale de la zona pintada de rojo, lo
desviamos mediante electroimanes de 4 polos y concentramos todas las partículas en un haz de una
superficie como la de una moneda de 1 céntimo. Dirigimos el haz a la muestra, y mediante detectores
conseguimos saber la relación en masas de las partículas que rebotan y las de la muestra. Así podemos
saber de qué está hecho aquello que hemos bombardeado.
En el interior del acelerador hay anillos, donde se aplica el voltaje deseado. Debido a esa gran cantidad
de energía, es necesario ocupar el espacio entre esos anillos con un gas muy denso, a una presión de 7
atmósferas para evitar descargas eléctricas. El coste de mantener el acelerador funcionando 1 día es de
más de 2000 €.
Análisis
Todos estos datos son llevados a un potente ordenador, aquí se grafican las energías de todos esos
choques y rebotes. Son los llamados espectros.
Pero aquí no acaba todo, ya que ahora viene la parte más difícil de todas: mediante distintos programas
informáticos, hacemos una gráfica 'teórica' del espectro. En ese programa introducimos las sustancias
que hemos usado de muestra, con sus porcentajes en masa de cada elemento. El programa simula lo que
debería haber salido experimentalmente:
Los puntitos negros son los rebotes experimentales. La línea roja, lo que teóricamente debería haber
salido.
El proceso de análisis de gráficas pude llevar horas y horas. Pude ser que algún elemento se haya
oxidado, y salgan líneas en la gráfica que no deberían estar.
Finalmente, cuando la línea teórica coincide con la real, podemos afirmar que hemos acabado nuestro
trabajo.
Conclusión
El trabajo en un acelerador es muy variado. En el ejemplo de los lineales, se analizan muestras haciendo
rebotar partículas en ellas. Con esos rebotes construimos una gráfica. Si la teórica coincide con la
experimental, ya sabemos de qué está hacha nuestra muestra. Si no coincide, debemos modificar valores
para ajustarla, ya que pueden haber reaccionado elementos, puede haber impurezas...
Durante esa semana que estuve en el acelerador, te acabas dando cuenta que ser científico no es estar en
un laboratorio mezclando cosas, sino que es un trabajo laborioso, metódico y difícil. Trabajar como
científico es duro, pero cuando consigues algo te das cuenta de que ese duro trabajo ha merecido la
pena.
Enlaces de interés:
http://inorganismo.blogspot.com.es/2013/11/meter-la-mano-en-un-acelerador-de.html
http://cienciacomonunca.blogspot.com.es/2014/02/aceleradors-de-particulas.html