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Todo lo bueno viene de Dios, es por eso que no debés aislarte de Él. La soledad es cuando
literalmente uno está solo, sin gente. A veces es bueno estar solo para pensar, orar,
reflexionar, pero el aislamiento siempre es negativo.
El aislamiento es una barrera que no permite que te relaciones con los demás. El
enemigo siempre va a tratar de levantar una barrera para que te cierres. Tratará de aislarte,
siempre.
Dice la ley de entropía que todo lo que se cierra, termina deteriorándose. Cuando una
persona se cierra termina echándose a perder. Y el enemigo siempre va a tratar de levantar
un muro, dividirte, separarte, para que no puedas relacionarte.
El enemigo va a sacarte de la iglesia, va a alejarte. El asunto es que vos y tus hermanos son
la iglesia. Satanás va a tratar que estés presente, pero aislado. Las personas que no pueden
conectarse con los demás tienen las siguientes características:
A. Son tímidas. Les cuesta hablar, tienen miedo a hacer el ridículo, se ponen coloradas, les
transpiran las manos, se ponen nerviosas y tienen vergüenza.
Son más que tímidas. En psicología se las llama «esquizoides «: la persona esquizoide
observa pero no participa. Está pero tiene una represión de las emociones y de los
pensamientos tan grande que quieren hablar pero no pueden. Quieren opinar pero no
pueden.
B. Tienen mentalidad de hijo único. El hijo único tiene muchas cosas buenas, pero
muchas cosas difíciles por superar. No sabe compartir – ni los juguetes, ni el amor de mamá
y papá-. No puede congregarse en la iglesia porque tiene mentalidad de hijo único. Es yo, y
solamente yo, y nadie más que yo. Tampoco sabe trabajar en equipo.
C. «No les cayó la ficha». Vienen a la iglesia porque viene su familia o porque la traen.
Adora, canta al Señor, pero en el espíritu no entendió nada. Es la persona que al primer
problema que tiene desaparece. Parece que había echado raíces pero en el fondo no logró
conectarse, siempre estuvo aislada.
Hay una unción corporal que Dios levantará en este tiempo. Ninguno de nosotros
individualmente supera la unción que se forma cuando trabajamos en equipo. ¡Es tan
poderoso cuando la iglesia se reúne que las bendiciones se multiplican y la Gloria se
multiplica! La bendición que Dios derrama en el cuerpo cae sobre la vida de cada persona
para siempre.
Cada vez que te maldigan decí: «No lo recibo, te lo llevás con vos». Por el contrario, abrazá
todo lo bueno, todo lo justo, todo lo honesto. Declará: «Todo lo malo no me afecta porque
no lo recibo, va de vuelta al que me lo envió».
El diablo te hace creer que Dios mandó la muerte que vino a tu casa o la enfermedad que
tenés ahora. Te hace creer que ese hijo se murió porque no tuviste fe… ¡Encima siempre
viene un legalista retrógrado, cavernícola, prehistórico para decirte: «Te pasó eso porque no
leíste la Biblia»! Te mete la idea de un Dios «papparazzi» que anda con una cámara oculta
para pescarte «in fraganti» y que pasará la película en la televisión divina del cielo.
Todo lo bueno viene de Dios, es por eso que no debés aislarte de El. Nada malo viene
de Dios porque de una fuente no puede salir agua de bendición y de maldición a la vez. Si
consideramos que Dios es fuente de todo bien, que sus pensamientos son de paz, que la
muerte es enemiga de Dios y un día será echada al infierno con Satanás y el pecado, nunca
más dudaremos de la bondad proveniente de Dios.
Por otro lado, la religión te hace creer que le debés tu vida a Dios. ¡Pero no le
debemos nada! Dios canceló todas nuestras deudas a través del perdón. El perdón es algo
que se da a quién no lo merece. Es por eso que cuando entiendas que Dios te perdonó,
servirás motivado por amor hasta el último respiro de tu vida. Cuando entiendas el amor del
Señor, lo amarás por siempre y para siempre.
La Biblia dice que nuestro pecado era tan grande que nos trajo una deuda imposible de
pagar. No había manera de acercarse a Dios por medio de la religión, la filosofía, los buenos
ritos, las caminatas, las peregrinaciones, el encendido de velas. No había manera de saldar
nuestra deuda. Pero ¡Dios nos perdonó! ¡No le debemos nada a Dios, Dios nos perdonó
por completo!
Recordá: Todos tus pecados pasados, presentes y futuros, todos fueron perdonados delante
de la cruz, porque Dios no quiere tener un hijo deudor, sino un hijo libre, sin culpa, sin
pecado y sin deuda.
Estando en el campo de batalla, conquistando, peleando y usando la unción que Dios te dio
para tu sueño, toda tentación te parecerá una basura comparada con lo que Dios te
prometió en victoria. Todas las cosas que te ofrezcan en tentación serán basura si estás
unido de todo corazón al propósito y al sueño que debés cumplir.
Hay gente que está aislada de sí misma. La esquizofrenia significa «mente dividida». Es el
mayor ejemplo de lo que es fracturarse. La persona que sufre de esquizofrenia está
literalmente fracturada, dividida, entonces funciona de una manera en un lugar y de otra en
otro.
Cuando estás dividido te volvés contradictorio: querés servir a Dios, pero «borras con
el codo lo que escribiste con la mano». Frenás a los demás, porque a vos te han frenado
antes. Por otra parte, también tenés conflictos con tu identidad, por ejemplo, querés
agradar a todo el mundo.
Así pues, es importante comprender que es más fácil agradar a uno que agradar a muchas
personas. Agradá a Dios y Él te va a respaldar, con eso alcanza. Si estás fraccionado, Dios
va a hacerte integro.
La palabra «integridad» significa «de una sola pieza». Como sos acá, debés ser afue-
ra; como sos a la mañana, debés ser a la noche. Tenés que caminar con la convicción de
que sos una persona sanada por el Señor.
Cuando conocemos a Dios, Él nos dice: «Voy a trabajar en tu vida, me voy a meter en tu
pasado, te enfrentaré a los conflictos que tuviste y te mostraré quién no se te brindó,
sufrirás el dolor nuevamente, pero esta vez, voy a suplir todo lo que no recibiste»
David comprendió la importancia de la obra de Dios en su vida, por eso dijo: «Aun-
que mi padre y mi madre me abandonen, el Señor con todo me volverá a tomar». En otras
palabras, el Señor te va a meter la mano donde más te duele, va a ir a tu pasado (no es
facil ser cristiano), pero si soportás el dolor en las manos del alfarero, Él te restaurará y te
hará de una sola pieza. Entonces caminarás libre para siempre.
«Si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron y todas son hechas
nuevas». Aquel que comenzó la obra la completará en Cristo Jesús. En consecuencia,
Dios te hará de una sola pieza. Todo ha sido saldado, somos libres en Jesús.