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LA FASE PREANALÍTICA

La fase pre analítica es la secuencia de acontecimientos que tienen lugar antes de que la muestra
convenientemente preparada sea sometida al proceso de análisis propiamente dicho.
Actualmente se considera la fase más crítica del proceso ya que en ella es donde se produce un
mayor número de errores y donde se puede perder más tiempo.

SOLICITUD:

La solicitud del análisis se efectúa por el doctor durante el encuentro asistencial, que puede ser en
las consultas de atención primaria o de atención especializada, en urgencias o durante la
hospitalización del paciente. En el caso de petición tradicional, el doctor rellena un formulario de
papel que el paciente se lleva en mano. En el caso de petición electrónica, el doctor registra la
solicitud en un terminal, y el paciente no necesita llevarse ningún documento (aunque suele ser
normal, en el caso de pacientes ambulantes, darle algún papel para recordarle cuando y donde
debe ir para que le efectúen la extracción). En el caso de petición electrónica este proceso se debe
hacer en los sistemas de historia clínica electrónica que integran toda la información clínica del
paciente. Sin embargo hay sistemas, que o no tiene el módulo o este presenta deficiencias, por lo
que hay algunos sistemas de laboratorio que gestionan este proceso.

Solicitud de análisis por parte del Clínico: La petición es el comienzo del proceso del laboratorio y
es la acción mediante la cual se provee al laboratorio de la información necesaria para llevar a
cabo su trabajo. De su calidad va a depender en gran medida el resto del proceso. Es
imprescindible que en la solicitud se encuentren correctamente cumplimentados varios tipos de
datos:

Identificación de la petición: A ésta se le asigna un código de identificación (número de petición,


número de volante) que la identifica inequívocamente en el sistema del que procede. o Tipo de
petición: ordinaria o urgente. Normalmente el tipo de petición condiciona una logística diferente.

Datos de filiación del paciente: Son los que identifican inequívocamente al paciente y lo
relacionan con otros datos.

Ejemplo:

Nombre, apellidos, número historia, etc.


o Datos clínicos y demográficos: son necesarios para la correcta interpretación de los
resultados, para llevar a cabo estudios complementarios, revisar la congruencia de los
resultados y realizar recomendaciones desde el laboratorio.

Ejemplo:

Fecha de nacimiento, sexo, diagnóstico y otras informaciones en función de las pruebas


solicitadas.
o Datos administrativos de la solicitud: indican de qué persona y organización procede la
solicitud, a dónde se envía el informe y quién se hace cargo administrativamente de la
petición (médico, procedencia, destino, etc.).
o Pruebas o estudios solicitados: aquí se indica qué pruebas o grupos de pruebas se desea
realizar y sobre qué espécimen; por ejemplo: glucosa en suero, amilasa en orina. También
es frecuente la petición por perfiles, por ejemplo “perfil cardíaco” o “perfil básico”. En
estos casos existen acuerdos entre el laboratorio y los clínicos para definir estos perfiles y
protocolos.
La solicitud en papel resulta relativamente sencilla desde el punto de vista del clínico,
pero necesita una transcripción de la información al SIL (sistema informático de
laboratorio) produciéndose, en ocasiones, errores de transcripción.
La petición electrónica permitiría al clínico realizar la solicitud desde su puesto de trabajo,
mediante un acceso directo al SIL si dispone de un cliente de la aplicación del laboratorio
o el laboratorio tiene la opción de petición a través de la web.

EXTRACCIÓN DE MUESTRAS
Una vez realizada la solicitud y citado el paciente, éste debe de acudir al lugar de
extracción de muestras. En otros casos, como en el de los pacientes ingresados, es el
personal de enfermería el que se desplaza al lugar donde se encuentra el paciente.

La obtención de muestras es otro de los momentos críticos del proceso ya que si el


paciente no está en las condiciones adecuadas, las muestras no se obtienen
correctamente, no están convenientemente tratadas o se produce algún problema de
identificación, el resultado de los análisis posteriores va a resultar gravemente afectado.
Una vez obtenidas las correspondientes muestras, se les colocan etiquetas con el número
de identificación que corresponde a la solicitud. Las etiquetas contienen números o
códigos de barras.

La contribución de los sistemas informáticos a la obtención e identificación de muestras


es cada vez mayor.

TRANSPORTE DE MUESTRAS
Una vez realizada la extracción, los diferentes especímenes deben ser organizados por
códigos de procedencia para facilitar un reconocimiento rápido y efectivo durante el
transporte y posterior recepción de estos. Asimismo, deben efectuarse comprobaciones
previas al transporte de los especímenes concernientes sobre todo a una identificación
correcta de los mismos, del impreso de petición y del paciente. Esta buena identificación
puede llevarse a cabo de diferentes formas: identificación manual, códigos de barras, etc.

Después de asegurar que los especímenes están correctamente identificados, se


centrifugan (cuando existan centrífugas en los puntos de extracción) y se envían en
gradillas, de forma ordenada según códigos de barras y tipo de tubo y en posición vertical
para evitar interferencias de diverso tipo. Algunos tipos de muestras especialmente
sensibles es posible que necesiten además sistemas de refrigeración, recipientes
especiales para protegerlas de la luz, etc.
En toda determinación analítica es imprescindible remitir los especímenes desde los
centros de extracción con la mayor rapidez posible y evitando cualquier tipo de
interferencias o errores. Esto no siempre es posible, sobre todo si las extracciones son
extra hospitalarias.

Un sistema de transporte rápido y eficaz es el tubo neumático, sobre todo para agilizar el
envío de especímenes en los servicios de urgencias del hospital.

En el caso de especímenes provenientes del exterior, (consulta médica, módulo de


extracciones lejano o perteneciente a otro laboratorio), debe prestarse una atención
especial al embalaje y manipulación

adecuados del espécimen para asegurar la estabilidad de la magnitud que se quiere


determinar. Así, por ejemplo, si un espécimen externo no puede enviarse al laboratorio
en un momento determinado, se deberá centrifugar para separar el suero o plasma de las
células y guardar en condiciones adecuadas hasta que pueda ser llevado al laboratorio

RECEPCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE MUESTRAS


Una vez que las muestras llegan al laboratorio es necesaria una serie de acciones para
prepararlas convenientemente antes de ser enviadas a cada una de las áreas que van a
llevar a cabo el análisis propiamente dicho.

En primer lugar se hace una recepción que supone la aceptación de la solicitud y las
muestras. Para ello debe hacerse una inspección física de las muestras y su identificación,
se controla el tiempo transcurrido desde la extracción y la temperatura a la que han
permanecido las muestras. Aquí se registran las incidencias detectadas, las horas de
llegada, el registro de la presencia de la muestra, peticiones incongruentes o
redundantes, protocolos inadecuados, etc.

Una vez aceptadas las muestras y solicitudes, las muestras deben ser clasificadas,
centrifugadas en caso necesario, destaponadas, y si es necesario alicuotadas
(subfraccionadas en varios contenedores).

Actualmente y sobre todo en los grandes laboratorios se tiende a automatizar alguna o


todas estas acciones por medio de sistemas preanalíticos robotizados controlados por el
sistema informático. Esto permite aumentar la capacidad de trabajo, disminuir los errores
y aumentar la seguridad biológica.

2. Identificación del paciente:

Es responsabilidad de Enfermería asegurarse de que la muestra de sangre se


extrae a la persona que figura en la petición.
Debe solicitar al paciente que se identifique con su nombre y apellidos y compararlo con
lo que figura en la petición y el nº de identificación de dicha petición con el nº de etiqueta
de los tubos.

3. Preparación del paciente:

Debemos tener en cuenta las características individuales: edad, sexo, raza,


situaciones fisiológicas especiales (embarazo, menopausia…), hábitos tóxicos,
ejercicio físico, toma de medicación…

Informar al paciente del procedimiento y verificar que las condiciones para la


extracción sean las adecuadas:

Ayunas: el paciente debe acudir en ayunas, como norma general de 8 horas, salvo
que específicamente sepa que no es necesario para las determinaciones
solicitadas o en caso de diagnóstico de urgencia.

-Hábito de fumar: no fumar antes de la extracción. Provoca aumento de la glucosa,


colesterol, triglicéridos y enzimas hepáticas.

-No realizar actividad física intensa previa: aumenta los valores de las enzimas
musculares (CPK, LDH, potasio, glucosa, lactato, prolactina y cortisol).

Dieta

La dieta a la que está sometido el individuo, respetando siempre el período reglamentario


de ayuno, puede interferir en la concentración de algunos componentes, dependiendo de las
características orgánicas del propio paciente. Alteraciones bruscas de la dieta, como, en
general, en los primeros días de un ingreso hospitalario, exigen cierto tiempo para que
algunos parámetros vuelvan a los niveles basales.

1 Recepción y sala de espera Es recomendable que el laboratorio clínico cuente, al menos,


con una sala de espera para pacientes y acompañantes. Esta zona puede ser compartida con
otras unidades diagnósticas, siendo necesario instalar cuartos de baño para clientes y
acompañantes.
Uso adecuado del torniquete
El torniquete se utiliza para aumentar la presión intravascular, y facilita la palpación de la
vena y que los tubos de recogida o la jeringa se llenen. Se debe disponer de torniquetes o
productos que cumplan su función al realizar la venopunción. Entre otros:
• Torniquete de un solo uso, desechable, preferiblemente que no contenga látex.
• El manguito del tensiómetro inflado hasta 40 mmHg para adultos.

Se debe evitar el uso de torniquetes de tejidos plásticos, con cierre de grapas plásticas,
hebillas o tipos similares de fijación.
Si el torniquete contiene látex, se debe preguntar al paciente si tiene alergia a ese
componente. Si el paciente es alérgico al látex, no utilizar ese material para el torniquete.

Los torniquetes de deben descartar inmediatamente si están contaminados con sangre u


otros fluidos corporales.

Es posible que la persona que extrae la sangre no pueda hacer visible la vena antecubital
con la seguridad requerida sin aplicación del torniquete.

La extracción de sangre con jeringa y aguja se utiliza desde hace muchos años. Por ser la
técnica más antigua desarrollada para la extracción de sangre venosa, se enraizó en
algunas áreas de la salud, dado que el mismo producto es utilizado para infundir
medicamentos.
Por ello, además de ocasionar posibles errores preanalíticos, la extracción con jeringa y
aguja es un procedimiento de riesgo para el profesional de la salud, aparte de manipular
la sangre, también debe eliminar, de forma segura, el dispositivo punzante depositándolo
en el contenedor de residuos adecuado. Con la llegada de la NR32, los dispositivos de
seguridad (imagen 11) deben estar acoplados en los materiales punzantes (agujas,
palomillas, etc.), incluso las agujas hipodérmicas, y la manipulación de material biológico
debe ser el mínimo posible.
De acuerdo con el CLSI, se debe evitar la venopunción realizada con jeringa y aguja por
razones de seguridad, no obstante, siempre que la jeringa y la aguja se usen para la
extracción de sangre se debe utilizar un dispositivo de transferencia (imagen 11b). Se
trata de un adaptador de extracción de sangre por vacío, con aguja distal acoplada para la
transferencia de la sangre de la jeringa directamente al tubo, sin la necesidad de
manipulación de la sangre y la apertura del tubo (CLSI H3- A6, Procedures for the
Collection of Diagnostic Blood Specimens by Venipuncture; Approved Standard, 6th ed.).

tubos plásticos de extracción de sangre


1. Frascos para hemocultivos.
2. Tubos con citrato (tapa azul claro).
3. Tubos para suero con activador de coágulo, con o sin gel separador (tapa roja o
amarilla).
4. Tubos con heparina con o sin gel separador de plasma (tapa verde).
5. Tubos con EDTA (tapa malva).
6. Tubos con fluoruro (tapa gris).

Transporte de las muestras


Después de la recogida, las muestras deben ser transportadas al laboratorio en, como
máximo, dos horas, pues atrasos en el inicio de la incubación de los frascos puede retrasar
o incluso impedir el crecimiento de microorganismos (si las muestras se incuban de 35 a
37ºC antes de ser introducidas en el equipo). Las botellas de hemocultivos nunca se
deben refrigerar o congelar, puesto que las bajas temperaturas pueden hacer inviables
algunos microorganismos. Lo ideal es transportar las muestras a temperatura ambiente

Identificación del paciente


La correcta identificación del paciente junto con otra información complementaria son
esenciales para que el laboratorio pueda valorar correctamente los resultados obtenidos
después del análisis de la muestra. Los datos más relevantes son:
Nombre completo del paciente, edad y sexo, • Número/registro del paciente, •
Identificación del médico solicitante, • Localización del paciente: Piso, habitación y cama,
• Fecha y hora de obtención de la muestra, • Fracción de oxígeno inspirado (FIO2), •
Temperatura del paciente, • Frecuencia respiratoria, • Modo de ventilación: Respiración
espontánea o ventilación asistida/controlada, • Zona de la punción, • Posición o actividad:
En reposo o después de practicar ejercicio, • Identificación de la persona que extrae la
sangre.

Transporte y conservación de las muestras

Se recomienda que haya documentación sobre el transporte y conservación de las


muestras recogidas o recibidas, asegurándose de su integridad, estabilidad y seguridad
pública.
Los documentos deben establecer el plazo, condiciones de temperatura y patrón técnico
para garantizar la integridad y la estabilidad de las muestras y de los materiales. Además,
el transporte de las muestras en zonas comunes a otros servicios o de circulación de
personas se deben realizar en condiciones de seguridad para los transportistas y para el
público en general.
Se recomienda además, que haya una inspección del material biológico al recibir las
muestras recogidas por parte del personal competente para esta tarea de seguimiento.
Por tanto, es necesario establecer criterios de aceptación, rechazo o aceptación de
muestras con restricciones. En las situaciones en que la aceptación esté sujeta a
restricciones, se recomienda que haya registros de identificación del responsable para su
liberación.

La hemólisis es un efecto preanalítico evitable en la mayoría de los


casos. Su aparición se debe a la técnica de extracción empleada y a las
condiciones de transporte y preparación de las muestras. Su presencia
produce error en muchas determinaciones habituales en química clínica,
en muchos casos por la mezcla del contenido intraeritrocitario y en algún
caso por el efecto interferente de componentes del hematíe, como la
hemoglobina. En los laboratorios es necesario detectar y cuantificar la
hemólisis en las muestras de forma estandarizada. La mayoría de los
analizadores de bioquímica actuales incorporan sistemas de
cuantificación espectrofotométrica de la hemoglobina. La influencia de la
hemólisis en una magnitud depende de la metodología empleada, por lo
que se debería solicitar a los fabricantes de equipos la realización de
estudios y una información detallada sobre la influencia de la hemólisis
en sus determinaciones, para que cada laboratorio pueda establecer el
grado de hemólisis que supone error significativo para una magnitud, de
acuerdo con sus especificaciones de calidad.
Separación de suero o plasma

Recomendación: Suero o plasma debe ser separado lo mas pronto posible, salvo en casos donde se
demuestre que puede permanecer más tiempo sin separase. El limite máximo se de DOS HORAS
NOTA: Un tiempo menor a dos horas se recomienda para Potasio, ACTH, Cortisol, Catecolaminas y 
homocisteina. Ver recuadro

Hasta 48
< 1 hora < 2 horas
horas

Albumina
FAL  GPT
Bilirrubina
Potasio Calcio
ACTH Colesterol
Cortisol CK
Catecolaminas Creatinina 
El resto de las determinacions no listadas en las otras dos columnas
Homosisteína Magnesio
Glucosa Sodio
LDH Proteinas
Hierro T3  T4
Urea
Acido úrico
Amilasa
Temperatura:  como norma general para la conservación de muestras en el
laboratorio, se emplean las siguientes temperaturas:

 Temperatura de nevera (4ºC)


 Temperatura de congelación (−5º C)
 Ultracongelacion (-80ºC)

Generalmente cuando más baja es la temperatura, mayor es la estabilidad (se


inhiben los procesos enzimáticos que alteran la muestra, así como el posible
crecimiento microbiano)

 B. pH:  Ciertos componentes de la sangre son mucho más estables cuando


aumenta o disminuye el pH.

2. Conservación de la sangre entera:


 La sangre entera puede ser conservada para un análisis hasta 4 horas sin
tratamiento alguno Tanto a 20º C como a 4º C
 Como norma general siempre que se pueda realizar cualquier análisis de sangre
antes de las 4 horas de su recogida.
 No debe conservarse largos periodos ni siquiera a 4º C.
 No es aconsejable  conservarla a temperatura ambiente.
 No existe ninguna sustancia química que añadida a la sangre entera, impida la
producción de modificaciones de importancia diagnóstica significativa.
 No debe ser congelada.

TUBOS Y CONTENEDORES

Dependiendo de las determinaciones analíticas solicitadas la muestra se recogerá en diferentes


tubos y contenedores:

TUBOS DE SANGRE

Tubo sin aditivos: Utilizados para la obtención de suero (pruebas de Bioquímica, serología,
metabolismo del hierro...); no llevan anticoagulante aunque sí contienen (no obligatoriamente)
activadores, que facilitan la retracción del coágulo, y gel separador, que facilita la separación de
suero y coágulo tras la centrifugación.

Con ella se obtiene el suero, tras dejar reposar la sangre recién extraída al menos 10 minutos a
temperatura ambiente para que se forme el coágulo y centrifugar.

Existen varios tamaños: pequeño de 5 ml, grande de 10 ml y microtubos de 0,8 ml.

Tubo EDTA: Contiene como anticoagulante el EDTA K3 (sal tripotásica del ácido etilén-diamino-
tetraacético). Es el tubo utilizado para la hematimetría (hemogramas), Banco de Sangre y otras
pruebas. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada. Existen varios tamaños: pequeño de 3 ml,
grande de 10 ml y microtubos de 1 ml.

Tubo Heparina de Litio: Contiene como anticoagulante la Heparina de Litio. Se utiliza para realizar
determinaciones bioquímicas y algunas técnicas especiales. Con ella se obtiene sangre total
anticoagulada.

Tubo Citrato (para coagulación): Contienen como anticoagulante citrato trisódico. El citrato viene
en una cantidad prefijada para mezclarse con un volumen fijo de sangre; la exacta proporción de
sangre y anticoagulante es crucial en la realización de las pruebas de coagulación, ya que si no es
la adecuada, los resultados se alteran.

Con ella se obtiene el plasma, tras centrifugación de la sangre anticoagulada.

Tubo Citrato (para VSG): Contiene también como anticoagulante citrato trisódico, aunque la
concentración es distinta que en el citrato de coagulación. Se utiliza exclusivamente para la
determinación de la Velocidad de Sedimentación Globular.

Con ella se obtiene sangre total anticoagulada.

La centrifugación se puede llevar a cabo a escala preparativa o escala analítica. La primera se


utiliza para aislar partículas para su aprovechamiento posterior y la segunda permite determinar
propiedades físicas como la velocidad de sedimentación o el peso molecular.

La centrifugación preparativa se utiliza para separar partículas según la velocidad de


sedimentación (centrifugación diferencial), la masa (centrifugación zonal) o la densidad
(centrifugación isopícnica). En el primer caso se obtiene un líquido sobrenadante y un materioal
sedimentado. En los otros dos casos las patículas se distribuyen en fracciones de diferentes
densidades de un fluido líquido (centrifugación mediante un gradiente de densidades).

Las partículas se pueden separar en función de la velocidad de sedimentación (centrifugación


diferencial), la masa (centrifugación zonal) o la densidad (centrifugación isopícnica). La
centrifugación zonal y la centrifugación isopícnica constituyen ejemplos de centrifugación
mediante un gradiente de densidades. 

Criterios de aceptación y rechazo de muestras

Los laboratorios de coagulación deben contar con procedimientos, instructivos y registros para la
acepta- ción y rechazo de muestras. Los instructivos serán apli- cados por los encargados de toma
de muestra, la unidad de recepción de muestras del laboratorio y el profesional encargado del
área. Se sugieren los siguientes criterios de aceptación y rechazo de muestras:

• Tubo mal rotulado o sin rotular.

• Muestra coagulada.

Muestra derramada sobre el tubo o contenedor de transporte.

Llenado del tubo, criterio +/- 10% del volumen ideal (verificar vacío del lote de tubos).

Muestras en tubos donde la etiqueta comercial, no coincide con el color de la tapa.

Rotulación del tubo, nombresyapellidos no legibles.

No correspondencia entre los datos de la solicitud de examen y la rotulación del tubo.

Muestra hemolizada, lipémica o ictérica (visuali- zación post centrifugado, el rechazo o aceptación
dependerá del método de medición).

Tubosconmuestrasespumosas(exceso deagitación)

Tubos inadecuadamente cerrados

Tubos inadecuados, anticoagulante distinto a citra- to de sodio.

Fecha y hora de toma de muestras fuera de los tiempos de conservación de la muestra.

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