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LA ENTREVISTA

LECTURA ENFOQUE COGNITIVO CONDUCTUAL

1.INTRODUCCIÓN

La entrevista continúa siendo el instrumento más utilizado en la evaluación psicológica en general y en la evaluación
conductual en particular.

La realización de una entrevista suele ser el modo inicial de proceder en el proceso de evaluación psicológica. El evaluador
realiza la primera exploración del paciente. Esta realidad de ser un primer método general de obtención de información
probablemente se derive de su cualidad de ser un instrumento económico (feedback inmediato, realimentación, se puede
agilizar el proceso de conocimiento y tiene una gran flexibilidad con respecto al tiempo y los temas).

Además, puede considerarse como un auténtico elemento vertebrador del proceso de evaluación. Puede desempeñar un
doble papal en un proceso de evaluación multimétodo y multinstrumentos como es el proceso de evaluación conductual.
- Por una parte, a partir de los datos se podrá orientar sobre qué instrumentos específicos serán útiles para
confirmar o cuantificar la existencia de determinadas conductas problemas, a qué personas se deberán aplicar, en
qué situaciones y en qué momentos.
- Pero además, permitió clarificar con los pacientes los datos que se van evidenciando a partir de esos otros
instrumentos aplicados y determinar el curso futuro de la entrevista.

2. MARCO TEÓRICO DE LA ENTREVISTA CONDUCTUAL

No existe un único tipo de entrevista clínica. El paradigma dentro del que un entrevistador opera determina el tipo de
información buscada, como es obtenida y cómo es interpretada. En el caso de la entrevista conductual, el paradigma de
referencia será el enfoque conductual, que resalta la importancia de tomar las conductas como el elemento fundamental
del análisis del funcionamiento humano.

Por tanto, el tipo de información que la entrevista conductual ha de buscar será la especificación de las conductas en
situaciones.

En cuanto a cómo es obtenida la información, el desarrollo de la entrevista se producirá mediante un proceso directivo
semiestructurado. Esta información podrá referirse tanto al momento presente como a periodos anteriores o al futuro.

Respecto a la interpretación de la información, se realiza desde los modelos teóricos conductuales propuestos para la
explicación del funcionamiento humano general y desde modelos específicos que muestran los procesos responsables de
conductas problema concretas. Debe remarcarse que el conocimiento de modelos explicativos será de gran utilidad para el
entrevistador porque orientará tanto hacia la indagación de determinadas conductas problema como en la búsqueda de
situaciones que hagan más probable las relaciones funcionales.

El objetivo será proporcionar información que posibilite:


- Identificar las conductas problema
- Definir las conductas problema (análisis topográfico y funcional)
- Establecer los objetivos de la intervención (eliminación de conductas inadecuadas y desarrollo de conductas
adecuadas)
- Seleccionar una estrategia de intervención
- Evaluar los resultados de la estrategia de intervención.

En cualquier caso, no debe olvidarse que la señal distintiva del proceso de evaluación conductual sigue siendo el AF de
conducta.

Para los clínicos que quieren llevar a cabo una evaluación conductual, es necesario realizar la entrevista conductual. Sin
embargo, su utilidad se ha visto cuestionado con los “tratamientos empíricamente validados” y con la consiguiente aparición
de entrevistas diagnósticas estructuradas. La entrevista diagnóstica seré el elemento clave para identificar el tipo de
problema que presenta un paciente, al que se le habrá de aplicar el tratamiento correspondiente disponible.
Sin embargo, debe tenerse presente que el abordaje de la realidad clínica es bastante más complejo de lo que podría
deducirse del planteamiento diagnóstico- tratamiento empíricamente validado.
- No todos los pacientes pueden clasificarse en las distintas categorías diagnósticas
- El DSM presenta deficiencias importantes en su función descriptiva-clasificatoria que pueden poner en cuestión
su validez

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o Por ejemplo. No especificados
o Varios trastornos-comorbilidad
- Además, la entrevista diagnóstica se centra más en detectar los funcionamientos inadecuados o patologías,
mientras que la entrevista conductual resaltará también los funcionamientos positivos y los activos o recursos para
lograr un funcionamiento adecuado.

En relación con la aplicación de un tratamiento para un mismo tipo de trastornos se dispone de varios tratamientos
empíricamente validados, cuya selección se remiten a la valoración del clínico, con otra información complementaria al
diagnóstico. Por último, desde la evaluación conductual, la entrevista diagnóstica puede desempeñar el papel de ser uno de
los multiinstrumentos a utilizar pero no puede reemplazar a la entrevista conductual.

3. PROCEDIMIENTO.

3.1. ESTRUCTURACIÓN DEL ROL DE ENTREVISTADOR Y ENTREVISTADO.

Es necesario la aclaración de lo que el entrevistador va a hacer y en qué condiciones, y del funcionamiento que se
espera del entrevistado.

- Se debe de dar una pequeña explicación de la necesidad y utilidad de la entrevista. Se le expondrá que para poder
ayudarle necesitamos conocerlo en profundidad.
- Se le explicitará la necesidad de colaboración con la mayor precisión que sea posible. Dentro de esa colaboración
ha de entrar el compromiso de veracidad, compromiso explícito de que la información que se proporciona es veraz.
Se puede complementar con la indicación de que si hay algún tema del cual no quiera halar, lo manifieste o bien al
inicio de la entrevista o cuando se le pregunte.
- Es necesario asegurar al entrevistado el resguardo de su intimidad (no indagaremos en alguna parcela que no
resulte estrictamente relevante) y la confidencialidad.
- Una cuestión que pocas veces se hace explícita al entrevistado es que la entrevista es semiestructurada; por tanto,
hay unos contenidos determinados por los que se va a preguntar y que deben de ser completados. Dara idea de que
en la entrevista se está llevando a cabo una tarea concreta.
- Por último, es importante resaltar la directividad de la entrevista: las preguntas que se le van a hacer tienen como
finalidad que el psicólogo pueda comprender lo que ocurre; por tanto, él debe de determinar qué cosas quiere
saber, la profundidad y en qué momento.
o Así, conviene dejar claro que en el entrevistador recae la responsabilidad de la entrevista y que el
entrevistado no debe estar con miedos.

3.2. PASOS EN LA REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA.

Es conveniente contar con alguna guía o pauta de entrevista. Existen multitud de guías. Aquí e va a tomar como modelo la
pauta de entrevista general (tabla 3.1. que servirá como orientación para el tipo de preguntas, curso, y como criterio para
decidir si se ha obtenido suficiente información).

La pauta está dividida en seis apartados:


1. Delimitación de la conducta problema
a. Ir de lo concreto a lo general
b. Conocer los funcionamientos específicos que suponen un problema para el paciente le dará sentido y será
el referente de toda la información que proporcione la entrevista.

2. Importancia de problema
a. Indagar en la importancia que tiene este problema para el sujeto, cómo afecta a su vida.
b. Permitirá valorar la gravedad del problema por su implicación personal y social, lo que puede resultar útil
para poder tomar diversas decisiones como la exploración de algún otro problema, la derivación a a otro
profesional o institución, etc.
c. Por otra parte, para el paciente puede suponer cerrar un esquema lógico de la información que tiene que
suministrar: qué le pasa y cómo le afecta.

3. Parámetros de la conducta problema

4. Determinante de la conducta problema


a. Centrarse en datos concretos que le ayuden a definir la conducta en relación con sus parámetros y
determinantes.

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5. Evolución y desarrollo
a. Se pasará a preguntar por su origen y evolución
i. Explorar el desarrollo y evolución de un problema, arrojara información general no operativa ni
para determinar procesos responsables ni para servir de comparación con la situación actual.
ii. Si no siempre es útil para el evaluador, si será de utilidad para que el paciente pueda tener una
mayor comprensión – explicación racional sobre lo que ha estado pasando y para que el terapeuta
utilice esa información como referencia real de procesos de funcionamiento inadecuados.

6. Expectativas y objetivos.
a. Lograr que el entrevistado indique los objetivos finales.
b. Se pretende conocer por qué hasta ese momento no ha podido realizar los cambios.
c. Servirá como punto de partida, y como contraste, para explicar al sujeto por qué está en esa situación y por
qué puede cambiar.

3.2.1. Delimitación de la conducta problema.

Se irá levando rápidamente al sujeto de lo general a lo concreto.


a) Conocer el tipo de problema:
a. Describa el problema por el que ha venido
b. Cuénteme qué es lo que le ocurre
Es muy probable que constante con el contenido de un guion. Es conveniente, si no se alarga en exceso, permitir
que suelte de un tirón la información.
Así, en primer lugar, es probable que hayamos satisfecho sus objetivos, y en segundo lugar, facilitar el que sea
el entrevistador el que tome las riendas de la entrevista a partir de ese omento y las dirija hacia los puntos que
considere pertinentes.

b) Una vez que nos hayamos situado en un área problema, el segundo paso será especificar las conductas concretas
que suponen problema. Por qué ocurre algo que no debería ocurrir (exceso) o porque no ocurre algo que
debería ocurrir (déficit)
Se debe de atender a los tres sistemas de respuesta (motor-cognitivo-psicoficiológico) a través de lo cuales se
despliega el comportamiento humano: qué acciones realiza, qué respuestas…etc.
a. Explíqueme con exactitud qué es lo que le pasa o siente.
b. Qué ocurre en su vida para que afirme que se pasa la vida angustiado… que es un fracaso…. Que está
deprimido?

c) Lograr la descripción de la ´última vez que ocurrió el problema. Comportamientos reales en la situación en
que se dieron.
Debemos de preguntar exhaustivamente por las posible s condiciones que pudieran ser determinantes
antecedentes y o consecuentes. Es útil que narre toda la secuencia del funcionamiento de forma natural, desde antes
de lo que ocurrió hasta después de lo que ocurrió. De este modo, el sujeto va aprendiendo qué elementos de
información le interesan al psicólogo.
Narra sucesos que probablemente son cercanos, hace más probable el recuerdo preciso. Es aconsejable solicitar una
narración similar también en la penúltima vez.
El tener dos secuencias será muy útil como referencia en la indagación posterior sobre la conducta y sus
determinantes.
a. ¿Cuándo fue la última vez que le ocurrió esto? ¿Me lo puede describir detalladamente como si fuera una escena de
película?

3. 2.2. Importancia del problema.


Cómo está afectando este problema a su vida y a su entorno, qué importancia da el paciente y qué gravedad le otorga el
psicólogo. Se presupone la indagación en 3 esferas: el ámbito familiar, el laboral y el de las relaciones sociales.
✓ ¿Cómo afecta este problema a su vida?
✓ ¿Cómo afecta este problema a las personas que se relacionan con usted?
✓ ¿En qué medida está usted interesado en solucionar este problema?
✓ Qué cree usted que ocurriría con su vida si todo continuase igual que hasta ahora=
→Así establecerá el psicólogo la gravedad del problema.

3.2.3. Parámetros de la conducta problema


- En relación con la frecuencia, es suficiente conocer de un modo aproximado si la conducta problema tiene una
ocurrencia diaria, sucede varias veces a la semana o entre episodio y episodio transcurre más tiempo. Si la
frecuencia es diaria puede pasarse a delimitar un número promedio de veces al día. No es aconsejable someter al
cliente a un agobiante proceso de cuantificación.
✓ ¿Esto le ocurre al diario? ¿Cuántas veces al día, a la semana… al mes?
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- Por lo que ataque a la duración, es conveniente intentar obtener una estimación aproximada. Se puede partir del
episodio o episodios últimos ya conocidos y tomarlos como referencia en la duración.
✓ En la última ocasión, el episodio duró... ¿suele ocurrir siempre así o es diferente otras veces?

En algunos casos el paciente no discrimina entre diversos episodios y los toma como una unidad, por ejemplo
cuando la frecuencia por día es muy alta o la duración muy larga… En estas ocasiones, como punto de partida para
ayudar al entrevistado a realizar la discriminación, resulta de utilidad preguntarle:
✓ En el momento en que se despierta, ¿ya le está ocurriendo esto?».
✓ ¿No hay ningún momento en el día en que no esté presente este problema?».

- Intentar establecer la intensidad de un comportamiento, sin contar con instrumentos específicos, es una tarea que
puede parecer vana. Sin embargo, puede lograrse una aproximación adecuada si se uti-lizan dos estrategias
complementarias:
o Emplear una escala de estimación subjetiva.
o Fijar el comportamiento más intenso que conozca el cliente (o el que en él se haya producido) y
el de menor intensidad, y compararlo con la intensidad de su comporta- miento actual.

✓ «¿Cómo gradúa en intensidad, de O a 100, el comportamiento que usted está teniendo?».


✓ «Describa la vez en que el problema tuvo más intensidad; la que fue más fuerte, la que le· hizo sentirse peor».
✓ «Recuerde también la vez en que el problema tuvo menor intensidad».
✓ «¿Cómo sitúa lo que le ocurre ahora en relación con los dos episodios anteriores?».

3.2.4. Determinantes de la conducta problema

Se puede rastrear en primer lugar la' posible estimulación previa a la conducta, tanto la:: externa como Ja del propio
sujeto (pensamientos, acciones; respuestas fisiológicas). Se puede partir de las últimas ocasiones, ya conocidas, para dar
entrada a eset tipo de preguntas. Si en los dos casos las situaciones eran similares, se puede preguntar: ·
✓ ¿Siempre ocurre lo mismo o hay veces en· que el problema se produce de distinta manera?».
Cuando en dos episodios se dan distintas situaciones se podrá plantear:
✓ Así como en las dos ocasiones ocurrían las cosas de diferente manera, ¿hay más situaciones en las que puede aparecer
el problema)
✓ ¿En qué otras situaciones aparece…es siempre en los mismos lugares con las mismas personas… a las mismas horas?
✓ ¿Le molestaba algo de esa situación inmediatamente antes de que eso sucediese?
✓ ¿Que estaban hacienda o diciendo las personas que se encontraban con usted en ese momento?
Por otra parte, será necesario registrar los posibles cambios estimulares posteriores tanto externos al sujeto como en el
propio sujeto, y su unos u otros resultan positivos o negativos.
✓ «¿Qué hicieron o dijeron después las personas que se encontraban con usted?» .
✓ «¿Qué le ocurrió a usted inmediatamente después? ¿Le pasó algo?».
✓ «¿Cómo se sintió, qué pensó, qué hizo in- mediatamente después?».
✓ «l Qué otras cosas sucedieron después?» .
✓ «De todo lo que ocurrió, ¿qué cosas le resultaron agradables y cuáles desagradables?».

En caso de tratarse de un «déficit» de comporta- miento por haber dejado de emitir una conducta que antes sí realizaba, habría
que considerar qué ocurría antes cuando estaba presente ese funcionamiento:

✓ «¿Qué cosas (internas y externas) ocurrían antes cuando sí tenía ese funcionamiento?».

Cuando se esté ante un «déficit» por ser una conducta que nunca se emitió, se podría indagar:

✓ <<¿Qué "cosas positivas" sucederían si se pudiera comportar de esa manera?>>

Una vez obtenida la narración de estos datos, se pueden plantear diversas hipótesis sobre el mantenimiento de la conducta
problema a través de la res- puesta del psicólogo a las siguientes cuestiones:

1. ¿Se puede analizar la conducta problema como una respuesta incondicionada, condicionada o una operante?
2. ¿Se está manteniendo esa conducta por un condicionamiento clásico? ¿Se puede determinar la presencia de algún
estímulo incondicionado, o de un estímulo condicionado?
3. ¿Estamos ante un posible proceso de escape (por afrontamiento o alejamiento) ante estimulación aversiva que
desaparece tras la emisión de esa conducta problema?
4. ¿Se puede justificar Ja ocurrencia de un pro · ceso de reforzamiento positivo (aparición de estimulación positiva, externa
o interna, tras Ja emisión de esa conducta)?
5. ¿Se puede acreditar la existencia de un pro- ceso de reforzamiento negativo (desaparición de estimulación aversiva
tras la emisión de esa conducta)

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6. ¿Nos encontramos con un proceso de evita· ci6n (emisión de una conducta que evita la aparición de una estimulación
aversiva)?
7. ¿Hay condiciones previas, estimulación discriminativa, que indican al sujeto que si emite esa conducta tendrá alta
probabilidad de obtener estimulación positiva (consecuencias positivas) ?
8. Si estamos ante comportamientos que antes realizaba el sujeto y que ahora suponen un «déficit» de conducta:
9. ¿Ha estado sometida esa conducta a un proceso de extinción (han dejado de ocurrir las consecuencias positivas que
antes sucedían tras la emisión de esa conducta)?
10. ¿Ha estado sometida la conducta a un proceso de castigo (aparición de estimulación aversiva, o desaparición de
estimulación positiva tras la emisión en ocasiones anteriores de ese comportamiento)?

Finalmente, el entrevistador ha de estar atento, a lo largo de todo el proceso de la entrevista, para detectar algunas
variables del organismo que estén afectando claramente a los funcionamientos que se están analizando.

3.2.5. Evolución y desarrollo

¿Cuándo comenzó ese funcionamiento a ser un problema? Ha de tenerse en cuenta que la aparición del problema no
necesaria-mente tiene que coincidir con el primer momento en el que el sujeto emitió ese tipo de comportamientos (cuando se trata
de un «exceso» de conducta), o con la no emisión anterior de esos comportamientos que son ahora necesarios (si se trata de un
«déficit). Es importante fijar el primer momento en que se evidenció el problema y saber las condiciones que estaban
presentes.
Preguntas adecuadas para este propósito pueden ser:
✓ «¿Cuándo se dio cuenta por primera vez de que esto que sucede suponía un problema para usted , o para otros? ¿Qué cosas
ocurrieron entonces? Descríbame la situación».
También es de utilidad conocer la evolución que ha seguido el problema, su historia, para extraer la información sobre los
posibles determinantes que a lo largo del tiempo provocaron su mayor o menor incidencia.
✓ «Desde que se presentó este problema, ¿ha habido períodos en los que las cosas fueron peor, o mejor? Intente concretar
diversas ocasiones».
✓ «¿Qué circunstancias llevan a que este problema se agrave, disminuya o desaparezca?»

Asimismo, es necesario saber cómo se explica paciente lo que le está sucediendo. Conocer no tanto si tiende a realizar
atribuciones a causas internas o externas («locus de control»), sino si esas atribuciones se corresponden con los determinantes
reales. A través de respuestas podremos contar también con datos acerca de sus posibles creencias erróneas, conductas persticíosas,
etc.
✓ «¿A qué causas atribuye la aparición del problema y sus oscilaciones?». ·

3.2.6. Expectativas y objetivos


Respecto a cómo se enfrentó al problema, si hubo pasividad, resignación o tuvo un comportamiento activo de
enfrentamiento a! problema, o de búsqueda de ayuda, puede indagarse: ··

✓ «¿Qué cosas ha hecho usted hasta ahora p intentar solucionar su problema (por sí mis profesionales a los que ha
acudido, tratamientos que ha seguido)? ¿Qué resultados le ha dado?»

En cuanto a los comportamientos que el paciente desee poner como objetivo de cambio («variables resultado ultimo) no ha de
considerarse que es una mera elección implícita en la delimitación de la conducta problema: la desaparición de la conducta .
Con mayor motivo, cuando estamos frente a un «déficit» de conducta, ha de especificar- se claramente qué comportamientos y en
qué situaciones han de aparecer.
✓ «Me gustaría que me describiera con todo detalle cómo le gustaría a usted comportarse en esas situaciones que
ahora le resultan un problema>>
✓ Cómo tendría que ser su funcionamiento concreto para que usted considerase que ya no existiría problema?» .

Finalmente, en relación con las expectativas respecto a la intervención psicológica es importante conocer qué espera el
cliente en su contacto con el psicólogo:
✓ ¿Qué espera usted conseguir al finalizar la intervención…?

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3.3. FINALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA

Las preguntas cruciales que se hace el entrevistador cuando se está formando en este procedimiento es ¿cuándo terminar la
entrevista? y ¿cómo terminar la entrevista?
La respuesta que se le puede dar al cuándo terminar la entrevista es muy simple: cuando se tenga suficiente información
sobre el comportamiento del sujeto para poder determinar en relación con la importancia del problema, si se está
ante un problema psicológico o no; y en el primer caso, cuando se pueda establecer una hipótesis sobre cuál es la
conducta problema, sus determinantes, el proceso que la mantiene (hipótesis funcional) y los objetivos finales de
cambio. Si no es así, el entrevistador deberá plantearse vol-ver a preguntar por los aspectos que le faltan. Si por diversas razones le fuera
sumamente dificultoso obtener esos datos, el evaluador siempre podrá imple-mentar otro procedimiento de obtención de información para
conocer ese punto.

Respecto a cómo terminar la entrevista, después de realizar la última pregunta, se puede informar al sujeto que con ella ya
se ha terminado la fase de preguntas exhaustivas sobre el problema. Asimismo, se le puede indicar qué otra información
será necesaria rechazar y qué procedimientos se van a emplear. No es conveniente informar al paciente sobre el resultado
hasta que nos se haya terminado todo el proceso de evaluación.

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