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Uretritis

La uretritis es una inflamación (irritación con hinchazón y presencia de células inmunes adicionales) de


la uretra (el conducto por el que se elimina la orina del cuerpo) que puede continuar durante semanas o
meses. También se la conoce con el nombre alternativo de síndrome uretral.

Causas, incidencia y factores que inciden en la uretritis[editar]


La uretritis crónica es por lo general causada por una infección bacteriana o por un problema estructural
(estrechamiento de la uretra). También puede estar asociada con diversas enfermedades sistémicas,
entre las que se incluyen trastornos emocionales, y puede presentarse tanto en el hombre como en la
mujer.

Los principales síntomas de la uretritis: micción dolorosa y aumento de la frecuencia urinaria, son


bastante comunes. Entre las personas que experimentan tales síntomas, del 50% al 75% tienen una
infección bacteriana, por primera vez o recurrente, de la uretra o la vejiga (cistitis), hasta el 10% son
mujeres con vaginitis y el resto son hombres o mujeres con síndrome uretral (con síntomas presentes sin
evidencia de infección bacteriana).1
Entre el grupo de posibles agentes causales se incluyen organismos que causan una variedad
de enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, las enfermedades de transmisión sexual como
infección por Clamidia spp. y gonorrea pueden causar uretritis.
Otro organismo bacteriano común que puede ser responsables de esta enfermedad es la bacteria E. coli,
responsable de las infecciones del tracto urinario. De igual manera, los productos comunes de higiene
personal, especialmente los productos femeninos, pueden producir uretritis química crónica.
Descripción general

Cálculos renales

Sistema urinario femenino

Sistema urinario masculino

Los cálculos renales (litiasis renal, nefrolitiasis) son depósitos duros de minerales y sales
que se forman dentro de los riñones.

Los cálculos renales tienen muchas causas y pueden afectar cualquier parte de las vías
urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, los cálculos se forman cuando la
orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.

Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, pero, en general, los cálculos no
producen daños permanentes si se los identifica de forma oportuna. Según sea el caso, es
posible que solo tengas que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo
renal. En otros casos —por ejemplo, si los cálculos se alojan en las vías urinarias, están
relacionados con una infección urinaria o causan complicaciones— es posible que se
necesite una cirugía.

Tu médico puede recomendarte un tratamiento preventivo para disminuir el riesgo de tener


cálculos renales recurrentes si corres un mayor riesgo de volver a padecerlos.

Tratamiento de los cálculos renales en Mayo Clinic

Síntomas

Un cálculo renal puede no causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por el riñón
o hasta que pasa por el uréter (el tubo que conecta el riñón y la vejiga). En ese momento,
podrías tener los siguientes signos y síntomas:

 Dolor intenso a los lados y en la parte posterior, debajo de las costillas

 Dolor que se extiende hacia la parte inferior del abdomen y hacia la ingle
 Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa

 Dolor al orinar

 Orina de color rosa, rojo o marrón

 Orina turbia o con olor desagradable

 Náuseas y vómitos

 Necesidad constante de orinar

 Micciones más frecuentes de lo usual

 Fiebre y escalofríos si existe una infección

 Micciones en pequeñas cantidades

El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (por ejemplo, puede trasladarse a una
ubicación diferente, o su intensidad puede aumentar) a medida que se desplaza a través de
las vías urinarias.

Cuándo consultar al médico

Pide una consulta con el médico si tienes signos y síntomas que te preocupan.

Busca atención médica inmediata si presentas:

 Dolor tan intenso que no puedes sentarte en posición derecha o encontrar una
posición cómoda

 Dolor acompañado por náuseas y vómitos

 Dolor acompañado por fiebre y escalofríos

 Sangre en la orina

 Dificultad para orinar


Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Causas

Los cálculos renales, a menudo, no tienen una sola causa definida, aunque diversos
factores pueden aumentar el riesgo de padecerlos.

Los cálculos renales se producen cuando la cantidad de sustancias que forman cristales,
como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, en la orina es mayor de la que pueden diluir los
líquidos presentes en esta. Al mismo tiempo, la orina puede carecer de sustancias que
impidan que los cristales se adhieran unos a otros, lo que crea un entorno ideal para la
formación de cálculos renales.

Tipos de cálculos renales

Conocer el tipo de cálculo renal ayuda a determinar la causa y puede ofrecer indicios sobre
cómo reducir el riesgo de tener más cálculos renales. De ser posible, si eliminas un cálculo
renal intenta conservarlo para llevárselo al médico a fin de que se analice.

Los tipos de cálculos renales son:

 Cálculos de calcio. La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio, por lo
general, en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que se encuentra
en los alimentos de forma natural, y también la produce el hígado a diario. Algunas
frutas y vegetales, así como las nueces y el chocolate, tienen un alto contenido de
oxalato.

Los factores alimenticios, las altas dosis de vitamina D, la cirugía de bypass intestinal y
varios trastornos metabólicos pueden aumentar la concentración de calcio u oxalato
en la orina.

Los cálculos de calcio pueden también producirse en forma de fosfato de calcio. Este
tipo de cálculos es más frecuente en trastornos metabólicos, como la acidosis tubular
renal. También puede estar relacionado con ciertas migrañas o con el consumo de
algunos medicamentos anticonvulsivos, como el topiramato (Topamax).

 Cálculos de estruvita. Los cálculos de estruvita se forman en respuesta a una


infección, como la infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer
rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, presentan muy pocos síntomas o
pequeñas advertencias.

 Cálculos de ácido úrico. Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas


que no beben la suficiente cantidad de líquido o que pierden mucho líquido, aquellas
que consumen una dieta alta en proteínas o aquellas que tienen gota. Ciertos factores
genéticos también pueden aumentar el riesgo de padecer cálculos de ácido úrico.

 Cálculos de cistina. Estos cálculos se forman en personas con un trastorno


hereditario que causa que los riñones excreten mucha cantidad de ciertos
aminoácidos (cistinuria).
Estos medicamentos pueden ser:

 Alopurinol (para los cálculos de ácido úrico)


 Antibióticos (para los cálculos de estruvita)
 Diuréticos (píldoras de agua)
 Soluciones de fosfato.
 Bicarbonato de sodio o citrato de sodio.
 Píldoras de agua (diuréticos de tiazida)
 Tamsulosina para relajar el uréter y ayudar a que el cálculo pase.

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