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Sanidad Interior – TRANSMISIÓN DE

ESPÍRITUS FAMILIARES
Hemos dicho que el vivir en pecado abre la puerta legal, es decir se les da autoridad legal a
los demonios para operar sobre esos pecados. Los pecados de nuestros antepasados pueden
haber dado lugar a que ciertos espíritus inmundos trabajen en esas áreas de pecado en
forma generacional. Por ejemplo, si nuestros abuelos se golpeaban, un espíritu de violencia
se asienta sobre esa conducta; cuanto más tiempo pasó y más pecado existía tanto más se
fue afirmando en esa pareja. Ese mismo espíritu de violencia luego «quedará» sobre los
hijos de esa pareja para tratar de provocar el mismo pecado que le permita a ese espíritu
inmundo la autoridad legal para permanecer en ese hogar. No nos cabe la menor duda de
que hay espíritus inmundos que anhelan quedarse en ciertas familias generación por
generación.

Hay espíritus familiares, principados que se han mantenido trabajando sobre esos pecados
familiares generación tras generación. Y esos espíritus que han ido de generación en
generación en tu familia desean seguir operando en tu vida. Así como la violencia se hereda
y se aprende, los espíritus desean hacerte hacer lo mismo. Generar ese mismo pecado. Han
estado durante varias generaciones trabajando y no se van a ir así como así. El objetivo es
identificar los pecados generacionales, y así descubrir los espíritus familiares que han estado
trabajando, y destronarlos.

Al escribir este parágrafo veo a una pareja para ministrarla. Al rastrear su descendencia me
dice:

 Abuelos: Él abusó de su hijo; discusiones y violencia.


 Padres: El padre abusa de su hija; hay en su pareja discusiones y violencia física.
 Ella: En el noviazgo va todo bien, cuando se casa, al otro día comienza a pegarle a
su marido y a discutir con él.
Identificado esto, se pasa a confesar los pecados de sus antepasados identificándose con
ellos (lo explicaremos más adelante) y luego se reprende esos espíritus inmundos familiares.
Es interesante señalar que el espíritu inmundo pasa desapercibido durante el noviazgo (en
otros casos no es así) y cuando la persona se casa comienza su ataque. Aunque esto tiene
mucho de psicológico, de ninguna manera descarta el poder espiritual inmundo.

Otro caso importante que me toca de cerca es el de una hermana de la que al levantar su
historia familiar descubro que:

 Abuelos: Él deja a su familia en Europa para venir a América a casarse.


 Padres: Ella se casa con un hombre que también dejó a su familia para venir de
Europa.
 Hijos: Una de las hijas se casa y se va a vivir a otro país. Otra hermana se casa con
un hombre que luego la abandona. La otra hija tiene profundo temor, celos e ideas
celotípicas.
Aquí se puede ver un espíritu de abandono. Hay que confesar los pecados y luego romper
toda herencia espiritual y reprender al espíritu de abandono.

Podríamos seguir dando así ejemplos interminables pero creo que con estos dos ha quedado
clara la idea. Al comenzar a ministrar, usted mismo verá esto y los resultados al reprender
el espíritu. La identificación con los pecados de los antepasados también merece una
explicación.

Según al A.T. las naciones pueden ser culpables de pecados colectivos. Los espíritus entran
en la vida cuando ven la puerta abierta que es el pecado (Ez.18:2). Tanto Nehemías como
Daniel son un ejemplo de esto; ellos se hicieron cargo del pecado de sus pueblos.

Nehemías oró: «Esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu
siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y
confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; si, yo y la casa de
mi padre hemos pecado». Esta identificación es la diferencia.

Esdras dijo en 9:6, «Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi
rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y
nuestros delitos han crecido hasta el cielo».

No oramos contra ellos, para que caiga juicio sino que nos metemos en esos pecados y los
confesamos como propios. Fuerzas espirituales cósmicas que habían tejido redes espirituales
serán cortadas. Eran los pecados de su nación, pero en primer lugar eran los de su propia
sangre, los de su misma familia.

Daniel estaba en constante oración y bajo la total dependencia de Dios. Luego recuerda que
él confesó estos pecados (Dn.9:20). Nos identificamos con estos pecados y los confesamos.
Si confesamos estos pecados, Satanás retrocede (Jr.16:10-13, Esd.9:7)

El modelo que proponemos es el siguiente:

2. Los Pecados Generacionales.

Padres:

 ¿Cómo se llevaban como pareja?


 ¿Qué conductas le llamaban la atención?
 ¿Había alguna conducta que se repetía?
 ¿Qué siente al pensar en ellos?
 ¿Cómo los calificaría como padres y esposos?
 Cuente algo de sus padres, abuelos y bisabuelos: (cómo eran, cómo se llevaban,
qué le contaron de ellos, etc.)
 Pecados y conductas generacionales: (Ver qué se repite)
En ellos      Padres       Abuelos          Bisabuelos

 Divorcios.
 Abortos.
 Adulterios.
 Sexo no deseado.
 Nuevos matrimonios.
 Infidelidad.
 Abuso.
 Abandono.
 Odio.
 Peleas.
 Celos.
 Vicios o compulsiones.
 Otros.
ORACIÓN DE IDENTIFICACIÓN POR LOS PECADOS Y DE RENUNCIA A LA INFLUENCIA 0
ATADURA ESPIRITUAL

3. Las Prácticas Ocultas Heredadas.

Es sorprendente ver cuántos creyentes hay cuyos padres y abuelos estaban en el


espiritismo. Han heredado algunas características paranormales, sensaciones de ruidos,
voces, ruidos de cadenas, movimiento de objetos, sensaciones de presencias, etc. Otros
vienen de padres muy católicos o con prácticas orientalistas, místicas, umbandistas, etc.
Esto lo hacemos para identificar las prácticas de los antepasados y vemos cuánto de estas
prácticas ocultas o facultades paranormales pueden estar en quien ministramos.

El modelo que proponemos es: (Sea lo más específico posible):

 ¿En qué consistían las prácticas espirituales en cada uno de ellos?


 ¿Qué prácticas ocultistas realizaron sus:
 Padres.
 Abuelos.
 Bisabuelos?
ORACIÓN DE RENUNCIA Y ROTURA DE TODA HERENCIA ESPIRITUAL
«Señor renuncio a la práctica de (…) que mis (…) practicaron y ahora rompo en el nombre
de Jesús toda atadura espiritual que Satanás ha traído sobre mi vida por esta práctica de… y
de… y de…, lo hago en el nombre de Jesús. Pido ahora que tu Santo Espíritu quite de mi vida
toda facultad y práctica oculta heredada, la abandono y renuncio a todas ellas. Adoro y
exalto Tu nombre, sólo Tú eres digno de adoración y alabanza. Lléname sólo de ti, lléname
de Tu presencia, renuevo mi mente, mi corazón y toda mi vida para agradarte con todo mi
ser. Te declaro el dueño absoluto, en el nombre de Jesús, Amén».

Extracto del libro Ocultismo y Sanidad Interior

Por Bernardo Stamateas

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