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Defensa :

Buenos días ciudadano juez, señora fiscal, miembros de este Tribunal


y demás personas presentes, Aun cuando no podemos rebatir el
hecho de que nuestro defendido, señor Jefferson Guacaran, fue el
autor de la muerte del ciudadano _____________________, porque
realmente así sucedió, si podemos y lo haremos a través de todo el
Juicio, será presentar los alegatos basados en los testimonios y
demás elementos recabados por las autoridades, para llegar a la
verdad de lo sucedido en la mencionada fecha del suceso.

Ahora bien, debo comenzar rebatiendo e impugnando de todo hecho y


derecho la acusación fiscal y denunciando una flagrante violación a los
derechos de mi cliente por parte de la representación Fiscal y por
parte de este Tribunal al Haber sido acusado inequívocamente, mi
cliente y aceptada la acusación como en efecto lo fue, la denuncia que
hago es la violación de la Ley por errónea aplicación de una
norma Jurídica, por cuanto la acusación dictamina “HOMICIDIO
INTENCIONAL POR MOTIVOS FÚTILES E INNOBLES (Art.408
num 1) y debo dejar claro que Cuando se trata, como en el
presente caso, de homicidio y se aplica la agravante de motivos
fútiles o innobles, deben establecerse, con toda claridad y con el
debido soporte probatorio, las circunstancias que le sirven de
base a la calificación del delito y la explicación, de las razones
por las cuales se considera, concurrente ese elemento calificativo
del delito y según lo relatado por el “único” testigo presentado por la
Fiscalía Ciudadano PEDRO FELIPE, el abuelo, que dice “ Yo estaba
en mi cuarto y mis hijos ALEXANDER y PEDRO estaban tomándose
unas cervezas, cuando escuche que estaban peleándose entre
ellos……, en ningún momento él vio lo ocurrido o sea que no es
testigo presencial, en este caso será testigo referencial del hecho y
eso si, TESTIGO PRESENCIAL DE LA RIÑA suscitada entre el
Acusado y el hoy Occiso, él salió del cuarto, los desaparto y se fue
nuevamente al cuarto, en su testimonio él mismo relata que su nieto
JEFERSON le dijo “ Creo que mate a mi tío”. Lo cual deja claro que la
muerte se produjo durante la realización de una riña o pelea entre
ellos (los presentes) encuadrándose entonces la situación dentro del
texto del Artículo 426 del CP o lo que se llama homicidio en riña. Con
la consabida rebaja de la pena. Debo dejar claro que la fiscalía no
tomo la declaración y más aun no tomo en cuenta la presencia del
ciudadano Tío de Jefferson, el cual a todas estas, el UNICO Testigo
presencial del echo . Se basó en el testimonio del Abuelo y en las
demás pruebas, como lo son la experticia al Arma Homicida, la cual
debo dejar claro que reza en autos (folio 6 y vto) “ nos pudimos
percatar que el arma homicida había sido limpiada” o sea que en
ningún momento pueda ser utilizada como argumento probatorio de la
acusación . Por eso nuestra descalificación a la acusación por errada
e inmotivada, ya que se baso solo en argumentos no probatorios.

Mi petición es para que este Tribunal corrija el error cometido en la


Acusación Fiscal, admitiendo así, las excepciones que se consignaron
en las fechas oportunas y cambie el Calificativo según la letra del
articulo 424 del código penal “En caso de homicidio cometido en
riña cuerpo a cuerpo, si el herido o interfecto la hubiere
Provocado y aunque el heridor o matador la hubiere aceptado o
continuado a pesar de Haber podido cortarla o de haber podido
abstenerse de reñir sin grave riesgo, se tendrá en Cuenta aquella
circunstancia y se aplicará la pena correspondiente con la
atenuación prevista en la primera parte de este artículo”

Hay bastante jurisprudencia que puedo alegar al respecto en


casos muy similares, en los cuales las sentencias fueron
favorables al cambio de calificativo.

Sentencia nº 315 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de


Casación Penal de 7 de Junio de 2005

Fecha de Resolución: 7 de Junio de 2005

Emisor: Sala de Casación Penal

Número de Expediente: C04-0129

Ponente: Héctor Manuel Coronado Flores

Procedimiento: Recurso de Casación

Sentencia nº 630 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de


Casación Penal de 13 de Noviembre de 2007
MAGISTRADO PONENTE Dr. H.M.C.F.
El 8 de octubre de 2002, la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, dictó un auto mediante el cual declaró inadmisible el recurso de apelación
propuesto por la parte querellante, ciudadana S.D.V., y el 6 de marzo de 2003, dictó decisión
en la cual declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el Fiscal Primero del
Ministerio Público y parcialmente con lugar la apelación propuesta por la defensa y condenó al
acusado C.E.M.E., venezolano, comerciante y con cédula de identidad número 10.919.533, a
la pena de siete años de presidio y a las accesorias legales correspondientes, por la comisión
del delito de homicidio en riña (artículo 424 del Código Penal), en perjuicio del ciudadano
O.J.R.H., modificando el fallo dictado por el Juzgado Primero de Juicio, del mismo Circuito
Judicial, que había condenado al nombrado acusado a la pena de diez años de presidio por la
comisión del mencionado delito.
Contra dicho fallo propuso recurso de casación la parte querellante y el Fiscal Primero del
Ministerio Público.
El 10 de julio de 2003, esta Sala de Casación Penal, en vez de conocer los recursos de
casación interpuestos, anuló, de oficio, el auto dictado por la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia, de fecha 8 de octubre de 2002, que declaró inadmisible el
recurso de apelación propuesto por la parte querellante, ciudadana S.D.V., y ordenó a dicha
instancia judicial admitir y resolver dicho recurso.
El 21 de enero de 2004, la Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, integrada por las Juezas D.C.L., L.R. deI. (ponente) y S.C. deP., dictó los
siguientes pronunciamientos: 1) declaró parcialmente con lugar los recursos de apelación
propuestos por la parte querellante, ciudadana S.D.V. y por el Fiscal Primero del Ministerio
Público del referido Circuito Judicial; 2) declaró sin lugar el recurso de apelación propuesto por
la defensa del acusado C.E.M.E., venezolano, comerciante y con cédula de identidad número
10.919.533 y 3) condenó al nombrado acusado a la pena de trece años y seis meses de
presidio y a las accesorias legales correspondientes, por la comisión del delito de homicidio
intencional (artículo 407 del Código Penal).
Contra la decisión que antecede propuso recurso de casación el abogado J.A.F.V., inscrito en
el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 19.553, en su carácter de defensor
del acusado C.E.M.E..
La abogada Leslis Moronta López, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
el número 12.143, apoderada judicial de la parte querellante, ciudadana S.D.V., al contestar el
recurso de casación propuesto por la defensa, expresó que la decisión de la Corte de
Apelaciones está ajustada a derecho.
Recibido el expediente el día 1° de abril de 2004, se dio cuenta en Sala de Casación Penal y
se designó ponente al Magistrado Doctor R.P.P.. Por falta absoluta de éste, al habérsele
concedido el beneficio de jubilación, se reasignó la ponencia al Magistrado Suplente Doctor
J.E.M. Graü.
En fecha 02 de noviembre de 2004, se declaró admisible la segunda y cuarta denuncias y se
convocó a las partes para la audiencia oral y pública, teniendo lugar este acto el día 18 de
noviembre del mismo año, con la asistencia del defensor privado, abogado J.A.F.V., la
abogada Leslis Moronta López, apoderada judicial de la víctima querellante ciudadana S.D.V.
y la víctima querellante ciudadana S.D.V., acogiéndose esta Sala al lapso establecido en el
último aparte del artículo 466 del Código Orgánico Procesal Penal.
En virtud del nombramiento por la Asamblea Nacional, en fecha 13 de diciembre de 2004, de
los Magistrados principales y suplentes de este alto Tribunal, correspondió la presente
ponencia el Magistrado Doctor H.M.C.F. y con tal carácter la suscribe.
El 28 de febrero de 2005, se convocó a las partes a la audiencia oral y pública para el día 10
de marzo del mismo año. El día antes, 09 de marzo, fue diferida la audiencia pública, teniendo
lugar el 29 de marzo del mismo año, con la asistencia de las partes, las cuales expusieron sus
alegatos en forma oral y escrita.
Cumplidos como han sido los trámites procedimentales del caso, se pasa a dictar sentencia
en los siguientes términos:
DE LOS HECHOS
El día primero de septiembre del año 2001, siendo entre las 12:30 y 1:00 de la madrugada
aproximadamente, llegó al depósito de Licores Tío Lucas, ubicado en la Avenida 9, Sector El Perú,
Municipio San F. delE.Z., el ciudadano O.J.R.H., en su vehículo tipo Van, acompañado por los
ciudadanos Kender Márquez y A.L. en su vehículo modelo Corsa, acompañado por E.H.C., al llegar al
sitio se presenta una discusión con el chofer de un Ford Sierra Blanco, llamado Albenis quien se
disponía a salir del estacionamiento, ambos choferes se bajan y discuten, quedando todo en palabra y el
chofer del Ford Sierra se retira del lugar; Kender Márquez trata de subir pero la Terraza se encontraba
cerrada. El acusado de autos ya se encontraba en el sitio acompañado, entre otras personas, por
A.G.P., Javier y J.P., se presenta una discusión y J.P. le da una cachetada a E.H.C., quien corre por
detrás del carro propiedad de M.G. que se encontraba estacionado frente al depósito y es llevado hacia
los lados del estacionamiento por A.L. y O.J.H.. El hoy occiso se regresa en busca de J.P., quien le dio
la cachetada (sic) a E.H., comienzan a discutir, se van a los golpes y el acusado, encontrándose
presente interviene en el hecho para mediar, luego de manera rápida e imprevista, el acusado empuja a
J.P. y al hoy occiso y da la espalda para retirarse del sitio, es cuando recibe el primer disparo en una
pierna y a partir de ese momento se produce un intercambio de disparos entre ambos, estando de pie y
desde el piso arrojando este intercambio de disparos como resultado, que el hoy occiso recibiera la
cantidad de once (11) heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego, una herida
producida por una esquirla de plomo, una herida contusa en el cuero cabelludo en región occipito
parietal izquierda y cinco excoriaciones por roce de codo y antebrazo derecho, encontrándose aún con
vida; el acusado recibe cuatro heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego.
Cuando cesan los disparos, A.L., quien se encontraba dentro de su vehículo, sale a verificar el estado de
sus compañeros y se encuentra a Kender Márquez tapándose en la pared del depósito, y al preguntarle
por Omar, le informa que está en el suelo, salen en su ayuda y lo encuentran boca abajo con los brazos
extendidos hacia la calle y el arma en la mano, le dan vuelta y llega al sitio una unidad de Polisur, su
conductor verifica que el hoy occiso aún presentaba signos vitales y con la ayuda de Augusto y Kender
lo montan en la Unidad y lo trasladan al Hospital General del Sur. Kender se va en la Unidad de
Polisur y Augusto sigue a la patrulla en su vehículo. Durante el trayecto hacia el Hospital General del
Sur, el hoy occiso manifiesta al funcionario J.S., de Polisur, que las heridas se las produjo Chester,
ingresando al Centro Asistencial sin vida, siendo la causa de su muerte shock hipovolémico por lesiones
vasculares y viscerales producidas por arma de fuego. El acusado ya había sido levantado y trasladado
al Hospital Noriega Trigo por A.P., en su vehículo Chrysler Neon. Al sitio del suceso se presentaron los
funcionarios de la Policía Regional F.M. y L.G., quienes al ser informados de lo sucedido se retiran
para ubicar al acusado y no procedieron a resguardar el sitio, por cuanto ya había intervenido la
Policía Municipal de San Francisco, encontrando al acusado C.M. en el Hospital Noriega Trigo, donde
el vigilante les hace entrega del arma de fuego marca Beretta y les indica que en el Centro se encuentra
la persona que trasladó al herido y el vehículo, procediendo a su identificación y detención,
inspeccionan el vehículo y lo retienen. Por otro lado, el arma tipo Sig Sauer es entregada por A.L. junto
a la esposa del occiso, al funcionario de la Brigada de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, O.G.C.

.(folio 532 y 533 de la pieza 2 del expediente)


DEL RECURSO
SEGUNDA DENUNCIA
Con fundamento en el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, denuncia la infracción
del artículo 407 del Código Penal, por errónea aplicación. Según el impugnante, la recurrida
“... al momento de resolver los recursos de apelación interpuestos por las partes acusadoras
señala expresamente que mi defendido da respuesta al impacto del proyectil recibido por la
espalda y efectuado por el hoy occiso e inicialmente al accionar el arma de fuego que portaba
no lo hace sin razón pues ya ha tenido una provocación por la víctima hoy occiso O.R.H. el
cual lo impacta cuando el imputado dio la espalda...”
CUARTA DENUNCIA
Con base en el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, denuncia la infracción del
artículo 424, segundo aparte,
eiusdem, por errónea aplicación. En su criterio, los hechos que se dieron por probados por la
recurrida fueron erróneamente calificados.
Después de analizada la relación que existe entre las denuncias admitidas, la Sala pasa a
resolverlas conjuntamente.
Los hechos transcritos ut-supra, a su vez fueron reproducidos por la recurrida y de ellos se
desprende que el día 1° de septiembre de 2001, en horas de la madrugada, en el depósito de
Licores Tío Lucas, ubicado en la Avenida 9, Sector El Perú, Municipio San F. delE.Z., O.J.R.H.
y A.L. (acompañados por Kender Márquez, y E.H.C.), discutieron con el ciudadano Albenis,
cuando éste se retiraba en su vehículo de la licorería. Seguidamente se presenta una
discusión y J.P. le da una cachetada a E.H., luego A.L. y Rondón Huerta se llevan a E.H.
hacia los lados del estacionamiento. Al momento Rondón Huerta se regresa en busca de J.P.,
se ponen a discutir, cayéndose a golpes y al momento interviene Montero Espina, luego los
empuja y da la espalda, y recibe un disparo en una pierna, producido el disparo por Rondón
Huerta. Igualmente Montero Espina acciona la pistola y se produce el intercambio de disparos,
uno de los disparos que recibe el occiso es
en el hombro izquierdo, a corta distancia y los demás disparos los reciben los dos, estando de
pie y en el piso.
La recurrida al referirse a los hechos establecidos por el Tribunal de Primera Instancia, declaró
parcialmente con lugar los recursos de apelación interpuestos por el Ministerio Público y por la
parte querellante e impuso al acusado C.E.M.E. la pena de trece años de presidio por la
comisión del delito de homicidio intencional, tipificado en el 407 del Código Penal.
Ahora bien, en relación a la primera denuncia del recurso de apelación propuesto por la parte
querellante, por errónea aplicación del artículo 407 del Código Penal, la recurrida señaló:
...Quienes aquí deciden, observan que no le asiste la razón a la Querellante al afirmar que la
calificación del delito deba ser HOMICIDIO CALIFICADO, encuadrado en motivos fútiles e innobles,
partiendo de que EL HOMICIDIO POR MOTIVOS FUTILES E INNOBLES, significa matar por matar,
y ello no es el supuesto que se verifica en esta causa, por cuanto se evidencia que el ciudadano
C.E.M.E., da respuesta al impacto de proyectil recibido por la espalda e inicialmente al accionar el
arma no lo hace sin razón, pues ya él ha tenido una provocación por parte de la víctima hoy occiso
O.J.R.H., al impactarle cuando él dio la espalda lo cual impresiona que pudiera haber obrado en
legítima defensa, pero, al accionar el arma el acusado once (11) veces contra la humanidad de la
víctima, da por sentado que el ánimo de defensa, se ha transformado en animus necandi, por lo cual se
convierte su acción antijurídica y culpable en HOMICIDIO INTENCIONAL, apartado por demás de un
exceso en la defensa porque para que este se hubiera podido llegar a verificar, el agente aún actuando
en exceso en su defensa, debe obrar protegiendo el bien jurídico que se le ha puesto en peligro, pero
siempre con el ánimo de defenderse no con animus necandi, porque si hubiera dicho animus lo que
existe es ánimo de matar y no de defenderse. El Juez a quo dejó comprobado plenamente la
perpetración de un delito, es decir, de un hecho que reviste carácter penal y para ello constató su
tipicidad, aunque incurriendo en errónea interpretación de la norma aplicable al homicidio intencional
por los juzgadores indicados, pues al subsumirlos en el derecho le fue aplicada otra norma como lo es
la correspondiente a la riña cuerpo a cuerpo, que constituye una atenuante específica y no un delito
autónomo como fue interpretado en la recurrida, pues estamos en presencia de un Homicidio
Intencional, es decir se configura el tipo básico establecido en el artículo 407  de Código Penal, como
fue determinado en el debate oral y público y no se ajusta a las pretensiones de los acusadores...

En relación a la segunda denuncia del recurso de apelación interpuesto por la parte


querellante, por errónea aplicación del artículo 424 del Código Penal, la recurrida expresó:
“...sin darse por enterada la Juez Profesional, que había dado por comprobado la existencia
de riña con intervención de personas distintas a la del acusado y de la víctima directa, no de
una riña cuerpo a cuerpo entre la víctima hoy occiso y el acusado, tipo que ciertamente
contempla nuestra ley equiparándola al llamado duelo entre dos sujetos, la cual debe ser
aceptada tanto por la víctima como por el victimario... realizada con lealtad e igualdad entre
las partes, la cual se puede llevar a afecto con piedras, palos y otros instrumentos, la misma
se puede dar a cierta distancia. Además, en el Segundo Aparte del artículo 424 ejusdem, se
prevé la hipótesis de la Riña Cuerpo a Cuerpo, se requiere que aparezca demostrada la lucha
surgida entre dos personas en forma súbita o repentina, es decir, el acontecimiento por las
vías de hecho y debe constar que quién resultó lesionado e interfecto fue el provocador y que
conste también, que el herido o matador hubiese aceptado la riña o la hubiera continuado a
pesar de haber podido cortarla o abstenerse de reñir sin graves riesgos..."
Y continúa:
“...Esta Sala para decidir, observa que la Riña a la que se refiere la recurrida, se realizó
momentos anteriores al delito en el que se encuentra incurso C.E.M.E., y ella no puede
considerarse como parte del iter criminis del mismo, amén de que el hoy acusado no participó
en esa riña, quedando demostrado con los testimonios de los ciudadanos C.N.C., que dice:
…en eso Chester volteó y Omar le pegó un tiro, Chester se volteó y le pega otro tiro y empiezan a
caerse a tiros, entonces Chester trata de voltearse… y Omar le pega otro tiro y Chester se cae, ahí se
caen a tiros, todavía en el suelo se dan otros tiros...

Y del ciudadano M.J.G.A., al manifestar:


…hubo una discusión en la puerta, estaban discutiendo, había un grupo de personas, de pronto que
golpearon a un muchacho y salió corriendo…lo agarraron y lo metieron para el estacionamiento, de
allá para acá salió una persona, en forma disgustada, como rabiosa, venía refunfuñando, le lanza unos
golpes a un señor alto, joven, cargaba una gorra, y el señor se lo regresa
…”El muerto disparó primero a Chester por la espalda”…”No vi que a la víctima le dieron un
botellazo”…”Cuando él se da la vuelta (refiriéndose al acusado) este muchacho al que le pone
las manos sacó de la cintura una pistola y le disparó por la espalda, cuando el dispara se le
encima hacia delante…se encima y Chester se voltea y dispara, y se siguen disparando,
Chester da la vuelta…y cae, cuando se cayó se volteó y se siguen disparando entre los dos...”
Al analizar el recurso de apelación interpuesto por el representante del Ministerio Público
(errónea aplicación del artículo 424 del Código Penal, por errónea calificación del delito como
homicidio en riña) expresa la recurrida que tales planeamientos fueron resueltos al analizar y
dar respuesta al recurso de apelación interpuesto por la parte querellante.
La recurrida considera que, según las pruebas en el juicio oral, no se trata de una riña y no
encuadra la conducta del acusado C.E.M.E., en el artículo 424 del Código Penal.
Ahora bien, el acusado Montero Espina, en su declaración rendida en el juicio oral y público,
expresó:
... que llegué a la Licorería Tío Lucas solo como a las doce de la noche aproximadamente, J.P. le da
una cachetada al muchacho que acompañaba a Omar y se produce una discusión, el muchacho corre
atrás del carro y es llevado por el occiso y otro al estacionamiento. El occiso regresa en busca de quien
le dio la cachetada al amigo, se pusieron a discutir y se dieron unos golpes (refiriéndose al occiso y a
Peña). Cuando la discusión llega a golpes le di un empujón a Peña, me metí para evitar problemas, yo
di la espalda caminé como dos o tres pasos de la puerta del negocio para evitar problemas, fue cuando
él disparó, yo estaba de espalda, al voltear lo encontré a él, él me dijo ve que te mato y le di un tiro,
caminé hacia atrás y él caminó hacia atrás, él me disparó y yo le disparé, me voltee para cubrirme con
los carros y él me disparó en la rodilla y caí, me volteo y le hice varios disparos desde el piso, él me
disparó y yo le disparé, él me provocó, él disparó primero, y yo me defendí

. (folios 522 y 523, pieza 2)


De la transcripción hecha de la sentencia recurrida y de la declaración del acusado, se
observa que la razón asiste al recurrente pues los juzgadores de segunda instancia no
tomaron en
cuenta que de los hechos se desprende que el acusado, Montero Espina es quien se
interpone entre O.R. y J.P. cuando estaban peleando, que luego los empuja y que, en ese
instante, dejan a J.P. fuera de la pelea que ellos continúan pero accionando armas de fuego,
intercambiando disparos, los cuales fueron iniciados por O.R., quien disparó por la espalda a
Montero Espina. Se observa pues, que ambos participantes se encontraban en igualdad de
condiciones, que el hoy occiso continuó la pelea con el acusado, y de forma súbita y repentina
el hoy occiso es quien provoca al acusado con el primer disparo.
Ahora bien, el artículo 424, segundo aparte, del Código Penal expresa:
...En caso de homicidio cometido en riña cuerpo a cuerpo, si el herido o interfecto la hubiere
provocado y aunque el heridor o matador la hubiere aceptado o continuado a pesar de haber
podido cortarla o haber podido abstener de reñir sin grave riesgo, se tendrá en cuenta aquella
circunstancia y se aplicará la pena correspondiente con la atenuación prevista en la primera
parte de este artículo..."
En el presente caso, se observa pues, que la muerte de O.R.H. se produce en una riña cuerpo
a cuerpo, provocada
por él; o sea, el occiso o interfecto es quien provoca la misma, encontrándose los dos en
igualdad de condiciones, vale decir, armados, y que ambos contendores continuaron
disparando estando de pie y desde el piso.
En virtud de lo anterior, la Sala Penal decide que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia incurrió en errónea aplicación del artículo 407 del Código Penal, así
como también violó el artículo 424, segundo aparte, eiusdem, por haber calificado
erróneamente los hechos probados. En consecuencia, la Sala declara con lugar el recurso de
casación interpuesto por el ciudadano abogado J.A.F., en representación del ciudadano
acusado C.E.M.E..
La pena aplicable al ciudadano acusado C.E.M.E., es la establecida en el artículo
407del Código Penal, de doce a dieciocho años de presidio, acogida en su término medio, a
tenor de lo dispuesto en el artículo 37 eiusdem, o sea, quince años, acogiendo dicha pena en
su límite inferior, doce años, toda vez que el acusado no tiene antecedentes penales, de
conformidad con el artículo 74, numeral 4 ibídem. Por otra parte, habida cuenta que el delito
de homicidio fue cometido en el transcurso de una riña, a la pena de doce años deberá
restársele, de una a dos terceras partes de la pena correspondiente al hecho punible, lo que
da como
resultado seis años de presidio (una tercera parte, ocho años; y dos terceras partes, cuatro
años) conforme al artículo 37 del Código Penal, como autor responsable del delito de
homicidio en riña, en perjuicio de O.J.R.H..
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación
Penal, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara
con lugar el recurso de casación propuesto por la defensa del acusado C.E.M. espina, anula el
fallo dictado por la Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones, de fecha 21 de enero de 2004, en
cuanto a la calificación jurídica y la pena impuesta al mencionado acusado y lo condena a la
pena de seis años de presidio, y a accesorias legales correspondientes, como autor
responsable del delito de homicidio en riña, en perjuicio de O.J.R.H..
Publíquese, regístrese y remítase el expediente
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Penal, en Caracas a los siete ( 07 ) días del mes de junio del año 2005. 195° de
la Independencia y 146° de la Federación.
El Magistrado Presidente,
ELADIO APONTE APONTE
El Magistrado Vicepresidente,
H.M.C.F.
PONENTE
Los Magistrados,
A.A.F.
B.R.M. de LEÓN
D.N.B.
La Secretaria,
G.H.G.
HMCF/ lh
Exp. Nº 2004-0129
VOTO SALVADO
El Magistrado Doctor A.A.F. lamenta disentir de sus honorables colegas, Magistrados
Doctores ELADIO APONTE APONTE, H.C.F. (ponente), B.R.M. DE LEÓN y D.N.B., acerca de
la opinión sostenida por ellos en el fallo que antecede. Opinión mayoritaria que el Magistrado
disidente respeta pero no comparte, por lo cual se permite salvar su voto basándose en las
razones siguientes:
La Sala Penal decidió declarar con lugar el recurso de casación interpuesto por el ciudadano
abogado J.A.F.V., Defensor del ciudadano acusado; anular el fallo dictado por la Sala N° 3 de
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia del 21 de enero de 2004 lo
relativo a la calificación jurídica y a la pena impuesta; y condenar al ciudadano C.E.M.E. a la
pena de SEIS AÑOS DE PRESIDIO, más las accesorias correspondientes, por la comisión del
delito de HOMICIDIO EN RIÑA, tipificado en el artículo 407 del Código Penal en relación con
el artículo 424 “eiusdem”.
No puedo aprobar que condenen a un ciudadano que actuó en legítima defensa de su vida y
que “...interviene en el hecho para mediar... da la espalda para retirarse del sitio, es cuando
recibe el primer disparo en una pierna...”.
Actuó el agraviado, quien lamentablemente falleció, como un provocador que sorpresiva y
violentamente agredió por la espalda al imputado, por lo que éste se vio obligado a repeler la
agresión ilegítima de la que había sido objeto.
El Magistrado disidente considera que la sentencia recurrida no se encuentra ajustada a
Derecho, porque si bien estableció correctamente los hechos, aplicó indebidamente los
artículos 407 y 424 del Código Penal. Procedía la casación de oficio en interés de la Justicia y
en beneficio del imputado C.E.M.E., al encuadrar perfectamente su conducta en el ordinal
3º del artículo 65 del Código Penal que consagra la impunibilidad de la conducta allí descrita.
Quedan así expresadas las razones de mi voto salvado.
Fecha "ut-supra".
El Magistrado Presidente,
E.R. APONTE APONTE
El Magistrado Vicepresidente,
H.C.F.
El Magistrado,
A.A.F. Disidente
La Magistrada,
B.R.M. DE LEÓN
La Magistrada,
D.N.B.
La Secretaria,
G.H.G. 04-129
AAF/sd
VOTO SALVADO
Quien suscribe, D.N.B., Magistrada de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, salva su voto por disentir del criterio mayoritario sostenido en la decisión que
antecede, en la que se declaró con lugar el recurso de casación interpuesto por la Defensa del
acusado C.E.M.E., se anuló el fallo dictado el 21 de enero de 2004, por la Sala N° 3 de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en cuanto a la calificación
jurídica y a la pena impuesta al mencionado acusado y lo condenó a cumplir la pena de seis
años de presidio y a las accesorias legales correspondientes, como autor del delito de
homicidio en riña, en perjuicio de O.J.R.H..
Las alegaciones principales de la Sala de Casación Penal, fueron las siguientes: “De la
transcripción hecha de la sentencia recurrida y de la declaración del acusado, se observa que
la razón asiste al recurrente pues los juzgadores de segunda instancia no tomaron en cuenta
que de los hechos se desprende que el acusado, Montero Espina es quien se interpone entre
O.R. y J.P. cuando estaban peleando, que luego los empuja y que, en ese instante, dejan a
J.P. fuera de la pelea que ellos continúan pero accionando armas de fuego, intercambiando
disparos, los cuales fueron iniciados por O.R., quien disparó por la espalda a Montero Espina.
Se observa pues, que ambos participantes se encontraban en igualdad de condiciones, que el
hoy occiso continuó la pelea con el acusado, y de forma súbita y repentina el hoy occiso es
quien provoca al acusado con el primer disparo … En el presente caso, se observa pues, que
la muerte de O.R.H. se produce en una riña cuerpo a cuerpo, provocada por él; o sea, el
occiso o interfecto es quien provoca la misma, encontrándose los dos en igualdad de
condiciones, vale decir, armados, y que ambos contenedores continuaron disparando estando
de pie y desde el piso…”. En criterio de la Sala, en este caso se infringió el artículo
424 del Código Penal por errónea aplicación, al haberse acreditado que el homicidio
perpetrado en perjuicio de O.J.R.H., fue cometido en riña cuerpo a cuerpo, aplicándole la
atenuante prevista en dicha disposición legal.
Para arribar a tal conclusión, se obvió que los hechos acreditados ocurrieron en momentos
distintos. La recurrida dejó establecido que los hechos, cronológicamente, ocurrieron de la
siguiente manera: PRIMERO: El día de los hechos, llegaron al sitio donde se cometió el delito
enjuiciado, el ciudadano O.J.R.H. (occiso) con Kender Márquez, en su vehículo tipo van, y
estaban acompañados de A.L. quien arribó en su vehículo corsa, con E.H.C.. Una vez en el
lugar, se presentó una discusión entre A.L. y el ciudadano Albenis, que tripulaba un vehículo
Ford Sierra color blanco, quien iba saliendo del estacionamiento, bajándose ambos choferes
de sus vehículos, comenzaron a discutir de palabra, retirándose Albenis del lugar y todo
terminó allí. SEGUNDO: Posteriormente, se suscita otra discusión, cuando J.P. le da una
cachetada a E.H.C., este último comienza a correr tratando de perseguir al primero, y en ese
momento es interceptado por O.J.R.H. (occiso) y A.L. quienes lo retiraron del sitio llevándoselo
hacia los lados del estacionamiento y esta segunda discusión, terminó así. TERCERO:
Después de estar alejados O.J.R.H. (occiso) se regresa al sitio a buscar a J.P., lo consigue y
comienzan a discutir, se dan varios golpes y en ese momento se acerca C.E.M.E. (acusado)
para mediar en la pelea y este último empuja a J.P. y a O.J.R.H. (occiso) y acto seguido da la
espalda retirándose del sitio y esa discusión, presentada entre O.J.R.H. y J.P., terminó así, en
la cual no intervino el acusado, sólo trató de mediar y se retiró. CUARTO: Después, cuando
C.E.M.E. (acusado) se estaba retirando del sitio, recibe un disparo en la pierna, efectuado por
O.J.R.H. (occiso), procediendo C.E.M.E. (acusado) a accionar también su arma de fuego, por
lo que se produjo un intercambio de disparos entre ambos, resultando muerto O.J.R.H.
(occiso) quien recibió once heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego y
C.E.M.E. (acusado) recibió cuatro).
De lo expuesto precedentemente se evidencia que, el día de los hechos, efectivamente se
presentaron varias discusiones, unas de palabras y otras de golpes; en ellas participó el hoy
occiso O.J.R.H. y sus acompañantes, pero en ninguna de ellas participó el acusado C.E.M.E.,
pues en la última sólo trató de mediar en la discusión que tenían O.J.R.H. y J.P.. Igualmente,
debe aclararse que la muerte de O.J.R.H. no se produjo en el transcurso de una riña cuerpo a
cuerpo, sino posterior a las peleas que se habían dado con anterioridad. El hoy occiso terminó
de pelear con J.P. y es posteriormente, cuando esta pelea había finalizado, que le dispara a
una tercera persona que estaba de espalda a él (por lo que no puede entenderse que
existiese una riña entre ellos), desencadenando no una nueva pelea, sino un intercambio de
disparos entre ambos, resultando el hoy occiso con once heridas producidas por proyectiles
de arma de fuego, y el acusado con cuatro. Así debe interpretarse, pues entre el occiso y el
acusado, no hubo discusión, no hubo pelea, no hubo palabras, sólo intercambio de disparos,
por lo que mal puede asimilarse un intercambio de múltiples disparos entre dos personas a
una riña cuerpo a cuerpo.
Es por ello, que quien disiente, en primer lugar, considera que resulta imposible, fácticamente,
aplicar al presente caso la circunstancia atenuante descrita en el artículo 424 del Código
Penal, que requiere un enfrentamiento físico entre dos personas, ya que el acusado no
intervino en ninguna de las discusiones y riñas planteadas con anterioridad a la comisión del
delito.
En segundo lugar, considera que no están llenos los extremos legales necesarios, para
considerar, jurídicamente, que en el presente caso se da la figura del homicidio en riña cuerpo
a cuerpo, previsto en el artículo 424 del Código Penal.
En efecto, al tratar la disposición legal en comento de riña cuerpo a cuerpo, se requiere la
presencia exclusivamente de dos personas y en el presente caso, tal como quedó establecido
precedentemente, hubo discusiones previas al hecho entre varios sujetos, pero no se entabló
una verdadera pelea entre el acusado y la víctima, ya que la discusión estaba dada entre J.P.
y el hoy occiso, interviniendo el acusado a los fines de mediar, por lo que de aceptar tal
posición, se estaría afirmando que hay riña entre tres personas. Cuando la pelea se presenta
entre más de dos personas, la figura aplicable es la denominada refriega, contemplada en
el artículo 426 del referido Código Penal.
Igualmente, la ley exige como requisito sine qua non, para que se produzca la atenuante
prevista para el homicidio cometido en riña cuerpo a cuerpo, que el muerto o herido la haya
provocado. En este sentido, la Sala de Casación Penal, respecto al desafío o provocación
necesario, ha dicho: “Hay que distinguir entre la injuria o amenaza de parte del ofendido
prevista como atenuante en el ordinal 3 del artículo 74del Código Penal y la ‘injusta
provocación’, de mayor gravedad que aquélla, que da lugar a la atenuante especial del
artículo 67 ejusdem. Asimismo, ninguna injuria, por grave que sea, equivale al desafío o la
invitación a pelear exigida por el artículo 424 del citado Código para la riña cuerpo a cuerpo”
(Sent. 04/08/64, GF 45 2E p. 672). De igual manera ha establecido que “… uno de los
elementos constitutivos de la situación de riña es el desafío, el reto que uno de los
contendientes lanza al otro, y la aceptación por su parte de la lucha a que se le invita. Pero no
constituye aceptación, el hecho de que una persona insultada y amenazada proceda contra su
ofensor. Lo contrario sería colocar en situación de impotencia al insultado o amenazado,
obligándolo a tolerar insultos y amenazas con presumible agresión inminente para evitar caer
en el ámbito del Código Penal …” (Sent. 13/08/63, GF 41 2E, p. 696); y “Para que proceda la
atenuante especial de riña cuerpo a cuerpo se requiere que el delito se realice mediante reto o
desafío, o provocación de hecho del que resulte herido o interfecto, y que la riña sea el
resultado inmediato de éstos, ya que tal figura es equivalente al duelo, en donde uno de los
contendores ha de ser el provocador y ambos agresores y agredidos, respectivamente, en el
desarrollo de la riña cuerpo a cuerpo …” (Sent. 16/12/64, GF 46 2E, p. 1152); y agrega que
“No procede cuando el provocador hubiese sido el agente y no la víctima” (Sent. 12/08/69, GF
65 2E, p. 622).
Analizado el caso en estudio, a la luz de la ley y la jurisprudencia antes citada, encontramos
que, si entendemos que la provocación de la riña fue hecha por el ciudadano C.E.M.E.
(acusado), al empujar a los ciudadanos J.P. y O.J.R.H. (occiso), para mediar en la pelea que
ellos tenían entablada, resulta imposible aplicar la atenuante consagrada en el artículo
424 del Código Penal, en virtud que el acusado no puede ser el agente provocador de una
pelea y luego resultar beneficiado con sus resultados, pues la ley es clara al respecto, el que
provoca la riña no puede alegar a su favor la atenuante especial de pena. Por otra parte, si
entendemos que la provocación provino de O.J.R.H. (occiso), encontramos que el primer
hecho realizado entre éste y el acusado, fue que el hoy occiso cuando el acusado se retiraba
y se encontraba de espaldas a él, le dio un tiro logrando impactarlo en su pierna. Ante este
supuesto, también resulta imposible aplicar la atenuante analizada, en virtud que, el darle un
tiro por la espalda a una persona, no puede entenderse como u acto de invitación, desafío o
provocación a pelear, máxime si tomamos en cuenta que la riña cuerpo a cuerpo la equipara
el legislador venezolano al duelo regular al aplicarle la misma disminución de pena, y es por lo
que la jurisprudencia exige que en la riña cuerpo a cuerpo haya lealtad, que no se haya
actuado con alevosía (dar un tiro por la espalda), que el individuo que ha sido agredido se
mantenga en una condición de igualdad equiparable al duelo regular.
La circunstancia de actuar con deslealtad en una riña, conlleva a la inaplicación de la figura
contemplada en el artículo 424 del Código Penal, lo cual debe entenderse del contexto total de
la legislación que regula la materia, pues la citada disposición legal, al tratar el duelo en su
primer aparte, señala que cuando en el mismo haya deslealtad, se tomará no como una
atenuante, sino como una agravante de pena de los delitos de homicidio o lesiones que se
hayan perpetrado, por lo que al presentarse esa deslealtad, deja de existir el duelo y se
perfecciona el delito de homicidio o lesiones (dependiendo del resultado ocasionado),
agravado por la sola circunstancia de la deslealtad. En igual sentido se pronuncia el artículo
428, ejusdem, al tipificar como delito el solo hecho de que en una riña uno de sus
intervinientes saque primero un arma blanca o de fuego, por lo que a partir de ese momento,
deja de existir la riña y se configura un tipo delictual autónomo; y si ocasionare muerte o
lesiones, se le aplicará la pena correspondiente a estos delitos, aumentada en una sexta
parte, por lo que, al igual que en el caso del duelo desleal, se constituye en circunstancia
agravante.
De las pruebas traídas al proceso y los hechos que fueron establecidos por la recurrida, se
desprende que no resultó acreditado de manera alguna que el homicidio perpetrado en la
persona O.J.R.H., haya sido cometido en una riña cuerpo a cuerpo, en los términos exigidos
por el artículo 424 del Código Penal.
Por todo ello considero que en el caso en estudio, no resultó infringida la disposición legal
denunciada como violada por el recurrente (art. 424 del Código Penal), pues quedó
plenamente comprobado que el homicidio perpetrado por C.E.M.E., no fue ejecutado en el
transcurso de una riña cuerpo a cuerpo; por lo que la decisión recurrida no adolece de los
vicios que le fueron imputados; motivos por los cuales, el recurso de casación debió haber
sido declarado sin lugar, y confirmarse la sentencia recurrida por estar ajustada a Derecho.
Quedan así expresadas las razones de mi voto salvado.
Fecha ut supra
El Magistrado Presidente,
ELADIO APONTE APONTE
El Magistrado Vice-Presidente,
H.C. FLORES
Los Magistrados,
A.A.F.
B.R.M. DE LEÓN
D.N.B.
Disidente
La Secretaria,
G.H.G.
DNB/eams
EXP. 04-129

Sentencia nº 630 de Tribunal Supremo


de Justicia - Sala de Casación Penal de
13 de Noviembre de 2007

Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.


La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, integrada por los
ciudadanos jueces Yanina Karabin Marín, Gabriel Ernesto España Guillén y José Rafael
Guillén, el 10 de abril de 2007, declaró Sin Lugar el recurso de apelación interpuesto por el
abogado W.C., en su carácter de defensor privado del ciudadano G.P.G.M., titular de la cédula
de identidad Nº 13.644.336, contra la sentencia dictada el 22 de diciembre de 2006, por el
Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del señalado Circuito Judicial
Penal, que lo condenó a cumplir la pena de 16 años, 1 mes y 10 días de presidio más las
accesorias correspondientes, por la comisión del delito de homicidio intencional tipificado en
el artículo 407 del Código Penal, en perjuicio del ciudadano M.V.J. y lesiones personales
graves, en grado de complicidad correspectiva, previsto en el artículo 415 en concordancia
con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos H.E.S.O., H.J.S. y
V.J.B.O., así como también, condenó a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P. a cumplir la pena
de un (1) año y ocho (8) meses de prisión, más las accesorias de ley correspondientes, por la
comisión del delito de lesiones personales graves en grado de complicidad correspectiva,
tipificado en el artículo 415 en relación con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de las
víctimas referidas .
Contra el fallo de la Corte de Apelaciones, fue interpuesto el recurso de casación por el
defensor del ciudadano G.P.G.M..
El 20 de junio de 2007, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal del recibo del expediente y
se designó ponente al Magistrado Doctor E.R.A.A., quien con tal carácter suscribe el presente
fallo.
El 9 de octubre de 2007, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia admitió
la única denuncia del recurso de casación interpuesto por la defensa del ciudadano G.P.G.M..
En la misma oportunidad, las magistradas D.N.B. y Miriam Morandy Mijares presentaron votos
concurrentes.
El 13 de noviembre 2007, tuvo lugar la audiencia pública con la asistencia de las partes.
Los hechos acreditados por el Tribunal Tercero en Funciones de Juicio del Circuito Judicial del
Estado Lara son los siguientes:
-VI_ (sic)

HECHOS QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADOS

Este Tribunal estima acreditado, que efectivamente se produjo la muerte del ciudadano M.V. (sic)
Gimenez (sic), conclusión a la que se llega a través del Protocolo de autopsia realizado y suscrito por el
ciudadano J.R.B., Médico Anatomopatólogo adscrito a Medicatura Forense del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Barquisimeto, donde constató que el cuerpo
presentaba orificio de entrada producido por proyectil disparado por arma de fuego, Prueba
Documental esta que fue ratificada por el Experto en la realización del Juicio; e igualmente con la
evacuación de la Prueba Testimonial en la persona de J.C.S.S., titular de la cédula de identidad Nº
13.085.798, el cual entre otras cosas expuso que observó cuando ocurrió el hecho; que estuvo todo el
día trabajando junto con el hoy occiso y en la noche fue cuando ocurrió el hecho, en horas de la noche
se fueron a tomar unas cervezas en los Malabares y Club Amaro, de ese último sitio salieron a la altura
de la media noche, señaló que el señor G.P. se bajó de una moto, tuvieron unas palabras y disparó el
arma, cayendo en (sic) señor Veliz (sic); manifestó que G.P. se bajó de la moto y tuvo unas palabras
con el señor Veliz (sic) quien le agarró las manos y él le disparó en la barriga; siendo ambas pruebas el
Medio Idóneo y suficiente para sostener la valoración de las mismas, ya que tienen la fuerza para
demostrar un hecho así como la responsabilidad, en otras palabras, la comprobación técnica de un
hecho y la relación en cuanto a la responsabilidad de una persona, verificado como fue el cumplimiento
de los requisitos en la obtención de las mismas, vale decir, su Pertinencia, su Necesidad (sic), con el
objeto de apreciarlas y valorarlas por medio de la Sana Crítica, con observación y estricto
cumplimiento de las Reglas de la Lógica, los Conocimientos Científicos y las Máximas de Experiencia,
para establecer la verdad de los hechos y aplicación de la Justicia, como finalidad del Proceso, siendo
Dos Principios contenidos en la N.A. como lo es La Apreciación y Licitud (sic) de las Pruebas;
arrojando la declaración del ciudadano J.C.S.S., un Elemento Probatorio y factor determinante al
quedar demostrado que efectivamente se perpetró un hecho delictivo como lo es el Homicidio
Intencional señalado en el artículo 407  del  Código Penal, y que el responsable como Autor Material
del mismo fue el ciudadano Gregori (sic) P.G., titular de la cedula de identidad Nº 13.644.336, quien al
momento de declarar entre otras cosas expuso ‘que el 21 de Abril del 2001 fue a la Tasca, se encontró a
Manolo y Jean, manolo empezó a buscarle pelea y Juan se metió, se fue a la casa, regresando como a la
media hora, volviendo nuevamente la discusión, le pegaron un botellazo, sacó un arma, forcejearon, se
fue un tiro y luego se enteró que había muerto’; Siendo igualmente la declaración del Acusado factor
determinante en cuanto a la Relación de Causalidad que existió entre el Hecho Típicamente
Antijurídico que produjo el deceso de M.V. y la Acción desplegada por el ciudadano Gregori (sic) P.G.,
pudiéndose concluir que se llevo a cabo el deceso de una persona como lo fue M.V., producto de la
Acción desplegada por el acusado Gregori (sic) P.G., lo cual nuestra N.S. lo define como Homicidio
Intencional; previsto y sancionado en el artículo 407  del  Código Penal  (Vigente para el momento en
que sucedieron los hechos).

Se da igualmente por acreditado, que en fecha 24 de Abril (sic) del 2005, se originó un Accidente de
Transito (sic) donde se encontraron involucrados dos vehículos identificados de la siguiente manera:
Vehículo clase Camioneta, marca Ford, modelo Explorer… como el vehículo clase automóvil, marca
Ford, modelo Fiesta… y a consecuencia del accidente se originó una discusión entre las personas
involucradas, trayendo como consecuencia una serie de acciones de tipo delictivo por parte de los
integrantes del vehículo ford (sic) Fiesta como lo fue provocarle Lesiones Personales Graves a los
tripulantes del vehículo Ford Explorer; Estos hechos se pudieron demostrar en la sala de Juicio a
través de las pruebas evacuadas como lo fueron: la Experticia legal practicada a un vehículo clase
automóvil marca Ford, modelo Fiesta… en el que se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo
tripulado por los acusados al momento de su aprehensión; la Inspección Técnica practicada a un
vehículo Clase automóvil, marca Ford modelo Fiesta… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección del vehículo tripulado por los imputados al momento de su aprehensión y el cual colisionó
con el otro vehículo; La Experticia Legal practicada a un vehículo clase camioneta marca Ford, modelo
Explorer… en el cual se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo tripulado por las víctimas y el
cual colisionó con el vehículo tripulado por los acusados; La Inspección Técnica practicada a un
vehículo clase Camioneta, marca Ford modelo Explorer… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección practicada al vehículo tripulado por las víctimas y el cual colisionó con el vehículo
tripulado por los acusados; El Levantamiento del Accidente de Transito (sic), ocurrido en fecha
04/04/2005 (sic), suscrito por el Instituto Nacional de T.T., Unidad Estadal de Vigilancia de Transito
(sic) Terrestre Nº 51 del Estado Lara; La Inspección Ocular y Montaje Fotográfico, realizada al sitio
del suceso, ubicado en la carrera 25 con calle 36, vía pública, Barquisimeto Estado Lara; todo ello
aunado a la declaración de los testigos evacuados en la sala de juicio como lo fue H.E.S.O., entre otras
cosas expuso que el día 24 de Julio como a las 12 de la media noche, colisiono (sic) en la calle 35 con
16 la camioneta con un Ford Fiesta y les dijo que no había problema, pero las personas del vehículo
fueron agresivas, la muchacha le dio con los tacones de los zapatos por la cara, luego su hermano salio
(sic) y se metió en una casa, uno de ellos le paso (sic) un arma al otro, escucho (sic) los tiros, cuando se
monto (sic) en la camioneta, su hermano se metió en una casa, fue herido en la pierna; manifestó que
fue lesionado en la cara con un tacón de zapato, que no recibió impacto de bala, que el que accionó el
arma fue el de franela naranjada (sic) y que el otro lo había golpeado; (Señalando a los imputados); Su
hermano recibió un impacto de bala en la pierna y pantorrilla; H.J.S., el cual entre otras cosas expuso
que esa noche venían de una granja de Acarigua y cuando iban por la calle 25, chocaron con un
vehículo, ellos dijeron que le teníamos que dar dinero y golpean a su hermano, vio cuando sacan un
arma y se va a casa de unos vecinos, es cuando le dan dos disparos, su hermano estaba muy golpeado,
eso fue en Julio (sic) del 2005 en la calle 25, la camioneta era conducida por Héctor, su hermano,
colisiono (sic) con un vehículo Fiesta Azul; P.R.C.P., el cual entre otras cosa (sic) expuso que venía por
la carrera 24 con 36 cuando la camioneta azul lo choca y lo manda hacia la acera, se bajaron del
carro, y le preguntó que (sic) iban hacer (sic) con el choque, y le dicen que esperen a Transito (sic), los
integrantes de los dos vehículos estaban tomando, se fueron a golpes con Héctor y se produjo una
pelea, de pronto salió un sujeto disparando, de copiloto estaba Elaine; se fue a golpe con Héctor quien
andaba manejando; Dándose la Relación de Causalidad que existió entre el hecho Típicamente
Antijurídico que produjo las Lesiones ocasionadas a las víctimas y las Acciones desplegada (sic) por los
ciudadanos Gregori (sic) P. Gutiérrez, P.R.C.P. y E.M.M.P., quedando demostrado la responsabilidad
de cada uno, lo cual nuestra N.S. lo define como Lesiones Personales Graves en Grado de Complicidad
Correspectiva, (artículos  415  en relación con el 424 del Código Penal)

. (Mayúsculas del Tribunal de Juicio).


PUNTO PREVIO
De conformidad con el artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal, esta decisión tendrá
efecto extensivo a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P., siempre que se encuentren en la
misma situación y les sean aplicables idénticos motivos que al recurrente, sin que en ningún
caso les perjudique, por la comisión del delito de lesiones personales graves, por el cual
fueron juzgados y condenados.
DEL RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL CIUDADANO
G.P.G.M.
De conformidad con el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, el recurrente
denunció “…el vicio de inmotivación por falta de aplicación del artículo 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela en relación con los artículos 173 y 456 del Código
Orgánico Procesal Penal”.
Para fundamentar su denuncia, expresó:
…Se evidencia, que la Corte de Apelaciones del Estado Lara, no resolvió los puntos planteados por la
Defensa en su escrito de Apelación como fue:

1) La falta de valoración o el por qué se obvió o no se le otorgó credibilidad a las declaraciones de los
ciudadanos HECTOR (sic) A.A.V. (sic) y J.C. MUJICA…

2) La falta de análisis o comparación entre sí entre las declaraciones de los Ciudadanos HECTOR (sic)
A.A.V. (sic) y J.C.M., con la propia declaración del Ciudadano (sic) J.C.S.S. (sic)…

cuyas “…deposiciones durante el desarrollo del debate fueron todas contradictorias…


3) La falta de pronunciamiento en cuanto a que la declaración de mi defendido G.P.G. (sic)
Montero… constituyó UNA TÍPICA CONFESIÓN CALIFICADA, por cuanto a la vez reconoció
que efectivamente hubo un forcejeo entre él y el Señor M.V. (sic) (Hoy occiso), se excepciona
en su descargo un hecho que desvirtúa su responsabilidad penal, como fue que la agresión
ilegítima la provocó el hoy occiso, que él tuvo la necesidad de tomarle la mano al hoy occiso,
arrancarle el revolver que el Señor M.V. (sic) cargaba y que después se produjo el disparo y
por último la provocación la originó el hoy occiso. Es decir, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara , no dio respuesta certera o específica sobre lo que se
había denunciado en la Apelación (sic) de Sentencia Definitiva, tanto (sic) fue así ‘LA MALA
FE’ del Tribunal de Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara que en la
declaración de mi Defendido (sic) rendida por ante ese Tribunal le agregó un hecho nuevo
para ocultar la verdad procesal, incluyendo en ese fallo inmotivado que mi defendido había
sacado UN ARMA DE FUEGO (Folio 1004), lo cual es totalmente falso y temerario…, ya que
se puede observar de la propia declaración de mi Defendido (sic) por ante el referido Tribunal
que él jamás señaló que había sacado un arma de fuego para darle muerte al Señor M.V. .
(sic)
…la recurrida no indicó de forma objetiva, clara y precisa de que (sic) manera el Juez de
Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, valoró todas y cada una de las pruebas
que fueron incorporadas en el debate oral y público, es más la Corte de Apelaciones del
Estado Lara, simplemente se limitó a señalar en Ocho (8) líneas, que el Juez de Juicio N° 3
valoró la declaración del testigo C.S.… y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron
en el Juicio… e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada… tanto
(sic) fue la torpeza por el ponente en ese fallo inmotivado, que en la parte dispositiva del Titulo
(sic) III, Numeral Segundo, ordenó la remisión de las actuaciones al Juez de Juicio… siendo
que el tribunal competente… LE CORRESPONDE AL TRIBUNAL DE EJECUCIÓN Y NO AL
TRIBUNAL DE JUICIO…” (Mayúsculas y resaltado del recurrente).
La Sala para decidir, observa:
El recurrente alegó que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara,
omitió pronunciarse sobre la falta de valoración de las declaraciones de los ciudadanos
H.A.A.V. (sic) y J.C.M..
Así mismo afirmó, que la referida alzada dejó de pronunciarse sobre la falta de análisis o
comparación entre las declaraciones de los ciudadanos Héctor Aparicio A.V. y J.C.M., y la
declaración del ciudadano J.C.S.S., cuyas afirmaciones durante el desarrollo del debate
fueron contradictorias.
Por último, el recurrente manifestó que además de las omisiones señaladas, el superior penal
no resolvió la denuncia de falta de pronunciamiento del tribunal de juicio en cuanto a que la
declaración del acusado, constituyó una típica confesión calificada.
A objeto de verificar el vicio denunciado, la Sala procede a revisar el recurso de apelación
interpuesto por la defensa, constatándose las denuncias siguientes:
…Se acota, además, que el Sentenciador no dejó plasmado en su sentencia condenatoria las razones
por las cuales no se le otorgó credibilidad a las testimoniales o declaraciones de los ciudadanos
HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M., testigos promovidos por la propia representación fiscal y
evacuados durante el desarrollo del debate, cuyos contenidos deben ser plasmados en la sentencia, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 346 ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, respecto a
los fundamentos de hecho y de derecho (requisitos de la Sentencia). Es decir, no explicó el sentenciador
las razones de hecho y de derecho por las cuales se abstuvo de no darle valor probatorio a las
declaraciones de los ciudadanos: HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.. Igualmente el sentenciador no
adminiculó entre sí las declaraciones de los ciudadanos J.C.S.S., HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.,
para así otorgarle sus (sic) correspondiente valor probatorio de acuerdo a la apreciación de las
pruebas, que alude el artículo 22 del Código Orgánico procesal (sic) penal (sic), (SANA CRITICA),
entendiéndose por adminicular el acto mediante el cual el Juez coloca todas las declaraciones una
frente a las otras, procediéndose a analizar todas ellas, para extraer de las mismas una síntesis o
conclusión

.
Al resolver el recurso de apelación, la Corte de Apelaciones expuso:
…Esta Corte de Apelaciones para decidir observa, desúés de analizados de manera minuciosa el
Recurso de Apelación interpuesto por al Abg. (sic) W.C., en su carácter de Defensor del penado
Gregori (sic) P.G.M. contra la sentencia dictada el 22 de diciembre del 2006 dictada por el Tribunal de
Juicio N° 3 de este Circuito Judicial Penal, se encuentra fundamentado en falta de motivación
establecido en el artículo 452, ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal por infracción del
Artículo 364, ordinal 3 (sic) y 4 (sic) ejusdem, por los siguientes hechos:

La determinación precisa y circunstancias de los hechos, que el Tribunal estime acreditados y de la


exposición concisa de sus fundamentos de hecho y de derecho, referente a la precisión que el Juez al
dictar la sentencia dio por probado hechos delictivos con pruebas que resultan insuficientes y consideró
comprobado (sic) la muerte del ciudadano M.V.J., conclusión a la que llega a través del protocolo de
autopsia realizado y sucrito (sic) por el experto J.R.B. e igualmente con el testimonio de J.C.S.S..

Así las cosas, de la revisión detallada de la sentencia recurrida, se evidencia entre otras cosas, lo
siguiente: (…)
(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).
Seguidamente, la Corte de Apelaciones trascribió parcialmente los hechos acreditados por el
juez de juicio.
De la trascripción parcialmente (sic) de la recurrida, se observa que si bien es cierto que al momento
de hacer la valoración del testigo J.C.S.S. (sic), el Tribunal de Juicio no indica el término ‘forcejeo’
sino que refiere que la víctima le agarró las manos al acusado, no significa esto, que el Juez no haya
apreciado que hubo contacto físico entre el sujeto activo y el sujeto pasivo como lo pudo haber dicho el
testigo al indicar que hubo un forcejeo entre ambos; declaración esta que por la inmediación debe ser
apreciada por el A Quo en todo su contexto y que de alguna manera tampoco significa que el testigo
haya afirmado la presencia de una riña o de un delito culposo, al establecer que hubo forcejeo entre el
acusado y la víctima; para ello es importante analizar el significado del término RIÑA, y según el
diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Autor M.O., la define como “pelea o
acontecimiento entre varias personas”. Y más adelante refiere lo que significa RIÑA TUMULTUARIA y
hace referencia que ‘en una confusa agresión entre varias personas impide determinar con exactitud los
actos y responsabilidad de cada uno’ lo cual no ocurre en el caso en estudio, toda vez que el Juez
valoró la declaración del testigo C.S. y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron en el juicio,
e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada, lo que conllevó al Tribunal de
Primera Instancia, a considerar que estaba en presencia del delito de Homicidio intencional (sic) en
perjuicio de M.V. y Lesiones Personales Graves en grado de Complicidad Correspectiva derivada de
otros hechos que no fueron impugnados en el presente recurso.

Por otro lado, el hecho de que el testigo indique el término ‘forcejeo’ en su declaración, y el Tribunal
indique que ‘con el señor Veliz (sic) quien le agarró las Manos’ y él (ACUSADO) le disparó en la
barriga, no desvirtúa ni oculta que se trate de un forcejeo, ya que forcejeo significa ‘…hacer fuerza,
resistir o contradecir tenazmente…’; sino que por el contrario lo describe, pues se trata de
circunstancias que refieren el mismo hecho que se interpreta como un forcejeo, concluyendo el Tribunal
de Primera Instancia, que se trata de un Homicidio Intencional, tal como lo plasma en su sentencia;
tampoco significa, que el juez no analizó la testimonial antes referida, en todo su contexto, pues allí sí
estaríamos en presencia de una valoración parcial de la misma, lo cual escaparía al fin del proceso
penal que es la búsqueda de la verdad, como complemento a ello, el Juez que presenció el Juicio y el
desarrollo de las pruebas, estimó que el deceso del ciudadano M.V. se produjo por la acción del
ciudadano G.P.G. al propinarle un disparo con un arma de fuego, conclusión a la que llega con las
pruebas que estimó, y entre ellas, la declaración del testigo J.C.S., lo cual objetivamente indica en el
fallo; razones por las cuales, comparte esta Sala la calificación utilizada por la Recurrida,
considerando además que la misma no se encuentra viciada de falta de motivación tal como lo denuncia
el Recurrente de autos.

Finalmente, el Apelante (sic), señala que el Juez A Quo vició de motivación la decisión, al no advertir el
cambio de calificaciones en el juicio, tal como lo prevé el Artículo 350 del Código Orgánico Procesal
Penal por los delitos de Homicidio en Riña o Culposos, esta aseveración, así lo considera esta Alzada,
es infundada toda vez, que dicha facultad es discrecional del Juez en aras de garantizar el principio de
legalidad, que puede advertir cambios de calificación, cuando considera que los hechos planteados no
encuadran con los tipos penales que han sido observados durante el proceso, y en el presente caso, el
Juez de Juicio, quien presenció, como se dijo ut supra, el desarrollo de las pruebas, no advirtió cambios
de calificaciones, por considerar que los delitos que habían sido observadas (sic) en la fase intermedia
se correspondían con los hechos, y tan cierto es, que dicta sentencia condenatoria por los mismos

Así las cosas, considera esta Corte de Apelaciones, que la recurrida no adolece del vicio contenido en
el ordinal 2 del artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal, lo que trae como consecuencia la
declaratoria SIN LUGAR del presente recurso por esta denuncia. ASI SE DECIDE.

Por la razones anteriormente expuestas, es por lo que debe declararse SIN LUGAR, la presente
apelación…

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


De la revisión se desprende que la alzada se pronunció sobre el forcejeo que se produjo entre
el acusado y la víctima, hecho que según el recurrente calificó la confesión, ya que según él,
ocurrió el forcejeo pero como medio de defensa para quitarle el arma a la víctima, hecho que
no fue advertido en tales términos por el Juez de Juicio y sobre lo cual se pronunció la Corte
de Apelaciones.
De igual manera, esta Sala observa, que la recurrida resolvió la denuncia del recurrente
acerca de la supuesta falta en la que incurrió el Juez de Juicio, al no advertir al acusado del
cambio de calificación en juicio.
No obstante los pronunciamientos anteriores, la Sala constató, que la recurrida omitió
pronunciarse sobre la denuncia de falta de valoración, en la sentencia proferida el 22 de
diciembre de 2006, por el Tribunal de Juicio, respecto a los testimonios de los ciudadanos
H.A.A.V. y J.C.M., así como también, respecto de la omisión de adminicular estos testimonios
con los del ciudadano J.C.S.S., petición que fue formulada de modo expreso por el recurrente
ante la alzada.
Sobre la omisión de resolver la totalidad de las denuncias que conforman el recurso de
apelación, la Sala se pronunció en la sentencia Nº 164 de 27 de abril de 2006, en los términos
siguientes:
Con arreglo a la reiterada jurisprudencia de la Sala, ‘…el juez de alzada está en la obligación de hacer
una revisión del escrito, para pronunciarse sobre la admisibilidad o no del mismo, una vez admitido de
conformidad a lo establecido en el artículo 455 del Código Orgánico Procesal Penal (según sea el
caso) debe entrar a conocer el fondo del recurso planteado y está obligado a resolver cada uno de los
puntos o denuncias de la apelación, con suficiente claridad de los motivos que le sirven de sustento a la
decisión judicial, las cuales no pueden ser obviadas por el sentenciador porque para las partes
constituyen una garantía, aunado al hecho que si fuera de otra forma se estaría violando el derecho a
una segunda instancia’. (Sentencia Nº 107, del 28-03-06. Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.).

Conforme lo antes expuesto, las C. deA. incurrirán en inmotivación de sus sentencias,


fundamentalmente por dos (2) razones: la primera, cuanto omitan cualquiera de las circunstancias
denunciadas por el apelante; y la segunda, cuando no expresen de forma clara y precisa los
fundamentos de hecho y de derecho por los cuales se adopta el fallo, tales violaciones constituyen
infracciones a los artículos 26  y  49 (numeral 1) de la  Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela  y 173, 364 (numeral 4), 441 del Código Orgánico Procesal Penal.

En este sentido, la tutela judicial efectiva no sólo comprende el acceso a los órganos jurisdiccionales,
sino que demanda la solución oportuna y razonada de las decisiones judiciales, de allí se desprende la
obligación fundamental del juez de mantener el proceso y las decisiones dentro del marco de los valores
del derecho a la defensa, al debido proceso, a la búsqueda de la verdad y a la preservación de los
principios y garantías consagrados en la  Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En consecuencia, constituye un deber fundamental para la Corte de Apelaciones cuando así lo haya
alegado el recurrente, verificar y determinar que en la sentencia sometida a su revisión se haya
realizado un análisis detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, así mismo, la comparación de
unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la determinación clara y precisa de los
hechos que se dan por probados y el derecho aplicable. En efecto, el sentenciador en segunda instancia
al motivar un fallo, debe realizar esa operación mediante el razonamiento jurídico de forma explícita y
precisa.

En el mismo sentido, en la sentencia Nº 146 de 12 de abril de 2007, la Sala decidió lo


siguiente:
Esta falta de resolución del recurso de apelación, implica la inmotivación del fallo dictado por la Corte
de Apelaciones, porque actuando como tribunales de segunda instancia, están obligados a resolver
todos los planteamientos hechos en el recurso de apelación, por lo que deben analizar y comparar las
denuncias interpuestas en el recurso de apelación con lo establecido por el juez de juicio.

.
Luego del análisis comparativo de la denuncias del recurso de apelación con lo resuelto
efectivamente por la recurrida, y con base en los criterios jurisprudenciales expuestos, esta
Sala considera que el fallo dictado el 10 de abril de 2007 por la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara incurrió en la primera de las causales de ausencia de
motivación señaladas en el fallo Nº 164 de 2006: “cuanto omitan cualquiera de las
circunstancias denunciadas por el apelante”, ya que no resolvió la totalidad de las denuncias
que le fueron planteadas por el recurrente, motivo por el cual adolece del vicio de inmotivación
por falta de aplicación de los artículos 26 y 49 (numeral 1) constitucionales, en relación con los
artículos 173, 364 (numeral 4), y 441 del Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, es procedente declarar con lugar el recurso de casación interpuesto por la
defensa del ciudadano G.P.G.M., debiendo anularse la decisión dictada el 10 de abril de 2007,
por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara de conformidad con lo
establecido en el artículo 467 del Código Orgánico Procesal Penal y se repone la causa al
estado de que se constituya una Sala Accidental de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Lara para que se pronuncie sobre los planteamientos del recurrente
con prescindencia de los vicios observados.
Ahora bien, del análisis del acta de juicio se observa, que los testigos cuya falta de valoración
denunció el recurrente, declararon a los únicos efectos de que sus deposiciones fueran
valoradas en relación con el delito de homicidio intencional por el cual fue acusado el
ciudadano G.P.G.M.. A tal efecto, se trascriben a continuación los testimonios referidos:
El ciudadano H.A.A.V., titular de la cédula de identidad 7.313.114, expresó (folio 903):
yo lo que hice fue recogerlo y llevarlo al ambulatorio. Es todo. Fiscal: Yo recogí a M.V., eso fue en el
200-2001, mi negocio se llama Tasca Amaro, yo estaba dentro de mi negocio y escuché los disparos,
salí y como era mi primo lo llevé al ambulatorio, Manolo era mi primo, sí conozco a Juan (sic) C.S.S.,
él era el que estaba pidiendo auxilio, yo lo que hice fue montarlo al carro y llevarlo al ambulatorio, me
ayudó mi hija, el carro era un Dodge Dart de mi propiedad y aún lo conservo, no tenía hijos ni esposa,
Manolo siempre pasaba por el negocio. Defensa W.C.: Sí fui citado para el día de hoy, me llegó la
citación, cuando escuché que estaban pidiendo auxilio, salí, nadie quería auxiliarlo y saqué el carro y
me lo llevé al ambulatorio, M.V. y J.C.S. no los vi en el negocio ese día, yo tengo abierto el negocio
como hasta las 3, es todo

.
El ciudadano J.C.M., titular de la cédula de identidad 14.482.971, expresó (folio 903 del
expediente):
No se por que estoy aquí, y me llegó una citación, y yo vi fue al muerto ahí, y pasé, y lo vi ya que yo iba
para mi casa. Fiscal: Yo no conocía al muerto sino de vista, eso fue en el club, era de noche, en la calle.
Es todo. Defensa: No preguntó

.
Al respecto, la Sala advierte que en efecto los testimonios trascritos se refieren al delito de
homicidio por el que fue condenado el recurrente, mas no guardan relación con el delito de
lesiones personales graves por el que fueron juzgados y condenados los ciudadanos P.R.C.P.
y E.M.M.P., en consecuencia, al no encontrarse en la misma situación ni ser aplicables
idénticos motivos que al recurrente, es por lo que esta decisión no tendrá efecto extensivo en
beneficio de los citados ciudadanos.
DECISIÓN
En atención a los razonamientos anteriormente expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia, en
Sala de Casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la ley, declara: PRIMERO: Con lugar, el recurso de casación propuesto por el recurrente.
SEGUNDO: En consecuencia, anula el fallo del 27 de abril de 2007, dictado por la Corte de
Apelaciones del estado Lara. Tercero: Se ordena remitir el expediente al Presidente del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara, para que constituya una Sala Accidental que dicte una
nueva sentencia prescindiendo de los vicios aquí señalados.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Penal, en Caracas, a los 13 días del mes de noviembre de dos mil siete. Años
197º de la Independencia y 148º de la Federación.
La Magistrada Presidenta,
D.N.B.
El Magistrado Vicepresidente,
E.R.A.A. Ponente
La Magistrada,
B.R.M. de LEÓN
El Magistrado,
H.C.F.
La Magistrada,
MIRIAM MORANDY MIJARES
La Secretaria,
G.H.G.
Exp. Nº 2007-280
ERAA
La Magistrada Doctora D.N.B. no firmó por motivo justificado. La Secretaria, G.H.G.
Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.
La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, integrada por los
ciudadanos jueces Yanina Karabin Marín, Gabriel Ernesto España Guillén y José Rafael
Guillén, el 10 de abril de 2007, declaró Sin Lugar el recurso de apelación interpuesto por el
abogado W.C., en su carácter de defensor privado del ciudadano G.P.G.M., titular de la cédula
de identidad Nº 13.644.336, contra la sentencia dictada el 22 de diciembre de 2006, por el
Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del señalado Circuito Judicial
Penal, que lo condenó a cumplir la pena de 16 años, 1 mes y 10 días de presidio más las
accesorias correspondientes, por la comisión del delito de homicidio intencional tipificado en
el artículo 407 del Código Penal, en perjuicio del ciudadano M.V.J. y lesiones personales
graves, en grado de complicidad correspectiva, previsto en el artículo 415 en concordancia
con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos H.E.S.O., H.J.S. y
V.J.B.O., así como también, condenó a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P. a cumplir la pena
de un (1) año y ocho (8) meses de prisión, más las accesorias de ley correspondientes, por la
comisión del delito de lesiones personales graves en grado de complicidad correspectiva,
tipificado en el artículo 415 en relación con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de las
víctimas referidas .
Contra el fallo de la Corte de Apelaciones, fue interpuesto el recurso de casación por el
defensor del ciudadano G.P.G.M..
El 20 de junio de 2007, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal del recibo del expediente y
se designó ponente al Magistrado Doctor E.R.A.A., quien con tal carácter suscribe el presente
fallo.
El 9 de octubre de 2007, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia admitió
la única denuncia del recurso de casación interpuesto por la defensa del ciudadano G.P.G.M..
En la misma oportunidad, las magistradas D.N.B. y Miriam Morandy Mijares presentaron votos
concurrentes.
El 13 de noviembre 2007, tuvo lugar la audiencia pública con la asistencia de las partes.
Los hechos acreditados por el Tribunal Tercero en Funciones de Juicio del Circuito Judicial del
Estado Lara son los siguientes:
-VI_ (sic)

HECHOS QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADOS

Este Tribunal estima acreditado, que efectivamente se produjo la muerte del ciudadano M.V. (sic)
Gimenez (sic), conclusión a la que se llega a través del Protocolo de autopsia realizado y suscrito por el
ciudadano J.R.B., Médico Anatomopatólogo adscrito a Medicatura Forense del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Barquisimeto, donde constató que el cuerpo
presentaba orificio de entrada producido por proyectil disparado por arma de fuego, Prueba
Documental esta que fue ratificada por el Experto en la realización del Juicio; e igualmente con la
evacuación de la Prueba Testimonial en la persona de J.C.S.S., titular de la cédula de identidad Nº
13.085.798, el cual entre otras cosas expuso que observó cuando ocurrió el hecho; que estuvo todo el
día trabajando junto con el hoy occiso y en la noche fue cuando ocurrió el hecho, en horas de la noche
se fueron a tomar unas cervezas en los Malabares y Club Amaro, de ese último sitio salieron a la altura
de la media noche, señaló que el señor G.P. se bajó de una moto, tuvieron unas palabras y disparó el
arma, cayendo en (sic) señor Veliz (sic); manifestó que G.P. se bajó de la moto y tuvo unas palabras
con el señor Veliz (sic) quien le agarró las manos y él le disparó en la barriga; siendo ambas pruebas el
Medio Idóneo y suficiente para sostener la valoración de las mismas, ya que tienen la fuerza para
demostrar un hecho así como la responsabilidad, en otras palabras, la comprobación técnica de un
hecho y la relación en cuanto a la responsabilidad de una persona, verificado como fue el cumplimiento
de los requisitos en la obtención de las mismas, vale decir, su Pertinencia, su Necesidad (sic), con el
objeto de apreciarlas y valorarlas por medio de la Sana Crítica, con observación y estricto
cumplimiento de las Reglas de la Lógica, los Conocimientos Científicos y las Máximas de Experiencia,
para establecer la verdad de los hechos y aplicación de la Justicia, como finalidad del Proceso, siendo
Dos Principios contenidos en la N.A. como lo es La Apreciación y Licitud (sic) de las Pruebas;
arrojando la declaración del ciudadano J.C.S.S., un Elemento Probatorio y factor determinante al
quedar demostrado que efectivamente se perpetró un hecho delictivo como lo es el Homicidio
Intencional señalado en el artículo 407  del  Código Penal, y que el responsable como Autor Material
del mismo fue el ciudadano Gregori (sic) P.G., titular de la cedula de identidad Nº 13.644.336, quien al
momento de declarar entre otras cosas expuso ‘que el 21 de Abril del 2001 fue a la Tasca, se encontró a
Manolo y Jean, manolo empezó a buscarle pelea y Juan se metió, se fue a la casa, regresando como a la
media hora, volviendo nuevamente la discusión, le pegaron un botellazo, sacó un arma, forcejearon, se
fue un tiro y luego se enteró que había muerto’; Siendo igualmente la declaración del Acusado factor
determinante en cuanto a la Relación de Causalidad que existió entre el Hecho Típicamente
Antijurídico que produjo el deceso de M.V. y la Acción desplegada por el ciudadano Gregori (sic) P.G.,
pudiéndose concluir que se llevo a cabo el deceso de una persona como lo fue M.V., producto de la
Acción desplegada por el acusado Gregori (sic) P.G., lo cual nuestra N.S. lo define como Homicidio
Intencional; previsto y sancionado en el artículo 407  del  Código Penal  (Vigente para el momento en
que sucedieron los hechos).

Se da igualmente por acreditado, que en fecha 24 de Abril (sic) del 2005, se originó un Accidente de
Transito (sic) donde se encontraron involucrados dos vehículos identificados de la siguiente manera:
Vehículo clase Camioneta, marca Ford, modelo Explorer… como el vehículo clase automóvil, marca
Ford, modelo Fiesta… y a consecuencia del accidente se originó una discusión entre las personas
involucradas, trayendo como consecuencia una serie de acciones de tipo delictivo por parte de los
integrantes del vehículo ford (sic) Fiesta como lo fue provocarle Lesiones Personales Graves a los
tripulantes del vehículo Ford Explorer; Estos hechos se pudieron demostrar en la sala de Juicio a
través de las pruebas evacuadas como lo fueron: la Experticia legal practicada a un vehículo clase
automóvil marca Ford, modelo Fiesta… en el que se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo
tripulado por los acusados al momento de su aprehensión; la Inspección Técnica practicada a un
vehículo Clase automóvil, marca Ford modelo Fiesta… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección del vehículo tripulado por los imputados al momento de su aprehensión y el cual colisionó
con el otro vehículo; La Experticia Legal practicada a un vehículo clase camioneta marca Ford, modelo
Explorer… en el cual se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo tripulado por las víctimas y el
cual colisionó con el vehículo tripulado por los acusados; La Inspección Técnica practicada a un
vehículo clase Camioneta, marca Ford modelo Explorer… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección practicada al vehículo tripulado por las víctimas y el cual colisionó con el vehículo
tripulado por los acusados; El Levantamiento del Accidente de Transito (sic), ocurrido en fecha
04/04/2005 (sic), suscrito por el Instituto Nacional de T.T., Unidad Estadal de Vigilancia de Transito
(sic) Terrestre Nº 51 del Estado Lara; La Inspección Ocular y Montaje Fotográfico, realizada al sitio
del suceso, ubicado en la carrera 25 con calle 36, vía pública, Barquisimeto Estado Lara; todo ello
aunado a la declaración de los testigos evacuados en la sala de juicio como lo fue H.E.S.O., entre otras
cosas expuso que el día 24 de Julio como a las 12 de la media noche, colisiono (sic) en la calle 35 con
16 la camioneta con un Ford Fiesta y les dijo que no había problema, pero las personas del vehículo
fueron agresivas, la muchacha le dio con los tacones de los zapatos por la cara, luego su hermano salio
(sic) y se metió en una casa, uno de ellos le paso (sic) un arma al otro, escucho (sic) los tiros, cuando se
monto (sic) en la camioneta, su hermano se metió en una casa, fue herido en la pierna; manifestó que
fue lesionado en la cara con un tacón de zapato, que no recibió impacto de bala, que el que accionó el
arma fue el de franela naranjada (sic) y que el otro lo había golpeado; (Señalando a los imputados); Su
hermano recibió un impacto de bala en la pierna y pantorrilla; H.J.S., el cual entre otras cosas expuso
que esa noche venían de una granja de Acarigua y cuando iban por la calle 25, chocaron con un
vehículo, ellos dijeron que le teníamos que dar dinero y golpean a su hermano, vio cuando sacan un
arma y se va a casa de unos vecinos, es cuando le dan dos disparos, su hermano estaba muy golpeado,
eso fue en Julio (sic) del 2005 en la calle 25, la camioneta era conducida por Héctor, su hermano,
colisiono (sic) con un vehículo Fiesta Azul; P.R.C.P., el cual entre otras cosa (sic) expuso que venía por
la carrera 24 con 36 cuando la camioneta azul lo choca y lo manda hacia la acera, se bajaron del
carro, y le preguntó que (sic) iban hacer (sic) con el choque, y le dicen que esperen a Transito (sic), los
integrantes de los dos vehículos estaban tomando, se fueron a golpes con Héctor y se produjo una
pelea, de pronto salió un sujeto disparando, de copiloto estaba Elaine; se fue a golpe con Héctor quien
andaba manejando; Dándose la Relación de Causalidad que existió entre el hecho Típicamente
Antijurídico que produjo las Lesiones ocasionadas a las víctimas y las Acciones desplegada (sic) por los
ciudadanos Gregori (sic) P. Gutiérrez, P.R.C.P. y E.M.M.P., quedando demostrado la responsabilidad
de cada uno, lo cual nuestra N.S. lo define como Lesiones Personales Graves en Grado de Complicidad
Correspectiva, (artículos  415  en relación con el 424 del Código Penal)

. (Mayúsculas del Tribunal de Juicio).


PUNTO PREVIO
De conformidad con el artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal, esta decisión tendrá
efecto extensivo a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P., siempre que se encuentren en la
misma situación y les sean aplicables idénticos motivos que al recurrente, sin que en ningún
caso les perjudique, por la comisión del delito de lesiones personales graves, por el cual
fueron juzgados y condenados.
DEL RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL CIUDADANO
G.P.G.M.
De conformidad con el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, el recurrente
denunció “…el vicio de inmotivación por falta de aplicación del artículo 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela en relación con los artículos 173 y 456 del Código
Orgánico Procesal Penal”.
Para fundamentar su denuncia, expresó:
…Se evidencia, que la Corte de Apelaciones del Estado Lara, no resolvió los puntos planteados por la
Defensa en su escrito de Apelación como fue:

1) La falta de valoración o el por qué se obvió o no se le otorgó credibilidad a las declaraciones de los
ciudadanos HECTOR (sic) A.A.V. (sic) y J.C. MUJICA…

2) La falta de análisis o comparación entre sí entre las declaraciones de los Ciudadanos HECTOR (sic)
A.A.V. (sic) y J.C.M., con la propia declaración del Ciudadano (sic) J.C.S.S. (sic)…

cuyas “…deposiciones durante el desarrollo del debate fueron todas contradictorias…


3) La falta de pronunciamiento en cuanto a que la declaración de mi defendido G.P.G. (sic)
Montero… constituyó UNA TÍPICA CONFESIÓN CALIFICADA, por cuanto a la vez reconoció
que efectivamente hubo un forcejeo entre él y el Señor M.V. (sic) (Hoy occiso), se excepciona
en su descargo un hecho que desvirtúa su responsabilidad penal, como fue que la agresión
ilegítima la provocó el hoy occiso, que él tuvo la necesidad de tomarle la mano al hoy occiso,
arrancarle el revolver que el Señor M.V. (sic) cargaba y que después se produjo el disparo y
por último la provocación la originó el hoy occiso. Es decir, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara , no dio respuesta certera o específica sobre lo que se
había denunciado en la Apelación (sic) de Sentencia Definitiva, tanto (sic) fue así ‘LA MALA
FE’ del Tribunal de Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara que en la
declaración de mi Defendido (sic) rendida por ante ese Tribunal le agregó un hecho nuevo
para ocultar la verdad procesal, incluyendo en ese fallo inmotivado que mi defendido había
sacado UN ARMA DE FUEGO (Folio 1004), lo cual es totalmente falso y temerario…, ya que
se puede observar de la propia declaración de mi Defendido (sic) por ante el referido Tribunal
que él jamás señaló que había sacado un arma de fuego para darle muerte al Señor M.V. .
(sic)
…la recurrida no indicó de forma objetiva, clara y precisa de que (sic) manera el Juez de
Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, valoró todas y cada una de las pruebas
que fueron incorporadas en el debate oral y público, es más la Corte de Apelaciones del
Estado Lara, simplemente se limitó a señalar en Ocho (8) líneas, que el Juez de Juicio N° 3
valoró la declaración del testigo C.S.… y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron
en el Juicio… e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada… tanto
(sic) fue la torpeza por el ponente en ese fallo inmotivado, que en la parte dispositiva del Titulo
(sic) III, Numeral Segundo, ordenó la remisión de las actuaciones al Juez de Juicio… siendo
que el tribunal competente… LE CORRESPONDE AL TRIBUNAL DE EJECUCIÓN Y NO AL
TRIBUNAL DE JUICIO…” (Mayúsculas y resaltado del recurrente).
La Sala para decidir, observa:
El recurrente alegó que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara,
omitió pronunciarse sobre la falta de valoración de las declaraciones de los ciudadanos
H.A.A.V. (sic) y J.C.M..
Así mismo afirmó, que la referida alzada dejó de pronunciarse sobre la falta de análisis o
comparación entre las declaraciones de los ciudadanos Héctor Aparicio A.V. y J.C.M., y la
declaración del ciudadano J.C.S.S., cuyas afirmaciones durante el desarrollo del debate
fueron contradictorias.
Por último, el recurrente manifestó que además de las omisiones señaladas, el superior penal
no resolvió la denuncia de falta de pronunciamiento del tribunal de juicio en cuanto a que la
declaración del acusado, constituyó una típica confesión calificada.
A objeto de verificar el vicio denunciado, la Sala procede a revisar el recurso de apelación
interpuesto por la defensa, constatándose las denuncias siguientes:
…Se acota, además, que el Sentenciador no dejó plasmado en su sentencia condenatoria las razones
por las cuales no se le otorgó credibilidad a las testimoniales o declaraciones de los ciudadanos
HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M., testigos promovidos por la propia representación fiscal y
evacuados durante el desarrollo del debate, cuyos contenidos deben ser plasmados en la sentencia, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 346 ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, respecto a
los fundamentos de hecho y de derecho (requisitos de la Sentencia). Es decir, no explicó el sentenciador
las razones de hecho y de derecho por las cuales se abstuvo de no darle valor probatorio a las
declaraciones de los ciudadanos: HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.. Igualmente el sentenciador no
adminiculó entre sí las declaraciones de los ciudadanos J.C.S.S., HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.,
para así otorgarle sus (sic) correspondiente valor probatorio de acuerdo a la apreciación de las
pruebas, que alude el artículo 22 del Código Orgánico procesal (sic) penal (sic), (SANA CRITICA),
entendiéndose por adminicular el acto mediante el cual el Juez coloca todas las declaraciones una
frente a las otras, procediéndose a analizar todas ellas, para extraer de las mismas una síntesis o
conclusión

.
Al resolver el recurso de apelación, la Corte de Apelaciones expuso:
…Esta Corte de Apelaciones para decidir observa, desúés de analizados de manera minuciosa el
Recurso de Apelación interpuesto por al Abg. (sic) W.C., en su carácter de Defensor del penado
Gregori (sic) P.G.M. contra la sentencia dictada el 22 de diciembre del 2006 dictada por el Tribunal de
Juicio N° 3 de este Circuito Judicial Penal, se encuentra fundamentado en falta de motivación
establecido en el artículo 452, ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal por infracción del
Artículo 364, ordinal 3 (sic) y 4 (sic) ejusdem, por los siguientes hechos:

La determinación precisa y circunstancias de los hechos, que el Tribunal estime acreditados y de la


exposición concisa de sus fundamentos de hecho y de derecho, referente a la precisión que el Juez al
dictar la sentencia dio por probado hechos delictivos con pruebas que resultan insuficientes y consideró
comprobado (sic) la muerte del ciudadano M.V.J., conclusión a la que llega a través del protocolo de
autopsia realizado y sucrito (sic) por el experto J.R.B. e igualmente con el testimonio de J.C.S.S..

Así las cosas, de la revisión detallada de la sentencia recurrida, se evidencia entre otras cosas, lo
siguiente: (…)

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


Seguidamente, la Corte de Apelaciones trascribió parcialmente los hechos acreditados por el
juez de juicio.
De la trascripción parcialmente (sic) de la recurrida, se observa que si bien es cierto que al momento
de hacer la valoración del testigo J.C.S.S. (sic), el Tribunal de Juicio no indica el término ‘forcejeo’
sino que refiere que la víctima le agarró las manos al acusado, no significa esto, que el Juez no haya
apreciado que hubo contacto físico entre el sujeto activo y el sujeto pasivo como lo pudo haber dicho el
testigo al indicar que hubo un forcejeo entre ambos; declaración esta que por la inmediación debe ser
apreciada por el A Quo en todo su contexto y que de alguna manera tampoco significa que el testigo
haya afirmado la presencia de una riña o de un delito culposo, al establecer que hubo forcejeo entre el
acusado y la víctima; para ello es importante analizar el significado del término RIÑA, y según el
diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Autor M.O., la define como “pelea o
acontecimiento entre varias personas”. Y más adelante refiere lo que significa RIÑA TUMULTUARIA y
hace referencia que ‘en una confusa agresión entre varias personas impide determinar con exactitud los
actos y responsabilidad de cada uno’ lo cual no ocurre en el caso en estudio, toda vez que el Juez
valoró la declaración del testigo C.S. y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron en el juicio,
e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada, lo que conllevó al Tribunal de
Primera Instancia, a considerar que estaba en presencia del delito de Homicidio intencional (sic) en
perjuicio de M.V. y Lesiones Personales Graves en grado de Complicidad Correspectiva derivada de
otros hechos que no fueron impugnados en el presente recurso.

Por otro lado, el hecho de que el testigo indique el término ‘forcejeo’ en su declaración, y el Tribunal
indique que ‘con el señor Veliz (sic) quien le agarró las Manos’ y él (ACUSADO) le disparó en la
barriga, no desvirtúa ni oculta que se trate de un forcejeo, ya que forcejeo significa ‘…hacer fuerza,
resistir o contradecir tenazmente…’; sino que por el contrario lo describe, pues se trata de
circunstancias que refieren el mismo hecho que se interpreta como un forcejeo, concluyendo el Tribunal
de Primera Instancia, que se trata de un Homicidio Intencional, tal como lo plasma en su sentencia;
tampoco significa, que el juez no analizó la testimonial antes referida, en todo su contexto, pues allí sí
estaríamos en presencia de una valoración parcial de la misma, lo cual escaparía al fin del proceso
penal que es la búsqueda de la verdad, como complemento a ello, el Juez que presenció el Juicio y el
desarrollo de las pruebas, estimó que el deceso del ciudadano M.V. se produjo por la acción del
ciudadano G.P.G. al propinarle un disparo con un arma de fuego, conclusión a la que llega con las
pruebas que estimó, y entre ellas, la declaración del testigo J.C.S., lo cual objetivamente indica en el
fallo; razones por las cuales, comparte esta Sala la calificación utilizada por la Recurrida,
considerando además que la misma no se encuentra viciada de falta de motivación tal como lo denuncia
el Recurrente de autos.

Finalmente, el Apelante (sic), señala que el Juez A Quo vició de motivación la decisión, al no advertir el
cambio de calificaciones en el juicio, tal como lo prevé el Artículo 350 del Código Orgánico Procesal
Penal por los delitos de Homicidio en Riña o Culposos, esta aseveración, así lo considera esta Alzada,
es infundada toda vez, que dicha facultad es discrecional del Juez en aras de garantizar el principio de
legalidad, que puede advertir cambios de calificación, cuando considera que los hechos planteados no
encuadran con los tipos penales que han sido observados durante el proceso, y en el presente caso, el
Juez de Juicio, quien presenció, como se dijo ut supra, el desarrollo de las pruebas, no advirtió cambios
de calificaciones, por considerar que los delitos que habían sido observadas (sic) en la fase intermedia
se correspondían con los hechos, y tan cierto es, que dicta sentencia condenatoria por los mismos

Así las cosas, considera esta Corte de Apelaciones, que la recurrida no adolece del vicio contenido en
el ordinal 2 del artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal, lo que trae como consecuencia la
declaratoria SIN LUGAR del presente recurso por esta denuncia. ASI SE DECIDE.

Por la razones anteriormente expuestas, es por lo que debe declararse SIN LUGAR, la presente
apelación…

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


De la revisión se desprende que la alzada se pronunció sobre el forcejeo que se produjo entre
el acusado y la víctima, hecho que según el recurrente calificó la confesión, ya que según él,
ocurrió el forcejeo pero como medio de defensa para quitarle el arma a la víctima, hecho que
no fue advertido en tales términos por el Juez de Juicio y sobre lo cual se pronunció la Corte
de Apelaciones.
De igual manera, esta Sala observa, que la recurrida resolvió la denuncia del recurrente
acerca de la supuesta falta en la que incurrió el Juez de Juicio, al no advertir al acusado del
cambio de calificación en juicio.
No obstante los pronunciamientos anteriores, la Sala constató, que la recurrida omitió
pronunciarse sobre la denuncia de falta de valoración, en la sentencia proferida el 22 de
diciembre de 2006, por el Tribunal de Juicio, respecto a los testimonios de los ciudadanos
H.A.A.V. y J.C.M., así como también, respecto de la omisión de adminicular estos testimonios
con los del ciudadano J.C.S.S., petición que fue formulada de modo expreso por el recurrente
ante la alzada.
Sobre la omisión de resolver la totalidad de las denuncias que conforman el recurso de
apelación, la Sala se pronunció en la sentencia Nº 164 de 27 de abril de 2006, en los términos
siguientes:
Con arreglo a la reiterada jurisprudencia de la Sala, ‘…el juez de alzada está en la obligación de hacer
una revisión del escrito, para pronunciarse sobre la admisibilidad o no del mismo, una vez admitido de
conformidad a lo establecido en el artículo 455 del Código Orgánico Procesal Penal (según sea el
caso) debe entrar a conocer el fondo del recurso planteado y está obligado a resolver cada uno de los
puntos o denuncias de la apelación, con suficiente claridad de los motivos que le sirven de sustento a la
decisión judicial, las cuales no pueden ser obviadas por el sentenciador porque para las partes
constituyen una garantía, aunado al hecho que si fuera de otra forma se estaría violando el derecho a
una segunda instancia’. (Sentencia Nº 107, del 28-03-06. Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.).

Conforme lo antes expuesto, las C. deA. incurrirán en inmotivación de sus sentencias,


fundamentalmente por dos (2) razones: la primera, cuanto omitan cualquiera de las circunstancias
denunciadas por el apelante; y la segunda, cuando no expresen de forma clara y precisa los
fundamentos de hecho y de derecho por los cuales se adopta el fallo, tales violaciones constituyen
infracciones a los artículos 26  y  49 (numeral 1) de la  Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela  y 173, 364 (numeral 4), 441 del Código Orgánico Procesal Penal.

En este sentido, la tutela judicial efectiva no sólo comprende el acceso a los órganos jurisdiccionales,
sino que demanda la solución oportuna y razonada de las decisiones judiciales, de allí se desprende la
obligación fundamental del juez de mantener el proceso y las decisiones dentro del marco de los valores
del derecho a la defensa, al debido proceso, a la búsqueda de la verdad y a la preservación de los
principios y garantías consagrados en la  Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En consecuencia, constituye un deber fundamental para la Corte de Apelaciones cuando así lo haya
alegado el recurrente, verificar y determinar que en la sentencia sometida a su revisión se haya
realizado un análisis detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, así mismo, la comparación de
unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la determinación clara y precisa de los
hechos que se dan por probados y el derecho aplicable. En efecto, el sentenciador en segunda instancia
al motivar un fallo, debe realizar esa operación mediante el razonamiento jurídico de forma explícita y
precisa.

En el mismo sentido, en la sentencia Nº 146 de 12 de abril de 2007, la Sala decidió lo


siguiente:
Esta falta de resolución del recurso de apelación, implica la inmotivación del fallo dictado por la Corte
de Apelaciones, porque actuando como tribunales de segunda instancia, están obligados a resolver
todos los planteamientos hechos en el recurso de apelación, por lo que deben analizar y comparar las
denuncias interpuestas en el recurso de apelación con lo establecido por el juez de juicio.

.
Luego del análisis comparativo de la denuncias del recurso de apelación con lo resuelto
efectivamente por la recurrida, y con base en los criterios jurisprudenciales expuestos, esta
Sala considera que el fallo dictado el 10 de abril de 2007 por la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara incurrió en la primera de las causales de ausencia de
motivación señaladas en el fallo Nº 164 de 2006: “cuanto omitan cualquiera de las
circunstancias denunciadas por el apelante”, ya que no resolvió la totalidad de las denuncias
que le fueron planteadas por el recurrente, motivo por el cual adolece del vicio de inmotivación
por falta de aplicación de los artículos 26 y 49 (numeral 1) constitucionales, en relación con los
artículos 173, 364 (numeral 4), y 441 del Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, es procedente declarar con lugar el recurso de casación interpuesto por la
defensa del ciudadano G.P.G.M., debiendo anularse la decisión dictada el 10 de abril de 2007,
por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara de conformidad con lo
establecido en el artículo 467 del Código Orgánico Procesal Penal y se repone la causa al
estado de que se constituya una Sala Accidental de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Lara para que se pronuncie sobre los planteamientos del recurrente
con prescindencia de los vicios observados.
Ahora bien, del análisis del acta de juicio se observa, que los testigos cuya falta de valoración
denunció el recurrente, declararon a los únicos efectos de que sus deposiciones fueran
valoradas en relación con el delito de homicidio intencional por el cual fue acusado el
ciudadano G.P.G.M.. A tal efecto, se trascriben a continuación los testimonios referidos:
El ciudadano H.A.A.V., titular de la cédula de identidad 7.313.114, expresó (folio 903):
yo lo que hice fue recogerlo y llevarlo al ambulatorio. Es todo. Fiscal: Yo recogí a M.V., eso fue en el
200-2001, mi negocio se llama Tasca Amaro, yo estaba dentro de mi negocio y escuché los disparos,
salí y como era mi primo lo llevé al ambulatorio, Manolo era mi primo, sí conozco a Juan (sic) C.S.S.,
él era el que estaba pidiendo auxilio, yo lo que hice fue montarlo al carro y llevarlo al ambulatorio, me
ayudó mi hija, el carro era un Dodge Dart de mi propiedad y aún lo conservo, no tenía hijos ni esposa,
Manolo siempre pasaba por el negocio. Defensa W.C.: Sí fui citado para el día de hoy, me llegó la
citación, cuando escuché que estaban pidiendo auxilio, salí, nadie quería auxiliarlo y saqué el carro y
me lo llevé al ambulatorio, M.V. y J.C.S. no los vi en el negocio ese día, yo tengo abierto el negocio
como hasta las 3, es todo

.
El ciudadano J.C.M., titular de la cédula de identidad 14.482.971, expresó (folio 903 del
expediente):
No se por que estoy aquí, y me llegó una citación, y yo vi fue al muerto ahí, y pasé, y lo vi ya que yo iba
para mi casa. Fiscal: Yo no conocía al muerto sino de vista, eso fue en el club, era de noche, en la calle.
Es todo. Defensa: No preguntó

.
Al respecto, la Sala advierte que en efecto los testimonios trascritos se refieren al delito de
homicidio por el que fue condenado el recurrente, mas no guardan relación con el delito de
lesiones personales graves por el que fueron juzgados y condenados los ciudadanos P.R.C.P.
y E.M.M.P., en consecuencia, al no encontrarse en la misma situación ni ser aplicables
idénticos motivos que al recurrente, es por lo que esta decisión no tendrá efecto extensivo en
beneficio de los citados ciudadanos.
DECISIÓN
En atención a los razonamientos anteriormente expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia, en
Sala de Casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la ley, declara: PRIMERO: Con lugar, el recurso de casación propuesto por el recurrente.
SEGUNDO: En consecuencia, anula el fallo del 27 de abril de 2007, dictado por la Corte de
Apelaciones del estado Lara. Tercero: Se ordena remitir el expediente al Presidente del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara, para que constituya una Sala Accidental que dicte una
nueva sentencia prescindiendo de los vicios aquí señalados.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Penal, en Caracas, a los 13 días del mes de noviembre de dos mil siete. Años
197º de la Independencia y 148º de la Federación.
La Magistrada Presidenta,
D.N.B.
El Magistrado Vicepresidente,
E.R.A.A. Ponente
La Magistrada,
B.R.M. de LEÓN
El Magistrado,
H.C.F.
La Magistrada,
MIRIAM MORANDY MIJARES
La Secretaria,
G.H.G.
Exp. Nº 2007-280
ERAA
La Magistrada Doctora D.N.B. no firmó por motivo justificado. La Secretaria, G.H.G.
Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.
La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, integrada por los
ciudadanos jueces Yanina Karabin Marín, Gabriel Ernesto España Guillén y José Rafael
Guillén, el 10 de abril de 2007, declaró Sin Lugar el recurso de apelación interpuesto por el
abogado W.C., en su carácter de defensor privado del ciudadano G.P.G.M., titular de la cédula
de identidad Nº 13.644.336, contra la sentencia dictada el 22 de diciembre de 2006, por el
Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del señalado Circuito Judicial
Penal, que lo condenó a cumplir la pena de 16 años, 1 mes y 10 días de presidio más las
accesorias correspondientes, por la comisión del delito de homicidio intencional tipificado en
el artículo 407 del Código Penal, en perjuicio del ciudadano M.V.J. y lesiones personales
graves, en grado de complicidad correspectiva, previsto en el artículo 415 en concordancia
con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos H.E.S.O., H.J.S. y
V.J.B.O., así como también, condenó a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P. a cumplir la pena
de un (1) año y ocho (8) meses de prisión, más las accesorias de ley correspondientes, por la
comisión del delito de lesiones personales graves en grado de complicidad correspectiva,
tipificado en el artículo 415 en relación con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de las
víctimas referidas .
Contra el fallo de la Corte de Apelaciones, fue interpuesto el recurso de casación por el
defensor del ciudadano G.P.G.M..
El 20 de junio de 2007, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal del recibo del expediente y
se designó ponente al Magistrado Doctor E.R.A.A., quien con tal carácter suscribe el presente
fallo.
El 9 de octubre de 2007, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia admitió
la única denuncia del recurso de casación interpuesto por la defensa del ciudadano G.P.G.M..
En la misma oportunidad, las magistradas D.N.B. y Miriam Morandy Mijares presentaron votos
concurrentes.
El 13 de noviembre 2007, tuvo lugar la audiencia pública con la asistencia de las partes.
Los hechos acreditados por el Tribunal Tercero en Funciones de Juicio del Circuito Judicial del
Estado Lara son los siguientes:
-VI_ (sic)

HECHOS QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADOS

Este Tribunal estima acreditado, que efectivamente se produjo la muerte del ciudadano M.V. (sic)
Gimenez (sic), conclusión a la que se llega a través del Protocolo de autopsia realizado y suscrito por el
ciudadano J.R.B., Médico Anatomopatólogo adscrito a Medicatura Forense del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Barquisimeto, donde constató que el cuerpo
presentaba orificio de entrada producido por proyectil disparado por arma de fuego, Prueba
Documental esta que fue ratificada por el Experto en la realización del Juicio; e igualmente con la
evacuación de la Prueba Testimonial en la persona de J.C.S.S., titular de la cédula de identidad Nº
13.085.798, el cual entre otras cosas expuso que observó cuando ocurrió el hecho; que estuvo todo el
día trabajando junto con el hoy occiso y en la noche fue cuando ocurrió el hecho, en horas de la noche
se fueron a tomar unas cervezas en los Malabares y Club Amaro, de ese último sitio salieron a la altura
de la media noche, señaló que el señor G.P. se bajó de una moto, tuvieron unas palabras y disparó el
arma, cayendo en (sic) señor Veliz (sic); manifestó que G.P. se bajó de la moto y tuvo unas palabras
con el señor Veliz (sic) quien le agarró las manos y él le disparó en la barriga; siendo ambas pruebas el
Medio Idóneo y suficiente para sostener la valoración de las mismas, ya que tienen la fuerza para
demostrar un hecho así como la responsabilidad, en otras palabras, la comprobación técnica de un
hecho y la relación en cuanto a la responsabilidad de una persona, verificado como fue el cumplimiento
de los requisitos en la obtención de las mismas, vale decir, su Pertinencia, su Necesidad (sic), con el
objeto de apreciarlas y valorarlas por medio de la Sana Crítica, con observación y estricto
cumplimiento de las Reglas de la Lógica, los Conocimientos Científicos y las Máximas de Experiencia,
para establecer la verdad de los hechos y aplicación de la Justicia, como finalidad del Proceso, siendo
Dos Principios contenidos en la N.A. como lo es La Apreciación y Licitud (sic) de las Pruebas;
arrojando la declaración del ciudadano J.C.S.S., un Elemento Probatorio y factor determinante al
quedar demostrado que efectivamente se perpetró un hecho delictivo como lo es el Homicidio
Intencional señalado en el artículo 407  del  Código Penal, y que el responsable como Autor Material
del mismo fue el ciudadano Gregori (sic) P.G., titular de la cedula de identidad Nº 13.644.336, quien al
momento de declarar entre otras cosas expuso ‘que el 21 de Abril del 2001 fue a la Tasca, se encontró a
Manolo y Jean, manolo empezó a buscarle pelea y Juan se metió, se fue a la casa, regresando como a la
media hora, volviendo nuevamente la discusión, le pegaron un botellazo, sacó un arma, forcejearon, se
fue un tiro y luego se enteró que había muerto’; Siendo igualmente la declaración del Acusado factor
determinante en cuanto a la Relación de Causalidad que existió entre el Hecho Típicamente
Antijurídico que produjo el deceso de M.V. y la Acción desplegada por el ciudadano Gregori (sic) P.G.,
pudiéndose concluir que se llevo a cabo el deceso de una persona como lo fue M.V., producto de la
Acción desplegada por el acusado Gregori (sic) P.G., lo cual nuestra N.S. lo define como Homicidio
Intencional; previsto y sancionado en el artículo 407  del  Código Penal  (Vigente para el momento en
que sucedieron los hechos).

Se da igualmente por acreditado, que en fecha 24 de Abril (sic) del 2005, se originó un Accidente de
Transito (sic) donde se encontraron involucrados dos vehículos identificados de la siguiente manera:
Vehículo clase Camioneta, marca Ford, modelo Explorer… como el vehículo clase automóvil, marca
Ford, modelo Fiesta… y a consecuencia del accidente se originó una discusión entre las personas
involucradas, trayendo como consecuencia una serie de acciones de tipo delictivo por parte de los
integrantes del vehículo ford (sic) Fiesta como lo fue provocarle Lesiones Personales Graves a los
tripulantes del vehículo Ford Explorer; Estos hechos se pudieron demostrar en la sala de Juicio a
través de las pruebas evacuadas como lo fueron: la Experticia legal practicada a un vehículo clase
automóvil marca Ford, modelo Fiesta… en el que se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo
tripulado por los acusados al momento de su aprehensión; la Inspección Técnica practicada a un
vehículo Clase automóvil, marca Ford modelo Fiesta… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección del vehículo tripulado por los imputados al momento de su aprehensión y el cual colisionó
con el otro vehículo; La Experticia Legal practicada a un vehículo clase camioneta marca Ford, modelo
Explorer… en el cual se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo tripulado por las víctimas y el
cual colisionó con el vehículo tripulado por los acusados; La Inspección Técnica practicada a un
vehículo clase Camioneta, marca Ford modelo Explorer… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección practicada al vehículo tripulado por las víctimas y el cual colisionó con el vehículo
tripulado por los acusados; El Levantamiento del Accidente de Transito (sic), ocurrido en fecha
04/04/2005 (sic), suscrito por el Instituto Nacional de T.T., Unidad Estadal de Vigilancia de Transito
(sic) Terrestre Nº 51 del Estado Lara; La Inspección Ocular y Montaje Fotográfico, realizada al sitio
del suceso, ubicado en la carrera 25 con calle 36, vía pública, Barquisimeto Estado Lara; todo ello
aunado a la declaración de los testigos evacuados en la sala de juicio como lo fue H.E.S.O., entre otras
cosas expuso que el día 24 de Julio como a las 12 de la media noche, colisiono (sic) en la calle 35 con
16 la camioneta con un Ford Fiesta y les dijo que no había problema, pero las personas del vehículo
fueron agresivas, la muchacha le dio con los tacones de los zapatos por la cara, luego su hermano salio
(sic) y se metió en una casa, uno de ellos le paso (sic) un arma al otro, escucho (sic) los tiros, cuando se
monto (sic) en la camioneta, su hermano se metió en una casa, fue herido en la pierna; manifestó que
fue lesionado en la cara con un tacón de zapato, que no recibió impacto de bala, que el que accionó el
arma fue el de franela naranjada (sic) y que el otro lo había golpeado; (Señalando a los imputados); Su
hermano recibió un impacto de bala en la pierna y pantorrilla; H.J.S., el cual entre otras cosas expuso
que esa noche venían de una granja de Acarigua y cuando iban por la calle 25, chocaron con un
vehículo, ellos dijeron que le teníamos que dar dinero y golpean a su hermano, vio cuando sacan un
arma y se va a casa de unos vecinos, es cuando le dan dos disparos, su hermano estaba muy golpeado,
eso fue en Julio (sic) del 2005 en la calle 25, la camioneta era conducida por Héctor, su hermano,
colisiono (sic) con un vehículo Fiesta Azul; P.R.C.P., el cual entre otras cosa (sic) expuso que venía por
la carrera 24 con 36 cuando la camioneta azul lo choca y lo manda hacia la acera, se bajaron del
carro, y le preguntó que (sic) iban hacer (sic) con el choque, y le dicen que esperen a Transito (sic), los
integrantes de los dos vehículos estaban tomando, se fueron a golpes con Héctor y se produjo una
pelea, de pronto salió un sujeto disparando, de copiloto estaba Elaine; se fue a golpe con Héctor quien
andaba manejando; Dándose la Relación de Causalidad que existió entre el hecho Típicamente
Antijurídico que produjo las Lesiones ocasionadas a las víctimas y las Acciones desplegada (sic) por los
ciudadanos Gregori (sic) P. Gutiérrez, P.R.C.P. y E.M.M.P., quedando demostrado la responsabilidad
de cada uno, lo cual nuestra N.S. lo define como Lesiones Personales Graves en Grado de Complicidad
Correspectiva, (artículos  415  en relación con el 424 del Código Penal)

. (Mayúsculas del Tribunal de Juicio).


PUNTO PREVIO
De conformidad con el artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal, esta decisión tendrá
efecto extensivo a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P., siempre que se encuentren en la
misma situación y les sean aplicables idénticos motivos que al recurrente, sin que en ningún
caso les perjudique, por la comisión del delito de lesiones personales graves, por el cual
fueron juzgados y condenados.
DEL RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL CIUDADANO
G.P.G.M.
De conformidad con el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, el recurrente
denunció “…el vicio de inmotivación por falta de aplicación del artículo 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela en relación con los artículos 173 y 456 del Código
Orgánico Procesal Penal”.
Para fundamentar su denuncia, expresó:
…Se evidencia, que la Corte de Apelaciones del Estado Lara, no resolvió los puntos planteados por la
Defensa en su escrito de Apelación como fue:

1) La falta de valoración o el por qué se obvió o no se le otorgó credibilidad a las declaraciones de los
ciudadanos HECTOR (sic) A.A.V. (sic) y J.C. MUJICA…
2) La falta de análisis o comparación entre sí entre las declaraciones de los Ciudadanos HECTOR (sic)
A.A.V. (sic) y J.C.M., con la propia declaración del Ciudadano (sic) J.C.S.S. (sic)…

cuyas “…deposiciones durante el desarrollo del debate fueron todas contradictorias…


3) La falta de pronunciamiento en cuanto a que la declaración de mi defendido G.P.G. (sic)
Montero… constituyó UNA TÍPICA CONFESIÓN CALIFICADA, por cuanto a la vez reconoció
que efectivamente hubo un forcejeo entre él y el Señor M.V. (sic) (Hoy occiso), se excepciona
en su descargo un hecho que desvirtúa su responsabilidad penal, como fue que la agresión
ilegítima la provocó el hoy occiso, que él tuvo la necesidad de tomarle la mano al hoy occiso,
arrancarle el revolver que el Señor M.V. (sic) cargaba y que después se produjo el disparo y
por último la provocación la originó el hoy occiso. Es decir, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara , no dio respuesta certera o específica sobre lo que se
había denunciado en la Apelación (sic) de Sentencia Definitiva, tanto (sic) fue así ‘LA MALA
FE’ del Tribunal de Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara que en la
declaración de mi Defendido (sic) rendida por ante ese Tribunal le agregó un hecho nuevo
para ocultar la verdad procesal, incluyendo en ese fallo inmotivado que mi defendido había
sacado UN ARMA DE FUEGO (Folio 1004), lo cual es totalmente falso y temerario…, ya que
se puede observar de la propia declaración de mi Defendido (sic) por ante el referido Tribunal
que él jamás señaló que había sacado un arma de fuego para darle muerte al Señor M.V. .
(sic)
…la recurrida no indicó de forma objetiva, clara y precisa de que (sic) manera el Juez de
Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, valoró todas y cada una de las pruebas
que fueron incorporadas en el debate oral y público, es más la Corte de Apelaciones del
Estado Lara, simplemente se limitó a señalar en Ocho (8) líneas, que el Juez de Juicio N° 3
valoró la declaración del testigo C.S.… y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron
en el Juicio… e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada… tanto
(sic) fue la torpeza por el ponente en ese fallo inmotivado, que en la parte dispositiva del Titulo
(sic) III, Numeral Segundo, ordenó la remisión de las actuaciones al Juez de Juicio… siendo
que el tribunal competente… LE CORRESPONDE AL TRIBUNAL DE EJECUCIÓN Y NO AL
TRIBUNAL DE JUICIO…” (Mayúsculas y resaltado del recurrente).
La Sala para decidir, observa:
El recurrente alegó que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara,
omitió pronunciarse sobre la falta de valoración de las declaraciones de los ciudadanos
H.A.A.V. (sic) y J.C.M..
Así mismo afirmó, que la referida alzada dejó de pronunciarse sobre la falta de análisis o
comparación entre las declaraciones de los ciudadanos Héctor Aparicio A.V. y J.C.M., y la
declaración del ciudadano J.C.S.S., cuyas afirmaciones durante el desarrollo del debate
fueron contradictorias.
Por último, el recurrente manifestó que además de las omisiones señaladas, el superior penal
no resolvió la denuncia de falta de pronunciamiento del tribunal de juicio en cuanto a que la
declaración del acusado, constituyó una típica confesión calificada.
A objeto de verificar el vicio denunciado, la Sala procede a revisar el recurso de apelación
interpuesto por la defensa, constatándose las denuncias siguientes:
…Se acota, además, que el Sentenciador no dejó plasmado en su sentencia condenatoria las razones
por las cuales no se le otorgó credibilidad a las testimoniales o declaraciones de los ciudadanos
HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M., testigos promovidos por la propia representación fiscal y
evacuados durante el desarrollo del debate, cuyos contenidos deben ser plasmados en la sentencia, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 346 ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, respecto a
los fundamentos de hecho y de derecho (requisitos de la Sentencia). Es decir, no explicó el sentenciador
las razones de hecho y de derecho por las cuales se abstuvo de no darle valor probatorio a las
declaraciones de los ciudadanos: HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.. Igualmente el sentenciador no
adminiculó entre sí las declaraciones de los ciudadanos J.C.S.S., HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.,
para así otorgarle sus (sic) correspondiente valor probatorio de acuerdo a la apreciación de las
pruebas, que alude el artículo 22 del Código Orgánico procesal (sic) penal (sic), (SANA CRITICA),
entendiéndose por adminicular el acto mediante el cual el Juez coloca todas las declaraciones una
frente a las otras, procediéndose a analizar todas ellas, para extraer de las mismas una síntesis o
conclusión

.
Al resolver el recurso de apelación, la Corte de Apelaciones expuso:
…Esta Corte de Apelaciones para decidir observa, desúés de analizados de manera minuciosa el
Recurso de Apelación interpuesto por al Abg. (sic) W.C., en su carácter de Defensor del penado
Gregori (sic) P.G.M. contra la sentencia dictada el 22 de diciembre del 2006 dictada por el Tribunal de
Juicio N° 3 de este Circuito Judicial Penal, se encuentra fundamentado en falta de motivación
establecido en el artículo 452, ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal por infracción del
Artículo 364, ordinal 3 (sic) y 4 (sic) ejusdem, por los siguientes hechos:

La determinación precisa y circunstancias de los hechos, que el Tribunal estime acreditados y de la


exposición concisa de sus fundamentos de hecho y de derecho, referente a la precisión que el Juez al
dictar la sentencia dio por probado hechos delictivos con pruebas que resultan insuficientes y consideró
comprobado (sic) la muerte del ciudadano M.V.J., conclusión a la que llega a través del protocolo de
autopsia realizado y sucrito (sic) por el experto J.R.B. e igualmente con el testimonio de J.C.S.S..

Así las cosas, de la revisión detallada de la sentencia recurrida, se evidencia entre otras cosas, lo
siguiente: (…)

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


Seguidamente, la Corte de Apelaciones trascribió parcialmente los hechos acreditados por el
juez de juicio.
De la trascripción parcialmente (sic) de la recurrida, se observa que si bien es cierto que al momento
de hacer la valoración del testigo J.C.S.S. (sic), el Tribunal de Juicio no indica el término ‘forcejeo’
sino que refiere que la víctima le agarró las manos al acusado, no significa esto, que el Juez no haya
apreciado que hubo contacto físico entre el sujeto activo y el sujeto pasivo como lo pudo haber dicho el
testigo al indicar que hubo un forcejeo entre ambos; declaración esta que por la inmediación debe ser
apreciada por el A Quo en todo su contexto y que de alguna manera tampoco significa que el testigo
haya afirmado la presencia de una riña o de un delito culposo, al establecer que hubo forcejeo entre el
acusado y la víctima; para ello es importante analizar el significado del término RIÑA, y según el
diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Autor M.O., la define como “pelea o
acontecimiento entre varias personas”. Y más adelante refiere lo que significa RIÑA TUMULTUARIA y
hace referencia que ‘en una confusa agresión entre varias personas impide determinar con exactitud los
actos y responsabilidad de cada uno’ lo cual no ocurre en el caso en estudio, toda vez que el Juez
valoró la declaración del testigo C.S. y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron en el juicio,
e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada, lo que conllevó al Tribunal de
Primera Instancia, a considerar que estaba en presencia del delito de Homicidio intencional (sic) en
perjuicio de M.V. y Lesiones Personales Graves en grado de Complicidad Correspectiva derivada de
otros hechos que no fueron impugnados en el presente recurso.

Por otro lado, el hecho de que el testigo indique el término ‘forcejeo’ en su declaración, y el Tribunal
indique que ‘con el señor Veliz (sic) quien le agarró las Manos’ y él (ACUSADO) le disparó en la
barriga, no desvirtúa ni oculta que se trate de un forcejeo, ya que forcejeo significa ‘…hacer fuerza,
resistir o contradecir tenazmente…’; sino que por el contrario lo describe, pues se trata de
circunstancias que refieren el mismo hecho que se interpreta como un forcejeo, concluyendo el Tribunal
de Primera Instancia, que se trata de un Homicidio Intencional, tal como lo plasma en su sentencia;
tampoco significa, que el juez no analizó la testimonial antes referida, en todo su contexto, pues allí sí
estaríamos en presencia de una valoración parcial de la misma, lo cual escaparía al fin del proceso
penal que es la búsqueda de la verdad, como complemento a ello, el Juez que presenció el Juicio y el
desarrollo de las pruebas, estimó que el deceso del ciudadano M.V. se produjo por la acción del
ciudadano G.P.G. al propinarle un disparo con un arma de fuego, conclusión a la que llega con las
pruebas que estimó, y entre ellas, la declaración del testigo J.C.S., lo cual objetivamente indica en el
fallo; razones por las cuales, comparte esta Sala la calificación utilizada por la Recurrida,
considerando además que la misma no se encuentra viciada de falta de motivación tal como lo denuncia
el Recurrente de autos.

Finalmente, el Apelante (sic), señala que el Juez A Quo vició de motivación la decisión, al no advertir el
cambio de calificaciones en el juicio, tal como lo prevé el Artículo 350 del Código Orgánico Procesal
Penal por los delitos de Homicidio en Riña o Culposos, esta aseveración, así lo considera esta Alzada,
es infundada toda vez, que dicha facultad es discrecional del Juez en aras de garantizar el principio de
legalidad, que puede advertir cambios de calificación, cuando considera que los hechos planteados no
encuadran con los tipos penales que han sido observados durante el proceso, y en el presente caso, el
Juez de Juicio, quien presenció, como se dijo ut supra, el desarrollo de las pruebas, no advirtió cambios
de calificaciones, por considerar que los delitos que habían sido observadas (sic) en la fase intermedia
se correspondían con los hechos, y tan cierto es, que dicta sentencia condenatoria por los mismos

Así las cosas, considera esta Corte de Apelaciones, que la recurrida no adolece del vicio contenido en
el ordinal 2 del artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal, lo que trae como consecuencia la
declaratoria SIN LUGAR del presente recurso por esta denuncia. ASI SE DECIDE.

Por la razones anteriormente expuestas, es por lo que debe declararse SIN LUGAR, la presente
apelación…

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


De la revisión se desprende que la alzada se pronunció sobre el forcejeo que se produjo entre
el acusado y la víctima, hecho que según el recurrente calificó la confesión, ya que según él,
ocurrió el forcejeo pero como medio de defensa para quitarle el arma a la víctima, hecho que
no fue advertido en tales términos por el Juez de Juicio y sobre lo cual se pronunció la Corte
de Apelaciones.
De igual manera, esta Sala observa, que la recurrida resolvió la denuncia del recurrente
acerca de la supuesta falta en la que incurrió el Juez de Juicio, al no advertir al acusado del
cambio de calificación en juicio.
No obstante los pronunciamientos anteriores, la Sala constató, que la recurrida omitió
pronunciarse sobre la denuncia de falta de valoración, en la sentencia proferida el 22 de
diciembre de 2006, por el Tribunal de Juicio, respecto a los testimonios de los ciudadanos
H.A.A.V. y J.C.M., así como también, respecto de la omisión de adminicular estos testimonios
con los del ciudadano J.C.S.S., petición que fue formulada de modo expreso por el recurrente
ante la alzada.
Sobre la omisión de resolver la totalidad de las denuncias que conforman el recurso de
apelación, la Sala se pronunció en la sentencia Nº 164 de 27 de abril de 2006, en los términos
siguientes:
Con arreglo a la reiterada jurisprudencia de la Sala, ‘…el juez de alzada está en la obligación de hacer
una revisión del escrito, para pronunciarse sobre la admisibilidad o no del mismo, una vez admitido de
conformidad a lo establecido en el artículo 455 del Código Orgánico Procesal Penal (según sea el
caso) debe entrar a conocer el fondo del recurso planteado y está obligado a resolver cada uno de los
puntos o denuncias de la apelación, con suficiente claridad de los motivos que le sirven de sustento a la
decisión judicial, las cuales no pueden ser obviadas por el sentenciador porque para las partes
constituyen una garantía, aunado al hecho que si fuera de otra forma se estaría violando el derecho a
una segunda instancia’. (Sentencia Nº 107, del 28-03-06. Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.).

Conforme lo antes expuesto, las C. deA. incurrirán en inmotivación de sus sentencias,


fundamentalmente por dos (2) razones: la primera, cuanto omitan cualquiera de las circunstancias
denunciadas por el apelante; y la segunda, cuando no expresen de forma clara y precisa los
fundamentos de hecho y de derecho por los cuales se adopta el fallo, tales violaciones constituyen
infracciones a los artículos 26  y  49 (numeral 1) de la  Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela  y 173, 364 (numeral 4), 441 del Código Orgánico Procesal Penal.

En este sentido, la tutela judicial efectiva no sólo comprende el acceso a los órganos jurisdiccionales,
sino que demanda la solución oportuna y razonada de las decisiones judiciales, de allí se desprende la
obligación fundamental del juez de mantener el proceso y las decisiones dentro del marco de los valores
del derecho a la defensa, al debido proceso, a la búsqueda de la verdad y a la preservación de los
principios y garantías consagrados en la  Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En consecuencia, constituye un deber fundamental para la Corte de Apelaciones cuando así lo haya
alegado el recurrente, verificar y determinar que en la sentencia sometida a su revisión se haya
realizado un análisis detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, así mismo, la comparación de
unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la determinación clara y precisa de los
hechos que se dan por probados y el derecho aplicable. En efecto, el sentenciador en segunda instancia
al motivar un fallo, debe realizar esa operación mediante el razonamiento jurídico de forma explícita y
precisa.

En el mismo sentido, en la sentencia Nº 146 de 12 de abril de 2007, la Sala decidió lo


siguiente:
Esta falta de resolución del recurso de apelación, implica la inmotivación del fallo dictado por la Corte
de Apelaciones, porque actuando como tribunales de segunda instancia, están obligados a resolver
todos los planteamientos hechos en el recurso de apelación, por lo que deben analizar y comparar las
denuncias interpuestas en el recurso de apelación con lo establecido por el juez de juicio.

.
Luego del análisis comparativo de la denuncias del recurso de apelación con lo resuelto
efectivamente por la recurrida, y con base en los criterios jurisprudenciales expuestos, esta
Sala considera que el fallo dictado el 10 de abril de 2007 por la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara incurrió en la primera de las causales de ausencia de
motivación señaladas en el fallo Nº 164 de 2006: “cuanto omitan cualquiera de las
circunstancias denunciadas por el apelante”, ya que no resolvió la totalidad de las denuncias
que le fueron planteadas por el recurrente, motivo por el cual adolece del vicio de inmotivación
por falta de aplicación de los artículos 26 y 49 (numeral 1) constitucionales, en relación con los
artículos 173, 364 (numeral 4), y 441 del Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, es procedente declarar con lugar el recurso de casación interpuesto por la
defensa del ciudadano G.P.G.M., debiendo anularse la decisión dictada el 10 de abril de 2007,
por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara de conformidad con lo
establecido en el artículo 467 del Código Orgánico Procesal Penal y se repone la causa al
estado de que se constituya una Sala Accidental de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Lara para que se pronuncie sobre los planteamientos del recurrente
con prescindencia de los vicios observados.
Ahora bien, del análisis del acta de juicio se observa, que los testigos cuya falta de valoración
denunció el recurrente, declararon a los únicos efectos de que sus deposiciones fueran
valoradas en relación con el delito de homicidio intencional por el cual fue acusado el
ciudadano G.P.G.M.. A tal efecto, se trascriben a continuación los testimonios referidos:
El ciudadano H.A.A.V., titular de la cédula de identidad 7.313.114, expresó (folio 903):
yo lo que hice fue recogerlo y llevarlo al ambulatorio. Es todo. Fiscal: Yo recogí a M.V., eso fue en el
200-2001, mi negocio se llama Tasca Amaro, yo estaba dentro de mi negocio y escuché los disparos,
salí y como era mi primo lo llevé al ambulatorio, Manolo era mi primo, sí conozco a Juan (sic) C.S.S.,
él era el que estaba pidiendo auxilio, yo lo que hice fue montarlo al carro y llevarlo al ambulatorio, me
ayudó mi hija, el carro era un Dodge Dart de mi propiedad y aún lo conservo, no tenía hijos ni esposa,
Manolo siempre pasaba por el negocio. Defensa W.C.: Sí fui citado para el día de hoy, me llegó la
citación, cuando escuché que estaban pidiendo auxilio, salí, nadie quería auxiliarlo y saqué el carro y
me lo llevé al ambulatorio, M.V. y J.C.S. no los vi en el negocio ese día, yo tengo abierto el negocio
como hasta las 3, es todo

.
El ciudadano J.C.M., titular de la cédula de identidad 14.482.971, expresó (folio 903 del
expediente):
No se por que estoy aquí, y me llegó una citación, y yo vi fue al muerto ahí, y pasé, y lo vi ya que yo iba
para mi casa. Fiscal: Yo no conocía al muerto sino de vista, eso fue en el club, era de noche, en la calle.
Es todo. Defensa: No preguntó

.
Al respecto, la Sala advierte que en efecto los testimonios trascritos se refieren al delito de
homicidio por el que fue condenado el recurrente, mas no guardan relación con el delito de
lesiones personales graves por el que fueron juzgados y condenados los ciudadanos P.R.C.P.
y E.M.M.P., en consecuencia, al no encontrarse en la misma situación ni ser aplicables
idénticos motivos que al recurrente, es por lo que esta decisión no tendrá efecto extensivo en
beneficio de los citados ciudadanos.
DECISIÓN
En atención a los razonamientos anteriormente expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia, en
Sala de Casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la ley, declara: PRIMERO: Con lugar, el recurso de casación propuesto por el recurrente.
SEGUNDO: En consecuencia, anula el fallo del 27 de abril de 2007, dictado por la Corte de
Apelaciones del estado Lara. Tercero: Se ordena remitir el expediente al Presidente del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara, para que constituya una Sala Accidental que dicte una
nueva sentencia prescindiendo de los vicios aquí señalados.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Penal, en Caracas, a los 13 días del mes de noviembre de dos mil siete. Años
197º de la Independencia y 148º de la Federación.
La Magistrada Presidenta,
D.N.B.
El Magistrado Vicepresidente,
E.R.A.A. Ponente
La Magistrada,
B.R.M. de LEÓN
El Magistrado,
H.C.F.
La Magistrada,
MIRIAM MORANDY MIJARES
La Secretaria,
G.H.G.
Exp. Nº 2007-280
ERAA
La Magistrada Doctora D.N.B. no firmó por motivo justificado. La Secretaria, G.H.G.
Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.
La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, integrada por los
ciudadanos jueces Yanina Karabin Marín, Gabriel Ernesto España Guillén y José Rafael
Guillén, el 10 de abril de 2007, declaró Sin Lugar el recurso de apelación interpuesto por el
abogado W.C., en su carácter de defensor privado del ciudadano G.P.G.M., titular de la cédula
de identidad Nº 13.644.336, contra la sentencia dictada el 22 de diciembre de 2006, por el
Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del señalado Circuito Judicial
Penal, que lo condenó a cumplir la pena de 16 años, 1 mes y 10 días de presidio más las
accesorias correspondientes, por la comisión del delito de homicidio intencional tipificado en
el artículo 407 del Código Penal, en perjuicio del ciudadano M.V.J. y lesiones personales
graves, en grado de complicidad correspectiva, previsto en el artículo 415 en concordancia
con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos H.E.S.O., H.J.S. y
V.J.B.O., así como también, condenó a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P. a cumplir la pena
de un (1) año y ocho (8) meses de prisión, más las accesorias de ley correspondientes, por la
comisión del delito de lesiones personales graves en grado de complicidad correspectiva,
tipificado en el artículo 415 en relación con el artículo 424 del Código Penal, en perjuicio de las
víctimas referidas .
Contra el fallo de la Corte de Apelaciones, fue interpuesto el recurso de casación por el
defensor del ciudadano G.P.G.M..
El 20 de junio de 2007, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal del recibo del expediente y
se designó ponente al Magistrado Doctor E.R.A.A., quien con tal carácter suscribe el presente
fallo.
El 9 de octubre de 2007, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia admitió
la única denuncia del recurso de casación interpuesto por la defensa del ciudadano G.P.G.M..
En la misma oportunidad, las magistradas D.N.B. y Miriam Morandy Mijares presentaron votos
concurrentes.
El 13 de noviembre 2007, tuvo lugar la audiencia pública con la asistencia de las partes.
Los hechos acreditados por el Tribunal Tercero en Funciones de Juicio del Circuito Judicial del
Estado Lara son los siguientes:
-VI_ (sic)

HECHOS QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADOS

Este Tribunal estima acreditado, que efectivamente se produjo la muerte del ciudadano M.V. (sic)
Gimenez (sic), conclusión a la que se llega a través del Protocolo de autopsia realizado y suscrito por el
ciudadano J.R.B., Médico Anatomopatólogo adscrito a Medicatura Forense del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Barquisimeto, donde constató que el cuerpo
presentaba orificio de entrada producido por proyectil disparado por arma de fuego, Prueba
Documental esta que fue ratificada por el Experto en la realización del Juicio; e igualmente con la
evacuación de la Prueba Testimonial en la persona de J.C.S.S., titular de la cédula de identidad Nº
13.085.798, el cual entre otras cosas expuso que observó cuando ocurrió el hecho; que estuvo todo el
día trabajando junto con el hoy occiso y en la noche fue cuando ocurrió el hecho, en horas de la noche
se fueron a tomar unas cervezas en los Malabares y Club Amaro, de ese último sitio salieron a la altura
de la media noche, señaló que el señor G.P. se bajó de una moto, tuvieron unas palabras y disparó el
arma, cayendo en (sic) señor Veliz (sic); manifestó que G.P. se bajó de la moto y tuvo unas palabras
con el señor Veliz (sic) quien le agarró las manos y él le disparó en la barriga; siendo ambas pruebas el
Medio Idóneo y suficiente para sostener la valoración de las mismas, ya que tienen la fuerza para
demostrar un hecho así como la responsabilidad, en otras palabras, la comprobación técnica de un
hecho y la relación en cuanto a la responsabilidad de una persona, verificado como fue el cumplimiento
de los requisitos en la obtención de las mismas, vale decir, su Pertinencia, su Necesidad (sic), con el
objeto de apreciarlas y valorarlas por medio de la Sana Crítica, con observación y estricto
cumplimiento de las Reglas de la Lógica, los Conocimientos Científicos y las Máximas de Experiencia,
para establecer la verdad de los hechos y aplicación de la Justicia, como finalidad del Proceso, siendo
Dos Principios contenidos en la N.A. como lo es La Apreciación y Licitud (sic) de las Pruebas;
arrojando la declaración del ciudadano J.C.S.S., un Elemento Probatorio y factor determinante al
quedar demostrado que efectivamente se perpetró un hecho delictivo como lo es el Homicidio
Intencional señalado en el artículo 407  del  Código Penal, y que el responsable como Autor Material
del mismo fue el ciudadano Gregori (sic) P.G., titular de la cedula de identidad Nº 13.644.336, quien al
momento de declarar entre otras cosas expuso ‘que el 21 de Abril del 2001 fue a la Tasca, se encontró a
Manolo y Jean, manolo empezó a buscarle pelea y Juan se metió, se fue a la casa, regresando como a la
media hora, volviendo nuevamente la discusión, le pegaron un botellazo, sacó un arma, forcejearon, se
fue un tiro y luego se enteró que había muerto’; Siendo igualmente la declaración del Acusado factor
determinante en cuanto a la Relación de Causalidad que existió entre el Hecho Típicamente
Antijurídico que produjo el deceso de M.V. y la Acción desplegada por el ciudadano Gregori (sic) P.G.,
pudiéndose concluir que se llevo a cabo el deceso de una persona como lo fue M.V., producto de la
Acción desplegada por el acusado Gregori (sic) P.G., lo cual nuestra N.S. lo define como Homicidio
Intencional; previsto y sancionado en el artículo 407  del  Código Penal  (Vigente para el momento en
que sucedieron los hechos).

Se da igualmente por acreditado, que en fecha 24 de Abril (sic) del 2005, se originó un Accidente de
Transito (sic) donde se encontraron involucrados dos vehículos identificados de la siguiente manera:
Vehículo clase Camioneta, marca Ford, modelo Explorer… como el vehículo clase automóvil, marca
Ford, modelo Fiesta… y a consecuencia del accidente se originó una discusión entre las personas
involucradas, trayendo como consecuencia una serie de acciones de tipo delictivo por parte de los
integrantes del vehículo ford (sic) Fiesta como lo fue provocarle Lesiones Personales Graves a los
tripulantes del vehículo Ford Explorer; Estos hechos se pudieron demostrar en la sala de Juicio a
través de las pruebas evacuadas como lo fueron: la Experticia legal practicada a un vehículo clase
automóvil marca Ford, modelo Fiesta… en el que se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo
tripulado por los acusados al momento de su aprehensión; la Inspección Técnica practicada a un
vehículo Clase automóvil, marca Ford modelo Fiesta… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección del vehículo tripulado por los imputados al momento de su aprehensión y el cual colisionó
con el otro vehículo; La Experticia Legal practicada a un vehículo clase camioneta marca Ford, modelo
Explorer… en el cual se concluye el Reconocimiento Legal del vehículo tripulado por las víctimas y el
cual colisionó con el vehículo tripulado por los acusados; La Inspección Técnica practicada a un
vehículo clase Camioneta, marca Ford modelo Explorer… en el cual se concluye el resultado de la
Inspección practicada al vehículo tripulado por las víctimas y el cual colisionó con el vehículo
tripulado por los acusados; El Levantamiento del Accidente de Transito (sic), ocurrido en fecha
04/04/2005 (sic), suscrito por el Instituto Nacional de T.T., Unidad Estadal de Vigilancia de Transito
(sic) Terrestre Nº 51 del Estado Lara; La Inspección Ocular y Montaje Fotográfico, realizada al sitio
del suceso, ubicado en la carrera 25 con calle 36, vía pública, Barquisimeto Estado Lara; todo ello
aunado a la declaración de los testigos evacuados en la sala de juicio como lo fue H.E.S.O., entre otras
cosas expuso que el día 24 de Julio como a las 12 de la media noche, colisiono (sic) en la calle 35 con
16 la camioneta con un Ford Fiesta y les dijo que no había problema, pero las personas del vehículo
fueron agresivas, la muchacha le dio con los tacones de los zapatos por la cara, luego su hermano salio
(sic) y se metió en una casa, uno de ellos le paso (sic) un arma al otro, escucho (sic) los tiros, cuando se
monto (sic) en la camioneta, su hermano se metió en una casa, fue herido en la pierna; manifestó que
fue lesionado en la cara con un tacón de zapato, que no recibió impacto de bala, que el que accionó el
arma fue el de franela naranjada (sic) y que el otro lo había golpeado; (Señalando a los imputados); Su
hermano recibió un impacto de bala en la pierna y pantorrilla; H.J.S., el cual entre otras cosas expuso
que esa noche venían de una granja de Acarigua y cuando iban por la calle 25, chocaron con un
vehículo, ellos dijeron que le teníamos que dar dinero y golpean a su hermano, vio cuando sacan un
arma y se va a casa de unos vecinos, es cuando le dan dos disparos, su hermano estaba muy golpeado,
eso fue en Julio (sic) del 2005 en la calle 25, la camioneta era conducida por Héctor, su hermano,
colisiono (sic) con un vehículo Fiesta Azul; P.R.C.P., el cual entre otras cosa (sic) expuso que venía por
la carrera 24 con 36 cuando la camioneta azul lo choca y lo manda hacia la acera, se bajaron del
carro, y le preguntó que (sic) iban hacer (sic) con el choque, y le dicen que esperen a Transito (sic), los
integrantes de los dos vehículos estaban tomando, se fueron a golpes con Héctor y se produjo una
pelea, de pronto salió un sujeto disparando, de copiloto estaba Elaine; se fue a golpe con Héctor quien
andaba manejando; Dándose la Relación de Causalidad que existió entre el hecho Típicamente
Antijurídico que produjo las Lesiones ocasionadas a las víctimas y las Acciones desplegada (sic) por los
ciudadanos Gregori (sic) P. Gutiérrez, P.R.C.P. y E.M.M.P., quedando demostrado la responsabilidad
de cada uno, lo cual nuestra N.S. lo define como Lesiones Personales Graves en Grado de Complicidad
Correspectiva, (artículos  415  en relación con el 424 del Código Penal)

. (Mayúsculas del Tribunal de Juicio).


PUNTO PREVIO
De conformidad con el artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal, esta decisión tendrá
efecto extensivo a los ciudadanos P.R.C.P. y E.M.M.P., siempre que se encuentren en la
misma situación y les sean aplicables idénticos motivos que al recurrente, sin que en ningún
caso les perjudique, por la comisión del delito de lesiones personales graves, por el cual
fueron juzgados y condenados.
DEL RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL CIUDADANO
G.P.G.M.
De conformidad con el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, el recurrente
denunció “…el vicio de inmotivación por falta de aplicación del artículo 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela en relación con los artículos 173 y 456 del Código
Orgánico Procesal Penal”.
Para fundamentar su denuncia, expresó:
…Se evidencia, que la Corte de Apelaciones del Estado Lara, no resolvió los puntos planteados por la
Defensa en su escrito de Apelación como fue:

1) La falta de valoración o el por qué se obvió o no se le otorgó credibilidad a las declaraciones de los
ciudadanos HECTOR (sic) A.A.V. (sic) y J.C. MUJICA…

2) La falta de análisis o comparación entre sí entre las declaraciones de los Ciudadanos HECTOR (sic)
A.A.V. (sic) y J.C.M., con la propia declaración del Ciudadano (sic) J.C.S.S. (sic)…

cuyas “…deposiciones durante el desarrollo del debate fueron todas contradictorias…


3) La falta de pronunciamiento en cuanto a que la declaración de mi defendido G.P.G. (sic)
Montero… constituyó UNA TÍPICA CONFESIÓN CALIFICADA, por cuanto a la vez reconoció
que efectivamente hubo un forcejeo entre él y el Señor M.V. (sic) (Hoy occiso), se excepciona
en su descargo un hecho que desvirtúa su responsabilidad penal, como fue que la agresión
ilegítima la provocó el hoy occiso, que él tuvo la necesidad de tomarle la mano al hoy occiso,
arrancarle el revolver que el Señor M.V. (sic) cargaba y que después se produjo el disparo y
por último la provocación la originó el hoy occiso. Es decir, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara , no dio respuesta certera o específica sobre lo que se
había denunciado en la Apelación (sic) de Sentencia Definitiva, tanto (sic) fue así ‘LA MALA
FE’ del Tribunal de Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara que en la
declaración de mi Defendido (sic) rendida por ante ese Tribunal le agregó un hecho nuevo
para ocultar la verdad procesal, incluyendo en ese fallo inmotivado que mi defendido había
sacado UN ARMA DE FUEGO (Folio 1004), lo cual es totalmente falso y temerario…, ya que
se puede observar de la propia declaración de mi Defendido (sic) por ante el referido Tribunal
que él jamás señaló que había sacado un arma de fuego para darle muerte al Señor M.V. .
(sic)
…la recurrida no indicó de forma objetiva, clara y precisa de que (sic) manera el Juez de
Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, valoró todas y cada una de las pruebas
que fueron incorporadas en el debate oral y público, es más la Corte de Apelaciones del
Estado Lara, simplemente se limitó a señalar en Ocho (8) líneas, que el Juez de Juicio N° 3
valoró la declaración del testigo C.S.… y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron
en el Juicio… e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada… tanto
(sic) fue la torpeza por el ponente en ese fallo inmotivado, que en la parte dispositiva del Titulo
(sic) III, Numeral Segundo, ordenó la remisión de las actuaciones al Juez de Juicio… siendo
que el tribunal competente… LE CORRESPONDE AL TRIBUNAL DE EJECUCIÓN Y NO AL
TRIBUNAL DE JUICIO…” (Mayúsculas y resaltado del recurrente).
La Sala para decidir, observa:
El recurrente alegó que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara,
omitió pronunciarse sobre la falta de valoración de las declaraciones de los ciudadanos
H.A.A.V. (sic) y J.C.M..
Así mismo afirmó, que la referida alzada dejó de pronunciarse sobre la falta de análisis o
comparación entre las declaraciones de los ciudadanos Héctor Aparicio A.V. y J.C.M., y la
declaración del ciudadano J.C.S.S., cuyas afirmaciones durante el desarrollo del debate
fueron contradictorias.
Por último, el recurrente manifestó que además de las omisiones señaladas, el superior penal
no resolvió la denuncia de falta de pronunciamiento del tribunal de juicio en cuanto a que la
declaración del acusado, constituyó una típica confesión calificada.
A objeto de verificar el vicio denunciado, la Sala procede a revisar el recurso de apelación
interpuesto por la defensa, constatándose las denuncias siguientes:
…Se acota, además, que el Sentenciador no dejó plasmado en su sentencia condenatoria las razones
por las cuales no se le otorgó credibilidad a las testimoniales o declaraciones de los ciudadanos
HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M., testigos promovidos por la propia representación fiscal y
evacuados durante el desarrollo del debate, cuyos contenidos deben ser plasmados en la sentencia, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 346 ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, respecto a
los fundamentos de hecho y de derecho (requisitos de la Sentencia). Es decir, no explicó el sentenciador
las razones de hecho y de derecho por las cuales se abstuvo de no darle valor probatorio a las
declaraciones de los ciudadanos: HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.. Igualmente el sentenciador no
adminiculó entre sí las declaraciones de los ciudadanos J.C.S.S., HECTOR (sic) A.A.V. Y (sic) J.C.M.,
para así otorgarle sus (sic) correspondiente valor probatorio de acuerdo a la apreciación de las
pruebas, que alude el artículo 22 del Código Orgánico procesal (sic) penal (sic), (SANA CRITICA),
entendiéndose por adminicular el acto mediante el cual el Juez coloca todas las declaraciones una
frente a las otras, procediéndose a analizar todas ellas, para extraer de las mismas una síntesis o
conclusión

.
Al resolver el recurso de apelación, la Corte de Apelaciones expuso:
…Esta Corte de Apelaciones para decidir observa, desúés de analizados de manera minuciosa el
Recurso de Apelación interpuesto por al Abg. (sic) W.C., en su carácter de Defensor del penado
Gregori (sic) P.G.M. contra la sentencia dictada el 22 de diciembre del 2006 dictada por el Tribunal de
Juicio N° 3 de este Circuito Judicial Penal, se encuentra fundamentado en falta de motivación
establecido en el artículo 452, ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal por infracción del
Artículo 364, ordinal 3 (sic) y 4 (sic) ejusdem, por los siguientes hechos:

La determinación precisa y circunstancias de los hechos, que el Tribunal estime acreditados y de la


exposición concisa de sus fundamentos de hecho y de derecho, referente a la precisión que el Juez al
dictar la sentencia dio por probado hechos delictivos con pruebas que resultan insuficientes y consideró
comprobado (sic) la muerte del ciudadano M.V.J., conclusión a la que llega a través del protocolo de
autopsia realizado y sucrito (sic) por el experto J.R.B. e igualmente con el testimonio de J.C.S.S..

Así las cosas, de la revisión detallada de la sentencia recurrida, se evidencia entre otras cosas, lo
siguiente: (…)

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


Seguidamente, la Corte de Apelaciones trascribió parcialmente los hechos acreditados por el
juez de juicio.
De la trascripción parcialmente (sic) de la recurrida, se observa que si bien es cierto que al momento
de hacer la valoración del testigo J.C.S.S. (sic), el Tribunal de Juicio no indica el término ‘forcejeo’
sino que refiere que la víctima le agarró las manos al acusado, no significa esto, que el Juez no haya
apreciado que hubo contacto físico entre el sujeto activo y el sujeto pasivo como lo pudo haber dicho el
testigo al indicar que hubo un forcejeo entre ambos; declaración esta que por la inmediación debe ser
apreciada por el A Quo en todo su contexto y que de alguna manera tampoco significa que el testigo
haya afirmado la presencia de una riña o de un delito culposo, al establecer que hubo forcejeo entre el
acusado y la víctima; para ello es importante analizar el significado del término RIÑA, y según el
diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Autor M.O., la define como “pelea o
acontecimiento entre varias personas”. Y más adelante refiere lo que significa RIÑA TUMULTUARIA y
hace referencia que ‘en una confusa agresión entre varias personas impide determinar con exactitud los
actos y responsabilidad de cada uno’ lo cual no ocurre en el caso en estudio, toda vez que el Juez
valoró la declaración del testigo C.S. y la relacionó con otras pruebas que se desarrollaron en el juicio,
e incluso con la propia declaración de la persona que resultó condenada, lo que conllevó al Tribunal de
Primera Instancia, a considerar que estaba en presencia del delito de Homicidio intencional (sic) en
perjuicio de M.V. y Lesiones Personales Graves en grado de Complicidad Correspectiva derivada de
otros hechos que no fueron impugnados en el presente recurso.

Por otro lado, el hecho de que el testigo indique el término ‘forcejeo’ en su declaración, y el Tribunal
indique que ‘con el señor Veliz (sic) quien le agarró las Manos’ y él (ACUSADO) le disparó en la
barriga, no desvirtúa ni oculta que se trate de un forcejeo, ya que forcejeo significa ‘…hacer fuerza,
resistir o contradecir tenazmente…’; sino que por el contrario lo describe, pues se trata de
circunstancias que refieren el mismo hecho que se interpreta como un forcejeo, concluyendo el Tribunal
de Primera Instancia, que se trata de un Homicidio Intencional, tal como lo plasma en su sentencia;
tampoco significa, que el juez no analizó la testimonial antes referida, en todo su contexto, pues allí sí
estaríamos en presencia de una valoración parcial de la misma, lo cual escaparía al fin del proceso
penal que es la búsqueda de la verdad, como complemento a ello, el Juez que presenció el Juicio y el
desarrollo de las pruebas, estimó que el deceso del ciudadano M.V. se produjo por la acción del
ciudadano G.P.G. al propinarle un disparo con un arma de fuego, conclusión a la que llega con las
pruebas que estimó, y entre ellas, la declaración del testigo J.C.S., lo cual objetivamente indica en el
fallo; razones por las cuales, comparte esta Sala la calificación utilizada por la Recurrida,
considerando además que la misma no se encuentra viciada de falta de motivación tal como lo denuncia
el Recurrente de autos.

Finalmente, el Apelante (sic), señala que el Juez A Quo vició de motivación la decisión, al no advertir el
cambio de calificaciones en el juicio, tal como lo prevé el Artículo 350 del Código Orgánico Procesal
Penal por los delitos de Homicidio en Riña o Culposos, esta aseveración, así lo considera esta Alzada,
es infundada toda vez, que dicha facultad es discrecional del Juez en aras de garantizar el principio de
legalidad, que puede advertir cambios de calificación, cuando considera que los hechos planteados no
encuadran con los tipos penales que han sido observados durante el proceso, y en el presente caso, el
Juez de Juicio, quien presenció, como se dijo ut supra, el desarrollo de las pruebas, no advirtió cambios
de calificaciones, por considerar que los delitos que habían sido observadas (sic) en la fase intermedia
se correspondían con los hechos, y tan cierto es, que dicta sentencia condenatoria por los mismos

Así las cosas, considera esta Corte de Apelaciones, que la recurrida no adolece del vicio contenido en
el ordinal 2 del artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal, lo que trae como consecuencia la
declaratoria SIN LUGAR del presente recurso por esta denuncia. ASI SE DECIDE.
Por la razones anteriormente expuestas, es por lo que debe declararse SIN LUGAR, la presente
apelación…

(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).


De la revisión se desprende que la alzada se pronunció sobre el forcejeo que se produjo entre
el acusado y la víctima, hecho que según el recurrente calificó la confesión, ya que según él,
ocurrió el forcejeo pero como medio de defensa para quitarle el arma a la víctima, hecho que
no fue advertido en tales términos por el Juez de Juicio y sobre lo cual se pronunció la Corte
de Apelaciones.
De igual manera, esta Sala observa, que la recurrida resolvió la denuncia del recurrente
acerca de la supuesta falta en la que incurrió el Juez de Juicio, al no advertir al acusado del
cambio de calificación en juicio.
No obstante los pronunciamientos anteriores, la Sala constató, que la recurrida omitió
pronunciarse sobre la denuncia de falta de valoración, en la sentencia proferida el 22 de
diciembre de 2006, por el Tribunal de Juicio, respecto a los testimonios de los ciudadanos
H.A.A.V. y J.C.M., así como también, respecto de la omisión de adminicular estos testimonios
con los del ciudadano J.C.S.S., petición que fue formulada de modo expreso por el recurrente
ante la alzada.
Sobre la omisión de resolver la totalidad de las denuncias que conforman el recurso de
apelación, la Sala se pronunció en la sentencia Nº 164 de 27 de abril de 2006, en los términos
siguientes:
Con arreglo a la reiterada jurisprudencia de la Sala, ‘…el juez de alzada está en la obligación de hacer
una revisión del escrito, para pronunciarse sobre la admisibilidad o no del mismo, una vez admitido de
conformidad a lo establecido en el artículo 455 del Código Orgánico Procesal Penal (según sea el
caso) debe entrar a conocer el fondo del recurso planteado y está obligado a resolver cada uno de los
puntos o denuncias de la apelación, con suficiente claridad de los motivos que le sirven de sustento a la
decisión judicial, las cuales no pueden ser obviadas por el sentenciador porque para las partes
constituyen una garantía, aunado al hecho que si fuera de otra forma se estaría violando el derecho a
una segunda instancia’. (Sentencia Nº 107, del 28-03-06. Magistrado Ponente Doctor E.R.A.A.).

Conforme lo antes expuesto, las C. deA. incurrirán en inmotivación de sus sentencias,


fundamentalmente por dos (2) razones: la primera, cuanto omitan cualquiera de las circunstancias
denunciadas por el apelante; y la segunda, cuando no expresen de forma clara y precisa los
fundamentos de hecho y de derecho por los cuales se adopta el fallo, tales violaciones constituyen
infracciones a los artículos 26  y  49 (numeral 1) de la  Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela  y 173, 364 (numeral 4), 441 del Código Orgánico Procesal Penal.

En este sentido, la tutela judicial efectiva no sólo comprende el acceso a los órganos jurisdiccionales,
sino que demanda la solución oportuna y razonada de las decisiones judiciales, de allí se desprende la
obligación fundamental del juez de mantener el proceso y las decisiones dentro del marco de los valores
del derecho a la defensa, al debido proceso, a la búsqueda de la verdad y a la preservación de los
principios y garantías consagrados en la  Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En consecuencia, constituye un deber fundamental para la Corte de Apelaciones cuando así lo haya
alegado el recurrente, verificar y determinar que en la sentencia sometida a su revisión se haya
realizado un análisis detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, así mismo, la comparación de
unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la determinación clara y precisa de los
hechos que se dan por probados y el derecho aplicable. En efecto, el sentenciador en segunda instancia
al motivar un fallo, debe realizar esa operación mediante el razonamiento jurídico de forma explícita y
precisa.

En el mismo sentido, en la sentencia Nº 146 de 12 de abril de 2007, la Sala decidió lo


siguiente:
Esta falta de resolución del recurso de apelación, implica la inmotivación del fallo dictado por la Corte
de Apelaciones, porque actuando como tribunales de segunda instancia, están obligados a resolver
todos los planteamientos hechos en el recurso de apelación, por lo que deben analizar y comparar las
denuncias interpuestas en el recurso de apelación con lo establecido por el juez de juicio.

.
Luego del análisis comparativo de la denuncias del recurso de apelación con lo resuelto
efectivamente por la recurrida, y con base en los criterios jurisprudenciales expuestos, esta
Sala considera que el fallo dictado el 10 de abril de 2007 por la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara incurrió en la primera de las causales de ausencia de
motivación señaladas en el fallo Nº 164 de 2006: “cuanto omitan cualquiera de las
circunstancias denunciadas por el apelante”, ya que no resolvió la totalidad de las denuncias
que le fueron planteadas por el recurrente, motivo por el cual adolece del vicio de inmotivación
por falta de aplicación de los artículos 26 y 49 (numeral 1) constitucionales, en relación con los
artículos 173, 364 (numeral 4), y 441 del Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, es procedente declarar con lugar el recurso de casación interpuesto por la
defensa del ciudadano G.P.G.M., debiendo anularse la decisión dictada el 10 de abril de 2007,
por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara de conformidad con lo
establecido en el artículo 467 del Código Orgánico Procesal Penal y se repone la causa al
estado de que se constituya una Sala Accidental de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Lara para que se pronuncie sobre los planteamientos del recurrente
con prescindencia de los vicios observados.
Ahora bien, del análisis del acta de juicio se observa, que los testigos cuya falta de valoración
denunció el recurrente, declararon a los únicos efectos de que sus deposiciones fueran
valoradas en relación con el delito de homicidio intencional por el cual fue acusado el
ciudadano G.P.G.M.. A tal efecto, se trascriben a continuación los testimonios referidos:
El ciudadano H.A.A.V., titular de la cédula de identidad 7.313.114, expresó (folio 903):
yo lo que hice fue recogerlo y llevarlo al ambulatorio. Es todo. Fiscal: Yo recogí a M.V., eso fue en el
200-2001, mi negocio se llama Tasca Amaro, yo estaba dentro de mi negocio y escuché los disparos,
salí y como era mi primo lo llevé al ambulatorio, Manolo era mi primo, sí conozco a Juan (sic) C.S.S.,
él era el que estaba pidiendo auxilio, yo lo que hice fue montarlo al carro y llevarlo al ambulatorio, me
ayudó mi hija, el carro era un Dodge Dart de mi propiedad y aún lo conservo, no tenía hijos ni esposa,
Manolo siempre pasaba por el negocio. Defensa W.C.: Sí fui citado para el día de hoy, me llegó la
citación, cuando escuché que estaban pidiendo auxilio, salí, nadie quería auxiliarlo y saqué el carro y
me lo llevé al ambulatorio, M.V. y J.C.S. no los vi en el negocio ese día, yo tengo abierto el negocio
como hasta las 3, es todo

.
El ciudadano J.C.M., titular de la cédula de identidad 14.482.971, expresó (folio 903 del
expediente):
No se por que estoy aquí, y me llegó una citación, y yo vi fue al muerto ahí, y pasé, y lo vi ya que yo iba
para mi casa. Fiscal: Yo no conocía al muerto sino de vista, eso fue en el club, era de noche, en la calle.
Es todo. Defensa: No preguntó

.
Al respecto, la Sala advierte que en efecto los testimonios trascritos se refieren al delito de
homicidio por el que fue condenado el recurrente, mas no guardan relación con el delito de
lesiones personales graves por el que fueron juzgados y condenados los ciudadanos P.R.C.P.
y E.M.M.P., en consecuencia, al no encontrarse en la misma situación ni ser aplicables
idénticos motivos que al recurrente, es por lo que esta decisión no tendrá efecto extensivo en
beneficio de los citados ciudadanos.
DECISIÓN
En atención a los razonamientos anteriormente expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia, en
Sala de Casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la ley, declara: PRIMERO: Con lugar, el recurso de casación propuesto por el recurrente.
SEGUNDO: En consecuencia, anula el fallo del 27 de abril de 2007, dictado por la Corte de
Apelaciones del estado Lara. Tercero: Se ordena remitir el expediente al Presidente del
Circuito Judicial Penal del Estado Lara, para que constituya una Sala Accidental que dicte una
nueva sentencia prescindiendo de los vicios aquí señalados.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Penal, en Caracas, a los 13 días del mes de noviembre de dos mil siete. Años
197º de la Independencia y 148º de la Federación.
La Magistrada Presidenta,
D.N.B.
El Magistrado Vicepresidente,
E.R.A.A. Ponente
La Magistrada,
B.R.M. de LEÓN
El Magistrado,
H.C.F.
La Magistrada,
MIRIAM MORANDY MIJARES
La Secretaria,
G.H.G.
Exp. Nº 2007-280
ERAA
La Magistrada Doctora D.N.B. no firmó por motivo justificado. La Secretaria, G.H.G.

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