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Salma Bethzaleel Robles Hernandez

Técnica Gestalt: La silla vacía.

Para comprender mejor esta técnica debemos recordar que la corriente Gestalt se
centra en la conciencia de lo que ocurre en el momento presente, aquí y ahora, a
nivel corporal, afectivo y mental. Esta fue creada por el psicólogo Fritz Perls médico
neuropsiquiatra y psicoanalista, fue el creador, junto con su esposa, Laura Posner,
de la Terapia Gestalt. La técnica de la silla vacía fue creada por Jacob Levy Moreno,
creador a su vez del psicodrama, una modalidad de psicoterapia inspirada en el
teatro de la improvisación con el propósito de elaborar un método que permitiera
reintegrar en la vida del paciente fenómenos o cuestiones no resueltas. La técnica
trata de reproducir un encuentro con una situación o persona con el fin de conversar
con ella y contactar emocionalmente con el suceso, pudiendo aceptar la situación y
darle una conclusión. El nombre de esta proviene de la utilización de una silla real.

Su uso es muy frecuente en casos para hacer frente a pérdidas traumáticas, o en el


proceso de elaboración del duelo. También resulta una técnica válida para afrontar
situaciones traumáticas, que pueden o no cursar con Trastorno por estrés
postraumático o trastornos disociativos, por ejemplo violaciones, divorcios o
síndrome del superviviente. Las características de esta técnica permite además que
se pueda aplicar también en el mundo de la educación o incluso a nivel de
organizaciones, en fenómenos como el burnout o el acoso.

La técnica consiste en disponer de dos lugares puestos frente a frente uno de ellos
es la silla vacía donde la persona proyecta imaginariamente una parte de su
personalidad, una persona, un sentimiento, una situación inacabada, un conflicto y a
partir de ahí establecer una conversación entre una parte y otra.

Durante este diálogo se le pide al paciente que cierre los ojos para ayudarle a tener
una experiencia más cómoda y profunda, ya que la idea es un diálogo a dos partes
y no contando con el terapeuta en la experiencia.

El terapeuta normalmente sólo acompaña percibiendo el tono de voz, las actitudes,


las muecas, los mensajes corporales, faciales, y cuando lo ve oportuno le pide a la
persona que ocupe el lugar de la silla vacía, cambiando así de rol para que pueda ir
tomando conciencia de ambas partes y así poder desarrollar un diálogo lo más
Salma Bethzaleel Robles Hernandez

Técnica Gestalt: La silla vacía.

fluido posible si es necesario cambiar de lugar las veces que se requiera En


ocasiones también puede lanzar alguna pregunta a alguna de las partes. El diálogo
siempre es en primera persona desde cada parte, nunca es una narración al
terapeuta.

Para poder aplicar la técnica de la silla vacía tiene que haberse dado un trabajo
previo con la persona. También es recomendable la existencia de un buen vínculo
con el terapeuta, donde la persona sienta que está en un lugar seguro para poder
tener una experiencia emocional segura.

Sin embargo esta técnica ha mostrado su utilidad para el desbloqueo emocional, la


autoaceptación y la resolución de procesos de duelo, su aplicación puede quedar
dificultada por una serie de resistencias. Por ejemplo si alguien no tiene la
capacidad de imaginar con precisión a la persona o situación en cuestión, no será
capaz de sacar el nivel de provecho pretendido de la técnica, otra dificultad es que
el propio paciente se niegue a usarla por considerarla ridícula, o que tenga miedo o
dificultad de expresar en voz alta los propios pensamientos.

Bibliografía
Greenberg, L.S. y otros (1996). Facilitando el cambio emocional. El proceso
terapéutico punto por punto. Barcelona: Paidós.
Castanedo, C. (1981) La Terapia Gestáltica aplicada a los sueños de
adolescentes. Rev. Cost. Cienc. Méd.; 2(1), pp. 25 - 28.
Cristina Pineda. (2016). Técnica Gestáltica: la Silla Vacía. Octubre.2021, de
CepsimMadrid Sitio web:
https://www.psicologiamadrid.es/blog/articulos/terapias-psicologicas/tecnica-g
estaltica-la-silla-vacia

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