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1. ¿Qué es la descentralización en el Perú?

Inicios

Es la transferencia de las responsabilidades de planificación, administración y


obtención y asignación de recursos desde el gobierno central a:

 Unidades locales de los ministerios u organismos del gobierno central;

 Unidades o ámbitos subordinados al gobierno;

 Instituciones públicas;

 Instituciones regionales.

Inicios

En la Constitución de 1979 se estableció que el Perú debía adoptar una organización


regional para acabar con el centralismo que bloqueaba las aspiraciones de las
poblaciones del interior del país. En el último año de la segunda presidencia de
Fernando Belaúnde Terry (1980-1985) se aprobó la Ley de Bases de la
Regionalización.

Correspondió al primer gobierno de Alan García Pérez (1985-1990) implementarla y


como resultado de ello se establecieron 12 regiones: Grau, Nor Oriental del Marañón,
Víctor Raúl Haya de la Torre, Chavín, Lima, Andrés Avelino Cáceres, Ucayali, Los
Libertadores-Wari, Inka, Arequipa y José Carlos Mariátegui. Es decir, el Perú cambió
su vieja estructura político-administrativa y en lugar de contar con más de veinte
departamentos y cientos de provincias se instalaron 12 regiones.

No cabe duda que era un gran paso con el que se iniciaba una nueva estructura de
organización geopolítica para hacer del Estado una institución más eficaz en el gasto y
los proyectos de desarrollo atendieran a las poblaciones que los necesitaban. También
ello representaba una significativa reducción del gasto corriente que se va en la
burocracia y en los equipos de funcionamiento de cada unidad administrativa.

Esta primavera duró siete años, porque después del autogolpe de Estado de Alberto
Fujimori, del 5 de abril de 1992, el gobierno autócrata, dejó sin efecto las 12 regiones y
determinó que cada departamento se convertía en una región. Así, de un sopetón
volvió el país a contar con 25 regiones que comenzaron llamándose Consejos
Transitorios de Administración Regional (CTAR).
2. En qué gobierno se implanto

La descentralización se efectúa de acuerdo con el plan nacional de regionalización


que se aprueba por ley. Durante el gobierno de Fernando Belaúnde, en 1984 se
aprobó el Plan Nacional de Regionalización, que fijó sus objetivos y metas en la
descentralización administrativa.

Impulso a la regionalización durante el gobierno de Alan Garcia. El 16 marzo de 1987


se promulga la Ley de Bases de la Regionalización 24650. El marco legal de entonces
puso como límite la existencia de 12 regiones, lo que generó un problema en la
integración de los departamentos y provincias contiguas en ellas. El 13 julio de 1989:
Mediante la Resolución Suprema 132-89-PCM se convoca a consulta popular en
varias localidades del país, para que la población se pronuncie sobre demarcación
regional. El 19 julio de 1989: Se aprueba el reglamento de la Ley 25077, sobre la
primera elección de los representantes a asambleas regionales. El 12 noviembre del
mismo año: Cinco de las once regiones creadas por ley eligieron a sus autoridades
(Grau, Amazonas, Ucayali, Arequipa y Moquegua-Tacna-Puno). El 8 abril de 1990: Se
elige -coincidiendo con los comicios generales- a las autoridades de las regiones
Nororiental del Marañon; San Martín-La Libertad; Gran Chavín; Andrés Avelino
Cáceres; Los Libertadores-Wari; Inka.

3. Cual fue el plan inicial

La constitución de 1993: El Centralismo. A Fujimori no le interesó la regionalización. El


proceso fue desprestigiado ante la población. A ello se sumó el mal ejemplo y la falta
de madurez de los representantes regionales. Confundieron la concertación con la
componenda y las asambleas regionales se volvieron burocráticas y caóticas. La
población percibió solo lo negativo sin tener presente que la regionalización era un
proceso en marcha. 

Fujimori 1993, Consideraba la división política del país en regiones, departamentos,


provincias y distritos, bajo un gobierno unitario de manera descentralizada y
desconcentrada

4. ¿Cuál eran sus etapas?

Diseño del proceso

La sección de disposiciones transitorias de la Ley de Bases de la Descentralización


definió las etapas del proceso:

Etapa Preparatoria: Debate y aprobación de leyes

En esta etapa, el Congreso debía aprobar las siguientes leyes:


 Nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo.
 Ley Orgánica de Gobiernos Regionales.
 Nueva Ley Orgánica de Municipalidades.
 Ley de Ordenamiento y Demarcación Territorial.
 Ley de Incentivos para la Integración y Conformación de Regiones.

Al Ejecutivo le correspondía lo siguiente:

 Realización de la operación piloto para el planeamiento y programación


participativa del presupuesto, en materia de gastos de inversión.
 Inventario, registro y valorización de los activos y pasivos de los consejos
transitorios de administración regional, a efectos de su transferencia a los
futuros gobiernos regionales.
 Desactivación del Ministerio de la Presidencia.
 Elaboración del Plan de Transferencia de los proyectos de
 Inversión pública de alcance regional hacia los gobiernos regionales.
 Plan de Capacitación a nivel regional y municipal.
 Promoción y difusión de ventajas e incentivos especiales para la integración
regional y consolidación del proceso de regionalización.
 Fortalecimiento de los sistemas administrativos de gestión a nivel nacional,
regional y local: Presupuesto, Personal, Tesorería, Contabilidad, Crédito,
Contrataciones y Adquisiciones.
 Inversión Pública.
Primera Etapa: Instalación y organización de los gobiernos regionales y locales

 Transferencia y recepción de activos y pasivos de los consejos transitorios de


administración regional a los gobiernos regionales.
 Transferencia y recepción de programas y proyectos.
 Continuación del Plan de Capacitación y asistencia técnica a nivel regional y
municipal.
 Apoyo y asistencia técnico-administrativa que requieran los gobiernos
regionales y locales.

Segunda Etapa: Consolidación del proceso de regionalización

 Promoción y apoyo para la conformación de regiones sostenibles mediante la


integración o fusión de departamentos, vía referendo.
 Difusión amplia de propuestas y alternativas de regiones macro, así como de
las ventajas y beneficios para el desarrollo nacional y regional.
 Formulación de un plan de regionalización y de inversión descentralizada, que
será aprobado por ley.

Tercera Etapa: Transferencia y recepción de competencias sectoriales

En esta etapa se planteó realizar la transferencia de competencias sectoriales, sin


incluir a salud y educación, hacia los gobiernos regionales y locales.

Cuarta Etapa: Transferencia y recepción de competencias sectoriales en


educación y salud

En esta etapa se planteó realizar la transferencia de competencias sectoriales en


materia de educación y salud, hacia los gobiernos regionales y locales.

El análisis que sigue a continuación organiza estas tareas por temas relevantes.

5. Que paso realmente, porque fracaso la macro regionalización

 El primer y principal motivo que percibo es la falta de preparación de los


gobernadores regionales, hace un par de años recuerdo al congresista Víctor
Andrés García Belaunde criticar el canon minero, afirmando que el dinero
destinado a los gobiernos regionales sería desperdiciado al no saber los
presidentes regionales cómo aprovecharlo. Hecho que nos recuerda la
traumática reforma agraria y el desperdicio de terrenos agrícolas por el abismal
déficit educativo de la población “beneficiada”.
 Por otra parte, el segundo motivo que advierto es el desprestigio y la
paupérrima representatividad, y alcance de los partidos políticos en las
regiones del país (sobre todo en las más alejadas). A simple vista no parece
estarlo, pero este punto se encuentra estrechamente relacionado con el
primero: al no existir partidos políticos con candidatos debidamente preparados
para asumir las presidencias regionales aparecen los movimientos que en su
inmensa mayoría giran en torno a un caudillo político (Álvarez en Ancash,
Santos en Cajamarca, entre otros) y están financiados con dinero de dudosa
procedencia. Estos movimientos en lugar de democratizar la representatividad
regional, la acaudillan (la democracia interna es casi efímera) y se entornillan
en está creando una especie de dictadura regional donde la oposición es
chuponeada, amenazada o eliminada (véase el caso de La Centralita y el
lamentable asesinato de Ezequiel Nolasco).
 El tercer motivo que noto, es la imperceptible (por no decir nula) fiscalización
que se le ha hecho a los gobiernos regionales. Se podría pensar que esto se
debe a la ineficacia de la Contraloría de la República; no obstante, esta no es
la única culpable. A mi parecer la institución indicada para actuar y fiscalizar a
todas las autoridades políticas es la propia Fiscalía de la Nación, cuyo accionar
ha dejado mucho que desear. El hasta hace unos meses fiscal de la nación
José Peláez en un intento de aceptar su culpe declaró: “Necesitamos hacer un
mea culpa por haber dado la espalda o abandonado al Santa, Chimbote, eso lo
aceptamos”[
 A modo de conclusión, intentaré esbozar una respuesta a mi segunda pregunta
(¿Qué debe hacer la sociedad y el Estado para lograrla [la descentralización]?).
Para que el Perú logre la descentralización que en toda su vida republicana le
ha sido ajena es necesario que los partidos políticos empiecen a trabajar sus
bases representativas, aplicar restricciones a los movimientos regionales de
modo que progresivamente estos vayan desapareciendo: acoplándose a los
existentes partidos políticos o dando origen a nuevos partidos, repotenciar la
Contraloría de la República levantándole restricciones en materia de
investigación; y por último, y de vital importancia, se debe prestar mayor
atención a todos los gobiernos regionales de modo que casos como los de
Ancash no se vuelvan a repetir, ya que si los ciudadanos en general no le
hacemos caso a las regiones del país, por más legislaciones y políticas
descentralizadoras que existan, el Perú seguirá condenado a ser un país
centralizado
6. Como se encuentra actualmente el proceso de descentralización

7. Cuál ha sido el balance, que hay de positivo y negativo.

Así, la Constitución Política aprobada en 1979 aceptó la descentralización como una


obligación en la administración, al señalar en el Art. 79 que "El Perú es una República
democrática y social, independiente y soberana, basada en el trabajo. Su gobierno es
unitario, representativo y descentralizado" (Perú: 1980). En relación con ésto, el art.
121 hacía notar que las poblaciones dueñas de recursos naturales tenían derecho a
participar en la renta de su explotación "en armonía con una política descentralista".
Cesa la vigencia de los departamentos como circunscripciones político-administrativas
y se instituyen las regiones. Estas, según el art. 259 "se constituyen sobre la base de
áreas contiguas integradas histórica, económica, administrativa y culturalmente; y
conforman unidades geoeconómicas". A estas regiones se les otorga autonomía Así,
la Constitución Política aprobada en 1979 aceptó la descentralización como una
obligación en la administración, al señalar en el Art. 79 que "El Perú es una República
democrática y social, independiente y soberana, basada en el trabajo. Su gobierno es
unitario, representativo y descentralizado" (Perú: 1980). En relación con ésto, el art.
121 hacía notar que las poblaciones dueñas de recursos naturales tenían derecho a
participar en la renta de su explotación "en armonía con una política descentralista".
Cesa la vigencia de los departamentos como circunscripciones político-administrativas
y se instituyen las regiones. Estas, según el art. 259 "se constituyen sobre la base de
áreas contiguas integradas histórica, económica, administrativa y culturalmente; y
conforman unidades geoeconómicas". A estas regiones se les otorga autonomía

La discusión inicial fue señalar que las regiones no deben formarse en base a los
límites departamentales, ni provinciales, sino que los espacios deberían definirse en
función de conexiones presentes y futuras. Frente a una condición de desigualdad,
expresión del subdesarrollo, se buscaba cambiar este orden estructural para así llegar
al desarrollo. Este fue entendido como "un proceso permanente de consecusión de
logros tanto cualitativos como cuantitativos en orden económico, político, social y
cultural, que conlleva a la elevación de la calidad de vida de la población, para la
realización plena e integral de la persona humana dentro de una sociedad más justa".

De todas las regiones, tal vez la mejor integrada es la Región Grau, que fué la
primera en crearse (1988) y la mejor organizada. Sin embargo, ello no fue suficiente
para evitar dificultades en su funcionamiento. La primera fue de tipo político en donde
los funcionarios trataron de hacer obras aun sin estudios previos. El criterio era hacer
obras para que la historia los juzgue por lo que hicieron y no por lo que no
hicieron. La segunda fue debido a insuficientes recursos económicos que llevó a la
incapacidad de realizar trabajos integrales para elevar el nivel de vida de las
poblaciones más alejadas de la sede Regional, es decir la ciudad de Piura. Esto dió
lugar a que aun espacios costeños como el de Tumbes consideraran tres años
después, que la regionalización no les había beneficiado, porque seguían tan
olvidados como antes. La regionalización ejecutada de este modo resultó en una
repetición del fenómeno centralista observado para Lima, pero a nivel de las sedes
regionales. Por otro lado, el Gobierno Central se resistió a descentralizar algunos
servicios como el de transportes, comunicaciones, educación y aún el económico. En
lugar de ello diseño un Plan Nacional de Desarrollo Microrregional, que intentó atacar
los problemas que afectan a las áreas más deprimidas del país, especialmente de la
Sierra. Los pobres rendimientos de este plan responden a factores varios, que
incluyen la inexperiencia de varios técnicos para trabajar en ambientes andino-rurales,
los bajos salarios, la politización de las acciones a realizar, y la escasez de recursos
económicos.

Todo esto sirvió de pretexto para que el Gobierno de Fujimori buscara desactivar las
regiones cancelando las asambleas regionales y oficiales elegidos democráticamente
y poniendo en su reemplazo a los Presidentes Provisionales que siguen en
funciones hasta el presente.

La Constitución de 1993, debilitó legalmente el poder de los gobiernos regionales


reforzando en cambio a los gobiernos municipales. Sin bien acepta que la
descentralización es un proceso permanente que tiene como objetivo el desarrollo
integral del país (art. 188), reestablece la vigencia de los departamentos. Así el Art.
189 señala que "el territorio de la República se divide en regiones, departamentos,
provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se ejerce el gobierno unitario de
manera descentralizada y desconcentrada".

Las municipalidades tienen competencia no sólo para administrar la economía local y


la proveniente del Gobierno Central, sino para "planificar el desarrollo urbano y rural
de sus circunscripciones, y ejecutar los planes y programas correspondientes". Es
decir, con ello desaparecen los programas de desarrollo microrregiones y también las
microrregiones y subregiones que se establecieron en la década de 1980.

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