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Antígona
1
NIETZCHE, Federico El nacimiento de la tragedia, Edición: Proyecto Espartaco,
(http://www.proyectoespartaco.com), pág.11.
2
BAYER, R, Historia de la estética.Fondo de Cultura Económica- México pág.28.
juicio lo que dice y cree la ciudad. Discute, deforma, renueva, interroga (…) la tragedia
en su propia esencia, es un paso hacia el límite (…) no es necesario ver en la tragedia
una espejo de la ciudad; o más exactamente, ese espejo está roto y cada fragmento
remite a la vez a una realidad social y a todas las restantes, mezclando estrechamente los
distintos códigos: espaciales, temporales, sexuales, sociales y económicos…”
En otra postura, Nicole Loraux sostiene que “…la tragedia no es una mera copia
de la realidad social y política en la que nace: la tragedia hace que emerjan espacios
ficticios de representación en los que la ciudad democrática se faculta para conocerse a
sí misma desde otra mirada, una mirada crítica que da voz a la alteridad cuando es
puesta en escena. La mimesis trágica es una reinvención artística y crítica, un arco
trazado por el arte desde el mundo real hasta su representación poética en las tragedias,
(…) los personajes trágicos femeninos casi siempre mitológicos manifiestan rasgos de
ambigüedad, ante los ojos del varón que conservan aspectos precisos de las prácticas
sociales, pero también los cuestionan y desbordan, y por esta razón tampoco es válido
considerar la tragedia como una mera fantasía o delirio de los poetas.”
Otra idea del origen de la tragedia es la manejada por J.DE ROMILLY la cual
apunta que “… la tragedia solo podía nacer a partir del momento en que esas
improvisaciones religiosas, de donde debía surgir, fueran asumidas y reorganizadas por
una autoridad política que se basara en el pueblo (…) que el nacimiento de la tragedia
esté vinculado (…) a la existencia de la tiranía…”3
Nilda León sostiene que “uno de los hitos fundamentales en la historia cultural
de fines del siglo XX ha sido la aparición de la categoría de ‘género’ que cuestiona la
3
DE ROMILLY, Jacqueline La tragedia griega. Editorial Gredos, S.A. Madrid. 2011, pág, 17.
idea de ‘lo natural’ y señala que es la simbolización cultural, y no la biología, la que
establece las prescripciones relativas a lo que es propio de cada sexo (…) El género es,
entonces, una forma de asignación a seres humanos de propiedades y funciones
imaginarias ligadas al sexo. Los dos modos que asume el género en la mayoría de las
sociedades históricas y en la actualidad- femenina y masculina- constituyen
representaciones colectivas que les permite percibir y comprender su sociedad y su
propia historia a la vez que actúan como formadoras de sus nuevos integrantes. Los
individuos asumen los valores considerados masculinos o femeninos, en un proceso de
adquisición de género”.4
Ella frente a esto enfatiza que dichas visiones son tan reales principalmente en
el siglo V ateniense por lo cual establece su elección como más certera y válida al
4
NILDA, León MADRES Y ESPOSAS EN GRECIA ANTIGUA CECYM. Centro de Estudios Clásicos y
Medievales. Cátedra I 83–92 (2003) Neuquén, pág. 83.
5
Ibídem, pág. 84
tomar “… la representación de las mujeres en la tragedia, consciente de que esa
representación no refleja de modo especular la situación ‘real’ de las mujeres en Atenas
sino los conflictos que se dan en la naciente democracia”6
A ello también podemos agregar la visión de Antígona como “el otro” como
alteridad, vista por Ríos Restrepo “Se entiende por tales a todos aquellos que los
griegos clasificaban, para poder pensarlos, en la categoría de lo diferente y cuyas
imágenes aparecían siempre deformadas, fuese el bárbaro, el esclavo, el extranjero, el
joven o la mujer, porque se los construía siempre en relación con el mismo modelo: el
ciudadano adulto”7
De ello se desprende lo que opina Plácido Suárez, “La tragedia constituye (…)
un escenario privilegiado (…) en ella está presente la mujer de un modo destacado. Las
mujeres adoptan un protagónico y llevan la iniciativa (…) las mujeres de la tragedia no
reflejan sólo el conflicto de las relaciones de género, sino el conflicto de la sociedad en
general (…) la tragedia es campo privilegiado de la diacronía, donde se inserta la
historia de la humanidad. Si todo se centra en la Atenas del siglo V, es porque la Atenas
del siglo V se constituye en entidad en que la experiencia histórica pasa a formar parte
de la ideología presente. No sólo sirve para explicar los ‘orígenes’, sino la realidad
presente. Por eso el mito trágico es femenino de modo privilegiado (…) el problema del
derecho arcaico y moderno, de lo femenino y masculino, de la gens y de la tribu, se
integran a través del conflicto con fuerte protagonismo de la mujer”8
Ana Escriber sustenta que “Creonte, el rey exhibirá el rol masculino, la preocupación
por preservar la integridad de la ciudad, por imponer el respeto a las leyes que
representan el patrimonio común de los ciudadanos. En función de ello no titubea en
entregar al príncipe Polynicio, su sobrino e hijo de Edipo al más horrible de los
destinos: ordena que su cadáver sea abandonado insepulto en las afueras de Tebas sin
recibir honras fúnebres, para que las aves de rapiña y los animales carroñeros se harten
con sus despojos (…) La suerte de Polynicio es horrible , porque una vez muerto y con
mayor razón si muere heroicamente, el griego –con la mediación de los
correspondientes ritos funerarios- es recibido nuevamente por los lares, se reincorpora al
hogar , a la particularidad que abandona para entregarse a la universalidad racional de lo
político. Si esos ritos se omiten- el ciudadano, desprovisto ya de su calidad de tal en
alguna forma cae en la nada, queda perdido (…) Antígona afirma, nació para participar
del amor y no del odio: su misión consiste en entregarse a la piedad filial exigida por las
leyes ‘no escritas ‘por las leyes divinas, eternas e inmutables, que obligan por sobre las
humanas”12
11
Dr. Sergio Rojas Peralta ANTÍGONA Y LA FRATRÍA O LOS ESPECTROS DE LA LEY. En Claroscuro 2011,
Universidad de Costa Rica. https://revistas.ucm.es/index.php/INGE/article/view/54737. Pág. 1
12
ESCRIBAR, W, Ana, Antígona y las fuentes del conflicto moral según Hegel y Ricoer, Universidad de
Chile, pág. 70-
poder, pero éste es sólo un depósito y debe ejercerse en beneficio del pueblo, en cuya
mano está la sanción”13
Antígona además representa a la heroína trágica que sola lucha con su destino,
de ahí la no complicidad de su hermana: “Ismene- ¿Es que proyectas enterrarlo, siendo
algo prohibido para la ciudad? Antígona- Pero es mi hermano y el tuyo, aunque tú no
quieras. Y ciertamente, no voy a ser cogida en delito de traición.”14
Pero luego de estas palabras, Antígona elige hacerlo sola, pues sabe cuál va a
ser el destino de ella y de quien la ayude. Esa soledad sostiene Romilly es una soledad
producto de la falta de comprensión, ni de su hermana y menos de su tío.
13
RODRÍGUEZ ADRADOS; Francisco, La democracia ateniense, Alianza Editorial, 1993, pág. 186
14
SÓFOCLES, Antígona, Editorial Gredos, pág. 79.
15
Ibídem, pág. 79
16
Ibídem. Pág. 111-
Romilly frente a estas palabras sostiene que “Antígona sufre por su soledad,
pero ella ha reivindicado desde el comienzo y la acepta con entereza. Se lamenta pero se
dirige resueltamente hacia la muerte. Es decir, que el sufrimiento que nace de esta
soledad representa a la vez la condición y la consecuencia de la valentía heroica. Es el
anverso a la grandeza (…) esta ambivalencia se encuentra en todo momento en la obra
de Sófocles: el valor de todos sus héroes es de proporción superior al natural, y todos se
debaten en la soledad que su heroísmo exige”17.
En conclusión, tomo las palabras de Rochel Cárcel al decir” A través del análisis de las
tragedias completas conservadas de los principales trágicos, se puede apreciar, por un
lado, un reflejo de la concepción general de la sociedad y, por otro, ciertas visiones
particularizadas que ayudan a que evolucionen las ideas sobre la vida y la muerte
presenta la tragedia.(…) En Sófocles la muerte parece vencer a la vida: no haber nacido
o volver cuanto antes al sitio de donde una ha venido, ésas son sus conclusiones,
cuando la vejez anuncia una muerte próxima.(…) Sófocles no ha dado ese magistral
personaje muerto en vida que es Antígona, una mujer- que, como tal, debería ser un
símbolo de la fecundidad y de la vida- y quien muere, sin embargo, infecunda,
sacrificando su vida para enterrar a un muerto porque prefiere aguardar antes a los de
abajo- que serán sus compañeros eternos- que a los de arriba. Sófocles busca en sus
obras las leyes eternas, aquello que escapa a la contingencia; en definitiva, está
buscando ser. (…) Sófocles aconseja que vivamos la vida azarosamente, que nos
dejemos llevar por la suerte de tal modo que, junto a la necesidad, conforme los dos
factores más importantes que juegan un papel en la vida humana. Una vida que está, en
definitiva, dominada por la divinidad, por el destino y el azar y que es misteriosa e
incomprensible para la razón”18
17
DE ROMILLY, Jacqueline La tragedia griega. Editorial Gredos, S.A. Madrid. 2011, pág, 93.
18
ROCHE CÁRCEL, Juan Antonio, Dimensiones sociales de la vida y la muerte en la tragedia griega. REIS.
Universidad de Alicante, pág., 251-252