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Formalidad
Horizontes
• Diferenciar elementos formales que configuran el género periodístico, como
componentes definidores de la identidad estilística cuyo propósito es el de
apropiarse de una manera versátil de procesar la información e inducir a la
opinión pública a la valoración de la realidad comunicada.
• Precisar los alcances y la capacidad de influencia del medio periodístico en los
lectores o destinatarios de su contenido, por las funciones que implícita o
explícitamente el medio desarrolla en el registro, elaboración y difusión de los
contenidos.
Núcleos Temáticos y Problemáticos
• Criterios de Circulación
• Propósitos del Periodismo
• Características del Periodismo
• Modalidades del Lenguaje Periodístico
• Lectura Complementaria: Lenguaje y Comunicación Social
Proceso de Información
La actividad periodística una vez definida como un nuevo género de expresión
puesto al servicio de la información, progresivamente desarrolló también sus
elementos formales tendientes a la singularización del nuevo medio de
comunicación, consecuentes con la naturaleza de su propósito.
Teoría de la Comunicación
2.1 CRITERIOS DE CIRCULACIÓN
El concepto vulgar ha asignado el vocablo periódico para designar a las
publicaciones diarias, matutinas o vespertinas, con intención informativa. En este
sentido, el periódico es un medio noticioso, que va de la mano con la actualidad de
los acontecimientos. Su contenido es un registro de la dinámica de sucesos, con
cobertura local, regional nacional e internacional. La actividad periodística se
aplica para satisfacer la demanda que el medio tiene, para lo cual debe:
• Observar la realidad del acontecer cotidiano.
• Discriminar lo interesante de lo trivial.
• Seleccionar el suceso de "interés público".
• Recaudar datos y evidencias que provean suficiente documentación sobre el
suceso.
• Redactar la información.
• Editar la información.
• Imprimir la información.
• Publicar la información.
• Sondear la opinión pública sobre la información publicada.
2.2 PROPÓSITOS DEL PERIODISMO
La progresión en el desarrollo del periodismo ha llevado a ampliar el cubrimiento
del contenido no solo a la satisfacción de la necesidad del saber, sino que también
ha explorado espacios de entretención, culturización, y formación de la opinión.
En esto, el periodismo ha encontrado la amenidad de su contenido y flexibilizado
la resistencia del público haciéndose más permeable a su lectura. Informar
constituye el primer principio de la razón de ser del periódico: la noticia trasciende
el lugar y el tiempo, mediante la difusión, una vez cumplido el proceso de
depuración y redacción, según los criterios ya planteados. La necesidad de
información se impone por la misma modernidad, la cada vez mayor participación
democrática del pueblo en los hechos políticos y económicos, la creciente
formación de una opinión pública, la libertad de prensa, la complejidad del
acontecer internacional, aún la misma competencia periodista entre los medios por
ganar el favor de la credibilidad, la información se genera en torno a dos
circunstancias determinantes: el suceso inesperado, que se convierte en noticia
por las características de su ocurrencia; y el suceso programado, que se hace
noticia porque es de interés público, tal como puede ocurrir al tratarse por ejemplo
de una cumbre presidencial, un suceso de orden político electoral, o un evento
deportivo de interés nacional o internacional. En este orden de ideas, las noticias
sobre las cuales se debe informar tienen amplia gama temática, que el periodismo
pretende cubrir para llegar a todo tipo de interés en el público; de esta manera, la
prensa informa sobre: (cotidianamente, sin especialidad).
• Temas Política
Economía
Deportes
Agricultura
Industria
Comercio
Medicina
Relaciones internacionales
Hechos culturales
Hechos sociales
Sucesos eventuales de importancia
Generalidades
• Ámbito Local
Regional
Nacional
Internacional
Orientar la opinión pública ha sido otra de las responsabilidades de la naturaleza
periodística. La prensa asume un principio de moralidad, que la impele a
preservar y promover los valores éticos de una sociedad. Por tanto, la
imparcialidad es el estado ideal del periodismo, de modo que pueda percibir la
realidad sin afectación de sus intereses, para llegar independientemente a la
postura ideológica que conviene al interés colectivo de la sociedad. El periodismo
da cuenta del conjunto de sucesos de interés científico, económico, político y
demás temas posibles, y a su vez se permite la reflexión y el debate sobre los
mismos acontecimientos para determinar su conveniencia o inconveniencia para la
humanidad o para una comunidad específica. Esta responsabilidad le compete a la
prensa por su capacidad de influencia en los lectores o suscriptores, tanto mayor
cuanto mayor sea el numero de usuarios. En consecuencia, frente a la promoción,
por diferentes medios y formas, de ideas o informaciones que pretenden
imponerse a las masas, el periodismo debe identificar, valorar el contenido y
promover la reflexión de la opinión pública, presentando criterios sobre la
conveniencia, la inconveniencia, las consecuencias de las ideas o de los hechos
que se promocionan, para que se pueda establecer el principio de verdad y la
posibilidad de decidir acertadamente sobre los mismos.
En ocasiones, la celeridad en los juicios periodísticos, el énfasis dado a
determinados temas, la actitud incisiva con demarcado interés por sus
consecuencias, ha sido factor determinante de conflictos en el orden nacional o en
el orden internacional. No obstante, el periodismo ha llegado a ser el guardián de
la cosa pública, vocero de los intereses y necesidades de la comunidad, defensor
de la soberanía, promotor de las causas justas, conciliador en los momentos de
crisis, cauto en la apreciación de los sucesos, persuasivo en la conducción de la
opinión, sereno en la información.
En periodismo, los artículos de opinión, los editoriales, son los escritos que están
más comprometidos con el propósito de orientar que cumple la prensa, usualmente
estos escritos se localizan en las primeras páginas interiores de los diarios.
Recrear o Deleitar es un tercer propósito del periodismo. La competencia, o el
afán de satisfacer las inquietudes y expectativas de diversidad de público, ha
motivado en la modernidad, especialmente, la creación de espacios periodísticos
con gran variedad de contenido ya no estrictamente noticioso, pero si informativo,
cultural, literario, artístico, social; igualmente se han incluido separatas o secciones
preparadas para cumplir con esta finalidad.
Una referencia sobre las innovaciones que la prensa ha adoptado son:
• Las caricaturas
• Los artículos o columnas permanentes
• Las crónicas
• Las historietas o comics
• Crucigramas
• Páginas sociales
• Suplementos
• Revistas con información especializada
• Publicaciones seriadas
• Entrevistas
• Reportajes
La prensa, dentro de su difusión cultural, se ha propuesto también la misión de
actualizar a sus suscriptores y público en general sobre los avances en ciencia y
tecnología, o sobre los cambios de orden institucional, político, geográfico, y otros
aspectos de interés público. Las entregas periódicas semanales, generalmente,
han sido el medio más eficaz para motivar a los destinatarios por la adquisición de
esos materiales instructivos - educativos.
Otra función menos notoria es la de promover campañas preventivas,
especialmente vinculándose a los programas institucionales tendientes a
salvaguardar la integridad ciudadana y el bien común; en este orden de ideas,
tales campañas se hacen en torno a la salud, preservación del ambiente,
seguridad, defensa del consumidor, entre otras destinadas al bienestar de la
comunidad.
Estos propósitos descritos brevemente son los más explícitos que la naturaleza del
periodismo ejerce en su función cotidiana. No obstante, subyacen otros propósitos
que se identifican con las motivaciones, orientaciones y consecuencias que su
circulación debe revertir, a instancias de la voluntad de la fuente propietaria,
fundadora o administradora. Es justamente en estas funciones implícitas en las
que radica el poder que el medio periodístico desarrolla, por su capacidad de
influencia en el público. Elíseo Verón ha reconocido a propósito de este poder la
denominación de Aparatos ideológicos del estado, para designar la acción que los
“mass media” ejercen en favor de las instituciones oficiales, públicas o privadas.
La función ideologizante opera en el público destinatario toda vez que la
presentación de los contenidos periodísticos y el estilo informativo responden a
unos criterios de percepción ideológica de la realidad, el cual se refleja en sus
entregas. La mayor parte de los diarios tienen, aparte de una filosofía, una
identidad política, generalmente adscrita al partidismo, y una concepción sobre la
realidad y sus circunstancias, a la luz de su identidad ideológica. El periodismo
tiene siempre la opción de inducir la opinión pública, apropiando técnicamente el
estilo de presentación y difusión de sus contenidos, produciendo reacciones
convenientes a sus intereses. En tal sentido, se suele hablar de la manipulación de
la información; con estos procedimientos se puede tornar en extremo peligrosa la
ascendencia que el medio periodístico logra en los destinatarios, al punto de pasar
a ser alienante, cuando por encima de la razón se impone por la violencia
periodística sobre el público.
La identificación ideológica, especialmente la partidista, impele al periodismo a servir
de medio de control o catalizador en pro de las situaciones que comprometen a la
institución gubernamental, promoviendo la crisis, la oposición, o la identificación y
el apoyo, según la conveniencia del periódico. En virtud de esta capacidad, se ha
reconocido a la prensa ese nominativo de el cuarto poder. Recuérdese, por
ejemplo, el Famoso “Watergate” que persiguió a Richard Nixon hasta llevarlo a
renunciar a la primera magistratura en su país. La acción se ejerce, indistintamente,
oportunamente hacia entidades o personas cuyo desempeño o proyección sea
susceptible de crítica periodística.
2.3 CARACTERÍSTICAS DEL PERIODISMO
La expresión periodística constituye un estilo literario muy singular por la
naturaleza de su contenido, así como de sus propósitos. La estilística del lenguaje
periodístico prioritariamente se identifica por:
• Lenguaje ágil y eficaz que capte el Interés del lector: la selección léxica en
periodismo debe servir al propósito de comunicar, por tanto el establecimiento
de una empatía entre lector y contenido periodístico depende del tipo de
lenguaje empleado. Importa penetrar anímicamente al propio tiempo que
informa sin dificultad, mediante un lenguaje de fácil comprensión. La expresión
directa y objetiva, se impone en el periodismo a la perifrástica y afectada de
cultismos y tecnicismos que oscurecen la información ocultándola en lenguaje
cifrado e incomprensible.
La esencia de la actividad periodística estriba en la satisfacción a le expectación
del destinatario: la razón de la producción periodística es su inmediata
recepción. Predomina la función poética del lenguaje, esto es corresponder
más a la representación, la significación, a la designación, con el fin de
establecer el puente de información entre suceso y lector.
Es oportuno señalar que esta regla genérica del periodismo se hace elástica, al
tratarse de un periodismo especializado, el cual ya impone ciertas
características léxicas y de expresión, acordes con el nivel cultural de los
destinatarios. El lenguaje informativo de la cotidianidad, difiere un tanto del
reflexivo empleado en el periodismo de opinión.
• El lenguaje periodístico informa no persuade: el contenido periodístico se ha de
presentar sin la afectación personal de quien escribe, de manera que la
exposición de los hechos no se maticen con puntos de vista propios del
periodista, a riesgo de perder objetividad e imparcialidad, como elementos
naturales del contenido periodístico.
• Proximidad y atracción en el contenido: la información periodística pretende
captar la inmediatez, los hechos próximos tanto en tiempo como en espacio, al
propio tiempo que representen atracción para el destinatario. Interesa conocer
los acontecimientos del mundo circundante al lector, a los que satisfacen alguna
relación con sus expectativas culturales. Por ello el contenido ha de ser
significativo en atracción y cobertura, abordando lo importante, lo urgente y lo
excepcional. Estos ingredientes son necesarios para suscitar emoción e interés
por los contenidos.