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INTEGRANTES:
Andahuaylas – Apurímac
DEDICATORIA:
El derecho colectivo del trabajo estudia las relaciones laborales desde la óptica del
ejercicio del derecho a la libertad sindical. Así, se fundamenta en un objeto de estudio
pragmático de la unión de trabajadores y el conflicto que lleva.
Como sabemos, el origen del derecho laboral comienza con el esfuerzo de los
trabajadores de unirse para enfrentar escenarios en contra de la dignidad del trabajo.
Así, la legislación del trabajo fue reconociendo la realidad social y sindical.
La palabra "trabajo" admite varias acepciones, por ello, desde el inicio de esta obra
quiero establecer qué debemos entender por trabajo objeto de regulación por el derecho
del trabajo, para lo cual, a continuación, transcribiremos una selección de definiciones
recopiladas de la doctrina más autorizada para luego presentar la nuestra.
El Derecho Colectivo es la parte del Derecho General del Trabajo que se encarga del
estudio de las organizaciones sindicales, las negociaciones y convenciones colectivas de
trabajo, los conflictos colectivos y el ejercicio del derecho de huelga.
Algunos autores lo denominan de manera distinta. Así, es conocido como Derecho
Industrial, Derecho Obrero o Derecho Sindical. En algunos casos, lo consideran parte
del Derecho de la Empresa, Sin embargo, el término Derecho Colectivo es el más
aceptado ya que constituye el estudio de todos los actos jurídicos de naturaleza colectiva
implementados por una asociación de trabajadores y de empleadores. El Derecho
Colectivo del Trabajo conjuntamente con el Derecho Individual del Trabajo y el
Derecho Procesal del Trabajo constituyen las principales unidades académicas que en
materia laboral se imparte en las universidades del país.
Para Adolfo Ciudad 1 J el Derecho Colectivo del Trabajo es la adecuación del conjunto
de normas que pretenden regular, ordenar y transformar las relaciones colectivas de
trabajo, de acuerdo a la realidad socioeconómica con fines de cambio, en aras de
mejorar la producción y la productividad para lograr la paz social.
Para el profesor emérito de la Universidad de San Marcos Jorge Rendón Vásquez2, el
Derecho del Trabajo, al que se ha denominado colectivo, trata de tres grandes aspectos,
a saber: de las organizaciones sindicales, de la prevención y solución de los conflictos
de trabajo, en los que intervienen las organizaciones sindicales; y de las paralizaciones
colectivas del trabajo.
Boza Fernández3 manifiesta que el Derecho Colectivo del Trabajo se ocupa, como todo
el Derecho Laboral, del trabajo subordinado, pero de un grupo o conjunto de personas
(los trabajadores dependientes), y fija las condiciones para protegerlos, y asimismo
reglamenta los fenómenos laterales que derivan de ese hecho, especialmente
organizaciones socioeconómicas, tales como la empresa, el sindicato, etc.
CARACTERÍSTICAS
El Derecho Colectivo del Trabajo presenta algunas características que lo diferencian de
otras disciplinas. Entre ellas podemos mencionar:
a) Es considerado como una nueva fuente generadora de derechos laborales. Esta
fuente inacabable de derechos se materializa en los diferentes convenios
colectivos suscritos entre trabajadores y empleadores.
b) Se reconoce la importante y gravitante actuación de las organizaciones
sindicales no solamente en el campo laboral sino en las actividades política,
económica e ideológica.
c) Se reconoce la gran fuerza equilibradora del Derecho Colectivo al enmendar los
defectos naturales (desequilibrios) en la relación individual de trabajo. No
olvidemos que la relación individual de trabajo es de carácter desequilibrado, ¡en
la que el empleador tiene e! poder económico y e! trabajador sólo oferta su mano
de obra. El Derecho Colectivo le proporciona al trabajador una mayor capacidad
de negociación.
d) El Derecho Colectivo del Trabajo no solamente está garantizado por las
legislaciones nacionales sino también por los tratados de carácter internacional
Entre ellos podemos mencionar: la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, los convenios y recomendaciones de la Organización Internacional de
Trabajo - OIT, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y la Convención Americana de los Derechos Humanos.
i. La flexibilización laboral
Se inicia con el cambio del modelo «keynesiano» por el modelo neoliberal en la década
del 90 y que consistió en la desregulación de los derechos laborales y la disminución del
poder de los sindicatos y por ende la afectación del derecho de la negociación colectiva
y la huelga.
En el año 1993 se aprobó una nueva Constitución consolidando la flexibilización
laboral.
a. La Constitución de 1993.
b. La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
c. Los Convenios N O 87, 98 y 151 de la OIT
d. El Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales.
e. La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Protocolo de San Salvador),
f. El Código Penal, Delitos contra la libertad de trabajo
g. Las leyes civiles. La acción de amparo
h. Las leyes laborales
Principios generales
Los principios del Derecho del Trabajo son lineamientos o preceptos que orientan e
inspiran la normatividad en materia laboral. Para Américo Plá Rodríguez, son preceptos
que sustentan y tipifican este derecho; ideas fundamentales y organizadoras de la
organización jurídico-/aboral; es el verdadero fundamento de/ ordenamiento jurídico
del trabajo.
Los principios del Derecho del Trabajo, pues, cumplen una triple misión: informadora,
ya que permiten que el legislador o las autoridades especializadas estén al tanto de las
corrientes y los movimientos relativos al Derecho del Trabajo; normativa, porque actúa
de manera supletoria ante la ausencia o vacíos de la ley; e interpretadora, ya que faculta
o permite a los jueces realizar interpretaciones favorables al trabajador.
Entre los principios fundamentales del Derecho del Trabajo, establecidos por la doctrina
laboral y no necesariamente recogidos por las legislaciones nacionales, podemos
mencionar los siguientes:
PRINCIPIOS ESPECÍFICOS
Los principios del Derecho Colectivo que se aplican también al sindicalismo, por ser la
institución más importante de este derecho, son los siguientes:
a. Principio de libertad de asociación o libertad sindical
Consiste en el derecho que tienen los trabajadores a afiliarse, a no afiliarse o a
desafiliarse de las organizaciones sindicales. La Constitución de 1993 recoge este
principio en su Artículo 28 0 inciso 5. El principio de la libertad sindical se vincula con
el Convenio N O 87 de la OIT. En él se establece el derecho tanto de trabajadores como
de empleadores a constituir organizaciones que estimen conveniente, sin organización
previa,
Bueno Magan06 lo define como el derecho de los trabajadores y empleadores a no sufrir
la interferencia de los poderes públicos ni de otros elementos, en el proceso de su
organización, como en lo relativo a la promoción de intereses propios o de los grupos a
que pertenecen.
b. Principio de la autonomía colectiva sindical
Considerado en el convenio número 87 de la oit se refiere a que la Constitución la
existencia y aún la extinción de las del sindicato no puede depender de extraños sino
sólo de los de la voluntad de sus propios componentes ha sido recogido en el texto de la
reforma constitucional en el artículo 30 del título principios de relación de trabajo.
c. Principio de democracia sindical
Nos señala que las organizaciones sindicales deben ser gobernadas por sus propios
afiliados democráticamente elegidos lo negativo de una democracia sindical estaría en
la burocracia zación de sus dirigentes produciéndose una separación entre estos y las
bases siendo muy frecuente que las decisiones tomadas por los dirigentes se realicen al
margen de sus afiliados.
d. Principio de representatividad sindical
Está íntimamente vinculado al principio de la democracia sindical nos plantea que los
dirigentes sindicales deben representar proporcionalmente al número de sus afiliados
esto lo observamos generalmente en las organizaciones sindicales de segundo y tercer
grado donde la junta directiva debe estar debidamente representada por los diferentes
organismos sindicales de base o la pluralidad de estos.
EL SINDICATO
Deriva del romano Sindicus, que era un procurador que defendía y representaba los
intereses de una corporación.
En 1875 se formó el partido socialista obrero Alemán que hizo diferencia entre
organización sindical y organización política, finalmente en 1884 en la 3era República
Francesa se dio la ley que reconocía el D° de organización sindical de los obreros
llamada “Ley Waldek Rouseau” en la práctica no obstante fue aplicada su limitación
porque no concedió plenos D° de representación a los sindicatos; posteriormente se
extendió a otros países donde se perfeccionaría.
CONCEPTOS
• Por su parte, Macchiavello, citado por Anacleto (2015, p. 606, 607) sostiene que
el sindicato es un institución agrupada cimentada en valores de solidaridad y justicia,
emergido dentro del nuevo sistema de producción industrial con el propósito de
resguardar los intereses colectivos de la masa trabajadora a través de pactos y gestiones
comunes con el objeto de impulsar el desarrollo personal, de la familia y general de los
trabajadores con la parte empresarial, sus instituciones y el mismo Estado.
• De Ferrari, citado por Anacleto (2015, p. 607), precisa que el sindicato viene a
ser un grupo unido de personas, con autonomía propia, de posiciones similares y de
profesión o profesiones semejantes y trabajos parecidos o coherentes, formada para el
análisis, desarrollo y tutela de sus intereses generales. Según Cavero (s-f), denota ciertos
objetivos que posee la organización sindical para accionar en la contienda destinada a
enaltecer los estilos de vida de los trabajadores, tales como: empleo estable para toda
persona, mejores condiciones de trabajo, un salario justo, la permanente
democratización y por último, el mejoramiento de las reivindicaciones sociales y
económicas; además, señala algunos principios que son fundamentales y orientadoras de
la conducta de la organización como: solidario, libre, independiente, unitario,
participativo, responsable y responsable.
Según la Ley General del Trabajo, artículo 329°, los trabajadores tienen el derecho de
fundar organizaciones sin existir previa autorización y distinción alguna, encontrándose
reconocido y legitimado por el Estado, al igual que la facultad de adherirse a ellas de
manera libre y llevar a cabo actividades sindicales en resguardo y promoción de sus
beneficios sociales y económicos, observando de manera obligatoria la Constitución, las
leyes y la normativa reguladora de la institución gremial; teniendo en cuenta además, la
manera voluntaria para la afiliación y desafiliación.
CLASES DE SINDICATO
En tal sentido, resulta innegable que la libertad sindical, como derecho, tiene una
vasta regulación nacional, internacional y supranacional, dentro de la cual
adquieren especial relevancia los Convenios de la Organización Internacional de
Trabajo (OIT).
CONSTITUCION DE SINDICATOS
REQUISITOS Y FORMALIDADES PARA LA CONSTITUCIÓN DE
SINDICATOS
Ser trabajador de la empresa, actividad profesión u oficio que corresponda según el tipo
de sindicato, significa que el trabajador debe estar formando parte de la empresa en
forma activa, por lo que se excluye así a los trabajadores que han perdido el empleo y a
los jubilados.
En los casos que el número de trabajadores, no alcance el mínimo requerido por ley para
constituir un sindicato se nombrara a 02 delegados que los represente ante la autoridad
del trabajo y el empleador para que puedan negociar.
b. Mayoría Legal
Para que se decida formar y constituir el sindicato, la mayoría aceptada es la mitad más
uno de los trabajadores que existe en el ámbito donde se está formando.
REQUISITOS PARA EL ACTO DE CONSTITUCIÓN DE UN SINDICATO
A nivel macro, se integran con otros sindicatos en Federaciones por rama u oficio, de
modo de actuar mancomunadamente a pesar de trabajar para distintas empresas.
LICENCIA SINDICAL
El reglamento señala que, a dicho acto de concurrencia obligatoria, solo pueden asistir,
el secretario general, el secretario general adjunto, el secretario de defensa, el secretario
de organización.
El tiempo que dentro de la jornada de trabajo abarquen los permisos a los dirigentes
para sus funciones sindicales se entienden trabajados para todos los efectos legales y
contractuales hasta un límite de 3 días por año calendario para cada dirigente. La
asistencia a las reuniones de negociación colectiva, citaciones judiciales, policiales, o
administrativas promovidas por el empleador no se consideran para el computo de 30
días de licencia anual; art 32° del (D.S. 0102003.TR).
FUENTES
Normatividad Internacional.
Legislación Nacional.
Convención Colectiva.
Por voluntad del empleador.
EL FUERO SINDICAL
La protección a que se refiere la ley cubre dos aspectos que son el despido y el traslado
a otro establecimiento.
Fuero proviene del latín forum, que designa el lugar donde se hace justicia; la potestad
de juzgar. Traído el término a la labor sindical, debemos entender al fuero sindical como
el resultado o la consecuencia de la protección que debe tener la actividad y
representación sindical. En tal sentido, hablar de fuero sindical es sinónimo de amparo,
de garantía, de privilegio, de derecho de protección sindical o de inmunidad,
En sentido restringido, esta protección puede ser parcial, en tanto sólo puede abarcar a
algunos adherentes del sindicato como son los dirigentes, ex dirigentes o adherentes de
base; por eso se le conoce también a esta protección selectiva como protección sindical
especial.
En sentido amplio, la protección puede ser total o general, pues en este caso se trata de
proteger a todos los dirigentes sindicales e incluso a todos los trabajadores
sindicalizados, así como a los ex dirigentes del gremio.
El fuero sindical es una garantía especial que según el convenio 13.3 de la OIT, alcanza,
altos dirigentes sindicales; para evitar que estos sean despedidos sancionados o
suspendidos por realizar su gestión sindical.
Para Martin Carrillo; el fuero sindical comprende tanto a los dirigentes sindicales como
a los representantes electos, los primeros son los tradicionales beneficiados con este
privilegio y los segundos están dentro de la innovación legislativa nacional.
BENEFICIARIOS
c) Los delegados a que se refiere el artículo 15º y los representantes a que se refiere
el artículo 47º del presente Decreto Ley.
DOCUMENTOS SINDICALES
EL REGISTRO SINDICAL
El Registro central sindical es el acto por el cual un sindicato inscribe en la instancia del
ministerio de trabajo, se le denomina un trámite administrativo, cumpliendo los
requisitos para actuar, basta y es suficiente la personería sindical con registro en los
registros de organizaciones sindicales, con lo que tiene expeditos sus derechos en todo
lo relativo a asuntos y problemas laborales que conciernen a su organización y sus
afiliados.
Es el conjunto de atributos que goza una organización sindical, por los cuales adquiere
representatividad y puede realizar ciertos actos dirigidos al cumplimiento de sus fines.
OBLIGACIONES SINDICALES
a. Observar estrictamente sus normas institucionales con sujeción a las leyes y normas
que las regulan.
Las demás que señalen las leyes y normas que las regulan.
IMPEDIMENTOS SINDICALES
El artículo 20 del TUO de la LRCT ha señalado los supuestos en los cuales se disuelve
una organización sindical, (con la consecuente cancelación del Registro de
Organizaciones Sindicales de Servidores Públicos), los cuales son los siguientes:
b) Por cumplirse cualquiera de los eventos previstos en el estatuto para ese efecto.
En el caso del literal c) la persona que acredite legítimo interés económico o moral
solicitará al Juez de Trabajo competente la disolución del sindicato, el que previa
verificación, resolverá la solicitud mediante el proceso sumarísimo en concordancia al
literal e), numeral 3 del artículo 4 de la Ley N, 26636 - Ley Procesal del Trabajo.
Por otro lado, tenemos que el literal c), alusivo a la causal de disolución por pérdida de
los requisitos constitutivos de una organización sindical, solo puede ser declarado por
mandato judicial. En ese sentido, articulando el citado supuesto con la excepción de
disolución indicada en el artículo 60 de la RLSC, evidenciamos la complementación de
ambas normas.
Por tanto, en el sector público, de manera excepcional, la persona o entidad que acredite
legítimo interés económico o moral, podrá solicitar la disolución de una organización
sindical ante el Juez de Trabajo competente, siempre que se acredite la pérdida de los
requisitos constitutivos sindicales, para que este, mediante mandato judicial declare su
disolución.
EFECTOS DE LA DISOLUCION Y LIQUIDACION DEL SINDICATO
En caso de disolución del sindicato, el activo se aplicará en la forma que determinen sus
estatutos. A falta de disposición expresa, pasará a la federación o confederación a que
pertenezca.
Art. 20º.- La cancelación del registro por la Autoridad de Trabajo se efectuará sólo
después de la disolución del sindicato, la misma que se producirá por las causales
siguientes:
a) Por acuerdo de la mayoría absoluta de su miembro
b) Por cumplirse cualquier de los eventos previstos en el estatuto para ese efecto
En el caso del literal c) la persona que acredite legítimo interés económico o moral
solicitará al Juez de Trabajo competente la disolución del sindicato.
La cancelación del registro de un sindicato sólo debería ser posible por vía judicial.
La cancelación del registro que de hecho implica la suspensión de sus actividades por
vía administrativa de una organización sindical como consecuencia de un conflicto
interno viola gravemente los principios de la libertad sindical y concretamente el
artículo 4 del Convenio núm. 87 que dispone que las organizaciones de trabajadores y
de empleadores no están sujetas a disolución por vía administrativa.
Por lo tanto, los sindicatos que conformaron la federación, así como en el caso de las
federaciones que conformaron la confederación cuyo registro se canceló, o en el caso
que hayan sido disueltas o liquidadas, tienen expedito su derecho a ejercitar su libertad
positiva, pudiendo integrarse, en el caso de los sindicatos, a otra federación y en el caso
de las federaciones, a otra confederación.
Las federaciones también pueden ser meramente inscritas o tener personería gremial.
Para obtenerla, tienen que seguir los mismos trámites ya descritos para los sindicatos a
este fin. Sin embargo, para poder adherir a cualquier federación, los sindicatos deben
contar con personería gremial. La que obtenga personería gremial excluye en el ámbito
de su actuación a toda otra federación meramente inscrita.
Requisitos:
a. Que todos los sindicatos Sean de la misma actividad: Ejemplo los sindicatos
de minería conforman la federación de minería.
b. Debe de Haber un número mínimo de sindicatos que constituya la
federación: En la actual legislación solo se pide que sean 2 sindicatos para formar una
federación.
1.- Actos para constituir una confederación. - Son los mismos actos para los
sindicatos de base y federaciones con la diferencia que se conformará:
La libertad sindical es uno de los principales ejes del segundo gran paquete de
derechos fundamentales que alcanzan consagración constitucional (razón por la cual
se los ha denominado derechos fundamentales de segunda generación).
La importancia y complejidad del instituto que aquí nos ocupa, así como el espíritu
reduccionista y limitativo de la legislación infra constitucional reseñada, nos llevan a
comenzar nuestro acercamiento hacia él desde el prisma de los preceptos de más
alta jerarquía que la consagran y que aquellas normas deberían respetar y desarrollar
(Armida Uriarte y Villavicencio Ríos 1991: 13). En las disposiciones fundamentales
de jerarquía superior se encuentra el meollo de la libertad sindical, su contenido
esencial y su significación como instrumento de reparto del poder social por lo que el
estudio detallado de esta normativa resulta a todas luces ineludible.
La libertad sindical es un derecho complejo que tiene una doble titularidad: los
trabajadores individualmente considerados (titularidad individual) y las
organizaciones de trabajadores (titularidad colectiva). Nuestro texto sólo trae una
referencia expresa a los «servidores públicos» (artículo 42), puesto que en la norma
genérica (artículo 28) simplemente establece que el Estado reconoce el derecho de
sindicación, pero no señala a quiénes. Sí es mucho más específico respecto de la
regulación de las categorías excluidas, que son siete categorías de funcionarios del
Estado: con poder de decisión o que desempeñan cargos de confianza o de dirección
(artículo 42), los miembros de las fuerzas armadas y de la policía nacional (artículo
42) y los jueces y fiscales (artículo 153). Esta relación de exclusiones es bastante
similar a la existente en la Constitución de 1979, agregando a los funcionarios de
dirección y a los fiscales.
Libertad de constitución
De organización
Libertad de afiliación
Individual
Desarrollo de actividades
De actividad
sindicales
Libertad sindical
Libertad de reglamentación
Libertad de federación
Libertad de disolución
Siendo la libertad sindical el bien jurídico objeto de las medidas de protección, y siendo esta
un derecho fundamentalmente de actividad, hay que comenzar señalando que si bien su
tutela se aplica tanto a las facultades de organización (elemento estático del derecho) como a
las de actividad (elemento dinámico del derecho), el eje central de aquellas medidas gira
fundamentalmente alrededor de estas últimas facultades. Y ello no puede ser de otra manera
porque el elenco mayoritario de lesiones de la libertad sindical se produce cuando se
exteriorizan los actos o conductas dirigidos a materializar el derecho. De este modo,
tenemos que concordar, cuando sostiene que «consecuentemente, la libertad sindi- cal
incluye medidas de protección y estímulo de individuos y colectividades actuantes.
Además de ello, hay que traer a colación el hecho de que la libertad sindical es un derecho
complejo que tiene expresiones individuales y colectivas; por lo tanto, la protección debe
dirigirse a ambos planos. Es cierto que se trata de un derecho predominantemente colectivo,
por lo tanto, sus principales expresiones estarán vin culadas a la actuación de los sujetos
colectivos; sin embargo, no se debe dejar de lado -al plantear los mecanismos de tutela- las
distintas facetas individuales del derecho, cuyas violaciones pueden presentarse no sólo de
manera exclusiva sino al mismo tiempo que las vulneraciones colectivas. Esta situación, que
la doctrina italiana califica como la pluriofensiva de las conductas antisindicales.
- Respecto de los alcances de la actividad sindical como eje de protección:
nuestro Tribunal Constitucional ha señalado, en el fundamento jurídico 12 de la sentencia
recaída en el expediente 0206-2005-PA/TC, que: Por tanto, debemos considerar que la
libertad sindical, en su dimensión plural o colectiva, también protege la autonomía
sindical, esto es, que los sindi- catos funcionen libremente sin injerencias o actos externos
que los afecten. Protege, asimismo, las actividades sindicales que desarrollan los
sindicatos y sus afiliados, así como a los dirigentes sindicales, para garantizar el
desempeño de sus funciones y que cumplan con el mandato para el que fueron elegidos. Sin
esta protección no sería posible el ejercicio de una serie de derechos y liberta- des, tales
como el derecho de reunión sindical, el derecho a la protección de los representantes
sindicales para su actuación sindical, la defensa de los intereses de los trabajadores
sindicalizados y la representación de sus afiliados en procedimientos administrativos y
judiciales. Del mismo modo, no sería posible un adecuado ejercicio de la negociación
colectiva y del derecho de huelga (cursi- vas nuestras).
En el campo del daño a múltiples derechos, individuales y colectivos que causa un acto
antisindical, el Tribunal Constitucional ha señalado en el fundamento 16 de la sentencia que
pone fin al expediente 3311-2005-PA, que «en el Expo. N.º 632-2001- AA/TC, Fundamento 7,
mutatis mutandis, este Colegiado precisó que si bien los efectos del despido repercuten en la
esfera individual de cada uno de los trabajadores afectados, también lo hacen en la propia
organización sindical, puesto que es evidente que el despido de todos los miembros de la
Junta Directiva del sindicato también se presenta, ab initio, como una lesión a la propia
institución sindical, es decir, al Sindicato.
A.- Ámbito subjetivo de la protección: el fuero sindical:
Los sujetos protegidos en el campo de la libertad sindical son fundamentalmente los
trabajadores, aunque en algunos escasos países (EEUU, Argentina, Colombia y Chile)
también pueden serlo los empleadores, en lo que respecta a eventuales actos de injerencia
provenientes de los trabajadores y sus organizaciones. Habida cuenta de la poca entidad de
las violaciones últimamente anotadas, así como de la inexistencia de regulaciones en este
sentido en nuestro sistema de relaciones laborales, nos ocuparemos a continuación
exclusivamente de los trabajadores como sujetos pasivos de las conductas antisindicales.
La protección de que venimos hablando se predica respecto de todos los trabajado- res
que realicen actividad sindical: mientras lo sean y la realicen. Sin embargo, es usual
que se establezcan distintos grados de protección según el nivel de involucramiento
sindical del trabajador, debido a la menor o mayor exposición a las conductas
antisindicales que ello conlleva.
La protección de la libertad sindical: el despido nulo y el fuero sindical restringido y
simbólico de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo. Las vías de subsanación
De todos ellos, los que interesan a este trabajo son dos, que en la redacción actual del
artículo 29 del Texto Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad
Laboral, Decreto Supremo 003-97-TR (LPCL, en adelante) se expresan así: es nulo el
despido que tenga por motivo «la afiliación a un sindicato o la participación en
actividades sindicales» (artículo 29.a) y «ser candidato a representante de los
trabajadores o actuar o haber actuado en esa calidad» (artículo 29.b).
En concreto, el artículo 4 establece el marco general de protección con gran ampli-
tud, al disponer que «el Estado, los empleadores y los representantes de uno y otros
deberán abstenerse de toda clase de actos que tiendan a coartar, restringir o
menoscabar, en cualquier forma, el derecho de sindicación de los trabajadores, y de
intervenir de modo alguno en la creación, administración o sostenimiento de las
organizaciones sindicales que éstos constituyen.
Sin embargo, los artículos 30, 31 y 32 de la LRCT, encargados de materializar la
norma general antes anotada, la restringen considerablemente. Específicamente, el
artículo 30 establece el fuero sindical, que garantiza a algunos representantes de los
trabajadores el derecho a no ser despedidos ni trasladados a otros establecimientos
de la misma empresa, sin causa justa debidamente comprobada o sin su aceptación.
Esta aceptación no resulta exigible si el traslado no impide el ejercicio de la
funcióndirigencial.
En lo que hace al ámbito subjetivo del fuero sindical, los representantes amparados,
según el artículo 31 de la LRCT original (y los artículos 12 y 13 del DS 011-92-TR)
son: a) la totalidad los miembros de los sindicatos en formación, desde la presentación
de la solicitud de registro y hasta tres meses después; b) en sindicatos de primer grado,
hasta tres dirigentes (estatutariamente determinados), si el número de trabajadores a
quienes representa no alcanza a cincuenta, adicionándose uno por cada cincuenta
trabajadores que sobrepasen dicho límite, sin exceder en ningún caso de doce; c) en
federaciones, hasta dos dirigentes sindicales por cada sindicato afiliado y hasta un
máximo de quince; d) en confederaciones, hasta dos dirigentes por cada federación
afiliada y hasta un máximo de veinte; y, e) a los integrantes de la comisión
negociadora de un convenio colectivo (hasta tres meses después de culminada la
negociación respectiva).
En el caso de los mecanismos preventivos, dirigidos a evitar que se lleguen a producir
las conductas antisindicales y que, por tanto, brindan una tutela especialmente idónea
al impedir la afectación manteniendo incólume la libertad sindical, hay que destacar la
necesidad de una tutela al momento de la contratación y durante la existencia de la
relación laboral. En el primer caso, el control de la contratación de la fuerza de trabajo
debe dirigirse a impedir la exclusión de los militantes sindicales; en tanto que, en el
segundo caso, se debe destacar la importancia de la existencia de procedimientos
previos a cualquier decisión que afecte la libertad sindical duran- te la relación laboral
(desde el despido o traslado individual de un dirigente, hasta los casos de
autorizaciones administrativas para ceses colectivos o suspensiones). Respecto de los
mecanismos reparatorios, cuya necesidad se hace patente una vez que se ha producido
la práctica antisindical, hay que resaltar tanto la necesidad de que existan medidas
cautelares (sobre todo suspensiones) que de la forma más rápida posible restañen la
violación, devolviendo las cosas al estado anterior a esta como la sanción de nulidad
de todo acto antisindical y no sólo del despido -que tiene tal consideración-, en la
medida en que las reparaciones imperfectas (indemnización de daños y perjuicios)
resultan totalmente insuficientes para la protección de la libertad sindical.
Al respecto, mientras que a través del despido nulo se protege a cualquier trabaja- dor
contra la extinción del vínculo laboral por razones antisindicales, y a través del fuero
sindical previsto por la LRCT se protege sólo a determinados dirigentes sindi- cales
respecto del despido y traslado encausados, el proceso de amparo permite que
cualquier trabajador que realiza actividades sindicales pueda concurrir a esta vía para
reclamar contra el causante del perjuicio cuestionado. Si bien la casi totalidad de la
jurisprudencia constitucional se ha referido al caso del despido antisindical, no queda
duda tras las razones y fundamentos de la sentencia reseñada que cualquier trabajador
podrá recurrir al proceso de amparo para defenderse frente a todo acto lesivo que los
perjudique en razón a su afiliación o su desarrollo de actividades sindicales, como no
podía ser de otra manera habida cuenta que el Convenio 98 de la OIT forma parte del
bloque de constitucionalidad.