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Material didáctico

Jorge Lo Cascio 2018

Pobreza: conceptos y
metodologías

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Pobreza: conceptos y metodologías
Contenido
1. Introducción .......................................................................................................................... 1
2. El concepto de pobreza ......................................................................................................... 2
3. Metodologías utilizadas en Argentina................................................................................... 5
3.1. Necesidades Básicas Insatisfechas ................................................................................ 6
3.2. Línea de Pobreza ........................................................................................................... 8
4. Otros métodos para medir la pobreza ................................................................................ 11
4.1. Índice de Privación Material de los Hogares (INDEC) ................................................. 11
4.2. Pobreza relativa: Indicadores de carencias (Córdoba)................................................ 12
4.3. Franjas de vulnerabilidad ............................................................................................ 14
4.4. Otros antecedentes nacionales e internacionales ...................................................... 19
Bibliografía .................................................................................................................................. 23
Anexo .......................................................................................................................................... 25

1. Introducción
No resulta fácil admitir que, a pesar de tantas investigaciones sobre la temática desde los más
diversos ámbitos (académicos, organismos multinacionales, sector público u ONG) aun no
quede claro qué es la pobreza, a quienes consideramos pobre y cuál es la magnitud del
problema. Por tanto, se debe asumir que las problemáticas sociales son complejas, presentan
múltiples dimensiones, se generan a partir de causas diversas, simultáneas y no lineales y la
perspectiva de análisis depende siempre de la posición del investigador, que forma parte del
objeto de estudio.

Dicho esto, resulta que la cuestión es (o debería ser) de suma importancia para la sociedad en
su conjunto y se destinan muchos recursos para su estudio (diagnostico), la disminución de la
pobreza es prioridad (por lo menos en el discurso) de la política económica de todos los
gobiernos y sus resultados no son satisfactorios, la pobreza persiste, se agrava y se extiende.

En este trabajo se dará cuenta de algunas diferencias conceptuales en torno a la pobreza y


luego se presentarán las metodologías utilizadas en Argentina con sus respectivos indicadores
que operacionalizan aquellas definiciones teóricas, pero antes es necesario reforzar una idea
fundamental, cada uno de los métodos de medición está asociado a definiciones teóricas, en
ocasiones implícitas, pero siempre concretas y presentes. No hay forma de medir sin antes
definir, para saber distinguir una cosa de otra debemos otorgarle atributos diferenciales que
permitan discriminarla y luego cuantificarla.

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Vale aclarar que solo se tendrá en cuenta el análisis estático o transversal, dejando de lado los
avances en los estudios dinámicos o longitudinales sobre la problemática que tiene escasos
estudios en América Latina en general, pero cuentan con una amplia bibliografía en los países
desarrollados1

2. El concepto de pobreza
Existen dos grandes concepciones en torno a la pobreza, la primera analiza al problema como
una falla, un fenómeno social que ocurre por algún funcionamiento social defectuoso, políticas
mal ejecutadas, decisiones personales erradas o falta de desarrollo económico en un país o
región determinada. Así, dentro de esta concepción se piensan las situaciones de pobreza a
partir de causas particulares propias de algunas personas u hogares que han caído en
desgracia ya sea por falta de educación, deficiencia en los accesos a una vivienda adecuada, el
desaprovechamiento de las oportunidades de progreso o pautas de consumos irracionales. Por
tanto, la motivación individual y el esfuerzo personal se vuelven claves para salir de la
situación de pobreza, sin descartar la realización de políticas públicas que ayuden a la
movilidad social ascendente, por ejemplo, educación
gratuita, acceso a salud pública o diversos planes sociales.

En la segunda concepción, se piensa la pobreza como


fenómeno intrínseco al mundo capitalista en el cual se
desarrolla la sociedad, no es una visión optimista dado que
los pobres son un producto inevitable del actual modo de
producción que se basa en la propiedad privada de los
medios productivos y el trabajo asalariado. La división de
clases marca diferencias cualitativas, por un lado, la
burguesía, los empresarios, los poseedores y del otro, los
proletarios, los trabajadores o los desposeídos. Por tanto, la
pobreza se entiende en relación con la desigualdad, el
bienestar de los empresarios contrasta con las carencias de
los trabajadores y las medidas se expresan en términos relativos, en esta concepción, las ideas
de igualdad, equidad y justicia toman otro carácter diametralmente opuesto. La igualdad no es
solo de oportunidades, como en la primera concepción, sino que se expresa en un sentido más
positivo en tanto debe garantizar los medios suficientes para aprovechar esas oportunidades.
No alcanza con disponer de una ley que garantice la educación gratuita, se deben brindar los
medios necesarios para que todos los niños puedan acceder a esa educación.

Ambas concepciones engloban, no sin tensiones, a diversas teorías, aquí lo que se desea
resaltar es la contraposición de 2 miradas extremas que ponen el acento en forma exclusiva,
una en lo individual y otra en lo social. De más está decir que existen infinidad de posiciones
intermedias entre ambos polos.

Así las cosas, el presente trabajo se concentra en analizar principalmente los conceptos y la
medición en Argentina, por lo tanto, la concepción dominante es la primera, que tiene una
clara identificación con la teoría neoclásica y los postulados keynesianos.

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En Argentina, al igual que en otros países de América Latina, el debate sobre la magnitud y
evolución de la problemática se plantea primariamente alrededor de dos metodologías que
conciben de forma similar a la pobreza. Por una parte el método directo de las “Necesidades
Básicas Insatisfechas” (NBI) y por otra el método indirecto de “Líneas de Pobreza” (LP) por
ingresos. En ambas metodologías,

“la pobreza es entendida como una situación de privación que describe carencias de
bienestar -según cierto criterio o norma- en una o más necesidades humanas. Es
decir, ambas medidas suponen la existencia de una o más líneas de pobreza a partir
de las cuales existen núcleos irreductibles de privaciones absolutas cuya
insatisfacción implica una condición de pobreza en cualquier contexto. Sin embargo,
en tanto que ambos métodos parten de definiciones teóricas distintas acerca de la
pobreza, es claro que no miden lo mismo ni necesariamente se complementan. Al
respecto, cabe en principio registrar que mientras que el método de LP mide pobreza
potencial en el nivel de vida a través de los ingresos corrientes, el método NBI mide
pobreza efectiva de recursos y satisfactores patrimoniales, sean de origen público o
privado” (Salvia, 2007)

La metodología de LP se basa en el enfoque biológico (Sen, 1992) que relaciona los


requerimientos para la supervivencia con situaciones de pobreza, estableciendo el hambre
como principal aspecto del problema. Este enfoque, no sorprende, pero presenta algunos
problemas, en primer lugar, “hay variaciones significativas de acuerdo con los rasgos físicos,
las condiciones climáticas y los hábitos de trabajo. Incluso para un grupo específico en una
región determinada, los requerimientos nutricionales son difíciles de establecer con precisión”
(Sen, 1992). De este modo los llamados “requerimientos nutricionales mínimos” son difusos,
arbitrarios y poco representativos.

En segundo término,

“convertir requerimientos nutricionales mínimos en requerimientos mínimos de


alimentos es preciso elegir los bienes específicos. Aunque puede ser fácil resolver el
ejercicio de programación del “problema de la dieta” merced a la elección de una
dieta de costo mínimo que cubra unos requerimientos nutricionales específicos, a
partir de productos alimenticios de determinado precio, no es clara la relevancia de
ésta. Por lo común, la dieta resultante es de un costo exageradamente bajo, pero
monótona en grado monumental” (Sen, 1992)

Por último, “resulta difícil definir los requerimientos


mínimos para los rubros no alimentarios. El problema
usualmente se soluciona suponiendo que una porción
definida del ingreso total se gastará en comida. Con este
supuesto, los costos mínimos de alimentación se pueden
utilizar para establecer los requerimientos mínimos de
ingresos” (Sen, 1992) Con este procedimiento se
determina la Canasta Básica Total, a partir de la Canasta
Básica de Alimentos mediante la utilización del coeficiente de Engel que establece tal relación.
Se profundizará sobre esto en el siguiente apartado.
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Estas críticas, se deben entender juntamente con algunos supuestos que subyacen la
utilización de ingresos para cubrir cierta canasta de bienes y servicios. El principal supuesto es
la racionalidad utilitarista de las personas en los consumos, lo cual implica simplificar
demasiado el asunto en cuantos hábitos y comportamientos en el uso de los ingresos.

Por su parte la metodología NBI, se podría relacionar, en un principio, con el concepto de


“privación relativa”, principalmente con las “condiciones de privación”, en este sentido, lo que
se busca es un conjunto de criterios basados en condiciones concretas, que permitan describir
situaciones en las cuales las personas (u hogares) poseen (o no) ciertos atributos deseables.
Aquí un punto crítico es la elección de los grupos de referencia para los fines comparativos,
que se relacionan en forma directa con los atributos que deben poseer los hogares para no ser
considerados pobres. La elección del marco comparativo es contingente a un tiempo y un
espacio, a su situación política y sus expectativas. Ahora bien, si los atributos se mantienen
constantes a lo largo del tiempo, la relatividad se pierde y los umbrales dejan de reflejar el
acceso a recursos capaces de satisfacer necesidades que fueron consideradas básicas en el
pasado, pero pueden no serlo en el presente, porque el propio desarrollo económico satisface
necesidades y crea, nuevas, en simultaneo. Lo que resultó básico en el pasado, hoy ya está (o
debería estar) resuelto por el progreso económico y social, esperable, en la sociedad. Luego, la
metodología NBI se aleja de las privaciones relativas y queda asociada a la medición de
pobreza absoluta, al igual que LP, pero con referencias a supervivencia mediante
comprobación de acceso o posesión de ciertos productos, por consiguiente, indaga en los
consumos efectivos

En efecto ambos enfoques consideran que existen un


conjunto de necesidades que lo hogares deben
satisfacer para encontrarse en situaciones de pobreza,
sin embargo, difieren en el conjunto de necesidades y
la forma de identificar si el hogar las cubrió. Las NBI
utilizan el método directo dado que comprueba en
forma dicotómica si el hogar cumple (o no) con ciertos
indicadores. En contraste el método indirecto o del
ingreso, consiste en calcular el valor monetario mínimo
que se requiere para cubrir una canasta de productos y por tanto no ser considerado pobre.

En palabras de Salvia (2007),

“para el método NBI la pobreza significa la no-satisfacción de necesidades de


bienestar por parte de los hogares en un espacio multidimensional de reproducción
social. En cambio, para el método de LP, por ingresos, la pobreza constituye un déficit
potencial en las capacidades de consumo de las personas por insuficientes ingresos
familiares”

Y continua,

“detrás de estas definiciones cabe reconocer la existencia de tradiciones teóricas muy


distintas en el campo de las teorías del bienestar. Por una parte, el método de NBI
presenta como antecedente una concepción del bienestar fundada en el acceso a
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recursos capaces de satisfacer necesidades humanas “básicas” de reconocimiento
universal. Por lo tanto, tal satisfacción depende del nivel de desarrollo estructural de
una sociedad, más allá de los ingresos corrientes de los que pueda disponer la
población. Por otra parte, el método LP por ingresos, encuentra sentido en una
concepción del bienestar individual fundada en la satisfacción de necesidades básicas
de subsistencia, las cuales deberían garantizarse a través del ingreso de los hogares.
Este método apela a la racionalidad “utilitarista” de los sujetos, en tanto que supone
que éstos habrán de utilizar los ingresos para satisfacer de manera primaria sus
necesidades básicas de subsistencia”. (Salvia, 2007)

Por último, vale decir que aun resolviendo las diferencias conceptuales habrá que enfrentar la
inevitable inexactitud de la información relevada, de la mediación por utilizar indicadores, de
las dificultades para la agregación y la arbitrariedad del patrón mínimo deseable. Por tanto, se
vuelve impostergable conocer las metodologías utilizadas para la medición de la pobreza, sin
perder de vista que cada método se basa indefectiblemente en supuestos teóricos y por tanto
los indicadores reflejan conceptos.

3. Metodologías utilizadas en Argentina


Siguiendo a Ávila Martínez (2002), la medición de la pobreza tiene tres aplicaciones
principales,

Diagnóstico del problema


Diseño de instrumentos de política
Evaluación de las políticas.

En este apartado nos centraremos en el estudio de las metodologías de medición que forman
parte del diagnóstico del problema. Por tanto, se enfrentan 5 decisiones metodológicas a
considerar.

1. Identificación del espacio pertinente


Requiere establecer las variables que conformarán la norma (estándar mínimo)
respecto a la cual se va a realizar la comparación, esto conlleva a establecer los
términos específicos, ingresos, activos, bienes o combinaciones posibles.
2. Selección de la unidad de análisis
Determinar la unidad (hogares, personas o ambas) para cuantificar.
3. Identificación de las personas en condiciones de pobreza
Definir la norma de satisfacción mínima correspondiente en la dimensión y unidades
seleccionadas para identificar a la población pobre.
4. Agregación de carencias
Solo es necesario para dimensiones múltiples. Se debe asignar un valor (ponderación)
a cada dimensión de carencia, para obtener un nivel general representativo.
5. Agregación de individuos
Aunque es posible solo contar la cantidad de unidades (hogares o personas) pobres es
necesario diferenciar a las unidades según su intensidad de modo que ponderen de
forma diferencial en el índice global de pobreza.

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Considerando especialmente el punto 3, se adoptan 2 criterios diferentes para realizar la
comparación entre la información relevada de la unidad de análisis y la norma. El primer
criterio es el que se conoce como pobreza absoluta que se basa en la existencia de un “núcleo
irreductible de privación absoluta y no satisfacerla revela una condición de pobreza en
cualquier contexto” (INDEC, 2003). El segundo criterio, es la pobreza relativa “sitúa el
fenómeno de la pobreza en la sociedad objeto de estudio. Desde esta perspectiva se considera
que una persona es pobre cuando se encuentra en clara desventaja, económica y socialmente,
respecto al resto de personas de su entorno” (INE)

En Argentina, ambas metodologías trabajan con el criterio de pobreza absoluta, aunque, como
se afirmó arriba, se realizan estimaciones mediante el método directo (NBI) y el método del
ingreso (LP). A continuación, se exponen las metodologías en detalle, siguiendo principalmente
las publicaciones del INDEC.

3.1.Necesidades Básicas Insatisfechas


El método directo o Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI) es el más utilizado en la identificación y
caracterización de franjas de población con carencias
de tipo estructural considerando el acceso a una
vivienda apropiada, a la educación formal, las
condiciones sanitarias y la capacidad de subsistencia.
La construcción de Mapas de Pobreza a través de este
método se remonta en el país hace más de tres
décadas, a partir de aportes de la CEPALii y el programa de Investigación de la Pobreza en
Argentina (INDEC-IPA).

Los indicadores NBI tienen como objetivo sintetizar la condición social de un conjunto
poblacional que ocupa un área administrativa nacional (país) o delimitada por espacios sub-
nacionales (provincias o gobernaciones). Desde sus inicios, el método NBI ha sido utilizado con
dos propósitos fundamentales:

1. Caracterizar la pobreza, más allá de los ingresos del hogar.


2. Indicar las necesidades básicas estructurales aprovechando el inmenso potencial de
desagregación geográfica que permite la información censal.

Las necesidades básicas consideradas se limitan en Argentina a las siguientes categorías:

a) Acceso a una vivienda que asegure un estándar mínimo de habitabilidad para el


hogar.
b) Acceso a servicios básicos que aseguren un nivel sanitario adecuado.
c) Acceso a educación básica.
d) Capacidad económica para alcanzar niveles mínimos de consumo”

La carencia de uno o más de estos indicadores se consideran para definir al hogar como pobre
o con NBI y elaborar de esta forma el Mapa de Pobreza que permite localizar, cuantificar y

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analizar la evolución de la pobreza estructural en función de la obtención de parámetros para
el diseño y desarrollo de políticas públicas de las diferentes regiones.

Se definen, siguiendo a Katzman (1996), cinco criterios en la construcción de los indicadores de


NBI, a saber,

a) Agregación geográfica
Se busca localizar y analizar a los hogares que presentan NBI, en forma desagregada de
acuerdo con su ubicación geográfica.
b) Representatividad
Se persigue la mayor correlación posible con la pobreza por ingresos
c) Universalidad
El acceso a bienes y servicios que se encuentren disponible en todo el territorio
nacional de modo que sea factible de ser consumido por cualquier hogar.
d) Estabilidad
Se busca establecer criterios con la menor sensibilidad posible a la coyuntura de modo
de reflejar mejor la pobreza estructural.
e) Simplicidad
Los indicadores deben ser fácilmente identificables para el conjunto de la población.

El método presenta algunas limitaciones, en primer lugar, la elección de los indicadores


siempre resulta acotada en relación con la cantidad creciente de necesidades que presentan
las sociedades actuales debido a que la información censal no mide, por ejemplo, variables
ligadas a la salud como una nutrición adecuada. Asimismo, los indicadores seleccionados son
muy sensibles a variaciones en los niveles críticos de satisfacción, lo cual hace aconsejable
utilizar un criterio más conservador a los fines de no considerar pobre a aquellos hogares que
no lo son.

Otra importante limitación por destacar se encuentra en la


agregación dado que cada una de las variables que integran las
NBI tiene el mismo peso y no se considera la intensidad de la
pobreza, solo un conteo simple de los hogares con NBI.
Asimismo, se destaca que los indicadores vinculados a la
vivienda ponderan en mayor cuantía que el resto con la
presencia de 3 indicadores de 5 relevados.

Por último, no se presenta ningún indicador que considere el acceso a la atención médica o
sistema de salud, dejando de lado una necesidad, sin lugar a duda, básica en el relevamiento.
Esta limitación se debe subsanar, más cuando la información censal está presente.

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3.2.Línea de Pobreza
Esta medición de la pobreza a través del método indirecto o monetario es el de uso más
extendido para los países de la región y se remonta a principios de siglo XX a partir de los
estudios de S. Rowntree, que definió “las familias en situación de pobreza primaria como
aquellas cuyos ingresos totales resultaban insuficientes para cubrir las necesidades básicas
relacionadas con el mantenimiento de la simple eficiencia física” (Sen, 1992)

Dentro del enfoque se consideran las siguientes opciones metodológicas, siguiendo


nuevamente a Ávila Martínez (2002),

a) Determinación de las líneas de pobreza.


Cuantificar los umbrales de pobreza e indigencia a partir del ingreso de los hogares.
Aquí se torna relevante la construcción de las Canasta Básica de Alimentos (CBA) y la
Canasta Básica Total (CBT).
b) Especificación del concepto de ingreso
Precisar qué conceptos de ingresos se utilizará a los fines de realizar la comparación
con la norma o patrón (CBA-CBT).
c) Ordenamiento de los hogares de acuerdo con distintas dimensiones
Determinar el tamaño y la composición del hogar es relevante al momento de realizar
la comparación.
d) Utilización de fuentes alternativas de información y la corrección o no de sus
deficiencias
Dado que las encuestas de hogares, ya sea para relevar ingresos o gastos, se
subestiman o se sobreestiman, respectivamente, se deben establecer fuentes
alternativas de información de modo de aminorar las afectaciones de información por
muestreo y lograr la mayor representatividad posible.

En todas estas opciones la disponibilidad de información es crucial y determinante al momento


de seleccionar los procedimientos a seguir.

Así las cosas, se elaboran dos umbrales complementarios


según el nivel de ingresos del hogar, el primero es la
línea de indigencia y la segunda la línea de pobreza. De
este modo, las personas que viven en hogares cuyos
ingresos monetarios son inferiores a la línea de
indigencia se denominan pobres indigentes. Los hogares
que obtienen ingresos entre los umbrales de indigencia y pobreza son catalogados como
pobres. Finalmente, aquellos hogares que superan la línea de pobreza son los no pobres. Para
la cuantificación de los umbrales se requiere establecer el valor de la CBA y ampliarlo con la
inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etc.)
a fin de obtener el valor de la CBT, mediante la multiplicación por la inversa del coeficiente de
Engel.

Para la elaboración de una canasta de alimentos, que constituya un proxy del gasto mínimo y
necesario para la subsistencia biológica de un individuo, se consideran los siguientes requisitos
básicos:

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elección del estrato poblacional de referencia
determinación de los requerimientos energéticos y nutricionales
estudiar la estructura del gasto de los hogares de referencia
En el caso de Argentina, como en otros países, el grupo de referencia es el constituido por
hogares cuyos consumos de alimentos satisfacen estrictamente, o superan levemente, los
requerimientos nutricionales mínimos. En este sentido, tampoco se recomienda considerar las
pautas de consumo de los estratos de ingresos más bajos, los que incluyen hogares que no
satisfacen esos requerimientos. Por lo tanto, la población de referencia seleccionada en
nuestro país para identificar las pautas de consumo alimentario equivale a la conformada por
los hogares que se encuentran entre los percentiles 21 y 40 (segundo quintil) de la distribución
de los ingresos per cápita de los hogares de la encuesta de gastos de los hogares.

Para especificar dicha canasta en términos de productos, primero se consideran los


requerimientos calóricos mínimos recomendados por los nutricionistas respecto de las
cantidades mínimas de calorías y otros nutrientes –por ejemplo, proteínas, hierro o ciertas
vitaminas– que requieren personas de distinto género y edad, y que realizan actividades de
diferente intensidad. Luego se traducen dichos requerimientos en términos de un conjunto de
alimentos específicos, que toman en cuenta las pautas de consumo de la población de
referencia que surgen de las Encuestas de Gastos e Ingresos de los Hogares que tienen como
objetivo principal proporcionar información “para el cálculo de las ponderaciones del Índice de
Precios al Consumidor, para la actualización de las estructuras de las canastas de bienes y
servicios -utilizadas en la estimación de las líneas de pobreza e indigencia-, para las
estimaciones de las Cuentas Nacionales, así como para el diseño de políticas públicas” (INDEC,
2006)

El criterio adoptado por el INDEC es considerar la estructura de consumo conformado por


hogares de ingresos relativamente bajos pero que no hayan enfrentado una significativa
limitación de recursos, como se dijo arriba, el segundo quintil. Ahora bien, establecidas las
cantidades de los diferentes alimentos de la CBA se valorizaron utilizando los precios medios
mensuales obtenidos para el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC). La CBT, es
decir, el componente no alimentario de la línea de pobreza se calcula de manera indirecta,
estableciendo de manera agregada la participación relativa que los gastos no alimentarios
tienen en el gasto total efectivo de la población de referencia. La relación (Gasto en
alimentos/Gasto total) se denomina coeficiente de Engel. Entonces, se parte del valor de la
CBA y se lo multiplica por la inversa del coeficiente de Engel observado en la población de
referencia, obteniendo el valor de la CBT.

La Canasta Básica Alimentaria que se utilizó desde


1988 tuvo sus orígenes en la Encuesta de Ingresos y
Gastos realizada durante los años 1985/86 en el Gran
Buenos Aires. Dicha canasta se basaba en un
requerimiento energético de 2.700 kcal para la unidad
de referencia o adulto equivalente (varón de 30 a 59
años, con actividad moderada) y estaba compuesta
por 50 productos (INDEC, 2016). A partir del año 2016
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se adoptan las pautas de consumo observadas a través de la ENGHo 1996/97 y 2004/05, en
reemplazo de las pautas de consumo reflejadas en la ENGHo 1985/86 dando lugar a las
composiciones por regiones tal como se observa en el cuadro 5 (ver anexo).

De esta forma quedan conformados y valorizados los umbrales mínimos de ingresos para un
adulto varón de entre 30 y 59 años. Para lograr determinar los ingresos mínimos por hogar se
debe considerar la cantidad de miembros del hogar y su composición de acuerdo a los géneros
y edades de sus integrantes que ponderan en forma diferencial según la siguiente tabla.

Se presentan dos ejemplos de cómo se determina la cantidad de unidades consumidoras a


partir de las tablas de equivalencias del cuadro 6 (ver anexo) para diferentes composiciones de
hogares.

Hogar 1

Está compuesto de tres miembros, una jefa de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61, por
tanto,

✓ La jefa equivale a 0,77 de adulto equivalente.


✓ El hijo equivale a 1,02 de adulto equivalente.
✓ La madre de la jefa equivale a 0,67 de adulto equivalente.

En total el hogar suma 2,46 unidades consumidoras o adultos equivalentes.

Hogar 2

Conformado por cuatro miembros, un jefe varón de 35 años, su esposa de 31 años, un hijo de
5 y una hija de 8 años:

✓ El jefe equivale a 1,00 de adulto equivalente.


✓ La esposa equivale a 0,77 de adulto equivalente.
✓ El hijo equivale a 0,60 de adulto equivalente.
✓ La hija equivale a 0,68 de adulto equivalente.

En total el hogar suma 3,05 unidades consumidoras o adultos equivalentes.

Se entiende que la situación de pobreza o indigencia son propias del hogar bajo el supuesto de
que los componentes comparten la misma situación. Se entiende que no hay personas en
situación de pobreza en hogares en situación de no pobreza y viceversa.

El método de LP, presenta algunas limitaciones que se reseñan a continuación,

1. El método, solo puede, por su construcción, identificar a la población con insuficiencia


de ingresos monetarios respecto a los umbrales establecidos. No logra captar la
satisfacción concreta de las necesidades, por lo tanto, requiere suponer racionalidad
en el uso de los ingresos.
2. La construcción de canastas homogéneas reduce al extremo la diversidad presente en
los consumos de los hogares y no capta otras estrategias familiares para la
subsistencia.

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3. Existe evidencia sobre la subdeclaración de ingresos por parte de los hogares o la no
respuesta.
4. Los supuestos para la utilización de la inversa del coeficiente de Engel para determinar
el valor de la CBT, son demasiado fuertes y dejan fuera de análisis la cuestión de los
precios relativos y sobredimensionan la minimización de la CBA.

Sin embargo, este método indirecto mediante confrontación de ingresos y umbrales (CBA-CBT)
es de relativa facilidad para implementar, dado que requiere cuestionarios de relevamientos
cortos y menos costosos, principalmente en cuestión de tiempos, que la medición de los
gastos efectivos del hogar.

La cuantificación de la pobreza mediante LP, expresa muy bien las fluctuaciones coyunturales
de ingresos y precios, mediante los valores de las CBA. Siendo un indicador que reporta
información semestral, para el caso argentino, puede ser de gran utilidad en tanto muestra
movimientos rápidos. Su sensibilidad a la coyuntura es sin dudas su mayor ventaja en tiempos
de crisis y su mayor riesgo en tiempos de bonanza, por suele sobreestimar los resultados
consecuencia el ciclo económico.

4. Otros métodos para medir la pobreza


A continuación, se reseñan en forma breve otras mediciones de la pobreza que no se
consideran en el sistema estadístico nacional, pero que son de gran valor para reflexionar
acerca de nuevas posibilidades de captación de esta problemática.

4.1.Índice de Privación Material de los Hogares (INDEC)


Esta medición fue implementada por el INDEC, solo para el Censo Nacional de Población,
Hogares y Viviendas del año 2001, luego se dejó de lado, aunque los documentos
metodológicos están disponibles los cuales sirven de base para la presente reseña.

La medición está compuesta por el cruce de 2 variables dicotómicas, por un lado, los recursos
corrientes y por otro los recursos patrimoniales. De esta forma quedan expresadas 4
situaciones que se grafican a continuación.

Esquema 1. Construcción IPMH

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La incapacidad de los hogares para proveerse de uno u otro tipo de recursos es lo que
distingue entre los hogares con privación o sin ella. El primer aspecto, se vincula a la privación
patrimonial que afecta a los hogares en forma más estable y dada su característica de
persistencia se la considera de tipo estructural o crónico. En cambio, la privación de recursos
corrientes puede variar considerablemente en el corto plazo y está ligada más directamente a
las fluctuaciones de la economía.

Para considerar los recursos patrimoniales de los hogares, se consideran características de los
materiales constructivos y de la infraestructura sanitaria que componen la vivienda. En tanto
que la dimensión de recursos corrientes se estima a través de un indicador de la capacidad
económica del hogar. Este indicador se construye a partir de la relación entre los años de
educación formal aprobados por los perceptores de ingresos y la cantidad total de miembros
del hogar.

Uno de los aspectos más destacables de esta metodología es su posibilidad de dar cuenta de la
imagen global de la pobreza mediante la descripción de tres medidas complementarias, que se
detallan a continuación.

1. Incidencia (I) responde la pregunta sobre magnitud del fenómeno. Se define como la
suma de los hogares con algún tipo de privación, sea sólo de recursos corrientes (PR),
sólo patrimonial (PP) o convergente (PC) sobre el total de hogares (N).

2. Intensidad (INT), da cuenta del peso relativo de los hogares con privación convergente
sobre el total de hogares con privación [2] expresando cuán grave es la pobreza.

3. Razón de privación de recursos corrientes (RPRC), indicando cuántos hogares con


privación de recursos corrientes hay por cada cien hogares con privación patrimonial.
Si esta medida se aproxima a 100, la composición de la pobreza es totalmente
heterogénea (hay 100 hogares con privación de un tipo, por cada 100 con privación
del otro). En cambio, cuando se presentan valores inferiores a 100 predomina la
privación patrimonial y con superiores la de recursos corrientes.

4.2.Pobreza relativa: Indicadores de carencias (Córdoba)


La pobreza relativa sitúa el fenómeno de la pobreza en la sociedad objeto de estudio, desde
esta perspectiva se considera que una persona es pobre cuando se encuentra en una situación
de clara desventaja, económica y socialmente, respecto al resto de personas de su entorno.

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Las líneas de pobreza relativa clasifican a las personas de la sociedad objeto de estudio en dos
grupos, las que se encuentran más desfavorecidas, a las que se denomina pobres, y el resto.

Habitualmente, las líneas de pobreza relativa utilizan indicadores basados en variables


monetarias como son el ingreso o el gasto. En ambos casos se fija un nivel mínimo de la
variable por debajo del cual las personas serán clasificadas como pobres y por encima, como
no pobres.

A continuación, se analiza en forma breve la metodología propuesta por la Dirección General


de Estadística y Censos de la provincia de Córdoba (Argentina), que estimo “un parámetro
monetario objetivo y eficaz para determinar el estado de vulnerabilidad socioeconómica de las
personas”, mediante los indicadores de “Carencia” y “Carencia Severa”.

Vale la pena resaltar que el objetivo es “conformar una referencia monetaria de ingresos a ser
considerada dentro del conjunto total de parámetros para determinar quiénes pueden ser
beneficiarios un programa social y no el de determinar una línea o porcentaje de indigencia o
pobreza en la Provincia, se estableció la utilización de una metodología indirecta y relativa
centrada en el ingreso total familiar del hogar” (Panico, Leguizamón, & García, 2018)

La propuesta utiliza la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) como fuente oficial y nacional
para captar las características demográficas, sociales y económicas de los hogares. El cálculo se
realiza a partir de los ingresos per cápita familiares y la utilización de la mediana como medida,
se establece que los hogares que no alcancen por lo menos el 25% de la mediana de los
ingresos familiares per cápita serán considerados con “Carencias Severas” y aquellos que no
cubran el 75% de la mediana del ingreso familiar per cápita se consideran con “Carencias”.
Dado que la medición debe tener en cuenta la cantidad de miembros del hogar, la fórmula de
cálculo es la siguiente,

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 13 | 29


4.3.Franjas de vulnerabilidadiii
El análisis de la pobreza en zonas exclusivamente urbanas implica la inclusión de
amplias dimensiones sociales, por ejemplo, acceso a la salud, educación y empleo con el
objetivo de obtener una mejor ilustración de los obstáculos que deben sortear los
integrantes de determinadas franjas de población con la finalidad de obtener mejores
oportunidades y, por ende, condiciones de vida.

En esa dirección, el bienestar no se da de manera automática ni tampoco se va a


relacionar exclusivamente con los ingresos de la población, más bien las condiciones de
los individuos deben ser acompañadas por políticas públicas al momento de facilitar los
accesos a los diferentes servicios sociales. Aquí se presenta el problema de la
compatibilidad de los sistemas de información que sirve de input para la obtención de
resultados. La recopilación de datos, si bien debe ser acotada e ilustrativa del fenómeno
a describir, requiere como factor necesario la homogenización. Al respecto, la DGEyC
(GCBA) elabora una encuesta anual a los hogaresiv en donde la homogeneidad se
concreta fehacientemente. Así, las dimensiones y variables se amplían y la unidad de
observación, tanto de hogares como poblacionales, se reducen, de manera homogénea.
Los resultados, por su parte, se remiten al conjunto de carencias que de manera
acumulada marcan asimetrías entre diferentes segmentos de la población cuya
concentración en áreas geográficas es elocuente. La fuente primaria está comprendida
por micro datos provenientes de la EAH que nutren los indicadores seleccionados y que
previamente fueron agrupados en dimensiones.

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 14 | 29


Cuadro 1. Dimensiones e indicadores propuestos
Situación de
Dimensiones Indicador, proporción de:
los hogares
Hogares con más de 3 personas por
A. Hacinamiento
Acceso a la cuartov
vivienda Hogares que no sean casa,
B. Tipo de vivienda
departamento o rancho
C. Insistencia de los niños en edad
Hogares con al menos un niño entre
escolar a un establecimiento
4 y 17 años que no asista a la escuela
Acceso educativo
educativo Hogares con al menos un miembro
D. Nivel de enseñanza obligatorio entre 18 y 30 años sin secundario
terminadovi
Hogares con al menos un miembro
E. Madres adolescentes
Acceso a la madres de 14 a 19 años
salud Hogares con al menos un miembro
F. Afiliación en salud
sin afiliación médica
Hogares con al menos un miembro
G. Informalidad asalariado sin descuento ni aporte
jubilatorio
Acceso al Hogares con algún miembro
empleo H. Empleabilidad inactivos entre 18 y 29 años, que
tampoco estudian
Hogares con algún miembro
I. Desocupación
desocupado
Fuente: elaboración propia sobre desarrollos de la CEPAL/PNUD (1989), UCA (2015),
Beccaria (2005 y 2007) y otras fuentes.

Conceptos acerca de las dimensiones presentadas en el cuadro 1:

A. Hacinamiento: el indicador representa el cociente entre la cantidad total de


personas del hogar y la cantidad total de habitaciones o piezas que dispone el
mismo. Se toma en este trabajo como carencia del hogar el concepto de
hacinamiento crítico, hogares en los que hay más de tres personas por cuarto.
B. Inasistencia de los niños en edad escolar a un establecimiento educativo: el
indicador comprende a los niños entre 4 y 17 años inclusive que no asisten a un
establecimiento educativo al momento del relevamiento, comprendiendo los
establecimientos de los sectores estatal y privado. La variable se construye en
torno a aquellos hogares con presencia de jóvenes entre 4 y 17 años.
C. Nivel de enseñanza obligatorio: comprende a los mayores de 18 años que no
hayan terminado el nivel de enseñanza secundario al 30 de junio del período de
Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 15 | 29
relevamiento con una cota superior en los 30 años, teniendo en cuenta la sanción
de la obligatoriedad de la enseñanza media en la Ciudad para el año 2001.
Numerosos estudios muestran que aquellos jóvenes que no terminaron el
secundario sufren dificultades agudas en su inserción laboral. La variable se
construye en torno a aquellos hogares con presencia de jóvenes entre 18 y 30
años.
D. Madres adolescentes: mujeres entre 14 y 19 años que tuvieron por lo menos un
hijo al momento del relevamiento. Dado que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años, pero la información
en la EAH sobre hijos nacidos vivos está solo disponible para mujeres desde los
14 años. La variable se construye en torno a aquellos hogares con presencia de
mujeres entre 14 y 19 años.
E. Afiliación en salud: aquellos ciudadanos con total dependencia de la prestación
provista por hospitales públicos. De este modo, se excluyen a aquellos que
cuenten con distintas prestaciones, ya sea por obra social, medicina prepaga o
mutual vía obra social, prepaga por contratación voluntaria, sistema de
emergencias médicas, etc. Debe aclararse que si bien por definición esto no
representa de modo alguno una carencia (dado que la cobertura pública resulta
universal) el estado del sistema de salud público de la ciudad genera que quien
tiene recursos para afrontar una prestación complementaria lo haga evitando la
misma.
F. Informalidad: refleja la condición de actividad (ocupado o desocupado) y el
descuento o no de aportes jubilatorios. Esta variable es seleccionada de manera
habitual, citada por Pérez y Mejía quienes remarcan la sencillez de la recopilación
y refleja la vulnerabilidad a la que están expuestas ciertas franjas de población
urbana. Beccaria y Groisman (2007) utilizan esta variable para medir su influencia
en la generación de pobreza. Ya sea de manera puntual en la segmentación del
mercado de trabajo, o en cómo la misma afecta la disparidad de ingresos entre los
que están en el sector formal del mercado y los que no. Por tanto “la pobreza y la
informalidad serían expresión del mismo fenómeno, es decir, de una significativa
oferta excedente de trabajo”
G. Empleabilidad: comprende a la persona que, no teniendo ocupación, está
buscando activamente trabajo. Corresponde a desocupación abierta en edades

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 16 | 29


entre 18 y 29 años, que no se declaran inactivos por motivos educativos. Este
concepto no incluye otras formas de precariedad laboral, tales como personas que
realizan trabajos transitorios mientras buscan activamente una ocupación, las que
–por causas involuntarias- trabajan jornadas por debajo de lo normal, los
desocupados que han suspendido la búsqueda por falta de oportunidades visibles
de empleo, los ocupados en puestos por debajo de la remuneración vital mínima o
en puestos por debajo de la clasificación, etc. Beccaria (2005) parametriza a los
jóvenes en una franja de edad entre 18 y 25 años en relación con la precariedad
laboral. En ese sentido, puntualiza en los trabajadores jóvenes que no finalizaron
el secundario como correlato en menores chances de acceder a empleos de calidad
y el peligro de permanecer en la informalidad laboral.
H. Desocupación: comprende a aquellos hogares donde un miembro de la familia se
declara desocupado.

Así las cosas, la carencia de estas características de tipo estructural deben observarse a
la luz de los ingresos monetarios necesarios para cubrir las CBA y CBT. Para ello se
contabiliza las canastas básicas presentadas por la Dirección de Estadísticas de la
Ciudad con la finalidad de cubrir la línea de indigencia, y por medio de la inversa del
coeficiente de Engelvii generar la línea de pobreza correspondiente. Se consideró, para
este último tratamiento, el criterio de adulto equivalente propuesto por la DGEyC-
GCBA.

Al combinar este último enfoque con la intensidad de carencias se aprecian


considerables diferencias entre las zonas de la Ciudad. Para una mejor comprensión de
los resultados se propone una clasificación según la intensidad de carencias, en tanto
obstáculos a superar y los niveles de ingreso familiares por adulto equivalente en
relación con las líneas de pobreza e indigencia. Así se proponen 6 franjas según su nivel
de vulnerabilidad que resulta de las combinaciones posibles, como se ilustra en el
cuadro 2.

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 17 | 29


Cuadro 2. Categorización de hogares según franjas de vulnerabilidad

Suma de
No Pobre Pobre Indigente
carencias
Hogares Pobres Hogares Indigentes
0y1 Hogares sólidos
contingente contingente
2y3
Hogares No pobres Hogares Pobres típicos
4y5 Hogares en riesgo
vulnerable
6, 7 y 8 Hogares en riesgo
Fuente: elaboración propia

1. Hogares sólidos son aquellos que están por encima de la línea de pobreza
monetaria y presentan como máximo una carencia.
2. Hogares no pobres vulnerables, si bien superan el umbral monetario de la CBT
tienen más de 2 necesidades básicas insatisfechas, lo cual hace vulnerable a
cambios coyunturales de ingresos.
3. Hogares pobres contingentes aquellos que tienen como máximo una carencia,
pero no lograron superar la línea de pobreza. Se postula que dichos hogares
cayeron por debajo del umbral de la CBT por alguna razón o circunstancia
casual y transitoria dado que en principio tendrían las condiciones estructurales
para superar dicha situación.
4. Hogares pobres típicos se ubican por debajo de la línea de pobreza y tienen dos
o más necesidades básicas insatisfechas. Son hogares que se identifican
típicamente con situaciones de pobreza dado que presentan problemas de
ingresos asociados a su lábil integración al mercado laboral, ya sea por
actividades informales o alternación entre periodos de ocupación y
desocupación, lo cual explica su bajo e inestable nivel de ingresos, lo cual puede
condicionar a sus generaciones futuras.
5. Hogares indigentes contingentes a aquellos que si bien se ubican por debajo
del umbral de CBA no tienen más de una carencia. Al igual que los hogares
pobres contingentes cayeron por debajo del umbral de la CBA por alguna razón
o circunstancia casual y transitoria dado que en principio tendrían las
condiciones estructurales para superar dicha situación.
6. Hogares pobres e indigentes en riesgo son aquellos que no superan la línea de
indigencia y poseen dos o más carencias. Su situación de riesgo se explica no

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 18 | 29


solo por los ingresos sino principalmente por sus condiciones estructurales
presentes y futuras.

4.4.Otros antecedentes nacionales e internacionales


Existen experiencias en el plano internacional a partir de la iniciativa desarrollada en
Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) en el año 2007. El ejercicio
fue adaptado en los siguientes países: Colombia, México, China, Brasil, Bhutan, El
Salvador y Malasia. Las variables recomendadas y adaptadas según país y
disponibilidad de información para el cálculo multidimensional fueron establecidas
como: carencia por rezago educativo, carencia de acceso a los servicios de salud,
carencia de acceso a la seguridad social, carencia por la calidad y espacios de la
vivienda, carencia por servicios básicos en la vivienda y, carencia de acceso a la
alimentación. El indicador desarrollado en México define la pobreza multidimensional
de la siguiente manera: una persona se encuentra en situación de pobreza cuando no
tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social,
y si sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para
satisfacer sus necesidades.

La discusión académica se direccionó hacia una aproximación para la medición


multidimensional de la pobreza a partir de la ampliación de las dimensiones relevantes,
la interacción entre las mismas y las restricciones de las fuentes de información. El
marco conceptual gira en torno a la confluencia de dos amplias vertientes: la esfera de
los derechos sociales y el bienestar general. Ambos enfoques se proponen disponer de
una aproximación conceptualmente solida al problema de la medición multidimensional
de la pobreza. En México, el Poder Legislativo incentivó la elaboración de indicadores
sociales a través de la Ley General de Desarrollo Socialviii creando el Consejo Nacional
de Evaluación de la política de Desarrollo Social (CONEVAL) con la misión de
establecer los lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la
pobreza, considerando al menos, los ocho indicadores siguientes: i) ingreso corriente
per cápita, ii) rezago educativo promedio del hogar, iii) acceso a los servicios de salud,
iv) acceso a la seguridad social, v) calidad y espacio de la vivienda, vi) acceso a los
servicios básicos de la vivienda, vii) acceso a la alimentación y, vii) grado de cohesión
social. También se plantea la periodicidad de la recopilación, la desagregación

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 19 | 29


geográfica con la que se debe efectuar la medición y, por último, se refiere a la
generación de nuevas fuentes de información.

A su vez, CONEVAL analizó los dos ámbitos de análisis: el bienestar económico y los
derechos, por ser de naturaleza distinta, según apunta el documento del año 2009. De
esta forma, la medición de la pobreza multidimensional proporciona información para
definir las poblaciones objetivo de programas sociales en lugar de ser evaluados sólo
por su impacto sobre la pobreza monetaria. Por su parte, la perspectiva de derechos (en
términos de las carencias en derechos económicos, sociales, culturales y ambientales)
comprende tres decisiones metodológicas: (i) las carencias deben medirse por variables
dicotómicas; (ii) no hay un derecho superior a otro, por lo que todos deben “valer lo
mismo”, y (iii) la carencia de cualquiera de los derechos hace que una persona sea
carente. Estas características permiten construir un índice de sumatoria simple, o dicho
de otra manera, “computable mediante una combinación lineal de las variables que
miden las carencias, en que todas ellas tienen la misma importancia relativa, cuyo
resultado es el conteo del número de derechos que no están satisfechos.
En Colombia, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) adaptó y realizó los
cálculos del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) sobre la base de las Encuesta de
Condiciones de Vida de 1997, 2003, 2007 y 2010. El Departamento Administrativo
Nacional de Estadísticas continuó con el cálculo durante los años 2011 y 2012. En una
primera etapa se estudiaron variables de uso frecuente en otros indicadores aplicados en
Latinoamérica y Colombia como el Índice de Desarrollo Humano, el Índice de Pobreza
Humana, el Índice de Condiciones Subjetivo, el Índice de Cohesión Social de la CEPAL
y el Índice De Oportunidades Humanas, entre otros.
Posteriormente se diseñó el IPM en términos de dimensiones y variables: 1.
Condiciones Educativas del Hogar, Logro Educativo y Analfabetismo; 2. Condiciones
de la niñez y juventud, Asistencia Escolar, Rezago Escolar, Acceso a servicios para el
cuidado de la Primera, Infancia y Trabajo Infantil; 3. Trabajo Desempleo de Larga
Duración, Empleo Formal; 4. Salud, Aseguramiento en salud, Acceso a servicio de
salud dada una necesidad; 5. Servicios públicos domiciliarios y condiciones de la
Vivienda, Acceso a fuente de agua mejorada, Eliminación de excretas, Material de
pisos, Material paredes exteriores y Hacinamiento crítico. Se considera que una persona
está en condición de pobreza si tiene 33 % de privaciones, es decir, está privado en 5 de

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 20 | 29


las 15 variables. El porcentaje de pobreza por IPM se puede obtener por diferentes
dominios geográficos.
Respecto de las zonas geográficas, la pobreza urbana en Cartagena se analizó desde dos
perspectivas. Por un lado, la pobreza desagregada en los barrios más importantes y, en
segundo lugar, una comparación de la situación socioeconómica de sus habitantes. Este
trabajo resulta importante dado el paralelismo con el presente estudio. Dentro de los
principales resultados se comprobó una focalización espacial de la pobreza en sectores
específicos de la ciudad, tales como las laderas del Cerro de la Popa y los barrios
aledaños a la Ciénaga de la Virgen. En estas zonas de la ciudad se concentra no sólo la
población más pobre sino la de menores logros educativos.
Además, el estudio comprendió la comparación de la ciudad de Cartagena con el resto
de las ciudades más importantes de Colombia en términos de desigualdad de Ingresos,
utilizaron tanto la línea de pobreza como las NBI y dan cuenta que esta última tuvo un
70% de correlación para explicar la pobreza. Sobre este último aspecto, sostienen que
“las personas pobres no sólo se encuentran concentradas espacialmente en sitios
específicos de la ciudad, sino que además no cuentan con las condiciones sociales y las
oportunidades necesarias para superar esta situación” y reproduce la pobreza.
Asimismo, se describe “la alta correlación encontrada entre la ubicación espacial de
las personas de ingreso bajo y las que alcanzan pocos años de educación”.
En la Argentina, el observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Pontificia
Universidad Católica Argentina (UCA) presentó estimaciones de pobreza
multidimensional a partir de un enfoque de derechos siguiendo la metodología aplicada
por CONEVAL. Esta metodología como ya se mencionó, articula los espacios de
bienestar (Línea de Pobreza y Línea de Indigencia, LP-LI) y el espacio de derechos
(Índice de Privación de Derechos, IPD). En ese sentido, cada hogar puede ser situado en
diferentes cuadrantes de una matriz de doble entrada que ilustra acerca de la presencia
de carencias en cada uno de los espacios considerados. Por su parte, es importante
remarcar la definición de Deuda Social por parte de esta institución que ¨comprende a
un conjunto de privaciones económicas, sociales, políticas, psicológicas y culturales que
recortan, frustran o limitan de manera injusta las de desarrollo humano y de integración
social. En definitiva, se cuantifican los distintos espacios de privación desde una
perspectiva multidimensional. De la misma manera que en este trabajo, se postula el
objetivo de ampliar el horizonte de análisis que permiten las mediciones actuales.

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 21 | 29


Las dimensiones consideradas fueron: 1) Alimentación Adecuada, 2) Cobertura de
Salud, 3) Acceso a Servicios Básicos, 4) Vivienda Digna, 5) Accesos Educativos y, 6)
Empleo y Seguridad Social.

Los resultados combinan medidas de bienestar (LP-LI) y de privaciones (IPD)


determinando una matriz que permite -siguiendo el método de CONEVAL- caracterizar
la pobreza multidimensional con el enfoque de derechos.

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 22 | 29


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Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 24 | 29


Anexo
Cuadro 3. Necesidades básicas, dimensiones e indicadores

Necesidades básicas Dimensiones Indicador, proporción de:


Hogares con más de 3 personas por
Acceso a la vivienda Hacinamiento
cuarto
Hogares que no sean casa, departamento
Calidad de la vivienda
o rancho
Acceso a los Sistema de eliminación de
Hogares sin retrete
servicios sanitarios excretas
Asistencia de los niños en
Acceso a la Inasistencia de niños entre 6 y 12 años
edad escolar a un
educación de a la escuela
establecimiento educativo
Hogares que tiene 4 o más personas por
Capacidad Probabilidad de insuficiencia
miembro ocupado, cuyo jefe no hubiera
económica de ingresos en el Hogar
completado el tercer año de la primaria

Cuadro 4. Bondades y limitaciones del método de NBI.

Bondades Limitaciones
Aprovechar la información censal Número reducido de variables para juzgar el bienestar. No mide
y su nivel de profundidad ingresos o gastos.
(desagregación)
No solo podemos identificar la Si bien las variables e indicadores se deben definir con el criterio de
cantidad de hogares pobres, sino universalidad, los países presentan heterogeneidades internas muy
que los podemos caracterizar las fuerte, no solo sociales sino climáticas, lo cual dificulta la definición
privaciones, desagregarlas de un nivel crítico para cada variable. Ejemplo cloacas, tipo de
geográficamente. vivienda, materiales de vivienda, etc. Como se elige un criterio
conservador se puede estar subestimando la pobreza urbana,
principalmente.
Costos reducidos. Posibilidades La representatividad de los indicadores y su correlación con las
de sumar preguntas al censo con variables que mide NBI puede variar a lo largo del tiempo. Por
bajo costo marginal. ejemplo, educación.
Identificación geográfica para Amplia periodicidad. No es útil para identificar situaciones de
elaborar “Mapas de Pobreza” pobreza reciente, dado que mide principalmente stock y no flujos
(ingresos).
En Argentina no incorpora “calidad de vivienda”, “disponibilidad de
agua potable” o “cloacas”
Problemas de comparabilidad intertemporal.
Grandes limites en la agregación, porque no dan cuenta de la
intensidad de la pobreza y otros problemas de mensurabilidad, dado
que se utilizan carencias específicas, se excluyen hogares por
cantidad miembros.
Indicadores de acceso mezclado con resultados.
El indicador de educación es incompleto, solo mide asistencia, no
niveles de instrucción alcanzados por la población mayor o retrasos
escolares. Tampoco cubre todos los años obligatorios
La agregación de NBI solo es recuento de hogares con al menos una
carencia en los indicadores, sin identificar la magnitud de dicha
carencia y por tanto no permite la comparación entre regiones,
provincias y departamentos.
Los establecimientos de niveles críticos para cada indicador son muy
sensible.

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 25 | 29


Cuadro 5. Composición de las CBA de cada región (gramos o ml por mes por unidad de
consumo o adulto equivalente)

Producto Gran Buenos Aires Pampeana Noroeste Noreste Cuyo Patagonia


Pan Francés 6.750 7.020 7.350 7.020 7.620 6.720
Galletitas dulces 210 180 90 120 120 180
Galletitas de agua 420 390 360 180 210 180
Harina de trigo 1.080 1.350 2.190 2.070 1.650 2.850
Harina de maíz 210 180 210 150 150 150
Arroz 1.200 1.080 1.050 1.500 870 810
Fideos secos 1.740 1.680 1.050 1.050 1.680 810
Asado 1.230 1.500 1.050 1.380 1.410 1.200
Carnaza común 510 450 630 630 - 690
Hueso con carne 390 450 1.050 870 630 -
Paleta 780 - - - 330 270
Carne picada 900 810 480 660 1.200 1.500
Nalga 630 1.020 1.260 1.290 660 630
Hígado 270 270 270 270 270 180
Pechito de cerdo - - 60 - - 240
Pollo 1.650 1.890 1.800 1.230 1.650 1.800
Carne de pescado 180 330 120 210 330 210
Mortadela - 60 - 60 - 30
Paleta cocida 30 30 - 30 60 30
Salchichón - - - - 120 -
Salame 30 - - - - -
Aceite de girasol 1.200 1.020 1.050 1.140 990 1.020
Margarina para cocinar - 90 - 60 150 90
Leche fluida 9.270 8.100 6.900 4.560 5.070 4.050
Leche en polvo entera - 330 390 750 570 750
Queso crema 80 50 60 40 70 70
Queso cuartirolo 170 110 120 80 140 140
Queso de rallar 80 50 60 30 60 60
Manteca 60 60 60 - - 90
Yogur 570 570 510 360 480 510
Dulce de leche 110 70 70 30 40 30
Huevo 600 480 390 480 540 450
Manzana 1.380 1.830 997 1.147 1.433 1.890
Mandarina 1.140 1.320 1.230 1.230 1.320 1.590
Naranja 1.350 1.290 1.710 1.650 1.260 1.470
Banana 810 960 1.410 1.470 1.164 1.170
Pera 270 480 137 137 159 -
Batata 510 270 - - 240 -

Pobreza: conceptos y metodologías P á g i n a 26 | 29


Cuadro 5 (continuación). Composición de las CBA de cada región (gramos o ml por mes
por unidad de consumo o adulto equivalente)

Producto Gran Buenos Aires Pampeana Noroeste Noreste Cuyo Patagonia


Papa 6.510 6.870 6.870 6.930 6.870 7.230
Acelga 750 750 360 300 660 570
Cebolla 1.380 1.320 1.530 1.980 1.080 2.100
Choclo - - 300 - - -
Lechuga 660 660 420 540 660 660
Tomate perita 1.440 2.070 2.160 1.680 2.010 1.350
Zanahoria 540 810 840 750 780 780
Zapallo 720 870 1.050 810 990 840
Tomate envasado 240 210 180 240 180 240
Arvejas en lata 120 240 120 150 120 180
Lentejas secas 120 - 120 150 120 60
Azúcar 1.230 1.290 1.290 1.350 1.380 1.380
Dulce de batata 110 70 - - - 30
Mermelada 110 70 70 30 40 30
Sal fina 120 150 120 150 150 180
Mayonesa 60 60 60 90 90 90
Vinagre 60 90 60 30 60 60
Caldo concentrado 60 30 30 30 30 30
Gaseosas 750 630 1.500 930 600 1.110
Jugos Concentrados 1.500 960 900 870 870 810
Soda 1.200 2.100 2.400 1.500 2.550 900
Cerveza 510 630 300 600 300 600
Vino 570 660 510 600 1.020 600
Café 30 30 30 30 60 30
Yerba 510 600 360 750 360 450
Té en saquitos - 30 30 30 30 30
Fuente: INDEC (2016)

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Cuadro 6. Tabla de equivalencias de unidades consumidoras

Sexo Edad Necesidad energética (kcal) Unidades consumidoras

6-9 meses 776 0,28


9-12 meses 952 0,35
1 año 1.030 0,37
2 años 1.277 0,46
3 años 1.409 0,51
Ambos 4 años 1.518 0,55
5 años 1.643 0,6
6 años 1.860 0,64
7 años 1.813 0,66
8 años 1.865 0,68
9 años 1.910 0,69
10 años 2.192 0,79
11 años 2.255 0,82
12 años 2.347 0,85
13 años 2.472 0,9
Varones
14 años 2.650 0,96
15 años 2.760 1
16 años 2.828 1,03
17 años 2.881 1,04
10 años 1.918 0,7
11 años 1.986 0,72
12 años 2.051 0,74
13 años 2.089 0,76
Mujeres
14 años 2.100 0,76
15 años 2.116 0,77
16 años 2.111 0,77
17 años 2.124 0,77
18-29 2.826 1,02
30-45 2.758 1
Varones 46-60 2.750 1
61-75 2.288 0,83
Más de 75 2.050 0,74
18-29 2.106 0,76
30-45 2.111 0,77
Mujeres 46-60 2.090 0,76
61-75 1.860 0,67
Más de 75 1.750 0,63
Fuente: INDEC (2016)

1
Al respecto se puede consultar Beccaria, L. , Maurizio, R, Vásquez, G. y Espro, M (2015)

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ii
Al respecto se puede consultar, Altimir (1979), Minujin y Beccaria, (1985), Katzman (1996) y/o Feres y
Mancero (2001)
iii
La propuesta de medición surge de un proyecto de investigación PROIAT de la Facultad de Ciencias
Económicas de la UBA, titulado “Metodología y estimación de la pobreza sobre la base de múltiples
dimensiones”
iv
La encuesta anual se elabora desde el año 2002. El método estadístico es un operativo por muestreo que
involucra un número importante de viviendas particulares distribuidas en el territorio de la Ciudad. La
muestra está diseñada de manera tal que los resultados de la encuesta permiten una representatividad del
total de la Ciudad y de cada una de sus Comunas. Recaba datos para conocer y analizar aspectos
demográficos, la educación, la salud y el mercado de trabajo de la población de la Ciudad de Buenos
Aires.
v
Por razones metodológicas resulta imposible mantener un criterio homogéneo en torno a la evolución
de esta variable dado que para el año 2010, hacinamiento define a hogares con más de 2 personas por
cuarto (de 3 en adelante) incluyendo aquellos que no disponen de ambientes exclusivos. Por el
contrario, para el 2013 y 2016 se desagrega entre hacinamiento no crítico (de 2 a 3 personas por cuarto)
y hacinamiento crítico (más de 3 personas por cuarto).
vi Utilizamos esta cota superior debido al momento de sanción de la obligatoriedad de la enseñanza

secundaria en el año 2001.


vii
Se optó por la utilización del coeficiente de Engel de acuerdo con Encuesta Nacional de Gastos de los
Hogares 2004/2005 – INDEC.
viii
Esta Ley fue promulgada el 20/01/2004 y sus objetivos centrales fueron “garantizar el pleno ejercicio
de los derechos sociales consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
asegurando el acceso de toda la población al desarrollo social”. Los derechos sociales son aquellos
relacionados a la no discriminación, a la educación, a la salud, a la alimentación, a la vivienda, al disfrute
del medio ambiente sano, al trabajo y la seguridad social.

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